Conflicto en Ucrania: cómo la Cruz Roja presta el apoyo necesario a las personas que abandonan el país

Little Hanna from Kharkiv stands with her mother as they collect a hygiene kit from the Ukrainian Red Cross as they make their way out of Ukraine in late March 2022.

La pequeña Hanna, de Járkov, se pone de pie junto a su madre para recoger un kit de higiene de la Cruz Roja Ucraniana mientras salen de Ucrania a finales de marzo de 2022.

Foto: IFRC/Marko Kokic

Información desde la frontera entre Ucrania y Eslovaquia de Kathy Mueller, coordinadora de comunicaciones de la IFRC en la región.

Llegan a la frontera entre Ucrania y Eslovaquia agotados tras dos o tres días de viaje. Algunos llegan en coche. Muchos otros van a pie, cargando bolsas, arrastrando maletas.

Desde finales de febrero, casi 6 millones de personas han huido de Ucrania para buscar seguridad en otros países.

Hay mujeres y hay niños. Muchos, muchos niños. Los pocos hombres de la fila suelen ser mayores. Los más jóvenes se han quedado en gran parte para apoyar a su país en el conflicto.

Los jóvenes ayudan a los adultos, cansados y preocupados, a llevar sus pocas y preciadas pertenencias. Llevan mochilas con osos de peluche. Una niña lleva su propia bolsa de pañales. Mientras algunos pequeños se aferran a sus madres con toda la fuerza que pueden reunir sus pequeñas manos, los mayores corren de un lado a otro, entusiasmados con la aventura que les han contado. Sus madres se apresuran a protegerlos y agruparlos.

La gente llega a esta frontera en el cruce de Úzhgorod a todas horas del día y de la noche. Los voluntarios y voluntarias de la Cruz Roja Ucraniana los reciben. Les proporcionan información, alimentos, bebidas calientes, ropa y mantas. Ataviados con sus uniformes rojos de emergencia, ayudan a llevar las pertenencias de la gente hasta el paso fronterizo. Algunos necesitan sillas de ruedas y los voluntarios se lanzan a ayudar. Una vez que cruzan la frontera, son recibidos por el voluntariado de la Cruz Roja Eslovaca.

Olexander Bodnar es el hombre de 23 años que dirige el equipo de voluntarios de la Cruz Roja Ucraniana en Úzhgorod, en la frontera occidental del país. Veinticuatro horas al día, siete días a la semana, el equipo hace turnos en este cruce.

“Mi equipo es la gente más maravillosa del mundo", dice. "Tenemos muchas personas amables que se han unido a nosotros. Tenemos 130 voluntarios que se han apuntado desde que empezó el conflicto. Muchos son enfermeros y médicos".

Olexander y su compañera Diana son una joven pareja que comparte su amor por el voluntariado en la Cruz Roja Ucraniana. Ambos han estado ayudando a las personas afectadas por el conflicto a huir a Eslovaquia a través del paso fronterizo de Ozhhorod, donde Olexander dirige un equipo de voluntarios.

Olexander y su compañera Diana son una joven pareja que comparte su amor por el voluntariado en la Cruz Roja Ucraniana. Ambos han estado ayudando a las personas afectadas por el conflicto a huir a Eslovaquia a través del paso fronterizo de Ozhhorod, donde Olexander dirige un equipo de voluntarios.

Foto: IFRC/Kathy Mueller

Los conocimientos médicos son muy valorados. En un edificio recién construido, la Cruz Roja ha instalado una pequeña clínica, abastecida con cosas como comida para bebés y pañales. Los catres se alinean en un lado de la clínica como un lugar para que los viajeros cansados descansen, aunque sea por un rato. Es aquí donde los voluntarios realizan los primeros auxilios básicos. Muchos de los ancianos se quejan de que les sube la tensión. Los voluntarios formados la comprueban y me dicen que la mayoría de las veces está bien. Están sometidos a un estrés extremo, y algunos experimentan ataques de pánico, una reacción normal durante un acontecimiento anormal.

Vira, de Irpin, y Tatiana, de Zaporizhzhia, huyeron de sus casas con sólo una mochila a la espalda. Todavía les cuesta creer lo que está ocurriendo en Ucrania. Hablan de la crisis mientras rebuscan entre los artículos de higiene proporcionados por la Cruz Roja Ucraniana para ayudarles a seguir adelante.

Vira, de Irpin, y Tatiana, de Zaporizhzhia, huyeron de sus casas con sólo una mochila a la espalda. Todavía les cuesta creer lo que está ocurriendo en Ucrania. Hablan de la crisis mientras rebuscan entre los artículos de higiene proporcionados por la Cruz Roja Ucraniana para ayudarles a seguir adelante.

Foto: IFRC/Marko Kokic

Olexander cuenta la historia de una mujer mayor que abandonaba su querido país con su marido, que acababa de ser operado:

"Cayó de rodillas y pidió a Dios que protegiera a su país. Dijo: 'Mi querida Ucrania, por favor, perdóname. No quiero dejarte, pero debo hacerlo'".

Las lágrimas llenaron los ojos de Olexander mientras ayudaba a la pareja a acercarse al paso fronterizo.

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La IFRC está apoyando a la Cruz Roja Ucraniana, y a otras muchas Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja  de la región, para ayudar a las personas afectadas por el conflicto en Ucrania. Conozca más sobre nuestro trabajo aquí.

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