Cada año, millones de personas en todo el mundo se ven afectadas por sequías, inundaciones, ciclones, terremotos, incendios y otras catástrofes. La mayor variabilidad del clima y los cambios a largo plazo a causa del calentamiento de la tierra conllevan el aumento de la frecuencia y gravedad de los fenómenos hidrometeorológicos peligrosos, mientras que la degradación del medio ambiente exacerba las vulnerabilidades existentes y limita la capacidad de reacción y recuperación de las poblaciones frente a los desastres.
Al mismo tiempo, la expansión de las zonas urbanas induce una lenta transformación de la naturaleza de los riesgos y hace imprescindible la revisión de las estrategias y herramientas existentes en materia de reducción del riesgo.
En las intervenciones contra esos desafíos, la Federación Internacional desempeña una función vital que exige preparación para una movilización rápida y sistemática y la coordinación de recursos humanos competentes y con experiencia.
Antes de postular en la Federación Internacional para un puesto sobre el terreno, es importante conocer la realidad cotidiana de quienes colaboran en este tipo de misiones, en lo referente a los ámbitos que constan a continuación.