Cruz Roja Ecuatoriana: una respuesta rápida frente a la caída de ceniza

22 de setiembre de 2020.- Ante el incremento de actividad que ha presentado el volcán Sangay desde la madrugada del 20 de setiembre, la Cruz Roja Ecuatoriana ha activado el Protocolo de Acción Temprana (PAT) con fondos de emergencia de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC), que le permitirá asistir de manera inmediata a 1,000 familias en las comunidades rurales que están siendo más afectadas.

“Las primeras acciones han sido que nuestros voluntarios en Chimborazo, Bolívar y Guayas participen en los Comités de Operaciones de Emergencia locales. Desde las Juntas Provinciales se activaron equipos de voluntarios para la evaluación de daños y análisis de necesidades. En Bolívar, una de las provincias más afectadas, se procedió a la entrega de insumos como mascarillas”, comenta Roger Zambrano, Coordinador Nacional de Gestión de Riesgos y Atención en Emergencia y Desastres de la Cruz Roja Ecuatoriana.

Debido al umbral de depósito de ceniza, la Cruz Roja Ecuatoriana entregará mil kits de salud familiares, que consisten en mascarillas N95 y gafas de protección ocular para adultos y niños; mil kits de protección animal , que consisten en lonas de plástico y herramientas para que las comunidades puedan proteger a sus animales y/o sus cultivos. Asimismo, se activará el Programa de Transferencia en Efectivo mediante la entrega de tarjetas de débito de IFRC.

Desde el 2019 el PAT permite que la Cruz Roja Ecuatoriana pueda acceder a fondos para estar preparada y pre-posicionada frente a un evento de esta naturaleza y poder realizar acciones tempranas de manera inmediata. El objetivo es establecer acciones tempranas adecuadas, utilizando pronósticos de dispersión y deposición de cenizas volcánicas, que permita realizar acciones para proteger a las familias más vulnerables y sus medios de vida en las áreas más potencialmente afectadas por las cenizas volcánicas.

Con este tipo de intervenciones, se busca comprender mejor el comportamiento de los riesgos a desastres, prevenir sus impactos de ser posible, y reducir el sufrimiento y pérdidas humanas. “No podemos prevenir la ocurrencia de los peligros naturales, pero sí utilizar la información disponible para anticiparnos a sus consecuencias siempre que sea posible”, añade Inés Brill, jefa de la Delegación para los Países Andinos de IFRC. “La acción temprana y la preparación efectiva pueden salvar a la población y a sus medios de vida”.

Comunicados de prensa relacionados