Inundación

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Libia: Tormenta Daniel

La tormenta Daniel azotó el noreste de Libia el domingo 10 de septiembre, trayendo fuertes vientos y lluvias torrenciales repentinas que provocaron inundaciones masivas, devastación y muertes. Las infraestructuras han sufrido graves daños, como la ruptura de presas cerca de Derna, que ha provocado inundaciones que han arrasado barrios enteros. Los equipos y voluntariado de la Media Luna Roja Libia fueron los primeros en llegar al terreno, evacuando a la gente y prestando primeros auxilios y labores de búsqueda y rescate. A través de este llamamiento de emergencia, la IFRC presta apoyo a la Media Luna Roja Libia para proporcionar refugio de emergencia, apoyo psicosocial, asistencia sanitaria, agua potable y alimentos a las comunidades afectadas y restablecer el contacto entre familiares y personas queridas desaparecidas.

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Malaui: Inundaciones por la tormenta tropical Freddy

La tormenta tropical Freddy arrasó el sur de Malaui el 12 de marzo, dejando entre 300 y 400 mm de precipitaciones sólo en las primeras 48 horas. Las lluvias provocaron repentinas, violentas y destructivas inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra que causaron grandes daños y, en algunos casos, arrasaron viviendas, escuelas, centros de salud, tierras agrícolas e infraestructuras. A través de este llamamiento de emergencia, la IFRC apoya a la Cruz Roja de Malaui para atender necesidades urgentes de refugio, salud, agua, saneamiento e higiene. Juntos, nuestro objetivo es ayudar a 160.000 personas afectadas a recuperarse de manera segura y digna, y ayudarles a mejorar su resiliencia ante futuras crisis.

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Sean inundaciones, terremotos u otras crisis, el impacto en el acceso al agua potable es inmediato y duradero.

Los desastres se presentan en muchas formas, desde la fuerza estremecedora de los terremotos hasta las incesantes inundaciones.En medio del caos y la destrucción, hay una necesidad crítica que trasciende las características específicas de la catástrofe: el acceso a agua limpia. La población de Marruecos y Libia se enfrentó cara a cara con esta realidad tras el terremoto de magnitud 6,8 que sacudió Marruecos el 8 de septiembre de 2023, y las devastadoras inundaciones que asolaron partes del este de Libia un par de días después, tras una tormenta masiva.Inmediatamente después de estos dos desastres, la deshidratación se convirtió en una amenaza, especialmente grave para poblaciones vulnerables como la niñez y las personas adultas mayores. Sin embargo, los peligros iban mucho más allá de la sed."El agua contaminada, consecuencia de la interrupción de las infraestructuras o de la propagación de aguas residuales por las inundaciones, se convierte en un caldo de cultivo para enfermedades transmitidas por el agua, como el cólera y la disentería", explica Jamilee Doueihy, oficial senior de agua, saneamiento e higiene (WASH) de la IFRC en la región de Oriente Medio y Norte de África."Estas enfermedades pueden desbordar rápidamente unos recursos médicos ya de por sí sobrecargados, añadiendo otra capa de sufrimiento a una comunidad ya devastada".Un delicado equilibrio rotoLos desastres alteran el delicado equilibrio de las infraestructuras hídricas. Los terremotos pueden romper las tuberías y dañar las plantas de tratamiento, mientras que las inundaciones pueden dejarlas sumergidas e inoperativas. Esta pérdida de acceso a un suministro de agua limpia y fiable, crea un efecto dominó que afecta al saneamiento, la higiene y la capacidad de preparar alimentos de forma segura.Inmediatamente después de una catástrofe de grandes proporciones, como la inundación masiva y repentina de Libia, los cadáveres que se encuentran cerca o dentro de las reservas de agua, también pueden provocar graves problemas de salud.Sin embargo, el impacto va más allá de los problemas sanitarios inmediatos. Sin agua para las necesidades básicas, la gente tiene dificultades para mantener la higiene, lo que aumenta el riesgo de infección. Las comunidades desplazadas que se enfrentan a la escasez de agua a menudo recurren a alternativas poco seguras, lo que pone aún más en peligro su salud. La escasez de agua también puede paralizar los esfuerzos de recuperación, ya que las personas se ven obligadas a dedicar tiempo a buscar agua en lugar de reconstruir sus vidas.La buena noticia es que el suministro de agua potable es una intervención poderosa en tiempos de desastre. "Tanto en Marruecos como en Libia, el agua fue una parte esencial de los esfuerzos de socorro durante la fase inicial de las dos emergencias", afirma Doueihy.En muchos asentamientos provisionales, que surgieron cuando la gente abandonó sus hogares inseguros, simplemente no había agua corriendo, ni agua potable. La gente también carecía de acceso a inodoros e instalaciones sanitarias.Por lo tanto, además de primeros auxilios, tiendas de campaña de emergencia y otros suministros esenciales, la Media Luna Roja Marroquí, la IFRC y otras Sociedades Nacionales asociadas entregaron botiquines de higiene e instalaron instalaciones provisionales de agua, saneamiento e higiene (retretes, duchas, puntos de agua e incineradores) para las personas que vivían en asentamientos provisionales.En Libia, mientras tanto, la Media Luna Roja Libia -junto con asociados del Movimiento de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja- atendió las necesidades inmediatas de agua, saneamiento e higiene distribuyendo más de 240.000 botellas de agua y unos 6.000 kits de higiene, entre otras cosas.Otras Sociedades Nacionales apoyaron los esfuerzos. La Cruz Roja Alemana, por ejemplo, apoyó la instalación de dos plantas de tratamiento de agua, que posteriormente fueron sustituidas por sistemas de filtración que responden mejor a la evolución de las necesidades. Hasta la fecha, se han instalado cinco plantas desalinizadoras sencillas, además del mantenimiento de pozos de agua subterránea, entre otros esfuerzos.El próximo gran reto, afirma Doueihy, es ayudar a las comunidades a desarrollar soluciones a más largo plazo."Proporcionamos agua potable limpia a la población afectada, pero el paso gradual de la fase de emergencia a una fase de recuperación a largo plazo, significa que se necesitan soluciones sostenibles -como la reparación de las infraestructuras dañadas- para restablecer la seguridad hídrica y la capacidad de las comunidades de acceder a agua limpia."La seguridad del agua no es un lujo ante el desastre, es un salvavidas. Si damos prioridad al acceso al agua potable en la respuesta a los desastres a corto y largo plazo, podemos salvar vidas, prevenir brotes de enfermedades y capacitar a las comunidades para la reconstrucción. -Apoye a la población de Marruecos y Libia en su camino hacia la recuperación donando a los dos llamamientos de emergencia: Marruecos: Terremoto y Libia: Tormenta Daniel.

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Bolivia: El reto de acceder a agua potable entre sequías e inundaciones

En el último año, la población boliviana ha tenido que hacer frente a inundaciones devastadoras, al año más caluroso y la mayor sequía de toda su historia. Más de dos millones de personas sufrieron los efectos de la falta de lluvia, mientras que las tormentas dejaron más de 50 muertes y 430 mil personas afectadas. Estos datos parecen confirmar lo que hace tiempo anunciaba la ciencia: Bolivia es el país más vulnerable a la crisis climática en América del Sur.Sequías prolongadasLa frecuencia e intensidad de los episodios de sequía es cada vez mayor tanto en el altiplano como en las llanuras del país. En 2023, llegó el período seco más prolongado de su historia, consecuencia de las altas temperaturas y la crisis climática, intensificada por el fenómeno de El Niño.En siete de los nueve departamentos de Bolivia (La Paz, Potosí, Cochabamba, Oruro, Chuquisaca, Tarija y Santa Cruz), cerca de dos millones de personas vieron como la falta de lluvia secaba sus campos, agotaba sus ahorros y lastimaba su salud física y mental.Los efectos fueron particularmente graves en las zonas rurales, donde los ingresos y los empleos dependen de la agricultura y la ganadería de camélidos, ovejas y vacas. Los reservorios de agua se secaron por completo, las cosechas de papa y otros alimentos básicos se perdieron; y las llamas y las alpacas empezaron a enfermar e incluso a morir de sed.“Cada vez que muere una llama, aparte de la pérdida emocional, estamos perdiendo como $100 USD, el equivalente a lo que necesitamos para vivir un mes en nuestro sector”, narra Evaristo Mamani Torrencio, vecino de Turco, en el departamento de Oruro.“Por familia más o menos perdemos entre 15-20 llamas. Es bastante dinero y eso es una pérdida no solamente para la comunidad, es una pérdida para el pueblo, porque de ahí viene el dinero para comprar nuestras cosas en Oruro. Si no hacemos ese movimiento económico y si no tenemos recursos, entonces simplemente no vamos a mover el mercado.”La escasez de agua puede provocar restricciones de uso, aumento en su precio y disminución en la calidad. Esto reduce la frecuencia de hidratación, debilita las medidas de higiene y aumenta la propagación de enfermedades estomacales e infecciosas.En casos como el de Evaristo y otras comunidades apoyadas por la Cruz Roja Boliviana, el largo tiempo que toma la recuperación tras la sequía, también puede llevar a las familias a tomar decisiones con efectos irreversibles sobre su vida, como vender su tierra, endeudarse o migrar.Inundaciones devastadorasMientras tanto, en otras partes de Bolivia, las repentinas inundaciones también están afectando gravemente al acceso de la población al suministro de agua potable. Elpasado 27 de febrero el nivel del río Acre en la ciudad de Cobija, frontera con Brasil, superó su máximo histórico y provocó la inundación de 16 sectores urbanos y 3 comunidades rurales. “Los deslizamientos asociados a las precipitaciones en el 90% del país, contrastan con una progresiva disminución anual de las lluvias registrada porServicio Nacional de Meteorología e Hidrologíaen los últimos años”, comenta Julian Pérez, Coordinador de Programas y Operaciones de la IFRC en los países andinos.“Algo que preocupa a la IFRC es que ambos eventos, sequías e inundaciones, tienen severosimpactos a largo plazo en la comunidad, afectando la producción de alimentos, la seguridad alimentaria y generando déficit hídrico y desnutrición”.Además de los daños en los campos e infraestructura, la población enfrenta ya casos de dermatitis, infecciones respiratorias y diarreas, mientras se prepara para evitar enfermedades transmitidas por mosquitos.“Sólo en el primer trimestre del 2024, Bolivia ha registrado un total de 11.000 casos de dengue”.Cruz Roja Boliviana en acciónEn ambos casos extremos, el acceso a agua potable y a servicios esenciales es vital para mantener la salud y evitar la propagación de enfermedades.Con apoyo de la Cruz Roja Boliviana y del Fondo de Emergencia para la Respuesta a Desastres (IFRC-DREF), 6.500 personas afectadas por las sequías e inundaciones podrán protegerse de enfermedades, hacer un uso seguro del aguay decidir cómo recuperarse,al recibir dinero en efectivo para atender sus necesidades más urgentes.“Bolivia necesita urgentemente implementar medidas de adaptación al cambio climático, como la reforestación y la construcción de infraestructuras adecuadas,así como mejorar el sistema de alerta temprana y apoyar los esfuerzos del Estado para fortalecer la gestión de desastres”, concluye Pérez.

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El poder de la juventud: En Vanuatu, personas jóvenes voluntarias mantienen el agua fluyendo

Jean Philipe Clement, de 58 años, se sumerge hasta los tobillos en el río que tantas noches le quita el sueño a él y a su comunidad.Mientras rebusca lentamente entre los escombros dejados por las recientes inundaciones, siente amargura al pensar en las próximas lluvias, sabiendo que llegarán tarde o temprano, y que probablemente traerán nuevas inundaciones a su comunidad.Agarra con una mano el mango de su fiel cuchillo de caña y con la otra sujeta el tallo de la rama de un árbol. Cuando balancea la afilada hoja metálica en la base de la rama, se oye un crujido al desprenderse la rama del árbol. Es el único momento en que se ahogan los sonidos de los mosquitos."Estamos podando algunas copas de los árboles para que la luz del sol pueda pasar y secar el agua que quede después de las inundaciones", explica."La principal causa de las inundaciones es la eliminación incorrecta de la basura. La gente no tira la basura en el lugar adecuado y es su descuido lo que está bloqueando el drenaje y provocando las inundaciones.""El agua estancada también ha provocado la cría de mosquitos".‘No hay otra opción’Aunque el agua ha retrocedido con el tiempo, no es nada comparado con la aterradora experiencia que supone el agua vertida en los portales de la cercana Solwe, una comunidad de 900 personas situada en Luganville, en la isla de Santo, a 45 minutos de vuelo de la capital de Vanuatu, Port Vila."Cuando llueve, el agua viene de las colinas y las plantaciones. Luego se junta en el centro, donde se encuentra Solwe. Debido a los escombros que obstruyen el río, se ha interrumpido el flujo del agua"."No hay salida para el agua y, como resultado, el agua no tiene adónde ir y los niveles empiezan a subir y a abrirse camino tierra adentro, hasta las casas".Una vez que la inundación ha llegado a las casas, la niñez no puede desplazarse a la escuela porque las carreteras están bajo el agua."La mayoría de las veces el nivel del agua llega hasta las ventanas de las casas. La gente tiene que entrar y salir de sus casas usando tablones de madera", dice Philipe."No tienen otra opción".Jóvenes toman acciónJusto cuando menguaban sus esperanzas de encontrar una solución para las frecuentes inundaciones, personas jóvenes voluntarias de la Cruz Roja de Vanuatu decidieron pasar a la acción.La juventud voluntaria de la Cruz Roja de Vanuatu en Solwe completó la formación en "Y-Adapt", un plan de estudios para jóvenes que consiste en juegos y actividades diseñadas para ayudarles a entender el cambio climático y a tomar medidas prácticas para adaptarse al cambio climático en su comunidad.A partir de ahí, tomaron la iniciativa de ayudar a personas como Philipe a prepararse para las próximas lluvias, limpiando los escombros del río y podando las copas de los árboles para que la luz del sol seque el agua estancada.Con el apoyo de la IFRC y la Cruz Roja Japonesa, el grupo de voluntariado completó el programa Y-Adapt y pudo adquirir una desbrozadora, una motosierra, rastrillos, una carretilla y guantes para ayudar en su campaña de limpieza."Si seguimos limpiando los escombros que interrumpen el flujo del agua y hacemos nuevos desagües, el agua fluirá hacia el río y no directamente a las casas de la gente", dice Tiffanie Boihilan, de 27 años, una de las voluntarias de la Cruz Roja que vive en Solwe.Y-Adapt anima a las personas jóvenes a centrarse en intervenciones de bajo costo que no requieran inversiones o tecnología a gran escala, pero que puedan reducir los efectos de los fenómenos meteorológicos extremos.‘Si tenemos suerte’En la cercana estación de Mango se desarrolla una historia similar, aunque en condiciones muy diferentes. Aquí, el cielo es azul y el suelo está seco. Las cabezas se vuelven hacia el cielo para ver el menor atisbo de una nube oscura que podría traer la lluvia.En días así, los huertos se ven azotados por el calor del sol de mediodía.Los animales buscan la sombra donde pueden. Cubos vacíos en cada mano mientras los miembros de la comunidad pisan el terreno seco y polvoriento rumbo al arroyo más cercano, a una hora de distancia.Eric Tangarasi, de 51 años, es el jefe de la estación de Mango. Casado y con seis hijos, dice que espera que llueva pronto. La lluvia rellenará el único depósito de agua que abastece a más de 900 personas.La estación de Mango depende del suministro público de agua, pero éste ha sido irregular. Algunos días no hay agua. El río más cercano se encuentra a una hora de camino por terreno accidentado, por lo que la mejor y más segura opción para esta comunidad es el agua de lluvia."En la comunidad hay un gran problema con el agua", dice Eric. "A veces no hay agua durante dos o tres días. A veces puede durar hasta un mes"."Si tenemos suerte, el suministro de agua llega hacia medianoche hasta las 2 de la madrugada, que es cuando cada hogar almacena agua suficiente para cocinar y beber"."Actualmente sólo tenemos un tanque de agua para la comunidad, y con más de 900 personas viviendo aquí, debemos usar el tanque con moderación asegurándonos de dejar suficiente para que las demás personas lo usen".Una vez más, las personas jóvenes voluntarias de la Cruz Roja de Vanuatu entraron en acción.Como parte de sus actividades Y-Adapt (y de nuevo con el apoyo de la IFRC y la Cruz Roja Japonesa), el equipo de voluntariado de la Cruz Roja en Mango empezó a abordar los problemas de escasez de agua a nivel comunitario."Hay 17 personas que viven con discapacidades y es difícil para ellas cuando se acaba el agua", dice Pascalina Moltau, de 26 años, ella es una voluntaria de la Cruz Roja de Vanuatu que vive en la comunidad de Mango y ha formado parte de este proyecto desde el principio. "No pueden desplazarse hasta el arroyo cercano porque la accesibilidad es un gran problema, no es seguro para estas personas"."También debemos pensar en las personas mayores. No son lo bastante fuertes para soportar las dificultades del terreno para llegar al arroyo cercano y luego acarrear agua todo el camino de vuelta".Tras debatir con la comunidad la mejor forma de actuar, compraron un depósito de agua adicional de 10.000 litros para complementar el existente, de 6.000 litros. Las personas voluntarias, junto con la comunidad, comenzaron su plan de implementación de Y-Adapt construyendo los cimientos del depósito de agua."Este depósito de 10.000 litros ayudará a la comunidad a hacer frente a la creciente demanda de agua", afirma Eric. "Ahora no tenemos que esperar hasta medianoche para almacenar agua y podemos ser más capaces de gestionarla".

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Libia: Una repentina inundación les costó la vida, pero su espíritu de voluntariado sigue vivo

Escrito por Mey Al Sayegh Lo que hace que el voluntariado de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja sea tan esencial durante las emergencias, es que viven en las comunidades a las que sirven. Eso también significa que son tan vulnerables a las dificultades, las pérdidas y el dolor como sus vecinos y seres queridos. Las inundaciones que asolaron Derna, en el este de Libia, la noche del domingo 10 de septiembre no fueron una excepción. Ayudando desinteresadamente a quienes lo necesitaban, las personas voluntarias de la Media Luna Roja Libia (MLRL) acudieron a la llamada y prestaronapoyo, después de que la región nororiental de Libia se viera afectada por las intensas lluvias, provocadas por la tormenta Daniel. Las fuertes precipitaciones provocaron el desmoronamiento de dos presas en la madrugada del 11 de septiembre. Trágicamente, cuatro voluntarios de la Media Luna Roja Libia perdieron la vida en el diluvio posterior, tres de ellos mientras ayudaban a salvar la vida de otras personas. Esta es su historia. Pero también es un testimonio de todas las personas voluntarias de todo el mundo que han sufrido pérdidas este año, o que han hecho el último sacrificio mientras daban a otras personas una segunda oportunidad. En el acto de apoyar a otras personas Abed Alqader Atiya Alkherm había trabajado anteriormente como jefe del departamento de medios de comunicación de la filial de la Media Luna Roja Libia en Derna, donde utilizaba sus conocimientos de fotografía y comunicación para transmitir la voz de la gente y sus historias. Pero había decidido que también quería ayudar a la gente de forma más directa, así que se unió a los equipos de respuesta a emergencias de la Media Luna Roja Libia en Derna. Cuando se produjo el desastre, el 10 de septiembre, este voluntario de 31 años no lo dudó. "Abed dejó la cámara y arriesgó su vida para salvar a otras personas", dice Bahaa Kawash, director de medios y Comunicaciones de la MLRL. "Él y todos los héroes de la Media Luna Roja Libia estarán en nuestros corazones y en nuestra memoria". En los días que siguieron a esa trágica noche, sus afligidos colegas compartieron recuerdos e historias de la valentía, competencia y compasión de estos voluntarios. Khaled Abed Alkareem Aldwal, de 29 años, había desarrollado una sólida reputación por sus habilidades en primeros auxilios y su disposición por apoyar a la gente, recuerda el antiguo director de medios de comunicación y comunicaciones de la MLRL, Tawfeq Al Shokry. Khaled era recordado por haber salvado una vez la vida de un hombre en un restaurante donde solía trabajar, prestándole primeros auxilios. Tras las inundaciones de septiembre, uno de los sobrevivientes escribió en su páginade Facebook que Khaled arriesgó su vida para salvar a sus dos hijas antes de que las inundaciones se lo llevaran. Hussein Bou Zanouba llegó a la sucursal de Derna como de costumbre a las 6 de la tarde de ese día, muchas horas antes de la inundación. Cuando las aguas empezaron a arrasar la ciudad, no dudó en unirse a los equipos de rescate. Durante su misión de rescate, la ambulancia chocó contra un poste de energía eléctrica, lo que provocó su trágico ahogamiento. Durante aquella madrugada, su madre intentó llamarle 23 veces. Pero sus llamadas fueron en vano, ya que se había dejado el teléfono en su casa de Al Bayda, otra ciudad del este de Libia muy afectada por las inundaciones. Fue un momento angustiante para sus colegas que buscaban a Hussein entre los cadáveres y las morgues refrigeradas de Derna, recuerda Ali Hweidi, ex director de Jóvenes y Voluntarios de la MLRL en Bengasi. Pérdidas trágicas que perduran La pérdida de estos voluntarios golpeó duramente a sus compañeros. Sin embargo, mantuvieron su valor, su resistencia y su inquebrantable dedicación a asistir a quien lo necesitaba, y continuaron con su crucial labor durante los días y meses posteriores. Además de quienes perdieron la vida, muchas personas voluntarias en Derna sufrieron otros tipos de pérdidas terribles esa noche. Un colega de la Media Luna Roja Libia, Abdallah Abou Shayana, pereció tristemente junto con toda su familia cuando su casa quedó inundada por el diluvio de agua que arrasó el centro de Derna. Muchas otras personas voluntarias dedicadas, que ayudaron activamente a salvar a quienes se veían amenazados por las devastadoras inundaciones, tuvieron que soportar otro tipo de trágicas pérdidas, ya que algunos perdieron a familiares, vecinos y amistades. Hamdi Ahmed Baleidhabló por última vez con su madre a las 2 de la madrugada del 11 de septiembre. Junto con sus compañeros, estuvo ayudando a otras personas durante toda la noche. En la que iba a ser su última llamada, su madre le insistió en que se mantuviera seco para no caer enfermo. Al volver a casa, se encontró con que la casa de su familia había sido completamente arrasada. Toda su familia había desaparecido. Por una especie de milagro, el voluntario Ayman Abed Arzaak Agribyal sobrevivió a las inundaciones repentinas que amenazaban con arrastrarlo. Por desgracia, perdió a su madre. A pesar de sus pérdidas, tanto Hamdi como Ayman siguen trabajando a diario con la Media Luna Roja Libia para ayudar a la gente a reconstruir sus vidas tras la catástrofe. Hamdi encuentra consuelo en la convicción de que el mejor modo de superar su profundo dolor es apoyando a otras personas. En estos momentos difíciles, la Unidad de Respuesta a Emergencias de la IFRC desplegada tras la inundación ofrece apoyo psicosocial a todas las personas sobrevivientes, incluyendo el voluntariado. Sin embargo, aún queda mucho por hacer, dice Mamdouh Al Hadid, Jefe de Operaciones de la IFRC para la tormenta Daniel, y añade que se está elaborando un programa a más largo plazo de " Cuidado del Voluntariado". Mientras tanto, la IFRC rinde homenaje a la valentía y el desinterés de los equipos de la Media Luna Roja Libia, así como a las personas voluntarias de todo el mundo, por sus incansables esfuerzos y sacrificios frente a grandes peligros en 2023. Puede que las inundaciones de hace tres meses se llevaran físicamente a estos voluntarios, pero su espíritu humanitario sigue inspirando a sus amigos y compañeros de equipo de la Media Luna Roja Libia, así como a innumerables personas de todo el mundo.

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Fuera del radar: Diez catástrofes del 2023 de las que probablemente no hayas oído hablar

Tal vez se deba a que la catástrofe ocurrió en una zona rural remota, lejos de los centros mediáticos. Tal vez sea "demasiado pequeña" para justificar una reacción mundial. Sea cual sea la razón, algunas emergencias no reciben tanta atención como otras. Sin embargo, para la gente que vive estas crisis son tan reales, desgarradoras y cambian la vida como las grandes catástrofes que se hacen virales o que se benefician del "efecto CNN".Y cuando has perdido tu casa a causa de una inundación, un incendio o un deslizamiento de tierras -o has tenido que abandonar la ciudad con lo puesto- no tienes tiempo para que el mundo se entere.Por eso, la IFRC cuenta con un mecanismo de financiación de respuesta rápida denominado Fondo de Emergencia para la Respuesta a Desastres (IFRC-DREF) que hace llegar fondos rápidamente a todas las crisis, ya sean grandes o pequeñas. He aquí diez de los desastres menos conocidos a los que el IFRC-DREF respondió en 2023.1. El Niño en EcuadorEn el último semestre de 2023, las lluvias extremas generadas por el fenómeno de El Niño en la costa ecuatoriana provocaron rápidas inundaciones. Afortunadamente, las comunidades afectadas estaban más preparadas que en el pasado gracias a las medidas que tomaron antes de las lluvias. Cuando se pronosticaron por primera vez los impactos de El Niño, las agencias gubernamentales declararon que prepararse y prevenir los daños de las fuertes lluvias esperadas era una prioridad nacional. Por su parte, desde el IFRC-DREF se asignaron fondos para garantizar que 1.000 familias en situación de riesgo dispusieran de agua potable, una gestión adecuada de los residuos, alimentos reservados y muchas otras medidas de precaución.2. Brote de cólera en ZimbabueComo muchas otras epidemias relativamente localizadas o regionales, el brote de cólera en Zimbabue en 2023 ha recibido poca atención internacional. Comenzó en febrero de 2023 y, hasta la fecha, se han notificado casos sospechosos y confirmados en 41 distritos de las 10 provincias del país. La IFRC ha lanzado un llamamiento de emergencia para apoyar la labor de la Cruz Roja de Zimbabue, pero incluso antes de eso, el IFRC-DREF desembolsó 500.000 francos suizos para apoyar a 141.257 personas con asistencia sanitaria y apoyo en materia de agua, saneamiento e higiene en zonas clave afectadas. El objetivo es prevenir y controlar la propagación del cólera, interrumpir la cadena de transmisión, facilitar la mejora de la gestión de los casos y mejorar el saneamiento básico, las prácticas de higiene y el acceso al agua potable.3. Inundaciones en Bosnia-HerzegovinaLa zona noroeste de Bosnia y Herzegovina sufrió intensas lluvias a mediados de mayo de 2023, que causaron inundaciones generalizadas y cuantiosos daños en las viviendas y las infraestructuras locales. Las inundaciones también destruyeron cultivos e inutilizaron gran parte de las tierras de cultivo y la producción lechera. Fue un duro golpe para una de las zonas de ingresos más bajos de Europa, una región que depende de la agricultura local para su sustento e ingresos. A través del IFRC-DREF, se asignaron 126.504 francos suizos a la Cruz Roja Bosnia para ayudar a 1.500 personas mediante diversas medidas de asistencia, como transferencias de efectivo, distribución de equipos esenciales y suministros de higiene, y difusión de información sanitaria, entre otras cosas.4. Tormentas e inundaciones se suman a la sequía y los conflictosA veces las catástrofes quedan ocultas por la crisis de mayor envergadura que envuelven a una región concreta. La escala del sufrimiento humanitario en Yemen es tan masiva y generalizada que apenas se tuvo noticia del ciclón tropical que azotó el país en octubre de 2023. El ciclón tropical Tej tocó tierra sobre la costa meridional de la gobernación de Al Mahrah la noche del 23 de octubre y siguió avanzando hacia el noroeste. El ciclón causó inundaciones generalizadas, destrucción de infraestructuras, desplazamiento de comunidades y la pérdida de muchas vidas. El IFRC-DREF apoyó rápidamente la respuesta de la Media Luna Roja de Yemen con 281.000 francos suizos para ayudar a los desplazados internos, las comunidades de acogida, los repatriados, los grupos marginados y los migrantes/refugiados.5. Incendios en ChileEn febrero de 2023, los fuertes vientos y las altas temperaturas provocaron decenas de incendios forestales en el centro y el sur de Chile, causando víctimas y daños generalizados. Estos incendios se produjeron después de los destructivos incendios forestales de diciembre de 2022, que se propagaron rápidamente alrededor de la ciudad de Viña del Mar. Con financiación de la IFRC-DREF, la Cruz Roja Chilena prestó apoyo a más de 5.000 personas. El personal y las personas voluntarias prestaron asistencia médica y distribuyeron dinero en efectivo para que las personas afectadas pudieran comprar lo que necesitaban para recuperarse. Más información.6. Brote mortal de Marburgo en GabónA principios de febrero de 2023, el Gobierno de Guinea Ecuatorial informó de la muerte de nueve personas que presentaban síntomas de fiebre hemorrágica y poco después la OMS confirmó que el país estaba sufriendo una epidemia de enfermedad de Marburgo. La Cruz Roja Gabonesa contribuyó a las medidas preventivas del gobierno y el 15 de mayo la epidemia había terminado. Ahora se están utilizando unos 140.000 CHF de los fondos de emergencia del DREF para aumentar la capacidad de la Cruz Roja Gabonesa de responder a la enfermedad de Marburgo y a otros brotes en el futuro, garantizando que los equipos movilizados puedan detectar rápidamente los casos sospechosos, anticiparse a la propagación y preparar una respuesta coordinada con las autoridades sanitarias.7. Fuertes tormentas de granizo en ArmeniaEn junio de 2023, fuertes tormentas de granizo azotaron varias regiones de Armenia, causando grandes daños y trastornos. En la región meridional, las comunidades rurales cercanas a la frontera sufrieron fuertes precipitaciones que saturaron los sistemas de alcantarillado, inundaron calles y casas y dejaron intransitables carreteras y puentes. El granizo y las consiguientes inundaciones causaron importantes daños en casas, ganado, huertos y reservas de alimentos. El IFRC-DREF asignó rápidamente 386.194 francos suizos para apoyar los esfuerzos de la Cruz Roja Armenia por ayudar a 2.390 personas que perdieron cosechas, medios de subsistencia o que sufrieron daños extremos en sus viviendas.8. Movimiento de población en BeninEn todo el mundo hay cientos de lugares donde la gente huye de la violencia de la que rara vez informan los medios de comunicación internacionales. He aquí un ejemplo: en los últimos tres años, los grupos armados no estatales de la región del Sahel han aumentado en la zona fronteriza de Burkina Faso con Benín y Togo, obligando a miles de personas a abandonar sus hogares. El IFRC-DREF asignó 259.928 francos suizos para apoyar a la Cruz Roja de Benín en la asistencia a los desplazados y a las comunidades de acogida en Benín. Los fondos se utilizaron para proporcionar ayuda alimentaria y material inmediata a los hogares más vulnerables, cubriendo las necesidades inmediatas (refugio, acceso a agua potable, suministros domésticos básicos) de al menos 3.000 personas.9. Olas de frío y tormentas de nieve en MongoliaA partir del 19 de mayo de 2023, una devastadora tormenta de nieve azotó el este de Mongolia y algunas provincias del Gobi. La tormenta trajo fuertes vientos y 124 personas (en su mayoría de la comunidad de pastores) fueron dadas por desaparecidas después de seguir a su ganado, que se alejó debido a la tormenta. Se encontraron a 122 personas, pero trágicamente murieron dos. También se produjeron graves daños en las infraestructuras, como el derrumbe de 22 subestaciones eléctricas, que causaron cortes de electricidad en varios condados. Cerca de 150 hogares perdieron sus "gers" o yurtas (estructuras tradicionales circulares con cúpula) o sufrieron graves daños, y el ganado murió de forma generalizada. El IFRC-DREF asignó 337.609 francos suizos para apoyar los esfuerzos de la Cruz Roja Mongola por proporcionar refugio, asistencia en efectivo y apoyo psicosocial a 3.400 personas.10. Sequías en UruguayUruguay sufre actualmente una sequía generalizada debido a la falta de precipitaciones desde septiembre de 2022 y a las temperaturas cada vez más altas en verano, lo que ha llevado al gobierno uruguayo a declarar el estado de emergencia. El gobierno solicitó oficialmente el apoyo de la Cruz Roja Uruguaya para llevar a cabo una evaluación de las necesidades de la sequía, para poder entender cómo estaba afectando a las personas y a las industrias agrícolas. Con financiación de la FICR-DREF, los equipos de la Cruz Roja Uruguaya se dirigieron a las zonas más afectadas para hablar con más de 1.300 familias sobre el impacto de la sequía en su salud, sus medios de subsistencia y el acceso al agua. Sus hallazgos están ayudando al gobierno a tomar decisiones más informadas sobre cómo abordar la sequía, teniendo en cuenta las necesidades reales de los afectados. Más información.

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Tres meses después de las catastróficas inundaciones, la Media Luna Roja Libia sigue trabajando para ayudar a quienes sobrevivieron

La tormenta Daniel azotó el noreste de Libia el domingo 10 de septiembre, trayendo fuertes vientos y lluvias torrenciales repentinas, que provocaron inundaciones masivas, devastación y muertes. Las infraestructuras sufrieron graves daños, como la ruptura de presas cerca de Derna, que provocó inundaciones que arrasaron barrios enteros. Los equipos y voluntariado de la Media Luna Roja Libia fueron las primeras personas en llegar al terreno, evacuando a la gente y prestando primeros auxilios y servicios de búsqueda y rescate. La IFRC asignó rápidamente recursos a través de su Fondo de Emergencia para la Respuesta a Desastres.Posteriormente, la IFRC hizo un llamamiento de emergencia para apoyar a la Media Luna Roja Libia en el suministro de refugio de emergencia, apoyo psicosocial, asistencia sanitaria, agua potable y alimentos a las comunidades afectadas. Los equipos también trabajaron incansablemente para ayudar a las personas a reencontrarse con sus familiares. Con el respaldo de la red de la IFRC, el personal de la Media Luna Roja Libia realizó una labor heroica. Pero queda más por hacer. Los llamamientos de emergencia de la IFRC buscaban recaudar 25 millones de francos suizos (20 millones de los cuales se espera que recaude la Secretaría de la IFRC) para apoyar a la Media Luna Roja Libia. Hasta ahora, se han recaudado poco más de 8,3 millones de francos suizos. Y las necesidades continúan, ya que muchas personas siguen desplazadas de sus hogares y persiste el choque psicológico y económico. El desastre también recibió apoyo de toda la red de la IFRC. Para apoyar la respuesta de la Media Luna Roja Libia tras las devastadoras inundaciones, la Media Luna Roja Turca envió aviones de carga desde Turquía con equipos de búsqueda y rescate, equipos médicos de emergencia y equipos de socorro, así como equipos y suministros humanitarios. Según la IFRC, lo ocurrido en Derna debería ser una "llamada de atención para el mundo" sobre el creciente riesgo de inundaciones catastróficas en un mundo cambiado por la crisis climática. En un rápido análisis realizado por el grupo World Weather Attribution -un grupo científico apoyado por la IFRC- se analizaron datos climáticos y simulaciones de modelos informáticos para comparar el clima actual, tras aproximadamente 1,2ºC de calentamiento global, con el clima del pasado. Los científicos descubrieron que el cambio climático provocado por la actividad humana ha incrementado hasta 50 veces la probabilidad de que se produzcan lluvias torrenciales en el noreste de Libia. También descubrieron que las lluvias eran hasta un 50% más intensas de lo que habrían sido en un temporal comparable en un mundo anterior a la crisis climática. Algo tan cotidiano como los días lluviosos y las playas cercanas se han convertido tristemente en una fuente de temor para quienes viven en el este de Libia, especialmente para quienes vivieron en primera persona las inundaciones masivas que arrasaron casas, coches y familiares en un abrir y cerrar de ojos. En Derna, e incluso en la cercana ciudad de Bengasi, adonde huyeron la mayoría de las familias tras la devastación, son habituales los gritos de niñas y niños mientras duermen, o el sonambulismo.   "La gente asocia la lluvia con la muerte", afirma Ali Gharor, responsable de salud mental y apoyo psicosocial de la Media Luna Roja Libia, que ha prestado una amplia gama de servicios de salud mental y apoyo psicosocial a las personas que han sobrevivido a la inundación. "Todos los grupos de personas de la ciudad necesitan apoyo psicológico, incluido el voluntariado".

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Tanzania: Inundaciones

Las lluvias torrenciales han provocado enormes deslizamientos de tierra cerca del monte Hanang, en el norte de Tanzania, arrasando casas, carreteras, puentes, escuelas y tierras de cultivo, además de cobrarse la vida de al menos 67 personas. Más de 100 personas han resultado heridas y miles de familias han perdido sus hogares y medios de subsistencia. Tanzania ya venía luchando contra las inundaciones desde mediados de noviembre, y se esperan más precipitaciones en los próximos meses como consecuencia del fenómeno de El Niño. La IFRC y sus miembros solicitan 4 millones de francos suizos ( de los cuales se espera que 3 millones sean recaudados por la Secretaría de la IFRC) para apoyar a la Cruz Roja de Tanzania, con el fin de que 75.000 personas reciban asistencia para salvar sus vidas.

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IFRC en la COP 28: Los impactos están aquí, el momento de actuar es ahora

Ya sea por la creciente fuerza de las tormentas, la proliferación de los incendios forestales, el empeoramiento de las olas de calor y las sequías -o el desplazamiento de comunidades enteras debido a todo lo anterior-, los impactos de la crisis climática nos acompañan desde hace tiempo. Por ello, la IFRC se dirige una vez más a la Cumbre Mundial sobre el Clima, COP28, en los Emiratos Árabes Unidos, con un mensaje urgente: no hay más tiempo que perder. El momento de actuar es ahora y la acción debe ser audaz. Así como los líderes mundiales deben acordar reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para prevenir impactos humanitarios aún peores, también debemos ampliar enormemente las acciones de adaptación a nivel local, para llegar a las personas más expuestas y afectadas, según la IFRC. Martha Makaniko, una agricultora de la aldea de Chiwalo, en la ciudad de Mulanje (Malawi); perdió su casa y todos sus cultivos a principios de año, debido a las inesperadas inundaciones provocadas por el ciclón Freddy. Después de eso, las lluvias normales no llegaron y ahora el fenómeno de El Niño amenaza con hacer que la próxima temporada de escasez sea aún más escasa. [Enlace al artículo en IFRC.org]. "Año tras año, cada vez es más difícil obtener buenos rendimientos agrícolas y buenos ingresos", afirma Makaniko. "Ya no confiamos en los patrones climáticos regulares. Antes obtenía ocho sacos de maíz de mi campo. Ahora tengo suerte si consigo dos". Este tipo de historias son cada vez más comunes en las comunidades donde está arraigada la red de la IFRC. También son la razón por la que la IFRC ha intensificado sus propios esfuerzos para trabajar con las comunidades locales y las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja a fin de aliviar el sufrimiento inmediato -proporcionando dinero en efectivo, alimentos, agua, higiene y apoyo sanitario- y, al mismo tiempo, prevenir y reducir los riesgos en el futuro. Por ello, la IFRC insta a los líderes mundiales reunidos en la Cumbre sobre el Clima COP 28 a que adopten las siguientes medidas urgentes: dar prioridad a la acción local aumentar la financiación para ayudar a las comunidades a adaptarse ampliar la acción temprana y las medidas que ayuden a las comunidades a anticiparse a los riesgos reforzar los sistemas sanitarios resilientes al clima y ayudar a las personas a evitar, minimizar y hacer frente a las pérdidas y daños provocados por fenómenos relacionados con el clima. Empeora antes de mejorar Es fundamental invertir mucho más en todos estos ámbitos para ayudar a las comunidades a hacer frente a la situación, que probablemente empeorará antes de mejorar. El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) confirma que el cambio climático ya está contribuyendo a aumentar el número de crisis humanitarias (con una temperatura media mundial de 1,15 °C por encima de la media de 1850-1900). Y ahora existe una amenaza muy real de que las temperaturas suban aún más. Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, con las políticas actuales, el mundo va camino de alcanzar un calentamiento global de 2,8 °C en 2050. A corto plazo, se espera que el fenómeno de El Niño de este año agrave el impacto del cambio climático inducido por la acción humana, empujando las temperaturas globales a un territorio desconocido, según la Organización Meteorológica Mundial. Razones para tener esperanza Sin embargo, hay motivos para la esperanza. Si se adoptan medidas urgentes, existe la posibilidad de ralentizar o detener el aumento de las temperaturas y, al mismo tiempo, hacer que las comunidades sean mucho menos susceptibles a las crisis relacionadas con el clima. En toda la red de la IFRC, que incluye 191 Sociedades Nacionales, hay numerosos ejemplos de comunidades que trabajan con la IFRC y otros organismos para aumentar su resiliencia y evitar así la inseguridad alimentaria, los riesgos para la salud y los impactos económicos de los desastres relacionados con el clima. En Jamaica, por ejemplo, la Cruz Roja trabajó con una escuela para estudiantes con discapacidad auditiva, en un proyecto climáticamente inteligente para reforzar su granja autosuficiente del campus, con un sistema de riego alimentado por energía solar. En Somalia, la IFRC y la Media Luna Roja Somalí trabajaron con la aldea de Cuun para restablecer pequeñas granjas con la ayuda de un nuevo pozo de agua potable, y un sistema de bombeo para ayudarles a hacer frente a varios años de sequía. "Nos costaba acceder a agua limpia para beber, cocinar, bañarnos y mantenernos", dice uno de los líderes de la comunidad, Yasiin Maxamed Jamac. "Esto repercutía negativamente en nuestra salud y bienestar, y nos dificultaba el cultivo de cosechas, frutas, verduras y la cría de ganado". Ahora más de 100 hogares tienen sus propias granjas pequeñas -de 100 metros por 100 metros- donde cultivan diversas frutas, verduras y cosechas.

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Se espera que El Niño agrave aún más la temporada de escasez en Malawi

Escrito por Anne Wanjiru Oficial Senior de Comunicación de la IFRC Casi todas las familias de Malawi son agricultoras, una fuente de gran fortaleza para la economía del país. Esto era así hace unas décadas, cuando el país exportaba regularmente productos agrícolas a las naciones vecinas. Sin embargo, esto significa que la mayoría de las familias también han sido extremadamente vulnerables a las tensiones y crisis climáticas. "Año tras año, es más difícil obtener buenos rendimientos agrícolas y obtener buenos ingresos", afirma Martha Makaniko, agricultora de la aldea de Chiwalo, en Mulanje. "Ya no dependemos de la regularidad de las condiciones meteorológicas. Antes obtenía ocho sacos de maíz de mi campo. Ahora tengo suerte si consigo dos. He preparado mi tierra esperando las lluvias, pero no tengo dinero para comprar semillas o fertilizantes". Cuando el ciclón tropical Freddy azotó Malawi en marzo de 2023, Martha vio cómo toda su cosecha era arrasada por las aguas. Como miles de otras familias de agricultores, no sólo perdió sus cosechas. "Mi casa colapsó", dice Martha, que también está enferma y necesita dinero para asistencia médica. "Me quedé en el refugio varios meses. Me gasté todos los ahorros de mi vida en construir una casa nueva. Esto me ha perjudicado. No comemos nada, solo papilla hecha con mangos crudos". Fruta hervida y ñames envenenados La gente no suele hervir la fruta para comer en Malawi, así que las papillas de mango de Martha son un indicio de que muchas familias se están quedando sin opciones. Según el informe del Comité de Evaluación de la Vulnerabilidad del gobierno de Malawi, más de 4,4 millones de personas pasan hambre. La recesión económica, así como los efectos dominó de la pandemia de COVID-19; y el conflicto entre Rusia y Ucrania han agravado la situación de hambre en Malawi. En los últimos 18 meses, la moneda de Malawi, el kwacha, se ha devaluado dos veces. Esto ha provocado la inflación en todo, incluidos suministros críticos como semillas y fertilizantes. A las familias agricultoras les resulta demasiado caro gestionar sus propias granjas y deciden trabajar a destajo en los campos de otros, una alternativa habitual entre las familias de agricultores que también está resultando muy competitiva. Quienes no pueden encontrar trabajo a destajo, rebuscan ñames silvestres o mangos crudos para hervir y alimentar a sus familias. Sin embargo, hay una variedad de ñames silvestres que son venenosos, y puede ser difícil distinguirlos. Fani Mayesu perdió recientemente a su marido y a su hijo de 19 años tras consumir ñames silvestres venenosos. "No sabíamos que eran venenosos", dice con cara de incredulidad. "Mi marido los trajo, yo los preparé y todos comimos. Inmediatamente empezamos a enfermar y a vomitar. Mis otros 5 hijos y yo nos recuperamos, pero mi marido y un hijo no". Las primeras oleadas de El Niño Según los pronósticos, es probable que la situación empeore antes de mejorar. Las agencias meteorológicas internacionales y nacionales afirman que se espera que la próxima estación de lluvias 2023/24 (también conocida como la estación de escasez, cuando disminuyen los suministros de alimentos) en Malawi se vea influida por El Niño. En el pasado, las condiciones de El Niño se han relacionado con un retraso en el inicio de la temporada de lluvias, precipitaciones por debajo de lo normal y periodos de sequía. En su plan de respuesta para la temporada de escasez, la Cruz Roja de Malawi tratará de dar prioridad a los distritos más afectados. El objetivo es reforzar la capacidad de las comunidades para hacer frente a la inseguridad alimentaria, al tiempo que se mantienen otras actividades de refuerzo de la resiliencia. "Esperamos no sólo hacer frente a las graves necesidades inmediatas de seguridad alimentaria, sino también responder a las predicciones climáticas mediante intervenciones como la distribución de variedades de semillas de maduración temprana", afirma Prisca Chisala, directora de programas y desarrollo de la Cruz Roja de Malawi. "También planeamos apoyar los cultivos de invierno y fomentar la diversificación de cultivos para adoptar cultivos resistentes a la sequía con el fin de hacer frente a las lagunas en la producción." Respuesta de la Cruz Roja Con el apoyo de la IFRC y de las Sociedades Nacionales asociadas, la Cruz Roja de Malawi necesita más de 3 millones de francos suizos para ayudar a cerca de 100.000 personas a través de acciones como: asistencia alimentaria en forma de transferencias en efectivo, alimentación húmeda en las escuelas y ayuda en especie el fortalecimiento de la resiliencia de las comunidades mediante la promoción de medios de subsistencia y la reducción de riesgos la protección de todos los grupos vulnerables frente a la violencia, la violencia sexual, la explotación, el abuso y el abandono, y garantizar el respeto de los derechos humanos. "Es fundamental que apoyemos la resiliencia de las familias agricultoras para lograr una cosecha después de esta temporada de lluvias, de lo contrario veremos un aumento significativo de los niveles de hambre", dice John Roche, Jefe de la Delegación del Cluster de la IFRC para Malawi, Zambia y Zimbabue. "Aquí el tiempo es esencial para evitar un empeoramiento de la situación por las predicciones de El Niño. Sólo una respuesta rápida, eficaz y con suficientes recursos es urgentemente necesaria para mitigar la crisis de los impactos a largo plazo."

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Kenia: Inundaciones

Las recientes y graves inundaciones en Kenia, causadas por las lluvias inusualmente activas de El Niño, han causado la muerte de al menos 71 personas y el desplazamiento de miles. Los hogares han sido arrastrados por las aguas o han quedado aislados. Las tierras de cultivo han quedado sumergidas y el ganado ahogado. Algunas de las zonas más afectadas han sido las tierras semiáridas, donde el pastoreo es el motor económico. Estas zonas aún se están recuperando de la peor sequía de los últimos 40 años. La IFRC y sus miembros solicitan 18 millones de francos suizos (de los cuales se espera que la Secretaría de la IFRC recaude 10 millones) para prestar asistencia vital a 50.000 familias.

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Vanuatu: Ciclón Lola

El ciclón tropical Lola tocó tierra en las costas orientales de las islas Maewo y Pentecostés de Vanuatu, la noche del 25 de octubre, como tormenta de categoría 4 con vientos de 205 km/h. Se produjeron fuertes lluvias con inundaciones repentinas en las zonas bajas y cerca de las riberas de los ríos que causaron inundaciones costeras. Se estima que aproximadamente 200.000 personas estuvieron expuestas a los efectos del ciclón, con estimaciones de 150.000 personas (30.000 hogares) afectadas más directamente (cerca de la mitad de la población del país). La IFRC y sus miembros solicitan 2,5 millones de francos suizos para ayudar a la Cruz Roja de Vanuatu a prestar apoyo a 30.000 personas que necesitan asistencia tras el ciclón. Por favor, ¡done ahora!

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Un mes después de las inundaciones de Libia: Se necesita ayuda urgente para la salud mental

Ginebra/Beirut/Benghazi, 11 de octubre de 2023 - Un mes después de las devastadoras inundaciones que han afectado a Libia, la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) y la Media Luna Roja Libia (MLRL) solicitan apoyo urgente para satisfacer las necesidades inmediatas de agua potable, saneamiento, asistencia en efectivo y, lo que es más importante, apoyo psicosocial. Las inundaciones han causado estragos, han desplazado a miles de personas y han puesto a prueba las ya frágiles infraestructuras de regiones como Derna y Tobruk. El desastre provocó una destrucción abrumadora, y la gente perdió sus hogares, a sus familiares y su sensación de seguridad. Los equipos de la Media Luna Roja Libia fueron los primeros en intervenir y prestaron servicios vitales, desde búsqueda y rescate hasta primeros auxilios. Hasta la fecha, 450 personas voluntarias han participado activamente en estos esfuerzos, algunas incluso perdiendo la vida mientras salvaban a otras. Tamer Ramadan, Jefe de la Delegación de la IFRC en Libia, dijo: "El costo emocional y físico de este desastre ha sido inmenso. Aunque hemos sido diligentes en nuestra respuesta inmediata, el proceso de recuperación está lejos de haber terminado. La atención no debe decaer". En Libia, la asistencia no se centra sólo en el apoyo inmediato, sino también en la recuperación a largo plazo. Las normas culturales favorecen la autonomía financiera, por lo que la ayuda en efectivo es esencial. Además, con los sistemas de alcantarillado dañados que contaminan las fuentes de agua en Derna, existe un mayor riesgo para la salud de la comunidad. Los equipos también se centran en proporcionar apoyo psicosocial integral, sobre todo teniendo en cuenta el costo emocional que supone la pérdida de familias enteras. La Media Luna Roja Libia ha sido indispensable en las labores de emergencia. Con una sala central de operaciones de emergencia en Bengasi y dos centros temporales en Derna, sus servicios abarcan desde la reunificación familiar hasta la distribución de artículos de primera necesidad. Hasta la fecha han prestado ayuda a más de 54.000 personas a través de diversos servicios. En vista de la escalada de las necesidades, la IFRC ha lanzado oficialmente un llamamiento por un valor de 10 millones de francos suizos para apoyar los esfuerzos en curso de la MLRL en la prestación de asistencia integral a las personas que sobrevivieron a la catástrofe. Hasta el momento, se han recaudado 3 millones de francos suizos, lo que deja un crucial 70 por ciento del llamamiento de financiación aún por cubrir. Las donaciones pueden hacerse a través de las sociedades nacionales participantes y directamente a través del sitio web de la IFRC. Más información Para financiar el llamamiento de emergencia y apoyar al pueblo de Libia en estos momentos de extrema necesidad, visite el sitio web de la IFRC. Para ver material de archivo, visite nuestrasala de prensa. Para solicitar una entrevista, póngase en contacto al correo: [email protected] En Ginebra: Tommaso Della Longa: +41 79 708 43 67 Mrinalini Santhanam: +41 76 381 50 06 En Beirut/Bengazhi: Mey Alsayegh: +961 3 229 352

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Temor por la lluvia y el mar: La salud mental, una bomba de tiempo en Libia tras las devastadoras inundaciones

Por Mey Al Sayegh, Jefa de Comunicaciones de IFRC MENA Algo tan cotidiano como los días lluviosos y las costas cercanas se han convertido tristemente en una fuente de temor para quienes viven en el este de Libia, especialmente para quienes vivieron en primera persona las inundaciones masivas que arrasaron sus casas, coches y seres queridos en un abrir y cerrar de ojos, la noche del 11 de septiembre. No es exagerado decir que la mayoría de la ciudadanía en Derna, la ciudad más afectada, cuyos recuerdos están cargados de imágenes dolorosas, necesitan algún tipo de apoyo psicosocial o de salud mental. En Derna, e incluso en la cercana ciudad de Bengasi, donde la mayoría de las familias huyeron de la devastación, se han convertido en sucesos nocturnos los signos de trauma experimentado, como los gritos de las niñas y niños mientras duermen, o el sonambulismo. Se necesita ayuda urgente en salud mental En un ejemplo conmovedor de la semana pasada, dos voluntarios de la Media Luna Roja Libia, con experiencia en hacer frente a desastres, corrieron aterrorizados a la sucursal de Derna y cerraron apresuradamente las puertas tras de sí, porque había empezado a llover. "La gente asocia la lluvia con la muerte", explica Ali Gharor, responsable de salud mental y apoyo psicosocial de la Media Luna Roja Libia. "Todos los grupos de personas de la ciudad necesitan apoyo psicológico, incluido el personal voluntario". Incluso quienes han buscado seguridad en Bengasi se ven afectados. Haya Al-Hadar, voluntaria de la Media Luna Roja Libia, cuenta cómo la Media Luna Roja intentó proporcionar un chalé a una familia junto al mar, pero se negaron rotundamente: "Nunca olvidaré aquella noche. Recibí una llamada a la 1:30 de la madrugada y me informaron de que el hombre se negaba a quedarse cerca del mar, por miedo a las zonas costeras", recuerda. "Insistió en volver con su mujer y sus hijos al lugar de donde venían. Les proporcionamos un apartamento fuera de la ciudad". A pesar de que la Media Luna Roja Libia presta apoyo psicosocial y primeros auxilios psicológicos, la necesidad de profesionales de la salud mental en la región es urgente. "Las infancias y personas adultas mayores visitan mi clínica a diario y piden apoyo psicológico en este hospital de campaña", dice el Dr. Al-Siddiq Al-Haj Ali, jefe de salud mental del Centro de Misrata, afiliado al Ministerio de Salud de Libia, quien también es voluntario en Derna. "El tiempo es esencial. Si las personas afectadas no reciben apoyo psicológico durante los próximos tres a seis meses, podemos esperar ver más trastornos psicológicos, e incluso casos de suicidio." Voluntariado de la Media Luna Roja entre las personas afectadas Las visitas de la IFRC a las zonas afectadas y las conversaciones mantenidas con las personas voluntarias de la Media Luna Roja Libia, pusieron de manifiesto que también necesitan urgentemente apoyo en materia de salud mental, ya que algunas personas han perdido a sus familias, a sus seres queridos y sus hogares. Para el voluntario Hamdi Ahmed Belaid, uno de los primeros en responder a la catástrofe, el tiempo se ha detenido desde la noche del 11 de septiembre, cuando una llamada telefónica que recibió de su madre aproximadamente a las 2:15 de la madrugada resultó ser la última vez que escuchó su voz. Cuando Hamdi regresó a su barrio quedó desolado al ver que su casa había sido arrasada, llevándose por delante las vidas de sus padres y sus tres hermanos, así como la de muchos vecinos. A pesar de su tragedia personal, Hamdi insiste en continuar su labor de apoyo a las personas afectadas: "Ayudar a otras personas afectadas enfría el fuego de mi corazón", añade. Ali Gharor, responsable de salud mental y apoyo psicosocial de la Media Luna Roja Libia, comprende muy bien la situación de Hamdi. "Desgraciadamente, parece que el personal voluntario no tiene tiempo para hacer el duelo, y es probable que esto se refleje negativamente en sus vidas más adelante", dice. "Nuestras costumbres y tradiciones también impiden que muchas personas muestren debilidad, pero es necesario dejar que el duelo se tome su tiempo". La unidad especializada en salud mental de la IFRC apoyará a la Media Luna Roja Libia Dadas las ingentes necesidades, la IFRC y otros asociados del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja han acordado con la Media Luna Roja Libia prestar apoyo en este ámbito crítico, teniendo en cuenta el contexto cultural y las costumbres en relación con el apoyo a la salud mental en el país. La IFRC se está preparando para enviar muy pronto a las zonas afectadas una unidad de intervención de urgencia especializada en salud mental y apoyo psicosocial. Raja Assaf, Jefe de Operaciones de Emergencia de la IFRC en Libia, explica que la unidad incluirá especialistas en salud mental, medicamentos y otros equipos, así como un equipo para formar a más personal y voluntariado local de la Media Luna Roja Libia en la prestación de apoyo psicosocial. "Para nosotros y para la Media Luna Roja Libia, se trata de una clara prioridad, ya que intentamos evitar cualquier bomba de tiempo de salud mental y atender a las personas afectadas lo mejor que podamos", concluye.

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Los cadáveres causados por desastres naturales no suelen representar riesgos para la salud, según la Cruz Roja y la OMS

Ginebra – Ante la terrible pérdida de vidas en situaciones de desastres y conflictos armados, suelen aflorar miedos infundados y generarse malentendidos en relación con los cuerpos de los fallecidos. Por lo tanto, es importante que las comunidades cuenten con las herramientas y la información necesarias para gestionar los cadáveres de manera segura y digna, en parte, para poder transitar el camino hacia la recuperación, tal como señalaron hoy la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (Federación Internacional), el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y la Organización Mundial de la Salud (OMS). Cuando se produce un alto número de muertes en desastres naturales o conflictos armados, la presencia de los cadáveres resulta perturbadora para las comunidades afectadas. Hay quienes tienden a apurarse para enterrar los cuerpos, por ejemplo, en fosas comunes, a veces, en su afán de resolver esa perturbación y otras, por miedo a que esos cuerpos representen una amenaza sanitaria. Proceder de esta manera puede ser perjudicial para la población, según afirman estas organizaciones. Si bien las autoridades y comunidades pueden sentirse muy presionadas para inhumar rápidamente los cadáveres, las consecuencias de una gestión deficiente de esos cuerpos van desde malestar psicológico a largo plazo para los familiares hasta problemas sociales y jurídicos. Las inhumaciones bien gestionadas se caracterizan por la disposición de tumbas individuales fácilmente localizables y debidamente documentadas en lugares de entierro bien delimitados. El objetivo es que se tenga conocimiento de la ubicación exacta de cada cadáver, así como de la información relacionada y de las pertenencias personales, tal como lo establecen las directrices elaboradas por las organizaciones, en particular el manualLa gestión de cadáveres en situaciones de desastre, publicación conjunta del CICR, la Federación Internacional y la OMS. No deberían realizarse cremaciones sin que se haya identificado con seguridad a la persona. A fin de contribuir a una mejor gestión de los cadáveres, las organizaciones brindan insumos y conocimientos especializados a las autoridades locales para ayudarlas a gestionar la tarea a veces abrumadora de enterrar a las personas fallecidas. En este momento, en Libia, hay equipos de la Cruz Roja y la OMS que están trabajando directamente con las autoridades, las comunidades y la Media Luna Roja Libia, prestando ayuda en forma de orientación, material y capacitación. Tanto el CICR como la OMS están entregando bolsas mortuorias en Libia para ayudar con el tratamiento digno de los fallecidos. Los cadáveres de quienes fallecieron por heridas resultantes de un desastre natural o un conflicto armado casi nunca representan una amenaza de salud para las comunidades. La razón es que las víctimas fallecidas por traumatismos, ahogo o incendio no suelen albergar organismos que provoquen enfermedades si se toman las precauciones habituales. La excepción sería si la muerte se produce por una enfermedad infecciosa como el ébola, la enfermedad de Marburgo o el cólera o bien si el desastre ocurre en una zona donde alguna de estas enfermedades sea endémica. En cualquier circunstancia, los cadáveres que se hallan en las cercanías o al interior de fuentes de abastecimiento de agua pueden generar problemas sanitarios, ya que pueden despedir heces y contaminar las aguas, y así provocar riesgo de diarrea u otras enfermedades. Los cuerpos no deben dejarse en contacto con fuentes de agua potable. "La creencia de que los cadáveres provocan epidemias no está respaldada por ninguna evidencia. Vemos muchísimos casos de confusión en los medios de comunicación e, incluso, entre algunos profesionales médicos", comentó Pierre Guyomarch, jefe de la Unidad Forense del CICR. "Es más probable que quienes sobreviven a un desastre natural transmitan enfermedades que los cadáveres." "Rogamos a las autoridades en las comunidades afectadas por este tipo de tragedias que no se apresuren a realizar entierros o cremaciones en masa. La gestión digna de cadáveres es importante para las familias y las comunidades, y, en el caso de conflictos armados, suele ser un componente importante para acelerar el fin los enfrentamientos", señaló el Dr. Kazunobu Kojima, responsable médico de bioseguridad y bioprotección del Programa de Emergencias Sanitarias de la OMS. "Un apuro innecesario en la disposición final de los cuerpos de quienes fallecieron en desastres o conflictos armados priva a las familias de la posibilidad de identificar y llorar a sus seres queridos, y no aporta ningún beneficio en el plano de la salud pública. El tratamiento digno de los cadáveres exige dedicar el tiempo necesario a la identificación de los fallecidos, al duelo de los familiares y a la organización los ritos funerarios correspondientes a las normas culturales y sociales locales", resaltó Gwen Eamer, encargada superior de Salud Pública en Emergencias para la Federación Internacional y responsable de operaciones de emergencia para la respuesta ante terremotos en Marruecos. El CICR, la IFRC y la OMS desean recordar lo siguiente a las autoridades y las comunidades: Si bien resulta perturbador ver cadáveres, los dirigentes o autoridades de la comunidad no deben apresurarse a enterrar los cuerpos en fosas comunes o realizar cremaciones en masa. Los procedimientos de inhumación o cremación deben atender a consideraciones culturales, religiosas y familiares. Los cadáveres de quienes fallecen a causa de desastres naturales o conflictos armados no suelen ser fuente de enfermedades. A menos que la persona haya fallecido por una enfermedad altamente infecciosa, el riesgo para la población general es insignificante. Sin embargo, existe un riesgo de diarrea por la ingesta de agua contaminada por materia fecal de los cadáveres. La desinfección del agua mediante los procedimientos habituales bastará para evitar enfermedades transmitidas por ese medio. Los entierros o las cremaciones que se realizan de manera apresurada e irrespetuosa dificultan y, a veces, imposibilitan la identificación de los fallecidos y la notificación a los familiares. El único caso en que los cadáveres representan un riesgo de epidemia es cuando las muertes son resultado de enfermedades infecciosas o cuando ocurre un desastre natural en una zona donde alguna de esas enfermedades es endémica. La cal en polvo no acelera la descomposición, y como en desastres o conflictos armados los cadáveres no suelen representar un riesgo de infección, no es necesario desinfectar esos cuerpos. Luego de haber tenido cualquier contacto con un cadáver, una persona debe lavarse las manos con agua y jabón o bien higienizárselas con alcohol en gel si no hay suciedad visible. El CICR, la IFRC y la OMS ruegan a todas las partes en conflictos armados y al personal de primera respuesta ante desastres, que se atengan a los principios establecidos para la gestión de cadáveres, por el bien de toda la sociedad, y han ofrecido apoyo adicional conforme sea necesario. Más información: Oficina de medios de comunicación del CICR:[email protected] Oficina de medios de comunicación de la IFRC:[email protected] Oficina de medios de comunicación de la OMS:[email protected]

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Inundaciones en Libia: El cambio climático hace "mucho más probable" la catástrofe

Ginebra/Nueva York 19 de septiembre de 2023 - Lo ocurrido en Derna debería ser una "llamada de atención para el mundo" sobre el creciente riesgo de inundaciones catastróficas en un mundo cambiado por el cambio climático, afirma Jagan Chapagain, Secretario General de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC). Chapagain hablaba a la luz de un informe, según el cual, el cambio climático hizo que el desastre de Libia fuera significativamente más probable. Un rápido análisis del grupo World Weather Attribution -un grupo de científicos apoyado por la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja- analizó datos climáticos y simulaciones de modelos informáticos para comparar el clima actual, tras un calentamiento global de aproximadamente 1,2ºC, con el clima del pasado. Los científicos descubrieron que el cambio climático provocado por el hombre ha hecho que las lluvias torrenciales en el noreste de Libia sean hasta 50 veces más probables de lo que habrían sido en un mundo sin cambio climático provocado por la especie humana. También, han constatado que las lluvias han sido hasta un 50% más intensas de lo que habrían sido en un temporal comparable a un mundo anterior al cambio climático. Quienes realizaron el informe tienen claro que, incluso en un mundo "caldeado" a 1,2 °C, las lluvias caídas en Libia fueron extremas. Fue un acontecimiento que sólo se esperaría que ocurriera una vez cada 300-600 años. Aun así, esa frecuencia es mucho mayor de lo que ocurriría en un mundo que no se hubiera calentado. Las lluvias por sí solas no hicieron inevitable el desastre de Derna. Una mayor preparación, menos construcciones en regiones propensas a las inundaciones y una mejor gestión de las infraestructuras de las presas, habrían reducido el impacto global de la tormenta Daniel. No obstante, el cambio climático fue un factor importante que provocó y agravó el fenómeno meteorológico extremo. Julie Arrighi, Directora Interina del Centro del Clima de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, cuyos investigadores trabajaron en el informe sobreWorld Weather Attribution, declaró: "Esta devastadora catástrofe muestra cómo los fenómenos meteorológicos extremos provocados por el cambio climático se combinan con factores humanos para crear impactos aún mayores, ya que más personas, bienes e infraestructuras están expuestas y son vulnerables a los riesgos de inundación. Sin embargo, existen soluciones prácticas que pueden ayudarnos a evitar que estas catástrofes se conviertan en rutina, como el refuerzo de la gestión de emergencias, la mejora de las previsiones y los sistemas de alerta basados en el impacto, e infraestructuras diseñadas para el clima futuro." Jagan Chapagain, Secretario General de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, declaró: "El desastre de Derna es un ejemplo más de lo que el cambio climático ya está haciendo con nuestro clima. Obviamente, en Libia se dieron múltiples factores que convirtieron la tormenta Daniel en una catástrofe humana; no fue sólo el cambio climático. Pero el cambio climático hizo que la tormenta fuera mucho más extrema y mucho más intensa, y eso se tradujo en la pérdida de miles de vidas. Esto debería ser una llamada de atención para que el mundo cumpla el compromiso de reducir las emisiones, garantice la financiación de la adaptación al clima y aborde los problemas de pérdidas y daños". Más información: Para solicitar una entrevista, póngase en contacto con:[email protected] En Ginebra: Andrew Thomas: +41763676587 Mrinalini Santhanam: +41 76 381 50 06 Tommaso Della Longa: +41 79 708 43 67

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Inundaciones en Libia: IFRC lanza un llamamiento de 10 millones de francos suizos para operaciones urgentes de ayuda humanitaria.

Ginebra, 13 de septiembre de 2023 - La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) ha anunciado un llamamiento de emergencia por un valor de 10 millones de francos suizos para ampliar los esfuerzos de socorro de la Media Luna Roja Libia; en respuesta a las inundaciones causadas por la tormenta Daniel en el noreste del país. El desastre, que se produjo el domingo 10 de septiembre, ha provocado una destrucción abrumadora, dejando a miles de personas desaparecidas y ejerciendo gran presión sobreu infraestructuras, ya de por sí frágiles. Zonas como Derna, Bengasi y Tobruk se encuentran entre las más afectadas. A pesar de las dificultades, el personal voluntario de la Media Luna Roja Libia fue el primero en llegar al terreno, prestando asistencia en las evacuaciones y proporcionando primeros auxilios, además de velar por un entierro respetuoso y digno de las personas fallecidas. El llamamiento de emergencia está diseñado para seguir reforzando las capacidades de la Media Luna Roja Libia en materia de atención sanitaria de emergencia, refugio de emergencia, apoyo psicosocial y servicios de agua y saneamiento. Los equipos de la Media Luna Roja apoyarán especialmente a los grupos vulnerables, como mujeres, niñez, personas adultas mayores y/o con alguna discapacidad. El Secretario General de la IFRC, Jagan Chapagain, dijo: "Hacemos llegar nuestro más sentido pésame a las familias de los afectados por este desastre, incluidos los tres valientes voluntarios de la Media Luna Roja Libia que perdieron la vida durante las operaciones de rescate. Nos enfrentamos a una situación aguda y sin precedentes. La solidaridad y el apoyo internacional son cruciales para las operaciones en curso y para prevenir una segunda oleada de crisis relacionada con enfermedades y más angustia." Chapagain instó además a la comunidad internacional y dijo: "El momento de actuar es ahora. Hacemos un llamamiento a la comunidad internacional, asociados y donantes para que contribuyan generosamente a este llamamiento de emergencia. Su solidaridad puede transformar vidas, reconstruir comunidades y ofrecer un faro de esperanza a quienes están viviendo esta catástrofe a gran escala." Más información Su contribución puede marcar una diferencia inmediata. Para financiar el llamamiento de emergencia y apoyar a la población de Libia en estos momentos de extrema necesidad, visite la página de donación de laIFRC. Para solicitar una entrevista, por favor escriba al siguiente correo: [email protected] En Ginebra: Tommaso Della Longa: +41 79 708 43 67 Mrinalini Santhanam: +41 76 381 50 06 En Beirut: Mey Alsayegh: +961 3 229 352

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Inundaciones en todo el mundo: Respuesta de los equipos de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja

En las últimas semanas, las inundaciones han golpeado comunidades y acaparado titulares en todo el mundo.Echemos un vistazo a algunos de los países que sufren inundaciones y veamos cómo los equipos de la Cruz Roja y la Media Luna Roja ayudan a las personas afectadas.EsloveniaLas lluvias torrenciales de las dos últimas semanas han afectado a dos tercios de Eslovenia, lo que ha llevado al Primer Ministro del país a declararlo el "mayor desastre natural" de la historia del país. Las inundaciones han matado a tres personas y destruido puentes, carreteras y casas, causando daños estimados en 500 millones de euros.Las personas voluntarias de la Cruz Roja Eslovena han estado distribuyendo alimentos, agua y medicinas a las personas afectadas por las inundaciones, a menudo a pie, ya que es la única forma de llegar a muchas comunidades aisladas. También acompañan a las personas que se alojan en refugios provisionales. La Cruz Roja Checa, la Cruz Roja Croata, la Cruz Roja Húngara y la Cruz Roja Polaca han mostrado su solidaridad enviando más alimentos, agua y artículos de higiene al país para ayudar en la respuesta.NoruegaEn Noruega, el personal voluntario de la Cruz Roja Noruega está ayudando a las personas afectadas por la tormenta Hans, que está causando estragos en el sur del país con lluvias extremas, deslizamientos de tierra e inundaciones.Los equipos voluntarios están ayudando en las evacuaciones, manejando ambulancias de emergencia, entregando alimentos a personas aisladas y construyendo defensas contra inundaciones con sacos de arena. Muchas delegaciones locales permanecen en alerta máxima, con más personas voluntarias preparadas para ayudar, a medida que evolucione la situación.SudánMientras millones de personas se tambalean por el actual conflicto en Sudán, las comunidades del estado del Nilo Blanco también se han visto afectadas por las fuertes lluvias y las inundaciones repentinas.Los torrentes de agua arrasaron y destruyeron todo a su paso. Las familias han perdido sus casas y pertenencias, y muchas han tenido que dormir a la intemperie. Se necesitan urgentemente refugios y agua potable. El voluntariado de la Media Luna Roja Sudanesa, que ya ha estado respondiendo a las necesidades de la población durante el conflicto, está evaluando de cerca la situación para prestar apoyo adicional.ChinaLas lluvias torrenciales y las inundaciones han causado estragos duramente este verano el este de Asia, incluidas zonas del norte, noreste y sur de China. En Pekín se han registrado las mayores precipitaciones de los últimos 140 años.Los equipos humanitarios de la Cruz Roja China están ayudando a la población de las zonas afectadas por las inundaciones, colaborando en las tareas de limpieza y recuperación; y distribuyendo utensilios domésticos, edredones, chaquetas impermeables y otros artículos.FilipinasEn Filipinas, los tifones Doksuri y Khanun (conocidos localmente como Egay y Falcon) han provocado inundaciones devastadoras.Se estima que 313.000 personas han sido desplazadas sólo por Doksuri. Tristemente, más de 25 han perdido la vida.Las personas voluntarias de la Cruz Roja Filipina han estado llevando suministros de emergencia, comidas, asistencia médica y apoyo psicosocial a las comunidades afectadas.AfghanistánInundaciones repentinas y lluvias torrenciales han causado pérdidas de vidas humanas, personas heridas y graves daños a cientos de hogares en Afganistán, un país que ya atraviesa una compleja crisis humanitaria.Los equipos de emergencia de la Media Luna Roja Afgana y la IFRC están prestando apoyo urgente, que incluye mantas, bidones, lonas impermeables y kits de refugio. Por su parte os equipos móviles de salud están llevando servicios médicos a comunidades remotas.IránEn Irán, los equipos de la Media Luna Roja Iraní han respondido a las inundaciones en las provincias de Sistán Baluchistán, Jorasán del Norte y Azerbaiyán Occidental, desplegando 35 equipos de intervención y prestando apoyo a cientos de personas.Los equipos voluntarios han rescatado a personas varadas en las aguas, instalado refugios temporales y suministrado artículos de primera necesidad.HondurasEn el oeste de Honduras, las lluvias causaron inundaciones localizadas en la ciudad de Copán Ruinas, que dañaron viviendas y negocios locales. La filial local de la Cruz Roja Hondureña respondió rápidamente para distribuir artículos de primera necesidad a la población local y ayudar a retirar escombros y árboles caídos.--Gracias a todas nuestras Sociedades Nacionales por apoyar a las comunidades afectadas por las inundaciones de las últimas semanas.Si desea saber más sobre las inundaciones y cómo puede prepararse, haga clic aquí.

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La situación climática causa estragos en Asia-Pacífico; provoca inundaciones incesantes, enfermedades y un calor que pone en peligro la vida.

Kuala Lumpur/Dhaka/Pekín, 10 de agosto de 2023 - Los países de Asia y el Pacífico se tambalean por los múltiples desastres que están causando estragos en la región y los analistas del clima lo atribuyen a un fenómeno llamado El Niño. La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) insta a las autoridades y a las organizaciones humanitarias a prepararse para múltiples desastres que golpean simultáneamente y con mayor intensidad. En los últimos meses, la IFRC ha publicado ocho asignaciones del Fondo de Emergencia para la Respuesta a Desastres (DREF) para fenómenos relacionados con el clima: tres para el dengue en Bangladesh, Nepal y Sri Lanka, tres para inundaciones en Mongolia, Pakistán y Afganistán, una para un ciclón tropical en Bangladesh y otra para una ola de frío en Mongolia. Aunque el impacto total del fenómeno se espera para los meses de septiembre de este año a marzo del próximo, muchas regiones de Asia y el Pacífico ya se enfrentan actualmente a múltiples peligros, y todos ellos apuntan a un deterioro de la situación climática. En Bangladesh, las infecciones de dengue han invadido la nación y este año se han producido casi 30.000 nuevos casos, casi 5 veces más que las cifras del año pasado. Además, los expertos locales en salud pública confirman que muchas personas se están infectando con múltiples tipos de dengue, lo que complica el tratamiento. Sanjeev Kafley, Jefe de la Delegación de la IFRC en Bangladesh dice: "Estamos colaborando estrechamente con la Media Luna Roja de Bangladesh y las autoridades sanitarias para combatir la situación. En 85 distritos afectados por el dengue en las ciudades de Dhaka, Chattogram y Barishal, nuestros equipos voluntarios se están centrando en las actividades de sensibilización y prevención. Estamos avanzando en la adquisición de kits de pruebas para nuestras autoridades sanitarias, así como apoyando la disponibilidad de concentrado de plaquetas a través de los bancos de sangre de la Sociedad de la Media Luna Roja de Bangladesh. Estamos apoyando en todos los puntos de intervención, desde las áreas que salvan vidas hasta las medidas preventivas". Los esfuerzos de mitigación climática de la IFRC a nivel nacional en diferentes países se dirigen a mejorar los sistemas de gestión del agua, frenar la cría de mosquitos, reforzar los sistemas de vigilancia y seguimiento para rastrear los brotes y aumentar la capacidad de atención sanitaria para gestionar los casos y proporcionar tratamiento. Olga Dzhumaeva, Jefa de la Delegación de Asia Oriental de la IFRC dice: "Las lluvias torrenciales y las inundaciones han afectado gravemente a Asia Oriental este verano. El norte, el noreste y algunas regiones del sur de China sufrieron una de las mayores precipitaciones que ha experimentado Pekín en los últimos 140 años. La capital, Ulán Bator, y 13 provincias de Mongolia, la parte central y muchas provincias de la República de Corea, así como la región japonesa de Kyushu, también sufrieron las graves consecuencias de las lluvias extremas de julio. Como consecuencia, millones de personas de Asia oriental se vieron muy afectadas y desplazadas, y las carreteras, puentes, viviendas e infraestructuras sufrieron graves daños, muchos de ellos irreparables. En respuesta a la situación, nuestros colegas y voluntariado de las Sociedades Nacionales de China, Japón, Mongolia y República de Corea se han desplegado en primera línea, activando sus respuestas de emergencia, haciendo todo lo posible por evacuar a las personas atrapadas por las inundaciones y los escombros, y enviando urgentemente a las zonas afectadas suministros de socorro como mantas, tiendas de campaña y camas plegables." La IFRC, las Sociedades Nacionales y sus asociados creen que debemos centrarnos igualmente en el fomento de la resiliencia mediante la inclusión de la naturaleza, la anticipación, la adaptación y la mitigación. En el contexto del rápido aumento de los riesgos climáticos, es importante hacer énfasis en la acción temprana o anticipatoria; mediante la cual los fondos se asignan de forma proactiva en función de los pronósticos meteorológicos para apoyar a las personas en situación de riesgo antes de que se produzca el desastre. Luis Rodríguez, Jefe de Clima y Resiliencia para Asia y el Pacífico de la IFRC dice: "Estos fenómenos fueron más intensos de lo habitual debido a las condiciones predominantes de calentamiento, lo que trae consigo precipitaciones más intensas, desencadenando ciclones, lluvias e inundaciones. Estos factores climáticos también influyen mucho en la dinámica de las infecciones. El aumento de las precipitaciones crea hábitats nuevos y propicios para las larvas o los virus, y el aumento de la temperatura acelera el desarrollo de los insectos portadores de virus y el tiempo de incubación de estos. Los cambios graves en los patrones de temperatura y precipitaciones debido al cambio climático, permitirán la propagación y transmisión de la enfermedad en zonas que actualmente se consideran de bajo riesgo o libres de dengue. No se trata de fenómenos aislados. Están conectados". En previsión de más fenómenos meteorológicos extremos que afectarán a más regiones de Asia y el Pacífico, las Sociedades Nacionales, junto con la IFRC, están llevando a cabo fuertes medidas de preparación, como la planificación de acciones para olas de calor, simulaciones y simulacros, preposicionamiento de reservas de ayuda humanitaria y equipos de evacuación y rescate. Así como cursos urgentes de actualización sobre procedimientos y reglamentos para personas voluntarias, personal y equipos técnicos. Además, los DREF garantizan que las Sociedades Nacionales puedan actuar con rapidez y eficacia, lo que significa que se salvan millones de vidas y medios de subsistencia. Para más información o solicitar una entrevista, póngase en contacto con: [email protected] En Kuala Lumpur: Afrhill Rances, [email protected] , +60 19 271 3641 En Ginebra: Anna Tuson, [email protected] , +41 79 895 6924

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7 desastres en América en 2023 de los que quizá no hayas oído hablar

En todo el mundo, continuamente ocurren catástrofes y crisis. Algunas acaparan titulares internacionales -como los terremotos de Turquía y Siria o el conflicto armado internacional de Ucrania-, pero otras pasan desapercibidas fuera de los países donde ocurren.Estas catástrofes más pequeñas y menos conocidas se cobran vidas, destruyen medios de subsistencia y hacen retroceder a comunidades enteras.Sólo en la región de las Américas se han producido muchas catástrofes de pequeña y mediana escala en lo que va del año. Pero aunque estos desastres hayan pasado desapercibidos para el resto del mundo, las Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja de toda la región han estado allí, en las comunidades.La IFRC ha prestado su apoyo, haciendo llegar dinero rápidamente a nuestras Sociedades Nacionales a través de nuestro Fondo de Reserva para la Respuesta a Desastres (DREF) para que puedan prepararse y responder con eficacia.Echemos un vistazo a siete desastres ocurridos en América durante el primer semestre de 2023 de los que quizás no han oído hablar, y cómo la red de la IFRC ha apoyado a las personas afectadas.1. Chile- Incendios en Viña del Mar: En febrero de 2023, los fuertes vientos y las altas temperaturas provocaron decenas de incendios forestales en el centro y el sur de Chile, causando víctimas y daños generalizados. Estos incendios se produjeron en diciembre de 2022 y se propagaron rápidamente alrededor de la ciudad de Viña del Mar.Con financiación del DREF, la Cruz Roja Chilena dio apoyo a más de 5.000 personas afectadas por los incendios en los meses siguientes. El personal y los equipos voluntarios prestaron apoyo médico a las comunidades y distribuyeron dinero en efectivo para que las personas pudieran comprar lo que necesitaban para recuperarse.Más información.2. Uruguay- Sequías: Uruguay sufre actualmente una sequía generalizada debido a la falta de precipitaciones desde septiembre de 2022 y a las temperaturas, que son cada vez más altas en verano. Lo que ha llevado al gobierno uruguayo a declarar el estado de emergencia. El gobierno solicitó oficialmente el apoyo de la Cruz Roja Uruguaya para llevar a cabo una evaluación de las necesidades de la sequía, para poder entender cómo estaba afectando a las personas y a las industrias agrícolas.Con financiación del DREF, los equipos de la Cruz Roja Uruguaya se dirigieron a las zonas más afectadas para hablar con más de 1.300 familias sobre el impacto de la sequía en su salud, sus medios de subsistencia y el acceso al agua. Sus hallazgos están ayudando al gobierno a tomar decisiones mejor informadas sobre cómo abordar la sequía, teniendo en cuenta las necesidades reales de las familias afectadas.Es la primera vez que la financiación del DREF se utiliza para apoyar una evaluación de daños de este tipo.Más información.3. Paraguay-Inundaciones: En febrero y marzo de 2023, las fuertes lluvias en el norte de Paraguay provocaron graves inundaciones que obligaron a muchas familias a abandonar sus hogares y paralizaron infraestructuras e industrias clave.La Cruz Roja Paraguaya respondió proporcionando primeros auxilios y apoyo psicosocial a las personas que se encontraban en refugios temporales. Las personas voluntarias también compartieron información con las comunidades sobre cómo protegerse de las enfermedades transmitidas por el agua y el aumento de los mosquitos.Más informacion.4. Ecuador - Inundaciones -Terremoto - Deslizamientos: En el primer trimestre de 2023, Ecuador sufrió varios desastres simultáneos -inundaciones, deslizamientos de tierra, derrumbes de edificios, granizadas y un terremoto- que pusieron a prueba a la Cruz Roja Ecuatoriana.El personal voluntario se desplegó rápidamente, prestaron un amplio apoyo a las personas afectadas: refugio, atención sanitaria, agua, saneamiento y asistencia en efectivo. También realizaron encuestas para saber exactamente cómo se habían visto afectadas las personas y qué era lo que más necesitaban para recuperarse.Más información.5. Argentina-Inundaciones: En junio, las fuertes lluvias provocaron inundaciones repentinas en el municipio de Quilmes, Buenos Aires, que afectaron a unas 4.000 familias. La inundación provocó cortes de electricidad, el cierre de carreteras y la contaminación del suministro de agua, lo que llevó a las autoridades locales a solicitar el apoyo de la Cruz Roja Argentina.El voluntariado se movilizó rápidamente para prestar primeros auxilios y apoyo psicosocial a las personas que se trasladaron previamente a los centros de evacuación de la zona. En las próximas semanas y meses, la Cruz Roja Argentina -con financiación del DREF- proporcionará refugio, salud, agua, saneamiento y apoyo higiénico a 500 de las familias más vulnerables afectadas por las inundaciones.Más información.6. Haiti- Inundaciones: Las inundaciones repentinas también afectaron a Haití a principios de junio, tras una tormenta excepcionalmente fuerte que barrió todo el país. Aunque no estaba clasificado como ciclón o aguacero tropical, el temporal afectó a miles de familias, se cobró más de 50 vidas y sumergió casas enteras.La Cruz Roja Haitiana desplegó rápidamente personal de rescate para prestar primeros auxilios y ayudar en las evacuaciones. Trabajando junto a los socios del Movimiento y con el apoyo del DREF, también han distribuido colchones, palas, rastrillos, kits de higiene, kits de tratamiento de agua y lonas de plástico.En un país que ya sufre una epidemia de cólera, las personas voluntarias de la Cruz Roja Haitiana siguen compartiendo información importante con las comunidades sobre cómo mantenerse saludable y adoptar buenas prácticas de higiene, especialmente importantes debido al mayor riesgo de inundaciones.Más información.7. República Dominicana- Inundaciones: Este mismo temporal de lluvias en Haití también afectó a las comunidades del otro lado de la frontera, en la República Dominicana, causando inundaciones repentinas en el oeste del país.La Cruz Roja Dominicana ha estado prestando asistencia humanitaria en forma de servicios de búsqueda y rescate, evacuación, salud e higiene, primeros auxilios psicológicos y restablecimiento del contacto entre familiares.Más información.--Estos son sólo algunos ejemplos de los muchos desastres que han afectado a América en lo que va de año. Con el apoyo del DREF, las Sociedades de la Cruz Roja de toda la región han podido responder rápidamente a estos desastres, proporcionando asistencia humanitaria eficaz y local directamente a quienes la necesitan. Si desea ayudar a nuestra red a seguir respondiendo a desastres menores como éstos, considere la posibilidad de hacer una donación a nuestro Fondo de Emergencia para la Respuesta a Desastres hoy mismo.

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Mauritania: Miles de familias en situación de inseguridad alimentaria necesitan ayuda urgente mientras en Sahel luchan contra la crisis alimentaria

En N'Beika, municipio de Moudjeria (Mauritania central), hace calor y la temperatura supera ya los 40°C a última hora de la mañana. Cuesta creer que hace nueve meses, el 90% de la comunidad estuviera sumergida por fuertes lluvias e inundaciones. Mohamed Lemine Ould Mohamed Moctar, agricultor de 65 años y padre de siete hijos, contempla su parcela de tierra, con el rostro distante, esperando que esta vez la temporada de lluvias sea buena. "El año pasado no coseché nada. Todo mi campo de sorgo fue arrasado por las inundaciones. Al menos el año anterior pude cosechar unos cuantos sacos pequeños, a pesar de la falta de lluvia", dice Mohamed. Aquí en Moudjeria, como en Guerrou y Barkeol, los otros dos departamentos más afectados por la inseguridad alimentaria en Mauritania este año, la mayoría de las familias dependen de la agricultura y la ganadería tradicionales para salir adelante, una situación que las hace muy dependientes de las precipitaciones. Durante años, la falta de agua había sido el principal obstáculo para el florecimiento de la agricultura en esta comunidad enclavada en una meseta a unos 100 metros sobre el nivel del mar. Pero las lluvias del año pasado fueron mucho más intensas de lo esperado, causando inundaciones que arrasaron los cultivos de la gente. Estas inundaciones han afectado gravemente a los medios de subsistencia de la población y están sumiendo a muchas familias mauritanas en la inseguridad alimentaria. Según el Marco Armonizado de Mauritania de marzo de 2023, se espera que cerca de 500.000 personas sufran inseguridad alimentaria aguda en la actual temporada de escasez, entre junio y agosto de 2023. "Cada día es una batalla para sobrevivir. Los cereales, la carne y los alimentos básicos para alimentar a mi familia son casi inaccesibles desde que perdí mi única esperanza de ingresos en esta última inundación", añade Mohamed. Lamentablemente, las comunidades de Mauritania no son las únicas que se enfrentan a este problema. La región del Sahel, en el África subsahariana, está sufriendo una de las peores crisis de inseguridad alimentaria en décadas, que afecta a millones de personas. "Es alarmante presenciar el deterioro de la seguridad alimentaria en el Sahel. Condiciones preexistentes como la sequía y las inundaciones, las perturbaciones climáticas, los conflictos regionales e internacionales y la subida de los precios de los alimentos y el combustible están disparando las tasas de hambre y malnutrición. En cada ocasión, son las personas más vulnerables quienes sufren las consecuencias de un contexto complejo, exacerbado por las crecientes desigualdades", señala Alexandre Claudon de Vernisy, jefe de la delegación del Grupo Temático de la IFRC para Cabo Verde, Gambia, Mauritania y Senegal. En respuesta a esta emergencia, la IFRC lanzó un llamamiento de 215 millones de francos suizos en octubre de 2022 para apoyar a 7,6 millones de las personas más afectadas por la inseguridad alimentaria en 14 países prioritarios del África subsahariana. Mauritania es el último país en unirse al llamamiento regional en mayo de 2023, con lo que el número total de países asciende a 15. La Media Luna Roja Mauritana necesita 2 millones de francos suizos de este llamamiento para ayudar a más de 80.000 personas como Mohamed, afectadas por la inseguridad alimentaria en las comunas de Barkeol, Guerrou y Moudjeria. A corto plazo, esta financiación se utilizará para proporcionar a más de 2.700 familias ayuda en efectivo para ayudarles a volver a ponerse en pie. También permitirá al personal voluntario de la Media Luna Roja Mauritana prestar servicios sanitarios comunitarios y realizar pruebas de desnutrición a más de 2.500 familias para atender sus necesidades sanitarias inmediatas. A largo plazo, la financiación tiene por objeto aumentar la resiliencia de las comunidades de Mauritania para que estén mejor preparadas para futuras crisis climáticas. La Media Luna Roja Mauritana: Establecerá tres "Escuelas de Campo para Agricultores" para enseñar técnicas de agricultura climáticamente inteligente -como la conservación de la humedad del suelo, el uso de semillas apropiadas y la asociación de cultivos- a cientos de familias agricultoras, para que puedan tener cosechas más satisfactorias y fiables. Ayudar a 30 aldeas a crear reservas de seguridad alimentaria comprando cereales después de la cosecha para que el precio sea más barato en la siguiente temporada de escasez. Apoyar los clubes de madres de la región que ayudan a las madres a reconocer y combatir los signos de desnutrición en sus hijos e hijas. "Nos espera una larga y difícil temporada de carestía. Sin la ayuda de la Media Luna Roja, tendríamos muy pocas esperanzas", dice Mohamed. -- Para más información sobre esta crisis y para hacer donaciones al llamamiento de emergencia de la IFRC, visite nuestra página África: crisis del hambre.

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Colapso de la presa de Nova Kakhovka (Ucrania): cómo ayudamos a las personas afectadas por las inundaciones

El colapso de la presa de Nova Kakhovka, en el sur de Ucrania, el 6 de junio, ha provocado una inundación devastadora que ha afectado a numerosas comunidades. La población ya ha sufrido los devastadores efectos del conflicto y ahora se ve desplazada de sus hogares; muchas familias han perdido sus casas y pertenencias con las aguas de la inundación. Los riesgos para la salud de las personas afectadas podrían aumentar en las próximas semanas y se necesita agua potable limpia. La red de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) está trabajando junto con la Cruz Roja Ucraniana para prestar asistencia vital a las personas afectadas. Atender las necesidades humanitarias inmediatas Reconociendo la urgencia de la situación, la IFRC, junto con sus miembros, está apoyando activamente a la Cruz Roja Ucraniana en sus esfuerzos de respuesta. Esto incluye asistencia operativa, técnica y financiera para reforzar su capacidad local de prestar ayuda, distribuir artículos de socorro, prestar apoyo sanitario, promover buenas prácticas de saneamiento e higiene y atender las necesidades inmediatas de la población afectada. Recuperación y rehabilitación a largo plazo Además de las actividades de socorro inmediato, la red de la IFRC sigue comprometida a apoyar a las comunidades afectadas por las inundaciones en su recuperación y rehabilitación a largo plazo. Esto incluye facilitar proyectos para restablecer los medios de subsistencia de las personas, prestar apoyo psicosocial y rehabilitar las infraestructuras dañadas para ayudar a las comunidades a reconstruir sus vidas. Tras el derrumbe de la presa de Nova Kakhovka, la red de la IFRC y la Cruz Roja Ucraniana permanecen unidas para prestar un apoyo inquebrantable a las comunidades afectadas. Desde febrero de 2022, la IFRC ha ampliado su respuesta con la Cruz Roja Ucraniana, junto con Sociedades Nacionales de todo el mundo. En conjunto, prestamos asistencia humanitaria urgente a la población de Ucrania y a quienes se han visto en la obligación de huir a otros países. Trabajamos incansablemente para atender las necesidades inmediatas, ofrecer esperanza y allanar el camino para la recuperación a largo plazo. Con el poder de la compasión y la solidaridad, nos comprometemos a reconstruir vidas y restaurar la resiliencia ante este acontecimiento devastador. -- Haga clic aquí para obtener más información sobre nuestra labor de apoyo a la población ucraniana.

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Malaui: La IFRC lanza un llamamiento de emergencia para responder a los efectos de la tormenta tropical Freddy

Malaui, 21 de marzo de 2023 - Tras pasar por el sur de África por segunda vez este mes, la tormenta tropical Freddy barrió el sur de Malaui el 12 de marzo de 2023, con fuertes vientos y lluvias torrenciales que dejaron los distritos afectados en estado de desastre y afectaron al suministro eléctrico en la mayor parte del país. La tormenta tropical Freddy será el sistema tropical más largo desde 1994, tras debilitarse y reintensificarse siete veces durante el último mes. El gobierno de Malaui ha declarado el estado de catástrofe en 10 distritos del sur, los más afectados por la tormenta. Un gran número de personas se han visto afectadas, de las cuales 101.648 hogares (aproximadamente 508.244 personas) han sido desplazados con 534 campamentos establecidos para alojar a los desplazados. Se espera que el número de muertos, que actualmente asciende a 499 (a 20 de marzo de 2023), aumente, ya que 427 personas siguen en paradero desconocido debido a que algunas zonas siguen incomunicadas a causa de las incesantes lluvias y el feroz viento. McBain Kanongodza, secretario general de la Cruz Roja de Malaui, ha declarado: "Agradecemos a la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja el apoyo prestado a través de este llamamiento de emergencia. Este apoyo contribuirá en gran medida a ayudar a los supervivientes a recuperarse de la conmoción causada por la devastación del ciclón tropical Freddy." La Cruz Roja de Malaui (CRM) está sobre el terreno, con voluntarios que trabajan en condiciones peligrosas, principalmente realizando labores de búsqueda y rescate por tierra y en embarcaciones de rescate. Los voluntarios están prestando primeros auxilios y apoyo psicosocial a los afectados. La CRM también distribuye artículos no alimentarios a los centros de evacuación y hospitales. John Roche, jefe de la Delegación de la IFRC para Malaui, Zambia y Zimbabue, declaró: "La destrucción que ha dejado tras de sí la tormenta tropical Freddy, que ha desplazado a un gran número de personas, es motivo de gran preocupación, ya que al mismo tiempo estamos haciendo frente a un brote generalizado de cólera. Tenemos que responder con rapidez y garantizar que la gente tenga acceso a agua potable limpia y segura para asegurarnos de que el cólera no se extienda fuera de control." La falta de saneamiento y de fuentes de agua limpia, que aumenta el riesgo de contraer el cólera, se verá amplificada después de que muchas viviendas hayan sido arrasadas por las aguas, dejando a las comunidades desplazadas alojadas en campamentos. El número de personas que viven en campamentos puede hacer que se conviertan en focos de cólera y enfermedades transmitidas por el agua. Además de los riesgos de cólera, las inundaciones han provocado que muchas comunidades se hayan quedado sin alimentos durante muchos días, así como daños generalizados en las granjas y la muerte del ganado. Muchas de estas zonas ya sufrían una importante inseguridad alimentaria. La IFRC y sus miembros han lanzado un Llamamiento de Emergencia por valor de 6 millones de francos suizos, que ayudarán a la CRM a prestar asistencia a 160.000 personas en 5 distritos, afectadas por los graves efectos de la tormenta tropical Freddy. A través de este llamamiento, la CRM y sus asociados de la IFRC tratarán de ampliar su respuesta a los efectos de la tormenta tropical Freddy. La respuesta se centrará en las necesidades inmediatas de las familias desplazadas y alojadas en campamentos. Para más información o concertar entrevistas, por favor, contacten con: En Malaui (IFRC): Ella Mcsharry, +263 78 689 3350, Felix Washon, +265 999 95 57 21, [email protected] En Pretoria (IFRC): Robyn Lee Doyle, +27605031833, [email protected] En Nairobi (IFRC): Rita Nyaga, +2541 10 837154, [email protected] En Ginebra(IFRC): Tommaso Della Longa, +41-79-708 4367, [email protected]

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Seis meses después: El retroceso de las aguas en Pakistán revela la necesidad de una ayuda prolongada

Islamabad/Sind, 28 de febrero de 2023 - La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) advierte que, en medio de la recesión económica mundial y local, se hace acuciante la necesidad de prestar apoyo económico a más largo plazo a las personas que perdieron sus hogares, medios de subsistencia y ganado en todo Pakistán a causa de las catastróficas inundaciones de hace seis meses. Para hacer frente a los efectos de las inundaciones, la IFRC y la Media Luna Roja de Pakistán han puesto en marcha una asistencia en efectivo y cupones para atender las necesidades urgentes de las personas más expuestas, entregando hasta ahora más de 420.000 francos suizos a 5.600 familias. Esta asistencia en efectivo permitirá a las familias satisfacer sus necesidades inmediatas, como alimentos, medios de subsistencia y otras necesidades esenciales. "Entendemos que las necesidades son aún inmensas tras las graves inundaciones, y que seguirán así durante un tiempo, ya que los daños son masivos. Estamos apoyando a las comunidades con dinero en efectivo, pero es importante reconocer que esta ayuda es un puente a corto plazo para las necesidades urgentes. La escalada de la inflación y el estancamiento de la economía no permiten que el dinero llegue tan lejos como la gente necesita", dijo Peter (Piwi) Ophoff, jefe de la delegación de la IFRC en Pakistán. "La ayuda en efectivo a más largo plazo a las personas afectadas por estas devastadoras inundaciones estimulará los mercados locales, lo que puede contribuir a la recuperación económica", añadió Ophoff. Entre junio y agosto del año pasado, las lluvias monzónicas extremas sumergieron un tercio de Pakistán, afectando a 33 millones de personas en todo el país. Las inundaciones monzónicas arrasaron la friolera de 2,2 millones de casas y dejaron sin hogar a cientos de miles de personas. Las familias se vieron obligadas a cobijarse en refugios improvisados al borde de las carreteras cuando el principal río del país, el Indo, se desbordó en miles de kilómetros cuadrados. El llamamiento de emergencia de la IFRC ha llegado a casi 1,3 millones de personas con artículos de socorro, refugio, salud, agua, saneamiento, kits de higiene y asistencia en efectivo polivalente en los últimos seis meses. La Media Luna Roja de Pakistán tiene la capacidad y los conocimientos necesarios para ayudar a las poblaciones afectadas por desastres mediante asistencia en efectivo y cupones de forma digna, fiable y eficiente utilizando un mecanismo de desembolso rápido. El presidente de la Media Luna Roja de Pakistán, Sardar Shahid Ahmed Laghari, señaló: "Todavía hay millones de personas sobre el terreno que buscan ayuda, y necesitamos el apoyo de las comunidades nacionales e internacionales para ayudar al mayor número posible de personas a fin de que puedan satisfacer sus necesidades urgentes y reanudar sus medios de subsistencia de una manera que mantenga la dignidad, la libertad, la capacidad de elección y el respeto", declaró Laghari. El programa polivalente de transferencia de efectivo de la IFRC tiene por objeto ayudar a los damnificados a reconstruir sus vidas. Pero las tasas de inflación disparadas no hacen sino agravar la situación, ya de por sí inestable. Para sobrevivir a ella, se necesita un apoyo continuado al llamamiento de emergencia lanzado en septiembre, ya que incluso después de seis meses sigue careciendo de fondos suficientes. Las devastadoras inundaciones, que dañaron gravemente propiedades residenciales, infraestructuras y otros bienes, provocaron la muerte de más de un millón de cabezas de ganado y dejaron incultivables grandes extensiones de tierras agrícolas, con la consiguiente pérdida exponencial de ingresos y medios de subsistencia para millones de personas. Los daños creados por las inundaciones, exacerbados por el cambio climático, empujaron aún más hacia la pobreza a comunidades ya de por sí económicamente desfavorecidas, haciendo que la ayuda disponible se quedara corta para satisfacer las crecientes necesidades de la población en medio de una recesión económica. Tras responder a las necesidades agudas de las personas afectadas por las inundaciones de 2022 en los primeros seis meses, la operación de emergencia de la IFRC está cambiando ahora su enfoque para satisfacer las necesidades de recuperación a más largo plazo de las comunidades afectadas. Para ello, las principales prioridades incluyen reforzar el acceso a agua potable e instalaciones de saneamiento, rehabilitar las unidades básicas de salud y poner en marcha programas de medios de subsistencia y asistencia en efectivo polivalente. La asistencia en efectivo es un enfoque fundamental que ayuda a los equipos de respuesta a situar mejor las necesidades y capacidades de las personas afectadas en el centro de la acción humanitaria. Permite a las comunidades decidir cómo cubrir necesidades esenciales como el alquiler, el transporte, las facturas, los alimentos y los medicamentos. Para más información, por favor, contacten con: [email protected] En Islamabad: IremKarakaya, +92 308 555 0065 Sher Zaman, +92 304 103 0469 En Kuala Lumpur:AfhrillRances, +60 19 271 3641 En Ginebra:Jenelle Eli, +1 202 603 6803

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