Concientización y educación pública para la reducción del riesgo de desastres: Mensajes claves para la toma de medidas en los hogares y los colegios (segunda edición)
Esta publicación actualizada ofrece consejos prácticos y orientación sobre los mensajes de reducción del riesgo de desastres e información para compartir con el público.
Puede ser utilizada por cualquier institución que tenga la responsabilidad de mejorar la seguridad de las comunidades y de mitigar los impactos de los choques, los peligros y los desastres.
Informe mundial sobre desastres 2018
En los últimos años, los gobiernos y las organizaciones de ayuda se han comprometido a garantizar que las personas más vulnerables del mundo no "se queden atrás".
Pero esos compromisos no se están cumpliendo. En el Informe mundial sobre desastres de 2018, estimamos que millones de personas que viven en crisis no están recibiendo la asistencia humanitaria que necesitan desesperadamente.
El informe identifica cinco errores que pueden llevar a que los actores humanitarios internacionales dejen a las personas sin darse cuenta. También incluye recomendaciones claras y convincentes para superar estos problemas estructurales.
Informe Mundial sobre Desastres 2022
La pandemia de COVID-19 ha sido el mayor desastre que se recuerda, se mire por donde se mire. Se ha confirmado la muerte de más de 6,5 millones de personas en menos de 3 años, y las repercusiones indirectas de la pandemia han afectado a las vidas de prácticamente todas las comunidades del planeta.
Nuestro Informe Mundial sobre Desastres 2022 se centra en la pandemia de coronavirus y la preparación: tanto las formas en que la preparación previa a COVID-19 fue inadecuada, como la forma en que el mundo puede prepararse más eficazmente para futuras emergencias de salud pública.
Para la IFRC, la preparación abarca la prevención, la respuesta y la recuperación de una emergencia. Por lo tanto, estar verdaderamente preparado significa estar listo para responder, para recuperarse y para aprender lecciones para la próxima vez. En otras palabras, la preparación es un proceso continuo.
Podemos salvar vidas simplemente estando preparados. La próxima pandemia podría estar a la vuelta de la esquina: si la experiencia de COVID-19 no acelera nuestros pasos hacia la preparación, ¿Qué lo hará?