Prevención/reducción de la violencia

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Nota de prensa

IFRC pide medidas urgentes para proteger a la niñez de la violencia ante el aumento de crisis y desastres

Bogotá/Ginebra, 07 de noviembre 2024 – Más de mil millones de niñas, niños y adolescentes en todo el mundo ven amenazada su seguridad, educación y dignidad, y cada vez más, la violencia y los desastres relacionados con el clima socavan sus derechos y su futuro. En la primera Conferencia Ministerial Mundial para poner fin a la violencia contra la niñez, realizada en Bogotá los días 7 y 8 de noviembre y auspiciada por los gobiernos de Colombia y Suecia, la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) hace un llamado para que se tomen medidas contundentes e inmediatas para proteger a la niñez.“Los Estados, las organizaciones y las comunidades deben reconocer las consecuencias a largo plazo de no proteger a la niñez”, dijo Gurvinder Singh, Asesor Senior de la IFRC para la Protección de la Infancia. “La violencia y el abandono tienen profundas repercusiones en la sociedad y alimentan ciclos de pobreza, problemas de salud e inestabilidad. Nos encontramos en un punto crítico: el mundo debe comprometerse a salvaguardar a los niños, niñas y adolescentes de todas las edades, géneros y capacidades.”La violencia y los desastres climáticos figuran entre las amenazas más urgentes para la infancia. La mitad de los niñas, niños y adolescentes siguen sin poder ejercer su derecho a una vida libre de violencias, que siguen omnipresentes, tanto en entornos cotidianos como humanitarios. La niñez está expuesta a violencia física, emocional y sexual en espacios destinados a protegerla, como hogares, escuelas y comunidades.Al mismo tiempo, los desastres relacionados con el clima -inundaciones, olas de calor y tormentas- aumentan el riesgo de daños, desplazamientos y explotación de los niños. A medida que aumentan las emergencias climáticas, también deben aumentar las inversiones en la protección de la infancia, centrándose en la alerta temprana, la acción temprana y las medidas proactivas para proteger a la niñez antes de que se produzcan los desastres. Especialmente a quienes con demasiada frecuencia son dejados de lado y abandonados en sus comunidades, como las niñas y niños con discapacidad.Las Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja aportan una vasta experiencia en la ejecución de programas localizados para proteger a los niños de la violencia, el abuso y la explotación. Trabajan para garantizar un acceso seguro, igualitario e ininterrumpido a una educación de calidad e inclusiva y a oportunidades de aprendizaje. La ampliación de estas iniciativas basadas en evidencias es esencial para avanzar en la protección de la infancia y alcanzar los objetivos de esta Conferencia Ministerial.En su documento "2025-2028: Poner fin a la violencia contra la niñez en y a través de la educación", la IFRC impulsa alianzas con escuelas, comunidades e instituciones públicas para crear entornos seguros y reducir los riesgos en situaciones de emergencia. La Federación Internacional colabora con los ministerios de educación, salud y clima, así como con organismos y equipos locales de investigación para desarrollar sistemas de reducción de riesgos que protejan a la niñez de la violencia y la explotación, especialmente durante desastres y crisis.“Proteger a la niñez de la violencia y los desastres es una responsabilidad compartida. En la Cruz Roja trabajamos -y seguiremos trabajando- con las comunidades, el Estado y la misma niñez para garantizar que toda niña, niño y adolescenta crezca con esperanza y sin miedo”, dijo la Dra. Judith Carvajal de Álvarez, Presidente Nacional de la Cruz Roja Colombiana. "Alrededor mundo, los 16 millones de personas voluntarias de nuestra red humanitaria son vitales para reforzar la participación real de la infancia, los sistemas comunitarios de cuidado y los servicios clave para la defensa de los derechos y el bienestar de la infancia”.Para obtener más información y concertar entrevistas, puede escribir a: [email protected] Colombia – Angie Rodríguez +573204314860En Panamá - Susana Arroyo Barrantes +50769993199En Ginebra – Tommaso Della Longa +41797084367Hannah Copeland +41762369109Notas para la edición:Entre los ejemplos de la labor de la Cruz Roja en materia de protección de la infancia en las Américas figuran:Colombia: La Cruz Roja está implementando un proyecto de protección de la infancia en zonas afectadas por el conflicto armado (también activo en Honduras) y desarrollando mecanismos para salvaguardar a los niños en Nariño y Tumaco. Además, la Cruz Roja dirige el Programa Acción y Convivencia, que promueve la inclusión y fomenta valores de tolerancia, respeto y no discriminación para prevenir la violencia entre niños y adolescentes.Honduras: La Cruz Roja gestiona un centro para niños migrantes no acompañados y familias migrantes retornadas, que proporciona asistencia administrativa, atención sanitaria, apoyo psicosocial y promueve la reintegración social.Panamá: La Cruz Roja desarrolla programas como brigadas educativas y «Escuelas Azules», que crean ambientes seguros en espacios educativos, fomentan el cuidado del medio ambiente y apoyan la salud mental. También gestiona un albergue de protección a la infancia en coordinación con el gobierno, que ofrece atención sanitaria, educación y apoyo psicosocial a niños de 0 a 12 años.México: La Cruz Roja ha desarrollado una política de protección de la infancia y un programa dirigido por equipos nacionales de jóvenes para abordar las necesidades de protección y salud mental de los niños durante las emergencias y a lo largo de las rutas migratorias.Costa Rica: La Cruz Roja colabora con organizaciones como Visión Mundial y UNICEF en proyectos de protección y participación infantil en situaciones de emergencia, así como en la prestación de asistencia médica y apoyo nutricional a niños y adolescentes en contextos migratorios.Guatemala: En coordinación con funcionarios públicos, los voluntarios de la Cruz Roja ofrecen atención sanitaria y de salud mental, asistencia humanitaria y apoyo a los niños migrantes retornados. Esto incluye proyectos de psicoeducación y tutoría escolar destinados a reducir el abandono escolar. Además, llevan a cabo un programa de concienciación sobre salud, higiene y primeros auxilios, con personajes de dibujos animados que enseñan a los niños sobre estos temas.Ecuador: La Cruz Roja gestiona espacios seguros para niños en contextos migratorios, con el apoyo de una política de protección de la infancia alineada con su política nacional de protección, género e inclusión. También lleva a cabo proyectos de primera infancia que ayudan a las familias con niños de 0 a 6 años, garantizando la protección y la preservación de la familia.Trinidad y Tobago: Los voluntarios de la Cruz Roja promueven el acceso a la educación y el apoyo psicosocial a través de espacios amigos de la infancia.Islas Caimán: La Cruz Roja dirige un programa educativo en YouTube con personajes animados, «Bobo y Teedee», que enseñan a los niños sobre higiene, salud, seguridad y convivencia familiar de forma atractiva.

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Agua: Un elemento clave para la estabilidad y la salud de las comunidades que se enfrentan a un mundo inseguro y cambiante

Desde hace más de una década, el pueblo de Sudán del Sur se enfrenta a enormes dificultades causadas por el conflicto interno en curso, los desplazamientos masivos y una serie de desastres relacionados con el clima que, paradójicamente, han traído tanto sequías prolongadas como lluvias intensas. "En 2019, un tercio del país estaba bajo el agua, con todas las consecuencias que ello conlleva", explica Bonface Okotch, experto en agua y saneamiento de la Cruz Roja Neerlandesa en Sudán del Sur. Desde entonces, comunidades de amplias franjas del país se han visto inundadas por completo y han sido desplazadas periódicamente, con sus cosechas y medios de vida arruinados.El condado de Aweil Sur, en el norte de Sudán del Sur, es una de las zonas más afectadas por las inundaciones cíclicas y la violencia, así como por el flujo de personas refugiadas que huyen de la violencia a través de la frontera norte del país con Sudán.Al mismo tiempo, la cobertura de agua y saneamiento en el país es baja: menos del 10% tiene acceso a saneamiento mejorado y el 42% no tiene acceso a fuentes de agua confiables, seguras y sostenibles.Esto no sólo deja a la población vulnerable a enfermedades infecciosas, sino que significa que la gente pasa una cantidad excesiva de tiempo obteniendo agua de fuentes lejanas. Esto resta tiempo a otros elementos esenciales como la educación, los medios de subsistencia y la producción de alimentos que aportan salud y estabilidad a las familias y las comunidades.Un futuro pacífico y sostenibleUn proyecto en curso aborda esta dinámica. En alianza con la Unión Europea (UE), la IFRC, la Cruz Roja de Sudán del Sur y la Cruz Roja Neerlandesa han podido reducir el impacto de las inundaciones y las sequías, a la vez que fomentan la resiliencia para que la población pueda seguir recuperándose de futuros contratiempos.Como parte del proyecto, conocido como Alianza Programática, la Cruz Roja de Sudán del Sur ha desempeñado un papel central en la rehabilitación de las instalaciones de agua y en la construcción de otras nuevas diseñadas para ser sostenibles a largo plazo, explica Abdallah Bennet, experto en agua, saneamiento e higiene (WASH) de la Cruz Roja de Sudán del Sur."En algunas zonas, las comunidades se enfrentan a problemas de acceso limitado al agua potable, especialmente durante las inundaciones", explica. "La mejora de las bombas manuales a sistemas solares es un aspecto clave de nuestro trabajo. A través de la Alianza Programática abordamos estos problemas con soluciones sostenibles.Capacitamos a las comunidades locales formando a mecánicos de bombas y comités de uso del agua, asegurándonos de que puedan gestionar y mantener por sí mismos los puntos de agua de forma eficaz», añade. «El agua es vida. Es fundamental para la vida misma. Sin ella, nada sigue adelante".La Cruz Roja de Sudán del Sur también ha formado a personas voluntarias en la promoción de la higiene (lavado de manos, manipulación segura del agua y los alimentos, construcción y uso de retretes, habilidades de comunicación, entre otras cosas) para que puedan realizar visitas casa por casa para promover la higiene.Pero eso no es todo. "La gente de las comunidades recibe formación para evaluar los riesgos meteorológicos, controlar los niveles de agua y tomar medidas rápidas si la comunidad está en peligro", dice Bonface. "Durante las emergencias, refuerzan los diques, limpian los canales de desagüe y prestan asistencia a los grupos vulnerables".El trabajo que se realiza en Aweil es sólo un ejemplo de cómo el acceso al agua potable -junto con otros esfuerzos coordinados para minimizar los riesgos- desempeña un papel fundamental en la estabilización de la salud de las comunidades que se enfrentan a múltiples amenazas.Mientras el mundo humanitario celebra la Semana Mundial del Agua, que este año promueve el tema de Unir fronteras: Agua para un futuro pacífico y sostenible, este proyecto ofrece un ejemplo de los esfuerzos de colaboración necesarios para que las comunidades vulnerables puedan disfrutar de un futuro pacífico y sostenible.Tras la instalación de las plantas de agua en Aweil del Sur, por ejemplo, la comunidad ha experimentado una mejora significativa en el bienestar y la salud de la comunidad, según la Cruz Roja de Sudán del Sur."Estoy muy contento de que la Cruz Roja haya instalado el patio de agua en nuestra comunidad", dice Abu Adub, residente local de la aldea de Gakrol, en Aweil Sur. "La gente lo utiliza mucho. Cerca de la bomba manual siempre hay mucha gente. Esto ha hecho que disminuyan enfermedades como la diarrea, sobre todo entre en la niñez y y la población adulta mayor".La proximidad a las fuentes de agua potable permite disponer de más tiempo para otras tareas domésticas, como las tareas de cuidado."Antes, cuando no teníamos patio de agua, bebíamos del pozo y no era bueno para nuestra salud", continúa Abu. "Cuando no teníamos agua, nuestros hijos e hijas solían bañarse (en el pozo) a altas horas de la noche. Íbamos a por agua al pozo de allí y también al río. Tardábamos mucho en traer el agua. Al menos dos horas.Desde que la Cruz Roja nos ayudó con la bomba manual, las niñas y niños pueden bañarse antes y luego volver a casa".Adut Wek, que vive en Gakrol, en la región de Aweil, compartió una historia similar. "Antes, cuando bebíamos agua del río, nos dolía el estómago", dice Adut. "Desde que tenemos el patio de agua, ya no tenemos enfermedades transmitidas por el agua. El principal problema ahora es que algunas personas viven lejos y aún no tienen agua". Más información sobre la Alianza Programática y la labor de la IFRC en el suministro de agua potable:El apoyo en materia de salud, agua, saneamiento e higiene (WASH) disponible en Aweil cuenta con el respaldo de la Alianza Programática entre la red de la IFRC y la Unión Europea. La alianza proporciona financiación estratégica, flexible, previsible y a largo plazo, para que las Sociedades Nacionales puedan actuar antes de que se produzca una crisis o una emergencia sanitaria. Se está aplicando en 24 países de todo el mundo. Programa de Agua, Saneamiento e Higiene de la IFRCDía Mundial del Agua 2024

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Asistencia en efectivo: "Hoy veo un futuro mejor para mis hijas".

Desde hace varios años, la región del Extremo Norte de Camerún se enfrenta a los efectos del cambio climático, caracterizados por sequías, alteraciones estacionales e inundaciones recurrentes, con consecuencias desastrosas para la agricultura, la ganadería e incluso el acceso a los centros de abastecimiento y los mercados, entre otros problemas. Esta situación ha provocado un mayor deterioro de la situación económica de los hogares locales.A los efectos del cambio climático se suman las tensiones sociales marcadas por los conflictos y agravios intercomunitarios, así como la presencia de grupos armados no estatales. En los últimos diez años, estos factores han creado una situación de inseguridad que ha provocado movimientos de población y, para mucha gente, la pérdida de sus personas queridas."Perdí a mi marido hace unos años", cuenta Soumaïra, que vive con sus hijas en el pueblo de Ndoukoula, en la región del Extremo Norte de Camerún. "Tenía 13 años cuando nos casamos. Unos años después di a luz a nuestra primera hija. Mi marido nos cuidaba muy bien. Su trabajo consistía en criar los rebaños de los hombres importantes de la zona, y también se encargaba de venderlos"."Un día, cuando volvía de un pueblo de la frontera con Nigeria para vender los animales de uno de sus jefes, lo mataron en un ataque. Acababa de dar a luz a nuestra segunda hija, y yo ya era viuda con dos niñas que mantener".Una vida renovada gracias a la asistencia en efectivoAl haber perdido a sus padres cuando tenía menos de 10 años, y enfrentándose a una situación precaria, Soumaîra fue acogida por el jefe de la aldea, que hace todo lo posible por cuidar de ella y de sus hijas."Un día, mientras realizaba mis tareas cotidianas, se me acercaron personas voluntarias de la Cruz Roja y algunos miembros de mi comunidad", recuerda. "Me dijeron que querían recabar información sobre mí para ver si podía optar a alguna otra ayuda económica que me permitiera cubrir las necesidades inmediatas de mi familia".Resulta que el pueblo de Soumaïra es uno de los ocho destinatarios de la Alianza Programática entre la IFRC, la Dirección General de Protección Civil Europea y Operaciones de Ayuda Humanitaria (ECHO) y la Cruz Roja Francesa en Camerún.Como parte de la segunda fase de las operaciones de la Alianza en la región, 1.000 hogares de la región del Extremo Norte reciben ayuda en efectivo desde enero de 2024. Las entregas de efectivo se realizaron para responder a las necesidades básicas más urgentes de la población de esta región, tras la violencia armada, los efectos del cambio climático y los impactos residuales y económicos de la pandemia de COVID-19."Les dije todo lo que querían saber y confiaba en ser seleccionada, y así fue. Algún tiempo después, me explicaron que recibiría 64.000 francos centroafricanos (unos 91 francos suizos) en tres plazos. Con ese dinero podría comprar algunos artículos importantes para la casa, hacer que cuidaran de mis hijas si alguna vez se ponían enfermas y, con el resto, si quería, montar un pequeño negocio"."Hoy he recibido mi primera asignación económica y estoy muy contenta. Con este dinero voy a comprar mijo y otros alimentos para alimentar a mis hijas. También voy a empezar a criar ganado y a comerciar para ganarme la vida. Es un proceso que continuará con los demás fondos que reciba. Podré atender las necesidades escolares de mis hijas y luchar por cambiar sus vidas"."Hoy puedo ver un futuro más brillante para mis hijas".Además de la ayuda en efectivo, la Cruz Roja de Camerún está compartiendo mensajes de sensibilización comunitaria sobre la mejor manera de prepararse y responder a epidemias y desastres, así como sobre la comunicación de riesgos y la participación de la comunidad.

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Nota de prensa

“Necesitamos hacerlo mejor”: un informe de la Federación Internacional revela brechas en la protección infantil durante desastres relacionados con el clima

Kingston, Jamaica - 19 de noviembre de 2021. La abrumadora mayoría de los adolescentes sienten que no tienen la información necesaria para estar a salvo de posibles actos de violencia, abuso y explotación en desastres relacionados con el clima. Este es uno de los principales hallazgos de “Necesitamos hacerlo mejor: desastres relacionados con el clima, protección infantil y acción de localización en el Caribe”, un estudio reciente realizado por la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC). El informe ha revelado que, aunque los desastres relacionados con el clima afectan a todas las personas de la región, los niños están particularmente en riesgo. Constituyen una gran parte de la población del Caribe y son más vulnerables a la violencia, el abuso y la explotación en situaciones de desastre, mientras que los sistemas para protegerlos no siempre funcionan. El estudio también destaca que no existen leyes específicas para proteger a los niños de la violencia, el abuso y la explotación cuando ocurren desastres. Gurvinder Singh, Asesor Principal de Protección Infantil de la Federación Internacional y uno de los autores del informe, dijo: “Si bien los niños tienen potencialmente una gran capacidad de liderazgo e innovación, desafortunadamente, sus voces rara vez se buscan o se escuchan. Además, existe un enorme déficit de oportunidades significativas para que los niños participen en las decisiones que les afectan. Esto es especialmente importante en las etapas de preparación y respuesta a desastres. Los adolescentes creen que incluso si participan, es posible que los adultos no tomen en serio sus opiniones”. Al poner las voces, perspectivas e ideas de los niños al frente, el informe busca comprender las relaciones generalmente inexploradas entre los desastres relacionados con el clima y las preocupaciones de los niños en torno a la violencia, el abuso, la explotación y los desafíos de salud mental. También envía una advertencia a los gobiernos y organizaciones cívicas para que desempeñen un papel más activo en la promoción y el respeto de los derechos del niño, especialmente en lo que respecta al tema del abuso infantil y la necesidad de programas de prevención urgentes y eficaces. Ariel Kestens, jefe de delegación de la Federación Internacional para el Caribe de habla holandesa e inglesa, dijo: “Es fundamental que los gobiernos mejoren las leyes nacionales, inviertan en sistemas de protección infantil, mejoren la coordinación local, capaciten al personal de respuesta local, incluyan la protección y el cambio climático en el plan de estudios escolar y recopilen datos desglosados ​​por sexo, edad y discapacidad en las respuestas a desastres. La Red de la Federación Internacional en todo el Caribe está lista para apoyarlos para que continúen esforzándose por satisfacer el interés superior de cada niño afectado por desastres climáticos cada vez más frecuentes y destructivos ". El informe también recomienda acciones prácticas para el sector humanitario, como el diseño de comunicaciones adaptadas a los niños, la implementación de mecanismos de retroalimentación de la comunidad, incluida la protección infantil en la acción anticipatoria, la integración de la protección infantil en la preparación, las evaluaciones y la planificación, y la creación de espacios para que los niños y adultos participen, se apoyen mutuamente y encuentren soluciones viables a los riesgos de protección. El estudio se basó en discusiones y una encuesta en línea con 198 adolescentes de 14 a 17 años en las Bahamas, Jamaica y Trinidad y Tobago; entrevistas con 30 adultos de diferentes agencias de protección infantil y de desastres, e investigación de antecedentes. Es parte de la campaña "Necesitamos hacerlo mejor" de la Federación Internacional para mejorar la protección de los niños en desastres relacionados con el clima. El informe completo está accesibleaquí. El resumen del informe para adolescentes estáaquí. Para más información pueden contactar con: En Jamaica: Trevesa DaSilva | +876 818-8575 | [email protected] En Panamá: Susana Arroyo Barrantes | + 506 8416 1771 | [email protected]