Restaurando los Vínculos Familiares

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Sudán: "el año más difícil" tras el estallido del conflicto

Un año después del estallido de violencia en Sudán, que causó la muerte de miles de personas y el desplazamiento de nada menos que 8,6 millones, el voluntariado y el personal de la Media Luna Roja Sudanesa siguen trabajando sin descanso, con recursos limitados, para atender las enormes necesidades humanitarias.Wajdan Hassan Ahmed es voluntaria de su Sociedad Nacional desde hace 16 años. Describe los 12 meses posteriores al 15 de abril de 2023 -cuando los residentes de la capital, Jartum, se despertaron con el aterrador sonido de disparos y explosiones- como el año más difícil de su vida."Las historias que viví al principio de la guerra, las evacuaciones de personas desfiguradas por la metralla de las bombas, las historias de padres que habían perdido a sus hijas, madres que habían perdido a sus hijos, padres que habían perdido a toda su familia... todas estas historias se han quedado conmigo y no puedo olvidarlas", afirma.Apoyo psicosocialAdemás de ayudar a evacuar a las personas y ponerlas a salvo lejos de los combates, Wajdan y sus colegas de la Media Luna Roja han prestado el apoyo psicosocial que tanto necesitan, así como alimentos, agua e información.Muchas familias quedaron separadas por el pánico causado por la violencia, y el consiguiente desplazamiento dentro y fuera de Sudán ha alejado a la gente de sus seres queridos. El servicio de Restablecimiento del Contacto entre Familiares de la Media Luna Roja Sudanesa sigue ayudando a ponerles en contacto y reunirles."Estamos trabajando duro para reunir a las familias que han sido separadas de sus hijas e hijos", dijo Wajdan. "Algunas personas tienen entre siete y diez años, y otros edades diferentes".Clínicas de saludLos equipos de la Media Luna Roja Sudanesa también han estado operando clínicas de salud fijas y móviles, ayudando a las personas en situación de riesgo a obtener la atención que necesitan, dondequiera que se encuentren. Se estima que el 80% de los centros de salud de Sudán han dejado de funcionar desde que comenzó la crisis, lo que ha ejercido una intensa presión sobre los servicios de salud comunitarios de la Media Luna Roja.En su calidad de organización neutral e imparcial de confianza, con miles de personas voluntarias altamente capacitadas y una presencia permanente en las comunidades de los 18 estados, la Media Luna Roja Sudanesa ha estado a la vanguardia de la respuesta durante este último año. Alrededor de 4.000 personas voluntarias han participado directamente en la respuesta de emergencia.La IFRC venía colaborando estrechamente con la Media Luna Roja Sudanesa y el CICR desde mucho antes del comienzo del conflicto y seguirá haciéndolo mientras haya personas necesitadas. Muchas Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja asociadas también han aportado apoyo, recursos y personal para mejorar las operaciones de respuesta. Entre ellas figuran las Sociedades Nacionales de Alemania, Dinamarca, España, Noruega, Países Bajos, Qatar, Suecia, Suiza y Turquía.Financiación insuficienteLa IFRC lanzó un llamamiento de emergencia en apoyo de la Media Luna Roja Sudanesa, aunque sigue sin recibir fondos suficientes.También se lanzó un llamamiento regional para los movimientos de población con el fin de ayudar a las Sociedades Nacionales de Egipto, Chad, Sudán del Sur, República Centroafricana, Etiopía y Libia a apoyar a las personas desplazadas de Sudán.Ambos llamamientos son fundamentales para proporcionar ayuda y socorro a las personas afectadas por la actual crisis en Sudán y la región circundante. Se necesitan más fondos para atender las necesidades urgentes de estas poblaciones vulnerables.Llamado a la acciónLa IFRC y la Media Luna Roja Sudanesa hacen un llamado a todas las partes en Sudán para que reflexionen sobre los retos humanitarios que ha planteado el conflicto. A pesar del apoyo que se ha movilizado -alrededor del 10 por ciento del total necesario- nada podrá colmar estas lagunas si no se abordan las causas profundas.La red de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja hace un llamado a todas las partes para que se unan por el bien de la humanidad y por las personas, incluidos los niños, que están sufriendo debido a este conflicto en curso. Y hace un llamamiento a las personas de todo el mundo para que apoyen los llamamientos de emergencia críticos que nos ayudarán a garantizar que las comunidades y familias afectadas puedan superar esta crisis, que entra ahora en su segundo año.

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De norte a sur: Cruz Roja Hondureña acompaña a miles de migrantes en su vuelta a casa

Máximo y George son dos gemelos Hondureños de 27 años que, ante el desempleo y la falta de oportunidades, tomaron la difícil decisión de migrar hacia el norte en busca de un futuro mejor. Sin embargo, su viaje no salió como habían planeado.“Quedamos varados, sin dinero, sin nada, pero decidimos continuar. En el camino nos asaltaron y sufrimos extorsión, casi perdemos la vida. Nos pusieron una pistola diciéndonos “ustedes pagan tal cuota, o si no, aquí no más va a quedar un saco”, cuenta George.Historias como esta son, por desgracia, demasiado comunes a lo largo de la ruta migratoria centroamericana. La violencia generada por grupos criminales, el incremento del desempleo, el alza en el costo de la vida, entre otras razones; alientan a la población a migrar. No sólo de sur a norte, sino también de norte a sur.Honduras es un territorio de origen, retorno y tránsito de personas migrantes. Cada día, cientos de personas -a veces miles- abandonan el país, muchas otras lo atraviesan rumbo a Norteamérica; y hay quienes regresan a él tras haber migrado tiempo atrás.En el 2023, más de 56.000 personas migrantes hondureñas, como Máximo y George, regresaron a su país, lo que equivale a más de 150 personas por día.“Una de las causas por las que regresan las personas, según las entrevistas que hemos realizado, es reunirse con su núcleo familiar”, explica Nicol Palacios, Asistente de Protección del Centro de Atención al Migrante Retornado (CAMR) ubicado en Omoa, al noroeste de Honduras.“Inciden mucho los retos que enfrentan en la ruta migratoria: sufrir violencia, los largos trayectos que tienen que caminar, pasar la noche en la calle, no tener alimentación o al menos no la alimentación que se acostumbra en su país. El cansancio también es otro de los motivos por los que paran; y si se sienten abatidas deciden entregarse a las autoridades para que les retornen a Honduras”, añade.Desde la frontera de Corinto, entre Honduras y Guatemala, la Cruz Roja Hondureña (CRH) facilita el transporte de las personas migrantes hacia el CAMR de Omoa, donde les atiende el personal y voluntariado de la CRH y del Instituto Nacional de Migración.“Este Centro les da la oportunidad a las personas retornadas, de sentir un abrazo de calidez al regresar a su país”, mencionó Mario Alberto Ávila, Director del CAMR de Omoa.Al mismo tiempo, en el municipio de Belén, la Cruz Roja Hondureña gestiona el Centro de Atención para Niñez y Familias Migrantes en alianza con el Instituto Nacional de Migración y la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia, donde recibe a núcleos familiares y niñez no acompañada que ingresan vía aérea desde el Aeropuerto Internacional Ramón Villeda Morales.“Todos los casos en el centro son difíciles, todos. Las personas vienen frustradas, molestas porque no lograron el objetivo de llegar a su destino”, narró Gabriela Oviedo, Administradora del Centro-Belén, Cruz Roja Hondureña.“Lo que a nosotras nos ha impactado más es recibir a bebés tan chiquitos de días, de meses; a niñas y niños que no saben ni hablar. Les recibimos en el centro y les damos ese trato amoroso que se merecen hasta que los entregamos al familiar que les espera”, nos cuenta.Salvar vidas y atender las necesidades de las personas migrantes a lo largo de las rutas migratorias, es cada vez más urgente. La prioridad de la IFRC es ofrecerles asistencia de calidad y adaptada a las necesidades específicas de los grupos en situación de mayor vulnerabilidad; sin importar su estatus migratorio o el motivo de su migración.Y es que las rutas migratorias irregulares agudizan las condiciones vulnerables que muchas personas ya viven cuando inician su travesía. Es el caso de Marilyn, una mujer joven hondureña que trabajaba en un restaurante, pero perdió su empleo debido la pandemia del COVID-19. La condición de desempleo, sumada a la pérdida de su vivienda tras las inundaciones causadas por los huracanes Eta e Iota en el 2021, la empujaron a migrar.Tener que separarse de sus dos niñes no fue fácil. Marilyn ha cruzado la frontera varias veces con la meta de llegar a Norteamérica. Desafortunadamente, no ha tenido éxito. En la ruta ha pasado por asaltos, hambre, fracturas en sus dos pies, el vuelco de una lancha; hasta el cruce de un pantano que le tapaba hasta la cintura.“Mi sueño es en unos 5 años tener mi propia casa. Poner mi negocio y que mis hijos estén bien, ponerles a estudiar. Que tengan mejores oportunidades que las que yo tuve”,dice Marilyn.La red de la IFRC se esfuerza por prestarles asistencia y protección a las personas retornadas que, al igual que Marilyn, Máximo y George, buscan un mejor futuro. Incluso sabiendo que las condiciones que les impulsaron a migrar siguen allí; y no han mejorado.De julio 2022 a mayo 2023, el llamamiento de emergencia lanzado por la IFRC para abordar la crisis migratoria en México y Centroamérica, le ha permitido a la CRH atender a más de 59,000personas y brindarles múltiples servicios; incluyendo asistencia en salud, apoyo psicosocial, acceso a servicios de agua y saneamiento, y dinero en efectivo para que las personas destinatarias puedan cubrir gastos urgentes, como alojamiento o comida.El desafío es inabarcable, pero seguiremos trabajando para defender los derechos y la dignidad de las personas migrantes, y prestándoles servicios humanitarios vitales. Sean quienes sean y estén donde estén.

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La Cruz Roja extiende su apoyo a las familias separadas por la violencia y el conflicto

Budapest/Ginebra, 13 de mayo de 2022 - En vísperas del Día Internacional de la Familia, el 15 de mayo, el Movimiento de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja amplía sus servicios de reunificación familiar con una nueva iniciativa. El proyecto Caminos de Reunificación para la Integración (REPAIR, en inglés) está cofinanciado por el Fondo de Asilo, Migración e Integración (AMIF) de la Unión Europea, y permite la reunificación familiar segura y legal en la UE, asistiendo a los beneficiarios de protección internacional y a sus familiares antes, durante y después de la llegada. El proyecto, de tres años de duración, está dirigido por la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) en colaboración con la Cruz Roja Austriaca, Británica, Francesa y Eslovena y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR). Las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja de estos cuatro países están ampliando su apoyo ofreciendo una serie de servicios que incluyen asesoramiento, apoyo para la solicitud de visados, sesiones de orientación sociocultural, apoyo psicosocial y clases de idiomas. También prestan apoyo a la integración para ayudar a los miembros de la familia a reconectarse después de un largo período de separación. Basándose en la larga labor del Movimiento de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja con los migrantes y los refugiados, el proyecto pretende mejorar y ampliar la actual prestación de servicios mediante el desarrollo de nuevas herramientas y enfoques, que también se compartirán con las principales partes interesadas. Las actividades del programa contribuirán a mejorar el viaje de reunificación familiar para las comunidades afectadas y a reforzar la red de agencias en Europa y fuera de ella. La Directora Regional para Europa de la IFRC, Birgitte Ebbesen, dijo que el derecho a la vida familiar debe ser respetado, independientemente de la procedencia de las personas: "Ya sea de Ucrania, Siria, Afganistán o Somalia, las personas que huyen de la violencia y la persecución suelen quedar separadas de sus familiares, lo que puede tener consecuencias devastadoras para su bienestar. Sin sus seres queridos, no son capaces de reanudar una vida normal. La reagrupación familiar es esencial para hacer realidad el derecho a la vida familiar en Europa y es clave para la integración a largo plazo en las comunidades de acogida." El proyecto se basa en el Restablecimiento del Contacto entre Familiares (RCF), un mandato clave del Movimiento de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja para llevar a cabo actividades destinadas a prevenir la separación y la desaparición, buscar a las personas desaparecidas, restablecer y mantener el contacto entre los miembros de la familia y aclarar la suerte de las personas dadas por desaparecidas. La reagrupación familiar es una de las vías seguras y legales de protección hacia Europa, pero las familias se enfrentan a muchos retos debido al complejo marco jurídico y a los obstáculos prácticos. Reunir a los beneficiarios de protección internacional y a sus familiares se convierte a menudo en un proceso largo e inseguro. El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja pide un enfoque más holístico y orientado a la protección, que sea seguro, inclusivo y que proporcione el apoyo necesario a las familias en cada paso del camino. Preparar a las autoridades locales y a las comunidades de acogida para las llegadas debería ser también parte integrante de la acción. "Un proceso de reagrupación familiar justo y rápido garantiza la dignidad y ayuda a evitar que familias desesperadas emprendan viajes peligrosos para reunirse con sus seres queridos, que a menudo se traducen en muertes trágicas y en personas desaparecidas en el camino. No sólo ayudamos a las personas, sino que salvamos vidas", añadió la Sra. Ebbesen. Para más información, por favor, contacten con: En Budapest: Nora Peter, +36 70 265 4020, [email protected]

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