Por Fernando Gandarillas
Paraguay es el tercer país de la región con mayor incidencia en casos de Dengue. Este es el tercer año consecutivo en el que se presenta un intenso brote de la enfermedad. En 2020 se ha tenido el mayor número de casos en la historia del país (más de 220 mil casos) y hasta el momento 73 personas han fallecido. Las ciudades con mayor afectación son Asunción, Mariano, Limpio y Capiatá. La Cruz Roja Paraguaya ha venido trabajando desde inicios del año para atender la emergencia en dichas localidades. Con el apoyo de la IFRC la Sociedad Nacional implementó un proyecto de respuesta al dengue en dichas ciudades llegando a 1280 familias. Las acciones se enfocaron en generar actividades educativas para la prevención, higiene y saneamiento, así como entrega de kits de protección y de higiene. Estas actividades sufrieron serias complicaciones para su ejecución con la aparición de la COVID-19 en el país.
La pandemia complicó los trabajos que la Sociedad Nacional venía desarrollando. “Debido a las restricciones de movilidad y las medidas de distanciamiento social nos vimos imposibilitados de continuar con las actividades que realizábamos en las comunidades” señala Magali Paredes, Responsable de Salud para Dengue y COVID-19 de la Cruz Roja Paraguaya. Gran parte del trabajo con la comunidad se realizaba a través de reuniones comunitarias, donde se impartían talleres y se socializaban conocimientos. Una de las labores más importantes fue la creación de brigadas comunitarias para trabajar en la prevención y respuesta del brote de la enfermedad a nivel local.
Algunas de las familias que viven en las zonas afectadas trabajan en reciclaje de basura. Muchos de los accesorios reciclados son guardados por las personas en los patios de sus hogares o en lugares cercanos a donde viven. Ahí se acumula el agua lluvia y se generan criaderos de mosquitos. Debido al vínculo directo con los medios de vida de las personas, la acción del personal de la Cruz Roja estaba encaminado a informar y capacitar a miembros de la comunidad sobre cómo prevenir la propagación de las larvas del mosquito sin que la actividad económica se vea afectada. “Sentimos que siempre existió una importante participación e interés por parte de los miembros de la comunidad porque sabían que nosotros somos conscientes de esto y que queremos trabajar con ellos para encontrar soluciones” indica Magali.
Por otro lado, parte del trabajo que la Cruz Roja Paraguaya vino haciendo se focalizó en 12 escuelas de las ciudades de intervención. El trabajo con niños para enseñarles sobre medidas de prevención del virus tuvo mucho impulso en un principio. Cuando se adoptaron las medidas de aislamiento los niños dejaron de ir a la escuela. Debido a estas circunstancias la Sociedad Nacional está trabajando para generar un proceso de capacitación a los profesores como agentes replicadores de conocimientos. La idea es que ellos participen de manera activa en la respuesta y atención a los niños.
La Cruz Roja incluyó el componente de COVID-19 en las acciones comunitarias desde el brote del virus. La creación de las brigadas comunitarias ha sido clave para difundir información y promover acciones de prevención tanto del dengue como del nuevo Coronavirus. Además, se crearon mecanismos de vigilancia comunitaria que implica un trabajo coordinado entre los miembros de la comunidad y la Unidad de Salud Familiar local (punto de atención pública de salud en la localidad) para que las personas informen, sin miedo a ser discriminadas, si han estado en contacto con personas que han dado positivo a la COVID-19 o si han estado seriamente expuestas al virus. “Muchas veces las personas no quieren informar sobre su condición de salud, si están presentando síntomas o si han estado en contacto con personas con COVID-19 debido a que se siente observadas” dice Magali. La Cruz Roja ha trabajado como intermediadora entre la comunidad y esta entidad estatal para facilitar las condiciones que generan seguridad en los informantes.
Las acciones de la Sociedad Nacional se llevaron a cabo en un momento en el que la emergencia de la COVID-19 captó totalmente la atención pública, en consecuencia, el interés público por la emergencia de dengue bajó considerablemente. En este sentido, la Sociedad Nacional trabajó desde el campo de la comunicación para mantener procesos de difusión en torno al nuevo Coronavirus y el dengue paralelamente.
El trabajo que ha venido desarrollando la Cruz Roja Paraguaya se ha sostenido con la participación activa de decenas de voluntarios que han sumado esfuerzos. Uno de los resultados más importantes del proyecto ha sido lograr un trabajo conjunto con un considerable empoderamiento de las personas de las comunidades afectadas. A pesar de las complicaciones generadas por los efectos de la Pandemia, los esfuerzos por controlar el dengue deberán continuar en el margen del esfuerzo y coordinación permanente de los actores locales, gubernamentales y de organizaciones humanitarias.
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Acción comunitaria contra el Dengue
Acción comunitaria contra el Dengue
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