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Bolivia: El reto de acceder a agua potable entre sequías e inundaciones

En el último año, la población boliviana ha tenido que hacer frente a inundaciones devastadoras, al año más caluroso y la mayor sequía de toda su historia. Más de dos millones de personas sufrieron los efectos de la falta de lluvia, mientras que las tormentas dejaron más de 50 muertes y 430 mil personas afectadas. Estos datos parecen confirmar lo que hace tiempo anunciaba la ciencia: Bolivia es el país más vulnerable a la crisis climática en América del Sur.Sequías prolongadasLa frecuencia e intensidad de los episodios de sequía es cada vez mayor tanto en el altiplano como en las llanuras del país. En 2023, llegó el período seco más prolongado de su historia, consecuencia de las altas temperaturas y la crisis climática, intensificada por el fenómeno de El Niño.En siete de los nueve departamentos de Bolivia (La Paz, Potosí, Cochabamba, Oruro, Chuquisaca, Tarija y Santa Cruz), cerca de dos millones de personas vieron como la falta de lluvia secaba sus campos, agotaba sus ahorros y lastimaba su salud física y mental.Los efectos fueron particularmente graves en las zonas rurales, donde los ingresos y los empleos dependen de la agricultura y la ganadería de camélidos, ovejas y vacas. Los reservorios de agua se secaron por completo, las cosechas de papa y otros alimentos básicos se perdieron; y las llamas y las alpacas empezaron a enfermar e incluso a morir de sed.“Cada vez que muere una llama, aparte de la pérdida emocional, estamos perdiendo como $100 USD, el equivalente a lo que necesitamos para vivir un mes en nuestro sector”, narra Evaristo Mamani Torrencio, vecino de Turco, en el departamento de Oruro.“Por familia más o menos perdemos entre 15-20 llamas. Es bastante dinero y eso es una pérdida no solamente para la comunidad, es una pérdida para el pueblo, porque de ahí viene el dinero para comprar nuestras cosas en Oruro. Si no hacemos ese movimiento económico y si no tenemos recursos, entonces simplemente no vamos a mover el mercado.”La escasez de agua puede provocar restricciones de uso, aumento en su precio y disminución en la calidad. Esto reduce la frecuencia de hidratación, debilita las medidas de higiene y aumenta la propagación de enfermedades estomacales e infecciosas.En casos como el de Evaristo y otras comunidades apoyadas por la Cruz Roja Boliviana, el largo tiempo que toma la recuperación tras la sequía, también puede llevar a las familias a tomar decisiones con efectos irreversibles sobre su vida, como vender su tierra, endeudarse o migrar.Inundaciones devastadorasMientras tanto, en otras partes de Bolivia, las repentinas inundaciones también están afectando gravemente al acceso de la población al suministro de agua potable. Elpasado 27 de febrero el nivel del río Acre en la ciudad de Cobija, frontera con Brasil, superó su máximo histórico y provocó la inundación de 16 sectores urbanos y 3 comunidades rurales. “Los deslizamientos asociados a las precipitaciones en el 90% del país, contrastan con una progresiva disminución anual de las lluvias registrada porServicio Nacional de Meteorología e Hidrologíaen los últimos años”, comenta Julian Pérez, Coordinador de Programas y Operaciones de la IFRC en los países andinos.“Algo que preocupa a la IFRC es que ambos eventos, sequías e inundaciones, tienen severosimpactos a largo plazo en la comunidad, afectando la producción de alimentos, la seguridad alimentaria y generando déficit hídrico y desnutrición”.Además de los daños en los campos e infraestructura, la población enfrenta ya casos de dermatitis, infecciones respiratorias y diarreas, mientras se prepara para evitar enfermedades transmitidas por mosquitos.“Sólo en el primer trimestre del 2024, Bolivia ha registrado un total de 11.000 casos de dengue”.Cruz Roja Boliviana en acciónEn ambos casos extremos, el acceso a agua potable y a servicios esenciales es vital para mantener la salud y evitar la propagación de enfermedades.Con apoyo de la Cruz Roja Boliviana y del Fondo de Emergencia para la Respuesta a Desastres (IFRC-DREF), 6.500 personas afectadas por las sequías e inundaciones podrán protegerse de enfermedades, hacer un uso seguro del aguay decidir cómo recuperarse,al recibir dinero en efectivo para atender sus necesidades más urgentes.“Bolivia necesita urgentemente implementar medidas de adaptación al cambio climático, como la reforestación y la construcción de infraestructuras adecuadas,así como mejorar el sistema de alerta temprana y apoyar los esfuerzos del Estado para fortalecer la gestión de desastres”, concluye Pérez.

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Cómo invertir en el liderazgo humanitario de las mujeres ha dado resultados en las Américas

Hace sólo cinco años, el 99% de las operaciones de respuesta a desastres llevadas a cabo por la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) en las Américas, fueron dirigidas por hombres. ¿Por qué tal disparidad? En gran parte, porque muchas de las mujeres que podrían participar en la formación y las operaciones necesarias para ocupar esos puestos tienen a su cargo niñas y niños, personas mayores o con discapacidad. Esto limita su disponibilidad para participar en la respuesta a emergencias.Por eso, en 2020, la IFRC y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) lanzaron la iniciativa Equidad y Liderazgo con un objetivo claro: aumentar el número de mujeres en puestos de gestión y liderazgo humanitario en las Américas.El proyecto comenzó como una oportunidad para crear una red entre iguales en la que las mujeres pudieran compartir y crecer juntas, tanto en puestos de liderazgo como a nivel local. A lo largo de los años, las mujeres que han participado en el programa han recorrido un camino de liderazgo -que incluyó formación en gestión y tutoría- a través del cual ampliaron sus competencias para dirigir operaciones en casos de desastre y emergencia."Quizás haya pocas mujeres liderando operaciones humanitarias por falta de oportunidades y motivación", dijo Karla Vogt, voluntaria de la Cruz Roja Boliviana que participó en la iniciativa. "Soy voluntaria de la Cruz Roja desde hace 11 años y siento que aún es necesario promover políticas internas de equidad de género".El programa, añadió, dio a las mujeres la oportunidad de "generar espacios para mostrar lo mejor que tenemos, ser ejemplo para otras mujeres y ejercer nuestras capacidades, muchas veces invisibilizadas por razones de género".La inversión da resultadosLos resultados han sido notables. Gracias a esta colaboración, el número de mujeres que dirigen operaciones humanitarias en América aumentó en 2020 al 48% y luego al 50% en 2021. Las respuestas de la IFRC a los huracanes Eta e Iota en 2020, la erupción del volcán La Soufrière en abril de 2021 y el terremoto de Haití en 2021 también fueron dirigidas por mujeres.La propia Vogt fue desplegada en 2021 como coordinadora sobre el terreno de la operación de respuesta a las inundaciones en Bocas del Toro (Panamá). Ese mismo año, la operación de respuesta a la crisis migratoria en Darién, Panamá, también fue dirigida por una mujer.Pero la cosa no acaba ahí. La dirección regional de la operación de respuesta al COVID-19, así como la respuesta a la pandemia en Perú, Argentina y Centroamérica estuvieron en manos de mujeres expertas en acción humanitaria, lo que supone una mejora sustancial respecto a las cifras de 2019."El corazón de la operación del volcán La Soufrière fueron y siguen siendo las mujeres que dieron y siguen dando su ser a la respuesta de emergencia", dijo Rhea Pierre, coordinadora de preparación para desastres y crisis climáticas de la IFRC en el Caribe de habla inglesa y holandesa. Pierre fue desplegada en 2021 como gestora de desastres como parte de la respuesta a la erupción del volcán La Soufrière en San Vicente y las Granadinas."Creo que programas como este han puesto de relieve el papel vital que desempeñamos en estos contextos de emergencia. En mi caso, me empujó a salir de mi zona de confort y me demostró que sí, que puedo lograrlo, que puedo ser un actor en este espacio y contribuir positivamente a mejorar la vida de la gente."En 2022, el 48% de las operaciones fueron dirigidas por mujeres, pero en 2023 esta cifra se redujo al 30%, lo que indica que la labor de equidad de género es algo que se gestiona continuamente, no se soluciona de una vez. Esta es una de las razones por las que la región de las Américas traza continuamente el progreso de la equidad de género en su respuesta a emergencias, a través de un sitio web que se actualiza periódicamente.Aunque la iniciativa ha permitido aumentar el número de mujeres formadas, desplegadas y que ocupan puestos de liderazgo en las operaciones humanitarias de la región, sigue siendo necesario avanzar en el diseño, la aplicación y la normalización de medidas que atiendan las necesidades relacionadas con el balance entre el trabajo y la vida personal, y la distribución del trabajo doméstico.El trabajo continúaDecenas de mujeres de las Sociedades de la Cruz Roja en las Américas han participado en programas de formación y mentoría, y han contribuido a la cocreación de un programa de formación de competencias."A las mujeres que inician su carrera humanitaria les digo: te necesitamos",dice Diana Oviedo, Coordinadora de Operaciones de la IFRC en Centroamérica, designada como Coordinadora de la respuesta a la pandemia por COVID-19 en Centroamérica. ”Necesitamos tu voz, tu visión del mundo, tus aportes para reducir el sufrimiento de quienes más lo necesitan".“Sos suficiente, tu experiencia, formación y calidad humana son suficientes, no dudés de vos misma. No sintás miedo de dar tu opinión, tengás o no una posición de liderazgo. Estamos en este mundo humanitario porque nos une un sentimiento común de humanidad, confiá en tu equipo, escuchá las soluciones que otras personas te ofrecen, acercate a otras mujeres que te inspiren y aprendé de sus experiencias.”.

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Estudio mundial de la IFRC sobre COVID-19: el banco de vacunas es un "elemento esencial" para la próxima respuesta a una pandemia

Ginebra/Ciudad de Panamá/Buenos Aires - 31 de enero de 2024Los gobiernos deben prepararse para la próxima pandemia creando un "banco de vacunas" internacional que garantice la disponibilidad y distribución de vacunas de forma equitativa en todas las regiones del mundo.Esa es la recomendación central de un nuevo informe elaborado tras un enorme estudio sobre el impacto del COVID-19 y las reacciones de las autoridades ante la pandemia. El informe se publica exactamente cuatro años después del primer llamamiento mundial de emergencia de la IFRC, el 31 de enero de 2020.La Federación Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) encargó a investigadores del Observatorio Humanitario, un Centro de Referencia de la IFRC gestionado por la Cruz Roja Argentina, la realización de un importante proyecto de investigación. Para ello, realizaron entrevistas a 16.027 personas, en colaboración con 90 Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.Se preguntó a personas de distintos sectores sobre sus experiencias durante la pandemia de COVID-19. También colaboraron en la realización de las encuestas socios estratégicos del sector privado y sindicatos. Las personas participantes fueron elegidas para representar a quienes trabajan o forman parte de seis sectores sociales: salud, academia/educación, transporte, organizaciones no gubernamentales (ONG), sector empresarial y medios de comunicación. El estudio buscaba tanto tendencias comunes como contrastes entre geografías y sectores. Su objetivo era elaborar recomendaciones para que la próxima pandemia pueda afrontarse mejor que la anterior.El estudio - "Insights Gained by Strategic Sectors During the Pandemic"- constató:Casi el 70% de las personas de todos los sectores y regiones tenían un elevado temor a contraer el virus COVID-19. Las personas de las Américas y/o que trabajaban en el sector sanitario tenían el mayor temor.Más de la mitad de las personas encuestadas afirmaron que sus finanzas personales se habían visto afectadas por la pandemia. El 54% de las personas participantes dijo que su gobierno manejó bien la pandemia. El porcentaje fue mayor en África y menor en América. Casi la mitad de participantes que trabajaban en la atención sanitaria y los medios de comunicación sintieron "discriminación" por el papel que desempeñaron durante la pandemia. La gran mayoría de personas afirmaron que no se les dio prioridad en la vacunación a pesar del importante papel que desempeñaron durante la pandemia. Las principales recomendaciones del informe incluyenCrear un banco mundial de vacunas y antídotos para garantizar la disponibilidad y distribución de suministros de forma equitativa en todas las regiones.Establecer prioridades para la vacunación o la entrega de medicamentos a quienes permiten a la ciudadanía mundial recibir alimentos, atención médica, noticias y educación.Llevar a cabo una campaña de comunicación desde un organismo supranacional que valore las acciones de los sectores esenciales para legitimar sus tareas y reconocer su labor.En palabras de José Scioli, Director del Observatorio Humanitario de la Cruz Roja Argentina:"Algunas de las respuestas a los principales desafíos requieren establecer procesos eficientes a escala global. Por eso es tan central tomar estas lecciones globales para asegurarnos de que todas las personas -como humanidad en su conjunto- podamos aprender de nuestra experiencia y fortalecernos. Estamos convencidos de que somos capaces de aprender de nuestro pasado para mejorar el presente y el futuro. Con las enseñanzas del estudio del Observatorio Humanitario, podemos promover el intercambio de información para mejorar nuestras sociedades".Xavier Castellanos, Secretario General Adjunto de la IFRC, declaró:"La pandemia de COVID-19 provocó la mayor perturbación mundial de la vida normal en una generación. Pero sus repercusiones fueron desproporcionadas. A menudo, por ejemplo, las vacunas se distribuyeron en función del dinero, no de las necesidades. Quienes más contribuyeron a ayudar a las personas más vulnerables durante la pandemia, recibieron con demasiada frecuencia el peor trato. Este importante estudio ofrece una vía para gestionar mejor la próxima pandemia. Por su ambición y escala, sus recomendaciones tienen peso. "El informe completo puede descargarse en inglés aquí, y desde aquí a través del enlace "Descargar Informe" en español, francés y árabe.Hay gráficos y animaciones descargables para añadir a la cobertura aquíPara más información o solicitar una entrevista: [email protected] Ginebra: Andrew Thomas +41 76 367 65 87En Buenos Aires: Jose Scioli +54 911 64551193En Panamá: Susana Arroyo Barrantes +507 6999 3199

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Crisis climática Q&A: ¿Por qué algunas tormentas recientes han ganado tanta fuerza, tan rápidamente?

Una entrevista con Juan Bazo, meteorólogo del Centro del Clima de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, por Susana Arroyo Barrantes, Gerente Regional de Comunicación para IFRC en las Américas.Susana Arroyo: En octubre del 2023, el huracán Otis causó gran impacto en cobertura mediática por las consecuencias humanitarias, y llamó la atención del mundo de la ciencia porque causó mucho asombro, que pudiera pasar de una tormenta tropical a un huracán de categoría 5, en apenas 12 horas. Según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos, fue el huracán más potente jamás registrado en la costa del Pacífico mexicano. ¿Tuvo El Niño algo que ver con la rápida intensificación de Otis?Juan Bazos: Se trató de una combinación océanos cálidos, junto con el fenómeno de El Niño.Además, todo el borde costero pacífico de México, El Salvador, Honduras y las costas de Costa Rica, han estado muy calientes; esto ha permitido la formación de ciclones y tormentas. Incluso, algunas de estas tormentas han pasado desde el Atlántico, hacia el Pacífico.En relación a la intensificación, esto ya ha pasado antes, el huracán Patricia en el 2015, también tuvo esta intensificación muy rápida en menos de 12 horas frente a la costa pacífico de México, solo que el impacto no fue en una zona muy habitada.Para la ciencia, es cada vez más difícil pronosticar este tipo de intensificación. La mayoría de los modelos, por no decir todos, fallaron en el pronóstico de corto plazo, que es uno de los pronósticos más seguros que tenemos en meteorología. Esto se debe a distintos factores: la rápida intensificación, condiciones atmosféricas muy locales; y la temperatura del agua del océano en esta parte de la costa mexicana.Cada vez más, la intensificación no sólo se está dando en la parte del Pacífico y Atlántico de nuestra región, en el océano Índico también se está dando. En Filipinas se ha tenido muchas veces este tipo de intensificaciones muy rápidas que son todo un desafío, tanto para los servicios climáticos, como para la respuesta humanitaria.SA: Sí, es un desafío inmenso, porque de hecho algo de lo que dependemos para tomar decisiones que salven vidas es de los pronósticos rigurosos, precisos, efectivos. Si avanzamos hacia una era de mayor incertidumbre, pues hay que que buscar también la forma de ver cómo anticipamos por otros frentes. ¿Qué podríamos esperar para este año que inicia?JB: En los meses siguientes estaríamos normalmente entrando a un periodo neutral y pasando rápidamente a un fenómeno de La Niña. Y esto también traerá sus consecuencias, cambiando todo el panorama. Podría ser que este año debamos prepararnos para una temporada de huracanes quizás mayor de lo normal. Entonces tenemos que seguir monitoreando, tomando en cuenta la crisis climática, y un océano Atlántico que aún se mantiene muy cálido.SA: Desde la meteorología, Juan, Cruz Roja ha tratado de hacer cada vez más alianzas, con institutos, con instituciones que se dedican a investigar, monitorear y entender el clima. ¿Es ese uno de los caminos hacia el futuro, estrechar más esa alianza?JB: Cada vez más la Cruz Roja tiene como sus aliados principales a las entidades técnicas científicas, para tomar decisiones confiables. Y creo que esa es la forma en la que debemos seguir trabajando. La información científica nos va a traer información para nuestros programas y operaciones a diferentes escalas de tiempo, a muy corto, mediano y largo plazo.No hay dejar de lado las proyecciones climáticas, si no planificar cómo podemos adaptarnos sabiendo que el clima va a mudar. Esto lo hacemos, es parte de nuestro trabajo desde las políticas hasta en nuestras intervenciones cuando llegamos a las comunidades, y creo que la Cruz Roja lo hace muy bien. Sin embargo, necesitamos empoderarnos más, acercarnos más hacia las entidades técnicas científicas, la academia, son nuestros aliados que nos puede traer mucha más información, mucho más rica, mucho más localizada. Y este es, el siguiente paso que tenemos que dar.SA: Se vienen muchos cambios también en la meteorología. Ahora, usando la inteligencia artificial, la big data, cambios para mejorar la predicción. Son cosas que ya se están viendo. Creo que podíamos ver una luz para tener pronósticos más confiables sobre la intensificación.JB: La inteligencia artificial abre mucho espacio para la innovación. La meteorología no es 100% precisa, siempre hay ese grado de incertidumbre y va a haber fallos. Es parte del caos atmosférico de nuestro planeta, de la complejidad, de tantas variables que están en juego en los pronósticos meteorológicos. En ese sentido la AI será un gran valor agregado para la mejora de los pronósticos.Esto pone sobre la mesa la necesidad de 1) una mayor inversión en sistemas de acción temprana basados en pronósticos, 2) sistemas de alerta temprana más ágiles, flexibles y capaces de informar y movilizar a la población en un tiempo récord, y 3) ayuda humanitaria preposicionada para responder a los desastres en el momento en que se producen.La IFRC lidera la iniciativa Alerta Temprana para Todos, que proporcionará alertas tempranas a personas de todo el mundo para 2027. Más información.

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Discurso del Secretario General en la Conferencia Interamericana 2023

Excelencias, damas y caballeros, Es muy bueno estar aquí en las hermosas Bahamas. Bahamas - gracias por acoger esta conferencia. Aprovecho esta ocasión para felicitar a las Bahamas por los 50 años de su Independencia. Presidenta Terez Curry, Vicepresidente de la IFRC Miguel Villarroel, Dra Judith Carvajal, Vicepresidenta del CORI, miembros del Consejo de Dirección y presidentes de las Comisiones y Comités de la IFRC, George Weber Vicepresidente de la Comisión Permanente, Giles Carbonier Vicepresidente del CICR, líderes de las Sociedades Nacionales, personal y voluntariado; y mi increíble equipo de la Secretaría de la IFRC dirigido por Martha Keays - rindo homenaje a ustedes, que han demostrado un liderazgo increíble en estos últimos años - a través de la pandemia COVID-19 y tantas otras crisis agravantes. Les doy las gracias por centrarse en hacer lo correcto para las personas a las que servimos y por su inquebrantable compromiso con sus comunidades. La región de las Américas es vibrante, rebosante de comunidades diversas y de una extraordinaria capacidad de recuperación. También es una de las regiones más desiguales del mundo, azotada por una compleja red de crisis que está incrementando las necesidades humanitarias y repercutiendo negativamente en la vida, los medios de subsistencia y la dignidad de las comunidades. La crisis climática, con el aumento de las temperaturas, los fenómenos meteorológicos extremos y la degradación del medio ambiente, está causando estragos en las comunidades y sus medios de subsistencia en toda la región. La violencia endémica ha destrozado comunidades dejando cicatrices que perduran durante generaciones. Ha aumentado la desigualdad y empeorado las condiciones socioeconómicas. Está empujando a la gente a huir de sus hogares y ha contribuido directamente a la crisis migratoria más grave a la que se enfrenta la región de las Américas en su historia reciente. En la actualidad, 3 de cada 10 migrantes o solicitantes de asilo abandonan su país de origen por amenazas de violencia. Lamentablemente, las mujeres e infancias se llevan la peor parte de esta terrible crisis. Las trágicas y espeluznantes historias de las personas que conocí haciendo el peligroso viaje a través del paso del Darién el pasado agosto, se quedarán conmigo para siempre. Cada día, alrededor de 1000 personas emprenden este peligroso camino en el tapón del Darién, en busca de seguridad, esperanza y nuevas oportunidades. Sin soluciones políticas a la vista y con menos recursos disponibles, el sistema humanitario mundial se tambalea bajo la presión de satisfacer las necesidades de asistencia y protección de las personas en estas circunstancias. Sin embargo, 35 Sociedades Nacionales de esta región, lamentablemente sólo 34 en la actualidad, han demostrado que podemos hacer frente a estos retos prestando una amplia gama de servicios que atienden las necesidades básicas de las comunidades. Desde la gestión de bancos de sangre, clínicas, hospitales y ambulancias hasta la dirección de operaciones de búsqueda y rescate, el apoyo a las personas que se desplazan, la gestión de instituciones de enfermería y el desarrollo de soluciones para hacer frente a la crisis climática y la violencia, las Sociedades Nacionales desempeñan un papel crucial. IFRC se enorgullece de apoyar estos esfuerzos a través del Fondo de Emergencia de Respuesta a Desastres, el Fondo de Desarrollo de Capacidades, los Llamamientos de Emergencia y nuestros planes unificados anuales. Para hacer frente a las crecientes necesidades migratorias, estamos ampliando nuestros Puntos de Servicio Humanitario (PSH) para prestar servicios integradores y que salvan vidas a lo largo de las rutas migratorias. Colectivamente, hemos llegado a millones: Más de un millón de personas a través de programas para migrantes y comunidades de acogida. Otro millón de personas a través de la respuesta a catástrofes, Más de 3,5 millones de personas a través de programas de salud y bienestar. Y los millones de personas alcanzadas durante la respuesta al COVID-19 y los esfuerzos de inmunización relacionados. Pero no podemos dormirnos en los laureles. Hoy nos enfrentamos a serios retos, tanto en nuestra capacidad para satisfacer las crecientes necesidades humanitarias como en nuestra capacidad para salvaguardar nuestros principios fundamentales. En este contexto, hoy nos reunimos en esta XXII Conferencia Interamericana reconociendo la responsabilidad que tenemos, la solidaridad que debemos fomentar y el impacto que podemos crear en conjunto. En primer lugar, la responsabilidad que tenemos es nuestra oportunidad de contribuir a algo más grande que nosotros mismos. Nuestra red de la IFRC no se parece a ninguna otra. Formamos parte de las comunidades a las que servimos. Y somos la red humanitaria mundial más grande y mejor conectada. Esta suma de acción local y alcance mundial convierte a las Sociedades Nacionales en auxiliares eficaces de sus poderes públicos en el ámbito humanitario. Nuestra responsabilidad es llevar a cabo una acción humanitaria de calidad que marque una diferencia positiva en la vida de las personas, que reduzca sus riesgos y vulnerabilidades, y que potencie sus capacidades y su potencial. Sólo tendremos éxito si nos mantenemos fieles a nuestros Principios Fundamentales. Son los cimientos de una acción humanitaria justa e integradora. Son los cimientos de la unidad, la confianza y la cooperación en nuestro Movimiento. Son nuestra brújula moral. Sin ellos, nuestra credibilidad queda en entredicho y nuestra capacidad para llevar a cabo una acción humanitaria neutral, independiente e imparcial se ve amenazada. Debemos reafirmar nuestros Principios Fundamentales. Pongámoslos en práctica en nuestro trabajo, hablemos de ellos en nuestros debates, vivamos según ellos, enseñémoslos, ayudemos a las comunidades, a los socios y a los donantes a comprenderlos. En segundo lugar, la solidaridad está en el centro de todo lo que hacemos en toda la red de la IFRC. La solidaridad y el compromiso con nuestra Estrategia 2030 y la Agenda para la Renovación nos han permitido responder a las múltiples crisis y desastres en esta región, prestar socorro a los necesitados y apoyar a las comunidades en su recuperación y reconstrucción. La solidaridad también significa que mantenemos la unión dentro del movimiento. Significa que anteponemos las necesidades de las personas a quienes servimos y que trabajamos para aliviar su sufrimiento. La solidaridad nos permite aprovechar nuestros recursos colectivos, experiencia e influencia para llegar a más personas necesitadas, defender sus necesidades y aspiraciones y amplificar sus voces. La solidaridad no es una opción. Es un deber moral. Lo necesitamos ahora más que nunca. En tercer lugar, nuestro impacto. Nuestro éxito se mide por los resultados que conseguimos para las personas a las que servimos. En esta era de cambios acelerados y divisiones políticas cambiantes, debemos centrarnos en la rendición de cuentas, la agilidad, el compromiso y la innovación, que son elementos importantes de nuestra Agenda para la Renovación. Para ello, la IFRC trabaja para y con las Sociedades Nacionales. Hemos invertido en la ampliación de la digitalización, la gestión de riesgos, los nuevos modelos de financiación para una mayor agilidad, rendición de cuentas e impacto para llegar a las comunidades a las que servimos. Utilizamos estos recursos para fomentar el aprendizaje y fortalecer las capacidades de las Sociedades Nacionales, para que sean líderes en el ámbito humanitario, no solo en la respuesta, sino también en el fomento de la resiliencia, los datos, la influencia, la colaboración y la innovación. Esto me lleva a hablar de nuestro voluntariado, la cuerda de salvamento y el latido de nuestra red. Más del 50% de nuestras personas voluntarias son menores de 30 años. Las personas jóvenes aportan energía, conocimientos tecnológicos y soluciones innovadoras. Aprovechemos hoy sus capacidades, démosles oportunidades para que nos guíen hacia un futuro más justo y equitativo. Colegas, nuestro impacto debe consistir en ampliar nuestra actuación, garantizando al mismo tiempo la calidad, la pertinencia y la sostenibilidad de nuestras acciones. Ninguno de los obstáculos a los que nos enfrentamos hoy es insuperable. Disponemos de los conocimientos, los recursos, la experiencia y las capacidades para lograr el cambio. Como dijo una vez la Madre Teresa: "Yo sola no puedo cambiar el mundo, pero puedo arrojar una piedra sobre las aguas para crear muchas ondas". Colegas, al igual que la Madre Teresa, atrevámonos todos a lanzar una piedra sobre el agua que cree colectivamente millones de ondas para hacer de este mundo un lugar mejor para todas las personas. Gracias.

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IFRC: 210.000 migrantes en Centroamérica y México necesitan con urgencia asistencia y protección esencial para su sobrevivencia

Ciudad de Panamá, 1 de agosto de 2022.La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja (IFRC) intensificará aún más su respuesta para proporcionar con urgencia asistencia humanitaria y protección a 210.000 personas que se desplazan por tierra hacia el norte a través de Centroamérica y México. A lo largo de las rutas migratorias, muchas sufren accidentes y lesiones, se enfrentan a extorsión y a violencia sexual, o desaparecen y son separadas de sus familias. Otras son asesinadas o mueren a causa de enfermedades o condiciones ambientales. Según datos oficiales, desde enero de 2022, hay un aumento preocupante del número de personas migrantes y refugiadas en Centroamérica y México, en comparación con años anteriores. La migración irregular ha aumentado un 85% en Panamá, 689% en Honduras y 108% en México. Si esta tendencia al alza se mantiene en los próximos meses, se estima que alrededor de 500.000* personas requerirán asistencia humanitaria. Roger Alonso, Jefe de la Unidad de Desastres, Crisis y Clima de la IFRC en América, dijo: "Los equipos locales de la Cruz Roja, desde Panamá hasta México, confirman este dramático aumento del número de migrantes que se desplazan hacia Norteamérica. Estamos especialmente preocupados por las mujeres, la niñez, las personas mayores, con discapacidad y LGBTIQ. Estos grupos corren un riesgo extremo y necesitan asistencia médica y de salud mental, acceso a alimentos y agua, información, conectividad y recursos para cubrir gastos vitales como el pago de lugares seguros para dormir". La mayoría de los migrantes y refugiados en tránsito por la región proceden de Cuba, Venezuela y Haití. A la vez, los nacionales de Honduras, Guatemala, Nicaragua y México siguen dejando sus países camino al norte. Sus principales motivos para migrar incluyen mejorar sus ingresos, escapar de la violencia, reunirse con sus familiares y recuperarse del impacto de los desastres recurrentes y fenómenos meteorológicos extremos. En Panamá, sólo en junio de 2022, 15.000 migrantes cruzaron el peligroso tapón del Darién: 500 personas al día. De cada 100, 16 son menores. En Costa Rica, 441 personas al día entraron desde Panamá en mayo de 2022, un aumento del 158% en comparación con abril de 2022. Casi 24.000 cubanos llegaron a Nicaragua de enero a mayo de 2022, mientras que en El Salvador, Guatemala, Honduras y México hay un aumento significativo de las salidas, pero también del número de retornados. Ante ese difícil contexto, la IFRC ha lanzado un llamamiento de emergencia de 28 millones de CHF** para apoyar a 210.000 personas en movimiento durante los próximos 12 meses. Las Sociedades de la Cruz Roja de Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador, Guatemala y México proporcionarán a las personas migrantes, refugiadas y retornadas atención médica y salud mental, acceso a servicios de agua y saneamiento, y dinero en efectivo para que puedan cubrir gastos esenciales, como el alojamiento o la alimentación. Martha Keays, Directora Regional de la IFRC para las Américas, dijo: Es inaceptable que la migración siga costando a las personas su dignidad y su vida. Por eso estamos ampliando nuestra respuesta actual y reforzando nuestro apoyo vital de emergencia a lo largo de las rutas migratorias. Pedimos a los gobiernos, a nuestros socios y a los donantes que se sumen a esta acción humanitaria. Proteger a las personas que migran en una situación desesperada y defender sus derechos, sin tener en cuenta su estatus, es un imperativo humanitario y un deber colectivo. Los devastadores efectos socioeconómicos de la pandemia de COVID-19, la crisis climática, las continuas crisis políticas y las catástrofes seguirán aumentando exponencialmente los movimientos de población. El reto que tenemos por delante es titánico". La respuesta de la Cruz Roja priorizará la atención a lo largo de la ruta, donde la mayoría de la personas migrantes y desplazadas se enfrentan a barreras burocráticas, climas hostiles, estigma, discriminación, violencia, inseguridad e incluso a la muerte. El apoyo se brindará a través de la red de 20 Puntos de Servicio Humanitario*** de la Cruz Roja en Centroamérica y México. Se trata de espacios neutrales y seguros -ya sean fijos o móviles- en los que se presta asistencia sanitaria y de salud mental información y otros servicios. En Panamá, por ejemplo, los Puntos de Servicio Humanitario ubicados en Darién proporcionan a las personas que migran primeros auxilios, atención de salud materno infantil y salud mental, artículos de higiene, agua potable, acceso a teléfonos móviles e información sobre los riesgos y servicios que pueden encontrar a lo largo de su viaje. Las personas que requieren apoyo sanitario especializado son derivadas a los servicios públicos de salud. Ante el aumento de los flujos migratorios en la región, este modelo seguirá salvando vidas y reduciendo el sufrimiento. La IFRC y su red también trabajarán con las comunidades de origen, de tránsito y de acogida para abordar los problemas relacionados con el medio ambiente, el clima y los medios de subsistencia que pueden desencadenar los movimientos de población. Para más información o concertar entrevistas, por favor, contacten con: Panama: Susana Arroyo Barrantes, [email protected] Panama:Maria Langman,[email protected],+507 6550 1090 Geneva:Jenelle Eli,[email protected],+1 202 603 6803 *Las 500.000 personas posiblemente afectadas se han estimado teniendo en cuenta las entradas y denuncias de cruces irregulares de julio a diciembre de 2021, considerando un escenario de aumento del 45% (la mayoría de los países están por encima del 100% de aumento) y al menos un agregado de 173.176 de enero a junio de 2022. **USD 29.2 millones. ***Seis en Guatemala, ocho en México, cinco en Honduras y uno en Panamá.

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IFRC urge a gobiernos y actores humanitarios a proteger vidas ante el inicio de una activa temporada de huracanes en las Américas

Panamá/Ginebra, 31 de mayo de 2022 –La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) está intensificando las acciones de preparación ante el inicio de la temporada de huracanes del Océano Atlántico que, una vez más, estará más activa de lo normal. La IFRC insta a los gobiernos y a actores humanitarios a proteger vidas, invirtiendo en sistemas de alerta temprana, acciones tempranas basadas en pronósticos y planes coordinados de respuesta a desastres. Del 1 de junio al 30 de noviembre de 2022, América del Norte, América Central y el Caribe esperan entre 14 y 21 tormentas con nombre, de las cuales entre seis y diez podrían convertirse en huracanes, incluidos entre tres y seis huracanes de categoría tres o superior. La IFRC y su red están trabajando para asegurar que las comunidades estén mejor preparadas para enfrentar los efectos de las fuertes lluvias, deslizamientos de tierra e inundaciones que estos fenómenos meteorológicos podrian causar durante los próximos seis meses. Martha Keays, Directora Regional de la IFRC para las Américas, dijo: "Se preven hasta seis huracanes de categoría tres o superior para la región, pero recordemos que basta una sola tormenta para destruir comunidades que ya están lidiando con la pobreza, la desigualdad y los efectos devastadores de la pandemia del COVID-19. Por ello, cientos de equipos de la Cruz Roja en más de 20 países están compartiendo mensajes de alerta temprana y coordinando las medidas de preparación con gobiernos locales y líderes comunitarios. “Paralelamente, la IFRC está combinando las previsiones meteorológicas con sus análisis de riesgos para adoptar medidas tempranas antes de que lleguen los huracanes, en lugar de limitarse a responder a sus efectos. Este enfoque nos permite anticiparnos a los desastres, disminuir su impacto en la medida de lo posible y evitar el sufrimiento y la pérdida de vidas y medios de subsistencia". La IFRC está prestando especial atención a las necesidades de las mujeres, la niñez y personas migrantes y retornadas, que sufren crisis superpuestas en Centroamérica. Esta región aún se está recuperando de la pandemia y de los huracanes Eta e Iota, que dejaron 1,5 millones de personas desplazadas sólo en Nicaragua, Honduras y Guatemala. En Colombia, Honduras, Guatemala y Haití, las comunidades vulnerables expuestas a huracanes y tormentas también corren el mayor riesgo de inseguridad alimentaria debido a la actual crisis mundial de escasez de alimentos. En este desafiante escenario, la IFRC aboga por marcos regulatorios que favorezcan la entrega ágil de la ayuda humanitaria a las zonas afectadas por los desastres. También, ha posicionado ya bienes humanitarios en Panamá y en el Caribe para dar respuesta inmediata a las necesidades humanitarias de hasta 60.000 personas en zonas costeras del Pacífico y del Atlántico. Según el Centro del Clima de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, la temporada de huracanes 2022 en el Atlántico y el mar Caribe se predice más activa de lo normal debido a la influencia del patron climático de La Niña. Este fenómeno está activo por tercer año consecutivo y hace que las temperaturas del mar en esta cuenca estén por encima del promedio. Esta condición permite un desarrollo más activo de ciclones, como se ha visto en los años 2020 y 2021. Para mayor información: En Panama Susana Arroyo Barrantes | Comms Manager Americas [email protected] María Victoria Langman | Senior Comms Officer Americas [email protected]

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América: IFRC lanza un plan regional para brindar asistencia humanitaria y protección a 2.2 millones de migrantes y desplazados

Ciudad de Panamá, 23 de mayo de 2022 - La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja (IFRC) lanzó hoy un plan de cuatro años para intensificar su asistencia y protección a personasmigrantes y desplazadas en las rutas migratorias de mayor complejidad, riesgo y preocupación humanitaria en América Latina y el Caribe. Este nuevo plan reúne a las Sociedades de la Cruz Roja de 22* países de América que trabajarán con la IFRC para apoyar a más de 2,2 millones de personas en Centroamérica, el Caribe y las regiones andina y del Cono Sur entre 2022 y 2025. La red de la Cruz Roja seguirá centrando su respuesta en las mujeres, la niñez, personas mayores, con discapacidad y LGBTIQ, independientemente de su estatus legal. Este plan también apoyará a las personas retornadas y las comunidades de acogida. Martha Keays, Directora Regional de la IFRCpara las Américas, dijo: "En los últimos años, hemos apoyado a personas en movimiento en toda América y hemos sido testigos de las marcas que la migración y el desplazamiento han dejado en los cuerpos, las mentes y las vidas de millones de seres humanos. La respuesta a sus necesidades, que siguen sin ser satisfechas a pesar de los esfuerzos de múltiples actores, debe ser ágil, eficaz, innovadora y, sobre todo, humana y dignificante. Esto es lo que hace la Cruz Roja, al tiempo que prioriza la atención a lo largo de las rutas en las que migrantes y desplazados se enfrentan a barreras burocráticas, climas hostiles, estigmatización, discriminación, violencia, inseguridad e incluso la pérdida de su vida." El núcleo del enfoque basado en las rutas de la IFRC es su red de Puntos de Servicio Humanitario. Se trata de espacios neutrales y seguros -ya sean fijos o móviles- en los que la Cruz Roja presta asistencia sanitaria, apoyo psicosocial e información, entre otros servicios. Con el aumento de los flujos migratorios debido a los efectos socioeconómicos de la pandemia del COVID-19, la crisis climática, las continuas crisis políticas, los desastres y las desigualdades y vulnerabilidades preexistentes en la región, este modelo sigue salvando vidas y reduciendo el sufrimiento a lo largo de las rutas migratorias. Las principales áreas de intervención del plan de la IFRC incluyen la prestación de primeros auxilios, servicios de salud primaria, nutrición, agua y saneamiento, y la implementación de asistencia en efectivo y con vales para la salud, la alimentación, el alquiler y otras necesidades esenciales. También serán actividades prioritarias las campañas a favor de la inclusión y contra la xenofobia, el establecimiento de sistemas de derivación seguros para los migrantes y las víctimas, y la mejora de la gestión de la información sobre las necesidades de los migrantes y los flujos migratorios. El plan pretende mejorar el sistema de preparación en las zonas transfronterizas, promover los servicios educativos en las comunidades de acogida, aumentar los procesos participativos a nivel local y fomentar los medios de subsistencia mediante el desarrollo de capacidades en sintonía con las necesidades del mercado.  La IFRCsolicita 99.7 millones de francos suizos (100.99 millones de dólares) para poner en marcha este plan cuatrienial que complementará los millones de servicios humanitarios que la organización ha prestado a personas migrantes en América desde 2018. El continente americano alberga a casi 73 millones de migrantes y desplazados de diferentes orígenes y procedencias. En 2021, solo en Panamá, migrantes de más de 40 países cruzaron el peligroso paso del Darién. Llegaron principalmente de Haití, Cuba, Chile, Brasil y Venezuela, de donde han salido más de seis millones de personas desde 2017. Otros llegaron de naciones asiáticas y africanas como Angola, Burkina Faso, Mauritania, Nigeria, Pakistán y Uzbekistán. -- *El plan de migración y desplazamiento 2022-2025 de la FICR se implementará enGuatemala, Honduras, El Salvador, Costa RicaPanamá, Argentina,Brasil, Chile, Uruguay, Colombia, Ecuador, Perú, Venezuela,Haití,República Dominicana, Cuba, Guayana, Jamaica, Surinam, Belice y Trinidad y Tobago. Para más información y para concertar entrevistas, póngase en contacto con: En Latinoamérica y el Caribe: Susana Arroyo Barrantes [email protected] +507 69993199 En Ginebra: Anna Tuson [email protected] +41 79 8956924

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Américas: IFRC insta a gobiernos a salvar vidas de migrantes en Reunión Regional de Alto Nivel sobre Migración

Hay casi 73,5 millones de migrantes en todo el continente americano, más de una cuarta parte de las personas migrantes en todo el mundo, y seguimos viendo flujos migratorios sin precedentes en la región. Solo en 2020, aproximadamente 4,7 millones de personas fueron desplazadas en el continente debido a desastres, el nivel más alto visto en 10 años. En Panamá, apenas el año pasado, unas 134.000 personas cruzaron el peligroso Tapón del Darién, de las cuales más de 22.000 eran niños y niñas. En el marco de la Reunión de Alto Nivel sobre Migración convocada por las autoridades panameñas el 20 de abril de 2022, la Directora Regional para las Américas de la IFRC, Martha Keays, expresó: “Los Estados, las organizaciones humanitarias, las agencias internacionales y la sociedad civil en las Américas enfrentan un enorme desafío: proteger la dignidad y atender las necesidades humanitarias de los migrantes más vulnerables y marginados que continúan enfrentando trata, discriminación, violencia y acceso limitado a servicios esenciales. y mecanismos de protección. La IFRC y sus miembros, las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja del continente, como auxiliares de las autoridades públicas, hacen un llamado a los gobiernos de todos los países de las Américas para que faciliten el trabajo de la Cruz Roja para atender las necesidades de las personas migrantes y en situación de vulnerabilidad en las Américas, independientemente de su estatus migratorio, de conformidad con nuestro mandato como la red humanitaria más grande del mundo. En los últimos años, miles de voluntarios de la Cruz Roja han brindado a millones de personas en movilidad en 17 países de las Américas servicios esenciales, que incluyen atención médica de emergencia y materna, apoyo psicosocial, agua, higiene y saneamiento, acceso a la información y prevención y tratamiento frente al COVID-19. Sin embargo, nuestra experiencia y alcance local nos dice que el trabajo no ha terminado y que aún tenemos un desafío titánico por delante. Factores como los efectos socioeconómicos devastadores de la pandemia de COVID-19, la crisis climática, las continuas crisis políticas y desastres como los recientes huracanes Eta e Iota y el terremoto en Haití, han aumentado y seguirán aumentando los movimientos de población, exacerbando las vulnerabilidades existentes. Instamos a los gobiernos a salvar vidas, garantizar el acceso de las personas migrantes a los servicios esenciales, ampliar el apoyo a las personas en riesgo de desplazamiento relacionado con los desastres y la crisis climática, e incluir a las personas migrantes y refugiadas en todos los aspectos de la sociedad. Es un imperativo humanitario y una responsabilidad regional compartida garantizar que nadie se quede atrás”.

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Américas: Reestablecer la confianza de las comunidades vulnerables es clave para una recuperación justa e inclusiva después de dos años de pandemia - IFRC

Panamá, 23 marzo de 2022 – La baja confianza reportada antes de la pandemia por parte de las personas migrantes, las comunidades que les acogen y las poblaciones indígenas en las autoridades locales y tomadores de decisiones, se ha reducido a un tercio después de dos años. Así lo evidencia ‘’COVID-19 en las Américas: escuchando a los más vulnerables’’, un estudio desarrollado por la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja (IFRC) en nueve países de América Latina y el Caribe, que analizó las diversas maneras de percibir la COVID-19 en las comunidades más vulnerables. El reporte destaca que el personal humanitario ha emergido como el segundo actor en quien más se confía tras los científicos, y que la desconfianza en las instituciones gubernamentales y en la vacuna, tanto a nivel de seguridad como de eficacia parecen estar relacionados, es decir, que las personas que reportan una confianza alta o moderada en los líderes gubernamentales, muestran una mayor confianza en las vacunas. Diana Medina, gerenta de Participación Comunitaria y Rendición de Cuentas a la Comunidad de la IFRC en las Américas, dijo: ‘’Tres cosas son indispensables para fortalecer la confianza alrededor de la vacuna y la protección de las personas contra la enfermedad: escuchar permanentemente a las comunidades, utilizar la data para diseñar intervenciones ajustadas a los contextos cambiantes de la pandemia y tener enfoques locales en la respuesta. Sin confianza en la vacuna y sin acceso a ella, será difícil que las personas pasen de la voluntad a la acción. Confiamos en que los hallazgos y recomendaciones de este reporte sirvan de base para la redefinición de las estrategias en terreno y de los procesos de abogacía, necesarios para asegurar que las campañas de inmunización lleguen hasta la última milla”. El estudio también identificó que, a pesar de una alta predisposición por vacunarse, las personas migrantes y las comunidades indígenas enfrentan grandes dificultades de acceso a la vacuna como las largas distancias, largas listas de espera o dificultades en los procesos de registro. De hecho, las poblaciones indígenas expresaron haber recibido menos información que el resto de la población consultada y un mayor nivel de renuencia hacia adoptar todas las medidas de protección de la COVID-19. Maria Franca Tallarico, Gerenta Regional de Salud y Cuidado para las Américas de IFRC, dijo: ‘’Aun cuando hay avances significativos en el control del contagio del COVID-19, la pandemia todavía no acaba. Quedan muchas personas sin vacunar o con pautas de vacunación incompletas. Entender qué piensan esos grupos sobre el virus y la vacunación es esencial para mantener el diálogo, abordar a las comunidades de manera contextualizada con el fin de facilitar la puesta en práctica de comportamientos y hábitos saludables, favorecer una recuperación justa e inclusiva y aumentar la tasa de vacunación, reduciendo así el riesgo de proliferación de nuevas variantes.’’ Con relación a la información brindada, se identificó que la mayoría de las personas encuestadas perciben los mensajes de salud relacionados con la COVID-19 como útiles y efectivos, no obstante, se evidenció la importancia de considerar las diferencias que existen dentro de una misma comunidad. De hecho, los hallazgos ponen de manifiesto la urgente necesidad de abogar frente a tomadores de decisiones y autoridades locales para un mayor diálogo con las comunidades vulnerables, que permitan implementar estrategias de respuesta a la COVID-19 diferenciadas, contextualizadas y que atiendan a las necesidades de grupos específicos como las comunidades indígenas, los migrantes y refugiados. Para mejorar la efectividad de la información sobre el virus y las vacunas, la IFRC alienta el uso de mensajes adaptados, comprensibles y en idiomas nativos, utilizando a los actores más confiables como voceros ante las comunidades. También sugiere articular actividades con personal de salud y de las organizaciones humanitarias como actores clave que pueden reforzar la confianza para promover la mayor adopción de las medidas de protección y vacunación contra la COVID-19. Dar continuidad a los esfuerzos de abogacía para garantizar el acceso universal y pronto a las vacunas, también seguirá siendo vital para superar la pandemia, así como fomentar la implementación de medidas de recuperación socioeconómica que atiendan las necesidades de los hogares y grupos más vulnerables. Este estudio fue realizado entre junio y octubre de 2021 y está basado en una encuesta a 7.743 individuos en Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Guatemala, Jamaica, Nicaragua, Panamá y Trinidad and Tobago. En esos países, los equipos locales de la Cruz Roja, que desempeñan un rol clave basado en las relaciones duraderas con las comunidades, exploraron las percepciones de poblaciones especialmente vulnerables, respecto a cuatro ejes: el acceso e impacto de la información sobre COVID-19, conocimiento y percepción sobre la vacunación, confianza en la vacuna contra la COVID-19, y el impacto socioeconómico de la pandemia. Notas e información adicional: Tras dos años del primer caso de COVID-19, la región de las Américas registra 2.7 millones de muertes asociadas, 1.7 billones de dosis de vacunas administradas, y retrocesos de cerca de 30 años en los niveles de pobreza extrema de América Latina y el Caribe, así como en el incremento en la desigualdad de género. Desde el inicio de la pandemia la Cruz Roja ha contribuido en las Américas al acceso equitativo de vacunas e implementado programas de respuesta al COVID-19 que incluyen: La comunicación de riesgo a través de acercamientos adaptados y contextualizados a las comunidades, así como movilización comunitaria y actividades de promoción de higiene a 52 millones de personas; en específico 10 millones han recibido información sobre la vacuna de COVID-19. La implementación de actividades de saneamiento e higiene involucrando 13 millones de personas. El apoyola inmunización de 3.4 millones de personas. La entrega de asistencia de alimentación o de otro tipo a 86 millones. La asistenciaa 358 mil individuos con servicios de salud mental y apoyo psicosocial. Para más información o agendar entrevistas con especialistas en la situación de COVID-19 en la región de las Américas, contacte a laOficina Regional para las Américas: David Quijano, +57 310 559 2559, [email protected] Susana Arroyo, [email protected]

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Américas: Cinco millones de personas adicionales en extrema pobreza y altamente expuestas a desastres después de dos años de pandemia de COVID-19

Panamá, marzo 11 de 2022 -A dos años del inicio de la pandemia por COVID-19, las cinco millones de personas adicionales que han caído en pobreza extrema en América Latina y el Caribe, también estarían más expuestas al impacto de otras emergencias y desastres, advierte la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja (IFRC). Esto eleva el número total de personas en extrema pobreza en la región a 86 millones, perjudicando especialmente a las mujeres, las personas migrantes y a habitantes de zonas urbanas vulnerables. Desde el inicio de la pandemia, la IFRC y su red de sociedades de la Cruz Roja en las Américas han prestado servicios de agua, saneamiento e higiene comunitarios a más de 10 millones de personas, llevado información sobre el coronavirus y las vacunas a más de siete millones y promovido la vacunación de 1.5 millones de individuos. También ha respondido en paralelo a las necesidades humanitarias de más de 680 mil personas afectadas por desastres. Martha Keays, directora de IFRC para América, dijo: “Los ingresos, ahorros y poder adquisitivo de las familias más vulnerables han disminuido y mientras no actuemos, en 2022 seguiremos atestiguando esos efectos en forma de hambre, exclusión y acceso desigual a las vacunas contra la COVID-19. Para evitarlo, es urgente proteger los medios de vida de los más vulnerables, garantizar el acceso universal a la vacuna en los países de bajos y medios ingresos, e impulsar su aceptación entre la ciudadanía”. Este nivel de pobreza extrema, no visto desde hace 27 años, deja a las comunidades y grupos vulnerables más expuestos al impacto de las emergencias, como las recientes lluvias e inundaciones en América del Sur, u otros desastres asociados a la crisis climática. También, incrementa su riesgo de desplazamiento y migración. Sólo en 2020, al menos 1,5 millones de personas fueron desplazadas en Centroamérica como consecuencia de desastres relacionados con el clima, incluidos los huracanes Eta e Iota. A nivel global, desde el inicio de la pandemia al menos 139 millones de personas se han visto doblemente afectadas por la pandemia y los desastres relacionados con el clima. Ghotai Ghazialam, gerente operativa de COVID-19 para las Américas de IFRC, dijo: “Durante la respuesta a la pandemia de COVID-19 en los últimos 24 meses, hemos atestiguado como el incremento en la desigualdad y la pobreza afectó a las comunidades, mientras debían enfrentar en paralelo otros desastres y emergencias relacionadas con eventos climáticos; esto afectó a las personas que ya se encontraban en una situación crítica. Para fortalecer su resiliencia ante estas crisis superpuestas y evitar que caigan en una precariedad irreversible, es fundamental acelerar y apoyar su recuperación socioeconómica, garantizar su acceso a vacunas y a servicios integrales de salud.” En 2022, los equipos locales de Cruz Roja seguirán promoviendo la preparación y reducción de riesgo de desastres, así como el acceso equitativo a vacunas e implementando sus programas de respuesta al COVID-19. Estos programas tendrán continuidad especialmente en las zonas donde los índices de vacunación continúan siendo bajos, como en la región del Caribe, a través de transferencias de efectivo, la vacunación de poblaciones aisladas, la investigación continua del impacto de la pandemia en el bienestar de las poblaciones y el fortalecimiento de la confianza ciudadana en las vacunas en provecho de la alta credibilidad con la que cuentan las organizaciones humanitarias entre las comunidades. Notas e información adicional: Reciente informe científicoalerta que el clima contribuye a las crisis humanitarias en contextos vulnerables y provoca desplazamientos en todas las regiones del mundo. El Reportede la Comisión Económica para América Latina y el Caribe indica el incremento de pobreza extrema. IFRC alerta sobre los devastadores efectos socioeconómicos de la pandemia por COVID-19 en elreporte ‘’Al borde del abismo’’. 2 años de COVID-19 / 11 momentos sin precendes: Colección de fotografías y momentos clave en el bienio de la pandemia. Para más información o agendar entrevistas con especialistas en la situación de COVID-19 en la región de las Américas, contacte a: Oficina regional Américas en Panamá: David Quijano, +57 310 559 2559, [email protected] Susana Arroyo, [email protected]

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“Necesitamos hacerlo mejor”: un informe de la Federación Internacional revela brechas en la protección infantil durante desastres relacionados con el clima

Kingston, Jamaica - 19 de noviembre de 2021. La abrumadora mayoría de los adolescentes sienten que no tienen la información necesaria para estar a salvo de posibles actos de violencia, abuso y explotación en desastres relacionados con el clima. Este es uno de los principales hallazgos de “Necesitamos hacerlo mejor: desastres relacionados con el clima, protección infantil y acción de localización en el Caribe”, un estudio reciente realizado por la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC). El informe ha revelado que, aunque los desastres relacionados con el clima afectan a todas las personas de la región, los niños están particularmente en riesgo. Constituyen una gran parte de la población del Caribe y son más vulnerables a la violencia, el abuso y la explotación en situaciones de desastre, mientras que los sistemas para protegerlos no siempre funcionan. El estudio también destaca que no existen leyes específicas para proteger a los niños de la violencia, el abuso y la explotación cuando ocurren desastres. Gurvinder Singh, Asesor Principal de Protección Infantil de la Federación Internacional y uno de los autores del informe, dijo: “Si bien los niños tienen potencialmente una gran capacidad de liderazgo e innovación, desafortunadamente, sus voces rara vez se buscan o se escuchan. Además, existe un enorme déficit de oportunidades significativas para que los niños participen en las decisiones que les afectan. Esto es especialmente importante en las etapas de preparación y respuesta a desastres. Los adolescentes creen que incluso si participan, es posible que los adultos no tomen en serio sus opiniones”. Al poner las voces, perspectivas e ideas de los niños al frente, el informe busca comprender las relaciones generalmente inexploradas entre los desastres relacionados con el clima y las preocupaciones de los niños en torno a la violencia, el abuso, la explotación y los desafíos de salud mental. También envía una advertencia a los gobiernos y organizaciones cívicas para que desempeñen un papel más activo en la promoción y el respeto de los derechos del niño, especialmente en lo que respecta al tema del abuso infantil y la necesidad de programas de prevención urgentes y eficaces. Ariel Kestens, jefe de delegación de la Federación Internacional para el Caribe de habla holandesa e inglesa, dijo: “Es fundamental que los gobiernos mejoren las leyes nacionales, inviertan en sistemas de protección infantil, mejoren la coordinación local, capaciten al personal de respuesta local, incluyan la protección y el cambio climático en el plan de estudios escolar y recopilen datos desglosados ​​por sexo, edad y discapacidad en las respuestas a desastres. La Red de la Federación Internacional en todo el Caribe está lista para apoyarlos para que continúen esforzándose por satisfacer el interés superior de cada niño afectado por desastres climáticos cada vez más frecuentes y destructivos ". El informe también recomienda acciones prácticas para el sector humanitario, como el diseño de comunicaciones adaptadas a los niños, la implementación de mecanismos de retroalimentación de la comunidad, incluida la protección infantil en la acción anticipatoria, la integración de la protección infantil en la preparación, las evaluaciones y la planificación, y la creación de espacios para que los niños y adultos participen, se apoyen mutuamente y encuentren soluciones viables a los riesgos de protección. El estudio se basó en discusiones y una encuesta en línea con 198 adolescentes de 14 a 17 años en las Bahamas, Jamaica y Trinidad y Tobago; entrevistas con 30 adultos de diferentes agencias de protección infantil y de desastres, e investigación de antecedentes. Es parte de la campaña "Necesitamos hacerlo mejor" de la Federación Internacional para mejorar la protección de los niños en desastres relacionados con el clima. El informe completo está accesibleaquí. El resumen del informe para adolescentes estáaquí. Para más información pueden contactar con: En Jamaica: Trevesa DaSilva | +876 818-8575 | [email protected] En Panamá: Susana Arroyo Barrantes | + 506 8416 1771 | [email protected]

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Cruz Roja se prepara para lanzar un Centro Logístico Humanitario en el Cono Sur de las Américas

Buenos Aires, 8 de octubre de 2021 - La Cruz Roja Argentina y la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja lanzarán un Centro Logístico Humanitario para expandir la respuesta humanitaria de la Cruz Roja en los países del Cono Sur: Argentina, Bolivia , Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay. El Centro Humanitario tendrá la capacidad de pre-posicionar suficiente ayuda humanitaria para atender las necesidades de hasta 10.000 personas afectadas por emergencias y desastres. El Centro Humanitario está ubicado en el Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini de Buenos Aires. Operará con el apoyo de la Terminal de Carga de Argentina, unidad logística para el comercio internacional liderada por Aeropuertos Argentina 2000 (AA2000), el mayor operador aeroportuario privado del país. Jagan Chapagain, secretario general de la Federación Internacional, dijo: "Este Centro nos permite entregar ayuda humanitaria a las comunidades más vulnerables, de manera más rápida y eficiente. Argentina será el punto desde el cual movilizaremos la asistencia inmediata en agua, saneamiento, higiene, albergue, y seguridad alimentaria para apoyar a las personas afectadas por crisis y desastres en los países del Cono Sur. Este espacio estratégico e innovador se une a nuestra red global de centros logísticos humanitarios y fortalece nuestra colaboración con las autoridades nacionales, el sector privado y otros grupos de interés”. Los servicios proporcionados por el Centro incluyen adquisiciones y transporte, almacenamiento y manejo, existencias de contingencia, apoyo logístico especializado y capacitación y desarrollo de capacidades de las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja vecinas y otras instituciones. El Centro también albergará el Laboratorio de Innovación Humanitaria, destinado a brindar soluciones innovadoras a los problemas sociales, económicos y de desarrollo más urgentes de la región. Diego Tipping, presidente de la Cruz Roja Argentina, dijo: “Este espacio fortalece el papel que Argentina está jugando como líder en el campo humanitario y fomenta la cooperación bilateral y multilateral entre los gobiernos nacionales, los mecanismos regionales y el sistema de Naciones Unidas. Sobre las múltiples alianzas que la Cruz Roja Argentina tiene con empresas y corporaciones nacionales, el Centro también prestará especial atención a la compra local de insumos, incentivando la producción local, que es crucial para apoyar el crecimiento económico del país”. La Presidencia de Argentina ha patrocinado el convenio entre AA2000, la Federación Internacional y Cruz Roja Argentina. El secretario general de la Federación Internacional, Jagan Chapagain, estuvo en Argentina el viernes 8 de octubre para firmar el acuerdo y visitar el sitio del nuevo Centro. Desde abril de 2020, AA2000 ha cedido un espacio a la Cruz Roja Argentina para el almacenamiento de suministros humanitarios utilizados por la Sociedad Nacional en su respuesta a la pandemia de COVID-19. Para obtener más información y concertar una entrevista, comuníquese con: En Buenos Aires: Santiago Ramayo, [email protected] +54 9 11 4937 3134 En Panamá: Susana Arroyo, [email protected] +507 69993199

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La IFRC aumenta su asistencia humanitaria ante número récord de migrantes cruzando el peligroso tapón del Darién

Ciudad de Panamá / Ginebra, 20 de septiembre de 2021 - La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) está intensificando sus esfuerzos para brindar protección y asistencia humanitaria a las personas migrantes que viajan a través del tapón del Darién, una de las rutas migratorias más peligrosas del mundo. Entre enero y agosto de 2021, 70,376 migrantes (incluidos 13.655 niñas y niños) han atravesado esta selva panameña, una cantidad similar al total de migrantes que la cruzó en los últimos cinco años. El tapón del Darién se ha convertido en un punto de tránsito común para los migrantes que se dirigen a Norteamérica, pero las cifras de 2021 superan ampliamente los altos números de 2016, cuando un total de 30.000 personas cruzaron esa selva. En comparación, solo en agosto de 2021, 25,361 personas han utilizado esta ruta. Martha Keays, directora regional de la IFRC para las Américas, dijo: “A medida que la pandemia y sus impactos persisten, el número de migrantes que cruzan el Darién ha alcanzado máximos históricos este año. En Panamá, hemos visto entre 600 y 1300 personas ingresando al país diariamente. Se enfrentan a muchos riesgos durante su viaje a través de la selva y a menudo muestran signos de trauma físico y mental. La Cruz Roja está ahí para apoyarles y atender sus necesidades de agua potable, salud, saneamiento, atención médica, protección, información y apoyo psicológico”. En respuesta al creciente número de personas que cruzan el Darién, la IFRC ha activado su Fondo de Reserva para el Socorro en Casos de Desastre (DREF) para ampliar el apoyo a los migrantes, en colaboración con la Cruz Roja Panameña. La respuesta humanitaria se centra en la distribución de agua potable; promoción de la higiene personal y comunitaria, y distribución de artículos de primera necesidad como mosquiteros. También, incluye la prestación de servicios sanitarios y de protección, así como el aumento de la capacidad para brindar apoyo psicológico. El mecanismo DREF también incluye la preparación de la Cruz Roja Costarricense para atender un posible incremento del tránsito de migrantes por Costa Rica, en su ruta hacia el norte. En Colombia, a fines de agosto de 2021, más de 10,000 migrantes esperaban en el pueblo de Necoclí en la frontera entre Colombia y Panamá, un punto de entrada a la selva del Darién. La Cruz Roja Colombiana les apoya brindando información sobre la ruta, distribuyendo equipos de protección personal contra COVID-19; y prestando servicios de salud y protección. Según las autoridades panameñas, este año, migrantes de alrededor de 40 nacionalidades han cruzado el tapón del Darién. Vienen de naciones asiáticas y africanas, como Angola, Burkina Faso, Mauritania, Nigeria, Pakistán y Uzbekistán, pero también de América Latina y el Caribe. Muchas personas son haitianas y cubanas, y también hay un aumento en el número de migrantes venezolanos. “Algunas de las personas que actualmente cruzan el tapón del Darién dejaron sus países de origen hace años para comenzar una nueva vida en América del Sur. Pero las disparidades socioeconómicas, el estigma, la discriminación y la pandemia de COVID-19 les han hecho perder sus trabajos u hogares, y ahora enfrentan opciones imposibles, como volver a migrar. El acceso a los servicios básicos, como alimentos, agua, saneamiento, atención médica, vivienda, información esencial y el acceso a las vacunas COVID-19 debe garantizarse a todas las personas, independientemente de su estatus migratorio”, agregó Keays. La IFRC y su red de Sociedades Nacionales de la Cruz Roja han activado un sistema de monitoreo para seguir el movimiento de población desde el Cono Sur hacia Guatemala, incluidas las rutas migratorias a través de los países andinos, el tapón del Darién y Centroamérica. También están monitoreando la evolución de la situación humanitaria en Haití y Afganistán, ya que el aumento de las necesidades humanitarias en esos países podría generar más desplazamientos y migraciones a lo largo de la ruta del Darién. En Panamá, la IFRC y la Cruz Roja Panameña, con el apoyo de la Unión Europea, UNICEF y otros socios, llevan tres años atendiendo las necesidades de las personas migrantes que cruzan el Darién. Desde 2019, han brindado más de 20,000 intervenciones humanitarias que incluyen apoyo psicosocial, atención médica, acceso al agua e información sobre la ruta migratoria. Para mayor información y agendar entrevistas, contacte a: En Panamá: Susana Arroyo Barrantes, + 506 8416 1771, [email protected] En Ginebra: Nathalie Perroud, +41 79 538 14 71, [email protected]

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La pandemia no termina: aumenta la transmisión y los sistemas de salud corren riesgo de colapsar en las Américas, advierte IFRC

Ciudad de Panamá / Ginebra, 28 demayo–La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de laMedia LunaRoja (IFRC) advierte que la pandemia está lejos de terminar en las Américas, ya que los casos continúan aumentando. La región tiene la mayor incidencia de casos de COVID-19 por cada 100.000 habitantes a nivel global y ha alcanzado el pico más alto de muertes desde el comienzo de la pandemia. El continente americano tiene actualmente una de las tasas de mortalidad diaria más altas del mundo y, solo en América del Sur, más de un millón de personas han perdido la vida a causa del COVID-19. Esto representa un tercio de las muertes en todo el mundo. Los casos recién confirmados en la región continúan aumentando; diez de los quince países que notificaron el mayor número de casos de COVID-19 en todo el mundo se encuentran en América Latina y el Caribe. Uruguay, Argentina y Costa Rica encabezan la lista, seguidos de Trinidad y Tobago, Surinam y Brasil, donde loscasos están subiendoen espiral. Pedro Porrino, Coordinador de SaludenEmergenciade la Federación Internacional en las Américas, dijo: “Los sistemas de salud corren un riesgo real de colapso inminente en muchos países, como Brasil, Argentina y Uruguay, donde los casos y las muertes se encuentran en el pico más alto desde el comienzo de la pandemia.Las campanas de alarma también están sonando en Paraguay, Colombia y Bolivia. “Lo que hace que esta situación sea aún más preocupante es la posibilidad de que surjan nuevas variantes del virus, potencialmente más transmisibles o letales. Cuanta más transmisión haya, mayor es el riesgo de que el virus mute y se vuelva resistente a las vacunas existentes, lo que debería preocuparnos a todos”. Este aumento refuerza la necesidad de mantener y reforzar la salud pública y las medidas de protección de los medios de vida para mantener a las personas seguras, especialmente porque la disponibilidad actual de vacunas es insuficiente y el ritmo de vacunación en la mayor parte del continente sigue siendo peligrosamente lento. A medida que la Asamblea Mundial de la Salud llega a su fin, laIFRCrenuevael llamadoa tomar medidas extraordinarias para aumentar la producción de vacunas y garantizar una mejor distribución de las dosis existentes a nivel mundial. MarthaKeays, directora regional de laIFRCpara las Américas, dijo: “Cinco meses después del inicio de las vacunaciones en todo el mundo, menos de dos de cada mil vacunas se han administrado en los países más pobres de las Américas. Dejar atrás a los más vulnerables en los procesos de vacunación es una catástrofe moral y de salud pública. Millones de vidas dependen de los esfuerzos para abordar las disparidades entre los países y dentro de ellos. Deben considerarse todas las medidas posibles para potenciar la vacunación. Esto incluye la exención temporal de las protecciones de propiedad intelectual para las vacunas, la mejora de la transferencia de tecnología y el aumento de la capacidad de fabricación y entrega. La equidad de las vacunas no sucederá por casualidad. Debe diseñarse y planificarse, comenzando ahora mismo”. Para detener la transmisión y un acceso más amplio a las vacunas, las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja en toda la región, con el apoyo de laIFRC, continúan en la primera línea de la respuesta al COVID-19, apoyando las campañas nacionales de vacunación de sus gobiernos, para garantizar que nadie se queda atrás.

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IFRC se prepara para la temporada de huracanes en medio de la pandemia de COVID-19

Panamá / Ginebra, 31 de mayo de 2020. La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) está movilizando y aumentando los esfuerzos de cientos de equipos de la Cruz Roja en las Américas para prepararse para otra temporada de huracanes durante la pandemia de COVID-19. Especialistas pronostican que, solo en el Océano Atlántico, podrían formarse de 13 a 20 tormentas con nombre, de las cuales entre seis y 10 se convertirían en huracanes y de tres a cinco llegarían a ser huracanes de categoría 3 o superior. Estas tormentas podrían traer más devastación a una región que todavía está muy afectada tanto por las tormentas y huracanes del año pasado como por la pandemia de COVID-19. Durante los próximos seis meses, lluvias peligrosas, deslizamientos de tierra e inundaciones podrían afectar aún más de las comunidades que ya están lidiando con la pandemia, donde las vacunas aún no están disponibles ampliamente y donde los medios de vida han sido destruidos. Jagan Chapagain, Secretario General de la IFRC, dijo: “En Centroamérica y Colombia, miles de familias aún se están recuperando de los daños causados ​​por los huracanes Eta e Iota, que afectaron a más de 7,5 millones de personas hace apenas seis meses. La recuperación se ha visto obstaculizada por la pandemia, que ha arrasado con los recursos económicos de las personas, ha afectado los sistemas de salud y ha provocado desafíos en la respuesta. La pandemia agrega otra capa de complejidad. Ahora, una vez más, nos enfrentamos a un escenario extremadamente desafiante, con crisis superpuestas que aumentan las vulnerabilidades de las mujeres, la niñez, las personas migrantes y otros grupos. Estamos apoyando los esfuerzos regionales de preparación para esta temporada de huracanes, incluido el fortalecimiento de una respuesta equitativa a la pandemia de COVID-19, asegurando que nadie se quede atrás”. Para mitigar los desafíos logísticos causados ​​por las restricciones de COVID-19, la IFRC ha pre-posicionado ayuda humanitaria en Panamá, Guatemala, Honduras y el Caribe para responder de inmediato a las necesidades humanitarias de hasta 60.000 personas. A la vez, los equipos de la Cruz Roja comparten con las comunidades mensajes de alerta temprana e instan a las personas a tener alimentos, agua y otras necesidades básicas a mano, ya que durante la pandemia la ayuda puede tardar más en llegar. La IFRC está prestando especial atención al Caribe de habla inglesa y holandesa, donde varios países se han visto afectados por la erupción volcánica de La Soufrière y donde los casos y muertes por COVID-19 están alcanzando un nivel récord y el impacto socioeconómico de la pandemia es particularmente severo. Roger Alonso, Jefe de la Unidad de Desastres, Crisis y Clima de la IFRC, dijo: “Estos fenómenos meteorológicos son cíclicos y cada vez más frecuentes e intensos. En muchos casos, podemos predecirlos, por lo que instamos a los gobiernos y a los donantes a invertir en sistemas de alerta temprana, esfuerzos de preparación para desastres e iniciativas de adaptación al cambio climático que involucren a las comunidades vulnerables y las pongan en el centro de la respuesta humanitaria. La experiencia de la Cruz Roja demuestra que estar mejor preparado antes de que ocurra un desastre puede salvar vidas”.

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IFRC: Urgen esfuerzos para salvar vidas en Haití, mientras reportes preliminares confirman la devastación tras el terremoto

Puerto Príncipe, Panamá, Ginebra, 14 de agosto de 2021 - El sábado 14 de agosto, un gran terremoto de magnitud 7,2 sacudió Haití. Según la Oficina de Protección Civil de Haití, 227 han muerto y lamentablemente se espera que la cifra aumente en las próximas horas. Los informes preliminares de los voluntarios de la Cruz Roja Haitiana y el personal de la Federación Internacional sobre el terreno confirman que el terremoto ha causado graves daños a la infraestructura, incluidos los hospitales, especialmente en Jérémie y Les Cayes, en la costa norte de la península sur del país. Se informa que hospitales y hoteles, así como puertos, puentes y rutas han resultado dañados en Les Cayes y Jérémie, donde las iglesias colapsaron mientras se celebraba la misa matutina. Las actividades de búsqueda y rescate se concentran en esa zona ya que puede haber personas atrapadas entre los escombros. La tormenta tropical Grace está en camino y podría afectar las mismas áreas que han sido afectadas por el terremoto. En respuesta a estas crisis compuestas, teniendo también en cuenta las vulnerabilidades preexistentes en el país, la Federación Internacional ha activado su red global de especialistas en ayuda humanitaria y está trabajando en un llamamiento de emergencia que se lanzará dentro de las próximas 48 horas con una asignación inicial. de hasta 1 millón de francos suizos del Fondo de Emergencia de Socorro en Casos de Desastre de la Federación Internacional. Roger Alonso, Unidad de Desastres, Crisis y Clima de la Federación Internacional, dijo: “Los esfuerzos para salvar vidas son la prioridad en esta etapa de la emergencia. Brindar apoyo en búsqueda y rescate, primeros auxilios, atención médica de emergencia y albergue es una prioridad para la Cruz Roja. “Junto con la Cruz Roja de Haití, la Federación Internacional ya está trabajando en la evaluación de daños y necesidades en las áreas afectadas, donde los servicios podrían haber colapsado y las casas sufrieron graves daños o quedaron totalmente destruidas, así como carreteras e infraestructura en general. Es muy probable que los habitantes se hayan visto obligados a buscar refugio”. Brindar apoyo psicológico también es urgente, ya que muchas personas afectadas pasaron por el trauma del terremoto de 2010. También es fundamental prevenir y controlar la transmisión del COVID-19 y garantizar el acceso al agua, la higiene y el saneamiento. Se ha activado un corredor humanitario en la República Dominicana y los artículos no alimentarios (NFI) predispuestos están listos para al menos 4.500 personas. Además, los artículos de emergencia están predispuestos y disponibles en Panamá y el Caribe. Actualmente se están enviando especialistas de emergencia de la Cruz Roja a Haití para apoyar la evaluación y la respuesta inmediata en apoyo de los afectados, especialmente los más vulnerables, como mujeres, niños, ancianos y personas con discapacidad.

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Oficina Regional de las Américas

La Oficina Regional de las Américas de la Federación Internacional trabaja en apoyo de la Cruz Roja en 35 países. A través de sus equipos de apoyo a grupos de países y su unidad técnica, proporciona coordinación, apoyo financiero y técnico para operaciones de desastre y programas de desarrollo a más largo plazo en toda la región. Vea los planes regionales, de clúster y de país actuales para las Américas.

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Mujeres resistiendo en medio de la pandemia

by Melissa Monzon/IFRCZurich, Roselbis y Mariluz son tres mujeres que hoy viven en Lima, Perú, muy lejos de su natal Venezuela. Ellas emprendieron un viaje hace algunos años en búsqueda de mejores oportunidades, tanto para ellas, como para sus familias.Zurich“He sido luchadora desde Venezuela, y en el Perú me considero todavía aún luchadora, guerrera. No tengo depender de alguien para que mis hijas avancen, sino que dependo de mí misma, siempre pidiéndole a Dios que me dé fuerza, salud y muchas ganas para seguir adelante.”, nos comenta Zurich, quien vive en Perú desde hace poco más de tres años.Zurich es madre soltera, ella es el sostén de sus dos hijas de 15 y 17 años “Asumí el rol de madre soltera hace once años y me dediqué a trabajar para el bienestar de mis hijas, y hacia ellas me enfoco, me dedico. Todo mi esfuerzo, todo mi sacrificio ha sido por ellas, y realmente no me quiebro, no quiero desistir, quiero salir adelante, quiero sacar a mis hijas adelante, que estudien, que tengan un buen futuro.”, comenta.Cuando llegó a Lima ella no conocía a nadie, pero por la experiencia que había tenido como comerciante en Venezuela, ella sabía que debía tocar varias puertas y que alguna se le abriría. “He tenido bastantes obstáculos, pero con mi mente positiva siempre ‘Hoy no consigo, mañana sí´, no me quedo estancada de que no voy a buscar o que me van a rechazar, eso es como en todas partes, hay que tocar las puertas, no en todas te van a decir lo mismo.”; es así que consiguió un empleo como mesera en un restaurante a los cuatro días de llegar a Lima.Sin embargo, los riesgos siempre están presentes “Estaba en un restaurante trabajando y se me acercó un señor, me preguntó mi nacionalidad y me ofreció dinero a cambio de que me fuera con él; pero yo me hice valer como mujer, y por mi valentía de hacerme respetar, perdí mi trabajo. Cuando me despidieron, me fui a la casa, reposé, descansé y al otro día seguí buscando empleo, y volví a encontrar en otro restaurante. Yo no me paro, sino que, si pierdo uno, busco otro, y así estoy; si se cierra una puerta, toco otra”.Zurich es hoy trabajadora del hogar, realizando las labores de limpieza, cocina, entre otros. Ella, al igual que muchas mujeres, ha sentido los efectos de la pandemia por COVID-19. “Yo trabajo en la modalidad cama adentro, en casa de familia, y cuando empezó la pandemia yo estaba en casa de familia. Me dijeron que tenía que hacer cuarentena con ellos, por lo que estaba presentando en Perú, por la emergencia. Eso me afectó un poco emocionalmente, porque no podía salir para ver a mis hijas y a mi mamá. Pero seguí trabajando, con el entusiasmo, porque también soy el sustento de mi familia, tengo que trabajar aquí por ellos.”. Luego de quedar sin trabajo porque tuvo que salir porque su madre enfermó, Zurich encontró trabajo con otra familia, donde estuvo laborando hasta diciembre del año pasado, donde también tuvo que quedarse sin posibilidad de ver a su familia por cuatro meses “Con pandemia no podía ver a mis hijas, solo las veía por videollamada, no las podía ver físicamente, no las podía tener, pero era o el estar sin empleo pero en casa, o estar fuera de casa pero con un empleo, y me tocó pues.”Zurich forma parte de la agencia Nanas y Amas “Me gusta porque la agencia te da prioridad a ti como mujer, como persona, sin importar tu nacionalidad. Lo importante es que tú trabajes y te desempeñes bien, que demuestres que eres el tipo de mujer que es luchadora y trabajadora. Nos indican que no debemos aceptar humillaciones, si no nos sentimos bien en una casa, llamamos a la agencia y la agencia nos manda retirar, buscan el bienestar para nosotras, para que nosotras estemos bien”.Actualmente Zurich se encuentra sin trabajo, pero con la esperanza de que todo va a mejorar. Después de tres años de estar en Lima, ella menciona estar enamorada de esta ciudad “Realmente Perú me parece que es uno de los mejores países, y estoy enamorada de Lima totalmente. Me gusta su comida, la cocino toda. Aunque también hay de todo, hay personas que sí me vienen de malas vibras, con xenofobia, pero yo simplemente, esa parte no lo tomo en cuenta, y me enfoco a lo que yo quiero, en lo positivo, en lo bueno, para allá es que voy. A mí me parece Perú muy bueno.”RoselbisRoselbis es oriunda de la Isla de Margarita, Venezuela, y llegó a Perú en el 2017. Ella y su esposo eligieron Perú como país de destino, pues tenían familiares peruanos. Roselbis se graduó en el 2012 como médico cirujano en Venezuela, y ejerció su profesión hasta que salió de su país.“Fue realmente difícil dejar Venezuela, fue despedirme de mi familia, despedirme de mi hogar, y también el temor que sentía de llegar a un nuevo país y no saber cómo me iba a ir. No sabía si iba a poder ejercer mi profesión. Eran muchos temores, muchos miedos que se desencadenaban en ese momento. Y aunque la adaptación fue un proceso largo, no fue difícil. Siento que mi adaptación fue rápida por decirlo así.”, nos comenta.Ejercer su profesión fue un poco más complejo, no solo tenía que cumplir los requisitos del país, como la colegiatura y la homologación de su título, sino que encontrar trabajo en su rubro le fue difícil “Me costó mucho, recuerdo que me postulé muchísimas veces, creo que perdí la cuenta de cuantas veces me postulé y fue un poco difícil la búsqueda de trabajo realmente”.En el 2019, comienza a apoyar en las jornadas de salud que brindaba la Cruz Roja Peruana en diferentes puntos de la ciudad de Lima, jornadas dirigidas a población migrante y población local en situación de vulnerabilidad. En febrero del 2020 empieza su labor como doctora del Puesto de Atención en Salud; sin embargo, dos semanas después, se decretó en el Perú el estado de emergencia e inmovilización social por la pandemia por COVID-19, por lo que el puesto tuvo que cerrar. “Recuerdo que nuevamente llegaron los temores y los miedos a mí, porque recién había empezado en este trabajo, y no sabía si lo iba a perder. Felizmente las cosas no fueron así, pasé al trabajo remoto, dejé mi consultorio, y pasé a brindar orientaciones médicas a las personas que lo necesitaban por medio del WhatsApp. Luego, iniciamos las atenciones en los albergues, las cuales aún brindamos.”.En setiembre del 2020 Roselbis regresó a brindar atenciones presenciales ante la reapertura del Puesto de Atención en Salud, desde ahí, ella atiende a personas migrantes, personas que en su mayoría migraron de Venezuela a Perú, como ella. “Realmente me siento bien al brindar este apoyo, porque yo también soy migrante, y atender a mis compatriotas me llena de alegría porque sé las necesidades que tienen estas personas, sé de las dificultades que se les presentan para tener una consulta en salud. Ellos me dicen a veces “Doctora, qué bueno que usted es venezolana, porque me siento en confianza, entiendo sus términos”, y eso también me gusta bastante, que mis pacientes se sientan en confianza conmigo.”Respecto a qué les diría a otras mujeres que, como ella, vienen brindando servicios de salud, Roselbis comenta “Que continuemos en la lucha. Estamos en medio de una pandemia y no debemos caer. Si estudiamos para ser médicos, para brindar atenciones de salud, y nos ha tocado vivir esta pandemia, hay que seguir al pie de la lucha, seguir con esta bonita carrera que decidimos algún día empezar”.Mariluz Mariluz nació en el estado de Anzoátegui, Venezuela; ella es técnica en seguridad industrial, y durante 15 años ejerció su profesión en Venezuela en la industria petrolera; hoy, en Lima, Perú, se dedica a la limpieza de casas y oficinas.“La razón por la cual salimos fue por la salud de mi niño menor, él tiene una condición desde que nació, sufre de broncoespasmos. Como llegó un momento en que no tuvimos acceso a los medicamentos y que casi le da un paro respiratorio, con mi esposo tomamos la decisión de irnos. Y es así como tuvimos que sacrificar todo lo que habíamos construido durante quince años, de vender todos nuestros bienes, todo por mejorar la calidad de vida sobre todo de nuestros niños. Porque cuando todavía tienes voluntad, coraje, sabes que tienes la fuerza para salir adelante, y no ver atrás; igual siempre uno tiene temor de empezar de cero al inicio, esa incertidumbre de llegar a un país desconocido; pero una vez que llegas y ves la acogida, esa hermandad que hay dentro de toda esta situación, una piensa ‘Tomémoslo con calma, que sí lo vamos a lograr´”, de esta manera, Mariluz resalta el apoyo que ha tenido desde que llegó a Perú, donde nos indica ha hecho buenas amistades, quienes les han tendido una mano.Cuando llegó a Perú, el dueño del edificio, quien tenía una lavandería le ofreció trabajo, ahí laboró durante tres meses. “Cuando el dueño me pregunta si sabía hacer una cosa, yo le contesté ‘No lo sé, pero tengo la voluntad de aprender´”, y con eso se proyectaron para obtener lo necesario para subsistir. Paralelamente, Mariluz arregló su situación migratoria para poder trabajar.Cuando llega la pandemia, ella nos comenta que su esposo perdió el trabajo, y por ello sintió temor por toda la incertidumbre que existía, tanto en el tema de salud, como en su situación laboral. Gracias a las amistades que fue cultivando en su tiempo en Lima, consigue trabajar brindando asesorías en seguridad industrial, este trabajo le permitió mantener a su familia durante el tiempo que su esposo estuvo desempleado. Sin embargo, el ingreso le alcanzaba para cubrir la alimentación, más no el alquiler de su habitación “Tuvimos la gran ventaja de que el arrendatario es un señor muy cordial y muy comprensivo, y pudimos llegar a acuerdos con él en cuanto al pago”.Mariluz forma parte de Loop, iniciativa que busca vincular a las mujeres venezolanas en condición vulnerable con oportunidades de empleo aprobadas que garanticen una remuneración justa, seguridad y la oportunidad para decidir sus propios términos de empleo. Ella indica que esto le ha permitido empoderarse de su tiempo, ya que como tiene dos niños pequeños, no los puede dejar tantas horas solos. “Realizando estas labores de limpieza y desinfección de casas y oficinas puedo elegir los días que voy a trabajar y programar mi semana. Adicionalmente a esto me gusta hacer postres, hago mis tortitas. Antes cuando no estaba todo tan cerrado (por la pandemia), yo salía a la calle a vender mis postres por porciones”.Cuando reflexiona sobre ser mujer y migrante, ella nos dice “Para mí, la mujer migrante es una mujer luchadora, una mujer aguerrida, es una mujer que sale a luchar, sin distinción de nacionalidad, porque aquí no se trata de nacionalidad, se trata del amor que tienes a tu familia y del compromiso que tienes, así definiría a la mujer en este tiempo.”“Nuestro lema es que siempre hay que ver qué oportunidades hay. Se pueden presentar inconvenientes, pero luego viene la oportunidad. Yo pienso que es ese positivismo que uno mantiene día a día que te permite estar aprovechar las oportunidades.”

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Estar preparado: Responder a dos poderosos huracanes en medio de una pandemia

Por Olivia AcostaLa pasada temporada de huracanes en el Atlántico ha sido de las peores para Honduras desde el huracán Mitch, que ocasionó más de 5.000 muertos en 1998.Los huracanes Eta e Iota, de categoría 4 y 5 respectivamente, tocaron tierra el pasado mes noviembre y entraron por el Departamento del Paraíso, la zona en la que Carlos Colindres, Gerente Nacional de Riesgos de la Cruz Roja Hondureña, vive habitualmente. “Cuando confirmé que la situación podía llegar a ser muy grave, comencé a preocuparme por mi familia. Estábamos ya diseñando los planes de contingencia para la población, cuando recordé que tenia que hablar con mi padre para prevenirle.  Le expliqué que iban a venir días de mucha lluvia y vientos fuertes y era necesario prepararse, contar con víveres y abrigarse… me contestó que ya había vivido situaciones parecidas a lo largo de su vida, pero ahora se sentía más tranquilo porque según él, se manejaban de una forma más eficiente. De eso se trata, le dije, de estar preparados para poder dar la mejor respuesta posible, tratar de minimizar el impacto y salvar vidas”.Responder durante una pandemiaSegún Colindres, gerente desde 2014, la pandemia de Covid ha dificultado la respuesta de las instituciones al desastre ocasionado por los dos huracanes, por problemas de movilidad y limitación de adquisición de productos, entre otros. “La Cruz Roja Hondureña tiene mucha experiencia en enfrentar situaciones epidemiológicas endémicas de la zona, como son el dengue o el zika, y estamos preparados para actuar ante situaciones meteorológicas adversas como huracanes o inundaciones, pero no con una pandemia de tal magnitud al mismo tiempo… un país nunca está preparado para una situación como esta”. Para dar una atención de calidad en tiempo adecuado, según Colindres, fallaron muchas cosas, como los sistemas de alerta temprana, porque no hay tecnología adecuada y disponible en el país que permita hacer una proyección y previsión certera. “Pese a todo, nuestra respuesta fue la adecuada, llegamos en el momento justo. Los voluntarios y voluntarias de Cruz Roja Hondureña, junto a las fuerzas de seguridad nacional bajo la dependencia de las Unidades de Respuesta Humanitaria UHR, estuvieron desde el principio evacuando a personas y trasladando a la población a los albergues y otros lugares seguros. Solo Cruz Roja salvó la vida de más de 4.900 personas, a través de rescates acuáticos y aéreos. También realizaron tareas de rescate, apoyo psicosocial, primeros auxilios, y limpieza de viviendas… pero el segundo huracán, Iota, vino a empeorarlo todo, dejando a 1,2 millones de personas expuestas al desastre”, recuerda.Estar preparadoPara poder responder de la manera más eficaz a una catástrofe como esta, según Colindres, son necesarios muchos años de trabajo duro y entrenamiento previos. Es fundamental estar preparados a todos los niveles, desde el institucional al local. La clave es contar con la capacitación y los recursos adecuados, además del entrenamiento constante del voluntariado. “Contar con un plan nacional de respuesta claro que forma parte del fortalecimiento de nuestra capacidad operativa, nos ha servido para planificar nuestra respuesta. Además, el voluntariado ha sido capacitado para hacer frente a emergencias, incluidas las epidemias. Muchas Sociedades Nacionales, con el apoyo de la IFRC, estamos implementando un enfoque que denominamos PER (Preparación para una Respuesta Eficaz) que nos permite mejorar nuestro mecanismo de respuesta ante desastres. Este enfoque es el resultado de la experiencia y de las buenas practicas aprendidas durante muchos años respondiendo a emergencias en todo el mundo”. El paso de los huracanes Eta e Iota desencadenó una crisis humanitaria agravada por la pandemia de COVID, que ha dejado más de 100 muertos en Honduras, millones de desplazados, así como la destrucción de viviendas, puentes, carreteras, cultivos y pérdidas económicas millonarias, que tardarán años en recuperarse.

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Voluntarios: la piedra angular de la Cruz Roja para dar respuesta en las Américas

En las Américas, los voluntarios de la Cruz Roja han demostrado ser la piedra angular para dar respuesta a las comunidades de la región: realizando traslados interhospitalarios a pacientes de COVID-19 en México, trabajando en el rescate de personas afectadas por los huracanes Eta e Iota en Honduras, Guatemala, y Nicaragua, y más.La Federación Internacional ha sido testigo de una humanidad y bondad sin precedentes: cientos de miles de voluntarios se han inscrito a ser voluntarios en sus sociedades nacionales, lo que demuestra que incluso en estos tiempos más oscuros, hay historias increíbles de bondad y esperanza.Voluntarios en tiempos de COVID-19En México, más de 6,641 voluntarios han trabajado en la respuesta a la emergencia creada por el COVID-19 en traslados interhospitalarios, atención de pacientes, campañas de educación en salud, y más en los 32 estados de la república mexicana. En el área de socorro, muchos de los voluntarios paramédicos, han decidido aislarse de sus familias, para seguir ayudando en la respuesta a la emergencia, y evitar contagiar a sus seres queridos.[caption id="attachment_71726" align="aligncenter" width="400"] Voluntarios de la Cruz Roja Mexicana están llevando a cabo tareas de sensibilización en la Ciudad de México[/caption]“Llevo tres meses viviendo en una casa de renta junto con otros compañeros,” cuenta Diego Arcos, jefe de la sección motorizada de Cruz Roja Mexicana. “Creo que lo más complicado para nosotros en la atención a los pacientes COVID es que no vez contra que estas peleando, no ves contra que estas luchando, y no le ves final.”“Entiendo la desesperación que es estar en casa, la desesperación que es estar encerrado, pero nosotros lo que queremos es regresar a casa, y solo lo vamos a lograr si es que la gente se cuida y sigue los protocolos de seguridad: el usar cubre bocas, el lavarse las manos, usar gel antibacterial. Si todos seguimos las instrucciones que se está poniendo por parte del sector salud, no nada mas en México, si no a nivel mundial, estamos seguros qué más pronto vamos a poder los que quieren salir de casa hacerlo y los que queremos regresar a casa, también.”Los voluntarios y voluntarias cómo Diego, durante esta pandemia, han llevado a cabo un esfuerzo desinteresada, solidaria, y humanitaria para combatir el COVID-19: su labor ha sido fundamental en tareas de educación y prevención, al igual que en el trato a pacientes sospechosos o positivos.Voluntariado en Emergencias: las respuestas a los huracanes Eta e IotaLos desastres relacionados al clima no han parado en tiempos de COVID-19: 28 de los 35 países de las Américas están clasificados como de riesgo medio, alto o muy alto en términos de exposición a desastres relacionados con el clima según el último Informe Mundial de Desastres, y los huracanes Eta e Iota que azotaron la región en noviembre, son un ejemplo del riesgo en la región. Los voluntarios de las Américas han sido un ejemplo de acción solidaria en la respuesta a la emergencia causada por los huracanes Eta e Iota.Durante el mes de noviembre, los fenómenos tropicales ETA e IOTA tocaron tierra en Nicaragua, y luego causaron inundaciones, deslizamientos de tierra, daños a la infraestructura, hogares y cultivos en Centroamérica y Colombia, con grandes daños especialmente en Nicaragua, Honduras y Guatemala.[caption id="attachment_71730" align="aligncenter" width="400"] Voluntarios de la Cruz Roja Nicaragüense distribuyen kits en el Caribe Norte del país, luego del paso de Eta e Iota[/caption]En Nicaragua, más de 180 personas participan voluntariamente en la Operación Eta e Iota, apoyando a más de 33,000 personas en las áreas del Caribe Norte del país: Prinzapolka, Bilwi, Waspan, Rivas. Como parte de la respuesta a los huracanes, los voluntarios realizaron tareas para la preparación previa a los impactos de Eta e Iota y acciones humanitarias luego del paso de ambas tormentas cómo: apoyo psicosocial, agua y saneamiento, y promoción de la higiene. De esta manera, los voluntarios y voluntarias de la Cruz Roja Nicaragüense siguen demostrando el verdadero compromiso de humanidad en el movimiento.“Para ayudar a los demás, es importante permanecer unidos, tener mente positiva, ser perseverantes y empáticos. Todo lo hacemos con amor y comprometidos siempre con la salud para todos y todas,” nos explica una de las voluntarias de apoyo psicosocial en de la Cruz Roja Nicaragüense.Los voluntarios de las Américas, y alrededor del mundo, han sido testigo de una humanidad y bondad sin precedentes: son el motor de humanidad, perseverancia, y solidaridad del movimiento de la Cruz Roja en cada esquina del continente.Para más información, visite la Plataforma de Desarrollo del Voluntariado (VODPLA), donde un mapa interactivo de actividades y proyectos de Voluntariado muestra las iniciativas, actividades y proyectos humanitarios llevados a cabo por voluntarios en la región.

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Distancia física, no emocional

Por Olivia AcostaDiego Gómez tiene 38 años, es técnico de emergencias médicas, y desde hace 9 años ejerce su labor como paramédico en el Comité Metropolitano de la Cruz Roja Costarricense, en el Cantón de San José, la capital del país. Cada día realiza su actividad en una Unidad de Soporte Avanzado, en la que, junto con un conductor, realiza traslados de pacientes al hospital, muchos de ellos con sintomatología compatible con la COVID-19. Según Diego, las cosas han cambiado mucho desde que comenzó la pandemia. “Normalmente atendemos casos médicos de urgencias, pero con el inicio de la pandemia aumentaron mucho las llamadas relacionadas con el virus… había muy poca información, y rápidamente se saturó el sistema de salud. Nos dimos cuenta que había mucha gente asustada pensando que había contraído el coronavirus y muchos se sentían muy solos y angustiados sin saber qué hacer”.El servicio en el que trabaja Diego consta de 4 ambulancias y desde que llega el aviso de atención urgente, se inicia el protocolo para saber si la persona que va a ser atendida podría estar infectada por el virus. La familia o el propio paciente informa sobre su sintomatología y se comprueba si ha tenido contactos estrechos con personas afectadas por el coronavirus. Cuando el equipo llega al domicilio del paciente y se confirma la sospecha de posible contagio, se organiza su traslado al centro médico disponible más cercano. “Muchos de los pacientes que atendemos son adultos mayores con patologías previas, como obesidad o diabetes. Lo más duro es que tienen que viajar solos en la ambulancia y mucha gente mayor se tiene que despedir de la familia, porque no están permitidos los acompañamientos por motivos de seguridad en el contexto de la pandemia… es un momento duro para ellos y para nosotros también”.Diego también nos cuenta que él y tres de sus compañeros tuvieron que hacer cuarentena durante 15 días, debido al contacto con un paciente que tuvo que ser atendido en la ambulancia por un paro cardíaco, y resultó ser COVID positivo.Según nos cuenta Diego, durante los días de aislamiento su sentimiento era de frustración, y luego de vulnerabilidad, “por primera vez me vi en el lado de los enfermos y eso me afectó bastante, tuve que asimilar que es parte del trabajo que realizamos. Ahora tenemos nuevos protocolos, y todos los casos que atendemos son tratados como sospechosos, hasta que se demuestre lo contrario, por eso utilizamos mascarillas con filtro de protección, una bata quirúrgica, lentes de protección etc. Yo vivo con mi madre que es mayor, y siempre intento respetar las medidas de seguridad…  aunque tengamos que guardar distancia física con nuestros mayores, eso no significa que tengamos que guardar distancia emocional. Siempre es posible demostrar afecto por teléfono, o cambiar abrazos por videollamadas”, concluye.La Cruz Roja Costarricense ha estado trabajando en primera línea de atención a la emergencia sanitaria, hasta el momento se han traslado más de 8000 casos de pacientes confirmados o sospechosos por la COVID-19 y se han efectuado más de 41000 incidentes por la misma causalidad, también se han realizado campañas en las comunidades impulsando la puesta en práctica de las medidas sanitarias.

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IFRC está preocupada por el impacto del huracán Eta en la transmisión del coronavirus

La Cruz Roja, que trabaja en todos los países de la región, viene apoyando a miles de personas afectadas por las fuertes lluvias e inundaciones provocadas por el huracán Eta.Eta atravesó partes de Centroamérica después de tocar tierra en Nicaragua el 3 de noviembre como un huracán de categoría 4. Aunque se degradó a tormenta tropical a medida que avanzaba hacia Honduras y Guatemala, las constantes lluvias y los fuertes vientos han causado inundaciones y devastación en toda la región, incluyendo docenas de deslizamientos de tierra mortales. Belice, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México y Nicaragua se han visto afectados significativamente.Miles de personas han sido evacuadas de sus hogares debido a las inundaciones y los deslizamientos de tierra que vienen causando graves daños en toda la región. Se cree que la tormenta ha cobrado la vida de más de 200 personas, aunque la cifra real podría ser mucho mayor, ya que muchas personas siguen desaparecidas.[caption id="attachment_70236" align="aligncenter" width="1024"] Se han enviado voluntarios de búsqueda y rescate de la Cruz Roja Hondureña a las zonas afectadas por deslizamientos de tierra. (Crédito: Cruz Roja Hondureña)[/caption]A medida que las familias luchan por aceptar lo sucedido, aumentan las preocupaciones sobre el impacto que este desastre tendrá en las transmisiones del coronavirus.Es casi seguro que las medidas de prevención de COVID-19, como lavarse las manos con regularidad y el distanciamiento social, se dificulten más en los refugios de evacuación, en hogares familiares sobrepoblados u otros lugares seguros a los que las personas se han mudado.“Hay miles de personas sin hogar, en refugios temporales o albergues y bajo condiciones de vulnerabilidad.  En estos momentos prevenir la propagación de la COVID-19 es fundamental a pesar de los enormes desafíos de la emergencia.  No es improbable que veamos un aumento significativo de casos en las próximas semanas, debido a la dificultad de aplicar las medidas de salud pública en un contexto tan complejo,” advierte la Dra. María Tallarico, Coordinadora de Salud de IFRC en las Américas.[caption id="attachment_70212" align="aligncenter" width="947"] Los esfuerzos de evacuación continuaron durante el fin de semana mientras las fuertes lluvias continuaron causando estragos. (Crédito: Cruz Roja Hondureña)[/caption]Miles de voluntarios de la Cruz Roja en toda la región están ayudando a las familias afectadas por las inundaciones, apoyando las evacuaciones, y la búsqueda y rescate, proporcionando primeros auxilios y apoyo psicosocial, así como transportando a las personas de manera segura al hospital. Estos mismos voluntarios han estado apoyando a las comunidades para que se mantengan seguras durante la pandemia.“Las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja enfrentan la difícil tarea de responder a las lluvias incesantes, las inundaciones, así como al COVID-19. Se están proporcionando a los voluntarios los equipos de protección personal necesarios y se continuará apoyando a las comunidades con los insumos y las medidas de prevención y protección. Es importante ahora que estas medidas no solo se mantengan, sino que se incrementen para limitar la transmisión del virus del COVID-19,” continúa la Dra. Tallarico.[caption id="attachment_70232" align="aligncenter" width="1024"]  Los voluntarios de la Cruz Roja Guatemalteca están apoyando a los niños afectados por la tormenta con apoyo psicosocial en refugios de evacuación en todo el país. En toda la región, los voluntarios ya están distribuyendo kits de higiene para ayudar a las personas a mantenerse seguras. (Crédito: Cruz Roja Guatemalteca)[/caption]Las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja, con el apoyo de IFRC en la región, ya están distribuyendo kits de higiene a las personas desplazadas, que incluyen mascarillas y desinfectante de manos. Los voluntarios también están hablando con las familias sobre cómo mantenerse seguros durante este tiempo.IFRC recomienda que todas las respuestas deben considerar la necesidad de intensificar las medidas de prevención contra el virus, así como otras enfermedades transmisibles, como el Zika, que comúnmente aumentan durante y después de las inundaciones.“Instamos a las personas a que se aseguren de continuar siguiendo los consejos de salud, usando las mascarillas y lavándose o desinfectando sus manos con la mayor regularidad posible, hacer uso de agua segura para evitar la diarrea y otras infecciones debidas a agua contaminada, proteger a las niñas y niños, y vigilar el surgimiento de enfermedades respiratorias o de la piel. El personal de la Cruz Roja está en el terreno ayudando y apoyando en estas tareas,” comentó la Dra. Tallarico.[caption id="attachment_70228" align="aligncenter" width="1024"] Voluntarios de la Cruz Roja Nicaragüense despejan un camino obstruido por escombros y árboles arrastrados por las corrientes de la inundación. (Crédito: Cruz Roja Nicaragüense)[/caption]La Cruz Roja también insta a las personas a que sigan considerando medidas de protección personal, como usar mascarillas y lavarse las manos con la mayor frecuencia posible. Se están realizando evaluaciones para evaluar los daños causados ​​por la tormenta. Las preocupaciones inmediatas son garantizar que las personas tengan acceso a agua potable, alimentos y un refugio seguro.[caption id="attachment_70224" align="aligncenter" width="1024"] La Cruz Roja Costarricense está apoyando las evacuaciones en las áreas afectadas por la tormenta. (Crédito: Cruz Roja Costarricense)[/caption]Pueden pasar días o incluso semana antes de que se conozca la verdadera magnitud del daño, pero las lluvias constantes, incluso después de que ha pasado la tormenta, significan que fuertes corrientes y deslizamientos de tierra continúan destruyendo hogares, tierras de cultivo y, lamentablemente, cobrando vidas.[caption id="attachment_70220" align="aligncenter" width="1024"] Un voluntario de la Cruz Roja Guatemalteca habla con una persona afectada por las inundaciones. Muchas familias enfrentan la incertidumbre económica causada por las restricciones del coronavirus. Estas inundaciones traen un factor adicional a quienes ya luchan por hacer frente al COVID-19. (Crédito: Cruz Roja Guatemalteca)[/caption]Esta devastación se produce en un momento en que muchas comunidades de la región ya están profundamente afectadas por los impactos económicos y de salud de la pandemia por coronavirus.Los efectos a largo plazo de este desastre amenazan con llevar al límite a las comunidades que ya luchan por afrontarlo.“Los efectos a largo plazo de esta emergencia están afectando al límite las comunidades que ya luchan con los impactos económicos y de salud de la pandemia por COVID-19. IFRC continúa trabajando junto con las Sociedades Nacionales para asegurarnos de que nadie se quede atrás ".IFRC ha lanzado un llamamiento de emergencia regional por 20 millones de francos suizos para ayudar a 75.000 personas en los países de Honduras, Guatemala y Nicaragua, durante los próximos 18 meses. También continúa apoyando a otros países afectados, incluidos Belice, Costa Rica y Panamá, trabajando en estrecha colaboración con las Sociedades Nacionales que responden. IFRC en la región continúa respondiendo a la pandemia de COVID-19.

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Cuando la pandemia llegó a las comunidades indígenas del norte de Argentina

Por Olivia AcostaMaximiliano tiene 24 años, es estudiante de enfermería de último año del Instituto Superior de Cruz Roja Argentina en Salta, provincia ubicada al noroeste de Argentina que hace frontera con Bolivia, Chile y Paraguay. También es responsable del campamento humanitario de Cruz Roja Argentina en Salta, en el que cada día él y sus compañeros apoyan a 800 familias indígenas de etnias wichis, tobas y chorotes. El proyecto comenzó a principios de año por la declaración de emergencia a raíz de la muerte de 10 niños indígenas por desnutrición y falta de acceso al agua. Según Maximiliano, “fue en ese momento cuando Cruz Roja Argentina decidió implementar un campamento humanitario para dotar de atención en salud, alimentos y agua potable a las familias indígenas afectadas por la desnutrición y la sequia, y apoyar el desarrollo de sus capacidades”.El campamento se encuentra en el corazón de las comunidades, en medio de la nada, y a través de sus 10 tanques y una planta potabilizadora es capaz de dotar entre 45.000 y 60.000 litros diarios de agua a las familias indígenas de la zona. La supervivencia en Salta es muy difícil, la temperatura puede llegar a 45º, la zona es muy árida y desértica. “El acceso a las comunidades es muy complicado, no hay caminos, los hemos tenido que crear nosotros mismos para poder llegar con los vehículos y llevar agua cada dos o tres días. Los niños nos esperan muy ilusionados, con los vasitos preparados… he aprendido a valorar mucho el agua, te das cuenta de lo importante que es cuando careces de ella. Desde que les llevamos el agua, hemos conseguido que disminuyan las diarreas y mejore la talla de los niños, porque antes la tomaban de ríos contaminados, lo que ponía en riesgo su salud”. Ante la escasez de atención médica en el lugar, el campamento también cuenta con una carpa de primeros auxilios y un equipo móvil para poder trasladar a los pacientes de las aldeas más remotas.Todos los voluntarios y voluntarias del campamento tienen formación en primeros auxilios y brindan apoyo a las familias con una perspectiva de protección, género e inclusión. Cuando el COVID-19 llegó a la zona, Maximiliano pensó que, si había un alto número de contagios, la pandemia podría causar estragos, porque sería muy difícil de controlar. Las familias indígenas son muy vulnerables y sus casas, que apenas miden 8 metros cuadrados, con paredes de barro y techos de plástico, albergan a familias de más de 8 personas, en condiciones de mucha pobreza y hacinamiento. “Lo primero que pensé fue: ¿cómo vamos a enseñarles a lavarse las manos para evitar contagios, si apenas tienen agua?Ante la nueva situación, los voluntarios del campamento se pusieron manos a la obra para adaptarse a las condiciones de aislamiento y decidieron aumentar la distribución de agua potable con la intención de generar hábitos más higiénicos en las familias. Además de eso, comenzaron a colaborar con el Hospital San Victoria en el “Plan Detectar”. Su labor consiste en visitar las comunidades para evaluar sintomatologías y problemas respiratorios, con el objetivo de verificar la necesidad de realizar pruebas PCR si se cumplen los criterios establecidos. Para los casos graves coordinan el traslado al hospital y para los leves, realizan seguimiento de su estado de salud en sus casas y distribuyen mascarillas y kits higiénicos de desinfección. Según Maximiliano, “el uso de mascarillas ha resultado complicado para ellos, porque nunca se habían puesto ninguna. Tuvimos que realizar talleres y dar pautas a través de la radio comunitaria para que, por ejemplo, se evitasen las aglomeraciones. Ahora, casi el 75% usa las mascarillas y sigue las medidas de prevención, lo que ha resultado todo un éxito y ha compensado todo el esfuerzo. De momento hemos tenido 18 casos positivos y 16 ya han sido dados de alta”, relata con orgullo.Según Maximiliano son comunidades nómadas muy arraigadas a su cultura, religión, e idioma y no es fácil establecer relaciones. “Llevo 250 días en el campamento y ahora todos nos conocen, varios voluntarios están aprendiendo su idioma, algunos incluso ya lo hablan, ¡y eso que el wichi es muy complicado! Para los niños de las familias indígenas, el campamento es un lugar de diversión con tráilers, motos, luces, vehículos… les resulta muy llamativo y les encanta venir a visitarnos”.Ahora comienza la segunda etapa del proyecto para el desarrollo de estas comunidades y mejora de su calidad de vida, a través de un plan de cultivos y huertas, formación para el uso del reciclaje, recolección de residuos, construcción y acceso a letrinas, entre otros. “A veces nos frustramos cuando pensamos en todo el trabajo que tenemos por delante para apoyar el desarrollo de estas comunidades, nos sentimos como hormigas, pero luego siempre pienso: si no estuviésemos aquí, ¿cómo estarían ahora? Y entonces veo los avances que hicimos junto a las familias, me doy cuenta del gran valor que aportamos y lo importante que es para las comunidades”, concluye Maximiliano.

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La pandemia no se ha acabado

Por Olivia AcostaAlexander Arauz tiene 22 años, es diseñador de interiores y está estudiando Administración de Empresas en Rivas, una ciudad del Pacífico Sur de Nicaragua, muy cerca de la frontera con Costa Rica. Comenzó su voluntariado en la Cruz Roja Nicaragüense como socorrista en la filial de la Rivas hace 7 años, donde participó en la emergencia de la tormenta tropical Nate, así como en proyectos de prevención de Zika, además es parte de la Red de Comunicadores de la Institución, entre otros.Desde que empezó la pandemia, Alexander ha querido apoyar en el diseño y la puesta en marcha de distintas actividades para apoyar a la población en la lucha contra la pandemia, como la difusión de las medidas de prevención frente al virus y el servicio de apoyo psicosocial, para ayudar a manejar el estrés de las personas que han contraído la enfermedad, o han perdido algún familiar a causa del coronavirus.Según Alexander, “La gente con la que hablamos lo está pasando muy mal, incluso practicamos con ellos ejercicios de auto relajación para intentar rebajar su estrés.  Luego hay otras personas que quieren saber cómo deben protegerse y recibir información veraz sobre la COVID-19. También hemos habilitado una cuenta en Facebook para difundir cómo se deben utilizar las mascarillas, cuáles son los mecanismos de transmisión del virus y cómo debe protegerse la población para evitar el contagio. Alexander tiene muchas cosas que contar, pero una de las experiencias que más le ha marcado es el apoyo ofrecido a los cientos de conductores de camiones que se quedaron varados en la frontera con Costa Rica durante varias semanas, debido a las restricciones de movimiento impuestas por la pandemia. “Se trataba de trasportistas de varias nacionalidades de la región (Panamá, Guatemala, México, Honduras y Costa Rica), que no podían acceder con sus camiones a través de la frontera a Costa Rica o Panamá, para entregar sus mercancías.  La situación en la que se encontraban era deplorable, tenían que vivir a la intemperie con lo puesto y dormir debajo de los camiones, expuestos a condiciones de insalubridad, e incluso a robos… “La Cruz Roja Nicaragüense se ha encargado de apoyarles en esta dura situación y ha entregado más de 1,300  kits de alimentos a los transportistas y además ha revisado su estado de salud. Según Alexander, “muchos de ellos tenían miedo de contraer el virus y hemos tenido que tomar temperatura para comprobar si tenían fiebre o algún otro síntoma de la COVID-19. Recuerdo que, entre todos ellos, había una sola mujer. Estaba muy preocupada por contactar con sus hijos y gracias a los vecinos de la zona, pudo recargar su móvil varias veces para poder hablar con ellos”.Todos los voluntarios y voluntarias de la Cruz Roja Nicaragüense llevan equipos de protección con mascarillas, gorros y lentes protectoras para poder ejercer su labor. Según Alexander, “al principio todos estábamos intranquilos pensando que podíamos contraer el virus y contagiar a nuestras familias, sobre todo cuando trasportamos en ambulancia a personas que pueden tener coronavirus. Pero si se siguen las medidas de protección establecidas, sientes seguridad y te das cuenta que lo más importante es el valor del trabajo que hacemos por los demás. Me siento muy bien, satisfecho, estamos trabajando para apoyar a la población en estos duros momentos, nos sentimos como héroes sin capa ayudando a personas que no conocemos, tratándolos como si fuesen nuestros familiares”. Según Alexander, como también está ocurriendo en otros países de la región, las medidas de prevención ante el virus se están relajando y algunas personas ni siquiera llevan mascarilla. “Aunque en Nicaragua nunca ha habido un confinamiento obligatorio, las personas al principio salían poco de casa, respetaban más las distancias y casi todos llevaban mascarilla. Incluso había personas que parecían astronautas de lo protegidos que iban por la calle. Ahora vemos a mucha gente sin protección, en aglomeraciones, e incluso muchas familias hacen turismo y van a la playa… tenemos un duro trabajo por delante para seguir sensibilizando a la población, porque la pandemia no se ha acabado”, concluye. Cruz Roja Nicaragüense. Desde que comenzó la pandemia, las acciones de la Cruz Roja Nicaragüense se han centrado en contribuir al control epidémico del virus a nivel nacional mediante la promoción de la higiene, el uso de mascarillas y la distribución de kits de higiene a las poblaciones más vulnerables. Asimismo, desde el pasado mes de marzo la Cruz Roja Nicaragüense ha estado implementando el desarrollo de una campaña masiva de comunicación enfocada en la prevención de la COVID-19, llegando a más de 1,5 millones de personas.

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