Estados Unidos: El voluntariado de la Cruz Roja lleva esperanza tras los incendios forestales en el sur de California

At a temporary shelter for wildfire survivors in Pasadena, California, Kennis Eduardo Díaz gets help from American Red Cross volunteer Gracie Castro, who is part of a team that helps find available resources and a path toward long-term recovery.

En un refugio temporal para sobrevivientes de los incendios forestales en Pasadena, California, Kennis Eduardo Díaz recibe ayuda de la voluntaria de la Cruz Roja Americana Gracie Castro, que forma parte de un equipo que ayuda a las personas evacuadas a realizar tareas administrativas, encontrar asistencia financiera y obtener derivaciones a servicios que ayudan a propietarios e inquilinos a encontrar soluciones de vivienda a largo plazo.

Foto: Rosemarie Valdez/Cruz Roja Americana

Mientras los incendios arrasan el sur de California, la Cruz Roja Americana brinda apoyo y socorro de emergencia. En los refugios de toda la región, el personal y voluntariado trabajan incansablemente para ofrecer artículos de primera necesidad y un sentido de esperanza en medio de la devastación.

Originario de Colombia, Kennis Eduardo Díaz perdió su casa y todas sus posesiones en los incendios. Sin otro lugar adonde ir, encontró refugio en un nuevo albergue temporal gestionado por la Cruz Roja Americana.

El refugio en este caso es una sección del Centro de Convenciones de Pasadena. Las enormes salas del centro, que normalmente se utilizan para grandes reuniones de negocios y ferias comerciales, se han transformado en un refugio temporal para cientos de personas evacuadas.

Aquí, Kennis ha recibido algo más que comida y un lugar seguro donde dormir. También ha encontrado un camino hacia la recuperación gracias al apoyo del voluntariado local de la Cruz Roja.

"Me están dando la ayuda que no tenía", dice Kennis.

Una de esas voluntarias es Gracie Castro, de la sección de San Bernardino de la Cruz Roja Americana, que forma parte de un equipo que ayuda a quienes evacuaron, como Kennis, a hacer frente a tareas administrativas, encontrar ayuda financiera y obtener derivaciones a servicios que ayudan a propietarios e inquilinos a encontrar soluciones de vivienda a largo plazo, entre otras cosas.

"Mi papel es ver cómo podemos llevarle adonde quiere ir", dice Gracie.  

Historias de resiliencia y generosidad

La historia de Blanca Pérez es otro testimonio del poder de la comunidad y la solidaridad.

Junto con su marido Antonio, su hija y el novio de su hija, Blanca tuvo que evacuar su apartamento en Altadena con sus mascotas a cuestas, dejando atrás su casa y la querida tienda de ropa de Blanca.

Días después, se enteraron de que tanto su casa como la tienda de ropa habían sido destruidas por las llamas.

A pesar de esta profunda pérdida, Blanca encontró consuelo en el apoyo proporcionado por la Cruz Roja. Cuando recibió la noticia de que su tío había fallecido a causa de los incendios, un voluntario le ofreció apoyo emocional inmediato, la ayudó a superar el duelo y la puso en contacto con servicios de atención espiritual.

"He hecho nuevas amistades en el refugio, y las personas voluntarias de la Cruz Roja han mostrado tanta amabilidad y un interés genuino por nuestro bienestar", comparte Blanca. Pequeños gestos, como recibir material de tejer para mantener sus manos ocupadas, le han aportado momentos de paz en medio del caos.

Estas son sólo dos de las muchas historias que se desarrollan en los refugios de la Cruz Roja en el área metropolitana de Los Ángeles. En total, unas 580 personas se alojan en los refugios de emergencia de la Cruz Roja y cada una de ellas tiene necesidades específicas. Hasta ahora, la Cruz Roja ha proporcionado más de 11.300 noches de alojamiento y más de 102.000 comidas y meriendas con el apoyo de sus socios.

Fernando Fernández, voluntario de la Cruz Roja de Texas, atiende a una mujer que perdió su casa a causa de los incendios. Fernández viajó cientos de kilómetros hasta California para ofrecer apoyo emocional a quienes tuvieron que evacuar sus hogares.

Fernando Fernández, voluntario de la Cruz Roja de Texas, atiende a una mujer que perdió su casa a causa de los incendios. Fernández viajó cientos de kilómetros hasta California para ofrecer apoyo emocional a quienes tuvieron que evacuar sus hogares.

Foto: Rosemarie Valdez/Cruz Roja Americana

Voluntariado de todo el país

La respuesta de la Cruz Roja a los incendios forestales del sur de California no sería posible sin el apoyo de personas voluntarias de todo el país. Fernando Fernández, voluntario de servicios en casos de desastre de la sección de la costa del golfo de Texas, viajó a California para ofrecer atención espiritual a las personas que se vieron obligadas a evacuar.

Voluntario desde hace 15 años y veterano de la Guardia Costera estadounidense, Fernando comprende la importancia de ser una presencia reconfortante. "La mayoría de las personas a las que he ayudado sólo necesitan que alguien les escuche", afirma. Más del 60% de las personas a las que ha ayudado en esta crisis han sido hispanas, afirma, lo que subraya el papel vital de la atención culturalmente sensible en la respuesta a los desastres.

Blanca Pérez sonríe y abraza a un gato en una de las grandes salas utilizadas como refugio temporal en el Centro de Convenciones de Pasadena. Pérez perdió su casa y su tienda de ropa a causa de los incendios, pero encuentra consuelo en la compasión y el apoyo mostrados por el voluntariado de la Cruz Roja.

Blanca Pérez sonríe y abraza a un gato en una de las grandes salas utilizadas como refugio temporal en el Centro de Convenciones de Pasadena. Pérez perdió su casa y su tienda de ropa a causa de los incendios, pero encuentra consuelo en la compasión y el apoyo mostrados por el voluntariado de la Cruz Roja.

Foto: Nancy Castles/Cruz Roja Americana

Más allá del refugio: asistencia a largo plazo

El apoyo de la Cruz Roja va más allá del refugio inmediato. Ya están en marcha programas de asistencia económica para la población de numerosos municipios que se han visto gravemente afectados por los incendios. Esta ayuda económica ayuda a las personas evacuadas a cubrir sus necesidades básicas, desde la reposición de productos de higiene hasta la compra de ropa adecuada.

Todos los servicios están a disposición de las personas independientemente de su nacionalidad, raza, sexo o estatus de ciudadanía, reafirmando el compromiso de la organización con la inclusión.

"Si necesitas ayuda, no tengas miedo de pedírsela a la Cruz Roja", exhortó Fernando, el voluntario de la sección de la costa del golfo de Texas, haciendo eco de un sentimiento compartido por muchas personas voluntarias y sobrevivientes.

Mientras las comunidades comienzan a reconstruirse tras los incendios forestales, la Cruz Roja se mantiene firme en su misión de proporcionar esperanza, seguridad y recursos a quienes los necesitan. De hecho, esas necesidades son inmensas y es probable que no disminuyan aunque se contengan los incendios.

Más de 16.000 estructuras han sido destruidas por los incendios, por lo que la gente necesitará refugio temporal durante algún tiempo. Mientras tanto, las lluvias anticipadas plantean la perspectiva de nuevas amenazas: inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra sobre las zonas quemadas.

En cualquier caso, la Cruz Roja seguirá al lado de las personas necesitadas. Alrededor de 580 socorristas de la Cruz Roja se aseguran de que la gente no esté sola.

Mientras se reabren las comunidades, la Cruz Roja también presta apoyo con artículos de limpieza, linternas, mascarillas, guantes, agua y otros artículos de primera necesidad. A finales de enero se habían distribuido casi 22.000 artículos de emergencia.  
 

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