Por Melissa Monzón
“Gracias a la ayuda de Cruz Roja podremos proteger nuestra salud, ya no solo por el COVID, sino también por la caída de ceniza volcánica. No habíamos recibido ayuda; las herramientas las usaremos para cultivar, para la construcción, esta ayuda es magnífica, estas herramientas nos ayudarán mucho”, comenta Agustín Chicaiza, poblador de la comunidad Laime Capulispungo en Chimborazo, Ecuador.
Así como Agustín, muchas familias de la comunidad han sido afectadas con la caída de ceniza volcánica del Sangay, cuya actividad se incrementó desde la madrugada del 20 de setiembre de este año. Por ello, la Cruz Roja Ecuatoriana activó el Protocolo de Acción Temprana (PAT), el cual le permitió asistir de manera inmediata a las familias en las comunidades rurales más afectadas en los siguientes días.
“El mecanismo de Preparación Basada en Pronósticos nos ha permitido activar nuestro primer Protocolo de Acción Temprana (PAT) de caída de ceniza volcánica. Gracias al apoyo de la Federación Internacional de la Cruz Roja, Cruz Roja Alemana y el Centro del Clima, desde Cruz Roja Ecuatoriana hemos brindado asistencia humanitaria a mil familias de las comunidades de Totorillas, Laime y Cebadas que han sido afectadas por la caída de ceniza del volcán Sangay”, complementa Maria Fernanda Ayala, especialista en Sistemas de Información Geográficas del Programa Nacional de Gestión de Riesgos de la Cruz Roja Ecuatoriana.
El PAT tiene como objetivo establecer una acción temprana adecuada, utilizando pronósticos de dispersión y deposición de cenizas, que beneficien a las familias más vulnerables en las áreas más afectadas. En esta ocasión, luego del incremento de la actividad del Sangay, la Cruz Roja Ecuatoriana realizó un análisis donde cruzó variables como la capacidad de respuesta, vulnerabilidad, exposición y los pronósticos de dispersión y caída de ceniza del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional (IGEPN), y decidió activar el PAT el mismo 20 de setiembre por la noche. De esta manera, los pronósticos permiten a la Cruz Roja poder responder de manera anticipada.
Asimismo, el PAT permitió que se distribuyera un aporte económico, a través del Programa de Transferencia Monetaria, donde las familias reciben una tarjeta IFRC con un monto que les ayudará a cubrir sus necesidades básicas y proteger sus medios de vida. “A través del Programa de Transferencia Monetaria, las personas tienen la libertad de comprar sus materiales, cubren realmente las necesidades que tienen por los daños ocurridos por la ceniza volcánica y realizar acciones tempranas. Se les entrega una tarjeta de débito, y este dinero va orientado como una ayuda complementaria. Se les indicó la forma de cómo retirar el dinero del cajero automático y a dónde va redireccionado el dinero (protección del ganado, cultivos y protección de su salud)", comenta Luis Alberto Rocano, Coordinador Zonal 3 de la Cruz Roja Ecuatoriana.
A través de los Protocolos de Acción Temprana, la Cruz Roja puede acceder a fondos de manera inmediata para que estén preparadas y pre-posicionadas ante este tipo de eventos. En el caso de este PAT se realizó la entrega de kits de salud y de protección de medios de vida (lonas y herramientas), a 142 familias de la comunidad Laime Capulispungo y 317 familias de la comunidad Laime San Carlos, y se entregaron tarjetas de débito a 378 familias de las comunidades Laime Capulispungo y Totorillas, ambos en Chimborazo.
"Cruz Roja ha tenido un corazón solidario, es una gran ayuda para este desastre que estamos viviendo, esta ayuda nos va a servir mucho”, dice Armando Daiquelema, beneficiario de la comunidad de Totorillas.
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