La crisis económica y la prohibición de los fertilizantes sintéticos en Sri Lanka han provocado disturbios civiles e inseguridad alimentaria en todo el país.Se prevé una grave escasez de alimentos en los próximos meses, junto con la escasez de combustible, gas de cocina y medicamentos. Muchas personas están recurriendo a estrategias de emergencia para hacer frente a la situación, como retirar a sus hijos de la escuela o vender sus bienes. A través de este llamamiento de emergencia, la IFRC apoya a la Cruz Roja de Sri Lanka para proporcionar medios de subsistencia y asistencia para las necesidades básicas, así como agua potable y servicios de higiene, a 500.000 de las personas más vulnerables
Panamá/Ginebra, 31 de mayo de 2022 –La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) está intensificando las acciones de preparación ante el inicio de la temporada de huracanes del Océano Atlántico que, una vez más, estará más activa de lo normal. La IFRC insta a los gobiernos y a actores humanitarios a proteger vidas, invirtiendo en sistemas de alerta temprana, acciones tempranas basadas en pronósticos y planes coordinados de respuesta a desastres.
Del 1 de junio al 30 de noviembre de 2022, América del Norte, América Central y el Caribe esperan entre 14 y 21 tormentas con nombre, de las cuales entre seis y diez podrían convertirse en huracanes, incluidos entre tres y seis huracanes de categoría tres o superior. La IFRC y su red están trabajando para asegurar que las comunidades estén mejor preparadas para enfrentar los efectos de las fuertes lluvias, deslizamientos de tierra e inundaciones que estos fenómenos meteorológicos podrian causar durante los próximos seis meses.
Martha Keays, Directora Regional de la IFRC para las Américas, dijo:
"Se preven hasta seis huracanes de categoría tres o superior para la región, pero recordemos que basta una sola tormenta para destruir comunidades que ya están lidiando con la pobreza, la desigualdad y los efectos devastadores de la pandemia del COVID-19. Por ello, cientos de equipos de la Cruz Roja en más de 20 países están compartiendo mensajes de alerta temprana y coordinando las medidas de preparación con gobiernos locales y líderes comunitarios.
“Paralelamente, la IFRC está combinando las previsiones meteorológicas con sus análisis de riesgos para adoptar medidas tempranas antes de que lleguen los huracanes, en lugar de limitarse a responder a sus efectos. Este enfoque nos permite anticiparnos a los desastres, disminuir su impacto en la medida de lo posible y evitar el sufrimiento y la pérdida de vidas y medios de subsistencia".
La IFRC está prestando especial atención a las necesidades de las mujeres, la niñez y personas migrantes y retornadas, que sufren crisis superpuestas en Centroamérica. Esta región aún se está recuperando de la pandemia y de los huracanes Eta e Iota, que dejaron 1,5 millones de personas desplazadas sólo en Nicaragua, Honduras y Guatemala.
En Colombia, Honduras, Guatemala y Haití, las comunidades vulnerables expuestas a huracanes y tormentas también corren el mayor riesgo de inseguridad alimentaria debido a la actual crisis mundial de escasez de alimentos.
En este desafiante escenario, la IFRC aboga por marcos regulatorios que favorezcan la entrega ágil de la ayuda humanitaria a las zonas afectadas por los desastres. También, ha posicionado ya bienes humanitarios en Panamá y en el Caribe para dar respuesta inmediata a las necesidades humanitarias de hasta 60.000 personas en zonas costeras del Pacífico y del Atlántico.
Según el Centro del Clima de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, la temporada de huracanes 2022 en el Atlántico y el mar Caribe se predice más activa de lo normal debido a la influencia del patron climático de La Niña. Este fenómeno está activo por tercer año consecutivo y hace que las temperaturas del mar en esta cuenca estén por encima del promedio. Esta condición permite un desarrollo más activo de ciclones, como se ha visto en los años 2020 y 2021.
Para mayor información:
En Panama
Susana Arroyo Barrantes | Comms Manager Americas [email protected]
María Victoria Langman | Senior Comms Officer Americas [email protected]
Tengo el honor de presentar esta Declaración Oficial en nombre de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC).
El tema de la GP2022, "Del riesgo a la resiliencia: Hacia un desarrollo sostenible para todos en un mundo transformado por COVID-19" no podría ser más relevante para nosotros, ya que nos enfrentamos a necesidades crecientes y a un futuro incierto.
El COVID-19 se ha cobrado ya más de 6,2 millones de vidas y ha aumentado la vulnerabilidad en todo el mundo, especialmente entre las mujeres, los niños, los ancianos y las personas con discapacidad.
Al mismo tiempo, hay más personas amenazadas por la crisis climática, los conflictos, los desastres y las enfermedades. Las necesidades humanitarias de 2022 serán, como mínimo, el doble que en 2019.
Hoy nos encontramos en una coyuntura crítica. No sólo debemos recuperarnos plenamente de esta pandemia, sino que también debemos revisar nuestra preparación y cambiar nuestro modus operandi para hacer frente de forma proactiva a futuros riesgos. Debemos pasar de responder a las crisis a crear capacidades individuales y comunitarias para anticiparse, prepararse, reducir el impacto, hacer frente y recuperarse de las crisis. Esto debe hacerse sin comprometer sus perspectivas a largo plazo, es decir, reforzando su resiliencia ante futuros riesgos.
Para lograrlo, la IFRC hace un llamamiento a la acción colectiva en los siguientes ámbitos:
En primer lugar, debemos inspirar una acción comunitaria que revolucione el cambio positivo.
Las comunidades tienen capacidad de acción, autosuficiencia y sus propias esperanzas y planes para el futuro. Nuestros esfuerzos sólo les beneficiarán si nos centramos en sus prioridades, experiencias y conocimientos, y apoyamos sus acciones. Tenemos que apoyar a las comunidades para que se reúnan y aborden los retos a los que se enfrentan actualmente y se preparen para los que están por venir.
La financiación y las asociaciones deben apoyar a las personas y a las comunidades para que comprendan sus riesgos, tomen medidas para afrontarlos y participen en los procesos oficiales de toma de decisiones.
Los actores locales, como las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, son fundamentales para informar y canalizar las inversiones hacia los lugares adecuados, hacia los más necesitados, donde los escasos recursos pueden tener el mayor impacto. Tienen que estar en el asiento del conductor del cambio, y esto incluye a las mujeres y a los jóvenes.
En segundo lugar, confiar en la ciencia.
Debemos escuchar a la ciencia y utilizarla para planificar y proteger contra los riesgos futuros. Los fenómenos climáticos y meteorológicos extremos son cada vez más frecuentes y más intensos, y afectan a nuevos lugares con muchos peligros que golpean al mismo tiempo.
No podemos utilizar lo que ocurrió en el pasado para predecir el futuro. Tenemos que confiar en la ciencia y actuar en consecuencia. Esta debe ser nuestra forma habitual de trabajar. La acción anticipatoria que pone a las comunidades en el centro debe ser la nueva normalidad si queremos reducir las necesidades humanitarias y evitar las pérdidas y los daños causados por el cambio climático.
En tercer lugar, aprovechar el poder de las asociaciones.
Sólo podemos ser más resilientes si colaboramos juntos, pero esto significa trabajar de forma más amplia que los sectores humanitario, de desarrollo y climático. También debemos mirar a los sectores público y privado, a los gobiernos locales, a las comunidades de base y a otros sectores: estamos intentando superar los mismos retos pero con medios diferentes. ¿Cómo puede el sector privado comprometerse de forma que impulse el impacto social? ¿Cómo pueden los gobiernos liderar el cambio con marcos propicios? ¿Cómo pueden las agencias humanitarias adoptar la agilidad en sus modelos de negocio?
Junto con nuestros socios, hemos emprendido varias iniciativas, como el Grupo de Trabajo de Acción Anticipatoria, la Acción Basada en Previsiones del Fondo de Emergencia para la Respuesta a Desastres (DREF, por sus siglas en inglés), el Centro de Anticipación, la Plataforma de Apoyo a los Países del Grupo de Trabajo Mundial para el Control del Cólera, y la Asociación de Acción Temprana Informada por el Riesgo (REAP, por sus siglas en inglés), a la que invitamos a nuestros socios a unirse.
En cuarto lugar, debemos cambiar la forma de hacer negocios.
Las asociaciones centradas en las personas para lograr los ODS requerirán nuevos enfoques de programación y financiación de los donantes. Estos deben permitir que el sector privado participe de forma significativa y demuestre el valor de las estructuras que pueden ser más sostenibles, replicables y ampliables para abordar las crecientes necesidades humanitarias y de desarrollo.
Los países en desarrollo necesitarán más de 2,5 billones de dólares al año para cubrir el déficit de financiación de los ODS, pero solo se dispone de unos 150 000 millones de dólares de ayuda al desarrollo en el extranjero. Sin embargo, solo las fuentes de capital privado ascienden a más de 200 billones de dólares. Debemos considerar una financiación inteligente que ayude a que los recursos donados lleguen más lejos, creando oportunidades multiplicadoras.
En todo momento, las comunidades deben estar en el centro de las decisiones tomadas en materia de inversión y programación para la reducción inclusiva del riesgo de desastres, la preparación ante epidemias y pandemias y la adaptación al cambio climático. Hay que dar prioridad a las comunidades más vulnerables a las catástrofes, así como a los entornos frágiles y afectados por conflictos y a los desplazados o en riesgo de desplazamiento.
Los gobiernos pueden ayudar asegurando que las leyes, políticas, instrumentos financieros y planes nacionales sobre desastres y clima incluyan un enfoque en la reducción de riesgos para las personas más vulnerables.
En la respuesta a la pandemia del COVID-19, la IFRC y las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja han hecho un buen uso de la capacidad de preparación creada a lo largo de los años. Desde el principio, hemos respondido a las crecientes necesidades y demandas de salud de las comunidades vulnerables, basándonos en soluciones locales y aprovechando el papel de las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja como auxiliares independientes de sus gobiernos en el ámbito humanitario.
En los últimos dos años, la red de la IFRC apoyó a casi 1.200 millones de personas a través de nuestros programas COVID-19. Este apoyo ha incluido la comunicación de riesgos, las actividades de participación comunitaria para la promoción de la salud y la higiene, el agua y el saneamiento, y la asistencia alimentaria y en efectivo. Y más allá de nuestra respuesta de emergencia, nuestras Sociedades Nacionales llegaron a 139 millones de personas a través de programas de reducción del riesgo de desastres a prueba de pandemias, utilizando la guía de la IFRC para la "Programación de la gestión del riesgo de desastres inteligente desde el punto de vista climático durante la pandemia de COVID-19".
Tengan por seguro que seguiremos esforzándonos por crear una cultura de prevención y resiliencia movilizando nuestra red mundial de 192 Sociedades Nacionales, 160.000 filiales locales y 14,9 millones de voluntarios comunitarios.
Aprovecho esta oportunidad para rendir homenaje al Gobierno de Indonesia y a la Cruz Roja Indonesia por sus grandes esfuerzos para proteger a las personas y sus medios de vida de los desastres y las crisis.
Gracias, y les deseo una exitosa Plataforma Global.
Budapest/Ginebra, 13 de mayo de 2022 - En vísperas del Día Internacional de la Familia, el 15 de mayo, el Movimiento de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja amplía sus servicios de reunificación familiar con una nueva iniciativa.
El proyecto Caminos de Reunificación para la Integración (REPAIR, en inglés) está cofinanciado por el Fondo de Asilo, Migración e Integración (AMIF) de la Unión Europea, y permite la reunificación familiar segura y legal en la UE, asistiendo a los beneficiarios de protección internacional y a sus familiares antes, durante y después de la llegada.
El proyecto, de tres años de duración, está dirigido por la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) en colaboración con la Cruz Roja Austriaca, Británica, Francesa y Eslovena y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
Las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja de estos cuatro países están ampliando su apoyo ofreciendo una serie de servicios que incluyen asesoramiento, apoyo para la solicitud de visados, sesiones de orientación sociocultural, apoyo psicosocial y clases de idiomas. También prestan apoyo a la integración para ayudar a los miembros de la familia a reconectarse después de un largo período de separación.
Basándose en la larga labor del Movimiento de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja con los migrantes y los refugiados, el proyecto pretende mejorar y ampliar la actual prestación de servicios mediante el desarrollo de nuevas herramientas y enfoques, que también se compartirán con las principales partes interesadas. Las actividades del programa contribuirán a mejorar el viaje de reunificación familiar para las comunidades afectadas y a reforzar la red de agencias en Europa y fuera de ella.
La Directora Regional para Europa de la IFRC, Birgitte Ebbesen, dijo que el derecho a la vida familiar debe ser respetado, independientemente de la procedencia de las personas:
"Ya sea de Ucrania, Siria, Afganistán o Somalia, las personas que huyen de la violencia y la persecución suelen quedar separadas de sus familiares, lo que puede tener consecuencias devastadoras para su bienestar. Sin sus seres queridos, no son capaces de reanudar una vida normal. La reagrupación familiar es esencial para hacer realidad el derecho a la vida familiar en Europa y es clave para la integración a largo plazo en las comunidades de acogida."
El proyecto se basa en el Restablecimiento del Contacto entre Familiares (RCF), un mandato clave del Movimiento de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja para llevar a cabo actividades destinadas a prevenir la separación y la desaparición, buscar a las personas desaparecidas, restablecer y mantener el contacto entre los miembros de la familia y aclarar la suerte de las personas dadas por desaparecidas.
La reagrupación familiar es una de las vías seguras y legales de protección hacia Europa, pero las familias se enfrentan a muchos retos debido al complejo marco jurídico y a los obstáculos prácticos. Reunir a los beneficiarios de protección internacional y a sus familiares se convierte a menudo en un proceso largo e inseguro.
El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja pide un enfoque más holístico y orientado a la protección, que sea seguro, inclusivo y que proporcione el apoyo necesario a las familias en cada paso del camino. Preparar a las autoridades locales y a las comunidades de acogida para las llegadas debería ser también parte integrante de la acción.
"Un proceso de reagrupación familiar justo y rápido garantiza la dignidad y ayuda a evitar que familias desesperadas emprendan viajes peligrosos para reunirse con sus seres queridos, que a menudo se traducen en muertes trágicas y en personas desaparecidas en el camino. No sólo ayudamos a las personas, sino que salvamos vidas", añadió la Sra. Ebbesen.
Para más información, por favor, contacten con:
En Budapest: Nora Peter, +36 70 265 4020, [email protected]
Llegan a la frontera entre Ucrania y Eslovaquia agotados tras dos o tres días de viaje. Algunos llegan en coche. Muchos otros van a pie, cargando bolsas, arrastrando maletas.
Desde finales de febrero, casi 6 millones de personas han huido de Ucrania para buscar seguridad en otros países.
Hay mujeres y hay niños. Muchos, muchos niños. Los pocos hombres de la fila suelen ser mayores. Los más jóvenes se han quedado en gran parte para apoyar a su país en el conflicto.
Los jóvenes ayudan a los adultos, cansados y preocupados, a llevar sus pocas y preciadas pertenencias. Llevan mochilas con osos de peluche. Una niña lleva su propia bolsa de pañales. Mientras algunos pequeños se aferran a sus madres con toda la fuerza que pueden reunir sus pequeñas manos, los mayores corren de un lado a otro, entusiasmados con la aventura que les han contado. Sus madres se apresuran a protegerlos y agruparlos.
La gente llega a esta frontera en el cruce de Úzhgorod a todas horas del día y de la noche. Los voluntarios y voluntarias de la Cruz Roja Ucraniana los reciben. Les proporcionan información, alimentos, bebidas calientes, ropa y mantas. Ataviados con sus uniformes rojos de emergencia, ayudan a llevar las pertenencias de la gente hasta el paso fronterizo. Algunos necesitan sillas de ruedas y los voluntarios se lanzan a ayudar. Una vez que cruzan la frontera, son recibidos por el voluntariado de la Cruz Roja Eslovaca.
Olexander Bodnar es el hombre de 23 años que dirige el equipo de voluntarios de la Cruz Roja Ucraniana en Úzhgorod, en la frontera occidental del país. Veinticuatro horas al día, siete días a la semana, el equipo hace turnos en este cruce.
“Mi equipo es la gente más maravillosa del mundo", dice. "Tenemos muchas personas amables que se han unido a nosotros. Tenemos 130 voluntarios que se han apuntado desde que empezó el conflicto. Muchos son enfermeros y médicos".
Los conocimientos médicos son muy valorados. En un edificio recién construido, la Cruz Roja ha instalado una pequeña clínica, abastecida con cosas como comida para bebés y pañales. Los catres se alinean en un lado de la clínica como un lugar para que los viajeros cansados descansen, aunque sea por un rato. Es aquí donde los voluntarios realizan los primeros auxilios básicos. Muchos de los ancianos se quejan de que les sube la tensión. Los voluntarios formados la comprueban y me dicen que la mayoría de las veces está bien. Están sometidos a un estrés extremo, y algunos experimentan ataques de pánico, una reacción normal durante un acontecimiento anormal.
Olexander cuenta la historia de una mujer mayor que abandonaba su querido país con su marido, que acababa de ser operado:
"Cayó de rodillas y pidió a Dios que protegiera a su país. Dijo: 'Mi querida Ucrania, por favor, perdóname. No quiero dejarte, pero debo hacerlo'".
Las lágrimas llenaron los ojos de Olexander mientras ayudaba a la pareja a acercarse al paso fronterizo.
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La IFRC está apoyando a la Cruz Roja Ucraniana, y a otras muchas Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja de la región, para ayudar a las personas afectadas por el conflicto en Ucrania. Conozca más sobre nuestro trabajo aquí.
Kuala Lumpur/Suva 28 de abril de 2022 - La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja está cada vez más preocupada por más de un millón de personas en las naciones del Pacífico que están haciendo frente a su primera gran ola de COVID-19 alimentada por las variantes de ómicron.
El aumento de la vacunación es vital, ya que el rápido incremento de las infecciones por COVID está causando cada vez más muertes y enfermedades en países con bajas tasas de inmunización.
Aunque Vanuatu, las Islas Salomón, Tonga, Kiribati y Samoa llevan casi dos años sin contraer el COVID, han sufrido brotes en sus capitales, y el virus se está extendiendo a las comunidades vulnerables de las islas periféricas, que carecen de servicios básicos de tratamiento y vacunación.
El virus está ejerciendo una enorme presión sobre los frágiles sistemas sanitarios de centros de población como Honiara, Port Vila y Nuku'alofa. Un número cada vez mayor de trabajadores de la salud están afectados por el COVID-19, lo que limita aún más los servicios sanitarios y agrava la crisis.
Sainiana Rokovucago, jefa interina de la Delegación del Pacífico de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC), afirma:
"Es fundamental que lleguemos hasta la última milla con la vacunación en los pueblos insulares más remotos del Pacífico. Las autoridades deben hacer todo lo posible para llegar a estas comunidades, a pesar de las dificultades logísticas que supone llevar las vacunas a estas remotas islas tropicales."
"Los voluntarios de la Cruz Roja están trabajando con las comunidades para que entiendan la importancia de vacunarse y mantener la higiene para frenar la propagación de este peligroso virus."
Las Islas Salomón han notificado más de 12.000 infecciones y más de 100 muertes desde enero de 2022. Vanuatu ha informado de más de 6.000 casos y 12 muertes en los últimos dos meses. Tras la erupción volcánica y el tsunami de enero, Tonga se enfrenta a un triple desastre con más de 9.000 casos y 11 muertes por COVID.
En las Islas Salomón, sólo el 20% de la población elegible ha recibido dos dosis de la vacuna COVID-19, según Nuestro Mundo en Datos. En Vanuatu, sólo el 38% ha recibido dos dosis, lo que se considera el protocolo mínimo inicial para ayudar a proteger a la población.
"Hay pruebas sólidas de que las vacunas salvan vidas. Los habitantes de las Islas Cook están sufriendo la primera oleada del virus, y sin embargo, gracias a la elevada tasa de vacunación del 100%, han podido evitar enfermedades graves y muchas muertes."
"Es fundamental que hagamos aún más para contrarrestar la desinformación, las lagunas de conocimiento y los rumores sobre el COVID-19 y las vacunas, generando confianza y vacunas a través de la comprensión de cualquier preocupación, la respuesta a las preguntas y el fomento del diálogo utilizando canales de confianza."
"El COVID está lejos de haber terminado en el Pacífico, por lo que es necesario vacunar a todo el mundo ahora".
Para más información, por favor, contacten con:
En Suva: Soneel Ram, +679 9983 688, [email protected]
Oficina de Asia Pacífico: Preeti Abraham, +66 61 412 3910, [email protected]
Oficina de Asia Pacífico: Antony Balmain, +60 12 230 8451, [email protected]
Kuala Lumpur/Suva 15 de abril de 2022 - Tres meses después de la devastadora erupción volcánica y el tsunami, la nación insular del Pacífico, Tonga, se enfrenta a otra catástrofe: su primer brote grave de Covid-19 que ha obligado al Gobierno a prorrogar el Estado de Emergencia e imponer una serie de confinamientos.
Las estrictas medidas contra el Covid han afectado gravemente a la labor del gobierno y de los organismos de socorro y a su capacidad para distribuir ayuda. La Cruz Roja de Tonga se ha visto obligada a reducir sus operaciones durante varias semanas, recurriendo a una plantilla mínima y a un grupo básico de personas voluntarias para realizar las distribuciones esenciales 'sin contacto'.
Detectado por primera vez en febrero, el virus llegó a las islas exteriores el mes pasado, saltando las líneas de cuarentena diseñadas para contenerlo en la isla principal de Tongatapu. Como resultado, el bloqueo se extendió al grupo de Ha'apai, otro golpe para las comunidades insulares más afectadas, cuyos hogares y medios de subsistencia quedaron arruinados por la erupción y el tsunami.
Después de un retraso de tres semanas, un grupo de 25 miembros del personal y voluntarios de la Cruz Roja de Tonga recibió finalmente el permiso del Ministerio de Salud para viajar en barco a las islas de los Ha'apais para entregar alimentos, agua embotellada, kits familiares y kits de lavado.
Respetando los estrictos protocolos de 'no contacto', los equipos de socorro dejaron los suministros en las playas para que fueran recogidos después de la partida.
Sione Taumoefolau, Secretario General de la Cruz Roja de Tonga, dijo:
"El pueblo de Tonga es duro, pero se ha enfrentado a una triple catástrofe única en la vida, lo que hace que la vida sea muy difícil y las operaciones de socorro y recuperación aún más.
"Tras la devastación causada por las erupciones volcánicas, la asfixia por mantas de ceniza tóxica y el impacto de un enorme tsunami, y luego el Covid-19, es fundamental equilibrar la seguridad de nuestro personal, la salud de nuestras comunidades y la necesidad urgente de entregar suministros de socorro.
"Los voluntarios y voluntarias de la Cruz Roja en las islas son un salvavidas crucial en esta operación, ya que nos mantienen informados de las necesidades humanitarias sobre el terreno y nos permiten transportar los suministros tan necesarios.
"El aumento de las lluvias y el mal tiempo durante la temporada de ciclones también ha repercutido en nuestra respuesta a los afectados".
La catástrofe de enero, combinada con las medidas de cierre que restringen la actividad comercial, ha afectado gravemente a la economía de Tonga. El Banco Mundial cifra la factura de los daños totales en 90,4 millones de dólares, lo que equivale al 18,5% del Producto Interior Bruto (PIB) del país.
Katie Greenwood, Jefa de la Delegación del Pacífico de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC), dijo:
"Los desastres de esta magnitud pueden desbordar los recursos de cualquier nación. Ha sido necesaria una respuesta regional bien coordinada, con los vecinos del Pacífico, la comunidad internacional y la generosa diáspora tongana, para apoyar los vitales esfuerzos de socorro locales.
"Este esfuerzo se extenderá mucho más allá de las próximas semanas y meses, ayudando a las comunidades devastadas por el tsunami a reconstruir con casas más seguras y suministros de agua para estar mejor preparadas para futuros desastres climáticos".
Contactos para medios:
En Suva: Soneel Ram, +679 9983 688, [email protected]
Oficina Asia Pacífico: Antony Balmain, +60 12 230 8451, [email protected]
Jamaica, 7 de abril de 2022 – El nueve de abril de 2021 la erupción explosiva del volcán La Soufrière en las islas del Caribe de San Vicente y las Granadinas (SVG), provocó la evacuación de más de 13,000 personas que vivían en las cercanías de las zonas roja y naranja. Un año después el impacto del desastre sigue siendo evidente y la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FIRC) centra sus esfuerzos en la provisión de alojamiento y la recuperación socioeconómica, puesto que los ingresos de las familias fueron afectados por la erupción y la pandemia de la COVID-19.
En el último año la Cruz Roja ha apoyado a más de cinco mil personas con agua segura, suministros de socorro de emergencia, artículos de higiene y limpieza, soluciones de vivienda digna, comunicación de riesgos y participación de la comunidad, así como apoyo psicosocial y de medios de vida.
Bernard Morgan, Presidente de la Cruz Roja de San Vicente y las Granadinas, dijo:
"La Cruz Roja, junto con nuestros socios, ha proporcionado socorro, apoyo psicosocial y acceso a los servicios básicos, sin embargo, el trabajo aún no ha terminado. Seguimos centrando nuestros esfuerzos en ayudar a la gente a recuperarse, especialmente a los que han perdido su trabajo o sus ahorros, o que sufrieron graves daños en sus viviendas. Puede que los desastres físicos del volcán no sean tan visibles ahora, pero la gente sigue lidiando con los efectos sociales, económicos y psicológicos de la erupción, especialmente las 900 personas que se estima que no han podido volver a sus casas."
La Cruz Roja proporcionó asistencia monetaria multipropósito para apoyar a cerca de mil personas, así como vales de supermercado para más de 800 personas. También 300 pequeñas empresas han recibido subvenciones para reanudar la agricultura, la pesca y los negocios interrumpidos por la erupción.
La Cruz Roja ha apoyado a más de 210 personas altamente vulnerables (74 familias) para su salida de los centros colectivos a espacios con condiciones de alojamiento dignas, mediante la concesión de subvenciones de alquiler por un período de entre uno y seis meses, dependiendo de las necesidades, para un total de 400 subvenciones mensuales entregadas desde septiembre de 2021.
James Bellamy, director adjunto de operaciones de la IFRC en América, dijo:
"Después de un año algunas personas no han recuperado sus hogares o medios habituales de ingresos, ya que más de 100 casas siguen siendo inhabitables debido a los daños y al aumento de los riesgos de la erupción. La prioridad ahora para la Cruz Roja es ayudar a las comunidades a fortalecer y restaurar sus medios y condiciones de vida. Seguiremos asistiendo a las familias a través de nuestro programa de medios de subsistencia, ofreceremos oportunidades de formación y trabajaremos con los hogares desfavorecidos, para encontrar soluciones de alojamiento a largo plazo mediante asistencia en efectivo y en especie."
Los niños y niñas han estado en el centro de la respuesta humanitaria, de hecho, más de 500 han recibido kits de apoyo psicosocial que incluyen artículos de aprendizaje y recreativos. La IFRC colaboró con socios como UNICEF y la unidad de Asuntos de Género, para garantizarles espacios acogedores en los centros colectivos.
Con la pandemia de la COVID-19 y el brote de dengue en curso, la prevención de la propagación del virus y de las infecciones fue una parte importante de la respuesta. La Cruz Roja proporcionó información sobre cómo mantenerse seguro y saludable, y suministró kits de Equipos de Protección Personal para las familias, así como 400 unidades de desinfección de manos para montar en la pared, entregados al Ministerio de Educación para la reapertura de las escuelas durante el aprendizaje presencial. Los equipos en terreno también apoyaron las labores de limpieza tras la erupción y distribuyeron kits de limpieza doméstica a más de 3,300 familias, así como kits de higiene y COVID-19 a más de 2,300 familias.
En abril de 2021, la IFRC realizó un llamamiento por un valor de 2 millones de francos suizos para ayudar a más de cinco mil personas de las comunidades afectadas con alojamiento, salud, agua potable y apoyo a los medios de subsistencia.
Para más información:
En St. Vicente: Attica Allen +1 (784) 454-1989, [email protected]
En Jamaica: Trevesa DaSilva, +876 818 8575, [email protected]
En Panama: Susana Arroyo Barrantes, +507 6999-3199, [email protected]
Esta página aborda las preguntas más frecuentes sobre la labor del Movimiento de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja durante la crisis de Ucrania. Se actualizará periódicamente con nueva información y preguntas.
El 8 de mayo es el Día Mundial de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, un día mundial para celebrar la singularidad y la unidad de nuestro Movimiento Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja.
Bienvenidos al nuevo sitio web de la IFRC.
Ya seas una persona voluntaria, un miembro del personal de una Sociedad de la Cruz Roja o de la Media Luna Roja, un colaborador o socio de nuestra labor, o un miembro del público que nos visita por primera vez, estamos encantados de que estés aquí.
Aunque técnicamente este sitio está en funcionamiento desde septiembre de 2021, hoy es una ocasión especial. Por primera vez en nuestra historia, nuestro sitio web está disponible en las cuatro lenguas de trabajo de nuestra red:Inglés, francés, españolyárabe.
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¿Qué vas a descubrir?
Nuestro nuevo sitio web es muchas cosas.
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Es una ventana transparente hacia cómo trabajamos y a los mayores problemas que queremos abordar como red.
Y mucho más.
Con este nuevo sitio web queremos mostrarte el poder y el alcance de la mayor red humanitaria del mundo.
Un gran agradecimiento
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Budapest/Ginebra, 10 de marzo de 2022 - Mientras continúa el conflicto en Ucrania y desciende un frente frío, la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) advierte de las nefastas consecuencias para la salud -incluida la propagación del COVID-19- y la salud mental de millones de personas tanto dentro como fuera del país.
Los combates en Ucrania se prolongan desde hace dos semanas y nadie ha salido indemne. Se calcula que 18 millones de personas -un tercio de la población del país- necesitarán ayuda humanitaria, y más de 2,3 millones de personas han huido a los países vecinos. Mientras las vidas de millones de personas se ven alteradas, existe una preocupación real por la propagación de enfermedades, el empeoramiento de las condiciones de salud preexistentes y el aumento de los problemas de salud mental.
"Muchas de las personas afectadas ya eran vulnerables antes del conflicto y ahora se enfrentan a una situación aún más dura, ya que están perdiendo sus hogares y sus medios de vida, viéndose obligadas a buscar refugio donde puedan o a huir de su país en busca de seguridad. Necesitan urgentemente alimentos, agua y refugio, pero también atención médica de urgencia, medidas de protección y apoyo psicosocial para evitar una catástrofe humanitaria aún mayor", dijo Birgitte Bischoff Ebbesen, Directora Regional de la IFRC para Europa.
En la estación de tren de Przemyśl, en Polonia, una mujer lloraba y era consolada por un voluntario de la Cruz Roja Polaca. Cuando le preguntaron qué había pasado, respondió que había pasado toda la noche y el día esperando el tren de Ucrania que llevaría a su hija a un lugar seguro. El tren finalmente llegó, pero su hija no.
Las personas que huyen de los conflictos suelen experimentar situaciones muy angustiosas, pérdidas y traumas, que pueden afectar a su salud mental y a su capacidad de afrontamiento. El apoyo psicosocial será necesario en los días, semanas y meses venideros.
En situaciones de conflicto, las medidas de salud pública para evitar la propagación de enfermedades se vuelven extremadamente difíciles. La gente se ve obligada a refugiarse en espacios abarrotados con condiciones sanitarias o acceso a servicios sanitarios básicos limitados. La propagación del COVID-19 es especialmente preocupante, ya que la tasa de vacunación en Ucrania es una de las más bajas de Europa, pues sólo un tercio de la población ha recibido la primera dosis. Ucrania también tiene una de las tasas más altas de tuberculosis multirresistente del mundo.
A lo que ya es una situación desesperada, se suma el hecho de que las temperaturas están cayendo por debajo del punto de congelación. Se necesita urgentemente ropa de abrigo y un refugio adecuado para proteger de los elementos a las personas que se encuentran en lugares temporales y a las que hacen cola en las fronteras, la mayoría de las cuales son mujeres, niños y personas mayores.
"Nuestros equipos de la Cruz Roja y la Media Luna Roja en Ucrania y los países vecinos están haciendo todo lo posible para apoyar a quienes lo necesitan, en particular a los que están en mayor riesgo, como los menores no acompañados, los hogares monoparentales, las personas mayores y las personas con discapacidad. Cuentan con el pleno apoyo de la IFRC y de nuestra red mundial, pero se necesitan desesperadamente más fondos, ya que hay millones de vidas en juego. Incluso si el conflicto armado terminara mañana, las consecuencias humanitarias se harán sentir durante años", dijo Bischoff Ebbesen.
Notas para los editores
En Ucrania, los equipos de la Cruz Roja están proporcionando primeros auxilios y formación en primeros auxilios, ayudando en los centros de recepción y a transportar a la gente a un lugar seguro, y distribuyendo artículos de socorro, incluyendo ropa de abrigo. A pesar del peligro mortal que ellos mismos corren, 3.000 nuevos voluntarios locales se han ofrecido para apoyar a sus vecinos.
En Hungría, los equipos de la Cruz Roja están gestionando tres puntos de servicio sanitario en la frontera. También dirigen centros de recepción y recogida donde acogen a las personas que cruzan desde Ucrania y distribuyen artículos de ayuda.
En Polonia, donde el 60% (más de un millón) de las personas procedentes de Ucrania están huyendo, la Cruz Roja Polaca ha activado más de 20 equipos de rescate, incluidos unos 450 médicos, que están prestando asistencia sanitaria y apoyo psicosocial las 24 horas del día en cinco de los ocho puntos fronterizos, así como en las principales ciudades.
En Moldavia, los voluntarios y el personal de la Cruz Roja de Moldavia han prestado apoyo a unas 200.000 personas que han cruzado desde Ucrania. Están en todos los puestos fronterizos ofreciendo té caliente, comida caliente, pañales y equipos de protección personal, como mascarillas y desinfectantes. Los voluntarios también están ayudando en los centros de recepción, colaborando en la preparación de alimentos y jugando con los niños.
En Rusia, los equipos de la Cruz Roja han entregado 187 toneladas de ayuda, incluyendo ropa, kits de higiene, productos para bebés y artículos para el hogar. Están prestando apoyo psicosocial, han abierto una línea telefónica de apoyo a la salud mental y, hasta la fecha, han realizado 756 consultas. Se han recibido más de 160 llamadas a la línea telefónica de restauración de vínculos familiares.
En Rumanía, los voluntarios y el personal de la Cruz Roja local están en varios pasos fronterizos distribuyendo alimentos, agua, artículos de primera necesidad, productos de higiene y miles de tarjetas SIM a las personas necesitadas. La Cruz Roja está ayudando a las autoridades locales a equipar los centros de acogida con tiendas de campaña, ropa de cama, alimentos y artículos de higiene y para bebés. Los voluntarios también están visitando los centros de acogida, jugando con los niños y ayudando al personal local a preparar la comida y otras ayudas necesarias.
En Eslovaquia, la Cruz Roja se encuentra en los tres pasos fronterizos del país, donde los equipos están prestando servicios como refugios adecuados, derivación a servicios esenciales y primeros auxilios. Dado que la gente está saliendo rápidamente de la zona fronteriza, la Cruz Roja está ampliando rápidamente el apoyo a lo largo de las rutas. Este apoyo incluye el apoyo psicosocial y la provisión de espacios acogedores para los niños; los servicios sociales, en particular la derivación a servicios como la educación, la atención sanitaria y el registro para obtener el estatus legal; la prestación de primeros auxilios, las evaluaciones de salud, la derivación a la atención clínica y las pruebas de COVID-19.
En Polonia, donde el 60% (más de un millón) de las personas procedentes de Ucrania están huyendo, la Cruz Roja Polaca ha activado más de 20 equipos de rescate, incluidos unos 450 médicos, que están prestando asistencia sanitaria y apoyo psicosocial las 24 horas del día en cinco de los ocho puntos fronterizos, así como en las principales ciudades.
En Moldavia, los voluntarios y el personal de la Cruz Roja de Moldavia han prestado apoyo a unas 200.000 personas que han cruzado desde Ucrania. Están en todos los puestos fronterizos ofreciendo té caliente, comida caliente, pañales y equipos de protección personal, como mascarillas y desinfectantes. Los voluntarios también están ayudando en los centros de recepción, colaborando en la preparación de alimentos y jugando con los niños.
En Rusia, los equipos de la Cruz Roja han entregado 187 toneladas de ayuda, incluyendo ropa, kits de higiene, productos para bebés y artículos para el hogar. Están prestando apoyo psicosocial, han abierto una línea telefónica de apoyo a la salud mental y, hasta la fecha, han realizado 756 consultas. Se han recibido más de 160 llamadas a la línea telefónica de restauración de vínculos familiares.
En Rumanía, los voluntarios y el personal de la Cruz Roja local están en varios pasos fronterizos distribuyendo alimentos, agua, artículos de primera necesidad, productos de higiene y miles de tarjetas SIM a las personas necesitadas. La Cruz Roja está ayudando a las autoridades locales a equipar los centros de acogida con tiendas de campaña, ropa de cama, alimentos y artículos de higiene y para bebés. Los voluntarios también están visitando los centros de acogida, jugando con los niños y ayudando al personal local a preparar la comida y otras ayudas necesarias.
En Eslovaquia, la Cruz Roja se encuentra en los tres pasos fronterizos del país, donde los equipos están prestando servicios como refugios de calentamiento, derivación a servicios esenciales y primeros auxilios. Dado que la gente está saliendo rápidamente de la zona fronteriza, la Cruz Roja está ampliando rápidamente el apoyo a lo largo de las rutas. Este apoyo incluye el apoyo psicosocial y la provisión de espacios acogedores para los niños; los servicios sociales, en particular la derivación a servicios como la educación, la atención sanitaria y el registro para obtener el estatus legal; la prestación de primeros auxilios, las evaluaciones de salud, la derivación a la atención clínica y las pruebas de COVID-19.
Para más información o concertar entrevistas, por favor, contacten con:
En Budapest: Kathy Mueller, [email protected], +1 226 376 4013
En Budapest: Nora Peter, [email protected], +36 70 953 7709
En Ginebra: Caroline Haga, +358 50 598 0500, [email protected]
Lea más sobre el llamamiento de emergencia de la IFRC para Ucrania y países afectados.
Fotos y vídeos:
Ucrania- Rumanía - Hungría- Croacia - Polonia- Eslovaquia - Rusia - Moldavia - Sala de Prensa de la IFRC
El Cairo, 1 de marzo de 2022 - La primera Conferencia de Líderes Humanitarios de Oriente Medio y el Norte de África concluirá hoy con una serie de recomendaciones para hacer frente a los crecientes desafíos humanitarios en la región. La conferencia, celebrada bajo el patrocinio del Primer Ministro de Egipto, reunió a los actores humanitarios para abordar los principales problemas humanitarios de la región, donde se producen algunas de las peores crisis prolongadas del mundo.
La conferencia, de dos días de duración, organizada por la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) y la Sociedad Egipcia de la Media Luna Roja (ERCS), debatió cómo mejorar la colaboración para aliviar el sufrimiento humano y apoyar a los afectados por el cambio climático y los desastres, conflictos y emergencias sanitarias relacionados con él.Entre los participantes se encontraban representantes del Gobierno egipcio, la Organización Mundial de la Salud, el Banco Mundial, el Comité Internacional de la Cruz Roja y las sociedades nacionales de la Cruz Roja y la Media Luna Roja.
El Dr. Nivine Al Qabbage, Ministro de Solidaridad Social y Vicepresidente de la Media Luna Roja egipcia, dijo
"Nosotros, como sociedades nacionales de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, somos los primeros en responder a las crisis humanitarias en nuestros respectivos países. Nos reunimos hoy aquí con otros actores humanitarios para garantizar que los mecanismos internacionales de coordinación humanitaria estén alineados y sean pertinentes, así como para desarrollar asociaciones innovadoras que movilicen recursos para seguir apoyando a nuestras comunidades."
Los países de Oriente Medio y el Norte de África siguen sufriendo décadas de condiciones climáticas extremas, como calor intenso, limitación de las aguas subterráneas y las precipitaciones y escasez de tierras agrícolas y cultivables, lo que los hace especialmente vulnerables a los efectos del cambio climático.
Se calcula que 70 millones de personas necesitan ayuda humanitaria en la región. Los jóvenes, en particular, siguen pagando el precio de las crisis y catástrofes prolongadas. La región tiene las tasas de desempleo juvenil más altas del mundo y la pandemia del COVID-19 ha agravado la situación, lo que ha provocado que una media de hasta el 40% de las mujeres jóvenes estén sin trabajo.
El Dr. Hossam Elsharkawi, Director Regional de la IFRC, dijo:
"Incluso después de dos años, la pandemia del COVID-19 sigue amplificando las desigualdades en la región. Es imperativo que todos los actores humanitarios se unan para asistir mejor a los más vulnerables, que con demasiada frecuencia quedan al margen. Esto sólo puede ocurrir cuando cambiamos el liderazgo hacia esfuerzos humanitarios verdaderamente dirigidos a nivel local y nos comprometemos a establecer asociaciones respetuosas centradas en las prioridades locales".
Al final de la conferencia, los participantes acordarán un llamamiento a la acción que dará forma a sus operaciones conjuntas de respuesta humanitaria durante las emergencias sanitarias, los desastres relacionados con el clima, la migración y las asociaciones.
Los participantes acordaron:
Trabajar codo con codo con la naturaleza, utilizar soluciones basadas en la naturaleza para mejorar y/o aumentar la resiliencia.
Participar en el desarrollo de Planes Nacionales de Adaptación, ya que las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y la Media Luna Roja son auxiliares de sus gobiernos y pueden liderar la acción climática desde el nivel local.
Empoderar a los jóvenes como agentes de cambio para que cambien la mentalidad de los líderes y aboguen por el cambio y aborden las crisis climáticas y medioambientales.
Trabajar de forma proactiva para formalizar y poner en marcha asociaciones intersectoriales y multiinstitucionales que incluyan a los principales organismos y autoridades gubernamentales para ampliar la preparación y la respuesta humanitaria centrada en las comunidades vulnerables, las personas que se desplazan, las crisis prolongadas, las epidemias/pandemias y los desastres naturales.
Apoyar a la IFRC en la dirección del flujo de trabajo de localización, supervisando la implementación de los esfuerzos destinados a hacer que la acción humanitaria sea "tan local como sea posible y tan internacional como sea necesario".
Continuar con el enfoque estratégico de la IFRC para el desarrollo de las Sociedades Nacionales, que aspira a fortalecer las Sociedades Nacionales y sus filiales en lo que respecta a la calidad del liderazgo, la transparencia de la gestión financiera, la relación con las autoridades y el compromiso y la participación de la comunidad.
Llevar a cabo esfuerzos de diplomacia humanitaria para que se reconozca mejor el valor añadido de las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja a través de nuestro papel de auxiliares de los poderes públicos y del acceso a las bases a través de los voluntarios.
Para más información o concertar entrevistas:
Silvia Simon, Media Luna Egipcia, [email protected], 00201227404477
Rana Cassou, IFRC MENA, [email protected], 0033675945515
Ginebra, 1 de marzo de 2022 - Ante el rápido deterioro de la situación humanitaria en Ucrania y los países vecinos, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) temen que millones de personas se enfrenten a dificultades y sufrimientos extremos si no se mejora el acceso y se aumenta rápidamente la asistencia humanitaria. Para responder a esta necesidad repentina y masiva, las dos organizaciones hacen un llamamiento conjunto de 250 millones de francos suizos (272 millones de dólares).
El CICR solicita 150 millones de francos suizos (163 millones de dólares) para sus operaciones de 2022 en Ucrania y los países vecinos.
El director general del CICR, Robert Mardini, dijo:
"La escalada del conflicto en Ucrania se está cobrando un precio devastador. Las cifras de víctimas siguen aumentando, mientras que las instalaciones sanitarias tienen dificultades para hacer frente a la situación. Ya se observan interrupciones a largo plazo en el suministro regular de agua y electricidad. Las personas que llaman a nuestra línea de emergencia en Ucrania necesitan desesperadamente alimentos y refugio. Para responder a esta emergencia masiva, nuestros equipos deben poder operar con seguridad para acceder a los necesitados".
En las próximas semanas, el CICR intensificará su labor de reunificación de familias separadas, proporcionando alimentos y otros artículos domésticos a los desplazados internos, aumentando la concienciación sobre las zonas contaminadas por munición sin explotar, y llevando a cabo su labor para garantizar que los cadáveres sean tratados con dignidad y que los familiares de los fallecidos puedan hacer el duelo y encontrar una solución. Ahora es necesario el transporte de agua en camiones y otros suministros de agua de emergencia. Se aumentará el apoyo a los centros de salud, centrándose en el suministro de suministros y equipos para atender a las personas heridas por las armas.
La IFRC solicita 100 millones de francos suizos (109 millones de dólares) para apoyar a las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja en la asistencia a dos millones de personas que lo necesitan debido a la intensificación de las hostilidades en Ucrania.
Entre estos grupos, se prestará especial atención a las personas vulnerables, incluidos los menores no acompañados, las mujeres solas con hijos, los ancianos y las personas con discapacidad. Se aumentará significativamente la inversión en el desarrollo de capacidades de los equipos de la Cruz Roja en Ucrania y los países vecinos para reforzar la acción humanitaria dirigida localmente. Ya han movilizado a miles de voluntarios y personal y están prestando asistencia para salvar vidas, como refugio, artículos de ayuda básica, suministros médicos, apoyo psicosocial y de salud mental y asistencia monetaria polivalente a tantas personas como sea posible.
El Secretario General de la IFRC, Jagan Chapagain, dijo:
"En medio de tanto sufrimiento, es reconfortante ver el nivel de solidaridad mundial. Las necesidades de las personas afectadas por el conflicto aumentan cada hora. La situación es muy desesperada para muchos. Se necesita una respuesta rápida para salvar vidas. Nuestras Sociedades Nacionales miembros están en una posición única para responder y, en algunos contextos, son el único actor que puede prestar asistencia humanitaria a gran escala, pero necesitan apoyo para hacerlo. Hago un llamamiento a la solidaridad mundial para intensificar la asistencia a las personas que sufren a causa de este conflicto".
Para más información o concertar entrevistas:
En Ginebra: Anna Tuson, +41 79 895 6924, [email protected]
En Budapest: Corinne Ambler, +36 704 306 506, [email protected]
En Ginebra: Florian Seriex, +41 79 574 06 36, [email protected]
En Ginebra: Jason Straziuso, +41 79 949 3512, [email protected]