Desarrollo del voluntariado

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El poder de la juventud: En Vanuatu, personas jóvenes voluntarias mantienen el agua fluyendo

Jean Philipe Clement, de 58 años, se sumerge hasta los tobillos en el río que tantas noches le quita el sueño a él y a su comunidad.Mientras rebusca lentamente entre los escombros dejados por las recientes inundaciones, siente amargura al pensar en las próximas lluvias, sabiendo que llegarán tarde o temprano, y que probablemente traerán nuevas inundaciones a su comunidad.Agarra con una mano el mango de su fiel cuchillo de caña y con la otra sujeta el tallo de la rama de un árbol. Cuando balancea la afilada hoja metálica en la base de la rama, se oye un crujido al desprenderse la rama del árbol. Es el único momento en que se ahogan los sonidos de los mosquitos."Estamos podando algunas copas de los árboles para que la luz del sol pueda pasar y secar el agua que quede después de las inundaciones", explica."La principal causa de las inundaciones es la eliminación incorrecta de la basura. La gente no tira la basura en el lugar adecuado y es su descuido lo que está bloqueando el drenaje y provocando las inundaciones.""El agua estancada también ha provocado la cría de mosquitos".‘No hay otra opción’Aunque el agua ha retrocedido con el tiempo, no es nada comparado con la aterradora experiencia que supone el agua vertida en los portales de la cercana Solwe, una comunidad de 900 personas situada en Luganville, en la isla de Santo, a 45 minutos de vuelo de la capital de Vanuatu, Port Vila."Cuando llueve, el agua viene de las colinas y las plantaciones. Luego se junta en el centro, donde se encuentra Solwe. Debido a los escombros que obstruyen el río, se ha interrumpido el flujo del agua"."No hay salida para el agua y, como resultado, el agua no tiene adónde ir y los niveles empiezan a subir y a abrirse camino tierra adentro, hasta las casas".Una vez que la inundación ha llegado a las casas, la niñez no puede desplazarse a la escuela porque las carreteras están bajo el agua."La mayoría de las veces el nivel del agua llega hasta las ventanas de las casas. La gente tiene que entrar y salir de sus casas usando tablones de madera", dice Philipe."No tienen otra opción".Jóvenes toman acciónJusto cuando menguaban sus esperanzas de encontrar una solución para las frecuentes inundaciones, personas jóvenes voluntarias de la Cruz Roja de Vanuatu decidieron pasar a la acción.La juventud voluntaria de la Cruz Roja de Vanuatu en Solwe completó la formación en "Y-Adapt", un plan de estudios para jóvenes que consiste en juegos y actividades diseñadas para ayudarles a entender el cambio climático y a tomar medidas prácticas para adaptarse al cambio climático en su comunidad.A partir de ahí, tomaron la iniciativa de ayudar a personas como Philipe a prepararse para las próximas lluvias, limpiando los escombros del río y podando las copas de los árboles para que la luz del sol seque el agua estancada.Con el apoyo de la IFRC y la Cruz Roja Japonesa, el grupo de voluntariado completó el programa Y-Adapt y pudo adquirir una desbrozadora, una motosierra, rastrillos, una carretilla y guantes para ayudar en su campaña de limpieza."Si seguimos limpiando los escombros que interrumpen el flujo del agua y hacemos nuevos desagües, el agua fluirá hacia el río y no directamente a las casas de la gente", dice Tiffanie Boihilan, de 27 años, una de las voluntarias de la Cruz Roja que vive en Solwe.Y-Adapt anima a las personas jóvenes a centrarse en intervenciones de bajo costo que no requieran inversiones o tecnología a gran escala, pero que puedan reducir los efectos de los fenómenos meteorológicos extremos.‘Si tenemos suerte’En la cercana estación de Mango se desarrolla una historia similar, aunque en condiciones muy diferentes. Aquí, el cielo es azul y el suelo está seco. Las cabezas se vuelven hacia el cielo para ver el menor atisbo de una nube oscura que podría traer la lluvia.En días así, los huertos se ven azotados por el calor del sol de mediodía.Los animales buscan la sombra donde pueden. Cubos vacíos en cada mano mientras los miembros de la comunidad pisan el terreno seco y polvoriento rumbo al arroyo más cercano, a una hora de distancia.Eric Tangarasi, de 51 años, es el jefe de la estación de Mango. Casado y con seis hijos, dice que espera que llueva pronto. La lluvia rellenará el único depósito de agua que abastece a más de 900 personas.La estación de Mango depende del suministro público de agua, pero éste ha sido irregular. Algunos días no hay agua. El río más cercano se encuentra a una hora de camino por terreno accidentado, por lo que la mejor y más segura opción para esta comunidad es el agua de lluvia."En la comunidad hay un gran problema con el agua", dice Eric. "A veces no hay agua durante dos o tres días. A veces puede durar hasta un mes"."Si tenemos suerte, el suministro de agua llega hacia medianoche hasta las 2 de la madrugada, que es cuando cada hogar almacena agua suficiente para cocinar y beber"."Actualmente sólo tenemos un tanque de agua para la comunidad, y con más de 900 personas viviendo aquí, debemos usar el tanque con moderación asegurándonos de dejar suficiente para que las demás personas lo usen".Una vez más, las personas jóvenes voluntarias de la Cruz Roja de Vanuatu entraron en acción.Como parte de sus actividades Y-Adapt (y de nuevo con el apoyo de la IFRC y la Cruz Roja Japonesa), el equipo de voluntariado de la Cruz Roja en Mango empezó a abordar los problemas de escasez de agua a nivel comunitario."Hay 17 personas que viven con discapacidades y es difícil para ellas cuando se acaba el agua", dice Pascalina Moltau, de 26 años, ella es una voluntaria de la Cruz Roja de Vanuatu que vive en la comunidad de Mango y ha formado parte de este proyecto desde el principio. "No pueden desplazarse hasta el arroyo cercano porque la accesibilidad es un gran problema, no es seguro para estas personas"."También debemos pensar en las personas mayores. No son lo bastante fuertes para soportar las dificultades del terreno para llegar al arroyo cercano y luego acarrear agua todo el camino de vuelta".Tras debatir con la comunidad la mejor forma de actuar, compraron un depósito de agua adicional de 10.000 litros para complementar el existente, de 6.000 litros. Las personas voluntarias, junto con la comunidad, comenzaron su plan de implementación de Y-Adapt construyendo los cimientos del depósito de agua."Este depósito de 10.000 litros ayudará a la comunidad a hacer frente a la creciente demanda de agua", afirma Eric. "Ahora no tenemos que esperar hasta medianoche para almacenar agua y podemos ser más capaces de gestionarla".

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"Incluso en los momentos más oscuros, las mujeres son fuertes y perseverantes".

Como responsable de medios de comunicación y portavoz de la Media Luna Roja Palestina, Nebal Farsakh ha sido la voz de la Media Luna Roja Palestina en uno de sus momentos más difíciles y oscuros.Para quienes ven televisión, seguidores de las redes sociales y personas oyentes de radio de todo el mundo, el rostro, los mensajes y la voz de Farsakh han resaltado con claridad los retos humanitarios cotidianos -y a menudo mortales- a los que se enfrentan la población de Gaza y sus colegas.Con motivo del Día Internacional de las Mujeres, hemos pedido a Nebal Farsakh que reflexione sobre el papel que están desempeñando las mujeres en la respuesta humanitaria, así como sobre su propio enfoque de la vida como mujer profesional durante un conflicto devastador."Creo que las mujeres son capaces de todo, y este es realmente mi enfoque de la vida.Estoy casada y tengo un hijo de diez años y una hija de cuatro. Como familia, no tenemos estereotipos sobre las mujeres; con mi marido compartimos las tareas domésticas y el cuidado familiar.Y, por supuesto, intento transmitir esto también a mi hijo e hija, es decir, enseño a mi hijo a comportarse con su hermana y a no pedirle que "le sirva". Soy partidaria de que haya igualdad entre ambos, y hago hincapié en que las mujeres deben defender todos sus derechos, ya sea el derecho a la educación, a la herencia u otros derechos.En lo profesional, rompo los estereotipos de género con mi trabajo como responsable de medios de comunicación y portavoz de la Media Luna Roja Palestina. Hay quien puede pensar que las mujeres no son lo suficientemente fuertes, o incapaces de trabajar muchas horas o de estar disponibles fuera del horario laboral, pero yo llevo trabajando sin descanso desde que empezó la guerra en Gaza hace cinco meses, apareciendo en los medios de comunicación, difundiendo noticias e intentando ser una fuente de apoyo y un oído atento para mis colegas de Gaza".Romper estereotipos"La guerra de Gaza me confirmó que las voluntarias y empleadas de la Media Luna Roja Palestina son un ejemplo perfecto de mujeres que rompen estereotipos. Tenemos mujeres paramédicas que están presentes sobre el terreno, prestando primeros auxilios y apoyo médico, a pesar de los peligros y las dificultades.Por ejemplo, una paramédica continuó con su labor de salvar vidas a pesar de que su marido estaba detenido, y a pesar de todos los demás retos, como proporcionar alimentos y agua potable a sus hijos. Se mostró fuerte y poderosa para llevar a cabo su misión humanitaria.Y nuestra colega Hidaya Hamad, que fue asesinada mientras se encontraba en su oficina de la sede de la Media Luna Roja Palestina. Huda, que era la directora de voluntariado, estuvo presente en el Hospital Amal hasta el último momento; fue una fuente de apoyo y fuerza para las personas voluntarias y sus colegas hasta su último aliento.Hidaya y las empleadas y voluntarias de la Media Luna Roja Palestina son el mejor ejemplo de que las mujeres son fuertes y capaces de romper los estereotipos de género. Incluso en los momentos más oscuros, las mujeres son fuertes y perseverantes, no sólo los hombres".

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Día Mundial de la Ayuda Humanitaria 2023

El 19 de agosto es el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria. En su calidad de mayor red humanitaria del mundo, el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria es un momento importante para que la IFRC reflexione sobre la labor de nuestros más de 16 millones de voluntarios y miembros del personal, que salva y cambia vidas. En todos los rincones del mundo, encontrará a un voluntario de la Cruz Roja o de la Media Luna Roja haciendo cosas increíbles por su comunidad local. Ya sea prestando primeros auxilios o servicios médicos de urgencia a las víctimas de un desastre. Ofreciendo un oído amigo y atento a las personas que luchan con su salud mental. Ayudando a las personas que se desplazan a acceder a servicios humanitarios vitales a lo largo de sus viajes, para que no estén solas. Reunir a las familias que han perdido a sus seres queridos a causa de un conflicto o una crisis. Establecer sistemas de alerta temprana para que las comunidades sepan cuándo se aproximan peligros y cómo mantenerse a salvo. O preparar comidas calientes y crear refugios para personas que han perdido su hogar. Todos ellos se dedican a servir, apoyar y cuidar a las comunidades. En resumen: no importa la crisis, no importa lo difícil que sea el reto, no importa quién necesite ayuda y no importa dónde se encuentre, nuestro personal humanitraio de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja están ahí para las comunidades. #NoImportaQué Damos las gracias de todo corazón a todas y cada una de nuestras personas voluntarias por hacer de nuestro mundo un lugar mejor, más seguro y más solidario. Porque ante el aumento de las catástrofes y los retos, el mundo necesita a las personas humanitarias más que nunca. Involúcrese Obtenga más información sobre cómo hacer voluntariado humanitario en el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja. Participe en la conversación sobre el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria en las redes sociales siguiéndonos en X, Facebook, InstagramyLinkedIn usando elhashtag #NoMatterWhat. Descubra los Principios Fundamentales del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja que guían nuestra labor humanitaria.

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La Cruz Roja Polaca organiza el ejercicio internacional de rescate más grande que se ha realizado en Polonia para prepararse ante los desastres

"Un minuto es mucho tiempo. En un rescate, un minuto puede ser decisivo", dice Agata Grajek, del Grupo de Rescate Médico de la Cruz Roja Polaca, con sede en Wrocław. Ella es una de los 300 socorristas de siete Sociedades de la Cruz Roja de Europa que se reunieron el mes pasado en Malczyce, un pequeño pueblo del suroeste de Polonia, para participar en el mayor ejercicio de rescate de la Cruz Roja jamás realizado en el país. El ejercicio tuvo lugar en una fábrica abandonada para simular un desastre urbano que requiriera una respuesta urgente y compleja de búsqueda y rescate. Durante 30 horas ininterrumpidas, tanto de día como de noche, el agotador ejercicio puso a prueba hasta el límite a los equipos voluntarios y perros de rescate de la Cruz Roja. Personas reales, en lugar de maniquíes, se hicieron pasar por ciudadanos heridos en un edificio derrumbado para que las labores de rescate fueran lo más realistas posible. "Practicamos sobre todo las técnicas de búsqueda en la zona, coordinación de las operaciones de búsqueda y rescate y evacuación de las víctimas de los pisos superiores", explicó Marcin Kowalski, jefe del equipo de rescate de la Cruz Roja Polaca. El ejercicio fue la séptima reunión nacional de los 19 grupos de rescate especializados de la Cruz Roja Polaca repartidos por todo el país. Por primera vez, también acogieron a equipos de rescate de Lituania, Alemania, Croacia, Hungría, España y Finlandia para practicar el trabajo conjunto eficaz durante una intervención. "Si se produce un desastre humanitario, de construcción o natural en algún lugar, siempre estamos dispuestos a ayudar", afirma Pasi Raatikainen, socorrista de la Cruz Roja Finlandesa que participó en el ejercicio. Como casi todos los socorristas de la Cruz Roja, Pasi es voluntario. Dirige un equipo de rescate de cuatro personas en Helsinki y participa en ejercicios, todo ello en su tiempo libre. "En Finlandia no hay muchas sesiones de formación dedicadas a los rescates urbanos con técnicas de cuerdas, así que los ejercicios de Polonia fueron muy instructivos", dice. Pero no fueron sólo los equipos de búsqueda y rescate los que se pusieron a prueba. 60 personas voluntaria,s recientemente reclutadas en el marco de la iniciativa de Grupos de Ayuda Humanitaria de la Cruz Roja Polaca, también participaron en el ejercicio para practicar la instalación de refugios, la distribución de ayuda y la prestación de apoyo psicosocial a las personas afectadas. "Me llena el corazón ver a cientos de personas tan comprometidas con la idea de la Cruz Roja", declaró la Directora General de la Cruz Roja Polaca, Katarzyna Mikołajczyk. Basándose en la experiencia y las enseñanzas extraídas del ejercicio, las siete Sociedades de la Cruz Roja que participaron en él, han elaborado un marco de cooperación para poder colaborar más eficazmente en la búsqueda y el rescate en el futuro, cuando se produzcan catástrofes en toda Europa. Nadie espera que se produzca una catástrofe, ni espera tener que poner en práctica su formación. Pero en un mundo en el que las catástrofes son cada vez más frecuentes y complejas, es más importante que nunca, que dediquemos tiempo a practicar y prepararnos para poder estar a disposición de la gente, sea cual sea la catástrofe, y tan pronto como nos necesiten. -- Más información sobre cómo se prepara la IFRC para los desastres en nuestra página de preparación para desastres.

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Día Mundial de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja 2023

Henry atendiendo a heridos en Solferino; Hilda ayudando a víctimas de un huracán en Port Vila; Mohamed examinando el estado nutricional de los detenidos en la prisión de Baidoa; Yulima enseñando primeros auxilios a personas con discapacidad en Maracay; Luna rescatando migrantes en las costas de Ceuta: todos ellos, al igual que muchos voluntarios de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja en todo el mundo, ofrecen una mano compasiva, atención y un soplo de humanidad que cambia la vida de los más vulnerables. #DelCorazón Hoy, en el Día Mundial de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, celebramos el legado de Henry Dunant – cuya visión llevó a la creación del Movimiento de la Cruz Roja y Media Luna Roja - así como de los innumerables voluntarios que vinieron después de él. Su férreo compromiso y ejemplar dedicación para ayudar a cualquiera que lo necesite, en cualquier lugar y defender nuestros Principios Fundamentales en todo momento, ya sea respondiendo a desastres naturales, crisis climáticas, conflictos armados, emergencias de salud, desplazamientos de población o migraciones, despierta admiración en todo el mundo. No obstante, nuestra acción humanitaria se enfrenta a enormes retos en un mundo de incertidumbre y de tantas crisis complejas y multidimensionales. La atención internacional se desvía de las crisis prolongadas y poco visibles y faltan recursos para garantizar la continuidad de la ayuda a las personas que más lo necesitan y sostener la acción local de las organizaciones y trabajadores humanitarios que trabajan más cerca de las comunidades afectadas. Las catástrofes naturales y climáticas y las emergencias sanitarias se multiplican y alcanzan una magnitud sin precedentes. Las partes en conflictos armados y situaciones de violencia ignoran algunas de las normas más básicas del derecho humanitario y obstaculizan el acceso libre y seguro de la ayuda humanitaria neutral e imparcial a las personas vulnerables. Aunque, hay quienes cuestionan la noción de principios humanitarios, la acción humanitaria basada en principios sigue siendo tan vital como siempre. Nuestra familia de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja está a la vanguardia de la asistencia humanitaria y garantiza la protección de quienes más la necesitan. El mundo ha sido testigo de la creciente eficacia de nuestro Movimiento para responder a crisis superpuestas y prestar asistencia humanitaria basada en principios. Nuestra fortaleza radica en nuestra unidad, nuestra determinación de impulsar los ideales de acción humanitaria neutral, imparcial e independiente y nuestro compromiso con la causa humanitaria. Hoy, celebramos a los millones de voluntarios y personal de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, quienes día tras día en sus respectivos países, regiones y comunidades, llevan adelante la voluntad de Henry Dunant de procurar esperanza y dignidad a las personas en situaciones de vulnerabilidad, sin distinción ni interés personal. ¡Feliz Día Mundial de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja! #DelCorazón -- Mirjana Spoljaric, Presidenta del Comité Internacional de la Cruz Roja Mercedes Babé, Presidenta de la Comisión Permanente Francesco Rocca, Presidente de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja

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Cruz Roja Hondureña: la humanidad brilla en las comunidades locales

Son las 8 de la mañana de un apacible domingo en Copán Ruinas, una pequeña y pintoresca localidad del oeste de Honduras que fue una de las ciudades más poderosas del Imperio maya. Los comerciantes empiezan a abrir sus puertas. Un puñado de mujeres y niños juegan en la plaza principal. Y muchos habitantes, con sus característicos sombreros de vaquero, salen a dar sus paseos matutinos. Pero un hombre destaca con su chaleco y su gorra de color rojo vivo. Un gran emblema de la Cruz Roja y las palabras Cruz Roja Hondureña lucen orgullosos en la espalda. Observo un momento cómo charla con la gente del pueblo, que parece saludarle cordialmente con un apretón de manos o un choque de puños. Lo alcanzo, le saludo amistosamente "¡Hola, amigo!" y me entero de que se llama Stanley. Es voluntario de la Cruz Roja desde hace más de 22 años y se dirige a una reunión con otras personas voluntarias y miembros del personal de toda la región. Me invita a visitar la filial local esa misma tarde para informarme de lo que hacen. Y así lo hice. Y la bienvenida no pudo ser más cálida. Durante el almuerzo supe que se habían reunido procedentes de toda la región para compartir sus historias, conocimientos y experiencias de apoyo a sus comunidades locales a través de diversas crisis y retos cotidianos. Permítanme hablarles de tres de las personas que conocí: Mirian, Napoleón y Loany. Mirian Mirian es la orgullosa presidenta de la Cruz Roja local de Copán y lleva más de 10 años como voluntaria. Su filial gestiona las dos únicas ambulancias de toda la ciudad, lo que significa que cuando alguien tiene problemas, es su equipo el que responde a la llamada. Sin embargo, supervisa mucho más que los servicios sanitarios de urgencia. Su sección hace mucho por ayudar a la población local, incluidos los grupos indígenas que viven en las colinas de los alrededores y los escolares, para que estén preparados ante crisis, como huracanes e inundaciones. Su filial también brinda asistencia al creciente número de personas migrantes que pasan por Honduras en su camino hacia el norte, entre otras cosas, a través de los Puntos de Servicio Humanitario, espacios estratégicamente situados donde las personas que migran pueden acceder a un apoyo seguro y fiable durante sus travesías. "Me motiva el humanitarismo, ver cómo la Cruz Roja es una organización llena de amor por los demás. Que somos personas dispuestas a darlo todo. Para mí, es lo mejor que me ha pasado: ser miembro de la familia de la Cruz Roja", dice Mirian. Napoleón Napoleón vive en San Pedro Sula, la segunda ciudad más grande de Honduras. Es un antiguo cámara que lleva cinco años trabajando como conductor voluntario para la Cruz Roja Hondureña. Hace un par de años, Napoleón fue uno de los muchos voluntarios de la Cruz Roja Hondureña que respondieron a los devastadores huracanes Eta e Iota que asolaron la región. Describe cómo condujo un gran camión de rescate a través de aguas tan profundas que el vehículo estuvo a punto de desaparecer. A pesar de las traicioneras condiciones, pudo llegar y ayudar a rescatar a muchas personas varadas, sus pertenencias y mascotas. También colaboró en las enormes tareas de recuperación y reconstrucción, ayudando a rehacer las vidas y los hogares de la gente. Napoleón lleva el orgullo del voluntariado escrito en la cara. Su sonrisa se dibuja de oreja a oreja cuando habla de apoyar a sus compañeros voluntarios y unirlos durante una crisis. "Me gusta ser voluntario porque donas parte de tu vida y compartes sentimientos al ayudar a la humanidad. Te hace sentir bien, sentirte satisfecho, el hecho de poder ayudar", dice Napoleón. Loany Loany también trabaja en San Pedro Sula, pero su función es un poco diferente. No es voluntaria, sino empleada de la Cruz Roja Hondureña para ayudar a los voluntarios. Trabaja con las filiales locales, como la de Copán, para mejorar su gobernanza, gestión financiera y movilización de recursos, de modo que sus voluntarios puedan prestar mejor atención y apoyo a sus comunidades. Aunque no suene tan impresionante como vadear las aguas de una inundación para rescatar supervivientes, el trabajo de Loany no es menos importante. Unas filiales locales fuertes son la base de la red de la IFRC. Sin ellas, no podemos prestar el apoyo rápido, eficaz y local que las comunidades en crisis realmente necesitan. Con un año de experiencia, Loany es relativamente nueva en la familia de la Cruz Roja. Le pregunté qué significa para ella trabajar en la Cruz Roja y si piensa seguir haciéndolo: "Para mí significa amor, porque querer hacer las cosas bien, querer ayudar a otras personas vulnerables o en riesgo, nos hace dar lo mejor de nosotros mismos como personas. Entramos al mundo de la Cruz Roja y luego no queremos salir!", afirma. Al final de la reunión de voluntariado, el grupo se disuelve y se despide afectuosamente. Emprendo el camino de vuelta a la plaza principal de Copán, pensando en una palabra que utilizamos a menudo en el sector humanitario: ‘localización’. Es un término de jerga. Pero, ¿qué significa realmente? Me doy cuenta de que, para mí, significa Mirian, Napoleón y Loany: tres personas que trabajan duro dentro de sus comunidades locales para hacer que la vida sea mejor, más segura y más brillante para quienes les rodean. Y significa Stanley: un hombre que lleva años recorriendo las mismas calles de su ciudad natal con su chaleco de la Cruz Roja. Un hombre conocido, de confianza y respetado por su comunidad local, y que está a su lado, en los buenos y en los malos momentos.

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Día Internacional del Voluntariado 2022: Cree en el poder de la amabilidad

Las personas voluntarias de la Cruz Roja y la Media Luna Roja están en todas partes.Las encontrarás en tu calle, en tu comunidad local, en cada rincón del mundo.Incluso puede que usted sea una de ellas. Cada día, nuestros millones de voluntarios llevan la amabilidad y la bondad a quienes las necesitan, sin importar quiénes sean o dónde estén. Ya sea ofreciendo una bebida caliente o comida, Escuchando a alguien y apoyando su bienestar mental, Llevando suministros esenciales o dinero en efectivo a comunidades remotas, Ofreciendo o enseñando primeros auxilios para salvar vidas, Ofreciendo a las personas que se desplazan un espacio seguro para descansar, O ayudar a las comunidades a adaptarse al cambio climático. Actos de humanidad como estos, aunque a veces parezcan pequeños, marcan una enorme diferencia en la vida de las personas en crisis. Porque la amabilidad y la bondad son poderosas.Y contagiosas: un pequeño acto puede llevar a otro, y a otro, y a otro. "A lo largo del año, nuestros millones de voluntarios han llevado esperanza y ayuda a cientos de millones de personas en todo el mundo". Jagan Chapagain Secretario General de la IFRC En la IFRC, creemos en nuestros voluntarios. Creemos en el poder de la amabilidad y la bondad. La Humanidad, nuestro primer Principio, comienza con la amabilidad. Y creemos que todos podemos ser amables, tener humanidad y bondad. Por ello, #SeamosAmables. "Quiero dar las gracias a nuestras personas voluntarias de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja que están respondiendo a todas las emergencias, en todos los rincones del mundo, también en este mismo momento". Francesco Rocca Presidente de la IFRC En el Día Internacional del Voluntariado, como cada día del año, agradecemos profundamente a nuestros increíbles e imparables voluntarios. Se les aprecia. Se les apoya. Se les valora.

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La IFRC se creó para aportar amabilidad, y la amabilidad es más necesaria que nunca

"El mundo se desangra y necesita ayuda ya". Duras palabras de advertencia de un líder humanitario sacudido por una guerra brutal y que vive bajo la sombra de una pandemia mundial. Estas palabras no las escribí yo. Fueron escritas en 1919 por Henry Davison, el líder de la Cruz Roja Estadounidense. Su gran idea era que las sociedades de la Cruz Roja de todo el mundo -que se establecieron después de que el Movimiento fuera creado por el Premio Nobel Henry Dunant en 1863- debían unirse como una fuerza para el bien en todo momento, y no sólo durante las guerras. Davison creía firmemente que la amabilidad, la bondad y la experiencia de las personas voluntarias de la Cruz Roja debían beneficiar a la humanidad también en otros momentos. Así nació la Liga de Sociedades de la Cruz Roja, el 5 de mayo de 1919. Las Sociedades de la Cruz Roja fundadoras fueron cinco: las de los Estados Unidos de América, Italia, Japón, Francia y el Reino Unido. A finales de ese año, la Liga contaba con 30 miembros. La Liga cambió su nombre por el de Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja -la IFRC- en 1991. Ahora tenemos 192 Sociedades Nacionales miembros, y más en formación. El núcleo de la idea sigue siendo el mismo, mientras que el alcance de la red de la IFRC ha crecido enormemente, tanto en dimensión como en impacto. En 2020, 14,9 millones de personas voluntarias de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja prestaron asistencia a más de 688 millones de personas en casos de desastre y otras intervenciones de emergencia; a unos 306 millones en actividades de salud, y a 125 millones en asistencia de agua potable y saneamiento. Son cifras impresionantes, pero la magnitud de las necesidades humanitarias sigue creciendo cada año. En estos momentos, innumerables personas de todo el mundo necesitan ayuda urgente. El conflicto en Ucrania y la presión ejercida sobre sus países vecinos es sólo un ejemplo. Los persistentes daños físicos, sociales y económicos infligidos por la pandemia mundial de COVID-19 es otro. Junto a estas catástrofes está la amenaza siempre presente, y cada vez más grave, del cambio climático. Con retos como estos, ¿puede una idea sencilla -como la que dio lugar en 1919 a lo que hoy se conoce como la IFRC- seguir ayudando a sanar el mundo? Creo que sí, y lo hará. Sabemos lo que funciona, y lo hemos demostrado durante más de un siglo. Es un ser humano que tiende la mano para apoyar a otro ser humano en crisis, a nivel comunitario, donde siempre es más necesario. Es garantizar que el voluntariado y las organizaciones locales tengan los recursos, la formación y el apoyo internacional que necesiten para responder a las catástrofes y las crisis. Es asegurarse de que sus voces sean escuchadas y sus intereses representados en la escena internacional. Y es trabajar para llevar ese apoyo a las comunidades y personas más marginadas, sin importar dónde se encuentren y sin discriminar quiénes son. Es, sencillamente, amabilidad y bondad. Me incorporé a mi Sociedad Nacional, la Cruz Roja de Nepal, como voluntario hace más de tres décadas. Se confiaba en mí -y por lo tanto podía conocer y apoyar a las personas más necesitadas- porque formaba parte de su comunidad, hablaba su idioma y entendía sus preocupaciones. Y la clave para entender lo que la gente necesitaba era la amabilidad. A lo largo de los años, la IFRC ha evolucionado junto a las comunidades a las que apoyamos. Hemos adaptado nuestras formas de trabajo, ampliado nuestra experiencia a medida que surgían diferentes vulnerabilidades y factores de estrés, y hemos sido lo suficientemente ágiles como para ser pioneros y luego incorporar nuevos enfoques de apoyo humanitario. Hemos liderado el desarrollo y la aceptación generalizada de la asistencia en efectivo como la forma más eficaz y respetuosa de apoyar a las personas necesitadas. Después de todo, las personas que lo han perdido todo en una catástrofe o un conflicto no deberían perder también su dignidad. Además, estamos impulsando un cambio en la forma de gestionar y reducir los riesgos de catástrofe a través de la acción anticipatoria, en la que se apoya a las comunidades locales para que reduzcan sus riesgos y se puede activar la financiación inmediata una vez que se alcanzan los umbrales medidos científicamente. Nada de este trabajo sería posible sin la amabilidad de nuestros 14,9 millones de voluntarios comunitarios de la Cruz Roja y la Media Luna Roja. En el Día Mundial de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, el 8 de mayo, animaremos a las personas de todo el mundo a creer en el poder de la amabilidad y la bondad y a que #SeamosAmables. El mundo sigue sangrando. Sigue necesitando ayuda. Pero hay casi 15 millones de razones para creer en la bondad, y para tener esperanza. -- Si quieres leer más sobre la historia de la IFRC, visita nuestra página de historia y archivos. Y consulte el hashtag #SeamosAmables en todos los canales de redes sociales esta semana para ver cómo nuestras Sociedades Nacionales están celebrando el Día Mundial de la Cruz Roja y la Media Luna Roja.

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Hacer voluntariado

Tiene el poder de marcar una diferencia real en su comunidad y apoyar a quienes más lo necesitan. Al unirse a la Sociedad de la Cruz Roja o de la Media Luna Roja local, puede salvar vidas y cambiar de opinión. ¡Únase hoy!

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Nuestro voluntariado

Nuestros más de 16 millones de personas voluntarias en todo el mundo son el corazón de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC). Son nuestra fuerza. Son quienes nos definen. Y ayudan a hacer del mundo un lugar más seguro y pacífico todos los días.

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Día Mundial de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja

A la atención de los colegas de las organizaciones de la Cruz Roja y de la Media Luna RojaEstimados amigos:En este Día Mundial de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, con particular orgullo dejamos constancia de nuestro reconocimiento para con los voluntarios y miembros del personal que, desde la primera línea del frente, atienden a las crecientes necesidades de las comunidades afectadas por la pandemia de COVID-19. Siembran amabilidad y solidaridad en todo el mundo y son fuente de esperanza y dignidad en medio de la angustia. La extraordinaria fortaleza de espíritu de nuestros voluntarios alrededor del mundo durante esta crisis es motivo de admiración y, además, manantial de inspiración para la participación de otras personas en este empeño.La celebración del Día Mundial de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja brinda la oportunidad para expresar nuestra gratitud colectiva para con los trece (13) millones de voluntarios por su ejemplar dedicación a la causa humanitaria y a los principios fundamentales, y para agradecerles su gentileza, su valentía y su desinteresada labor.Aunque este 8 de mayo coincide con circunstancias de distanciamiento físico, nuestra proximidad es mayor que nunca en el sendero humanitario. Estamos auténticamente unidos en esta crisis. El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja se ha mantenido siempre junto a las personas que más nos necesitan, en los momentos más difíciles, y cuando la esperanza parecería desvanecerse.En estos difíciles momentos, las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja han demostrado que permanecemos unidas en nuestro afán por ayudar a las personas en medio de la angustia. La intención original que animara a Henry Davison, uno de los precursores de la fundación de nuestra organización a raíz de la pandemia de influenza en 1918, permanece válida en nuestro empeño, hoy. ‘Aunamos fuerzas para encontrar la manera de aportar al mundo el beneficio de nuestra experiencia con el fin de coordinar los esfuerzos de las Sociedades Nacionales del mundo en pro del interés de la humanidad’.Este año, atravesamos un periodo sin precedentes que nos obliga a adaptarnos a nuevas modalidades de servicio voluntario, de cooperación interna y de colaboración con las comunidades. Aunque nuestra manera de estar próximos a las comunidades se transforme, seguimos marcando la diferencia en la vida de las personas. Incluso en esta época de distanciamiento social, hemos aprendido a aportar consuelo y solidaridad desde la distancia. Seguimos forjando vínculos sociales y fomentando el sentido de pertenencia.Nuestra aptitud para reaccionar ante la crisis determina las consecuencias de esta para las poblaciones vulnerables en particular, y para todos, en general. Hemos de abordar esta pandemia bajo el enfoque de que “nadie estará a salvo mientras no estemos todos a salvo”. Como nunca antes, la seguridad y el bienestar de cada uno reviste fundamental importancia para la seguridad y el bienestar de todos en el mundo.El mundo contemporáneo se encuentra en un estado de constante perturbación y crisis permanente. No obstante, ya se trate de una catástrofe natural o de la crisis climática, de situaciones de conflicto o de migración, los voluntarios de las organizaciones de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja son los embajadores visibles de la paz y la solidaridad y los artífices directos de la configuración del futuro de nuestros países y comunidades. En esta época particularmente difícil, permanecen sólidas y firmes la determinación y la dedicación de los voluntarios en calidad de agentes locales y de primera intervención empeñados en aliviar el sufrimiento humano.Celebramos en este día la labor de todos y cada uno de los hombres, mujeres, jóvenes y adultos mayores que cada día plasman en la realidad la idea que anima a las organizaciones de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja. Celebramos los esfuerzos que invertimos para abarcar en nuestra labor a las personas más vulnerables, de manera que nadie quede rezagado. Celebramos el apoyo de nuestras familias en nuestra dedicación a la causa humanitaria. Celebramos a la familia de organizaciones de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja. Sin ambages, cabe decir que nuestra presencia es necesaria como nunca antes en la historia. Recordando las palabras de nuestro fundador, Henry Dunant, ‘todos, de una u otra manera, cada uno en su esfera y de conformidad con sus fortalezas, podemos aportar un granito de arena en esta constructiva labor’.Nuestro agradecimiento y nuestro aplauso conjunto y solidario. ¡Feliz Día Mundial de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja! Agradeceríamos que los presidentes y secretarios generales de todas las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja den a conocer este mensaje a los voluntarios y miembros del personal de estas.Atentamente,Jagan Chapagain                                                         Francesco RoccaSecretario General                                                      Presidente

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