Kenia

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Día Mundial de la Radio: Cómo ayuda la radio a mantener sanas y seguras a las comunidades

Aunque vivimos en un mundo cada vez más digital, la radio sigue siendo una importante fuente de información, entretenimiento y conexión en países de todo el mundo.Esto es especialmente cierto entre las comunidades rurales, para las que la radio es a menudo la fuente más confiable -o a veces la única- de noticias e información en kilómetros a la redonda.Imagina que vives en una de estas comunidades, lejos del centro de salud más cercano. Te das cuenta de que la gente enferma y no sabes por qué. En busca de respuestas, sintonizas la emisora de radio local.El locutor habla de la "enfermedad misteriosa" con pánico, diciendo lo espantosos que son los síntomas, cuánta gente ha muerto y cómo hay que evitar a toda costa a las personas infectadas. Ha oído que la enfermedad podría ser una especie de maldición y que, al parecer, beber agua salada puede protegerte.Al escuchar este informe, y sin ninguna otra fuente a la que recurrir, probablemente sentirías miedo e inseguridad sobre qué hacer.Pero imagina que sintonizas y escuchas un programa totalmente distinto. El presentador ofrece con calma información práctica sobre la enfermedad: su nombre, sus síntomas, cómo se propaga y las medidas que puede tomar para protegerse. Entrevista a un médico local que conoces y en el que confías, y que responde a las preguntas y preocupaciones más comunes.De seguro sentirías confianza y tendrías la información que necesitas para mantenerte a ti y a tu familia a salvo.En varios países, la IFRC y nuestras Sociedades Nacionales se asocian con los medios de comunicación locales para hacer exactamente esto: proporcionar información que salva vidas antes, durante y después de los brotes de salud.En el marco del Programa Comunitario de Preparación frente a Epidemias y Pandemias (CP3), hemos estado trabajando con la organización benéfica BBC Media Action para formar a periodistas y Sociedades de la Cruz Roja de siete países en Programación Lifeline: programación especial de los medios de comunicación que proporciona información precisa, práctica y oportuna en una crisis sanitaria o humanitaria.Las Sociedades Nacionales se asocian regularmente con los medios de comunicación para difundir información útil que mantiene a las comunidades sanas y a salvo de una amplia gama de enfermedades. Veamos algunos ejemplos.KeniaEn los condados de Bomet y Tharaka Nithi, la Cruz Roja de Kenia trabaja en equipo con emisoras de radio locales y servicios de salud del condado, llegando a cientos de miles de personas con mensajes sanitarios útiles sobre cómo prevenir enfermedades como el ántrax, la rabia y el cólera. La información se transmite en un lenguaje sencillo. Y quienes escuchan pueden llamar para hacer preguntas o sugerir temas de salud para debatir."Al principio, los medios de comunicación eran conocidos por informar sobre dos cosas, quizá: política y cosas malas que han ocurrido en la sociedad. Pero la Cruz Roja nos ayudó [...] a utilizar los medios para educar a la gente sobre las enfermedades", explica Sylvester Rono, periodista de Kass FM con formación en la programación de Lifeline."Ahora estoy orgulloso de decir que esto ha ayudado realmente a nuestras comunidades. Nuestra gente sabe ahora por qué debemos vacunar a nuestras mascotas, por qué debemos ir al hospital cuando tenemos una mordedura, por qué debemos informar de cualquier incidente [sanitario], y cuando ves cualquier signo de enfermedad, ya sea rabia, ántrax, cólera [...] la importancia de informar antes", añade.CamerúnA finales de 2021, un brote de cólera amenazó la vida de las comunidades de la región norte de Camerún, una zona rural del país donde las comunidades están muy dispersas.Como parte de su respuesta, la Cruz Roja de Camerún se asoció con emisoras de radio locales y lanzó una serie de programas de radio comunitarios para compartir información sobre cómo protegerse, a qué síntomas prestar atención y dónde obtener ayuda en caso de enfermar.Los temas de los programas se seleccionaron en un trabajo conjunto con liderazgos de la comunidad. Y tras la emisión de los programas, el personal voluntario de la Cruz Roja se dirige a sus comunidades para reforzar los mensajes difundidos en antena mediante visitas puerta a puerta."El programa de radio es muy bueno, porque me ha dado información práctica. Tuve un caso de cólera en mi familia, pero gracias a las medidas que escuché en la radio, pude salvar al hijo enfermo de mi hermana", explicó Talaga Joseph, un oyente que llamó a FM Bénoué, una de las emisoras participantes.República Democrática del Congo (RDC)En la RDC, los rumores nocivos y la desinformación sobre la vacuna COVID-19 y otras enfermedades se han extendido por todo el país en los últimos años. Por ejemplo, algunas personas creían que la vacuna COVID-19 era una fuente de ingresos para el gobierno y no tenía ningún beneficio para la sociedad, mientras que otras creían que la vacuna contra el sarampión era menos eficaz que los remedios tradicionales a base de hojas de mandioca.Para hacer frente a estos rumores, las personas voluntarias de la Cruz Roja de la RDC fueron de puerta en puerta para recoger las opiniones de la comunidad y registrar los mitos y conceptos erróneos más comunes. Tras analizar la información, el personal de la Cruz Roja de la RDC lanzó programas de radio interactivos para abordar y desmentir directamente la desinformación sobre la salud y ofrecer consejos fiables. Por ejemplo, en la provincia de Kongo Central, la Cruz Roja de la RDC colabora con Radio Bangu para producir un programa llamado "Escuela de la Cruz Roja". Las personas que escuchan el programa llaman para consultar información sobre diferentes enfermedades, hacer preguntas y descubrir a qué tipo de apoyo pueden acceder a través de la Cruz Roja."La colaboración con la Cruz Roja es muy buena y ha permitido a la audiencia conocer mejor sus actividades y cómo pueden prevenir distintas enfermedades y epidemias. Las emisiones de la Cruz Roja son tan populares que han aumentado nuestro número total de oyentes en la zona que cubrimos", afirma Rigobert Malalako, Director de la emisora de Radio Bangu.--Las actividades con la radio local que aparecen en este artículo son sólo algunos ejemplos de las alianzas con los medios de comunicación desarrolladas a través del Programa Comunitario de Preparación frente a Epidemias y Pandemias (CP3). Financiado por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), el CP3 apoya a las comunidades, las Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja y otros socios para prevenir, detectar y responder a las amenazas de enfermedades.Si te ha gustado este artículo y quieres saber más, suscríbete al Boletín de preparación para epidemias y pandemias de la IFRC. También puedes acceder a los siguientes recursos: Guía de BBC Media Action para los medios de comunicación sobre la comunicación en emergencias de salud pública (disponible en varios idiomas)Sitio web de programación Lifeline de BBC Media ActionCaja de herramientas de Control de Epidemias de la IFRC

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Se intensifica la crisis del hambre en África: La IFRC advierte contra la fatiga de la crisis

Ginebra/Nairobi, 7 de diciembre de 2023: En respuesta a la creciente crisis del hambre en África subsahariana, la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) amplía su llamado a la acción en medio de la creciente preocupación por la fatiga de la crisis. Para ello, la IFRC ha revisado su llamamiento de financiación a 318 millones de francos suizos, con el objetivo de llegar ahora a 18 países. Ha pasado más de un año desde el lanzamiento inicial del llamamiento para la crisis del hambre en África, pero las necesidades siguen superando el apoyo recibido. Inicialmente fijado en 215 millones de francos suizos para 16 países, sólo se han recaudado 59 millones de francos suizos. Esta crisis humanitaria, intensificada por sequías recurrentes, inundaciones provocadas por El Niño, conflictos y recesiones económicas, exige una respuesta inmediata para evitar el sufrimiento generalizado y la pérdida de vidas y medios de subsistencia. Alrededor de 157 millones de personas de 35 países del África subsahariana se enfrentan a una grave inseguridad alimentaria. A pesar de las alertas tempranas de las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja africanas, se necesitan más fondos y recursos. El Cuerno de África se ha visto especialmente afectado por la sequía más prolongada de la que se tiene constancia, con cinco estaciones secas consecutivas. En contraste, regiones como el este de Kenia, partes de Sudán del Sur, Somalia, Etiopía y Tanzania experimentaron lluvias más intensas de lo habitual durante la temporada de octubre-diciembre, lo que provocó inundaciones que agravaron aún más la situación de quienes ya se enfrentaban a una grave inseguridad alimentaria. Esta combinación de condiciones meteorológicas extremas, junto con los conflictos en curso, ha dado lugar a cosechas muy diversas en todo el continente. El voluntariado de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja es testigo de condiciones desgarradoras en las que muchas personas, entre ellas mujeres e infancias, sobreviven con menos de una comida al día. Mohamed Omer Mukhier, Director Regional para África, hizo hincapié en la urgencia permanente: "En el último año se ha puesto de manifiesto la extrema necesidad de recursos para hacer frente a la actual crisis del hambre, con millones de personas privadas de agua, alimentos y servicios sanitarios. Aunque esta crisis se ha intensificado, se ha visto eclipsada en gran medida por otras crisis más visibles durante el pasado año. Teniendo en cuenta su magnitud en todo el continente, pedimos urgentemente que se amplíe el apoyo para proseguir nuestra movilización colectiva para salvar y mantener vidas". Estos países se encuentran actualmente en el centro de la crisis del hambre: Angola, Burkina Faso, Camerún, Yibuti, Etiopía, Kenia, Madagascar, Malí, Malawi, Mauritania, Níger, Nigeria, República Democrática del Congo (RDC), Somalia, Sudán del Sur, Sudán, Tanzania y Zimbabue. Las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja africanas han desempeñado un papel decisivo prestando asistencia vital a millones de personas afectadas por esta crisis. Hasta ahora, han llegado a 1,53 millones de personas. La mayor parte de la ayuda prestada ha consistido en servicios de agua y saneamiento, que han llegado a más de 1,2 millones de personas. Además, más de 725.000 personas recibieron asistencia en efectivo y más de 450.000 recibieron apoyo sanitario y nutricional. Esto subraya el compromiso de la IFRC de pasar del socorro inmediato a estrategias de resiliencia sostenibles y a largo plazo en la región. El llamamiento revisado se centrará en mejorar las prácticas agrícolas, fomentar la paz y la estabilidad y crear oportunidades económicas. Más información: Para más detalles, visite la página del llamamiento de la Crisis del Hambre en África. Para material audiovisual, visite la sala de prensa de la IFRC. Para solicitar una entrevista, contacte a: [email protected] En Nairobi: Anne Macharia: +254 720 787 764 En Ginebra: Tommaso Della Longa: +41 79 708 43 67 Mrinalini Santhanam: +41 76 381 50 06

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Iniciativa REACH

Nuestra iniciativa Salud Comunitaria Africana Resiliente y Empoderada (REACH por sus siglas en inglés), en colaboración con Africa CDC, pretende mejorar la salud de las comunidades de toda África ampliando el personal y los sistemas sanitarios comunitarios eficaces, integrados y centrados en las personas.

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Esconderse de las balas en un depósito de agua: una joven de Kenia que evacuó de Sudán cuenta su historia

“Oí las balas fuera cuando estaba limpiando. Mi jefe me dijo que había empezado la guerra". Estas son las palabras de Theresa*, una joven de Kenia que accedió valientemente a compartir conmigo su historia sobre la huida del conflicto en Sudán. Temiendo por su seguridad, me pidió que no publicara su foto. Theresa acababa de empezar a trabajar como empleada doméstica con otras cinco jóvenes en una casa grande de la capital de Sudán, Jartum, cuando estallaron los combates. "Era nueva en Sudán. Mis jefes se fueron a Egipto y yo me quedé con cinco chicas y tres de seguridad. Se fue la luz, no había agua, hacía demasiado calor". Cuenta que unos ladrones entraron en la casa, ataron al personal de seguridad y empezaron a buscarla a ella y a sus compañeras. "Fuimos y nos escondimos arriba, en la parte superior de la casa, donde había un depósito de agua. Los ladrones rompieron las puertas, se llevaron oro, dinero, todo lo que había en la casa. Incluso mi pasaporte". "Subieron y echaron un vistazo. Habíamos dejado un teléfono y una tetera y dijeron 'las chicas están por aquí y se han tomado el té aquí'". "Yo estaba dentro del depósito de agua. Dispararon balas para que saliéramos, pero no lo hicimos. Nos quedamos quietas en el tanque de agua hasta que huyeron". Theresa y sus compañeras huyeron de la casa varios días después, cuando otro grupo de hombres llegó y se instaló en ella. "Lo dejé todo en aquella casa. La carretera no era segura. Las bombas estaban por todas partes. Disparaban, no me importaba [si moría]. [...] Vine a mi embajada. Me quedé allí y luego me llevaron a Kenia". Theresa es sólo una de las 44 personas que conocí en el aeropuerto de Nairobi que habían conseguido ser evacuadas a un lugar seguro del conflicto en Sudán. Atravesaban las puertas del aeropuerto en pequeñas parejas y grupos, desplomándose en las sillas que las personas voluntarias de la Cruz Roja de Kenia habían dispuesto para la gente. "Karibu, de nada", fueron algunas de las primeras palabras que escucharon. El grupo estaba formado en su mayoría por mujeres, cuya evacuación se priorizó debido al mayor riesgo de violencia sexual y de género. Procedían de distintos países y todas habían estado en Sudán para trabajar o estudiar. Alexina, trabajadora social y voluntaria de la Cruz Roja de Kenia, me cuenta que la mayoría de las mujeres y algunos de los hombres a los que ha ayudado han sobrevivido a la violencia sexual. Ha acogido a numerosos grupos y las historias como la de Theresa son sorprendentemente similares. A menudo, las personas han huido a toda prisa o les han robado sus pertenencias por el camino, lo que significa que no suelen tener pasaportes, dinero ni pertenencias cuando llegan a Nairobi. Cuando llegan, las personas evacuados se registran primero con los equipos voluntarios de la Cruz Roja de Kenia, que toman sus datos para ayudarles a reconectar con sus seres queridos. A continuación, se les conduce a una tienda de campaña donde pueden mantener conversaciones tranquilas con personal de salud mental. Dentro de la tienda, las personas voluntarias, entre ellas profesionales en psicólogía y trabajo social, se sientan con pequeños círculos de personas evacuadas que comparten sus historias de lo que han vivido. Este primer apoyo psicosocial a las personas que han pasado por situaciones traumáticas; les la oportunidad de empezar a procesar lo ocurrido. A continuación hay una mesa de la policía para ayudarles con los documentos de identidad. Luego hay una cómoda zona de acogida donde la gente disfruta de comida y bebida, y un puesto de primeros auxilios con material médico y de higiene. Las personas pueden acceder a servicios telefónicos gratuitos, y la Cruz Roja de Kenia gestiona un servicio de autobuses para trasladarles a alojamientos gratuitos. "Estoy muy contenta de haber vuelto a Kenia [...] Cuando me estaban buscando y yo estaba dentro del tanque de agua, pensé que ese día iba a morir", dice Theresa. Después de contar su historia, Theresa parece entumecida y agotada. Me cuesta encontrar las palabras adecuadas para despedirme de ella. Sube a uno de los autobuses con su única bolsa y pienso en lo que debería haberle dicho: "Me asombra tu resistencia, Theresa". -- Se calcula que nueve millones de personas se han visto afectadas por el conflicto en Sudán. Alrededor de 1,2 millones de personas han sido desplazadas internamente y casi medio millón han huido a países vecinos. La IFRC ha lanzado dos llamamientos de emergencia en respuesta a esta crisis: uno para apoyar a la Media Luna Roja Sudanesa a ayudar a las personas dentro de Sudán, y otro para apoyar a las Sociedades Nacionales de seis países vecinos que acogen a personas que huyen del conflicto. Para ayudar a personas como Theresa, haga una donación a nuestros llamamientos siguiendo los enlaces de arriba. -- *Nombre ficticio para proteger su identidad.

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Crisis de hambre en Kenia: Voces de la sequía

Kenia es uno de los muchos países del África subsahariana que está viviendo una de las crisis alimentarias más alarmantes de las últimas décadas. La grave sequía, debida al fracaso de cuatro temporadas de lluvias consecutivas, hace que millones de personas en el país se enfrenten al hambre y la sed. Pero la sequía no es el único problema. La elevada inflación, las catástrofes climáticas, los conflictos y los desplazamientos son sólo un puñado de otros factores locales y globales que están poniendo en grave riesgo la vida de las personas en todo el país. Y como resultado de la crisis del hambre, también estamos viendo un aumento de las tasas de matrimonio infantil, un incremento del abandono escolar y una escalada de los conflictos, ya que la gente trata de hacer frente y acceder a los preciosos recursos. La Cruz Roja de Kenia, con el apoyo de la IFRC, ha estado ayudando a las comunidades afectadas a proteger sus vidas y medios de subsistencia durante esta crisis. Sus voluntarios locales están distribuyendo alimentos, rehabilitando fuentes de agua, proporcionando transferencias de efectivo y apoyando la nutrición de las personas, llegando a más de 100.000 hogares hasta ahora. En este artículo, escuche a algunas de las personas a las que hemos apoyado hablar de cómo esta sequía histórica está afectando a sus vidas y a las de sus familias. Scolastica Esekon, pueblo de Aukot, Ngaremara, Isiolo "He sido bendecida con ocho hijos. Ahora que está seco y que el ganado se ha ido a buscar pastos a otra parte, podemos estar sin comida toda la tarde y la noche. El ganado ha muerto y al mismo tiempo los precios han subido. Puedo obtener 200 o 500 chelines al día por un trabajo manual, pero eso es suficiente para una comida, y volvemos a tener hambre por la tarde. La vida es dura para las mujeres. Los jóvenes han ido con los animales a buscar hierba. Pueden pasar varios días, y entonces se oye que los asaltantes de ganado han matado a los hombres. Y algunos incluso se suicidan. El agua ha ayudado mucho, y podemos agradecer a Dios que nos haya traído ayudantes que han cavado pozos. Cuando vuelvo del trabajo por la noche, puedo coger agua de los alrededores. Antes, tenía que caminar varias horas, y aun así podía volver a casa sin agua, porque los elefantes podían alejarnos. Ahora eso no es un problema". Ebenyo Muya, pueblo de Aukot, Ngaremara, Isiolo "La sequía se ha apoderado de todos nosotros. Recibimos ayuda, pero no viene a menudo y no dura mucho. Estamos muy agradecidos por el proyecto de agua que nos ha dado la Cruz Roja de Kenia. También necesitamos tuberías para el riego, para poder empezar a cultivar. Nuestro mayor problema es la sequía. Los árboles están secos y los animales han desaparecido. Sin el agua de la Cruz Roja, estaríamos realmente en problemas. Los niños están débiles y no tenemos nada que darles. A algunas personas les queda ganado, pero no pueden venderlo, porque los animales están demasiado flacos. Hace un par de años me robaron mi ganado, 48 vacas. La sequía ha agravado los conflictos. Creo que la agricultura podría ser una buena opción para nosotros. Si los niños pueden ir a la escuela, podrán cambiar el futuro". Farhiya Abdi Ali, localidad de Abakaile, Garissa "Antes, la vida era normal y los negocios iban bien. Obteníamos leche y carne de los animales. Ahora no hay leche y los animales están demasiado delgados para ser sacrificados. A mi tienda no le ha ido bien, porque la gente no tiene dinero para comprar productos. En los mercados mayoristas me han dicho que no puedo conseguir nada. Pero cuando vino la Cruz Roja y dio ayuda en efectivo a la gente, conseguí dinero de la gente y pude volver a comprar cosas en la tienda. Yo misma obtuve una subvención y utilicé una parte para comprar cosas para la tienda y usé algo de dinero para pagar las tasas escolares de mis hijos, que están en el instituto. La vida es mejor ahora y la gente está aliviada". Abdi Buke Tinisa, localidad de Sericho, Isiolo "La Cruz Roja ha cavado un pozo para nosotros, y las vacas pueden beber, aunque aquí no hay pastos. La sequía ha sido muy fuerte. Los animales solían comer y volver a casa temprano por la noche porque estaban hartos. Ahora los animales buscan comida y se quedan despiertos toda la noche buscando hierba. Algunos se quedan aquí, cerca del agua, y los animales salvajes los matan por la noche. Esta sequía ha traído consigo mucho miedo. Antes tenía 50 vacas, pero sólo quedan 12 vivas. Tampoco creo que sobrevivan hasta las próximas lluvias, están en malas condiciones. Los niños suelen ir a la escuela, pero ahora el problema son las tasas escolares. No siempre tenemos suficiente dinero para comprar comida para los niños, ¿cómo vamos a tener dinero para las tasas escolares?" -- Pulse aquí para saber más sobre la crisis de hambre en África y para donar a nuestro Llamamiento de Emergencia.

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Alianza para la Inversión en las Sociedades Nacionales: Anuncio de financiación para 2022

La Alianza para la Inversión en las Sociedades Nacionales (NSIA, en inglés) es un mecanismo de financiación común, gestionado conjuntamente por la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR). Proporciona una financiación flexible y plurianual para apoyar el desarrollo a largo plazo de las Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja -en particular, las que se encuentran en situaciones de emergencia complejas y crisis prolongadas- para que puedan aumentar el alcance y el impacto de sus servicios humanitarios. La NSIA puede conceder hasta un millón de CHF de financiación aceleradora a cualquier Sociedad Nacional durante un período de cinco años. Además, las subvenciones puente de hasta 50.000 CHF durante 12 meses pueden ayudar a las Sociedades Nacionales a preparar el terreno para futuras inversiones de la NSIA o de otros organismos. Este año, la NSIA se complace en anunciar que las siguientes seis Sociedades Nacionales han sido seleccionadas para recibir financiación del acelerador en 2022: Cruz Roja de Burundi Cruz Roja de Kenia Cruz Roja de Malawi Cruz Roja Rusa Media Luna Roja Árabe Siria Cruz Roja de Zambia Estas Sociedades Nacionales recibirán una importante inversión de hasta un millón de francos suizos, que se utilizará en un máximo de cinco años, para ayudar a acelerar su camino hacia la sostenibilidad a largo plazo. Tres de estas Sociedades Nacionales (Siria, Malawi y Zambia) recibieron anteriormente premios puente de la NSIA, lo que demuestra una vez más la pertinencia del enfoque gradual del fondo hacia el desarrollo sostenible. Además, otras 14 Sociedades Nacionales recibirán hasta 50.000 CHF de financiación puente: Benín, República Democrática del Congo, Guinea, Indonesia, Irak, Jordania, Liberia, Libia, Malí, Nicaragua, Palestina, Panamá, Ruanda y Sierra Leona. En total, la NSIA asignará este año 5,4 millones de francos suizos a 20 Sociedades Nacionales diferentes. Esto supone más del doble de los fondos asignados en 2021 y representa la mayor asignación anual desde el lanzamiento de la NSIA en 2019. Esta asignación histórica es posible gracias al generoso apoyo de los gobiernos de Suiza, Estados Unidos, Canadá y Noruega, y de las Sociedades Nacionales de Noruega y los Países Bajos. Tanto el CICR como la IFRC también han reforzado fuertemente su compromiso, asignando 10 millones de CHF y 2 millones de CHF respectivamente en los próximos años. Los copresidentes del Comité Directivo de la NSIA, Xavier Castellanos, Secretario General Adjunto de la IFRC para el Desarrollo de las Sociedades Nacionales y la Coordinación de Operaciones, y Olivier Ray, Director de Movilización, Movimiento y Asociaciones del CICR, dijeron: "Nos complace haber podido seleccionar 20 iniciativas de las Sociedades Nacionales para ser financiadas por la NSIA en 2022. Nuestra visión y nuestros planes se están haciendo realidad. Vemos que las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja que operan en contextos frágiles acceden a fondos para desarrollarse de manera sostenible y prestar y ampliar sus servicios humanitarios. Esto es localización en acción y a escala. Es particularmente alentador ver que el enfoque de la NSIA en dos etapas, con fondos iniciales que proporcionan un trampolín para ayudar a las Sociedades Nacionales a prepararse para una mayor inversión destinada a lograr un impacto sostenido en la organización y las comunidades vulnerables, está funcionando. Esperamos ver a muchas más Sociedades Nacionales planificando y siguiendo este camino. El año 2022 será recordado como un hito para la NSIA. Nuestra ambición es mantener este impulso y seguir creciendo en los próximos años. Consideramos que este mecanismo es una palanca valiosa y estratégica para apoyar a las Sociedades Nacionales en entornos frágiles y de crisis a emprender su camino hacia el desarrollo sostenible." Si desea más información, haga clic aquí para visitar la página web de la NSIA.

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África: crisis de hambre

El África subsahariana está experimentando una de las crisis alimentarias más alarmantes de las últimas décadas, tanto por su gravedad como por su alcance geográfico. Alrededor de 146 millones de personas sufren de inseguridad alimentaria aguda y necesitan ayuda humanitaria urgente. La crisis se debe a una serie de factores locales y globales, como la inseguridad y los conflictos armados, los fenómenos meteorológicos extremos, la variabilidad del clima y las repercusiones macroeconómicas negativas. A través de este llamamiento de emergencia regional, la IFRC apoya a muchas Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja de toda África para proteger la vida, los medios de subsistencia y las perspectivas de millones de personas.

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El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja advierte: ante la intensificación del hambre en el mundo, no podemos permitir que las crisis nos agoten

Ginebra (CICR/Federación Internacional) – La advertencia es muy clara: a causa de los conflictos armados, las emergencias relacionadas con el clima, las dificultades económicas y los obstáculos políticos, se está intensificando cada vez más el hambre en todo el mundo. A menos que se adopten medidas urgentes, millones de personas vivirán en una miseria cada vez más profunda. Con miras a la próxima Asamblea General de las Naciones Unidas, la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (Federación internacional) y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) señalaron la necesidad imperiosa de realizar mejoras sistémicas para salir del ciclo de crisis recurrentes, como inversiones en producción alimentaria que contemple factores climáticos en zonas de conflicto armado y mecanismos confiables para apoyar a las comunidades de difícil acceso que sufren por la escasez de alimentos y el aumento galopante de precios. El conflicto armado internacional en Ucrania ha alterado profundamente los sistemas mundiales de abastecimiento alimentario, así como las cosechas futuras en muchos países a raíz de su impacto en la disponibilidad de fertilizantes. La importancia del envío de más cargamentos a poblaciones vulnerables del este de África, en el marco de la Iniciativa de Cereales del Mar Negro, es incalculable, ya que hoy llegan muy pocos cereales a los lugares donde se necesitan. Mientras las emergencias alimentarias son noticia en todo el mundo, corremos un gran riesgo de caer en un agotamiento provocado por tantas crisis. Ahora bien, lo que resulta particularmente aterrador sobre esta coyuntura es el alcance y la profundidad de las necesidades. Más de 140 millones de personas sufren inseguridad alimentaria aguda a raíz de los conflictos armados y la inestabilidad, sumado a lo cual se prevé que las necesidades en el plano de la alimentación aumenten en los meses venideros a causa del cambio climático y la precariedad económica. Hoy se necesita voluntad política y recursos, sin lo cual se perderán muchas vidas y el sufrimiento se prolongará durante años. No basta solo con una respuesta de emergencia para poner fin a estas crisis alimentarias. La única manera de romper el ciclo es aplicar medidas conjuntas y a largo plazo. Sin dejar de atender las necesidades urgentes, es esencial construir una base de resiliencia. Los Gobiernos, el sector privado y los grupos humanitarios y del ámbito del desarrollo deben destinar más esfuerzos a apoyar a largo plazo proyectos de seguridad alimentaria, medios de subsistencia y resiliencia. Como parte de las medidas, se deben realizar inversiones para fortalecer los sistemas alimentarios de base popular y las iniciativas comunitarias a fin de lograr una seguridad alimentaria y económica sostenibles. Una de las estrategias que se ha de considerar es la adopción de medidas anticipatorias en el ámbito de la seguridad alimentaria, sobre la base de pronósticos y análisis de riesgos. Francesco Rocca, presidente de la Federación internacional, señaló: “Alrededor de 25 países en toda África atraviesan la peor crisis alimentaria que se ha registrado en décadas. Unos 22 millones de personas en el Cuerno de África hoy pasan hambre como consecuencia de la acumulación de crisis: sequías, inundaciones, los efectos económicos de la COVID-19, los conflictos armados e, incluso, invasiones de langostas del desierto. Detrás de las exorbitantes cifras hay personas de verdad, hombres, mujeres y niños que día a día libran una batalla de vida o muerte contra el hambre. Se prevé que la situación se deteriore para 2023. No obstante, se pueden salvar muchas vidas si se adoptan medidas rápidamente. Es necesario actuar de manera urgente y generalizada para aumentar laasistencia vital a millones de personas que la necesitan desesperadamente, así como atender con decisión las causas de fondo de esta crisis a través de compromisos más a largo plazo." La Federación Internacional y sus miembros –equipos de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja en casi todos los rincones del planeta– prestan asistencia en comunidades de difícil acceso. Esa asistencia consiste, entre otras cosas, en hacer llegar dinero en efectivo a las familias para satisfacer sus necesidades de alimentos, salud y otras urgencias. En Nigeria, voluntarias de la Cruz Roja ayudan a madres embarazadas y lactantes, cuya nutrición es fundamental para lograr partos e infancias saludables. En Madagascar, equipos de voluntarios restablecen terrenos y fuentes de agua por medio de actividades contra la erosión, de la construcción de puntos de abastecimiento de agua y de la atención puesta en el riego, además de las estrategias tradicionales de lucha contra el hambre, como el seguimiento nutricional. Peter Maurer, presidente del CICR, señaló: “Los conflictos armados son un factor de mucho peso en relación con el hambre. Vemos que la violencia impide la siembra y la cosecha por parte de los agricultores. Vemos que las sanciones y los bloqueos impiden la entrega de alimentos a los más vulnerables. Mi deseo es que integremos la resiliencia en la propia estructura de la respuesta humanitaria, a fin de reducir el sufrimiento de las comunidades ante las profundas alteraciones que generan la violencia y el cambio climático. Aplicar soluciones de corto plazo no será suficiente para los próximos años." Este año, el CICR ha ayudado a casi un millón de personas en Somalia central y del sur a adquirir el equivalente a un mes de alimentos mediante la distribución de dinero en efectivo a más de 150.000 hogares. A través de un programa similar en Nigeria, se ayudó a 675.000 personas, mientras que más de 250.000 recibieron insumos agrícolas que contemplan factores climáticos a fin de restablecer los cultivos. El CICR trabaja para fortalecer la resiliencia por medio de semillas, herramientas y atención veterinaria a fin de que los residentes puedan absorber mejor las perturbaciones recurrentes. Por otra parte, sus profesionales médicos coordinan centros de estabilización en lugares como Somalia, donde se brinda a los niños atención nutricional especializada. Muchas comunidades en todo el mundo atraviesan enormes dificultades. A continuación, presentamos un panorama de algunas de las regiones con necesidades: África subsahariana: uno de cada tres niños menores de cinco años presenta retraso en el crecimiento como consecuencia de una desnutrición crónica, mientras que dos de cada cinco mujeres en edad fértil padecen anemia a causa de una dieta deficiente. La mayoría de la población en esta región vive con menos de 1,9 dólares por día. Afganistán: la combinación de tres decenios de conflicto armado y un estallido económico que redujo las oportunidades laborales y desató una descomunal crisis bancaria provocan efectos devastadores en relación con la capacidad de las familias afganas de adquirir alimentos. Más de la mitad del país –24 millones de personas– necesitan asistencia. El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja celebra toda medida que tenga como objetivo aminorar los efectos de las sanciones económicas. No obstante, dada la magnitud de la crisis humanitaria, también se necesitan soluciones a largo plazo, entre ellas, la reanudación de proyectos e inversiones por parte de Estados y organismos del ámbito del desarrollo en infraestructura esencial. Pakistán: se calcula que las inundaciones recientes han provocado pérdidas valuadas en alrededor de 12.000 millones de dólares. La seguridad alimentaria en el país ya era alarmante antes de esta última catástrofe: el 43 % de la población sufría inseguridad alimentaria. Hoy, se prevé que el número de personas en situación de hambre aguda aumentará de manera sustancial. Casi 8 millones de hectáreas de cultivos se encuentran bajo el agua. Se calcula que se destruyó cerca del 65 % de la canastaalimentaria del país (cultivos como arroz y trigo) y, según se informa, habrían muerto más de 733.000 animales. Las inundaciones también afectarán la entrega de alimentos al país vecino de Afganistán. Somalia: se ha quintuplicado la cifra de niños malnutridos que necesitan atención. El mes pasado, en el hospital regional de Baidoa se registraron 466 internaciones pediátricas, un aumento pronunciado respecto de las 82 registradas en agosto de 2021. Los niños internados en este lugar pierden la vida al no recibir la atención nutricional especializada que necesitan. Siria: la inseguridad alimentaria ha subido más del 50 % desde 2019. Hoy, dos tercios de la población siria –12,4 millones de un total de 18 millones de personas– no llegan a satisfacer sus necesidades diarias de alimentación. Los efectos acumulados de más de diez años de conflicto armado, y con él, las consecuencias de las sanciones, han debilitado el poder adquisitivo de la población. Los precios de los alimentos se han quintuplicado en los últimos dos años. Yemen: la mayoría de los yemenitas sobreviven con una sola comida al día. El año pasado, el 53 % de la población en Yemen sufría de inseguridad alimentaria. Este año, el porcentaje asciende a 63 %, es decir, unos 19 millones de personas. Los actores del ámbito de la asistencia se han visto obligados a recortar la ayuda alimentaria por falta de fondos. En consecuencia, unos 5 millones de personas hoy no lograrán satisfacer ni el 50 % de sus necesidades nutricionales diarias. Nota a los editores Para más información, por favor, contacten con: IFRC:Tommaso Della Longa, [email protected], +41 79 708 43 67 IFRC: Jenelle Eli, [email protected], +41 79 935 97 40 ICRC:Crystal Wells, [email protected], +41 79 642 80 56 ICRC: Jason Straziuso, [email protected], +41 79 949 35 12 Contenido audiovisual disponible: Fotos y vídeos del Cuerno de África Fotos y vídeos de las inundaciones en Pakistán Fotos y vídeos del programa de asistencia en efectivo de Somalia Vídeos sobre choques climáticos en Kenia

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Crisis de hambre en el Cuerno de África: Atender las necesidades de las comunidades nómadas es crucial para salvar vidas

Nairobi/Ginebra, 07 de septiembre de 2022 - Casi un millón de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares en busca de alimentos y agua en algunas partes de Somalia y Kenia, mientras continúa desarrollándose una catastrófica crisis de hambre. Más de 22 millones de personas se acercan o experimentan una falta total de alimentos en el Cuerno de África. Se prevé que la situación empeore a principios de 2023. Las comunidades nómadas se ven especialmente afectadas por la escasez de alimentos y el aumento de los precios. Si bien los alimentos y los fondos resolverán parte del problema, sin un mecanismo fiable para llegar a las familias nómadas con una asistencia humanitaria coherente y holística, la respuesta mundial a la crisis del hambre seguirá siendo ineficaz e insuficiente, advirtió hoy la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC). Mohamed Babiker, jefe de la delegación de la IFRC en Kenia y Somalia, dijo: "Millones de vidas están en peligro. Pero a medida que la comunidad humanitaria acelera su respuesta, debemos asegurarnos de que no se repitan los errores de las últimas décadas. Es crucial que la ayuda no sólo esté disponible, sino que también llegue a las personas adecuadas de manera eficiente. La mayoría de las familias afectadas pertenecen a comunidades de pastores, que a menudo son nómadas, y sólo pueden llegar a ellas quienes están lo suficientemente cerca como para seguir sus movimientos y proporcionarles una asistencia ininterrumpida. Una respuesta local es vital". En Kenia, la mayoría de las zonas que experimentan inseguridad alimentaria se encuentran en las Tierras Áridas y Semiáridas (ASAL), donde las comunidades practican el pastoreo y, por tanto, dependen principalmente de la carne y la leche para alimentarse y obtener ingresos. La falta de lluvias ha obligado a las familias a abandonar sus hogares, en busca de agua y pastos. En Somalia, las mujeres y las niñas se han visto desproporcionadamente afectadas por la crisis, ya que suelen recorrer largas distancias en busca de agua y leña. También se han visto separadas de sus familias y se quedan con el ganado mientras los hombres y los niños emigran en busca de pastos y agua. Babiker añadió: "La respuesta se enfrenta a dos grandes retos. El mayor es la falta de recursos suficientes para comprar artículos de ayuda de emergencia. Sin embargo, aunque se tenga el dinero, hay que ser capaz de llegar a estas comunidades nómadas, de forma eficiente y consistente. Esto es crucial. Pedimos a los socios y a los donantes que inviertan en instituciones que tengan un acceso fiable a las familias que se desplazan". Llevar la asistencia humanitaria a las familias que se desplazan constantemente es uno de los mayores retos a los que se enfrentan los trabajadores humanitarios. En respuesta, los equipos de la Media Luna Roja en Somalia trabajan en estrecha colaboración con las comunidades nómadas, por lo que nunca hay dudas sobre dónde entregar la ayuda. Estos voluntarios provienen de las mismas comunidades a las que sirven. Con los recientes informes de que más de 700 niños han muerto en centros de nutrición en toda Somalia, es aún más crucial que las organizaciones de ayuda lleguen a las personas afectadas en sus comunidades antes de que su situación sea crítica, ya que algunas no llegan a los centros de salud, o llegan cuando ya es demasiado tarde. Además de alimentos, las personas afectadas por la sequía también necesitan servicios sanitarios. Durante las visitas sobre el terreno a Puntlandia y otras partes del país, los equipos de la IFRC y la Media Luna Roja Somalí atienden a los desplazados que están agotados y enfermos. Los equipos de la Media Luna Roja de Somalia, con el apoyo de la IFRC, llegan a las comunidades nómadas con clínicas móviles para prestar servicios básicos de salud en regiones remotas del país. "Nuestra fuerza radica en nuestra red de voluntarios que proviene de las comunidades a las que servimos. Comprenden el contexto cultural y las lenguas locales y tienen un profundo conocimiento y comprensión de las comunidades afectadas", dijo Babiker. Los equipos de la Cruz Roja y la Media Luna Roja también se centrarán en la entrega de dinero en efectivo a las familias para satisfacer sus necesidades de alimentación, salud y otras necesidades urgentes. El dinero en efectivo da a las personas la libertad de elegir lo que más necesitan para ayudar a sus familias a mantenerse sanas y es más conveniente para las comunidades nómadas que, de otro modo, tendrían que llevar consigo la ayuda en especie cuando se desplazan. Hasta la fecha, los equipos de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja en Kenia y Somalia han llegado, en conjunto, al menos a 645.000 personas afectadas por la sequía con servicios de salud, asistencia en efectivo, así como servicios de agua, saneamiento e higiene. Nota a los editores:Nuevas fotos y vídeos de alta calidad de las zonas afectadas por la sequía en Somalia y Kenia disponibles en este enlace: https://www.ifrcnewsroom.org/ Para más información, contacten con: En Nairobi: Euloge Ishimwe, +254 735 437 906, [email protected] En Geneva: Anna Tuson, +41 79 895 6924, [email protected]

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"El hambre es uno de los sufrimientos más indignos de la humanidad": la lucha contra la inseguridad alimentaria en África y más allá

La inseguridad alimentaria no es un fenómeno nuevo. Pero la reciente escalada en la gravedad y la extensión geográfica del hambre crónica es un serio motivo de alarma. La crisis del hambre se hace sentir con mayor crudeza en el continente africano, donde muchas regiones, en particular el Cuerno de África, el Sahel y el Lago Chad, sufren la peor crisis alimentaria de las últimas décadas. Millones de personas se enfrentan al hambre en toda África, lo que ha llevado a la IFRC a lanzar llamamientos de emergencia para las crisis de hambre en Nigeria, Somalia, Kenia, Etiopía, Níger y Angola, todo ello en el último año. En mayo, conocí a algunos de los afectados mientras visitaba las zonas afectadas por la sequía en el condado de Marsabit (Kenia), donde los niveles de malnutrición se encuentran entre los más altos del continente. Vi de primera mano el nivel de sufrimiento causado por la grave falta de lluvias durante cuatro temporadas consecutivas, junto con la vulnerabilidad preexistente en algunas partes del condado. Los niños, las madres jóvenes y los ancianos son los más afectados y se enfrentan a la casi desaparición de sus medios de vida. Aunque esta crisis del hambre es, en gran medida, inducida por el clima, también está impulsada por los efectos de las nubes de langostas generalizadas, los brotes de enfermedades, los conflictos y la inseguridad, y las desaceleraciones económicas, incluidas las provocadas por el COVID-19. Además, el conflicto en curso en Ucrania está perturbando el comercio mundial de alimentos, fertilizantes y productos petrolíferos, y los precios de los productos agrícolas están alcanzando máximos históricos. África oriental, por ejemplo, obtiene el 90% de su trigo importado de Rusia y Ucrania (fuente: PMA), y el conflicto ha provocado una importante escasez. La crisis de Ucrania también ha desviado la atención y los recursos de otras crisis. Aunque Ucrania es una crisis extremadamente preocupante, que afecta a millones de personas, no podemos permitirnos perder de vista otras crisis urgentes en todo el mundo. Una de ellas es el rápido deterioro de la situación de la seguridad alimentaria en muchas partes de África. El tiempo corre y pronto puede ser demasiado tarde para evitar una tragedia generalizada. Así que la pregunta que debería preocuparnos a todos es: ¿Qué podemos hacer, como colectivo humanitario, para evitar que se repita la trágica historia de principios de los años 80? Necesitamos una acción urgente y masiva para ampliar la asistencia que salva vidas a millones de personas al borde del colapso, pero también para abordar con decisión las causas profundas de esta crisis mediante compromisos a más largo plazo. La IFRC tiene un papel importante y único que desempeñar. Con nuestro alcance comunitario y nuestra experiencia sin parangón, nuestros más de 100 años de experiencia humanitaria, nuestra capacidad de actuar tanto a nivel local como mundial, y el estatus especial de nuestras Sociedades Nacionales como auxiliares de los poderes públicos, podemos cambiar esta situación. Pero necesitamos los recursos para hacerlo. Nuestra prioridad colectiva inmediata es reunir apoyo para salvar vidas, dentro y fuera de nuestra red de la IFRC, durante los próximos seis meses, prestando especial atención al Cuerno de África, el Sahel Central y otros puntos conflictivos del continente. Durante esta fase de emergencia, centraremos nuestro apoyo en lo que sabemos por experiencia que marcará la mayor diferencia en la vida y los medios de subsistencia de las personas afectadas: asistencia alimentaria, programas de dinero en efectivo y apoyo nutricional. Al mismo tiempo, desarrollaremos una programación a más largo plazo, junto con las Sociedades Nacionales interesadas, para abordar las causas profundas de la inseguridad alimentaria. Nos basaremos en nuestros éxitos anteriores y trabajaremos en apoyo de los planes y marcos de los gobiernos para restablecer la resiliencia de las comunidades más empobrecidas, incluidas las poblaciones desplazadas. Todo lo que hagamos se apoyará en datos sólidos y en un compromiso significativo con la comunidad para garantizar que nuestra respuesta se basa en pruebas y está hecha a medida. El hambre es uno de los sufrimientos más indignos de la humanidad. Para aliviar el sufrimiento humano, debemos estar a la altura de este reto mediante la movilización y la acción colectivas, tanto en lo inmediato como a largo plazo. No podemos permitirnos hacer demasiado poco y demasiado tarde. --- Desde 2020: La red de la IFRCllegó a 4,8 millones de personas con asistencia alimentaria y artículos no alimentarios, combinando todas las operaciones de respuesta humanitaria (Llamamientos de Emergencia, DREFs y nuestra respuesta COVID-19) Más de 20 Sociedades Nacionales africanas han puesto en marcha proyectos relacionados con la seguridad alimentaria como parte de su programación habitual 33 Sociedades Nacionales africanas han aumentado su capacidad para prestar asistencia en efectivo y con vales Haga clic aquí para saber más sobre la labor de la IFRC en materia de seguridad alimentaria y medios de subsistencia. También le puede interesar leer: 'Para superar las crisis de hambre en África, hay que empezar por la planificación a largo plazo'- artículo de opinión en Devex del Director Regional de la IFRCpara África, Mohammed Omer Mukhier-Abuzein 'Por el hambre, estoy aquí': reportaje fotográfico de la revista de la Cruz Roja y la Media Luna Roja sobre los refugiados angoleños que huyen a Namibia por la sequía y la consiguiente falta de alimentos y agua Y desplácese hacia abajo para saber más sobre nuestros llamamientos de emergencia activos para la inseguridad alimentaria en África y otros lugares.

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Cuerno de África: el Secretario General de la IFRC visita Kenia mientras se avecina la peor sequía de los últimos 40 años para millones de personas 

Nairobi/Ginebra, 6 de mayo de 2022-El Secretario General de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, Jagan Chapagain, finaliza una visita de tres días a Kenia, y pide un aumento masivo de la asistencia humanitaria y a largo plazo para las comunidades afectadas por la creciente crisis del hambre en el Cuerno de África. Al final de su visita a Marsabit, una de las zonas de Kenia más afectadas por los efectos de la sequía, el Sr. Chapagain dijo: "He visto de primera mano el nivel de sufrimiento causado por la sequía en Marsabit. Hay unos niveles de desnutrición muy inaceptables, una tasa de desnutrición aguda global (GAM) del 53,6% en este distrito en particular, una de las más altas de África. La situación se está deteriorando rápidamente. Necesitamos ayuda humanitaria inmediata para llegar a los más vulnerables. También necesitamos soluciones a largo plazo que aborden el impacto del cambio climático, incluyendo la inversión en medios de vida resilientes". Kenia, Etiopía y Somalia se enfrentan a una crisis humanitaria a gran escala, inducida por el clima y prolongada, con más de 14 millones de personas en situación de inseguridad alimentaria y con necesidad urgente de ayuda humanitaria, entre las que se encuentran al menos 5,5 millones de niños con desnutrición aguda. 6,1 millones de personas en Etiopía y 4,1 millones en Somalia necesitan ayuda humanitaria urgente. En Kenia, 3,5 millones de personas sufren inseguridad alimentaria aguda, y las tierras más áridas y semiáridas del este y el norte de Kenia experimentan condiciones críticas de sequía. Esta catástrofe silenciosa se ha visto eclipsada -y en gran medida amplificada- por la crisis de Ucrania.  "No es sólo comida y agua lo que la gente necesita aquí. En el fondo hay problemas invisibles como la violencia sexual y de género, y las profundas repercusiones en la salud mental. Un ejemplo que se dio fue el de las mujeres que caminan más de 40 km para llegar al agua potable; lo que ocurre en el viaje es impensable", añadió Chapagain. La Dra. Asha Mohammed, Secretaria General de la Cruz Roja de Kenia, que también estuvo en Marsabit, dijo:   "El hecho de que los habitantes de Marsabit hayan perdido más del 70% de su ganado, que es su principal medio de vida, significa que el camino hacia la recuperación será largo y lento. Nuestros equipos están desempeñando un papel fundamental en la reducción de los riesgos a los que se enfrentan las familias. Han proporcionado ayuda en efectivo, asistencia alimentaria y mejores prácticas de tratamiento del agua, pero la necesidad de rehabilitar los sistemas de agua sigue siendo urgente. Hacemos un llamamiento a todos nuestros socios y partes interesadas para que apoyen nuestros esfuerzos". En respuesta a la situación de hambre y sequía en Kenia, Somalia y Etiopía, la IFRC, la Cruz Roja de Kenia, la Cruz Roja de Etiopía y la Media Luna Roja de Somalia solicitan conjuntamente 39 millones de francos suizos. Esta financiación permitirá a los voluntarios y al personal de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja prestar asistencia a 1.560.000 personas, ampliando sus actividades de asistencia humanitaria y de emergencia y de recuperación y abordando las causas profundas de la inseguridad alimentaria. Esta estrategia está en consonancia con la Iniciativa Panafricana Hambre Cero de la IFRC, que adopta un enfoque holístico de la seguridad alimentaria, integrando intervenciones específicas para la nutrición rápida, la seguridad alimentaria y el apoyo a los medios de subsistencia de los hogares y las comunidades que padecen inseguridad alimentaria aguda, con una estrategia a largo plazo para lograr el hambre cero y la recuperación sostenible. "La alimentación es una necesidad básica de la población. Hacemos un llamamiento a todos los gobiernos de África para que se aseguren de tener el marco político adecuado para hacer frente a la sequía", dijo Chapagain. Para más información o solicitar entrevistas con representantes de la IFRC o de la Cruz Roja de Kenia, contacten con:  En Nairobi:   IFRC - Euloge Ishimwe, +254 731 688 613, [email protected] Cruz Roja de Kenia - Peter Abwao, +254 711 590911, [email protected]   En Ginebra: IFRC – Benoit Carpentier, +41 79 213 2413, [email protected]   

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Más de 139 millones de personas afectadas por la crisis climática y el COVID-19, revela un nuevo análisis de la Federación Internacional

Nueva York, Ginebra, 16 de septiembre de 2021 - Desde el comienzo de la pandemia COVID-19, los desastres relacionados con el clima han afectado a al menos 139,2 millones de personas y han matado a más de 17.242. Este es el hallazgo de un nuevo análisis publicado hoy por la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR) y el Centro Climático de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, sobre los impactos compuestos de los fenómenos meteorológicos extremos y el COVID-19. Se estima que 658,1 millones de personas vulnerables han estado expuestas a temperaturas extremas. A través de nuevos datos y estudios de casos específicos, el informe muestra cómo las personas en todo el mundo enfrentan múltiples crisis y enfrentan vulnerabilidades superpuestas. El documento también destaca la necesidad de abordar ambas crisis simultáneamente, ya que la pandemia de COVID-19 ha afectado los medios de vida en todo el mundo y ha hecho que las comunidades sean más vulnerables a los riesgos climáticos. El presidente de la Federación Internacional, Francesco Rocca, quien presentó hoy el nuevo informe en una conferencia de prensa en Nueva York, dijo: “El mundo se enfrenta a una crisis humanitaria sin precedentes en la que el cambio climático y el COVID-19 están llevando a las comunidades al límite. En el período previo a la COP26, instamos a los líderes mundiales a tomar medidas inmediatas no solo para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, sino también para abordar los impactos humanitarios existentes e inminentes del cambio climático ”. El informe llega un año después de un análisis inicial [1] de los riesgos superpuestos de eventos climáticos extremos que han ocurrido durante la crisis del COVID-19. La pandemia continúa causando estragos, con impactos directos en la salud de millones de personas en todo el mundo, pero también un impacto indirecto masivo, en parte debido a las medidas de respuesta implementadas para contener la pandemia. La inseguridad alimentaria causada por los fenómenos meteorológicos extremos se ha visto agravada por el COVID-19. Los sistemas de salud están llevados al límite y los más vulnerables han sido los más expuestos. En Afganistán, los impactos de la sequía extrema se ven agravados por el conflicto y el COVID-19. La sequía ha paralizado la producción de alimentos agrícolas y disminuido el ganado, dejando a millones de personas hambrientas y desnutridas. La Sociedad de la Media Luna Roja Afgana ha intensificado la ayuda, incluida la asistencia alimentaria y en efectivo para que las personas compren alimentos, planten cultivos alimentarios resistentes a la sequía y protejan su ganado. En Honduras, responder a los huracanes Eta e Iota durante la pandemia también significó desafíos adicionales. Miles de personas se quedaron sin hogar en refugios temporales. Las medidas anti-COVID-19 en esos refugios requirieron distanciamiento físico y otras medidas de protección, que limitaron la capacidad. En Kenia, los impactos del COVID-19 están conviviendo con inundaciones en un año y sequías en el próximo, así como con una plaga de langostas. Más de 2,1 millones de personas se enfrentan a una inseguridad alimentaria aguda en las zonas rurales y urbanas. En el país y en todo el este de África, las restricciones de COVID-19 ralentizaron la respuesta a las inundaciones y el alcance a las poblaciones afectadas aumentando sus vulnerabilidades. Las Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja de todo el mundo no solo están respondiendo a esas crisis superpuestas, sino que también ayudan a las comunidades a prepararse y anticiparse a los riesgos climáticos. En Bangladesh, por ejemplo, la Sociedad de la Media Luna Roja ha utilizado los fondos designados por la Federación Internacional para la acción anticipada a fin de difundir mensajes de alerta temprana relacionados con las inundaciones a través de altavoces en áreas vulnerables para que las personas puedan tomar las medidas necesarias o evacuar si es necesario. Julie Arrighi, directora asociada del Centro Climático de RCRC dijo: “Los peligros no tienen por qué convertirse en desastres. Podemos contrarrestar la tendencia de aumento de los riesgos y salvar vidas si cambiamos la forma en que anticipamos las crisis, financiamos la acción temprana y la reducción de riesgos a nivel local. Finalmente, necesitamos ayudar a las comunidades a ser más resilientes, especialmente en los contextos más vulnerables ”. La pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto duradero en los riesgos climáticos. Los gobiernos deben comprometerse a invertir en la adaptación comunitaria, los sistemas de anticipación y los actores locales. “El gasto masivo en la recuperación de COVID-19 demuestra que los gobiernos pueden actuar rápida y drásticamente frente a las amenazas globales. Es hora de convertir las palabras en hechos y dedicar la misma energía a la crisis climática. Todos los días, somos testigos del impacto del cambio climático provocado por el hombre. La crisis climática está aquí y debemos actuar ahora ”, dijo Rocca. [1] Walton, D. y M.K. van Aalst (2020). Fenómenos meteorológicos extremos relacionados con el clima y COVID-19. Un primer vistazo al número de personas afectadas por desastres que se cruzan. Federación Internacional, Ginebra. 21 págs. ISBN ISBN / EAN: 978-90-818668-1-10. Descargue el documento: El impacto conjunto de los fenómenos meteorológicos extremos y el COVID-19 Para obtener más información o concertar una entrevista, comuníquese con: En Ginebra: Tommaso Della Longa, +41 79708 43 67, [email protected] Marie Claudet, +33 786 89 50 89, [email protected] Acerca de la Federación Internacional La Federación Internacional es la red humanitaria más grande del mundo, que comprende 192 Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja que trabajan para salvar vidas y promover la dignidad en todo el mundo. www.ifrc.org - Facebook - Twitter - YouTube

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