Esconderse de las balas en un depósito de agua: una joven de Kenia que evacuó de Sudán cuenta su historia

Kenya Red Cross volunteers welcome and comfort exhausted evacuees who escaped conflict in Sudan to Ethiopia before getting a flight to Nairobi.

Personal voluntario de la Cruz Roja de Kenia da la bienvenida y acompaña a las personas evacuadas que escaparon del conflicto en Sudán hacia Etiopía, antes de tomar un vuelo a Nairobi.

Foto: IFRC/Susan Cullinan

Texto y foto por Susan Cullinan, IFRC.

“Oí las balas fuera cuando estaba limpiando. Mi jefe me dijo que había empezado la guerra". 

Estas son las palabras de Theresa*, una joven de Kenia que accedió valientemente a compartir conmigo su historia sobre la huida del conflicto en Sudán. Temiendo por su seguridad, me pidió que no publicara su foto.

Theresa acababa de empezar a trabajar como empleada doméstica con otras cinco jóvenes en una casa grande de la capital de Sudán, Jartum, cuando estallaron los combates.

"Era nueva en Sudán. Mis jefes se fueron a Egipto y yo me quedé con cinco chicas y tres de seguridad. Se fue la luz, no había agua, hacía demasiado calor".

Cuenta que unos ladrones entraron en la casa, ataron al personal de seguridad y empezaron a buscarla a ella y a sus compañeras.

"Fuimos y nos escondimos arriba, en la parte superior de la casa, donde había un depósito de agua. Los ladrones rompieron las puertas, se llevaron oro, dinero, todo lo que había en la casa. Incluso mi pasaporte".

"Subieron y echaron un vistazo. Habíamos dejado un teléfono y una tetera y dijeron 'las chicas están por aquí y se han tomado el té aquí'".

"Yo estaba dentro del depósito de agua. Dispararon balas para que saliéramos, pero no lo hicimos. Nos quedamos quietas en el tanque de agua hasta que huyeron".

Theresa y sus compañeras huyeron de la casa varios días después, cuando otro grupo de hombres llegó y se instaló en ella.

"Lo dejé todo en aquella casa. La carretera no era segura. Las bombas estaban por todas partes. Disparaban, no me importaba [si moría]. [...] Vine a mi embajada. Me quedé allí y luego me llevaron a Kenia".

Theresa es sólo una de las 44 personas que conocí en el aeropuerto de Nairobi que habían conseguido ser evacuadas a un lugar seguro del conflicto en Sudán.

Atravesaban las puertas del aeropuerto en pequeñas parejas y grupos, desplomándose en las sillas que las personas voluntarias de la Cruz Roja de Kenia habían dispuesto para la gente. "Karibu, de nada", fueron algunas de las primeras palabras que escucharon.

Un hombre y una mujer que huyeron del conflicto en Sudán caminan hacia una tienda de campaña gestionada por la Cruz Roja de Kenia en Nairobi, donde pueden acceder a apoyo psicosocial.

Un hombre y una mujer que huyeron del conflicto en Sudán caminan hacia una tienda de campaña gestionada por la Cruz Roja de Kenia en Nairobi, donde pueden acceder a apoyo psicosocial.

Foto: IFRC/Susan Cullinan

El grupo estaba formado en su mayoría por mujeres, cuya evacuación se priorizó debido al mayor riesgo de violencia sexual y de género. Procedían de distintos países y todas habían estado en Sudán para trabajar o estudiar.

Alexina, trabajadora social y voluntaria de la Cruz Roja de Kenia, me cuenta que la mayoría de las mujeres y algunos de los hombres a los que ha ayudado han sobrevivido a la violencia sexual. Ha acogido a numerosos grupos y las historias como la de Theresa son sorprendentemente similares. A menudo, las personas han huido a toda prisa o les han robado sus pertenencias por el camino, lo que significa que no suelen tener pasaportes, dinero ni pertenencias cuando llegan a Nairobi.

Cuando llegan, las personas evacuados se registran primero con los equipos voluntarios de la Cruz Roja de Kenia, que toman sus datos para ayudarles a reconectar con sus seres queridos. A continuación, se les conduce a una tienda de campaña donde pueden mantener conversaciones tranquilas con personal de salud mental.

Voluntariado de la Cruz Roja de Kenia recibe a personas evacuadas recién llegadas de Sudán para ofrecerles apoyo psicosocial y escuchar sus experiencias y sentimientos sobre la huida del conflicto.

Voluntariado de la Cruz Roja de Kenia recibe a personas evacuadas recién llegadas de Sudán para ofrecerles apoyo psicosocial y escuchar sus experiencias y sentimientos sobre la huida del conflicto.

Foto: IFRC/Susan Cullinan

Dentro de la tienda, las personas voluntarias, entre ellas profesionales en psicólogía y trabajo social, se sientan con pequeños círculos de personas evacuadas que comparten sus historias de lo que han vivido. Este primer apoyo psicosocial a las personas que han pasado por situaciones traumáticas; les la oportunidad de empezar a procesar lo ocurrido.

A continuación hay una mesa de la policía para ayudarles con los documentos de identidad. Luego hay una cómoda zona de acogida donde la gente disfruta de comida y bebida, y un puesto de primeros auxilios con material médico y de higiene. Las personas pueden acceder a servicios telefónicos gratuitos, y la Cruz Roja de Kenia gestiona un servicio de autobuses para trasladarles a alojamientos gratuitos.

"Estoy muy contenta de haber vuelto a Kenia [...] Cuando me estaban buscando y yo estaba dentro del tanque de agua, pensé que ese día iba a morir", dice Theresa.

Después de contar su historia, Theresa parece entumecida y agotada. Me cuesta encontrar las palabras adecuadas para despedirme de ella. Sube a uno de los autobuses con su única bolsa y pienso en lo que debería haberle dicho: "Me asombra tu resistencia, Theresa".

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Se calcula que nueve millones de personas se han visto afectadas por el conflicto en Sudán. Alrededor de 1,2 millones de personas han sido desplazadas internamente y casi medio millón han huido a países vecinos.

La IFRC ha lanzado dos llamamientos de emergencia en respuesta a esta crisis: uno para apoyar a la Media Luna Roja Sudanesa a ayudar a las personas dentro de Sudán, y otro para apoyar a las Sociedades Nacionales de seis países vecinos que acogen a personas que huyen del conflicto.

Para ayudar a personas como Theresa, haga una donación a nuestros llamamientos siguiendo los enlaces de arriba.

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*Nombre ficticio para proteger su identidad.

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