Puntos de Servicio Humanitario

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IFRC y SOS MEDITERRANEE piden urgentemente un puerto seguro cercano para supervivientes de las tragedias en el Mediterráneo

Marsella, Berlín, Milán, Budapest, Ginebra: 16 de marzo de 2024Dos días después de que más de 60 personas murieran en una balsa en el Mediterráneo Central, sobrevivientes de otros rescates de esta semana permanecen en el limbo, lejos de un puerto seguro aprobado.Los equipos a bordo del Ocean Viking -un buque fletado por SOS MEDITERRANEE y en Alianza con la IFRC- llevaron a cabo cuatro misiones distintas en un periodo de 48 horas esta semana, rescatando a 361 hombres, mujeres, niñas y niños de las peligrosas condiciones en el mar.Uno de los rescates fue el de 25 sobrevivientes de una balsa en la que más de 60 personas murieron antes de que llegara la ayuda. Esas 25 personas ya han sido desembarcadas. Dos fueron evacuadas por razones médicas en helicóptero (a pesar de todos los esfuerzos, una falleció posteriormente). Tras pedir urgentemente permiso para desembarcar en el puerto seguro más cercano, las otras 23 personas supervivientes fueron trasladadas al muelle frente al puerto siciliano de Catania para recibir atención médica urgente.Pero 336 supervivientes de los otros tres rescates permanecen a bordo del Ocean Viking, que ahora se dirige a Ancona, mucho más al norte."Estas personas necesitan atención urgente y eso significa llevarlas a un puerto seguro lo antes posible", dijo Jennifer Vibert, Directora de Operaciones de la IFRC. "La mitad de quienes sobrevivieron son muy jóvenes -niñez o adolescentes- y muchas personas fueron encontradas en un estado físico y mental extremadamente frágil. La mayoría sufría deshidratación grave y alguna gente había recurrido a beber agua de mar. Otras personas sufrieron quemaduras por el combustible y el agua de mar mezclados en la balsa. Los equipos médicos a bordo del Ocean Viking prestaron atención médica urgente y proporcionaron artículos de higiene, alimentos y agua de primera necesidad. Pero estas personas necesitan urgentemente atención en tierra"."Nos duele el corazón al reconocer las vidas perdidas y el sufrimiento padecido. Es esencial comprender lo que ocurrió desde el momento en que el barco zarpó hasta el hallazgo de las personas sobrevivientes para evitar que vuelva a ocurrir una tragedia así", declaró Soazic Dupuy, Directora de Operaciones de SOS MEDITERRANEE.Las tragedias de esta semana subrayan aún más la gravedad de la crisis actual en el Mediterráneo Central, la ruta más mortífera del mundo para las personas que se desplazan. SOS MEDITERRANEE y la IFRC siguen comprometidas con su misión conjunta de salvar vidas en el mar. Las necesidades humanitarias en la región superan con creces la capacidad de respuesta existente, y las restricciones al acceso a la asistencia para salvar vidas van en contra de los principios humanitarios y del derecho marítimo internacional.SOS MEDITERRANEE y la IFRC instan a todos los Estados a dar prioridad al rescate marítimo y a defender el derecho marítimo y los derechos humanos a lo largo de la frontera marítima meridional de Europa.Para más información o agendar una entrevista:IFRC:[email protected] Figanmese: +41 792022033Vusal Safarli: +994 555226716SOS MEDITERRANEE:[email protected]: Alisha Vaya / +33 6 34 10 41 33 /[email protected]: Jean-Christophe Nougaret / +33 6 11 74 10 11 /[email protected]: Francesco Creazzo / +39 3478151131 /[email protected] Salvati/ +393332091366/[email protected]: Carine Fauchs / +41783079718 /[email protected] al editor:Historias/Perspectivas de sobrevivientes:Un hombre le dijo a uno de los miembros de nuestro equipo que había perdido a su esposa y a su bebé. El bebé murió en los primeros días, su madre en el cuarto día.Dos helicópteros habían sobrevolado la zona. Firmaron, con la esperanza de que viniera el rescate, pero no pasó nada. Muchas personas sobrevivientes sufrían múltiples quemaduras de combustible que se infectaron, lo que suponía un riesgo significativo de infección sistémica y sepsis. Dos sobrevivientes requirieron antibióticos intravenosos y una persona mostró signos de advertencia de sepsis, lo que requirió atención hospitalaria.Fotos del rescate con crédito a SOS Mediteranee:https://media.sosmediterranee.org/share/66D76275-4E5D-4063-B57CD8FA1AEDD034/?viewType=gridSobre la IFRCLa IFRC es la mayor red humanitaria del mundo. El secretariado apoya a 191 Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, y reúne a 16 millones de personas voluntarias por el bien de la humanidad. La IFRC actúa antes, durante y después de los desastres y emergencias de salud para atender las necesidades y fomentar la resiliencia de las comunidades y las personas más vulnerables.Sobre SOS MEDITERRANEESOS MEDITERRANEE es una organización marítima y humanitaria para el rescate de personas que se encuentran en peligro en el mar. Fue fundada por ciudadanía europea en el 2015 y lanzó las operaciones de rescate en el Mediterráneo Central en febrero del 2016. Desde entonces, la organización ha asistido más de 38 mil personas en el mar. Más de 9mil personas fueron rescatadas del Ocean Viking desde que la embarcación empezó a operar en Agosto del 2019. La organización sin fines de lucro está basada en Francia, Alemania, Italia y Suiza, y se financia principalmente a través de donaciones.

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Con la llegada de temperaturas más cálidas, la IFRC se prepara para un nuevo año de peligro en la ruta migratoria del Mediterráneo Central

Ginebra/Roma, 5 de marzo de 2024:A medida que Europa se acerca a la primavera y el verano, la IFRC prevé un aumento del número de migrantes que arriesgan su vida en la peligrosa ruta del mar Mediterráneo Central. Con el trágico balance de 2023, el año más mortífero desde 2017, la IFRC teme que se produzcan más muertes en el mar. Aprovechando la Alianza con donantes, IFRC se dedica a mitigar tantas tragedias como sea posible en los próximos meses. El costo del año pasado, con más de 2500 muertes o desapariciones reportadas a lo largo de esta ruta traicionera - y posiblemente muchos más casos no reportados - ha aumentado significativamente la preocupación por la seguridad de las personas migrantes. La tendencia al aumento de las travesías durante los meses más cálidos indica un riesgo continuado de viajes peligrosos.La desesperación y la falta de alternativas más seguras llevan a numerosas personas a embarcarse en estas peligrosas travesías en naves abarrotadas y no aptas para la navegación, en busca de seguridad o de un futuro mejor. Los datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) revelan que casi 23.000 personas han perdido la vida o han desaparecido en esta ruta desde 2014, y el total en todo el Mediterráneo supera las 29.000. El naufragio frente a las costas de Grecia el 14 de junio del año pasado, en el que se teme que perecieran varios centenares de migrantes al naufragar su pesquero sobrecargado, ejemplifica los terribles riesgos que entraña.No hay otra opciónHacer la vista gorda ante esta situación simplemente no es una opción, y gracias al apoyo de donantes como Muslim World League, IFRC puede salir al mar a bordo del buque de búsqueda y rescate Ocean Viking un año más. Desde 2021, 5.693 personas han sido rescatadas gracias a esta operación. Junto con las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja y la organización asociada SOS Mediterranee, la IFRC seguirá apoyando al mayor número posible de personas en peligro con alimentos y agua, necesidades básicas, atención médica y apoyo psicosocial.Jagan Chapagain, Secretario General de la IFRC, a principios de esta semana a bordo del Ocean Viking en Siracusa, Italia, elogió a los donantes y asociados que hacen posible esta operación:"El Ocean Viking ha demostrado ser un faro de esperanza en un mar inmenso e implacable. Es una colaboración que va más allá de salvar vidas; refleja también el compromiso de defender los principios de solidaridad y humanidad. Valoro enormemente nuestra Alianza con la Liga Musulmana Mundial, y con otros actores, que nos brindan la posibilidad de salvar vidas, en conjunto."Enfoque coordinadoLa operación a bordo del Ocean Viking forma parte de un esfuerzo más amplio de la red de la IFRC para apoyar a las personas en movimiento en todo el mundo a lo largo de su viaje. Al proporcionar alimentos, agua, primeros auxilios y otras necesidades básicas en los denominados Puntos de Servicio Humanitario en los países situados a lo largo de las rutas migratorias más populares, las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja velan porque las personas puedan encontrar ayuda a lo largo de su viaje. No sólo gestionando un Punto de Servicio Humanitario a bordo del Ocean Viking, sino también, por ejemplo, apoyando a las personas migrantes cuando desembarcan en Europa, nos aseguramos juntos de que las personas encuentren un sentido de humanidad a lo largo de su viaje."A medida que el panorama mundial sigue evolucionando debido a la crisis climática, el aumento de los desastres y las crisis, la inestabilidad política, los conflictos, las pandemias, el aumento de las desigualdades, los avances tecnológicos y los cambios en los espacios económicos y sociales, vemos cómo la migración y el desplazamiento han adquirido nuevas dimensiones. Los retos existentes para la vida y los medios de subsistencia de las personas se están amplificando en todo el mundo y agravando muchas de las razones que les empujan a emigrar", explicó Chapagain en Italia. "Nos comprometemos a garantizar que las personas migrantes, refugiadas y otras personas desplazadas -independientemente de quiénes sean y de su condición- estén a salvo, sean tratadas con dignidad y se respeten sus derechos, incluso a lo largo de las peligrosas y mortíferas rutas migratorias terrestres y marítimas."Para más información, material audiovisual o coordinar una entrevista, póngase en contacto al correo: [email protected] Budapest:Julie Enthoven: +36 70 508 5702En Ginebra:Tommaso Della Longa +41 79 708 4367Mrinalini Santhanam +41 76 381 5006

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Salvar vidas en el mar: "Algo que no se olvida fácilmente"

Cuando las personas ponen un pie a bordo del buque de rescate humanitario Ocean Viking, sus vidas penden de un hilo.Como responsable de operaciones de la IFRC a bordo del Ocean Viking, el trabajo de Sara Mancinelli consiste en garantizar que las personas en apuros reciban la atención y los cuidados críticos que necesitan una vez a bordo.Nos ofrece una visión única en primera persona de la vida cotidiana a bordo de este punto de servicio humanitario flotante en el mar.Nadie puede olvidarlo"No creo que nadie pueda olvidar su primer rescate a bordo del Ocean Viking. En realidad, salvar vidas es algo que no se olvida fácilmente.Cuando ves un barco en apuros, sabes lo que significa para la gente a bordo. A veces llevan días a la deriva en el mar, sin comida, agua potable ni chalecos salvavidas. La mayoría de las embarcaciones están abarrotadas y la gente tiene que agarrarse para salvar su vida. Saben que si caen al agua, lo más probable es que ese sea su final. Y que cada año, miles de personas se ahogan durante el mismo viaje.Cuando el Ocean Viking recoge a personas en tales circunstancias, se siente un inmenso alivio. La mayoría llora al subir al barco, o besa el suelo y cae en nuestros brazos. Otras personas simplemente se quedan muy, muy calladas, sabiendo de lo que acaban de escapar. Lo primero que siempre decimos a la gente es: 'Estás a salvo'.La primera cara amiga en mucho tiempoLa mayoría de las personas que suben a bordo del Ocean Viking han pasado por momentos difíciles. No sólo en sus días en el mar, sino también antes. Algunas han pasado penurias en su país de origen, sobre todo si proceden de zonas afectadas por conflictos.Y han atravesado un peligroso viaje para llegar a las costas del Mediterráneo. Después de un rato a bordo, la gente empieza a contarnos su viaje. Son historias de trata de seres humanos, chantaje, violencia sexual, tortura y a veces incluso esclavitud. Mucha gente nos dice: 'Usted es la primera cara amiga que he visto en mucho tiempo'.Estar ahí para la genteDurante su estancia a bordo, hacemos todo lo posible por ayudar a la gente. En primer lugar, les damos ropa seca, comida y agua. Y les proporcionamos asistencia médica, ya que muchas personas resultaron heridas durante el viaje, o no han tenido acceso a atención médica en meses.Hacemos que la gente esté lo más cómoda posible. Hay un refugio dedicado exclusivamente a mujeres y menores, y otro para hombres. Y hay espacio para relajarse, hablar, rezar y curarse.Y, por supuesto, proporcionamos apoyo psicosocial. Vemos que esto es muy necesario, para la población adulta e infantil. Hay menores que viajan sin sus padres, otros viajan con familiares que están muy traumatizados. Les consolamos en la medida de lo posible con juegos, colores y juguetes.Un largo viaje por delanteDurante su estancia a bordo, la mayoría de sobrevivientes empiezan a darse cuenta de que su viaje no ha terminado. Cuando llegan a Europa, les esperan nuevos retos. Intentamos prepararles para ello. Les informamos sobre lo que pueden esperar cuando lleguen a tierra y dónde encontrar ayuda. Si las personas tienen necesidades específicas, por ejemplo si necesitan protección o atención médica, las remitimos a especialistas y autoridades en tierra para que les hagan un seguimiento.Para las personas migrantes rescatadas en el mar, su estancia en el Ocean Viking es sólo una pequeña parte de un viaje largo y difícil. Pero es un viaje en el que a menudo no se les ve como seres humanos, se les trata como un problema, un número, o incluso como delincuentes. Por eso, durante estos pocos días, estamos haciendo todo lo posible para que la gente se sienta segura, escuchada y vista. Porque, al fin y al cabo, todos somos humanos".

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5 consejos de cruzrojistas para cuidar nuestra salud mental

Sabemos que el bienestar mental es tan importante como la salud física. Pero, ¿con qué frecuencia cuidamos activamente de nuestra salud mental? ¿qué podemos hacer para cuidarnos y cuidar a las demás personas?Decidimos acudir a las personas expertas, cuyo trabajo consiste en cuidar a otras personas en momentos de estrés. Se trata de un equipo de personas voluntarias de la Cruz Roja Hondureña que presta servicios médicos y de salud mental a las personas migrantes en un Punto de Servicio Humanitario móvil, situado en Danlí, a 92 km al sureste de Tegucigalpa. Para hacer su trabajo, deben cuidarse mucho. Después de todo, ¿cómo apoyar a otras personas si no nos permitimos procesar nuestras propias emociones?Aquí nos ofrecen 5 consejos que pueden ayudar a cualquiera a cuidar de su salud mental en cualquier lugar y en cualquier momento-incluso si no eres una persona voluntaria-:1. Apoyode personas cercanas: Cuidado individual y colectivo.En situaciones emocionalmente intensas, es importante apoyarse en los equipos de trabajo, amigues y familiares. No hay que afrontarlo en soledad. Compartir experiencias y reflexionar en compañía ayuda a afrontar el impacto emocional del trabajo diario.“En el equipo siempre andamos tratando de llenarnos de buena energía y buena actitud ante las situaciones difíciles, siempre tratamos de cuidarnos físicamente, y sobre todo cuidar la salud mental.Porque vemos muchos casos, personas agresivas, sin autocontrol. En la atención de la niñez podemos manejar mucho estrés, mucha ansiedad, y tratamos de comprender pero también de cuidarnos a nosotras mismas”Scarlet ChirinosCruz Roja HondureñaEsnecesariopermitirnos sentir y validar todas las emociones para poder sanar, incluso si nos hacen sentir incomodidad.Realizar prácticas de autocuidado que involucren actividad física y momentos de relajación, así comodescansar y pasar tiempo en la naturaleza o con las personas que queremos; también puede ayudarnos a atravesar situacionesdolorosas. 2. Alguien en quien confiar: Buscar apoyo profesionalTener acceso a información y recursos de apoyo psicosocial puede salvar vidas. A pesar de que cerca de mil millones de personas en el mundo padecen algún trastorno mental, el estigma y las dificultades sociales hacen difícil la búsqueda oportuna de ayuda y atención en salud mental.“Nosotros nos apoyamos en nuestro mismo equipo,reflexionamos y compartimos las experiencias que vivimos, y eso nos ayuda a hacer una contención emocional. Pero más allá de eso, también hay un equipo de profesionales de la salud mental en el que nosotros nos podemos apoyar”. Ángel ZelayaCruz Roja HondureñaHablar de nuestras emociones noes señal de debilidad, sino de fortaleza. Batallar con lo que sentimoses parte de la condición humana y no hay que avergonzarse por ello. Solo somos personas pasando por un momento difícil y haciendo lo mejor que podemos.Siempre habrá alguien queentienda lo que nos sucede. Siempre podemos pedir ayuda.3. Te escuchamos: Practicar la escucha activa.Así como compartir nuestrossentimientos es beneficioso para nuestra salud mental, escuchar a otras personas de manera atenta y respetuosa, validando sus vivencias y emociones,puede fortalecer nuestras relaciones y vínculos; y proporcionar un valioso apoyo emocional. Más aún en situaciones de crisis y emergencias."Para mí, este tiempo que llevo como voluntaria ha sido muy revelador. Acercarme a diferentes realidades y conocer lo que vive la gente a lo largo de la ruta migratoria, me ayudó a crecer como profesional de la salud mental."Scarlet ChirinosCruz Roja HondureñaAl practicar la escucha activa desarrollamos empatía y nos abrimos a conocer realidades distintas a la nuestra. Cuando veamos que alguien sufre y la pasa mal, podemos escuchar, validar, apoyar y si es posible, acompañar a buscar ayuda profesional.4. Aprender constantemente: Buscar recursos útilesLa capacitación es una herramienta poderosa para comprender y abordar los desafíos de salud mental e identificar los síntomas y situaciones que pueden generarestrés y ansiedad. “En Cruz Roja me capacité desde lo más básico. Aprendíqué era Cruz Roja, conocí medidas deseguridad para el trabajo en campo, el significado denuestros uniformes. También recibí capacitación en Primeros Auxilios Psicológicos,Restablecimiento de Contacto entre Familiares y en Protección, Género e Inclusión.Sabemos que en campo necesitamos ese conocimiento para brindar una atención adecuada y para protegernos a nosotras mismas, que es parte de la formación de Cruz Roja” Yaritza HerreraCruz Roja HondureñaNo dejemos pasar la oportunidad de fortalecernuestro conocimiento sobre la salud mental y aprender cómo ayudar a quien lo necesite. Visitá nuestra página de Salud Mentaly Apoyo Psicosocial para encontrar más recursos5. Apoyar a otras personas- Apoyarse: Servicio voluntarioAl acompañara otras personas en momentos de crisis y emergencias, no solo brindamos apoyo a quienes lo necesitan bajo el principio de la humanidad, sino que también encontramos significado y satisfacción en nuestras vidas.“Uno ve por las noticias lo que pasan las personas que pasan por el Darién, que vienen con sus complicaciones, que hay gente que incluso ha muerto en el camino...Yver la alegría de las personas adultas al atender a sus niñas y niños, al tener sus medicamentos y la posibilidad de sanar las heridas, es lo que más vale. Las personas siempre sevan agradecidas, dándole bendiciones a uno”.Leonardo BacaCruz Roja HondureñaLos consejos y prácticas compartidos por Scarlet, Ángel, Yaritza y Leonardo nos demuestran que cuidar de nuestra salud emocional es esencial para enfrentar los desafíos de la vida y brindar apoyo efectivo a quienes la necesitan.Elacceso a servicios de salud mental debe ir de la mano con acciones que garanticen las necesidades básicas para todas las personas, sean quienes sean y estén donde estén. No hay salud sin salud mental.

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SOS MEDITERRANEE y IFRC alertan de la crisis humanitaria en el Mediterráneo

Marsella, Francia, Viernes, 22 de septiembre: Casi diez años después de que un devastador naufragio frente a Lampedusa se cobrara la vida de más de 360 hombres, mujeres, niñas y niños el 3 de octubre de 2013, el Mediterráneo central sigue siendo tan mortífero como siempre. Durante su actual visita a Marsella, el Papa Francisco alertará una vez más a la opinión pública mundial sobre la crisis humanitaria que se desarrolla en la frontera sur de Europa, conmemorando a las personas desaparecidas en el mar. En una conferencia de prensa celebrada esta mañana a bordo del buque de salvamento civil Ocean Viking, SOS MEDITERRANEE y la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC), dieron fe de la desgarradora situación de las personas que intentan cruzar el Mediterráneo en busca de seguridad. Jérôme, Coordinador Adjunto de Búsqueda y Salvamento a bordo del Ocean Viking, declaró: "El mes pasado fuimos testigos directos de la falta de recursos para salvar vidas en el Mediterráneo central. Llevamos a cabo la mayor operación de rescate jamás realizada en el Ocean Viking. En 36 horas de operaciones ininterrumpidas, rescatamos a 623 personas. Estaba claro que había más personas en riesgo de perder la vida de las que podíamos asistir. El trabajo que hacemos es vital, pero no podemos hacerlo solos". Las necesidades humanitarias en el Mediterráneo central se han visto agravadas por la creciente inseguridad alimentaria en África, los conflictos y las recientes catástrofes que han asolado Libia y otros países del norte de África en las últimas semanas. Sin alternativa para buscar seguridad, no hay razón para creer que la gente dejará de intentar cruzar el Mediterráneo. El principal objetivo de las labores de búsqueda y rescate es llevar a las personas a lugares seguros donde puedan acceder a sus derechos. SOS MEDITERRANEE y la IFRC instan a todos los Estados a dar prioridad al salvamento marítimo y a respetar el derecho marítimo y humano. Las vías seguras y legales son clave para reducir el número de personas que corren enormes riesgos para llegar a Europa. Xavier Castellanos, Secretario General Adjunto de la IFRC para el Desarrollo de las Sociedades Nacionales y la Coordinación de Operaciones, ha declarado: "La IFRC no puede hacer la vista gorda. En todo el mundo, las personas que se desplazan se enfrentan a importantes riesgos para su vida, su dignidad y sus derechos. Se trata de un imperativo humanitario que tenemos la obligación de abordar y es la razón por la que la IFRC está respondiendo tanto en tierra como en el mar. Nuestra labor humanitaria a bordo del Ocean Viking es una parte vital de nuestra misión de protección y alivio del sufrimiento humano. Instamos a los Estados a que garanticen los derechos humanos fundamentales y observen el derecho marítimo". Sophie Beau, cofundadora de SOS MEDITERRANEE y Directora General de SOS MEDITERRANEE Francia ha declarado: "La insondable cifra de muertes en el Mediterráneo este año podría haberse evitado si hubiera voluntad política. Las políticas de disuasión de la migración y la obstrucción del salvamento marítimo civil sólo han provocado más sufrimiento humano. Como figura moral y global prominente y también Jefe de Estado europeo, el Papa Francisco aprovechará su visita a Marsella para recordar el imperativo moral que subyace a las leyes y convenciones que se aplican en el mar: no se debe dejar que nadie en apuros se ahogue. “Diez años después del naufragio frente a Lampedusa, pedimos urgentemente misiones mundiales de salvamento marítimo y que se reconozca el valioso apoyo de las organizaciones humanitarias de búsqueda y salvamento.” Nota al editor: A partir de 2021, la IFRC se ha asociado con SOS MEDITERRANEE a bordo del Ocean Viking. Esta asociación se basa en la fuerza de ambas organizaciones: El conocimiento en salvamento marítimo de SOS MEDITERRANEE y la larga experiencia de la IFRC en las acciones de rescate, protección y asistencia relacionada con la salud a las personas necesitadas. Si desea más información o solicitar una entrevista, póngase en contacto con: SOS MEDITERANEE Contacto de prensa: Méryl Sotty Responsable de prensa - 06 11 74 10 11 [email protected] IFRC Contacto de prensa: Edgar Zuniga Delegado de Comunicaciones para Europa - +36 20 337 7221 [email protected]

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De norte a sur: Cruz Roja Hondureña acompaña a miles de migrantes en su vuelta a casa

Máximo y George son dos gemelos Hondureños de 27 años que, ante el desempleo y la falta de oportunidades, tomaron la difícil decisión de migrar hacia el norte en busca de un futuro mejor. Sin embargo, su viaje no salió como habían planeado. “Quedamos varados, sin dinero, sin nada, pero decidimos continuar. En el camino nos asaltaron y sufrimos extorsión, casi perdemos la vida. Nos pusieron una pistola diciéndonos “ustedes pagan tal cuota, o si no, aquí no más va a quedar un saco”, cuenta George. Historias como esta son, por desgracia, demasiado comunes a lo largo de la ruta migratoria centroamericana. La violencia generada por grupos criminales, el incremento del desempleo, el alza en el costo de la vida, entre otras razones; alientan a la población a migrar. No sólo de sur a norte, sino también de norte a sur. Honduras es un territorio de origen, retorno y tránsito de personas migrantes. Cada día, cientos de personas -a veces miles- abandonan el país, muchas otras lo atraviesan rumbo a Norteamérica; y hay quienes regresan a él tras haber migrado tiempo atrás. De enero a julio de 2023, más de 33.000 personas migrantes hondureñas, como Máximo y George, regresaron a su país, lo que equivale a casi 160 personas por día. “Una de las causas por las que regresan las personas, según las entrevistas que hemos realizado, es reunirse con su núcleo familiar”, explica Nicol Palacios, Asistente de Protección del Centro de Atención al Migrante Retornado (CAMR) ubicado en Omoa, al noroeste de Honduras. “Inciden mucho los retos que enfrentan en la ruta migratoria: sufrir violencia, los largos trayectos que tienen que caminar, pasar la noche en la calle, no tener alimentación o al menos no la alimentación que se acostumbra en su país. El cansancio también es otro de los motivos por los que paran; y si se sienten abatidas deciden entregarse a las autoridades para que les retornen a Honduras”, añade. Desde la frontera de Corinto, entre Honduras y Guatemala, la Cruz Roja Hondureña (CRH) facilita el transporte de las personas migrantes hacia el CAMR de Omoa, donde les atiende el personal y voluntariado de la CRH y del Instituto Nacional de Migración. “Este Centro les da la oportunidad a las personas retornadas, de sentir un abrazo de calidez al regresar a su país”, mencionó Mario Alberto Ávila, Director del CAMR de Omoa. Al mismo tiempo, en el municipio de Belén, la Cruz Roja Hondureña gestiona el Centro de Atención para Niñez y Familias Migrantes en alianza con el Instituto Nacional de Migración y la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia, donde recibe a núcleos familiares y niñez no acompañada que ingresan vía aérea desde el Aeropuerto Internacional Ramón Villeda Morales. “Todos los casos en el centro son difíciles, todos. Las personas vienen frustradas, molestas porque no lograron el objetivo de llegar a su destino”, narró Gabriela Oviedo, Administradora del Centro-Belén, Cruz Roja Hondureña. “Lo que a nosotras nos ha impactado más es recibir a bebés tan chiquitos de días, de meses; a niñas y niños que no saben ni hablar. Les recibimos en el centro y les damos ese trato amoroso que se merecen hasta que los entregamos al familiar que les espera”, nos cuenta. Salvar vidas y atender las necesidades de las personas migrantes a lo largo de las rutas migratorias, es cada vez más urgente. La prioridad de la IFRC es ofrecerles asistencia de calidad y adaptada a las necesidades específicas de los grupos en situación de mayor vulnerabilidad; sin importar su estatus migratorio o el motivo de su migración. Y es que las rutas migratorias irregulares agudizan las condiciones vulnerables que muchas personas ya viven cuando inician su travesía. Es el caso de Marilyn, una mujer joven hondureña que trabajaba en un restaurante, pero perdió su empleo debido la pandemia del COVID-19. La condición de desempleo, sumada a la pérdida de su vivienda tras las inundaciones causadas por los huracanes Eta e Iota en el 2021, la empujaron a migrar. Tener que separarse de sus dos niñes no fue fácil. Marilyn ha cruzado la frontera varias veces con la meta de llegar a Norteamérica. Desafortunadamente, no ha tenido éxito. En la ruta ha pasado por asaltos, hambre, fracturas en sus dos pies, el vuelco de una lancha; hasta el cruce de un pantano que le tapaba hasta la cintura. “Mi sueño es en unos 5 años tener mi propia casa. Poner mi negocio y que mis hijos estén bien, ponerles a estudiar. Que tengan mejores oportunidades que las que yo tuve”,dice Marilyn. La red de la IFRC se esfuerza por prestarles asistencia y protección a las personas retornadas que, al igual que Marilyn, Máximo y George, buscan un mejor futuro. Incluso sabiendo que las condiciones que les impulsaron a migrar siguen allí; y no han mejorado. De julio 2022 a mayo 2023, el llamamiento de emergencia lanzado por la IFRC para abordar la crisis migratoria en México y Centroamérica, le ha permitido a la CRH atender a más de 59,000personas y brindarles múltiples servicios; incluyendo asistencia en salud, apoyo psicosocial, acceso a servicios de agua y saneamiento, y dinero en efectivo para que las personas destinatarias puedan cubrir gastos urgentes, como alojamiento o comida. El desafío es inabarcable, pero seguiremos trabajando para defender los derechos y la dignidad de las personas migrantes, y prestándoles servicios humanitarios vitales. Sean quienes sean y estén donde estén.

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Esconderse de las balas en un depósito de agua: una joven de Kenia que evacuó de Sudán cuenta su historia

“Oí las balas fuera cuando estaba limpiando. Mi jefe me dijo que había empezado la guerra". Estas son las palabras de Theresa*, una joven de Kenia que accedió valientemente a compartir conmigo su historia sobre la huida del conflicto en Sudán. Temiendo por su seguridad, me pidió que no publicara su foto. Theresa acababa de empezar a trabajar como empleada doméstica con otras cinco jóvenes en una casa grande de la capital de Sudán, Jartum, cuando estallaron los combates. "Era nueva en Sudán. Mis jefes se fueron a Egipto y yo me quedé con cinco chicas y tres de seguridad. Se fue la luz, no había agua, hacía demasiado calor". Cuenta que unos ladrones entraron en la casa, ataron al personal de seguridad y empezaron a buscarla a ella y a sus compañeras. "Fuimos y nos escondimos arriba, en la parte superior de la casa, donde había un depósito de agua. Los ladrones rompieron las puertas, se llevaron oro, dinero, todo lo que había en la casa. Incluso mi pasaporte". "Subieron y echaron un vistazo. Habíamos dejado un teléfono y una tetera y dijeron 'las chicas están por aquí y se han tomado el té aquí'". "Yo estaba dentro del depósito de agua. Dispararon balas para que saliéramos, pero no lo hicimos. Nos quedamos quietas en el tanque de agua hasta que huyeron". Theresa y sus compañeras huyeron de la casa varios días después, cuando otro grupo de hombres llegó y se instaló en ella. "Lo dejé todo en aquella casa. La carretera no era segura. Las bombas estaban por todas partes. Disparaban, no me importaba [si moría]. [...] Vine a mi embajada. Me quedé allí y luego me llevaron a Kenia". Theresa es sólo una de las 44 personas que conocí en el aeropuerto de Nairobi que habían conseguido ser evacuadas a un lugar seguro del conflicto en Sudán. Atravesaban las puertas del aeropuerto en pequeñas parejas y grupos, desplomándose en las sillas que las personas voluntarias de la Cruz Roja de Kenia habían dispuesto para la gente. "Karibu, de nada", fueron algunas de las primeras palabras que escucharon. El grupo estaba formado en su mayoría por mujeres, cuya evacuación se priorizó debido al mayor riesgo de violencia sexual y de género. Procedían de distintos países y todas habían estado en Sudán para trabajar o estudiar. Alexina, trabajadora social y voluntaria de la Cruz Roja de Kenia, me cuenta que la mayoría de las mujeres y algunos de los hombres a los que ha ayudado han sobrevivido a la violencia sexual. Ha acogido a numerosos grupos y las historias como la de Theresa son sorprendentemente similares. A menudo, las personas han huido a toda prisa o les han robado sus pertenencias por el camino, lo que significa que no suelen tener pasaportes, dinero ni pertenencias cuando llegan a Nairobi. Cuando llegan, las personas evacuados se registran primero con los equipos voluntarios de la Cruz Roja de Kenia, que toman sus datos para ayudarles a reconectar con sus seres queridos. A continuación, se les conduce a una tienda de campaña donde pueden mantener conversaciones tranquilas con personal de salud mental. Dentro de la tienda, las personas voluntarias, entre ellas profesionales en psicólogía y trabajo social, se sientan con pequeños círculos de personas evacuadas que comparten sus historias de lo que han vivido. Este primer apoyo psicosocial a las personas que han pasado por situaciones traumáticas; les la oportunidad de empezar a procesar lo ocurrido. A continuación hay una mesa de la policía para ayudarles con los documentos de identidad. Luego hay una cómoda zona de acogida donde la gente disfruta de comida y bebida, y un puesto de primeros auxilios con material médico y de higiene. Las personas pueden acceder a servicios telefónicos gratuitos, y la Cruz Roja de Kenia gestiona un servicio de autobuses para trasladarles a alojamientos gratuitos. "Estoy muy contenta de haber vuelto a Kenia [...] Cuando me estaban buscando y yo estaba dentro del tanque de agua, pensé que ese día iba a morir", dice Theresa. Después de contar su historia, Theresa parece entumecida y agotada. Me cuesta encontrar las palabras adecuadas para despedirme de ella. Sube a uno de los autobuses con su única bolsa y pienso en lo que debería haberle dicho: "Me asombra tu resistencia, Theresa". -- Se calcula que nueve millones de personas se han visto afectadas por el conflicto en Sudán. Alrededor de 1,2 millones de personas han sido desplazadas internamente y casi medio millón han huido a países vecinos. La IFRC ha lanzado dos llamamientos de emergencia en respuesta a esta crisis: uno para apoyar a la Media Luna Roja Sudanesa a ayudar a las personas dentro de Sudán, y otro para apoyar a las Sociedades Nacionales de seis países vecinos que acogen a personas que huyen del conflicto. Para ayudar a personas como Theresa, haga una donación a nuestros llamamientos siguiendo los enlaces de arriba. -- *Nombre ficticio para proteger su identidad.

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Discurso del Secretario General en la Conferencia Interamericana 2023

Excelencias, damas y caballeros, Es muy bueno estar aquí en las hermosas Bahamas. Bahamas - gracias por acoger esta conferencia. Aprovecho esta ocasión para felicitar a las Bahamas por los 50 años de su Independencia. Presidenta Terez Curry, Vicepresidente de la IFRC Miguel Villarroel, Dra Judith Carvajal, Vicepresidenta del CORI, miembros del Consejo de Dirección y presidentes de las Comisiones y Comités de la IFRC, George Weber Vicepresidente de la Comisión Permanente, Giles Carbonier Vicepresidente del CICR, líderes de las Sociedades Nacionales, personal y voluntariado; y mi increíble equipo de la Secretaría de la IFRC dirigido por Martha Keays - rindo homenaje a ustedes, que han demostrado un liderazgo increíble en estos últimos años - a través de la pandemia COVID-19 y tantas otras crisis agravantes. Les doy las gracias por centrarse en hacer lo correcto para las personas a las que servimos y por su inquebrantable compromiso con sus comunidades. La región de las Américas es vibrante, rebosante de comunidades diversas y de una extraordinaria capacidad de recuperación. También es una de las regiones más desiguales del mundo, azotada por una compleja red de crisis que está incrementando las necesidades humanitarias y repercutiendo negativamente en la vida, los medios de subsistencia y la dignidad de las comunidades. La crisis climática, con el aumento de las temperaturas, los fenómenos meteorológicos extremos y la degradación del medio ambiente, está causando estragos en las comunidades y sus medios de subsistencia en toda la región. La violencia endémica ha destrozado comunidades dejando cicatrices que perduran durante generaciones. Ha aumentado la desigualdad y empeorado las condiciones socioeconómicas. Está empujando a la gente a huir de sus hogares y ha contribuido directamente a la crisis migratoria más grave a la que se enfrenta la región de las Américas en su historia reciente. En la actualidad, 3 de cada 10 migrantes o solicitantes de asilo abandonan su país de origen por amenazas de violencia. Lamentablemente, las mujeres e infancias se llevan la peor parte de esta terrible crisis. Las trágicas y espeluznantes historias de las personas que conocí haciendo el peligroso viaje a través del paso del Darién el pasado agosto, se quedarán conmigo para siempre. Cada día, alrededor de 1000 personas emprenden este peligroso camino en el tapón del Darién, en busca de seguridad, esperanza y nuevas oportunidades. Sin soluciones políticas a la vista y con menos recursos disponibles, el sistema humanitario mundial se tambalea bajo la presión de satisfacer las necesidades de asistencia y protección de las personas en estas circunstancias. Sin embargo, 35 Sociedades Nacionales de esta región, lamentablemente sólo 34 en la actualidad, han demostrado que podemos hacer frente a estos retos prestando una amplia gama de servicios que atienden las necesidades básicas de las comunidades. Desde la gestión de bancos de sangre, clínicas, hospitales y ambulancias hasta la dirección de operaciones de búsqueda y rescate, el apoyo a las personas que se desplazan, la gestión de instituciones de enfermería y el desarrollo de soluciones para hacer frente a la crisis climática y la violencia, las Sociedades Nacionales desempeñan un papel crucial. IFRC se enorgullece de apoyar estos esfuerzos a través del Fondo de Emergencia de Respuesta a Desastres, el Fondo de Desarrollo de Capacidades, los Llamamientos de Emergencia y nuestros planes unificados anuales. Para hacer frente a las crecientes necesidades migratorias, estamos ampliando nuestros Puntos de Servicio Humanitario (PSH) para prestar servicios integradores y que salvan vidas a lo largo de las rutas migratorias. Colectivamente, hemos llegado a millones: Más de un millón de personas a través de programas para migrantes y comunidades de acogida. Otro millón de personas a través de la respuesta a catástrofes, Más de 3,5 millones de personas a través de programas de salud y bienestar. Y los millones de personas alcanzadas durante la respuesta al COVID-19 y los esfuerzos de inmunización relacionados. Pero no podemos dormirnos en los laureles. Hoy nos enfrentamos a serios retos, tanto en nuestra capacidad para satisfacer las crecientes necesidades humanitarias como en nuestra capacidad para salvaguardar nuestros principios fundamentales. En este contexto, hoy nos reunimos en esta XXII Conferencia Interamericana reconociendo la responsabilidad que tenemos, la solidaridad que debemos fomentar y el impacto que podemos crear en conjunto. En primer lugar, la responsabilidad que tenemos es nuestra oportunidad de contribuir a algo más grande que nosotros mismos. Nuestra red de la IFRC no se parece a ninguna otra. Formamos parte de las comunidades a las que servimos. Y somos la red humanitaria mundial más grande y mejor conectada. Esta suma de acción local y alcance mundial convierte a las Sociedades Nacionales en auxiliares eficaces de sus poderes públicos en el ámbito humanitario. Nuestra responsabilidad es llevar a cabo una acción humanitaria de calidad que marque una diferencia positiva en la vida de las personas, que reduzca sus riesgos y vulnerabilidades, y que potencie sus capacidades y su potencial. Sólo tendremos éxito si nos mantenemos fieles a nuestros Principios Fundamentales. Son los cimientos de una acción humanitaria justa e integradora. Son los cimientos de la unidad, la confianza y la cooperación en nuestro Movimiento. Son nuestra brújula moral. Sin ellos, nuestra credibilidad queda en entredicho y nuestra capacidad para llevar a cabo una acción humanitaria neutral, independiente e imparcial se ve amenazada. Debemos reafirmar nuestros Principios Fundamentales. Pongámoslos en práctica en nuestro trabajo, hablemos de ellos en nuestros debates, vivamos según ellos, enseñémoslos, ayudemos a las comunidades, a los socios y a los donantes a comprenderlos. En segundo lugar, la solidaridad está en el centro de todo lo que hacemos en toda la red de la IFRC. La solidaridad y el compromiso con nuestra Estrategia 2030 y la Agenda para la Renovación nos han permitido responder a las múltiples crisis y desastres en esta región, prestar socorro a los necesitados y apoyar a las comunidades en su recuperación y reconstrucción. La solidaridad también significa que mantenemos la unión dentro del movimiento. Significa que anteponemos las necesidades de las personas a quienes servimos y que trabajamos para aliviar su sufrimiento. La solidaridad nos permite aprovechar nuestros recursos colectivos, experiencia e influencia para llegar a más personas necesitadas, defender sus necesidades y aspiraciones y amplificar sus voces. La solidaridad no es una opción. Es un deber moral. Lo necesitamos ahora más que nunca. En tercer lugar, nuestro impacto. Nuestro éxito se mide por los resultados que conseguimos para las personas a las que servimos. En esta era de cambios acelerados y divisiones políticas cambiantes, debemos centrarnos en la rendición de cuentas, la agilidad, el compromiso y la innovación, que son elementos importantes de nuestra Agenda para la Renovación. Para ello, la IFRC trabaja para y con las Sociedades Nacionales. Hemos invertido en la ampliación de la digitalización, la gestión de riesgos, los nuevos modelos de financiación para una mayor agilidad, rendición de cuentas e impacto para llegar a las comunidades a las que servimos. Utilizamos estos recursos para fomentar el aprendizaje y fortalecer las capacidades de las Sociedades Nacionales, para que sean líderes en el ámbito humanitario, no solo en la respuesta, sino también en el fomento de la resiliencia, los datos, la influencia, la colaboración y la innovación. Esto me lleva a hablar de nuestro voluntariado, la cuerda de salvamento y el latido de nuestra red. Más del 50% de nuestras personas voluntarias son menores de 30 años. Las personas jóvenes aportan energía, conocimientos tecnológicos y soluciones innovadoras. Aprovechemos hoy sus capacidades, démosles oportunidades para que nos guíen hacia un futuro más justo y equitativo. Colegas, nuestro impacto debe consistir en ampliar nuestra actuación, garantizando al mismo tiempo la calidad, la pertinencia y la sostenibilidad de nuestras acciones. Ninguno de los obstáculos a los que nos enfrentamos hoy es insuperable. Disponemos de los conocimientos, los recursos, la experiencia y las capacidades para lograr el cambio. Como dijo una vez la Madre Teresa: "Yo sola no puedo cambiar el mundo, pero puedo arrojar una piedra sobre las aguas para crear muchas ondas". Colegas, al igual que la Madre Teresa, atrevámonos todos a lanzar una piedra sobre el agua que cree colectivamente millones de ondas para hacer de este mundo un lugar mejor para todas las personas. Gracias.

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De Sierra Leona al Darién, migrantes cruzan continentes por un mejor futuro

Francis Icabba dejó su país natal, Sierra Leona (África Occidental), en busca de seguridad y nuevas oportunidades. Poco podía imaginar entonces que acabaría cruzando continentes enteros y una de las rutas migratorias más peligrosas del mundo para encontrar una vida mejor. Su primera parada fue su país vecino, Guinea, despuéscruzó el océano Atlántico hasta Brasil. Allí le resultó difícil asentarse debido a la barrera del idioma, por lo que decidió continuar su viaje y dirigirse hacia el norte. Francis tardó dos meses desde que salió de Brasil hasta llegar al Tapón del Darién: la espesa, densa y peligrosa selva que separa Colombia de Panamá. Una vez allí, emprendió una caminata de seis días, preparado con latas de sardinas, una pequeña estufa de gas y algunos fideos instantáneos para sobrevivir.En el camino le acompañaron dos mujeres embarazadas, en un viaje que describe como "una de las cosas más difíciles que he hecho en mi vida".Caminaron doce horas diarias sin comida, ya que sus provisiones se agotaron rápidamente. La humedad extrema, el calor sofocante y el cruce constante de ríos y arroyos les obligaron a abandonar sus maletas por el camino.''Las mujeres embarazadas con las que íbamos se habían rendido. En el camino evitamos víboras, ríos caudalosos y montañas peligrosamente empinadas. Todo es verde, no hay dirección, no hay señal móvil, uno solo camina y camina sin ningún norte. Todas las personas allí corremos ese riesgo por una mejor vida, pero es un camino en donde se pierde la esperanza. No recomendaría a nadie pasar el Tapón del Darién.''FrancisEl paso del Darién es una de las rutas migratorias más peligrosas del mundo. Tristemente,muchas personas mueren en la ruta debido a las condiciones ambientales. También existe un alto riesgo de violencia, abusos sexuales, trata de personas y extorsión por parte de bandas criminales.Aún así, segúnlas tendencias recientes, se estima que más de 400,000 personas crucen el Darién a finales del 2023.Hay registros de personas de más de 50 nacionalidades diferentesque han cruzado por el Darién. La mayoría son de Venezuela, Haití y Ecuador, pero algunas proceden de lugares tan lejanos como India, Somalia, Camerún y Sierra Leona.Las personas como Francis que logran atravesar el Darién, suelen llegar en estado vulnerable, tanto físico como mental. Para ayudarles a recuperarse, la Cruz Roja Panameña gestiona centros de acogida donde les proporcionan primeros auxilios y artículos de primera necesidad como alimentos, agua potable, kits de higiene y ropa.''Llegar a Panamá fue uno de los momentos más felices de mi vida, es muy duro porque tuve que luchar por ella. La Cruz Roja fue la primera en ayudarnos y para mí fue una bendición. Persiguiendo nuestro sueño de una vida mejor, lo perdimos todo. Así que tres comidas al día, jabón, una toalla, un baño, poder hablar con alguien o que te atiendan, eso lo significa todo''FrancisEl personal voluntario de la Cruz Roja también ofrece apoyo psicosocial y servicios de salud materno infantil a quienes los necesitan. Y pueden proporcionar servicios de restablecimiento del contacto entre familiares y WiFi, para que las personas migrantes puedan comunicar a sus familias dónde se encuentran y que están a salvo.Para la mayoría de personasmigrantes, el Darién no es el final de su viaje, sino más bien el comienzo de una travesía de 5.470 kilómetros hacia el norte, a través de seis países de América Central y del Norte. Pero no importa quiénes sean o de dónde vengan, las personas que se desplazan en esta región no están solas: a cada paso del camino pueden obtener apoyo en los Puntos de Servicio Humanitario de las Sociedades de la Cruz Roja.-- Casi 60.000 migrantes como Francis recibieron asistencia humanitaria y protección de la red de la IFRC en 2022 gracias a nuestra Alianza Programática con la Unión Europea.La Alianza es ejecutada por 24 Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja de todo el mundo, incluidas las de Panamá, Guatemala, Honduras, El Salvador y Ecuador en América, y tiene el objetivo de ayudar a las comunidades a reducir sus riesgos y a estar mejor preparadas para desastres y emergencias sanitarias. Esto incluye proteger la seguridad, la dignidad y los derechos de las personas que se desplazan.--Aquí puede ver y descargar más fotos sobre este tema.

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Darién: Nuevo récord - La migración crece, la ayuda debe hacerlo también

Según datos del Servicio Nacional de Migración de Panamá127,168 personas migrantescruzaron el parque nacional del Darién entre enero y abril de 2023, un número que equivale a más de 1000 personas por día. En reacción a este anuncio, Verónica Martínez, la jefa de la respuesta humanitaria de la IFRC en Darién, declaró: "El número de personas migrantes arribando a Panamá vía Darién crece exponencialmente. En las últimas semanas hemos visto llegar hasta 2,000 y 3,000 personas por día, una cifra que desborda los puntos de servicio humanitario donde la Cruz Roja presta servicios. La mayoría llegan en un estado desolador, inhumano. Están heridas, deshidratadas, con reacciones alérgicas severas y complicaciones de embarazos o enfermedades crónicas, muchas han sido víctimas de abusos y sitaciones de violencia. Les brindamos primeros auxilios, atención básica de salud y acceso agua.También, información, conexión a internet y derivaciones a instituciones especializadas. Pero estas cifras récord también ponen al límite los servicios básicos en las comunidades que acogen a las personas migrantes tras su paso por la selva. En Bajo Chiquito, el número de caminantes es a veces cinco veces mayor al número de habitantes de la localidad y esto colapsa, por ejemplo, el abastecimiento de agua. Las plantas potabilizadoras de Cruz Roja instaladas allí no dan a basto. A pesar de todos los esfuerzos por atender las necesidades crecientes, la ayuda en Darién empieza a ser insuficiente. Las personas que migran, las comunidades locales, las agencias humanitarias, todos aquí necesitamos que la asistencia humanitaria crezca exponencialmente también. Necesitamos ayuda sostenida en el tiempo, que pueda adaptarse a los cambios en el contexto y que esté orientada a salvar vidas y proteger la dignidad, como la que recibe la Cruz Roja graciasa los fondos de ayuda humanitaria y el apoyo continuado de la Unión Europea yla Cooperación Españolay otros actores*. Estamos a las puertas de una nueva temporada de lluvias y huracanes y eso hace aún más urgente que el apoyo llegue cuanto antes. Desde junio y hasta noviembre los riesgos a los que se exponen las personas migrantes en la ruta migratoria desde Panamá hasta México incluirán también crecidas de ríos, inundaciones y tormentas. Estamos preparándonos para hacer frente a este escenario, pero como advertimos en marzo pasado, necesitamos aliados, prestar asistencia humanitaria sigue siendo urgente y es un trabajo en equipo". En agosto de 2022, la IFRC lanzó un llamamiento de emergencia solicitando apoyo internacional por 18 millones de francos suizos (USD 20.3 millones) para prestar asistencia humanitaria a 210,000 personas a lo largo de las rutas migratorias de Centroamérica y México. Sin embargo, el monto recaudado hasta ahora ronda el cinco por ciento del total solicitado. -- Hacer clic aquí para acceder a material de archivo y fotosde esta crisis en IFRC Newsroom. *Entre los contribuyentes se encuentran Cruz Roja Británica, Cruz Roja Sueca, Cruz Roja Canadiense, Cruz Roja Japonesa, Cruz Roja de Mónaco, Cruz Roja Holandesa, Cruz Roja Suiza, Fundación Simón Bolivar y UNICEF.

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Cruz Roja Hondureña: la humanidad brilla en las comunidades locales

Son las 8 de la mañana de un apacible domingo en Copán Ruinas, una pequeña y pintoresca localidad del oeste de Honduras que fue una de las ciudades más poderosas del Imperio maya. Los comerciantes empiezan a abrir sus puertas. Un puñado de mujeres y niños juegan en la plaza principal. Y muchos habitantes, con sus característicos sombreros de vaquero, salen a dar sus paseos matutinos. Pero un hombre destaca con su chaleco y su gorra de color rojo vivo. Un gran emblema de la Cruz Roja y las palabras Cruz Roja Hondureña lucen orgullosos en la espalda. Observo un momento cómo charla con la gente del pueblo, que parece saludarle cordialmente con un apretón de manos o un choque de puños. Lo alcanzo, le saludo amistosamente "¡Hola, amigo!" y me entero de que se llama Stanley. Es voluntario de la Cruz Roja desde hace más de 22 años y se dirige a una reunión con otras personas voluntarias y miembros del personal de toda la región. Me invita a visitar la filial local esa misma tarde para informarme de lo que hacen. Y así lo hice. Y la bienvenida no pudo ser más cálida. Durante el almuerzo supe que se habían reunido procedentes de toda la región para compartir sus historias, conocimientos y experiencias de apoyo a sus comunidades locales a través de diversas crisis y retos cotidianos. Permítanme hablarles de tres de las personas que conocí: Mirian, Napoleón y Loany. Mirian Mirian es la orgullosa presidenta de la Cruz Roja local de Copán y lleva más de 10 años como voluntaria. Su filial gestiona las dos únicas ambulancias de toda la ciudad, lo que significa que cuando alguien tiene problemas, es su equipo el que responde a la llamada. Sin embargo, supervisa mucho más que los servicios sanitarios de urgencia. Su sección hace mucho por ayudar a la población local, incluidos los grupos indígenas que viven en las colinas de los alrededores y los escolares, para que estén preparados ante crisis, como huracanes e inundaciones. Su filial también brinda asistencia al creciente número de personas migrantes que pasan por Honduras en su camino hacia el norte, entre otras cosas, a través de los Puntos de Servicio Humanitario, espacios estratégicamente situados donde las personas que migran pueden acceder a un apoyo seguro y fiable durante sus travesías. "Me motiva el humanitarismo, ver cómo la Cruz Roja es una organización llena de amor por los demás. Que somos personas dispuestas a darlo todo. Para mí, es lo mejor que me ha pasado: ser miembro de la familia de la Cruz Roja", dice Mirian. Napoleón Napoleón vive en San Pedro Sula, la segunda ciudad más grande de Honduras. Es un antiguo cámara que lleva cinco años trabajando como conductor voluntario para la Cruz Roja Hondureña. Hace un par de años, Napoleón fue uno de los muchos voluntarios de la Cruz Roja Hondureña que respondieron a los devastadores huracanes Eta e Iota que asolaron la región. Describe cómo condujo un gran camión de rescate a través de aguas tan profundas que el vehículo estuvo a punto de desaparecer. A pesar de las traicioneras condiciones, pudo llegar y ayudar a rescatar a muchas personas varadas, sus pertenencias y mascotas. También colaboró en las enormes tareas de recuperación y reconstrucción, ayudando a rehacer las vidas y los hogares de la gente. Napoleón lleva el orgullo del voluntariado escrito en la cara. Su sonrisa se dibuja de oreja a oreja cuando habla de apoyar a sus compañeros voluntarios y unirlos durante una crisis. "Me gusta ser voluntario porque donas parte de tu vida y compartes sentimientos al ayudar a la humanidad. Te hace sentir bien, sentirte satisfecho, el hecho de poder ayudar", dice Napoleón. Loany Loany también trabaja en San Pedro Sula, pero su función es un poco diferente. No es voluntaria, sino empleada de la Cruz Roja Hondureña para ayudar a los voluntarios. Trabaja con las filiales locales, como la de Copán, para mejorar su gobernanza, gestión financiera y movilización de recursos, de modo que sus voluntarios puedan prestar mejor atención y apoyo a sus comunidades. Aunque no suene tan impresionante como vadear las aguas de una inundación para rescatar supervivientes, el trabajo de Loany no es menos importante. Unas filiales locales fuertes son la base de la red de la IFRC. Sin ellas, no podemos prestar el apoyo rápido, eficaz y local que las comunidades en crisis realmente necesitan. Con un año de experiencia, Loany es relativamente nueva en la familia de la Cruz Roja. Le pregunté qué significa para ella trabajar en la Cruz Roja y si piensa seguir haciéndolo: "Para mí significa amor, porque querer hacer las cosas bien, querer ayudar a otras personas vulnerables o en riesgo, nos hace dar lo mejor de nosotros mismos como personas. Entramos al mundo de la Cruz Roja y luego no queremos salir!", afirma. Al final de la reunión de voluntariado, el grupo se disuelve y se despide afectuosamente. Emprendo el camino de vuelta a la plaza principal de Copán, pensando en una palabra que utilizamos a menudo en el sector humanitario: ‘localización’. Es un término de jerga. Pero, ¿qué significa realmente? Me doy cuenta de que, para mí, significa Mirian, Napoleón y Loany: tres personas que trabajan duro dentro de sus comunidades locales para hacer que la vida sea mejor, más segura y más brillante para quienes les rodean. Y significa Stanley: un hombre que lleva años recorriendo las mismas calles de su ciudad natal con su chaleco de la Cruz Roja. Un hombre conocido, de confianza y respetado por su comunidad local, y que está a su lado, en los buenos y en los malos momentos.

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Migración en África Occidental: Cruz Roja ofrece un oasis de ayuda y esperanza a los migrantes en Kolda, Senegal

"Están expuestos a la violencia, explotación, abusos, riesgos de seguridad, violencia sexual y de género, y todo tipo de peligros a lo largo de sus rutas migratorias; aquí les ofrecemos esperanza, además de protección, asistencia, orientación y asesoramiento". Así resume Mariama Mballo, trabajadora social, el trabajo que se lleva a cabo en el Punto de Servicio Humanitario (PSH) de Kolda, gestionado por la Cruz Roja Senegalesa y la IFRC en el sur de Senegal. "El PSH de Kolda es un centro de escucha, apoyo psicosocial, asesoramiento y asistencia a los migrantes. Ofrece un espacio anónimo, confidencial y gratuito de acogida y asesoramiento", explica esta socióloga de formación de 30 años, que trabaja allí desde febrero de 2022. Senegal, considerado históricamente un país de destino para los migrantes en África Occidental, se ha convertido en un país de tránsito. Debido a su situación geográfica, los migrantes, especialmente los procedentes de África Occidental, pasan por Senegal en su viaje hacia el norte, hacia los países del Magreb o Europa, en busca de una vida mejor. La importancia del apoyo psicosocial Viajar por rutas migratorias peligrosas puede tener un profundo impacto en la salud física y mental de los migrantes. El objetivo del apoyo psicosocial prestado en Kolda es ayudar a las personas en tránsito a recuperar cierta normalidad, el equilibrio mental y, sobre todo, animarlas a ser activas y a comprometerse con su propia recuperación, encontrando mecanismos de defensa y protección que funcionen para ellas. Cuando los migrantes en tránsito tienen necesidades que no pueden cubrirse en el PSH, se les deriva a otros servicios asociados externos. "La clave del proyecto son sus voluntarios, de hecho, son la 'puerta de entrada', los que primero reciben a los migrantes, los escuchan y luego los dirigen al trabajador social para una escucha activa y en profundidad", subraya Mariama. El personal que trabaja en Kolda también puede sentirse a veces desbordado al escuchar las experiencias que les cuentan los migrantes durante las sesiones de asesoramiento. "Sí, hay historias que nos impactan, pero tenemos la capacidad de superarlas para ofrecer a los migrantes la orientación y el apoyo que necesitan", dice Mariama. Satisfacer las más diversas necesidades Las personas que se desplazan pueden acceder a otras ayudas vitales, como alimentos y agua en Kolda. Muchos de los migrantes que llegan, entre ellos mujeres y niños, han pasado días sin comer mientras emprendían sus largos viajes por zonas a menudo inhóspitas. Los voluntarios y el personal de Kolda también ofrecen a las personas consejos útiles y asesoramiento sobre cuestiones como la trata de seres humanos, la recuperación del contacto con sus familias o la tramitación de documentos de viaje importantes. Y, en caso necesario, los migrantes también pueden recibir asistencia jurídica, siempre con la máxima confidencialidad y protección, así como ayuda básica en materia de ropa e higiene para garantizar su salud y bienestar. "Las personas que llegan al PSH se encuentran a menudo en una situación de vulnerabilidad avanzada, por lo que hacemos todo lo posible para atender inmediatamente sus necesidades más acuciantes", apunta Mariama. Los voluntarios no se limitan a apoyar a los inmigrantes. También llevan a cabo una intensa labor con la comunidad local para concienciar y sensibilizar sobre el respeto de los derechos y la dignidad de los migrantes. Esta importante labor se lleva a cabo con la máxima confidencialidad, siempre en consonancia con nuestros principios fundamentales y la política de migración de la IFRC. Asistencia y protección de los migrantes más vulnerables en África Occidental Kolda es sólo un ejemplo de los más de 600 Puntos de Servicio Humanitario gestionados por las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja a lo largo de las principales rutas migratorias del mundo. Son espacios neutrales que ofrecen un entorno acogedor y seguro para que los migrantes puedan acceder a servicios esenciales, independientemente de su situación y sin temor a ser detenidos o denunciados a las autoridades. Desde la puesta en marcha del PSH de Kolda en 2020, que incluye otros pequeños puestos en Tanaff, Salikégné, Diaobé y Pata, los voluntarios han acogido y apoyado a más de 1.500 migrantes. Se creó en el marco del proyecto "Asistencia y protección de los migrantes más vulnerables en África Occidental". Financiado por la Unión Europea, el proyecto cubre diferentes rutas migratorias muy transitadas a través de Burkina Faso, Gambia, Malí, Níger y Senegal. Además de las Sociedades Nacionales de estos países, en el proyecto también participan la IFRC, Cruz Roja Española, Cruz Roja Danesa y Cruz Roja Luxemburguesa. -- Para más información, visite nuestra página web sobre migración y desplazamiento y conozca mejor las políticas, programas y operaciones de la IFRC en materia de migración

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Puntos de Servicio Humanitario

Los Puntos de Servicio Humanitario (HSP) son espacios seguros, acogedores y estratégicamente situados donde los migrantes y las personas desplazadas pueden acceder a un apoyo fiable de las Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.

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Supervivientes varados en el mar: SOS MEDITERRANEE y la IFRC piden que se respete el derecho marítimo

El Ocean Viking -un buque de búsqueda y rescate fletado por SOS MEDITERRANEE y operado en colaboración con la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC)- rescató a 234 mujeres, niños y hombres de seis embarcaciones en peligro en el Mediterráneo central entre el 22 y el 26 de octubre. "A las personas rescatadas en el Mediterráneo central por los barcos se les tiene y se les debe permitir desembarcar en un lugar seguro dentro de un tiempo razonable, como es el caso de las operaciones de búsqueda y rescate realizadas por las autoridades y los buques mercantes. Los bloqueos cada vez más graves a los que se enfrentan los buques de rescate en este tramo del mar desde 2018 son discriminatorios e inaceptables. Mantener a los supervivientes a bordo de los barcos como rehenes del debate político durante más tiempo sería el resultado de un dramático fracaso de los miembros europeos y de los Estados asociados", afirma Xavier Lauth, director de operaciones de SOS MEDITERRANEE. "Las personas rescatadas están absolutamente agotadas, deshidratadas, con problemas psicológicos y algunas requieren atención médica inmediata. Les proporcionamos asistencia sanitaria, alimentos, agua, artículos de higiene, primeros auxilios psicológicos y la oportunidad de llamar y ponerse en contacto con sus familiares. Pero no pueden permitirse el lujo de esperar más, esta incertidumbre está haciendo que la situación sea insoportable, con un estrés que crece día a día. Necesitan urgentemente un puerto seguro", dice Frido Herinckx, director de operaciones de la IFRC. El derecho de las personas a desembarcar rápidamente en un lugar seguro no admite discusión. El actual bloqueo en el desembarco de las operaciones de búsqueda y rescate es una grave y consecuente violación del derecho marítimo. El Convenio Internacional para la Seguridad de la Vida Humana en el Mar (SOLAS, por sus siglas en inglés) enmarca las obligaciones de búsqueda y salvamento de los Estados y los capitanes de los buques con gran detalle, desde la obligación de responder y coordinar la búsqueda de los barcos que se declaren en peligro, hasta la obligación de asignar un "Lugar seguro tan pronto como sea razonablemente posible". Se tienen en cuenta todas las circunstancias, incluida la obligación de que los Estados más capaces de ayudar cooperen para identificar un lugar seguro para el desembarco; la obligación de prestar asistencia "independientemente de la nacionalidad o la condición de dichas personas" (Capítulo V - Reg 33.1- enmienda 2004), así como el hecho de que la "evaluación de la condición de las personas rescatadas" no debe "retrasar indebidamente el desembarco de los supervivientes". RESOLUCIÓN DE LA OMI MSC.167(78) (adoptada el 20 de mayo de 2004) De acuerdo con los convenios marítimos, el Ocean Viking informó a las autoridades marítimas competentes en todas las etapas de las operaciones de búsqueda y rescate y solicitó la designación de un lugar seguro. Debemos priorizar y cooperar en las operaciones de búsqueda y rescate de personas en movimiento, independientemente de su situación, incluso mediante mecanismos de desembarco claros, seguros y predecibles para las personas rescatadas. SOS MEDITERRANEE y la IFRC instan a los miembros de la UE y a los Estados asociados a respetar el derecho marítimo, a cooperar en la designación de un lugar seguro para los supervivientes del Ocean Viking y a poner fin al sufrimiento de cientos de hombres, mujeres y niños.

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Ocho días de espera a bordo del Ocean Viking en medio de abrumadoras necesidades médicas: SOS MEDITERRANEE y la IFRC reclaman el derecho a desembarcar de los 460 supervivientes

Marsella/Ginebra/Budapest, 2 de septiembre de 2022 - 460 mujeres, niños, bebés y hombres están atrapados en un limbo a la espera de desembarcar. Algunas de estas personas tienen necesidades médicas abrumadoras y han quedado atrapadas a bordo ocho días después de ser rescatadas en el mortífero Mediterráneo Central. SOS MEDITERRANEE y la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) reclaman el derecho de estos supervivientes a desembarcar en un lugar seguro sin más demora. En tan solo 60 horas, el Ocean Viking -un barco de búsqueda y rescate fletado por SOS MEDITERRANEE en colaboración con la IFRC- se enfrentó a más casos de socorro que nunca. La tripulación encontró y rescató a personas de diez embarcaciones no aptas para la navegación y abarrotadas en la ruta migratoria marítima más mortífera del mundo desde 2014, el Mediterráneo Central. El barco de búsqueda y rescate sigue varado en el mar a la espera del desembarco de los supervivientes. El equipo se enfrenta a un número abrumador de casos médicos, como agotamiento, deshidratación e infecciones cutáneas y heridas sin tratar. Otros supervivientes se enfrentan a enfermedades crónicas y dos mujeres embarazadas de 9 meses fueron evacuadas. "Nunca habíamos experimentado tal nivel de casos médicos graves a bordo del Ocean Viking. Los supervivientes se encontraron en medio de alta mar en situaciones inimaginables. En un intento desesperado por ponerse a salvo, estuvieron a punto de morir en el mar, bien por ahogamiento, bien por deshidratación. Según el derecho marítimo, su rescate sólo se completará cuando hayan llegado a un lugar seguro. El actual bloqueo para su desembarco debe terminar sin más demora", afirma Xavier Lauth, Director de Operaciones de SOS MEDITERRANEE. Cada día que pasa, las necesidades de los que están a bordo aumentan. Francesco Rocca, Presidente de la IFRC, dijo: "El gran número de personas rescatadas en tan poco tiempo y con la gravedad de las condiciones de las personas a bordo sólo nos muestra que la situación es cada vez más desesperada para quienes buscan seguridad y protección. No podemos seguir enfrentándonos a este mismo reto una y otra vez. Necesitamos soluciones a más largo plazo, que incluyan un compromiso de vías seguras y regulares de protección y seguridad, al tiempo que garanticen el acceso a la protección de quienes llegan espontáneamente". SOS MEDITERRANEE and IFRC call on European members and associated States to show solidarity, observe maritime law and guarantee fundamental human rights. The wait and suffering of the 460 survivors onboard Ocean Viking must end immediately. SOS MEDITERRANEE y la IFRC hacen un llamamiento a los miembros europeos y a los Estados asociados para que muestren su solidaridad, respeten el derecho marítimo y garanticen los derechos humanos fundamentales. La espera y el sufrimiento de los 460 supervivientes a bordo del Ocean Viking deben terminar inmediatamente. Nota para los editores: El Ocean Viking rescató a 466 mujeres, niños y hombres en diez operaciones de rescate entre el 25 y el 27 de agosto. Entre los supervivientes hay más de 20 mujeres adultas, varias de ellas embarazadas, y más de 80 menores, el 75% de ellos no acompañados. El 29 de agosto, dos mujeres embarazadas de 9 meses tuvieron que ser evacuadas de urgencia por razones médicas. Fueron trasladadas a una patrullera de la Guardia Costera italiana con cuatro de sus familiares (dos hermanas y sus dos hijos, entre ellos una niña de 3 semanas). A pesar de haber contactado con las autoridades marítimas pertinentes en todas las fases de las operaciones de búsqueda y rescate, el Ocean Viking se quedó solo, sin coordinación ni intercambio de información con las autoridades marítimas pertinentes. Cuatro de las embarcaciones en peligro, que no estaban en condiciones de navegar y estaban abarrotadas, fueron detectadas con prismáticos desde el puente del Ocean Viking. Las alertas de socorro de las otras seis embarcaciones fueron transmitidas por ONG civiles como la red civil Alarm Phone, las aeronaves de las ONG Pilotes Volontaires y Sea-Watch, y los veleros de las ONG Open Arms y Resqship. El Ocean Viking informó a las autoridades marítimas competentes en todo momento de los rescates y envió solicitudes de designación de un lugar seguro lo antes posible después de cada operación, de acuerdo con la legislación marítima. Recientemente, la Organización Internacional para las Migraciones informó de un nuevo naufragio. Los guardacostas libios recuperaron dos cuerpos de personas fallecidas y los seis supervivientes de esta tragedia denunciaron la desaparición de 19 personas el 27 de agosto, el mismo día en que los equipos de Ocean Viking rescataron a 198 supervivientes de cinco embarcaciones en peligro. Desde 2014, se sabe que casi 19.811 personas han perecido en el Mediterráneo central. Eso es el 80% de las muertes registradas en todo el mar Mediterráneo. SOS MEDITERRANEE rescató a 36.789 personas desde el inicio de sus operaciones en 2016, con Aquarius y Ocean Viking. Un total de 7.266 personas fueron rescatadas por el Ocean Viking desde que comenzó a operar en agosto de 2019. Desde septiembre de 2021, los equipos de la IFRC participaron en diez patrullas en el Ocean Viking y ayudaron a rescatar a más de 2.700 personas. Mientras que el equipo de SOS MEDITERRANEE se centra en la búsqueda y el rescate en el mar, el equipo de la IFRC se centra en la prestación de servicios humanitarios posteriores al rescate, que incluyen atención médica, primeros auxilios, apoyo psicosocial, socorro y protección. Para más información, por favor, contacten con: IFRC en Ginebra: Jenelle Eli, +1 202 603 6803, [email protected] IFRC en Budapest: Nora Peter, +36 70 265 4020, [email protected] SOS MEDITERRANEE Internacional & Operaciones: Laurence Bondard / +33 6 23 24 59 93 / [email protected]

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IFRC: 210.000 migrantes en Centroamérica y México necesitan con urgencia asistencia y protección esencial para su sobrevivencia

Ciudad de Panamá, 1 de agosto de 2022.La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja (IFRC) intensificará aún más su respuesta para proporcionar con urgencia asistencia humanitaria y protección a 210.000 personas que se desplazan por tierra hacia el norte a través de Centroamérica y México. A lo largo de las rutas migratorias, muchas sufren accidentes y lesiones, se enfrentan a extorsión y a violencia sexual, o desaparecen y son separadas de sus familias. Otras son asesinadas o mueren a causa de enfermedades o condiciones ambientales. Según datos oficiales, desde enero de 2022, hay un aumento preocupante del número de personas migrantes y refugiadas en Centroamérica y México, en comparación con años anteriores. La migración irregular ha aumentado un 85% en Panamá, 689% en Honduras y 108% en México. Si esta tendencia al alza se mantiene en los próximos meses, se estima que alrededor de 500.000* personas requerirán asistencia humanitaria. Roger Alonso, Jefe de la Unidad de Desastres, Crisis y Clima de la IFRC en América, dijo: "Los equipos locales de la Cruz Roja, desde Panamá hasta México, confirman este dramático aumento del número de migrantes que se desplazan hacia Norteamérica. Estamos especialmente preocupados por las mujeres, la niñez, las personas mayores, con discapacidad y LGBTIQ. Estos grupos corren un riesgo extremo y necesitan asistencia médica y de salud mental, acceso a alimentos y agua, información, conectividad y recursos para cubrir gastos vitales como el pago de lugares seguros para dormir". La mayoría de los migrantes y refugiados en tránsito por la región proceden de Cuba, Venezuela y Haití. A la vez, los nacionales de Honduras, Guatemala, Nicaragua y México siguen dejando sus países camino al norte. Sus principales motivos para migrar incluyen mejorar sus ingresos, escapar de la violencia, reunirse con sus familiares y recuperarse del impacto de los desastres recurrentes y fenómenos meteorológicos extremos. En Panamá, sólo en junio de 2022, 15.000 migrantes cruzaron el peligroso tapón del Darién: 500 personas al día. De cada 100, 16 son menores. En Costa Rica, 441 personas al día entraron desde Panamá en mayo de 2022, un aumento del 158% en comparación con abril de 2022. Casi 24.000 cubanos llegaron a Nicaragua de enero a mayo de 2022, mientras que en El Salvador, Guatemala, Honduras y México hay un aumento significativo de las salidas, pero también del número de retornados. Ante ese difícil contexto, la IFRC ha lanzado un llamamiento de emergencia de 28 millones de CHF** para apoyar a 210.000 personas en movimiento durante los próximos 12 meses. Las Sociedades de la Cruz Roja de Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador, Guatemala y México proporcionarán a las personas migrantes, refugiadas y retornadas atención médica y salud mental, acceso a servicios de agua y saneamiento, y dinero en efectivo para que puedan cubrir gastos esenciales, como el alojamiento o la alimentación. Martha Keays, Directora Regional de la IFRC para las Américas, dijo: Es inaceptable que la migración siga costando a las personas su dignidad y su vida. Por eso estamos ampliando nuestra respuesta actual y reforzando nuestro apoyo vital de emergencia a lo largo de las rutas migratorias. Pedimos a los gobiernos, a nuestros socios y a los donantes que se sumen a esta acción humanitaria. Proteger a las personas que migran en una situación desesperada y defender sus derechos, sin tener en cuenta su estatus, es un imperativo humanitario y un deber colectivo. Los devastadores efectos socioeconómicos de la pandemia de COVID-19, la crisis climática, las continuas crisis políticas y las catástrofes seguirán aumentando exponencialmente los movimientos de población. El reto que tenemos por delante es titánico". La respuesta de la Cruz Roja priorizará la atención a lo largo de la ruta, donde la mayoría de la personas migrantes y desplazadas se enfrentan a barreras burocráticas, climas hostiles, estigma, discriminación, violencia, inseguridad e incluso a la muerte. El apoyo se brindará a través de la red de 20 Puntos de Servicio Humanitario*** de la Cruz Roja en Centroamérica y México. Se trata de espacios neutrales y seguros -ya sean fijos o móviles- en los que se presta asistencia sanitaria y de salud mental información y otros servicios. En Panamá, por ejemplo, los Puntos de Servicio Humanitario ubicados en Darién proporcionan a las personas que migran primeros auxilios, atención de salud materno infantil y salud mental, artículos de higiene, agua potable, acceso a teléfonos móviles e información sobre los riesgos y servicios que pueden encontrar a lo largo de su viaje. Las personas que requieren apoyo sanitario especializado son derivadas a los servicios públicos de salud. Ante el aumento de los flujos migratorios en la región, este modelo seguirá salvando vidas y reduciendo el sufrimiento. La IFRC y su red también trabajarán con las comunidades de origen, de tránsito y de acogida para abordar los problemas relacionados con el medio ambiente, el clima y los medios de subsistencia que pueden desencadenar los movimientos de población. Para más información o concertar entrevistas, por favor, contacten con: Panama: Susana Arroyo Barrantes, [email protected] Panama:Maria Langman,[email protected],+507 6550 1090 Geneva:Jenelle Eli,[email protected],+1 202 603 6803 *Las 500.000 personas posiblemente afectadas se han estimado teniendo en cuenta las entradas y denuncias de cruces irregulares de julio a diciembre de 2021, considerando un escenario de aumento del 45% (la mayoría de los países están por encima del 100% de aumento) y al menos un agregado de 173.176 de enero a junio de 2022. **USD 29.2 millones. ***Seis en Guatemala, ocho en México, cinco en Honduras y uno en Panamá.

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La IFRC amplía la asistencia en efectivo a las personas afectadas por el conflicto en Ucrania

Tres meses después del comienzo del conflicto en Ucrania, la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) ha distribuido asistencia financiera por un total de más de 4,3 millones de francos suizos a miles de personas desplazadas. La Jefa de Operaciones de Emergencia de la IFRC para la respuesta en Ucrania, Anne Katherine Moore, dijo: "Cuanto más dure el conflicto, mayores serán las necesidades. El coste de los productos de primera necesidad, como la fruta y las verduras frescas, está aumentando. También se están registrando aumentos en el coste del combustible y del alquiler de apartamentos. Millones de personas han perdido sus empleos y sus ahorros están disminuyendo. A través de una nueva aplicación móvil, hemos podido aumentar nuestro apoyo para ayudar a las personas que se enfrentan a estos retos financieros." La nueva tecnología permite a la IFRC y a las Sociedades Nacionales que responden llegar a las personas a gran escala y prestar asistencia en efectivo por vía digital. Introducida con éxito en Rumanía, la aplicación móvil permite a los refugiados registrarse por sí mismos para recibir asistencia en línea, lo que evita la necesidad y el coste de tener que desplazarse a un lugar central. La aplicación se ampliará pronto a Polonia y Eslovaquia, donde ya se presta asistencia en efectivo mediante métodos más tradicionales, como el registro en persona, así como a Ucrania y otros países vecinos. "Es la forma más rápida de entregar dinero en efectivo a esta escala. Tiene el potencial de cambiar las reglas del juego para nuestro trabajo, no sólo en esta respuesta, sino también en futuras operaciones", continuó Moore. La ayuda en efectivo es una forma digna y eficiente de apoyar a las personas afectadas por el conflicto, permitiéndoles comprar artículos específicos para sus necesidades individuales, al tiempo que se apoya a las economías locales. Es una parte de nuestra respuesta integrada y de amplio alcance de la Cruz Roja y la Media Luna Roja al conflicto, que también incluye la prestación de asistencia sanitaria, primeros auxilios, apoyo psicosocial y la distribución de artículos de primera necesidad. Hablando de los próximos pasos, Moore dijo: "No existe una solución a corto plazo para las necesidades de los más de 14 millones de personas que se han visto obligadas a huir de sus hogares. Sabemos que aunque el conflicto terminara mañana, la reconstrucción y la recuperación llevarán años. Las personas han perdido sus hogares, sus medios de subsistencia y el acceso a la atención sanitaria oportuna. La IFRC, en apoyo de las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja de la región, estará allí ayudando a la gente ahora, y en los meses y años venideros". -- Vea: nuestra respuesta 3 meses después Durante los últimos tres meses: Juntos, hemos llegado a más de 2,1 millones de personas con ayuda para salvar vidas dentro de Ucrania y en los países vecinos. Se trata de 1 de cada 10 personas que han tenido que huir de sus hogares a causa del conflicto. A lo largo de las rutas de viaje dentro y fuera de Ucrania, hemos establecido 142 Puntos de Servicio Humanitario en 15 países para proporcionar a los que huyen un entorno seguro. Allí reciben servicios esenciales como alimentos, artículos de higiene, mantas, agua para lavar, primeros auxilios, apoyo psicosocial, información y asistencia financiera. En total, distribuimos 2,3 millones de kilos de ayuda. 71.000 voluntarios y voluntariasde la Cruz Roja y la Media Luna Roja están respondiendo a la crisis.

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Presidente de la IFRC: El origen étnico y la nacionalidad no deben ser factores decisivos para salvar vidas

Nueva York/Ginebra, 16 de mayo de 2022 - El presidente de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC), Francesco Rocca, pide a los Estados que asuman su responsabilidad de salvar vidas, independientemente del lugar de procedencia de las personas, antes de la primera revisión del Pacto Mundial para la Migración (PMM). El Sr. Rocca afirma: "Cuando estuve en Marrakech para la adopción del PMM, declaré que el enfoque mundial de la migración está dolorosamente roto, pero que el PMM puede arreglarlo. Al comenzar la primera revisión de los progresos realizados desde entonces, me entristece decir que no ha sido así hasta ahora. No se han producido suficientes cambios en las políticas y prácticas para garantizar una migración segura y digna, y se han perdido muchas más vidas debido a esa falta de actuación." En la ruta migratoria marítima más mortífera del mundo, el Mediterráneo central, el número de muertes ha aumentado de hecho desde que se firmó el PMM. El barco Ocean Viking, operado por SOS Mediterranée con la IFRC prestando servicios humanitarios a bordo, salva a las personas en peligro en esta ruta. "Tenemos que llevar a cabo esta labor, ya que en la zona no hay búsqueda y rescate coordinados por el Estado", dice el Sr. Rocca. "Nuestros equipos ya han salvado a 1.260 personas en los nueve meses que llevamos operando". El Ocean Viking es uno de los 330 Puntos de Servicio Humanitario (PSH) en 45 países que apoyan las ambiciones del PMM, proporcionando asistencia y protección a las personas que se desplazan independientemente de su estatus y sin temor a represalias. La Cruz Roja Rumana pone en marcha PSH en Bucarest para apoyar a las personas que huyen de Ucrania, proporcionando información, alimentos, agua, artículos de higiene y asistencia financiera, mientras que la Cruz Roja Húngara ha estado operando un PSH en la estación de tren de Keleti las 24 horas del día para recibir a las personas que llegan de Ucrania en tren con información, alimentos, artículos de higiene y productos para el cuidado del bebé. Durante la pandemia de COVID-19, la Cruz Roja Colombiana ha puesto en marcha PSH en la frontera con Venezuela, ofreciendo servicios esenciales como la asistencia sanitaria, mientras que los voluntarios de la Media Luna Roja Libia han prestado apoyo a los migrantes y a los desplazados, operando PSH que proporcionaban acceso a información, alimentos y otras necesidades, así como servicios de restablecimiento del vínculo familiar. En el Foro Internacional de Revisión de la Migración, la IFRC pide esfuerzos individuales y colectivos para la búsqueda y el rescate; garantizar el acceso a los servicios esenciales para los migrantes, independientemente de su situación; aumentar el apoyo a las personas afectadas por el desplazamiento relacionado con el clima; y la inclusión de los migrantes en todos los aspectos de la sociedad y la toma de decisiones. "La respuesta política, pública y humanitaria a la crisis de Ucrania ha demostrado lo que es posible cuando la humanidad y la dignidad son lo primero, cuando existe la solidaridad mundial y la voluntad de ayudar y proteger a los más vulnerables", afirma Rocca. "Esto debe extenderse a todos los necesitados, vengan de donde vengan. El origen étnico y la nacionalidad no deben ser factores decisivos para salvar vidas". Para más información o concertar entrevistas: En Nueva York: Tommaso Della Longa, +41 79 708 4367, [email protected] En Ginebra: Anna Tuson, +41 79 895 6924, [email protected]

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De camino a Europa no temía a la muerte, sólo a morir sin intentarlo

Este artículo ha sido publicado originalmente en Politico, aquí. Buscaba seguridad. Ese era mi destino. No pensaba en ciudades o pueblos europeos. Sólo quería estar a salvo. Por eso dejé mi país. Por eso tampoco me detuve en las cercanías: tenía que seguir avanzando. Primero a través de Sudán y Libia, luego en un barco de madera a través del Mar Mediterráneo, donde finalmente me recogió un barco de rescate. Han pasado más de 10 años desde entonces y ahora vivo en Italia. Pero a través de mi trabajo, me encuentro reviviendo esa experiencia una y otra vez. La parte más importante de mi trabajo es decir a las personas que rescatamos: "Estáis a salvo". Es como si también se lo dijera a sus madres, a sus hermanos y hermanas y a todos sus pueblos. Celebro este momento con ellos; celebro sus vidas con ellos. Porque demasiados otros nunca llegan a escuchar esas palabras. En los últimos meses, hemos visto una enorme solidaridad con los que huyen de la guerra en Ucrania; es increíblemente inspirador. Sin embargo, ser testigos de la voluntad generalizada de ayudar a las víctimas de esta crisis, mientras tantos que huyen del sufrimiento y la persecución en otros lugares terminan en el fondo del mar, plantea la pregunta: ¿realmente las vidas humanas tienen un valor tan diferente? Nunca fue mi primera opción emprender un viaje tan peligroso para buscar seguridad tan lejos de casa. Pero la falta de canales legales disponibles para acceder a la protección internacional hizo que fuera mi única opción: era una necesidad. Y mientras los Estados discuten sobre las políticas y prácticas migratorias, para nosotros, los voluntarios, se trata simplemente de salvar vidas y aliviar el sufrimiento. Cuando salí de Eritrea hace 20 años, huyendo del servicio militar obligatorio y de los programas de trabajos forzados, no sabía dónde estaba Europa, cómo era o cómo llegar a ella. Tampoco se me ocurrió que me estaba despidiendo de mi familia, y de mi país, por última vez. Al igual que mis hermanos y hermanas de Ucrania hoy, mi única preocupación era evitar las balas. Y soy uno de los relativamente pocos de mi parte del mundo que tuvo la suerte de llegar a un lugar seguro al final. Cuando viajaba por el desierto de Libia, recuerdo haber visto a un grupo de personas -mujeres, hombres y niños- que yacían arrugados unos encima de otros, desnudos. Le pregunté al conductor por qué estaban desnudos, y me dijo que su coche se había averiado y habían quemado todo para intentar llamar la atención, incluida su propia ropa. ¿De qué sirve la ropa cuando uno se enfrenta a la muerte? Eran sólo unos desconocidos, que vinieron al mundo desnudos y se fueron desnudos. Personas tan fuera del radar que tuvieron que quemar todo con la esperanza de ser vistos. Sin embargo, ni siquiera eso fue suficiente. En Libia también conoces a los mercaderes de la muerte, los que organizan los viajes para salir en barco, que son tu única esperanza de escapar de ese infierno. Cuando experimentas lo horrible que es la vida allí -las cárceles, la tortura, las bandas y los mercados de esclavos- no tienes miedo a la muerte, sólo a morir sin intentarlo. Cuando por fin llegué a la costa y me dirigí hacia el barco que me esperaba, apenas podía caminar tanto por el miedo como por la esperanza. Vi a las madres arrojar a sus hijos al barco y seguirlos. No me pregunté por qué una madre arrojaría a su hijo dentro de este pequeño bote. Estaba segura de que lo que había visto debía ser más terrible que el mar y su oscuridad. Salimos de noche. Al final, llega el momento en que no puedes ver a nadie, ni siquiera a ti mismo, pero los rezos, los llantos y los gemidos permanecen. En ese momento, los sonidos de los niños son la única fuente de certeza de que sigues vivo. Estuvimos así en el mar durante tres días hasta que el barco de rescate nos encontró. Uno podría preguntarse por qué alguien decide pasar por todo esto. Pero basta con ver lo que ocurre en los países de los que la gente viene: el sufrimiento causado por los conflictos, el hambre, la pobreza, el cambio climático y muchos otros factores que a menudo están presentes también en sus países vecinos. Y los que se van no lo hacen sólo por sí mismos: son una inversión para sus familias y comunidades. Uno de mis amigos envía el dinero que gana a su país para construir una escuela en su pueblo. Otro ha financiado el acceso al agua potable. El dinero que los emigrantes de todo el mundo envían a casa es tres veces mayor que el que proviene de la ayuda. La crisis ucraniana y la respuesta a la misma nos han mostrado ahora lo que es posible cuando ponemos a la humanidad en primer lugar, cuando existe la solidaridad mundial y la voluntad de ayudar y proteger a los más vulnerables. Esto debe extenderse a todos los necesitados, vengan de donde vengan. Nadie debería tener que experimentar lo que yo he vivido, en mi propio país, en mi viaje migratorio o cuando llegué a Europa. Todo el mundo merece escuchar las palabras: "Estás a salvo".

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Los supervivientes a bordo del barco de rescate Ocean Viking necesitan urgentemente desembarcar en un lugar seguro

Marsella/Ginebra/Budapest, 18 de febrero de 2022 – Desde el lunes 14 de febrero, el Ocean Viking ha estado esperando con 247 personas rescatadas a bordo para que se les asigne un lugar seguro. A pesar de las 5 solicitudes a las autoridades marítimas pertinentes, el barco aún no ha recibido instrucciones sobre dónde desembarcar a los rescatados en el mar, y el mal tiempo ha afectado la salud de los sobrevivientes a bordo. Las 247 personas fueron rescatadas del peligro en el mar en cinco operaciones de salvamento en menos de 36 horas el fin de semana pasado y a principios de esta semana por el Ocean Viking, un barco de rescate fletado por la organización europea de búsqueda y rescate SOS MEDITERRANEE y operado en asociación con la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC). Michele Angioni, coordinadora de búsqueda y rescate de SOS MEDITERRANEE en el Ocean Viking, dice: "Hemos realizado cinco rescates en menos de 36 horas hace varios días en las regiones de búsqueda y rescate de Malta y Libia y no recibimos coordinación de las autoridades marítimas, a pesar de numerosos correos electrónicos y llamadas. Después de este fin de semana intenso, pasamos por una tormenta con olas de hasta 4 metros y vientos de hasta 30 nudos”. Entre las 247 personas rescatadas hay 53 menores no acompañados y un bebé de 5 meses. Algunos de los sobrevivientes muestran signos de tortura, como Amath*, de 19 años, de Senegal, quien se fue a Libia con su hermano cuando solo tenía 9 años. Amath le dijo a la tripulación que se fue de Senegal hace diez años para buscar trabajo en Libia. Allí fue encarcelado diez veces, a menudo golpeado por guardias o policías, con cicatrices por toda la espalda. También dijo que recibió un disparo en la pierna cuando intentaba escapar. “Después de los rescates y una vez recuperados a bordo del Ocean Viking, tratamos casos de inhalación de combustible, quemaduras de combustible e infecciones de la piel”, dice Johanna Jonsdottir, enfermera de la IFRC. “Desde entonces, los sobrevivientes han sufrido mareos y la consiguiente deshidratación, dolores de cabeza y de estómago. Vemos que la condición psicológica de las personas está empeorando debido al enfrentamiento. Algunos sobrevivientes tienen heridas antiguas, como quemaduras, tobillos torcidos, disparos y sufren dolor de espalda después de haber sido golpeados”, agrega Eila Rooseli, doctora de la IFRC. Muchas de las personas rescatadas han explicado a los equipos a bordo que, para ellos, la única forma de escapar de Libia era intentar cruzar el peligroso Mediterráneo central en un bote no apto para navegar, a pesar de que conocían los riesgos. Sin embargo, de acuerdo con la ley marítima, un rescate solo se completa formalmente una vez que los sobrevivientes son desembarcados en un lugar donde sus vidas ya no corren peligro y sus necesidades básicas están satisfechas. Con demasiada frecuencia, los sobrevivientes tienen que pasar largos períodos de tiempo en los barcos de rescate antes de que se les permita desembarcar. “La falta de coordinación SAR y de un mecanismo de desembarco predecible ha estado poniendo en riesgo la vida y la salud de los sobrevivientes durante varios años. Esto ya no puede ser la norma. Un barco no es un lugar sostenible para que permanezcan los sobrevivientes. Necesitamos un Lugar de Seguridad para que hombres, mujeres y niños puedan desembarcar sin más demora”, agrega Michele Angioni, coordinadora de Búsqueda y Rescate. -- *El nombre ha sido cambiado para proteger la privacidad de esta persona. Para más información, contacten con: IFRC: En Ginebra: Anna Tuson, [email protected], +41 79 895 6924 En Budapest: Hannu-Pekka Laiho, [email protected], +358 40 5257126 En Budapest: Nora Peter, [email protected], +36 70 953 7709 SOS MEDITERRANEE: Internacional y Alemania: Julia Schaefermeyer / +33 6 12 52 15 69 / [email protected] Francia: Morgane Lescot / + 33 6 11 74 10 11 / [email protected] Italia: Francesco Creazzo / +39 347 815 1131 / [email protected] Suiza: Eva Ostendarp / +41 79 239 99 13 / [email protected] (German) and Elliot Guy / +41 782 38 74 04 / [email protected]

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Ocean Viking rescata a 247 personas en 48 horas en el mar Mediterráneo, incluido un bebé de 5 meses

Budapest/Ginebra, 14 de febrero de 2022 – El barco de búsqueda y rescate (SAR) Ocean Viking tuvo un fin de semana extremadamente intenso, con la tripulación salvando a 247 personas en cinco rescates en menos de 48 horas. El barco es operado por la organización europea de búsqueda y rescate marítimo SOS MEDITERRANEE en asociación con la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja (IFRC). Los supervivientes ahora están siendo atendidos a bordo y han recibido alimentos, ropa seca y mantas. El equipo médico brindó primeros auxilios y apoyo psicosocial, tratando casos de hipotermia leve, inhalación de combustible y quemaduras de combustible. Algunas personas también muestran signos de tortura. Entre los 247 supervivientes hay 52 menores no acompañados y un bebé de 5 meses. Las personas rescatadas representan 16 nacionalidades diferentes, y la mayoría proviene de Egipto, Bangladés, Siria, Etiopía, Túnez y Costa de Marfil. La primera operación de rescate comenzó el sábado 12 de febrero, tres días después de que Ocean Viking zarpara del puerto de Trapani, Sicilia. Se envió una alerta sobre un bote de madera abarrotado en peligro en la región de búsqueda y rescate de Malta. El equipo de rescate de SOS MEDITERRANEE encontró a 93 personas en la citada embarcación, sin chalecos salvavidas, y las llevó a un lugar seguro en Ocean Viking. El segundo rescate tuvo lugar durante la noche del 12 de febrero, nuevamente un bote de madera en peligro, en la región de búsqueda y rescate de Libia. 88 personas fueron rescatadas. Las personas se encontraban muy hacinadas en la embarcación, muy inestable, no tenían chalecos salvavidas y habían sufrido por inhalación de combustible. El tercer rescate ocurrió el domingo 13 de febrero por la mañana, un pequeño bote de madera con 22 personas estaba en peligro en la región de búsqueda y rescate de Malta. El barco corría un alto riesgo de entrada de agua. El cuarto rescate comenzó poco después del tercero. Ocean Viking recibió una llamada VHF de la aeronave de la ONG Pilotes Volontaires sobre una embarcación que requería ayuda urgente. El rescate de 25 personas se completó en una hora. El quinto rescate tuvo lugar un día después, el 14 de febrero, en aguas internacionales dentro de la región SAR de Libia. 19 personas fueron rescatadas de manera segura de un bote de fibra de vidrio en peligro entre olas de 1 metro. Desde que la IFRC se asoció con SOS MEDITERRANEE en agosto de 2021, el Ocean Viking ha rescatado a 804 personas en peligro en el mar Mediterráneo. Esta misión de salvar vidas es una parte integral de la presencia de la Cruz Roja y la Media Luna Roja para proteger y ayudar a las personas en los países de origen, tránsito y destino en África, Medio Oriente y Europa. Como organización humanitaria neutral, independiente e imparcial, la red global de la Federación Internacional brinda asistencia humanitaria crítica a todas las personas que la necesitan, independientemente de su estatus legal. Para más información, por favor, contacten con: En Budapest: Hannu-Pekka Laiho, [email protected], +358 40 5257126 En Budapest: Nora Peter, [email protected], +36 70 265 4020 Fotos disponibles en este link.

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