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Bolivia: El reto de acceder a agua potable entre sequías e inundaciones

En el último año, la población boliviana ha tenido que hacer frente a inundaciones devastadoras, al año más caluroso y la mayor sequía de toda su historia. Más de dos millones de personas sufrieron los efectos de la falta de lluvia, mientras que las tormentas dejaron más de 50 muertes y 430 mil personas afectadas. Estos datos parecen confirmar lo que hace tiempo anunciaba la ciencia: Bolivia es el país más vulnerable a la crisis climática en América del Sur.Sequías prolongadasLa frecuencia e intensidad de los episodios de sequía es cada vez mayor tanto en el altiplano como en las llanuras del país. En 2023, llegó el período seco más prolongado de su historia, consecuencia de las altas temperaturas y la crisis climática, intensificada por el fenómeno de El Niño.En siete de los nueve departamentos de Bolivia (La Paz, Potosí, Cochabamba, Oruro, Chuquisaca, Tarija y Santa Cruz), cerca de dos millones de personas vieron como la falta de lluvia secaba sus campos, agotaba sus ahorros y lastimaba su salud física y mental.Los efectos fueron particularmente graves en las zonas rurales, donde los ingresos y los empleos dependen de la agricultura y la ganadería de camélidos, ovejas y vacas. Los reservorios de agua se secaron por completo, las cosechas de papa y otros alimentos básicos se perdieron; y las llamas y las alpacas empezaron a enfermar e incluso a morir de sed.“Cada vez que muere una llama, aparte de la pérdida emocional, estamos perdiendo como $100 USD, el equivalente a lo que necesitamos para vivir un mes en nuestro sector”, narra Evaristo Mamani Torrencio, vecino de Turco, en el departamento de Oruro.“Por familia más o menos perdemos entre 15-20 llamas. Es bastante dinero y eso es una pérdida no solamente para la comunidad, es una pérdida para el pueblo, porque de ahí viene el dinero para comprar nuestras cosas en Oruro. Si no hacemos ese movimiento económico y si no tenemos recursos, entonces simplemente no vamos a mover el mercado.”La escasez de agua puede provocar restricciones de uso, aumento en su precio y disminución en la calidad. Esto reduce la frecuencia de hidratación, debilita las medidas de higiene y aumenta la propagación de enfermedades estomacales e infecciosas.En casos como el de Evaristo y otras comunidades apoyadas por la Cruz Roja Boliviana, el largo tiempo que toma la recuperación tras la sequía, también puede llevar a las familias a tomar decisiones con efectos irreversibles sobre su vida, como vender su tierra, endeudarse o migrar.Inundaciones devastadorasMientras tanto, en otras partes de Bolivia, las repentinas inundaciones también están afectando gravemente al acceso de la población al suministro de agua potable. Elpasado 27 de febrero el nivel del río Acre en la ciudad de Cobija, frontera con Brasil, superó su máximo histórico y provocó la inundación de 16 sectores urbanos y 3 comunidades rurales. “Los deslizamientos asociados a las precipitaciones en el 90% del país, contrastan con una progresiva disminución anual de las lluvias registrada porServicio Nacional de Meteorología e Hidrologíaen los últimos años”, comenta Julian Pérez, Coordinador de Programas y Operaciones de la IFRC en los países andinos.“Algo que preocupa a la IFRC es que ambos eventos, sequías e inundaciones, tienen severosimpactos a largo plazo en la comunidad, afectando la producción de alimentos, la seguridad alimentaria y generando déficit hídrico y desnutrición”.Además de los daños en los campos e infraestructura, la población enfrenta ya casos de dermatitis, infecciones respiratorias y diarreas, mientras se prepara para evitar enfermedades transmitidas por mosquitos.“Sólo en el primer trimestre del 2024, Bolivia ha registrado un total de 11.000 casos de dengue”.Cruz Roja Boliviana en acciónEn ambos casos extremos, el acceso a agua potable y a servicios esenciales es vital para mantener la salud y evitar la propagación de enfermedades.Con apoyo de la Cruz Roja Boliviana y del Fondo de Emergencia para la Respuesta a Desastres (IFRC-DREF), 6.500 personas afectadas por las sequías e inundaciones podrán protegerse de enfermedades, hacer un uso seguro del aguay decidir cómo recuperarse,al recibir dinero en efectivo para atender sus necesidades más urgentes.“Bolivia necesita urgentemente implementar medidas de adaptación al cambio climático, como la reforestación y la construcción de infraestructuras adecuadas,así como mejorar el sistema de alerta temprana y apoyar los esfuerzos del Estado para fortalecer la gestión de desastres”, concluye Pérez.

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Bolivia: cruzando el país para salvar vidas

por Melissa MonzónSanta Cruz, 10 de agosto, 10:00am. Magdalena se prepara para la ardua jornada. La sala situacional se activa. Hoy, voluntarios y personal de la Cruz Roja Boliviana de la filial de Santa Cruz estarán iniciando con la misión: acompañar al traslado de 3 camiones que llevarán oxígeno a diferentes hospitales en los departamentos de Cochabamba, Oruro y La Paz.En Bolivia los casos de COVID-19 se han ido incrementando en las últimas semanas, y en muchos hospitales hay escasez de oxígeno. Por ello, esta misión es tan importante. Pero no será una misión fácil, desde hace días hay bloqueos en diferentes puntos del país, por lo que el lograr que la caravana llegue a su destino requiere de grandes esfuerzos de coordinación.“Ha sido muy importante el rol que cada voluntario ha desempeñado en el traslado, dialogando con las comunidades. Demostrando la imparcialidad y neutralidad de la institución, y dándole esa confianza a la población de que Cruz Roja iba enmarcada en una misión humanitaria.”, comenta Magdalena Choque, responsable del equipo para el convoy humanitario de la Cruz Roja Boliviana – filial Santa Cruz.“Desde el área de planificación se empezaron a elaborar el plan de acción, el plan de seguridad, el análisis de riesgo, de acuerdo con el operativo. Se activó un equipo de monitoreo y logística, y se conformó un equipo idóneo y capacitado para este operativo. De igual manera, desde el área de monitoreo se coordinó con la filial Cochabamba para dar continuidad al convoy humanitario.”, agrega.Cochabamba, 12 de agosto, 04:00 am. Karla Vogt está despierta desde temprano, monitoreando que el traslado se dé dentro de los parámetros de seguridad. Ella, como punto focal de Acceso más seguro, vela porque la misión se lleve a cabo correctamente, cuidando la seguridad de quienes participan en ella.Ya son las 17:00hrs. y la filial Santa Cruz a está por llegar al punto de encuentro para hacer el relevo con la filial de Cochabamba; aquí, otros voluntarios y personal tomarán la posta para continuar el camino hasta lograr llevar el oxígeno hasta dónde se necesite.“Uno de los retos más grandes que tuvimos fue el mantener una coordinación y monitoreo constante; coordinación con distintas organizaciones y entes gubernamentales, para no tener riesgos posteriores. Demostrando nuestra misión humanitaria, y sobre todo el respeto a nuestros principios fundamentales, lo que permitió poder entablar diálogos y conversaciones en puntos de bloqueo”, comenta Karla. “Las filiales y los voluntarios en terreno han podido adaptarse a los distintos cambios, a una situación complicada y tensa, y han podido aplicar todos los principios ya inculcados. La Cruz Roja Boliviana ha podido potenciar esas virtudes en los voluntarios y es algo muy resaltable.”En total fueron más de 28 personas entre voluntarios y personal quienes acompañaron a la caravana, a lo largo de seis días desde que salió de la ciudad de Santa Cruz hasta llegar a La Paz. La caravana trasladó 66 toneladas de oxígeno, los cuales abastecieron a hospitales en diferentes puntos del país. La coordinación entre cinco filiales de la Cruz Roja Boliviana - Santa Cruz, Cochabamba, Chuquisaca, Oruro y La Paz – permitió que esto se lograra. No fue un trabajo fácil, pero todos estaban convencidos de la importancia de la operación. “Los voluntarios y personal fuimos los guardianes de aquel elemento clave para salvar vidas en esta época. Creo que todos teníamos en mente esto y pusimos todos los esfuerzos, y todo el corazón y todos los conocimientos y capacidades que teníamos para lograr el objetivo.”, concluye Karla.

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Una pausa en la frontera antes de seguir su camino

Por Melissa MonzónA 3695 metros sobre el nivel del mar se encuentra el campamento de Tata Santiago, ubicado en el distrito de Pisiga, Bolivia, en la frontera con Chile. Este campamento fue acondicionado para recibir a las personas que estaban retornando a Bolivia, quienes debían cumplir con el aislamiento obligatorio como medida preventiva, antes de seguir su camino hacia sus respectivos destinos dentro del país.El campamento contaba con una capacidad de más de 400 personas, y se diseñó para que quienes se encuentren ahí puedan tener acceso a diversos servicios. Son aproximadamente tres mil personas las que pasaron por el campamento, en diferentes turnos desde su apertura hace ya casi tres meses hasta su cierre, el miércoles 01 de julio.Todas las personas que pasaron por el Tata Santiago se encontraban en camino a sus hogares en distintas localidades del país; algunas viajaban solas, algunas con sus familias. Muchos tenían trabajos temporales en el país vecino de Chile, pero en el contexto del COVID-19 los perdieron, y al no contar con una fuente de ingreso, decidieron retornar a Bolivia.Poder estar en comunicación con sus familias se convirtió en algo muy importante en las dos semanas que debían quedarse en el campamento. Por ello, la Cruz Roja Boliviana otorgó el servicio de restablecimiento de contactos familiares, el cual permitió que las personas puedan estar en contacto con quienes aman durante su estadía.La coordinación interinstitucional se convierte en un factor clave en casos como este, y eso lo sabe muy bien la Cruz Roja Boliviana. Por ello, coordinaron con el Viceministerio de Defensa Civil, acciones para la administración del campamento, y con la Organización Internacional de Migraciones (OIM) la gestión y cobertura de necesidades básicas humanitarias. Por otro lado, en coordinación con Defensa Civil se pudo incrementar la capacidad del campamento para que los albergados tengan un nivel de vida digno y seguro. Además, se coordinó con el sistema de salud para atender los casos necesarios.Asimismo, se coordinaba con cada nuevo grupo de personas que llegaba al campamento, para el apoyo en las labores de limpieza y de entrega de comida, así como las reglas de convivencia, como el tiempo de uso de cada sala del campamento, y principalmente, se les realizaba constantes controles médicos durante su estadía. Para los más pequeños se estableció una sala didáctica, donde pintaban, jugaban o veían alguna película. De esta manera, todos y todas colaboraron para que haya una buena convivencia.La Cruz Roja Boliviana también ha venido apoyando la administración de otros dos campamentos en la frontera con Brasil y Argentina. Asimismo, en la respuesta frente al COVID-19, viene realizando atenciones en salud y apoyo psicosocial, labores de desinfección, entrega de kits de alimentos y de higiene, e información para la prevención y el cuidado en español y en lenguas originarias.

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La importancia de una buena comunicación en tiempos del COVID-19

[et_pb_section bb_built="1"][et_pb_row][et_pb_column type="4_4"][et_pb_text _builder_version="3.7"]La información salva vidas; y en el contexto de la pandemia por COVID-19, donde se ha producido un exceso de información y rumores falsos, la Cruz Roja Boliviana ha venido desarrollando diferentes acciones para combatir la desinformación, y llegar con mensajes claros a toda la población.En tiempos de aislamiento, las redes sociales se convierten en un gran medio para seguir cerca de las personas, y poder llevarles información relevante y confiable. La Cruz Roja Boliviana ha desarrollado una estrategia digital que incluye mensajes presentados de forma didáctica, y videos donde voluntarios brindan consejos sobre diferentes temas cómo nuevas formas de saludar, cómo usar y deshacerse de las mascarillas, cómo lavarse las manos, entre otros.Esta estrategia también incluye una serie de sesiones transmitidas por Facebook Live, las cuales han tenido una gran acogida, ya que no solo son un espacio para brindar información, sino también para escuchar a la población, y poder atender y responder sus interrogantes. La primera transmisión fue Mitos y verdades sobre el COVID-19, que ha llegado a más de 8,500 usuarios, y que recibió una serie de consultas por parte del público como ¿cómo desinfectar los alimentos?, ¿qué cuidados se debe tener con una persona con discapacidad y un adulto mayor?, ¿se pueden reutilizar las mascarillas? y más, preguntas que fueron absueltas en la transmisión. Desde esa primera transmisión se han tocado temas como el manejo del estrés en cuarentena, técnicas de relajación en tiempo de aislamiento, violencia intrafamiliar, y qué viene después del COVID-19.“Consideramos que el uso de las redes sociales nos ayuda no solo a poder dar información, sino también a conocer qué está pensando la gente, cuáles son sus principales preocupaciones, cuáles son sus principales dudas alrededor del tema, y esto nos ayuda a poder ajustar los mensajes, para que puedan responder a sus necesidades. Además, también ha sido una manera de involucrar a los voluntarios y voluntarias que están cumpliendo con las medidas de aislamiento, y que puedan ayudar desde sus hogares. De esta manera, aunque a distancia, la Cruz Roja se mantiene cerca.”, comenta Mariela Miranda, Responsable Nacional de Comunicación de la Cruz Roja Boliviana.Pero se sabe que no todos tienen acceso a internet, por ello, también se ha venido realizando la difusión de mensajes a través de spot radiales en español, quechua, aymara y guaraní, en diferentes partes del territorio boliviano. También se ha venido realizando el perifoneo en diferentes mercados, difundiendo medidas de prevención como el lavado de manos y el distanciamiento social.“Quiero agradecer a la Cruz Roja Boliviana por todo su desempeño, por todo su amor y el esfuerzo que hacen, informando y educándonos con toda la información que brindan ya sea para proteger, prevenir o seguir un protocolo en cuanto a la salud del día a día.”, nos dice Alé Marin, una de las usuarias más activas en redes.La Cruz Roja Boliviana está comprometida y continuará llevando información a todas las personas que lo requieran, para de esta manera aclarar dudas y preguntas de quienes lo necesiten.[audio mp3="http://media.ifrc.org/ifrc/wp-content/uploads/2020/05/CRUZ-ROJA-BOLIVIANA-CARTELLANO.mp3"][/audio][/et_pb_text][et_pb_image _builder_version="3.7" src="http://media.ifrc.org/ifrc/wp-content/uploads/2020/05/20200515-Bolivia-COVID-FbLive.jpg" /][/et_pb_column][/et_pb_row][/et_pb_section]

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