Jamaica: Estudiantes con discapacidad auditiva aprovechan el poder de la agricultura climáticamente inteligente con el apoyo de la Cruz Roja

With support from the Jamaica Red Cross, a school for deaf students now uses solar-powered pumps for its greenhouse and farm to help cope with persistent droughts.

Con el apoyo de la Cruz Roja de Jamaica, una escuela para alumnos con discapacidades auditivas cuenta ahora con nuevos tanques de almacenamiento de agua y una bomba que funciona con energía solar, para ayudar a la granja de la escuela a hacer frente a las persistentes sequías.

Foto: Centro Cristiano Caribeño para Personas Sordas

Plantar, regar, deshierbar, cosechar y alimentar a los animales forman parte de la vida del Centro Cristiano Caribeño para Personas Sordas (CCCD) de Manchester (Jamaica) desde hace mucho tiempo. Un día cualquiera, el personal y estudiantes del campus Knockpatrick de la escuela pueden estar cosechando frijoles, calabazas y vegetales como parte del programa educativo nutricional y de subsistencia.

Pero cuando las consecuencias económicas de la pandemia de Covid-19 hicieron que disminuyeran los ingresos de las empresas y las donaciones a la escuela, la administración se centró aún más en utilizar sus tierras para ayudar a producir parte de sus demandas internas de alimentos.  Mientras tanto, había otros retos: la sequía persistente significaba que simplemente no había suficiente agua para regar adecuadamente el invernadero del campus y los cultivos de campo abierto.

Fue entonces cuando la escuela recurrió a la agricultura "climáticamente inteligente". Con el apoyo de la Cruz Roja de Jamaica (CRJ), el campus de Knockpatrick utiliza ahora bombas alimentadas con energía solar para ayudar a cosechar y almacenar agua para su invernadero y granja. El CCCD ya había instalado un sistema de captación de agua en los años sesenta, pero el sistema estaba en mal estado.

Tyreke Lewis, uno de los 130 estudiantes que viven en el campus de Knockpatrick, de 130 hectáreas, afirma que las modificaciones han cambiado las cosas para mejor. "La escuela también podrá producir más bienes para vender a la comunidad y a otras partes interesadas", afirma. "Los ingresos adicionales nos ayudarán a pagar nuestras facturas y otros gastos. Nos permitirá desarrollar nuestras capacidades para ser más autosuficientes en el futuro".

Personal y voluntariado de la Cruz Roja de todo el Caribe escuchan a representantes de Konnexx Services Ltd. explicar cómo funciona la bomba de agua solar (al fondo), durante una visita de campo al Centro Cristiano Caribeño para Personas Sordas (CCCD).

Personal y voluntariado de la Cruz Roja de todo el Caribe escuchan a representantes de Konnexx Services Ltd. explicar cómo funciona la bomba de agua solar (al fondo), durante una visita de campo al Centro Cristiano Caribeño para Personas Sordas (CCCD).

Foto: IFRC

Una isla que se está secando

El Campus Knockpatrick no es el único que se enfrenta a los impactos del cambio climático. Según los Servicios Meteorológicos de Jamaica, todas las zonas recibieron precipitaciones por debajo de lo normal en diciembre de 2022.

En combinación con el COVID-19, los cambios en el clima han tenido importantes consecuencias humanitarias, y las personas más pobres y vulnerables son las que más sufren sus efectos a través de la pérdida de vidas, los contratiempos económicos y la pérdida de medios de subsistencia.

Como parte de sus planes para ayudar a las personas afectadas por la crisis climática y los efectos socioeconómicos del COVID-19, la CRJ se puso en contacto con el CCCD a través de la Autoridad de Desarrollo Agrícola Rural (RADA).

 "En nuestras conversaciones con el CCCD, nos dimos cuenta de que la sequía y la escasez de agua existentes, unidas a la menor generación de ingresos debido al COVID-19, agravaban la crisis alimentaria, empujándoles a producir más para sí mismos", explica Leiska Powell, Project Manager de la CRJ. "Pero, para ello, necesitaban ayuda para gestionar el agua con el fin de mejorar y aumentar la producción. Queríamos encontrar la forma de ayudarles a conseguirlo".

Kenardo Parkes, estudiante del Centro Cristiano Caribeño para Personas Sordas (CCCD), da de comer a uno de los cerdos criados en el campus Knockpatrick del CCCD.

Kenardo Parkes, estudiante del Centro Cristiano Caribeño para Personas Sordas (CCCD), da de comer a uno de los cerdos criados en el campus Knockpatrick del CCCD.

Foto: Centro Cristiano Caribeño para Personas Sordas

Agricultura climáticamente inteligente

Para conseguirlo, la CRJ contrató a una empresa local que ofrece soluciones energéticas alternativas para instalar la bomba de agua solar; y proporcionó cuatro depósitos de agua de 1.000 galones para facilitar el almacenamiento de agua adicional.

La iniciativa consistió en construir una rampa para albergar los cuatro depósitos de agua e instalar una bomba de agua solar para trasladar el agua del actual depósito de captación a los nuevos bidones de almacenamiento, para abastecer de agua al invernadero.

John Meeks, responsable de empresas sociales del CCCD, señaló que esta alianza con la Cruz Roja marca el primer paso en su apuesta estratégica por desarrollar un programa agrícola resistente al clima y climáticamente inteligente.

"Sin riego, no podemos plantar ni criar animales", afirma. "Esta iniciativa, por tanto, supone un paso clave en la dirección correcta y nos permitirá ampliar nuestra producción de cultivos de 2-3 hectáreas a hasta 10 hectáreas, porque ahora contamos con el sistema de riego".

En la siguiente fase de la iniciativa, la CRJ colaborará con RADA para ofrecer formación sobre agricultura climáticamente inteligente a estudiantes y al personal del CCCD, con el fin de reforzar su capacidad en agricultura sostenible y gestión del agua. También hay planes para ampliar la iniciativa de agricultura climáticamente inteligente a otros campus del CCCD, una vez que se consiga financiación adicional.

"La alianza ahora también forma parte central de las actividades emprendidas a través de la iniciativa de recuperación de medios de subsistencia climáticamente inteligentes COVID-19, llevada a cabo por la CRJ y apoyada por la IFRC", añadió Keisha Sandy, Oficial Técnica de Sostenibilidad Climática y Ambiental de la IFRC para el Caribe.

"La red de la Cruz Roja está comprometida a ayudar a las personas en las comunidades a hacer la transición de la recuperación inmediata de los impactos socioeconómicos del COVID-19, a soluciones de medios de subsistencia climáticamente inteligentes a largo plazo; orientadas a aumentar la resiliencia sostenida de las comunidades a las que servimos", dice Keisha.

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