Una labor permanente a favor de las personas migrantes

Por Olivia Acosta

Ya han pasado más de cinco meses desde que las fronteras se cerraron en Guatemala y un número considerable de personas en situación de movilidad humana han quedado inmovilizadas al interior del país. La situación representa un reto para Guatemala ya que muchos de las personas migrantes deben recurrir a la búsqueda de empleos o generación de actividades económicas en el país para poder sobrevivir. En la mayoría de los casos, las personas migrantes se ven forzadas a convivir en poblaciones locales cercanas a los puntos fronterizos, lo cual también implica un desafío en torno a la convivencia armónica entre pobladores de las localidades y los migrantes.

La mayoría de las personas tienen dificultades económicas y se arriesgan a salir de sus países en busca de una mejor vida. El tránsito por Centro América siempre es muy complejo, pero actualmente con la situación creada por la pandemia de COVID_19 todo se ha vuelto aun más difícil y dependen del apoyo de organizaciones como la Cruz Roja para solventar parte de sus necesidades. Es el caso de Hosni Contreras, un nicaragüense que quedó atrapado en Petén, Guatemala, tras el cierre de las fronteras, y hace dos meses fue atropellado por un vehículo. “La Cruz Roja Guatemalteca me ayudó en mi proceso de recuperación. Ahora ya me siento mucho mejor, ya puedo caminar sin muletas”, comenta Hosni.

Como parte de la respuesta para atender a personas como Hosni, existe uno de los principales proyectos ejecutados por la Cruz Roja Guatemalteca desde el año 2014 en los departamentos de Petén, Chiquimula y San Marcos. El proyecto se lleva a cabo en coordinación con ACNUR y busca generar acciones de fortalecimiento de capacidades a nivel institucional relativas a la asistencia y protección en el ámbito migratorio; acciones de derivación a instituciones pertinentes para casos de protección; desarrollo de comunicaciones (Restablecimiento del Contacto entre Familiares, RCF); y activación de procesos de sensibilización y protección en comunidades de tránsito. Hasta el momento se han atendido más de 47,000 personas.

Treinta voluntarios trabajan en el proyecto. La Cruz Roja Guatemalteca ha venido realizando permanentes actividades de capacitación al voluntariado para responder en el contexto de la COVID-19. “Queremos que nuestros voluntarios estén seguros, sin peligro de contagiarse, y que sepan como trabajar para atender de la mejor manera a las personas migrantes, Señala Héctor.

La Cruz Roja Guatemalteca está realizando un importante trabajo para informar a esta población sobre el virus e impulsar medidas de prevención. “Este trabajo lo realizamos en las comunidades, generamos el material lo más didáctico posible para que las personas lo vean como algo atractivo y se familiaricen con los mensajes. También, se ha hecho un importante trabajo desde comunicación con redes sociales y otros medios que nos permiten llegar con mensajes de manera eficiente”, Comenta Héctor.

El trabajo que la Sociedad Nacional ha venido emprendiendo se ha enfocado fundamentalmente a generar procesos sostenibles, lo cual ha implicado la participación activa de las comunidades. “Es un trabajo muy intenso que hemos venido desarrollando con los años. Se han generado mecanismos con los cuales los habitantes de las poblaciones han cambiado de comportamiento. Hemos visto que la percepción de las personas locales ha venido transformándose, e incluso que están ayudando a las personas migrantes de manera voluntaria”.

En este mismo sentido, la Cruz Roja Guatemalteca trabaja para desarrollar procesos sostenidos que permitan identificar las necesidades de las personas migrantes. “Esto lo hacemos de tres formas: una es a través de la asistencia directa, desde que las personas migrantes ingresan a Guatemala entablamos comunicación con ellos. La otra es la interlocución con los actores claves de las comunidades. Al estar más tiempo en las comunidades tenemos más tiempo para el diálogo, para generar confianza y las personas nos cuentan sus cosas. Y finalmente, estamos trabajando con personal de gobierno para generar un registro más sistemático a partir de la retroalimentación que obtenemos de ellos”.

Con la llegada de la Pandemia, la Cruz Roja Guatemalteca ha venido adecuando sus procesos de trabajo de acuerdo con la evolución de los diferentes escenarios. El proyecto se ha desarrollado durante tres años y seguirá ejecutándose hacia el 2021. “No sabemos exactamente como vamos a estar trabajando de aquí en un par de meses ya que cada vez nos encontramos con una realidad cambiante, pero seguiremos con todo nuestro contingente para dar apoyo a las personas migrantes”, dice Héctor.

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