Guatemala

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Mujeres rurales de Guatemala en el corazón de la salud comunitaria

En el oeste de Guatemala, las mujeres rurales son mensajeras que salvan vidas, proporcionando información sanitaria fiable a sus comunidades locales. Escrito por David Quijano, IFRC América.Gladis Gómez viste de morado su Huipil, traje típico del occidente montañoso de Guatemala cuyo tono demuestra su luto, pues hace unos días perdió a un familiar lejano.A pesar de ello, una sonrisa ilumina su rostro, una sonrisa que muchas personas de su comunidad reconocen.Gladis es la Presidenta de un comité local de salud en la comunidad de Xecaracoj. El comité reúne a una docena de mujeres rurales que han recibido formación en temas clave de salud, por parte de la Cruz Roja Guatemalteca. Para que puedan ayudar a promover prácticas saludables en su comunidad.Juntas, las mujeres van de puerta en puerta por su pueblo, compartiendo conocimientos sobre cómo la gente puede prevenir enfermedades comunes y muertes, especialmente entre los niños.Esta labor es vital. Guatemala tiene una de las tasas de desnutrición infantil más altas del mundo, y más de la mitad de la población vive por debajo del umbral de la pobreza. La pandemia de COVID-19 también se cobró un alto precio en el país: 20.000 personas murieron a causa de la enfermedad en 3 años."Hemos difundido los nuevos conocimientos que nos ha dado la Cruz Roja Guatemalteca para informar a hombres, niños y niñas sobre cosas tan sencillas como lavarse las manos, limpiar nuestras casas y nuestras calles; hasta la importancia de la lactancia materna y la nutrición"."Ahora sabemos que los hábitos saludables marcan la diferencia entre tener una comunidad fuerte y sana o seguir llevando a nuestros bebés al hospital", dice Gladis.Juan Poyón, Técnico de Control de Epidemias y Pandemias de la Cruz Roja Guatemalteca, dice que ha aprendido mucho de los comités de salud, como el que dirige Gladis, y ha utilizado los conocimientos locales de las mujeres para orientar y mejorar su apoyo.‘’Identificamos temas clave, por ejemplo, que sus prioridades eran la prevención de la COVID-19 o la desnutrición. Hoy, con los comités ya entrenados, identificamos que las mujeres querían llegar a más personas, de hecho, priorizaron la radio, un kiosco de información o mensajes vía WhatsApp como los mejores canales para compartir sus conocimientos de forma masiva’’, explica Juan.Para compartir aún más estos valiosos conocimientos comunitarios, la Cruz Roja Guatemalteca puso en contacto a los comités de salud dirigidos por mujeres con el Ministerio de Salud, lo que ha abierto los ojos a las autoridades nacionales. Ahora trabajan juntos para mejorar la salud comunitaria en todo el país.Ana Gómez, epidemióloga del Ministerio de Salud de Guatemala, explicó:"Hemos trabajado con la Cruz Roja Guatemalteca para identificar necesidades desde el respeto de la diversidad de las poblaciones. Conocimos y acogimos los puntos de vista de las mujeres para fortalecer la salud comunitaria y en el camino confirmamos que su papel es clave"."Son ellas quienes buscan principalmente los servicios de salud, también tienen un rol fundamental en la educación de quienes van a estar al frente del país. Posicionar a las mujeres significa asegurar el cambio de comportamiento de la familia y de las comunidades, y por ende contribuye a mejorar la salud de Guatemala", comenta Ana.Pasando tiempo con Gladis, está claro que se siente muy orgullosa de su trabajo, y que ella y sus compañeras del comité de salud están contentas de que se escuchen sus voces.Mientras se sienta y teje un nuevo corte -una falda tradicional maya- señala las rayas amarillas que representan la esperanza."Mañana me pondré un huipil amarillo para representar el color de la vida, los rayos del sol y el maíz", dice Gladis."Las mujeres de esta comunidad somos especiales, muy especiales, porque hoy tenemos el conocimiento para proteger la vida".La promoción de los comités locales de salud en Guatemala forma parte del Pilar de Preparación ante Epidemias y Pandemias de nuestra Alianza Programática con la Unión Europea.Hasta la fecha, 1250 familias de la zona rural de Quetzaltenango han recibido asesoramiento sanitario, brindado por los comités locales de salud.La Alianza Programática ayuda a las comunidades a reducir sus riesgos y a estar mejor preparadas para desastres y emergencias de salud. Es implementada por 24 Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja alrededor del mundo, incluyendo Panamá, Guatemala, Honduras, El Salvador y Ecuador en América,La IFRC continuará fortaleciendo las capacidades de las comunidades en Guatemala para prevenir pandemias y epidemias; y alentando a más mujeres a asumir posiciones de liderazgo para que puedan tener un impacto profundo y positivo en el futuro de sus comunidades.

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| Emergencia

Crisis migratoria en México y Centroamérica

Desde principios de 2022, se ha producido un aumento masivo del número de refugiados, migrantes y retornados en tránsito por tierra hacia el norte a través de Centroamérica. Las personas se desplazan en su mayoría por vías irregulares, y en el camino se enfrentan a barreras burocráticas, sufren accidentes y lesiones, se enfrentan a la extorsión y la violencia sexual o desaparecen y se separan de sus familias. Trágicamente, otros son asesinados o mueren por enfermedades o por las duras condiciones ambientales. Este llamamiento de emergencia apoya a las Sociedades de la Cruz Roja de Panamá, Costa Rica, Honduras, El Salvador, Guatemala y México para ampliar la asistencia humanitaria y la protección de 210.000 personas a lo largo de las rutas migratorias.

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| Nota de prensa

Lanzamiento de una ambiciosa alianza entre la IFRC y la UE: un nuevo modelo para el sector humanitario

Bruselas/Ginebra, 30 de marzo de 2022 - Una ambiciosa alianza entre la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) y la Dirección General de Protección Civil y Operaciones de Ayuda Humanitaria de la Unión Europea (DG ECHO) fue lanzada hoy y pretende ser un nuevo modelo para el sector humanitario. En respuesta al creciente número de crisis que surgen en todo el mundo, la alianza programática piloto "Acelerar la acción local en las crisis humanitarias y sanitarias", tiene como objetivo apoyar la acción local para hacer frente a las crisis humanitarias y sanitarias en al menos 25 países, con una asignación de fondos de la UE para varios años. Esta alianza refuerza las prioridades estratégicas mutuas y se articula en torno a cinco pilares de intervención: 1) preparación para la respuesta a desastres y gestión de riesgo de desastre, 2) preparación y respuesta ante epidemias y pandemias, 3) asistencia humanitaria y protección a las personas que se desplazan, 4) asistencia con cupones y dinero en efectivo, 5) comunicación de riesgos, participación comunitaria y rendición de cuentas. El Comisario Europeo de Gestión de Crisis, Janez Lenarčič, dijo: "Acojo con gran esperanza la alianza programática piloto con la IFRC, un socio de confianza de la Unión Europea, que comparte nuestra visión de llevar a cabo operaciones de ayuda humanitaria eficientes y eficaces en todo el mundo. La financiación asignada a esta asociación reafirma el compromiso de la Unión Europea de ayudar a satisfacer las crecientes necesidades de las personas vulnerables en unos 25 países, en estrecha colaboración con las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y la Media Luna Roja. También, confirma nuestro compromiso con las alianzas estratégicas con organizaciones de ayuda humanitaria". El Secretario General de la IFRC, Jagan Chapagain, dijo: "Las alianzas estratégicas a largo plazo son esenciales para responder a la escalada de las crisis humanitarias en todo el mundo. Debemos responder rápidamente, debemos responder a escala y debemos modernizar nuestro enfoque para lograr un impacto. Sabemos que el apoyo humanitario más eficaz y sostenible es el que se lidera a nivel local, pone a las comunidades en el centro de la acción y se financia mediante una alianza flexible, a largo plazo y predecible. Esta alianza programática piloto permite exactamente eso". La alianza entre la IFRC y DG ECHO comenzará con una fase inicial en Yemen y varios países de América Latina y África Occidental y Central. El objetivo principal es proporcionar asistencia esencial a las personas actualmente afectadas por las crisis humanitarias, las consecuencias de la pandemia del COVID-19, las catástrofes relacionadas con el clima y los conflictos, y evitar el sufrimiento y la pérdida de vidas. También, invertirá en garantizar que las comunidades estén mejor preparadas para hacer frente a los desastres mediante la aplicación de componentes de preparación para desastres y reducción de riesgos. Su trabajo estrecho con las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y la Media Luna Roja y su cobertura mundial, combinada con acción local, sus principios fundamentales y su larga historia de trabajo humanitario impulsado por la comunidad, hacen que la IFRC sea el socio elegido para esta alianza programática piloto con la UE. Tras su fase inicial, esta alianza pretende ampliar su alcance e incluir otros países del mundo con el apoyo de más Sociedades Nacionales de países de la UE. Datos clave Los 10 países en los que se implementará la fase inicial son: Burkina Faso, Chad, Camerún, Malí, Níger, Yemen, El Salvador, Guatemala, Honduras y Panamá. Las siete Sociedades Nacionales de la UE que trabajarán para apoyar la implementación de la fase inicial son: Cruz Roja Belga (FR), Cruz Roja Danesa, Cruz Roja Francesa, Cruz Roja Alemana, Cruz Roja Italiana, Cruz Roja Luxemburguesa y Cruz Roja Española. Para más información: En Bruselas: Federica Cuccia, [email protected] En Ginebra: Anna Tuson, [email protected], +41 79 895 6924

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Alianza Programática / IFRC

La Alianza Programática es una colaboración innovadora y ambiciosa de tres años entre la Federación Internacional, muchas de nuestras Sociedades Nacionales miembros y la Unión Europea. Juntos, ayudamos a las comunidades de todo el mundo a reducir sus riesgos y estar mejor preparados para los desastres y las emergencias sanitarias.

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Las comunidades afectadas por los huracanes Eta e Iota están amenazadas por la seguridad alimentaria, el desplazamiento y el cambio climático

Ginebra, Ciudad de Panamá, 11 de noviembre de 2021 - Un año después de que los huracanes Eta e Iota azotaran Centroamérica, afectando a más de 7,5 millones de personas, la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja (IFRC) exige acciones e inversiones urgentes para proteger a las personas vulnerables que enfrentan el impacto combinado del COVID-19, la pobreza y los desastres relacionados con el clima en Guatemala, Honduras y Nicaragua. Solo en Honduras, más de 3 millones de personas padecen inseguridad alimentaria y 2,8 millones de personas necesitan asistencia humanitaria, más del doble de la estimación anterior emitida a principios de 2020. Otras comunidades enfrentan la destrucción de sus medios de vida, como la pesca y la agricultura, obligando a las familias más vulnerables a elegir entre vender sus bienes para garantizar su seguridad alimentaria o reducir el número de comidas diarias. Roger Alonso, Jefe de la Unidad de Desastres, Clima y Crisis de la IFRC, dijo: “En los últimos 12 meses, los equipos de la Cruz Roja en Guatemala, Honduras y Nicaragua han trabajado incansablemente para atender las necesidades de más de 620.000 personas afectadas por Eta e Iota. Hemos brindado albergue, atención médica, apoyo psicosocial, acceso a alimentos, agua potable, saneamiento y ser-vicios de transferencia de efectivo. Sin embargo, el desastre no ha terminado. Se necesitan acciones urgentes ahora para proteger los medios de vida de las personas, prevenir enfermedades y acelerar la recuperación del impacto social y económico de los huracanes, que han afectado gravemente a mujeres, migrantes y personas desplazadas”. En 2020, al menos 1,5 millones de personas fueron desplazadas en Centroamérica como consecuencia de desastres relacionados con el clima, incluidos los huracanes Eta e Iota: 937.000 en Honduras, 339.000 en Guatemala y 232.000 en Nicaragua. Eta e Iota acabaron con el ganado y destruyeron más de 700.000 hectáreas de cultivos que eran fuente fundamental de sustento y seguridad alimentaria para muchas familias que ya enfrentaban exclusión social y dificultades económicas debido a la pandemia del COVID-19 y niveles de pobreza preexistentes. Estos impactos adversos han contribuido a que las personas decidan abandonar sus hogares o unirse a las "caravanas de migrantes" que se dirigen hacia América del Norte. Martha Keays, directora regional de la IFRC para las Américas, dijo: “Necesitamos actuar a nivel global y local antes de que las comunidades se vean desplazadas e invertir en adaptación climática y acción temprana para combatir el efecto de desastres como Eta e Iota. Guatemala, Honduras y Nicaragua están clasificados como países de alto riesgo de enfrentar desastres relacionados con el clima y, al mismo tiempo, están en el grupo de países que carecen de inversión para financiar los esfuerzos de preparación y adaptación. Las organizaciones humanitarias, gobiernos, sociedad civil, donantes y especialistas en clima deben colaborar para revertir ese patrón y promover medidas de financiamiento climático que salven vidas y empoderen a las comunidades, particularmente a aquellas con los mayores riesgos y menores capacidades”. En respuesta a los huracanes Eta e Iota en Guatemala, Honduras y Nicaragua, la IFRC ha lanzado un llamamiento de emergencia de 20 millones de francos suizos para salvar vidas, entregar ayuda humanitaria y poner en marcha planes de preparación y medidas de adaptación al cambio climático que fomenten la resiliencia y minimicen el impacto de futuros desastres. En noviembre de 2020, la IFRC también activó su Fondo de Emergencia de Socorro en Caso de Desastres (DREF) para entregar ayuda humanitaria rápida y efectiva a más de 26,000 personas afectadas por Eta o Iota en Belice, Colombia, Costa Rica y Panamá. Para más información: Susana Arroyo Barrantes, [email protected] + 506 8416 1771 María Victoria Langman, [email protected] +507 65501090

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IFRC está preocupada por el impacto del huracán Eta en la transmisión del coronavirus

La Cruz Roja, que trabaja en todos los países de la región, viene apoyando a miles de personas afectadas por las fuertes lluvias e inundaciones provocadas por el huracán Eta.Eta atravesó partes de Centroamérica después de tocar tierra en Nicaragua el 3 de noviembre como un huracán de categoría 4. Aunque se degradó a tormenta tropical a medida que avanzaba hacia Honduras y Guatemala, las constantes lluvias y los fuertes vientos han causado inundaciones y devastación en toda la región, incluyendo docenas de deslizamientos de tierra mortales. Belice, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México y Nicaragua se han visto afectados significativamente.Miles de personas han sido evacuadas de sus hogares debido a las inundaciones y los deslizamientos de tierra que vienen causando graves daños en toda la región. Se cree que la tormenta ha cobrado la vida de más de 200 personas, aunque la cifra real podría ser mucho mayor, ya que muchas personas siguen desaparecidas.[caption id="attachment_70236" align="aligncenter" width="1024"] Se han enviado voluntarios de búsqueda y rescate de la Cruz Roja Hondureña a las zonas afectadas por deslizamientos de tierra. (Crédito: Cruz Roja Hondureña)[/caption]A medida que las familias luchan por aceptar lo sucedido, aumentan las preocupaciones sobre el impacto que este desastre tendrá en las transmisiones del coronavirus.Es casi seguro que las medidas de prevención de COVID-19, como lavarse las manos con regularidad y el distanciamiento social, se dificulten más en los refugios de evacuación, en hogares familiares sobrepoblados u otros lugares seguros a los que las personas se han mudado.“Hay miles de personas sin hogar, en refugios temporales o albergues y bajo condiciones de vulnerabilidad.  En estos momentos prevenir la propagación de la COVID-19 es fundamental a pesar de los enormes desafíos de la emergencia.  No es improbable que veamos un aumento significativo de casos en las próximas semanas, debido a la dificultad de aplicar las medidas de salud pública en un contexto tan complejo,” advierte la Dra. María Tallarico, Coordinadora de Salud de IFRC en las Américas.[caption id="attachment_70212" align="aligncenter" width="947"] Los esfuerzos de evacuación continuaron durante el fin de semana mientras las fuertes lluvias continuaron causando estragos. (Crédito: Cruz Roja Hondureña)[/caption]Miles de voluntarios de la Cruz Roja en toda la región están ayudando a las familias afectadas por las inundaciones, apoyando las evacuaciones, y la búsqueda y rescate, proporcionando primeros auxilios y apoyo psicosocial, así como transportando a las personas de manera segura al hospital. Estos mismos voluntarios han estado apoyando a las comunidades para que se mantengan seguras durante la pandemia.“Las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja enfrentan la difícil tarea de responder a las lluvias incesantes, las inundaciones, así como al COVID-19. Se están proporcionando a los voluntarios los equipos de protección personal necesarios y se continuará apoyando a las comunidades con los insumos y las medidas de prevención y protección. Es importante ahora que estas medidas no solo se mantengan, sino que se incrementen para limitar la transmisión del virus del COVID-19,” continúa la Dra. Tallarico.[caption id="attachment_70232" align="aligncenter" width="1024"]  Los voluntarios de la Cruz Roja Guatemalteca están apoyando a los niños afectados por la tormenta con apoyo psicosocial en refugios de evacuación en todo el país. En toda la región, los voluntarios ya están distribuyendo kits de higiene para ayudar a las personas a mantenerse seguras. (Crédito: Cruz Roja Guatemalteca)[/caption]Las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja, con el apoyo de IFRC en la región, ya están distribuyendo kits de higiene a las personas desplazadas, que incluyen mascarillas y desinfectante de manos. Los voluntarios también están hablando con las familias sobre cómo mantenerse seguros durante este tiempo.IFRC recomienda que todas las respuestas deben considerar la necesidad de intensificar las medidas de prevención contra el virus, así como otras enfermedades transmisibles, como el Zika, que comúnmente aumentan durante y después de las inundaciones.“Instamos a las personas a que se aseguren de continuar siguiendo los consejos de salud, usando las mascarillas y lavándose o desinfectando sus manos con la mayor regularidad posible, hacer uso de agua segura para evitar la diarrea y otras infecciones debidas a agua contaminada, proteger a las niñas y niños, y vigilar el surgimiento de enfermedades respiratorias o de la piel. El personal de la Cruz Roja está en el terreno ayudando y apoyando en estas tareas,” comentó la Dra. Tallarico.[caption id="attachment_70228" align="aligncenter" width="1024"] Voluntarios de la Cruz Roja Nicaragüense despejan un camino obstruido por escombros y árboles arrastrados por las corrientes de la inundación. (Crédito: Cruz Roja Nicaragüense)[/caption]La Cruz Roja también insta a las personas a que sigan considerando medidas de protección personal, como usar mascarillas y lavarse las manos con la mayor frecuencia posible. Se están realizando evaluaciones para evaluar los daños causados ​​por la tormenta. Las preocupaciones inmediatas son garantizar que las personas tengan acceso a agua potable, alimentos y un refugio seguro.[caption id="attachment_70224" align="aligncenter" width="1024"] La Cruz Roja Costarricense está apoyando las evacuaciones en las áreas afectadas por la tormenta. (Crédito: Cruz Roja Costarricense)[/caption]Pueden pasar días o incluso semana antes de que se conozca la verdadera magnitud del daño, pero las lluvias constantes, incluso después de que ha pasado la tormenta, significan que fuertes corrientes y deslizamientos de tierra continúan destruyendo hogares, tierras de cultivo y, lamentablemente, cobrando vidas.[caption id="attachment_70220" align="aligncenter" width="1024"] Un voluntario de la Cruz Roja Guatemalteca habla con una persona afectada por las inundaciones. Muchas familias enfrentan la incertidumbre económica causada por las restricciones del coronavirus. Estas inundaciones traen un factor adicional a quienes ya luchan por hacer frente al COVID-19. (Crédito: Cruz Roja Guatemalteca)[/caption]Esta devastación se produce en un momento en que muchas comunidades de la región ya están profundamente afectadas por los impactos económicos y de salud de la pandemia por coronavirus.Los efectos a largo plazo de este desastre amenazan con llevar al límite a las comunidades que ya luchan por afrontarlo.“Los efectos a largo plazo de esta emergencia están afectando al límite las comunidades que ya luchan con los impactos económicos y de salud de la pandemia por COVID-19. IFRC continúa trabajando junto con las Sociedades Nacionales para asegurarnos de que nadie se quede atrás ".IFRC ha lanzado un llamamiento de emergencia regional por 20 millones de francos suizos para ayudar a 75.000 personas en los países de Honduras, Guatemala y Nicaragua, durante los próximos 18 meses. También continúa apoyando a otros países afectados, incluidos Belice, Costa Rica y Panamá, trabajando en estrecha colaboración con las Sociedades Nacionales que responden. IFRC en la región continúa respondiendo a la pandemia de COVID-19.

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Una labor permanente a favor de las personas migrantes

Por Olivia AcostaYa han pasado más de cinco meses desde que las fronteras se cerraron en Guatemala y un número considerable de personas en situación de movilidad humana han quedado inmovilizadas al interior del país. La situación representa un reto para Guatemala ya que muchos de las personas migrantes deben recurrir a la búsqueda de empleos o generación de actividades económicas en el país para poder sobrevivir. En la mayoría de los casos, las personas migrantes se ven forzadas a convivir en poblaciones locales cercanas a los puntos fronterizos, lo cual también implica un desafío en torno a la convivencia armónica entre pobladores de las localidades y los migrantes.La mayoría de las personas tienen dificultades económicas y se arriesgan a salir de sus países en busca de una mejor vida. El tránsito por Centro América siempre es muy complejo, pero actualmente con la situación creada por la pandemia de COVID_19 todo se ha vuelto aun más difícil y dependen del apoyo de organizaciones como la Cruz Roja para solventar parte de sus necesidades. Es el caso de Hosni Contreras, un nicaragüense que quedó atrapado en Petén, Guatemala, tras el cierre de las fronteras, y hace dos meses fue atropellado por un vehículo. “La Cruz Roja Guatemalteca me ayudó en mi proceso de recuperación. Ahora ya me siento mucho mejor, ya puedo caminar sin muletas”, comenta Hosni.Como parte de la respuesta para atender a personas como Hosni, existe uno de los principales proyectos ejecutados por la Cruz Roja Guatemalteca desde el año 2014 en los departamentos de Petén, Chiquimula y San Marcos. El proyecto se lleva a cabo en coordinación con ACNUR y busca generar acciones de fortalecimiento de capacidades a nivel institucional relativas a la asistencia y protección en el ámbito migratorio; acciones de derivación a instituciones pertinentes para casos de protección; desarrollo de comunicaciones (Restablecimiento del Contacto entre Familiares, RCF); y activación de procesos de sensibilización y protección en comunidades de tránsito. Hasta el momento se han atendido más de 47,000 personas.Treinta voluntarios trabajan en el proyecto. La Cruz Roja Guatemalteca ha venido realizando permanentes actividades de capacitación al voluntariado para responder en el contexto de la COVID-19. “Queremos que nuestros voluntarios estén seguros, sin peligro de contagiarse, y que sepan como trabajar para atender de la mejor manera a las personas migrantes, Señala Héctor.La Cruz Roja Guatemalteca está realizando un importante trabajo para informar a esta población sobre el virus e impulsar medidas de prevención. “Este trabajo lo realizamos en las comunidades, generamos el material lo más didáctico posible para que las personas lo vean como algo atractivo y se familiaricen con los mensajes. También, se ha hecho un importante trabajo desde comunicación con redes sociales y otros medios que nos permiten llegar con mensajes de manera eficiente”, Comenta Héctor.El trabajo que la Sociedad Nacional ha venido emprendiendo se ha enfocado fundamentalmente a generar procesos sostenibles, lo cual ha implicado la participación activa de las comunidades. “Es un trabajo muy intenso que hemos venido desarrollando con los años. Se han generado mecanismos con los cuales los habitantes de las poblaciones han cambiado de comportamiento. Hemos visto que la percepción de las personas locales ha venido transformándose, e incluso que están ayudando a las personas migrantes de manera voluntaria”.En este mismo sentido, la Cruz Roja Guatemalteca trabaja para desarrollar procesos sostenidos que permitan identificar las necesidades de las personas migrantes. “Esto lo hacemos de tres formas: una es a través de la asistencia directa, desde que las personas migrantes ingresan a Guatemala entablamos comunicación con ellos. La otra es la interlocución con los actores claves de las comunidades. Al estar más tiempo en las comunidades tenemos más tiempo para el diálogo, para generar confianza y las personas nos cuentan sus cosas. Y finalmente, estamos trabajando con personal de gobierno para generar un registro más sistemático a partir de la retroalimentación que obtenemos de ellos”.Con la llegada de la Pandemia, la Cruz Roja Guatemalteca ha venido adecuando sus procesos de trabajo de acuerdo con la evolución de los diferentes escenarios. El proyecto se ha desarrollado durante tres años y seguirá ejecutándose hacia el 2021. “No sabemos exactamente como vamos a estar trabajando de aquí en un par de meses ya que cada vez nos encontramos con una realidad cambiante, pero seguiremos con todo nuestro contingente para dar apoyo a las personas migrantes”, dice Héctor.

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