Cruz Roja Dominicana: dolor, solidaridad y gratitud a una semana del colapso de la discoteca Jet Set

Relatives and friends wait for news of their beloved ones outside of the Jet Set nightclub a day after the collapse of its roof in Santo Domingo on April 9, 2025. Rescue workers in the Dominican Republic said on April 9, 2025, they will wind down the search for survivors of the nightclub roof collapse that left scores of people dead after they found more bodies under the rubble.

Familiares y amistades esperan noticias de sus seres queridos en el exterior de la discoteca Jet Set un día después del derrumbe de su techo en Santo Domingo el 9 de abril de 2025. Los equipos de rescate de la República Dominicana dijeron el 9 de abril de 2025 que darán por concluida la búsqueda de sobrevivientes del derrumbe del techo del club nocturno que dejó decenas de muertos después de que encontraran más cuerpos bajo los escombros.

Foto: Martin Bernetti / AFP

La madrugada del 8 de abril, el techo de la discoteca Jet Set se vino abajo. Sus conciertos de los lunes eran una cita infaltable y cuando sucedió la tragedia, el lugar estaba lleno. Una semana después, el país sigue llorando la muerte de 225 personas y está pendiente de la recuperación de los cientos que resultaron heridas, muchas de gravedad. La estructura colapsó sobre la multitud y lo que debía ser una noche de fiesta se convirtió en una de las peores tragedias urbanas que ha vivido República Dominicana. 

La Cruz Roja Dominicana respondió de inmediato. Equipos de especialistas en medicina, atención prehospitalaria, psicología y respuesta a emergencias se movilizaron desde distintos puntos del país para asistir en las labores de rescate, brindar atención médica urgente y acompañar a las familias que, en medio de la confusión, buscaban desesperadamente noticias de sus seres queridos. 

Búsqueda entre escombros 

En los primeros días, la prioridad fue encontrar personas con vida bajo la estructura colapsada. Especialistas en búsqueda y rescate de la Cruz Roja trabajaron hombro a hombro con bomberos y otras entidades en una operación compleja y dolorosa. El calor extremo, el polvo y el riesgo de nuevos colapsos hacían todo más difícil. 

Al desgaste físico se sumaba la carga emocional. Los voluntarios recuerdan escuchar a las personas pidiendo ayuda bajo los escombros y trabajaban sin descanso para auxiliarlas. Lograron extraer a algunas de ellas, pero lamentablemente, la mayoría fueron localizadas sin vida. Aun así, nadie dejó de intentarlo. Día y noche, los rescatistas siguieron trabajando hasta recuperar todos los cuerpos, mientras del otro lado de las cintas de seguridad las familias esperaban noticias de sus seres queridos, aferradas a la esperanza. 

La Cruz Roja Dominicana unió esfuerzos con las autoridades en las labores de rescate de las personas atrapadas en los escombros del Jet Set.

La Cruz Roja Dominicana unió esfuerzos con las autoridades en las labores de rescate de las personas atrapadas en los escombros del Jet Set.

Foto: Cruz Roja Dominicana

Escuchar, contener, acompañar  

Mientras unos equipos buscaban entre los escombros, otros ofrecían sostén emocional. En lo que quedaba de la discoteca y en los hospitales de la capital, psicólogas y voluntarios de la Cruz Roja especializados en apoyo psicosocial hablaron con madres, hermanos, parejas. Allí contenían a las personas en estado de shock; bastaba con sentarse a su lado, ofrecerles agua, sostenerles. No se trataba solo de dar información, sino de acompañar su dolor. 

También hubo quienes recibieron la peor noticia allí mismo, frente al operativo. La Cruz Roja estuvo presente para ofrecer apoyo emocional inmediato, y ese acompañamiento ha continuado durante toda la semana. Aún hoy, el equipo de apoyo psicosocial sigue en contacto con algunas familias, brindando contención a quienes siguen en duelo y facilitando espacios de cuidado emocional para las propias brigadas de Cruz Roja que participaron en la emergencia. 

Porque tener una formación básica en primeros auxilios o formar parte de un equipo de respuesta humanitaria no basta para gestionar experiencias emocionales extremas, como la tragedia del Jet Set. Esta semana, el luto particular se ha convertido en un duelo colectivo, 

que afecta de manera cercana a los voluntarios y voluntarias que cargan su dolor y el de las demás personas. Cuidarles es uno de los compromisos vitales de la Cruz Roja. 

El equipo de apoyo psicosocial de la Cruz Roja Dominicana ofrece apoyo hospitalario a las familias de las personas afectadas por el derrumbe del techo del Jet Set.

El equipo de apoyo psicosocial de la Cruz Roja Dominicana ofrece apoyo hospitalario a las familias de las personas afectadas por el derrumbe del techo del Jet Set.

Foto: Cruz Roja Dominicana

Ambulancias, sangre y solidaridad 

La atención médica fue otro frente clave. Las ambulancias de la Cruz Roja —parte del sistema 911— atendieron a personas con heridas graves y trasladaron pacientes directamente desde la discoteca hasta los hospitales cercanos. Incluso los integrantes de los cuerpos de rescate recibieron atención, afectados por golpes, cortaduras o descompensaciones por el calor. 

Para contribuir con una mejor atención hospitalaria, la Cruz Roja Dominicana activó una campaña urgente de donación de sangre. Gente de todo el país acudió a donar y la sangre, el plasma y otros derivados fueron puestos a disposición de los centros de salud que estaban tratando a las personas heridas. 

Y mientras todo esto pasaba, la solidaridad no se hizo esperar. Vecinas, comercios y ciudadanos anónimos llevaron comida, agua y medicamentos que el personal humanitario repartió entre sus brigadas y entre las familias que esperaron durante días y noches noticias de sus seres queridos. 

La solidaridad del pueblo dominicano fue tan o más grande que el dolor causado por esta tragedia; y por eso la Cruz Roja Dominicana está conmovida y profundamente agradecida.

Una semana después   

Aunque ya no hay cámaras en la zona cero, la emergencia no ha terminado. La Cruz Roja Dominicana continúa prestando apoyo a sobrevivientes hospitalizados, facilitando traslados y asegurando que quienes lo necesiten tengan acceso a sangre. También, sigue cuidando a su propio personal, porque intervenir en una tragedia de este tamaño deja huella. Una huella que, esperan, servirá para que muchas más personas decidan hacerse voluntarias, formarse y poner su tiempo y solidaridad al servicio de su comunidad.