República Dominicana

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República Dominicana: La naturaleza está en el centro de la resiliencia climática comunitaria

República Dominicana es un país con una biodiversidad única. Sus numerosos ecosistemas terrestres, costeros y marinos se caracterizan por un alto porcentaje de especies de plantas y animales que no se encuentran en ningún otro lugar del mundo.Esta biodiversidad es esencial para que la isla disponga de casi todo lo necesario para la vida: alimentos, aire limpio, agua en cantidad y calidad suficientes, suelos sanos y barreras naturales que protegen a la población de los desastres. Estos recursos son vitales en un país altamente vulnerable a los desastres relacionados con el clima. "República Dominicana es uno de los países que más siente los impactos del cambio climático" comenta Ángel Ortiz, punto focal de clima y ambiente de la Cruz Roja Dominicana. "Sus impactos están reduciendo el acceso a agua limpia, aumentando las inundaciones, produciendo sequías más prolongadas y reduciendo los ingresos de las comunidades".A medida que los ecosistemas se degradan, la biodiversidad disminuye y las comunidades se vuelven más vulnerables a desastres relacionados con el clima, que afectan su bienestar y amenazan sus fuentes de ingreso.“Una de las principales amenazas es la deforestación y la caza irracional de peces y flamencos”, afirma Betania Luisa Guevara, vecina de El Cajuil, un pueblo cercano a la Laguna de Oviedo. “Otro gran problema es la falta de agua, la sequía. Aquí, al ser un lugar árido, llueve muy poco y no tenemos tuberías para acceder al agua potable”. Se estima que la República Dominicana ha sufrido una disminución de hasta el 50% de los niveles de lluvia promedio en los últimos 60 años. Esto viene acompañado de una reducción significativa de sus bosques y una exposición recurrente a huracanes y tormentas. “Cuando llueve mucho, al subir el río, se desborda e inunda la comunidad porque no hay drenaje para que el agua salga”, dice Ana María Frómeta, de la comunidad de Acapulco en Río San Juan. “Cuando el mar no está bravo, el agua sale inmediatamente. Pero si el mar está bravo, el agua se queda porque las dos chocan y no hay salida”. A pesar de las amenazas y los riesgos, estas comunidades sueñan con un futuro en el que las comunidades se fortalezcan protegiendo la naturaleza. La naturaleza, a su vez, estaría entonces lo suficientemente sana para protegerles también.La biodiversidad, el cambio climático y la Cruz Roja están interconectadas.La Cruz Roja forma parte de las comunidades, por lo que conoce de primera mano la relación entre las comunidades y sus ecosistemas. Por ello, la Cruz Roja Dominicana, la IFRC y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) están trabajando con tres comunidades (El Cajuil, en la provincia de Pedernales; Hato de Mana, en la provincia de La Altagracia; y Acapulco, en la provincia de María Trinidad Sánchez) para identificar las oportunidades que ofrece la naturaleza para mejorar su bienestar y reducir su vulnerabilidad.“En estos tres sitios hemos aplicado diagnósticos comunitarios para poder escuchar a la comunidad e identificar cuáles son las preocupaciones y posibles soluciones para abordar estas problemáticas”, explica Lilian Ayala, Oficial Senior de Acción Climática y Resiliencia Comunitaria de la IFRC.En El Cajuil, por ejemplo, una de las principales preocupaciones de la comunidad es la pérdida del ecosistema de la laguna de Oviedo, la principal atracción turística de la zona, su mayor reservorio de pesca y, por tanto, su principal fuente de ingresos. Esa laguna hipersalina está amenazada por la contaminación, la destrucción de manglares y la sobreexplotación pesquera.La Cruz Roja está actuando sobre esa realidad, al implementar, entre otras medidas, soluciones basadas en la naturaleza (SBN). Las SBN son acciones que ayudan a las comunidades a reducir los riesgos de desastres, adaptarse al cambio climático y generar recursos económicos. A la vez que protegen, restauran y gestionan de forma sostenible los ecosistemas.En el caso del Cajuil, la recuperación y preservación del bosque manglar, la gestión de desechos, los huertos familiares y la recuperación de las especies de la laguna le permitirían a la comunidad seguir viviendo del uso sostenible de la laguna y reducir el impacto de las inundaciones, gracias a la barrera protectora que crean los manglares.¿Cómo sería una comunidad que construye su resiliencia apostando por las soluciones basadas en la naturaleza?“Mi comunidad soñada sería una donde la relación que tendríamos con la naturaleza sería una hermandad, una ayuda mutua”, imagina Betania Luisa Guevara.“Nosotros aportando en la preservación de la naturaleza, y ella brindándonos su sombra, los frutos, los peces. Sería un lugar donde toda la gente esté capacitada para combatir la deforestación, hacer un buen manejo de la basura, racionalizar el agua y cuidar la naturaleza”“Sería una comunidad con fuentes de empleo sostenibles; en el sector turístico nos capacitaríamos al 100 por ciento para brindar un mejor servicio. Y tendríamos excelentes condiciones en educación y en salud”, concluye.Por su parte, Ana María, visualiza a Acapulco como una comunidad limpia, con manglares completamente restaurados que actuarían como barreras naturales contra el mar. Además, tendrían sistemas de drenaje que evitarían el desbordamiento de los ríos.El futuro que soñamos se construye en colectivoEl camino hacia un futuro sostenible y resiliente está claro: solo a través de la colaboración entre las comunidades, autoridades locales, instituciones públicas y los equipos locales de la Cruz Roja, podremos conservar la biodiversidad y mantener las comunidades y sus medios de vida a salvo ante los desafíos del cambio climático.-Esta iniciativa forma parte del Programa Global de Resiliencia Climática. En total, 23 Sociedades Nacionales forman parte de este proyecto en la región de las Américas.

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Nota de prensa

Los Estados deben abordar el impacto humanitario de la pérdida de biodiversidad reduciendo el riesgo de desastres y fortaleciendo la resiliencia

Bogotá, Ginebra - 21 de octubre de 2024.Al inicio de la Conferencia de las Partes en el Convenio sobre la Diversidad Biológica (COP16), la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) exhorta a los Estados parte del Convenio a abordar la interrelación entre la degradación ambiental, el cambio climático, los desastres y los impactos que éstos causan en las personas, la naturaleza y el patrimonio cultural. Todo ello contribuirá a alcanzar los objetivos del Marco Global de Biodiversidad (MGB)."La pérdida de biodiversidad, el cambio climático y la contaminación deben ser entendidas también como crisis humanitarias. Estas tres crisis aumentan el riesgo de escasez de agua y alimentos, epidemias y pandemias, desastres más frecuentes e intensos, así como la migración y el desplazamiento forzado” dijo Martha Keays, Directora Regional de la IFRC para América. “Llamamos a los gobiernos locales y nacionales, a la sociedad civil y a todos los participantes en la COP16 para que se incrementen los compromisos técnicos y financieros en la reducción del riesgo de desastres y la adaptación al cambio climático.”Dos metas específicas del MGB son fundamentales para evitar una situación en la que, para 2050, 200 millones de personas requieran ayuda humanitaria internacional cada año como resultado de una combinación de desastres relacionados con el clima, la degradación del medio ambiente y los impactos socioeconómicos resultantes. La «meta 8» pretende aumentar la resiliencia climática de los ecosistemas y los medios de vida mediante la mitigación, la adaptación y la reducción del riesgo de catástrofes, o soluciones basadas en la naturaleza. La "meta 11" pretende restaurar, conservar y mejorar la contribución de la naturaleza al bienestar humano."Es crucial acelerar la acción conjunta para salvar la naturaleza y salvar vidas. La experiencia de la Cruz Roja y su rol clave en la reducción del riesgo de desastres, la adaptación y el fortalecimiento de la resiliencia de las comunidades puede apoyar directamente los esfuerzos para proteger, restaurar y utilizar de manera sostenible la biodiversidad”, explicó Keays.Los equipos locales de la Cruz Roja en toda América ya están aplicando medidas como la protección de los manglares para reducir el impacto de las inundaciones, la restauración de los arrecifes de coral, la reforestación de bosques y cuencas hidrográficas y la protección de las fuentes de agua. Estas soluciones basadas en la naturaleza se complementan con sistemas de acción temprana, anticipación basada en pronósticos y protocolos de acción temprana que permiten a la red de la IFRC proteger a las personas y la naturaleza antes de que se produzcan los desastres. Los ejemplos de este trabajo incluyen: El trabajo de la Cruz Roja Argentina en apoyo a la restauración de más de 25.000 hectáreas de vegetación natural tras los destructivos incendios de la provincia de Corrientes en 2022.El desarrollo por parte de la Cruz Roja Mexicana de una medición participativa y localizada de la resiliencia que considera y destaca la interconexión entre sistemas y sectores, facilitando el análisis y la acción colectiva a través de los capitales físico, humano, social, financiero y natural.El apoyo de la Cruz Roja Canadiense a varias organizaciones indígenas en la restauración de sus tierras tras los desastres para aumentar la resiliencia.La colaboración de cruzrojistas canadienses con la Cruz Roja de Belice para apoyar a comunidades locales en la restauración de su cultura y sus bosques y en el aumento de la resiliencia al cambio climático mediante la plantación de árboles de Nuez Maya.El trabajo de la Cruz Roja Hondureña y la Cruz Roja Suiza para ayudar a reducir los riesgos de desastres combinando la bioingeniería del suelo y la reforestación para reducir el riesgo de deslizamientos con actividades de agroecología para ayudar a recuperar zonas productivas, aumentar la seguridad alimentaria y ofrecer oportunidades económicas.En Colombia, República Dominicana, Jamaica y Granada, la acción de la Cruz Roja para promover la gestión sostenible y la restauración de los ecosistemas de manglares para reforzar la resiliencia ante inundaciones, reduciendo los riesgos de desastre y contribuyendo a la vez a conservar la biodiversidad.“Instamos a los Estados a integrar las estrategias de conservación de la biodiversidad y las iniciativas de desarrollo sostenible en la reducción del riesgo de desastres y la adaptación al cambio climático”, dijo la Dra. Judith Carvajal de Álvarez, Presidente Nacional de la Cruz Roja Colombiana."Como auxiliares de los poderes públicos la Cruz Roja puede apoyar a fortalecer la resiliencia de las comunidades, promoviendo el dialogo de saberes entre las comunidades biodiversas, y el conocimiento científico."La COP16 tendrá lugar en Cali, Colombia, del 21 de octubre al 1 de noviembre de 2024.Para mayor información por favor contacte a: [email protected] Colombia – Rafael Payares +573135644837 / Angie Rodríguez +573204314860En Panamá - Susana Arroyo Barrantes +50769993199En Ginebra – Tommaso Della Longa +41797084367 / Hannah Copeland +41762369109Nota al editor:En la actualidad, la IFRC está ampliando su trabajo sobre la adaptación dirigida a nivel local, la reducción del riesgo de desastres y el cambio climático en el marco de su Plataforma Global de Resiliencia Climática, apoyada por la ruta hacia la acción climática de la IFRC, que tiende un puente entre la financiación y el apoyo climático, humanitario, de desarrollo, privado e innovador para fortalecer la resiliencia de las comunidades y adaptarse a los riesgos relacionados con el clima. En las Américas, esta iniciativa incluye enfoques sobre Programación Climáticamente Inteligente, Sistemas de Alerta Temprana, Acción Anticipatoria y Soluciones Basadas en la Naturaleza en comunidades en condiciones de vulnerabilidad debido a los impactos del cambio climático. Este trabajo cuenta con el apoyo de la Cooperación Española, IRISH AID, USAID, y donantes del sector privado como la Fundación Z Zurich.Como líderes de la Carta sobre el Clima y el Medio Ambiente para las Organizaciones Humanitarias, la IFRC también se ha comprometido a reducir la huella medioambiental de sus operaciones y programas.

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Nota de prensa

Aumentan las necesidades humanitarias tras el paso de Beryl, un huracán sin precedentes que abre una nueva realidad para el Caribe.

Ciudad de Panamá, Ginebra, 4 de julio de 2024 - El huracán Beryl, el más temprano en alcanzar la intensidad de categoría cinco en el Océano Atlántico, ha causado una devastación sin precedentes en todo el Caribe, haciendo su destructiva trayectoria a través de San Vicente y las Granadinas, Granada, Dominica, Barbados y Jamaica.Este huracán sin precedentes de principios de temporada muestra la nueva realidad de la crisis climática a la que se enfrentan las pequeñas naciones insulares del Caribe: es más probable que las tormentas se intensifiquen rápidamente y se hagan más fuertes, causando graves destrozos y dando a las comunidades menos tiempo para recuperarse entre choque y choque. Las temperaturas del agua más cálidas de lo normal en el sur del Atlántico y el Caribe están actuando como combustible para las tormentas, haciendo que se intensifiquen muy rápidamente y se conviertan en huracanes de gran intensidad -categoría tres o superior.En Jamaica, la Cruz Roja ya ha preposicionado suministros en todas sus filiales en previsión de una posible respuesta humanitaria. En San Vicente y las Granadinas, Granada, Dominica y Barbados, los equipos locales de la Cruz Roja ya están sobre el terreno prestando asistencia vital a pesar de las importantes dificultades para acceder a las zonas afectadas, la mayoría de las cuales están dispersas y aisladas."Ya se han enviado a las islas más afectadas kits de higiene, de limpieza, de herramientas, de cocina, lonas, mantas y mosquiteras para cubrir las necesidades inmediatas de la población afectada. En los próximos días tendremos una idea más clara del impacto total de Beryl en la salud física y mental de la población y en sus medios de subsistencia. No obstante, la rápida evaluación de los daños muestra que la devastación es masiva", señala Rhea Pierre, Directora de Desastres de la IFRC para el Caribe de habla inglesa y neerlandesa.La tormenta impactó primero en Barbados, causando graves daños en la costa sur y afectando significativamente a la industria pesquera, con más de 200 barcos pesqueros dañados o destruidos. En San Vicente y las Granadinas, el 90% de las infraestructuras han resultado dañadas, incluidas viviendas, carreteras y la terminal del aeropuerto de Union Island. Las comunicaciones con el sur de las Granadinas siguen interrumpidas y el acceso a los servicios básicos sigue siendo limitado.Mientras estaba en Granada, Beryl tocó tierra en Carriacou como huracán de categoría 4, dañando el 95% de las viviendas de Carriacou y Petite Martinique. Sigue vigente el estado de emergencia, con 3.000 personas en refugios. La Cruz Roja de Granada está distribuyendo artículos de primera necesidad y coordinando con las autoridades el restablecimiento de los servicios de comunicación y electricidad. En Dominica, la población necesita refugio tras verse obligada a trasladarse. La Cruz Roja de Dominica ha distribuido suministros de emergencia a las personas más afectadas, especialmente en la zona de Baytown."Gracias al despliegue de equipos comunitarios de respuesta a desastres y al posicionamiento previo de suministros, hemos podido responder rápidamente, pero sólo estamos en el segundo día de las secuelas de Beryl, y se necesitará más apoyo en las próximas semanas y meses. A partir de ahora, afrontaremos dos retos a la vez: responder a la operación y preparar a las comunidades para la próxima sacudida, ya que la temporada de huracanes no ha hecho más que empezar", añade Pierre.La IFRC seguirá apoyando a los equipos locales de la Cruz Roja en todo el Caribe y hace un llamamiento a los gobiernos, donantes y partes interesadas para que respalden sus esfuerzos de respuesta y acción temprana, ya que las necesidades humanitarias siguen aumentando y se prevé que la temporada de tormentas sea una de las más activas de las que se tiene registro.Para más información o para solicitar una entrevista, póngase en contacto con: [email protected] Panamá:Susana Arroyo Barrantes: +507 6999-3199En Ginebra:Mrinalini Santhanam: +41 76 381 50 06Tommaso Della Longa: +41 79 708 43 67

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7 desastres en América en 2023 de los que quizá no hayas oído hablar

En todo el mundo, continuamente ocurren catástrofes y crisis. Algunas acaparan titulares internacionales -como los terremotos de Turquía y Siria o el conflicto armado internacional de Ucrania-, pero otras pasan desapercibidas fuera de los países donde ocurren.Estas catástrofes más pequeñas y menos conocidas se cobran vidas, destruyen medios de subsistencia y hacen retroceder a comunidades enteras.Sólo en la región de las Américas se han producido muchas catástrofes de pequeña y mediana escala en lo que va del año. Pero aunque estos desastres hayan pasado desapercibidos para el resto del mundo, las Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja de toda la región han estado allí, en las comunidades.La IFRC ha prestado su apoyo, haciendo llegar dinero rápidamente a nuestras Sociedades Nacionales a través de nuestro Fondo de Reserva para la Respuesta a Desastres (DREF) para que puedan prepararse y responder con eficacia.Echemos un vistazo a siete desastres ocurridos en América durante el primer semestre de 2023 de los que quizás no han oído hablar, y cómo la red de la IFRC ha apoyado a las personas afectadas.1. Chile- Incendios en Viña del Mar: En febrero de 2023, los fuertes vientos y las altas temperaturas provocaron decenas de incendios forestales en el centro y el sur de Chile, causando víctimas y daños generalizados. Estos incendios se produjeron en diciembre de 2022 y se propagaron rápidamente alrededor de la ciudad de Viña del Mar.Con financiación del DREF, la Cruz Roja Chilena dio apoyo a más de 5.000 personas afectadas por los incendios en los meses siguientes. El personal y los equipos voluntarios prestaron apoyo médico a las comunidades y distribuyeron dinero en efectivo para que las personas pudieran comprar lo que necesitaban para recuperarse.Más información.2. Uruguay- Sequías: Uruguay sufre actualmente una sequía generalizada debido a la falta de precipitaciones desde septiembre de 2022 y a las temperaturas, que son cada vez más altas en verano. Lo que ha llevado al gobierno uruguayo a declarar el estado de emergencia. El gobierno solicitó oficialmente el apoyo de la Cruz Roja Uruguaya para llevar a cabo una evaluación de las necesidades de la sequía, para poder entender cómo estaba afectando a las personas y a las industrias agrícolas.Con financiación del DREF, los equipos de la Cruz Roja Uruguaya se dirigieron a las zonas más afectadas para hablar con más de 1.300 familias sobre el impacto de la sequía en su salud, sus medios de subsistencia y el acceso al agua. Sus hallazgos están ayudando al gobierno a tomar decisiones mejor informadas sobre cómo abordar la sequía, teniendo en cuenta las necesidades reales de las familias afectadas.Es la primera vez que la financiación del DREF se utiliza para apoyar una evaluación de daños de este tipo.Más información.3. Paraguay-Inundaciones: En febrero y marzo de 2023, las fuertes lluvias en el norte de Paraguay provocaron graves inundaciones que obligaron a muchas familias a abandonar sus hogares y paralizaron infraestructuras e industrias clave.La Cruz Roja Paraguaya respondió proporcionando primeros auxilios y apoyo psicosocial a las personas que se encontraban en refugios temporales. Las personas voluntarias también compartieron información con las comunidades sobre cómo protegerse de las enfermedades transmitidas por el agua y el aumento de los mosquitos.Más informacion.4. Ecuador - Inundaciones -Terremoto - Deslizamientos: En el primer trimestre de 2023, Ecuador sufrió varios desastres simultáneos -inundaciones, deslizamientos de tierra, derrumbes de edificios, granizadas y un terremoto- que pusieron a prueba a la Cruz Roja Ecuatoriana.El personal voluntario se desplegó rápidamente, prestaron un amplio apoyo a las personas afectadas: refugio, atención sanitaria, agua, saneamiento y asistencia en efectivo. También realizaron encuestas para saber exactamente cómo se habían visto afectadas las personas y qué era lo que más necesitaban para recuperarse.Más información.5. Argentina-Inundaciones: En junio, las fuertes lluvias provocaron inundaciones repentinas en el municipio de Quilmes, Buenos Aires, que afectaron a unas 4.000 familias. La inundación provocó cortes de electricidad, el cierre de carreteras y la contaminación del suministro de agua, lo que llevó a las autoridades locales a solicitar el apoyo de la Cruz Roja Argentina.El voluntariado se movilizó rápidamente para prestar primeros auxilios y apoyo psicosocial a las personas que se trasladaron previamente a los centros de evacuación de la zona. En las próximas semanas y meses, la Cruz Roja Argentina -con financiación del DREF- proporcionará refugio, salud, agua, saneamiento y apoyo higiénico a 500 de las familias más vulnerables afectadas por las inundaciones.Más información.6. Haiti- Inundaciones: Las inundaciones repentinas también afectaron a Haití a principios de junio, tras una tormenta excepcionalmente fuerte que barrió todo el país. Aunque no estaba clasificado como ciclón o aguacero tropical, el temporal afectó a miles de familias, se cobró más de 50 vidas y sumergió casas enteras.La Cruz Roja Haitiana desplegó rápidamente personal de rescate para prestar primeros auxilios y ayudar en las evacuaciones. Trabajando junto a los socios del Movimiento y con el apoyo del DREF, también han distribuido colchones, palas, rastrillos, kits de higiene, kits de tratamiento de agua y lonas de plástico.En un país que ya sufre una epidemia de cólera, las personas voluntarias de la Cruz Roja Haitiana siguen compartiendo información importante con las comunidades sobre cómo mantenerse saludable y adoptar buenas prácticas de higiene, especialmente importantes debido al mayor riesgo de inundaciones.Más información.7. República Dominicana- Inundaciones: Este mismo temporal de lluvias en Haití también afectó a las comunidades del otro lado de la frontera, en la República Dominicana, causando inundaciones repentinas en el oeste del país.La Cruz Roja Dominicana ha estado prestando asistencia humanitaria en forma de servicios de búsqueda y rescate, evacuación, salud e higiene, primeros auxilios psicológicos y restablecimiento del contacto entre familiares.Más información.--Estos son sólo algunos ejemplos de los muchos desastres que han afectado a América en lo que va de año. Con el apoyo del DREF, las Sociedades de la Cruz Roja de toda la región han podido responder rápidamente a estos desastres, proporcionando asistencia humanitaria eficaz y local directamente a quienes la necesitan. Si desea ayudar a nuestra red a seguir respondiendo a desastres menores como éstos, considere la posibilidad de hacer una donación a nuestro Fondo de Emergencia para la Respuesta a Desastres hoy mismo.

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Nota de prensa

La Federación Internacional y TNC instan a los gobiernos a invertir en medidas de adaptación al cambio climático para abordar la crisis climática

Kingston, Jamaica - 15 de noviembre de 2021.La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) y The Nature Conservancy (TNC) piden a los gobiernos que inviertan urgentemente en medidas de adaptación al cambio climático para abordar la creciente crisis climática en el Caribe. La convocatoria sigue a dos eventos climáticos clave: la 26ª Conferencia de las Partes sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas (COP26) y la 7ª Plataforma Regional para la Reducción del Riesgo de Desastres en las Américas y el Caribe (RP21). En el Caribe, las tormentas representan un promedio anual de pérdidas de US $ 7 mil millones (o US $ 135 mil millones entre 1990 y 2008). Las investigaciones indican que el 70% de la población del Caribe vive cerca de la costa, donde la vulnerabilidad al cambio climático es mayor. Los estudios también han demostrado que los impactos del cambio climático se ponderan de manera desigual contra las personas más desatendidas: las que son las más pobres, las más expuestas y tienen menos recursos para resistir los impactos y las tensiones climáticas. Además, los datos del Informe Mundial sobre Desastres 2020 de la Federación Internacional revelan que las finanzas internacionales para la reducción del riesgo de desastres y el clima no están a la altura de las necesidades de adaptación climática en los países de bajos ingresos, y los países con el riesgo más alto y las capacidades de adaptación más bajas no están siendo priorizados. De hecho, se puso a disposición menos de 1 dólar estadounidense por persona para la financiación de la adaptación climática en países de alta vulnerabilidad. “La prioridad y el enfoque deben ser las comunidades que están más expuestas y vulnerables a los riesgos climáticos y la región del Caribe ha demostrado ser una de las más susceptibles a los desastres relacionados con el clima. Por lo tanto, los gobiernos deben garantizar que todos los esfuerzos y acciones para abordar el cambio climático deben priorizar, y no dejar atrás, a los más propensos a sus impactos”, dijo Velda Ferguson Dewsbury, Gerente de Proyectos de la Federación Internacional para las Islas Resilientes por Diseño (RI) imitativo en el Caribe. Las sociedades de la Cruz Roja están a la vanguardia en ayudar a las comunidades a prepararse, responder y recuperarse de desastres relacionados con el clima y ver, todos los días, los crecientes riesgos para las personas vulnerables. A través de proyectos como las Islas Resilientes, la Federación Internacional, en asociación con TNC, ha estado trabajando con las comunidades para ayudarlas a encontrar medidas de adaptación y reducción de riesgos innovadoras, de bajo costo y sostenibles basadas en la naturaleza. “El cambio climático no es una amenaza lejana, está sucediendo ahora. Todos hemos visto los impactos visibles del cambio climático ante nuestros ojos, como el clima más extremo y los desastres naturales, la sequía crónica y la inestabilidad económica. Si bien nuestro trabajo con la Cruz Roja ayuda a las comunidades en riesgo en todo el Caribe a adaptarse al cambio climático, con el poder de la naturaleza, necesitamos más inversiones en estas y otras comunidades y necesitamos acciones conjuntas de todas las partes interesadas relevantes”, dijo Eddy. Silva, Gerente de Proyectos de TNC RI. La Federación Internacional y TNC están trabajando con comunidades en la República Dominicana, Granada y Jamaica ayudándolas a proteger y restaurar hábitats naturales, como los manglares, que ayudan a reducir el impacto de tormentas e inundaciones severas. Los estudios indican que hasta un 65% del aumento de las pérdidas económicas proyectadas debido al cambio climático podría evitarse mediante una adaptación oportuna al cambio climático. Además, las soluciones basadas en la naturaleza para minimizar el cambio climático pueden reducir el 37% de las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030. Las Islas Resilientes incorporan medidas de reducción del riesgo de desastres basadas en ecosistemas (Eco-RRD), que aprovechan los sistemas naturales para prevenir y reducir los peligros naturales y los impactos del cambio climático. Por ejemplo, protegiendo y apoyando el crecimiento de los arrecifes de coral que proporcionan barreras naturales rentables, protegiendo nuestras costas de olas, tormentas e inundaciones, o plantando más árboles de mangle, que desarrollan raíces que mitigan la erosión costera, brindan alimentos y otros servicios. y sirven como viveros para una diversidad de especies de peces. Estas acciones ayudan a las comunidades a reducir su exposición a las amenazas identificando y disminuyendo sus vulnerabilidades y, al mismo tiempo, mejorando sus fuentes de sustento, así como desarrollando sus capacidades y resiliencia para prepararse y responder a emergencias. La iniciativa de RI tiene como objetivo proteger a los caribeños contra los impactos del cambio climático no solo promoviendo el uso de hábitats costeros y marinos naturales para reducir los riesgos, sino también ayudando a los gobiernos, socios y comunidades a implementar planes de desarrollo sostenible que prioricen la naturaleza. Resilient Islands es parte de la Iniciativa Climática Internacional (IKI). El Ministerio Federal de Medio Ambiente, Conservación de la Naturaleza y Seguridad Nuclear (BMU) apoya esta iniciativa sobre la base de una decisión adoptada por la Cámara Baja del Parlamento alemán. Para más información, contacten con: En Jamaica: Trevesa DaSilva | +876 818-8575 | [email protected] En Panamá: Susana Arroyo Barrantes | + 506 8416 1771 | [email protected] En Washington, D.C.: Claudia Lievano | +1 786 230-6144 | [email protected] En Ginebra: Marie Claudet | +33 7 86 89 50 89 | [email protected]

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Sociedad nacional

Cruz Roja Dominicana

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Dra.Ligia Leroux de Ramírez, presidenta de la Cruz Roja Dominicana y humanitaria de por vida

La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja lamenta la pérdida de la Dra. Ligia Leroux de Ramírez, Presidenta de la Cruz Roja Dominicana y ex miembro de la Junta de Gobierno de la Federación.La Dra. Leroux de Ramírez se desempeñó como Presidenta de la Cruz Roja de República Dominicana entre 2000 y 2020. Durante este tiempo, dirigió a su Sociedad Nacional a través de una serie de desafíos, incluida la respuesta masiva al terremoto de Haití de 2010 y, más recientemente, la compleja y crucial respuesta a la pandemia de COVID-19.Dentro de la familia más amplia de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, se desempeñó como Presidenta del Comité Regional Interamericano entre 2007-2011, así como miembro de la Junta de Gobierno de la Federación Internacional. En 2018 se convirtió en miembro del Comité de Mediación y Cumplimiento de la Federación Internacional.IEl presidente de la IFRC, Francesco Rocca, dijo: “En nombre de la IFRC, expreso nuestro pésame a la familia y amigos de la Dra. Ligia Leroux de Ramírez, así como al voluntariado y el personal de la Cruz Roja Dominicana.“Ligia no solo era una humanitaria comprometida: Ligia fue para mí una amiga cercana, una mentora sabia y un ejemplo increíble para el Movimiento de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja. Nunca la olvidaremos: su nombre y su liderazgo nos guiarán en nuestras actividades humanitarias ”.Fue una líder apasionada e hizo contribuciones significativas al desarrollo de las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja en el Caribe.“Sus constantes esfuerzos por fortalecer la cohesión entre las Sociedades Nacionales del Caribe y de las Américas sirvieron como un gran ejemplo de solidaridad humana y fuerza en acción”, agregó la Presidenta Rocca.Miguel Villarroel, vicepresidente de la Federación Internacional, también rindió homenaje, diciendo:"Querida Doña Ligia -como siempre la llamé durante todos estos largos años de amistad- no puedo imaginarme una reunión  internacional sin verla  y sentarme a oírla. Usted siempre me decía “a ver, Miguel, cuéntame ¿cómo van las cosas? ”y hablábamos por horas.”“Fuiste una mujer de rectos principios, intachable y total honestidad. Compañera de grandes batallas y comprometida con la labor humanitaria, dedicaste muy buena parte de tu vida a ayudar a los más vulnerables, a salvar vidas y a proteger la dignidad humana. Tus sabios consejos nos hicieron lograr la unión de las Sociedades Nacionales de nuestro continente, dejando así un gran legado. Doña Ligia siempre estarás en mi corazón, te extrañare muchísimo."La Directora Regional de la IFRC para las Américas, Martha Keays, dijo:“La Dra. Leroux de Ramírez tenía un compromiso incansable con el trabajo humanitario en Cuba, Haití y República Dominicana. Su contribución personal a la respuesta al terremoto de Haití y al corredor humanitario en la Hispaniola es parte de su rico legado. Nuestros pensamientos están con su familia y colegas ".La Dra. Leroux de Ramírez se desempeñó como funcionaria pública en su país, donde fue designada Subsecretaria de Salud Pública y Directora General del Instituto Dominicano de Seguridad Social. Contaba con un Doctorado en Farmacia y Ciencias Químicas, con especialidad en Bioquímica, y se graduó de la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Enseñó bioquímica en la Universidad durante 37 años.La Dra. Leroux de Ramírez falleció el 4 de diciembre en Santo Domingo, República Dominicana. Le sobreviven sus hermanos, su hija Ligia María Ramírez Leroux y el resto de su familia.

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Nota de prensa

Cruz Roja abre un corredor humanitario entre la República Dominicana y Haití

Santo Domingo, 10 de julio 2020 – La Federación Internacional de Cruz Roja y la Media Luna Roja (FICR) envió a finales de junio artículos de socorro desde la República Dominicana a Haití, a través de un corredor humanitario. La operación, activada en el contexto de la respuesta de COVID-19, beneficiará a 2.000 personas vulnerables en Haití.Junto con la Cruz Roja de Haití, la Cruz Roja Dominicana, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y con financiación de la Oficina Europea de Protección Civil y Operaciones de Ayuda Humanitaria (ECHO) y del Gobierno de Bélgica, la FICR ha desarrollado un modelo logístico para responder rápidamente a las emergencias en el Caribe, especialmente en Haití. El modelo forma parte de una estrategia más amplia para crear "Corredores humanitarios del Caribe" y preposicionar reservas de suministros esenciales - como kits de higiene, kits de refugio, lonas, bidones - que puedan trasladarse inmediatamente después de una emergencia en la región, sobre todo durante la temporada de huracanes.Gracias al apoyo de la Cruz Roja Dominicana, la FICR ha podido almacenar artículos de emergencia en la República Dominicana y enviarlos a Haití para responder a las necesidades urgentes de las personas más vulnerables. El 26 de junio de 2020, se entregaron 400 kits de higiene en Puerto Príncipe para apoyar la política de permanencia en el hogar, como parte de la respuesta de COVID-19, que benefició a un total de 2.000 personas.El Presidente de la Cruz Roja de Haití, Dr. Jean-Pierre Guiteau, declaró: "Desde 2019, dado el deterioro de la situación de seguridad en Haití como resultado de las tensiones sociopolíticas, habíamos estado pensando en un corredor humanitario que permitiese el transporte de suministros humanitarios y facilitara la evacuación urgente de los pacientes que necesitaran un tratamiento que no estuviera disponible en Haití. Desde entonces - junto con el Presidente de la Cruz Roja Dominicana, así como con representantes de la FICR y de las Naciones Unidas - desarrollamos aún más la idea, que se tradujo en medidas concretas adoptadas durante la crisis del coronavirus. La FICR pudo enviarnos kits de higiene utilizando este corredor. El corredor humanitario es, sin duda, una herramienta muy útil, que debe ser perfeccionada y respaldada por Haití y la República Dominicana en beneficio de ambos países durante las emergencias".Raphael Hamoir, Coordinador de Gestión de Desastres de la FICR y encargado de las operaciones en Cuba, República Dominicana y Haití, declaró: "Esta operación no es muy amplia en cuanto a la magnitud de la entrega, pero es significativa en cuanto a las asociaciones establecidas. Gracias al apoyo binacional de la Cruz Roja de Haití y la Cruz Roja Dominicana, y gracias a nuestra colaboración con el PMA, hemos podido trasladar las existencias de la República Dominicana a Haití y ayudar a las familias vulnerables, en el contexto de la respuesta de COVID-19".El modelo se ha desarrollado a lo largo de los años como parte de los planes de preparación para desastres, y se activó durante la pandemia de COVID-19. "En el actual contexto de COVID-19, con un solo huracán que tocase tierra podría producirse una situación muy difícil en el Caribe. A través del establecimiento de corredores humanitarios, estamos aumentando el número de opciones para la obtención de ayuda donde más se necesite", añadió Raphael Hamoir.

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Fortalecimiento de la preparación regional: el Caribe se prepara para la temporada de huracanes de 2019

♪ Water come inna mi roomHuh huh!Mi sweep out some with mi broomDi likkle dog laugh to see such funAnd di dish run away with the spoon ♪Fue pegadiza, fue graciosa, fue disfrutada por personas hasta Nicaragua, sin embargo, habló de un tema muy serio. Era una canción sobre el huracán Gilbert y la devastación causada en Jamaica en 1988. No hay canciones populares sobre los huracanes Irma y María, tal vez porque Lovindeer no escribió una o tal vez porque, en este caso, los dos huracanes llegaron uno detrás del otro y causaron tanta destrucción en 2017 que fue difícil encontrar humor en la situación.En preparación para la temporada de huracanes de 2019, cinco organizaciones internacionales, con sede en el Caribe, están trabajando con las oficinas nacionales de desastres y las comunidades para fortalecer la preparación para desastres. Santa Lucía, Dominica, Antigua y Barbuda, San Vicente y las Granadinas, así como la República Dominicana, mejorarán la preparación durante la temporada de huracanes a través de mejoras de sistemas localizados de alerta temprana. La asistencia financiera fue proporcionada por la Dirección General de Ayuda Humanitaria y Protección Civil de la Comisión Europea (ECHO).El proyecto tiene un enfoque de cuatro frentes que incluye mejorar la coordinación de las organizaciones de ayuda. Después de Gilbert, muchas agencias de ayuda internacional enviaron zinc a Jamaica porque miles de hogares habían perdido sus techos. Sin embargo, como especialista técnica de alerta temprana comunitaria de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR), Nicole Williams recuerda que “no había madera sobre la cual colocar el zinc o ningún clavo para sujetarlo a las casas. "Esta desafortunada circunstancia tuvo un resultado positivo: condujo a la formación de organizaciones regionales como la Agencia de Manejo de Emergencias y Desastres del Caribe (CDEMA). Sin embargo, la respuesta al huracán María en Dominica demostró que todavía hay margen de mejora. CDEMA y la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (UNOCHA) han estado trabajando juntos para mejorar el Mecanismo de Respuesta Regional.Como parte del proyecto, hubo una formación de formadores en Dominica, donde los miembros de la Cruz Roja de Dominica recibieron entrenamiento sobre cómo implementar sistemas de alerta temprana con las comunidades. Los sistemas de alerta temprana son un aspecto importante de la preparación porque permiten una acción temprana para salvar vidas y proteger activos. La alerta temprana nacional a menudo no es específica de una comunidad en riesgo. Se prefieren las nuevas herramientas de comunicación a los mensajes tradicionales de radio y televisión. Comprender por que medios las personas reciben mensajes y sus necesidades es esencial. Las necesidades de grupos vulnerables como mujeres o personas con capacidades diferentes se consideran más en el diseño de los mensajes de alerta. Karen Lawrence, quien forma parte del Servicio Meteorológico de Dominica, describió la capacitación como "empoderamiento, intercambio de conocimientos, creación de redes, tanto que la gente estará tan informada que podrá tomar las decisiones correctas en el momento adecuado, y por lo tanto, mitigando el impacto de los desastres".El objetivo de esta alianza internacional es trabajar con las oficinas nacionales de desastres y las comunidades para mejorar la preparación. El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) lidera el equipo en este proyecto y trabaja con las oficinas nacionales de desastres para mejorar las comunicaciones, los planes de prueba a través de simulaciones y apoyar la concientización pública y la educación. Las comunidades desarrollarán una mejor comprensión del riesgo potencial que animará a sus miembros a tomar medidas de protección.Las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja en los cinco países, junto con la Federación Internacional, apoyan otras acciones a nivel local. Diez comunidades implementarán sistemas locales de alerta temprana y también se les proporcionará la tecnología necesaria para mitigar el riesgo. Tecnología de alerta temprana que incluye pluviómetros, indicadores de inundación y señales de calentamiento. La tecnología no se limita al equipo sino que implica la capacitación de los Equipos Comunitarios de Respuesta a Desastres (CDRT, por sus siglas en inglés) y la actualización de los planes de respuesta a desastres que se prueban mediante ejercicios de simulación.Se prevén entre 9 y 15 tormentas para la temporada de huracanes de 2019, con la probabilidad de entre 4 y 8 huracanes. Existe la posibilidad de que 2-4 de esos huracanes sean mayores. Como se vio con Irma y María en 2017, dos huracanes importantes pueden tener un impacto severo en el Caribe, por lo que el equipo internacional se reunió recientemente en la Conferencia de Entendimiento sobre Riesgos del Banco Mundial en Barbados, para compartir el progreso y planificar los próximos pasos. Esperemos que no haya necesidad de que se canten canciones ingeniosas después de la temporada de huracanes de 2019, ¡pero ha llegado, ¡así que a prepararse!