Afrontar las causas medioambientales de la crisis alimentaria en África
Este blog se publicó originalmente en el sitio web del WWF aquí.
África se enfrenta a su peor crisis alimentaria en 40 años. Casi 114 millones de personas en el África subsahariana -una cifra que se aproxima a la mitad de la población de Estados Unidos- se enfrentan a una grave inseguridad alimentaria. En África oriental, 50 millones de personas están en peligro. En el Sahel, el número de personas que necesitan ayuda alimentaria de emergencia se ha cuadruplicado hasta alcanzar los 30 millones en los últimos siete años.
Las causas de esta crisis actual son múltiples. Los conflictos y la recesión económica provocada por la pandemia del COVID-19 han desempeñado su papel. Pero lo más importante es que el continente se ha visto asolado por sequías prolongadas, inundaciones y nubes de langostas del desierto, peligros naturales que se han visto agravados por el cambio climático provocado por el hombre y la degradación de la naturaleza.
Son los más vulnerables los que se llevan la peor parte de la actual crisis del hambre. Los hombres y las mujeres pierden sus medios de vida a medida que se pierden las cosechas, los animales se mueren de hambre o de sed, y el suelo es arrasado. Los niños pasan hambre y se abandona su educación. Las mujeres comen menos, y la sequía hace que las necesidades dietéticas, especialmente de las niñas, las mujeres embarazadas y lactantes, y la higiene menstrual queden relegadas.
Hay una necesidad urgente de ayuda humanitaria para salvar vidas en todos los países de África. Organizaciones como las Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja están intensificando sus acciones, con la IFRC, los gobiernos y los socios, para proporcionar esta ayuda urgente. Pero reconocen, al igual que el WWF, la necesidad de crear también resiliencia ante las crisis y de abordar las causas profundas de la inseguridad alimentaria.
Un clima cambiante
Las causas subyacentes de la doble crisis medioambiental del clima y de la pérdida de la naturaleza se suman a las crisis provocadas por factores como la pobreza y los conflictos. Los crecientes niveles de gases de efecto invernadero en nuestra atmósfera -principalmente procedentes de los países ricos y de renta media del Norte global- están impulsando aumentos de temperatura que alteran los patrones meteorológicos y climáticos y degradan los ecosistemas naturales.
El cambio climático está empeorando los fenómenos meteorológicos extremos, haciéndolos más frecuentes y transfronterizos. Está cambiando los patrones de precipitación, socavando la seguridad hídrica y alimentaria. Está afectando a la salud humana, así como ejerciendo una presión adicional sobre la naturaleza y la biodiversidad, exacerbando las presiones del cambio de uso del suelo, la sobreexplotación, la contaminación y las especies invasoras.
En la actualidad, alrededor del 30% de las emisiones de gases de efecto invernadero proceden de los sistemas alimentarios. La elección de los alimentos en las zonas urbanas ricas no sólo está provocando una crisis sanitaria de obesidad y enfermedades no transmisibles, sino que el consumo excesivo de alimentos producidos de forma insostenible y los comportamientos ineficientes y de despilfarro en todas las cadenas de valor están contribuyendo directamente a la inseguridad alimentaria en África.
Esto subraya el imperativo urgente de que los países ricos reduzcan sus emisiones lo antes posible. Incluso si todos los demás sectores se descarbonizan linealmente de aquí a 2050, los sistemas alimentarios que siguen funcionando representarán casi todo el presupuesto de carbono de un futuro de 2 grados.
Mientras que unos 89 países se han comprometido a alcanzar las emisiones netas cero para mediados de este siglo (lo que aún no permitiría reducir las emisiones necesarias para limitar el calentamiento a 1,5 °C), pocos han desarrollado aún el conjunto de políticas y normativas que los situarán en una trayectoria neta cero.
Muchas comunidades vulnerables de África necesitan ser apoyadas frente a los choques climáticos, reforzando su capacidad de respuesta, reduciendo su exposición al riesgo y aumentando su resiliencia.
Es mucho lo que puede y debe hacerse para ayudar directamente a las comunidades y ecosistemas vulnerables de África hoy y en las próximas décadas.
Hay que invertir urgentemente para ayudar a las comunidades vulnerables a adaptarse a los impactos actuales del cambio climático y a ser más resistentes a las crisis climáticas que están por venir. Para ello es fundamental llegar a un entendimiento común, asegurar la financiación y promulgar políticas favorables para que los gobiernos, las ONG y el sector privado de África puedan reconocer las amenazas que suponen los impactos del cambio climático y aplicar las soluciones urgentes necesarias para ayudar a la población local a adaptarse.
El vínculo entre el clima y la naturaleza
También existen soluciones significativas que utilizan la naturaleza tanto para mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero como para ayudar a las comunidades a adaptarse y ser más resilientes al clima.
La tierra, los océanos y los sistemas de agua dulce del mundo ya absorben y almacenan la mitad de las emisiones que la humanidad produce cada año: proteger, restaurar y mejorar los ecosistemas será fundamental para hacer frente al cambio climático. Los sistemas alimentarios también pueden ser una parte importante de la solución a las crisis de la naturaleza y el clima.
La inversión en soluciones basadas en la naturaleza -como la adopción de prácticas agroecológicas de producción de alimentos, la conservación de los bosques, la protección de los humedales o la mejora de los ecosistemas costeros- puede ayudar a almacenar las emisiones, proteger a las comunidades de los fenómenos meteorológicos extremos y proporcionar alimentos, empleos y hábitats. Estas soluciones, si son de alta calidad, están bien diseñadas y cuentan con la financiación adecuada, pueden contribuir a aumentar la resiliencia climática.
Pero además de los proyectos individuales, los impactos y las vulnerabilidades climáticas, así como la protección de la naturaleza, deben integrarse en la toma de decisiones de los sectores público y privado a todos los niveles en todo el continente. La magnitud del desafío que suponen el clima y la pérdida de la naturaleza significa que deben ser considerados en todos los niveles de la toma de decisiones y por los actores económicos grandes y pequeños.
La actual crisis alimentaria a la que se enfrentan millones de personas en toda África exige una ayuda humanitaria urgente. Pero, sin una respuesta mucho más amplia y a largo plazo, dirigida localmente y centrada en las personas, al cambio climático y a la pérdida de biodiversidad, los recursos humanitarios se verán desbordados.
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La IFRC se ha asociado con WWF, la mayor organización de conservación del medio ambiente del mundo, para trabajar con la naturaleza y proteger a las personas de la crisis climática. Haga clic aquí para saber más sobre nuestra asociación.
Níger: El hambre se apodera de las comunidades y es necesario actuar con urgencia
Es temprano en la mañana de un caluroso día de julio de 2022. Se ven largas colas de personas en el patio de la escuela primaria de Gorou Kirey, en un remoto suburbio de Niamey, la capital de Níger. El lugar acoge una operación de distribución de efectivo de la Cruz Roja de Níger para las comunidades afectadas por la crisis de hambre en el país. Boubacar Alzouma, un agricultor de 76 años, fue uno de los primeros en llegar.
"No me iba a perder esto, ya que hoy no había nada que preparar en casa", dice Boubacar, apoyándose en su bastón para sostenerse. "Me da vergüenza decirlo, pero hay días en los que no tenemos nada que comer en casa", continúa.
Las malas cosechas del año pasado, debidas a la irregularidad de las lluvias, han llevado a la familia de Boubacar al borde de la inanición. Sólo pudo cosechar dos sacos de alimentos de su campo de 2 hectáreas de mijo, sorgo y guisantes de vaca, suficientes para alimentar a sus 21 hijos. Para hacer frente a la situación de hambre, Boubacar tomó la difícil decisión de vender todo su ganado.
"Nuestra mayor esperanza es tener buenas lluvias este año. Si no, volverá a ser un desastre", afirma.
Tras recibir dinero en efectivo de la Cruz Roja de Níger, Boubacar se apresuró a comprar alimentos. Si no hubiera sido por esta ayuda, su familia se habría acostado con hambre.
La crisis del hambre ha afectado a 4,4 millones de personas en Níger y es el resultado de los efectos combinados de las perturbaciones climáticas y la inseguridad. La historia de Boubacar habla por muchos.
Para ayudar a la gente a hacer frente a la situación, la Cruz Roja de Níger ha proporcionado a casi 6.000 hogares afectados en todo el país asistencia en efectivo desde mayo, con el apoyo de la IFRC y otros asociados del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja. La asistencia también incluye paquetes de alimentos en algunas zonas y pienso para el ganado para ayudar a las familias de agricultores a proteger sus medios de vida.
La Cruz Roja de Níger también está estableciendo centros comunitarios de nutrición para examinar y remitir a los niños desnutridos a los centros de salud. Pero hay que hacer más para evitar que la situación empeore.
"Se necesita una respuesta rápida y reforzada para salvar vidas, ya que el inicio de la temporada de escasez ha llevado a muchas familias al límite", dice Thierry Balloy, Jefe de la Delegación de la IFRC en Níger.
La magnitud de la crisis del hambre llevó a la IFRC a hacer un llamamiento de emergencia de cinco millones de francos suizos en mayo para apoyar a la Cruz Roja de Níger en la asistencia a 283.000 personas (40.547 familias). El dinero recaudado se utilizará para proporcionar dinero en efectivo, nutrición y apoyo a los medios de subsistencia de las personas más vulnerables, así como soluciones de fortalecimiento de la resiliencia a largo plazo. Sin embargo, en julio de 2022, el llamamiento sólo estaba financiado en un 30%.
El futuro de Boubacar, y el de muchos otros agricultores como él en Níger, sigue siendo incierto. Pero, a pesar de los retos a los que se enfrentan él y su familia, mantiene la esperanza:
"Si recibo una segunda subvención y las próximas cosechas son buenas, compraré ganado. Esto nos ayudará a hacer frente a la próxima y difícil temporada de escasez", dice Boubacar.
¡Luces, cámara, acción! Cómo el cine salva vidas en Camerún
El cine móvil, que combina aprendizaje y entretenimiento, se ha convertido a lo largo de los años en una forma destacada de hacer participar a las comunidades remotas de todo el mundo en una amplia gama de temas importantes, desde cómo mantenerse sano hasta cómo prepararse para los desastres.
Cada kit de cine móvil contiene una pantalla de proyección y un trípode, un ordenador portátil, micrófonos y altavoces y un generador para que pueda seguir funcionando incluso en caso de cortes de electricidad.
Desde que recibió los kits, la Cruz Roja de Camerún ha estado utilizando el cine móvil para compartir mensajes que salvan vidas sobre el COVID-19, el cólera y cualquier otro tema relevante, que ayudará a la gente a prepararse y mantenerse a salvo. Todo ello de forma emocionante y eficaz, y dentro del propio entorno de la comunidad.
"El cine móvil nos permite proporcionar la información adecuada que las comunidades necesitan en la lucha contra las epidemias y las catástrofes de todo tipo. Esta divertida y útil herramienta nos permite, sin duda, mejorar nuestra respuesta humanitaria en todo el país”
Cécile Akamé
Presidenta de la Cruz Roja de Camerún
Las proyecciones de cine en el móvil no consisten sólo en sentarse a mirar. También son una buena manera de involucrar a las comunidades a través de sesiones de preguntas y respuestas y de recoger las valiosas opiniones de la gente.
Cada proyección es facilitada por voluntarios y voluntarias de la Cruz Roja de Camerún, muchos de los cuales han recibido recientemente formación en comunicación, participación comunitaria y recogida de opiniones. Escuchar las preguntas, las preocupaciones, los pensamientos y los temores de la gente ayuda a los voluntarios a entender mejor las necesidades de las comunidades y a adaptar su trabajo en consecuencia. Marlyse, una estudiante de 15 años de la ciudad sureña de Kribi que asistió a una proyección reciente, dijo:
“Es la primera vez que participo en este tipo de actividad y he aprendido mucho. Hemos visto un vídeo sobre la COVID-19 y esto ha reforzado nuestros conocimientos sobre las medidas de prevención. También la charla con la gente de la Cruz Roja nos ayudó a saber más sobre la vacuna”
Marlyse
Asistente al Cine Móvil en Kribi
Puede ver el vídeo al que se refiere Marlyse a continuación (en francés):
En la IFRC sabemos que las epidemias comienzan y terminan en las comunidades. Y que con la información y el apoyo adecuados, todos pueden desempeñar un papel importante en la detección de enfermedades, la respuesta eficaz y la preparación para futuros riesgos sanitarios.
Por ejemplo, el Sr. Biyong, un líder comunitario de Kribi que está entusiasmado con el proyecto de la Cruz Roja Camerunesa y el potencial del cine móvil:
"Actualmente estamos viviendo una epidemia de cólera en nuestra comunidad y en toda la región. Creo que esta herramienta es muy oportuna. Gracias a la difusión del vídeo sobre el cólera, los modos de transmisión y cómo prevenir esta enfermedad, los miembros de mi comunidad pudieron ver con sus propios ojos lo que intentamos explicarles cada día. Esta es realmente una herramienta que ayudará a detener la propagación de la enfermedad.”
Sr. Biyong
Líder comunitario de Kribi
Juntos, la IFRC y la Cruz Roja Camerunesa esperan ampliar las proyecciones de cine móvil en todo el país en los próximos meses, escuchando y aprendiendo de las personas a las que apoyamos sobre la marcha.
“Además de bienes como alimentos, agua y refugio, sabemos que la información es, en sí misma, una ayuda. La IFRC se esfuerza por ayudar a las Sociedades Nacionales, como la Cruz Roja de Camerún, a aprovechar las oportunidades y los beneficios de este interesante enfoque del cine móvil para aumentar la resiliencia de las comunidades.”
Thierry Balloy
Jefe de la Delegación del Clúster de País de la IFRC para África Central
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Este trabajo en Camerún forma parte del Programa Comunitario de Preparación ante Epidemias y Pandemias (CP3) de la IFRC en varios países, financiado por USAID. Haga clic aquí para obtener más información sobre el proyecto y nuestro trabajo en esta área.
Y si le ha gustado esta historia, puede que también le interesen nuestros nuevos estudios de caso que muestran cómo las Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja han ayudado a preparar a las comunidades para el COVID-19 y a protegerlas de él.
Actuemos ahora para salvar vidas y evitar la desaparición de personas migrantes
Miles de migrantes desaparecen o mueren cada año en las rutas migratorias. En 2018, los Estados miembros de las Naciones Unidas se comprometieron a "salvar vidas y establecer esfuerzos internacionales coordinados en relación con los migrantes desaparecidos" mediante la adopción del Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular (GCM, en inglés). Cuatro años y más de 15.000 muertes documentadas más tarde, los esfuerzos para dar una respuesta significativa a esta tragedia humana en curso no pueden posponerse más.
En calidad de jefes de las entidades del Comité Ejecutivo de la Red de las Naciones Unidas sobre la Migración —a saber, el Comité Internacional de la Cruz Roja, la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja y la Comisión Internacional sobre Personas Desaparecidas—, hacemos un llamamiento a los Estados para que asuman urgentemente la responsabilidad colectiva de salvar vidas y evitar que los migrantes terminen en paradero desconocido o pierdan la vida en las rutas migratorias, y también para que busquen e identifiquen a los desaparecidos y ayuden a sus familias. Ello guarda consonancia con las disposiciones del Pacto Mundial para la Migración, en particular los objetivos 8 (salvar vidas), 5 (vías de migración regular), 7 (reducir las vulnerabilidades en la migración) y 23 (fortalecer la cooperación internacional) y con las obligaciones pertinentes del derecho internacional.
Un gran número de personas aspira a migrar para lograr la reagrupación familiar, un trabajo decente, una vida digna y mejores oportunidades o se ven obligadas a marcharse debido a desastres naturales y situaciones precarias. Sin embargo, en un contexto en el que las políticas migratorias son cada vez más restrictivas y las vías de migración segura y regular siguen estando fuera del alcance de muchos, incluso durante la pandemia de la enfermedad coronavírica de 2019 (COVID-19), no les queda más opción que la migración irregular por rutas más peligrosas, y a menudo se ven obligadas a recurrir a traficantes para poder migrar. Las consecuencias son obvias: desde el mar Mediterráneo, el océano Atlántico y el mar de Andamán, hasta el desierto del Sáhara, y a lo largo de los corredores migratorios de América, la muerte y la desaparición de migrantes es constante.
En los últimos ocho años, más de 47.000 personas han perdido la vida en estas y otras rutas de todo el mundo. Es más, un número aún superior de muertes no se registra. Y esta cifra no incluye a los miles de migrantes que desaparecen cada año por no poder establecer contacto con sus familias —al caer víctimas de desapariciones forzadas, ser detenidos o quedarse varados, al esconderse por miedo a ser detenidos o deportados, al ser menores no acompañados y separados de sus familias o al quedar gravemente heridos.
Cuando los migrantes desaparecen en las rutas migratorias, sus familias suelen afrontar consecuencias socioeconómicas, psicológicas, administrativas y jurídicas devastadoras. La desaparición de un familiar no solo es motivo de angustia, sino que también puede repercutir en el acceso a la propiedad, la herencia, la patria potestad o la asistencia social.
En este contexto, todos los países —tanto de origen, como de tránsito y de destino— tienen la responsabilidad de dar respuesta a estas dinámicas, algo que requiere esfuerzos multipartitos, y la participación de interlocutores locales y nacionales; para ello, sigue siendo fundamental escuchar las voces de los migrantes y mantener el contacto con las familias afectadas.
También consideramos alarmante la creciente tendencia a criminalizar u obstruir los esfuerzos para proporcionar asistencia humanitaria vital, incluidas las iniciativas de búsqueda y rescate y la atención médica a los migrantes necesitados, lo que es contrario al compromiso consignado en el Objetivo 8 del Pacto Mundial para la Migración.
Por ello, instamos a los Estados a respetar las obligaciones contraídas en virtud del derecho internacional, incluido el derecho de los derechos humanos, defendiendo el derecho a la vida y el derecho a la salud de todas las personas —independientemente de su nacionalidad, origen étnico o social, género, situación migratoria, y otros aspectos—, así como el derecho a la vida familiar, el interés superior del niño y la prohibición absoluta de la desaparición forzosa o la detención arbitraria, entre otros.
Antes de que se celebre el primer Foro de Examen de la Migración Internacional, que tendrá lugar del 17 al 20 de mayo de 2022, y cuya finalidad es examinar los progresos realizados en la aplicación del Pacto Mundial para la Migración, instamos asimismo a los Estados a:
Prevenir la muerte y la desaparición de migrantes mediante:
La concesión de prioridad a las operaciones de búsqueda y rescate, y la colaboración en las mismas, para prestar asistencia a los migrantes, independientemente de su situación migratoria, incluido mediante el establecimiento de mecanismos de desembarco claros y predecibles que garanticen la puesta a salvo en un lugar seguro de todos los supervivientes y la facilitación de una atención y una acogida adecuadas y no privativas de libertad a todos los menores;
La prestación de apoyo a las organizaciones humanitarias y las tripulaciones de los buques mercantes, cuando proceda, en sus esfuerzos para prestar asistencia vital, atención sanitaria y protección a los migrantes en tierra y en el mar; y la no criminalización, obstrucción o disuasión por cualquier otro medio de los empeños de quienes prestan dicha asistencia;
La evaluación periódica de la incidencia de las leyes, las políticas y las prácticas relacionadas con la migración, y su consiguiente revisión, de ser necesaria, para garantizar que se ajusten a las obligaciones jurídicas internacionales y no creen o exacerben el riesgo de muerte o desaparición de migrantes;
La facilitación de los esfuerzos de los migrantes y sus familias para establecer, restablecer o mantener el contacto a lo largo de las rutas migratorias y en los lugares de destino;
El fomento y el refuerzo de las oportunidades para la migración segura y regular de manera que se respete el derecho a la vida familiar y se responda a las necesidades de los migrantes en situación de vulnerabilidad, así como de las prácticas de admisión y estancia basadas en consideraciones compasivas, humanitarias o de otra índole para los migrantes que se hayan visto obligados a abandonar sus países de origen.
Buscar e identificar a los fallecidos o desaparecidos a través de:
El establecimiento de mecanismos transnacionales que permitan el intercambio de información y la concertación de esfuerzos entre los países de origen, tránsito y destino para buscar e identificar a las personas fallecidas o en paradero desconocido, en cooperación con las partes interesadas, incluidas las familias de los desaparecidos, respetando el derecho a la seguridad, la privacidad y las normas de protección de datos;
La recopilación y la divulgación periódicas de los datos sobre las muertes de migrantes y los migrantes desaparecidos, de acuerdo con el derecho a la privacidad y la protección de datos.
Proporcionar apoyo y reparación a las familias de los fallecidos o desaparecidos mediante:
La provisión de mecanismos para que las familias puedan registrar los casos de personas desaparecidas y obtener información sobre las labores de búsqueda, respetando el derecho a la privacidad y protegiendo los datos personales;
La garantía de que las familias de los migrantes desaparecidos en los países de origen, tránsito y destino puedan ejercer sus derechos y acceder a los servicios y otras ayudas para satisfacer sus necesidades específicas;
La garantía del acceso a la justicia, la rendición de cuentas y la reparación para los migrantes y sus familias mediante la realización de investigaciones independientes, imparciales y exhaustivas de todas las denuncias de casos en los que la vida o la seguridad de los migrantes se haya visto amenazada durante la travesía y en los que estos hayan sido objeto de violaciones de los derechos, perpetradas tanto por interlocutores estatales como no estatales, incluido como resultado de formas graves de tráfico de migrantes y trata de personas;
La instauración de procedimientos para la recuperación, la identificación, el traslado y el entierro en condiciones dignas de los restos de los migrantes fallecidos, y la notificación y la asistencia adecuadas a las familias a este respecto.
Si bien aún queda mucho por hacer, existe un conjunto creciente de prácticas, conocimientos y directrices que pueden servir de base para los esfuerzos coordinados encaminados a materializar los compromisos contraídos en virtud del derecho internacional y de los Objetivos del Pacto Mundial para la Migración. Los organismos internacionales, regionales y subregionales pueden desempeñar un papel fundamental para facilitar estos esfuerzos, en colaboración con los interlocutores y las comunidades locales.
En este periodo que precede la celebración del Foro de Examen de la Migración Internacional, instamos a los Estados a que asuman compromisos y promesas de acción concretos a fin de movilizar los esfuerzos para salvar vidas y evitar la desaparición de migrantes.
Nuestras organizaciones están dispuestas a apoyar a los Estados en la aplicación de estos compromisos para garantizar que los principios humanitarios y los derechos humanos de los migrantes y sus familias sigan ocupando un lugar central en todas las iniciativas.
António Vitorino, Director General de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y Coordinador de la Red de las Naciones Unidas sobre la Migración
Guy Ryder, Director General de la Organización Internacional del Trabajo (OIT)
Michelle Bachelet, Alta Comisionada de la Naciones Unidas para los Derechos Humanos(ACNUDH)
Liu Zhenmin, Secretario General Adjunto para Asuntos Económicos y Sociales(DAES)
Achim Steiner, Administrador del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)
Filippo Grandi, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR)
Catherine M. Russell, Directora Ejecutiva del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF)
Ghada Fathi Waly, Directora Ejecutiva de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC)
Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la Organización Mundial de la Salud (OMS)
Peter Maurer, Presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR)
Francesco Rocca, Presidente de la Federación Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC)
Kathryne Bomberger, Directora General de la Comisión Internacional sobre Personas Desaparecidas (CIPD)
La Red de las Naciones Unidas sobre la Migración se estableció con el propósito de asegurar un apoyo eficaz, oportuno y coordinado de todo el sistema a los Estados Miembros en la aplicación, el seguimiento y el examen del Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular. Si bien el mandato de la Red se centra en el Pacto Mundial para la Migración, esta pide a los Estados que también apliquen estas recomendaciones a los refugiados según proceda y que protejan los derechos humanos y la salud de todos por igual, independientemente de su situación migratoria.
Para más información y solicitudes de medios de comunicación, póngase en contacto con: Florence Kim, Secretaría de la Red de Naciones Unidas sobre la Migración: [email protected]; +41 79 748 03 95.
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Obtenga más información sobre el trabajo de la FICR en apoyo de las personas que se desplazan. Y haga clic aquí para leer nuestro informe de política sobre la GCM.
Declaración de la IFRC en el 150º período de sesiones de la Junta Ejecutiva de la Organización Mundial de la Salud (OMS)
La IFRC nació de la pandemia de 1918, y la preparación y respuesta ante epidemias son parte de nuestro ADN.
Tenemos una oportunidad histórica para reformar la arquitectura mundial de la salud este año. Permítanme proponer 3 lentes a través de las cuales debemos medir el éxito:
Primero, las epidemias prosperan en las desigualdades socioeconómicas y geográficas, que afectan los niveles de confianza, el acceso a los servicios de salud y la calidad de la vigilancia; no ignoremos esto y medicalicemos en exceso nuestras discusiones.
Segundo, es crucial que las leyes y los marcos nacionales sobre desastres, incluidas las emergencias de salud pública, vayan más allá de las capacidades del RSI (Reglamento Sanitario Internacional) para ser verdaderamente integrales e inclusivas.
Finalmente, tener vacunas, pruebas y tratamientos efectivos disponibles a escala es fundamental, pero no garantizará su aceptación o disponibilidad en las comunidades. La participación de la comunidad y los sistemas de salud son clave para no dejar a nadie atrás.
La IFRC y sus 192 Sociedades Nacionales miembros están listas para compartir su experiencia y recomendaciones legales y de salud para garantizar que las reformas no solo sean poderosas en el papel, sino transformadoras en la realidad.
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Haga clic aquí para obtener más información sobre el trabajo de la IFRC en salud y atención.
Comunicado de la Cruz Roja Haitiana, el Comité Internacional de la Cruz Roja y la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja sobre la protección de la misión médica
Puerto Príncipe, 28 de octubre de 2021
Los acontecimientos de violencia armada y la interrupción de la distribución de combustible siguen golpeando a Haití y tienen consecuencias humanitarias para la población y su acceso a los servicios básicos, en particular los de salud.
Los cortes de electricidad están dificultando el funcionamiento de las estructuras, bienes y servicios médicos. La atención en pediatría, maternidad, traumatología, urgencias y atención hospitalaria corre el riesgo de quedar completamente interrumpida. La prestación de asistencia también se ve afectada por la imposibilidad de que el personal sanitario se desplace al trabajo.
El suministro de gasóleo a los hospitales es urgente para garantizar la seguridad de los pacientes y el funcionamiento de los generadores y, por tanto, para salvar vidas.
La Cruz Roja Haitiana, con el apoyo de sus socios del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, está trabajando activamente en la respuesta a las consecuencias humanitarias del terremoto que afectó a la región sur del país. Un hospital de emergencia se ha desplegado y está recibiendo más de 100 pacientes diarios. Su funcionamiento también está en riesgo debido a la falta de disponibilidad de combustible.
El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja desea recordar que el trabajo del personal médico, los medios de transporte y la infraestructura médica deben ser respetados y protegidos y no debe ser impedidos ni obstruidos. A ellos se les ha confiado la misión de prevenir y aliviar el sufrimiento humano de las personas heridas o enfermas, estén donde estén.
El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja es un organismo neutral, imparcial e independiente. Su misión es proteger la vida y la dignidad de las víctimas de desastres, conflictos armados u otras situaciones de violencia, proporcionando ayuda y asistencia siempre que sea necesario. En este sentido, el respeto al emblema de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, las ambulancias y el personal humanitario, incluyendo los voluntarios y voluntarias, es crucial para el respeto de los principios humanitarios.
Los donantes prometen un mayor apoyo al Fondo de Emergencia de Socorro en Casos de Desastre (DREF) de la Federación Internacional
Los desastres relacionados con el clima se están produciendo con una frecuencia e intensidad cada vez mayores en todo el mundo. Pero la mayoría pasa desapercibida, devastando vidas, infraestructuras y economías sin atención, recursos o ayuda.
La respuesta local y rápida es lo que más se necesita. Pero a menudo la Cruz Roja o la Media Luna Roja en los países afectados por desastres carecen de los recursos o la capacidad para responder, especialmente si están abordando múltiples crisis.
Ahí es donde el DREF marca la diferencia. Es un depósito central de dinero a través del cual la Federación Internacional canaliza fondos globales rápida y directamente a nuestras Sociedades Nacionales para la acción temprana y la respuesta inmediata a desastres.
Para abordar los impactos humanitarios masivos de los desastres relacionados con el clima y la COVID-19, la inversión debe llegar a nivel comunitario, donde tiene el mayor impacto. El DREF lleva la ayuda directamente a las manos de las personas necesitadas y fortalece la capacidad de las Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja que están en mejores condiciones para entregarla.
Jagan Chapagain
Secretario general de la FICR
Desde su lanzamiento en 1985, la Federación Internacional ha apoyado a 200 millones de personas en crisis en todo el mundo a través del DREF.
La conferencia del 18 de octubre, copresidida por la Federación Internacional y la Unión Europea, buscaba aumentar este fondo innovador y que salva vidas a CHF 100 millones por año a partir de 2022, y hasta CHF 300 millones para 2025, con el fin de abordar el alarmante aumento de los desastres y para apoyar a millones de personas más.
La Unión Europea sigue apoyando el Fondo de Emergencia de Socorro en casos de Desastre. Es un ejemplo concreto de nuestro compromiso con la localización. A través de este fondo, nuestros recursos se han canalizado a las poblaciones con las necesidades más urgentes, de manera abierta y directa.
Janez Lenarčič
Comisario europeo para la Gestión de Crisis
Promesas
La Federación Internacional agradece a los siguientes socios que el 18 de octubre prometieron fondos nuevos o renovados al DREF durante la conferencia:
Unión Europea
Gobierno de Australia
Gobierno de Bélgica
Gobierno de Canadá
Gobierno de Alemania
Gobierno de Irlanda
Gobierno de Corea
Gobierno de Luxemburgo
Gobierno de los Países Bajos
Gobierno de Noruega
Gobierno de Suecia
Gobierno de Suiza
Gobierno del Reino Unido
Cruz Roja Japonesa
White & Case LLP
También nos gustaría agradecer a las respectivas Sociedades Nacionales de los países mencionados por su apoyo al DREF y por su compromiso continuo con sus gobiernos.
Mire: conozca a algunas de las personas de todo el mundo a las que hemos apoyado a través del DREF
Para obtener más información sobre el DREF o la conferencia de promesas de contribuciones:
Visite esta página en nuestro sitio web
Descargue nuestro Plan Anual DREF 2021 y la Ambición Estratégica DREF 2021-2025
Comuníquese con Florent Del Pinto (Gerente, Centro de Operaciones de Emergencia) [email protected] o Ivana Mrdja (Gerente, Sociedad Nacional y Socios del Gobierno) [email protected]
Mujeres resistiendo en medio de la pandemia
by Melissa Monzon/IFRCZurich, Roselbis y Mariluz son tres mujeres que hoy viven en Lima, Perú, muy lejos de su natal Venezuela. Ellas emprendieron un viaje hace algunos años en búsqueda de mejores oportunidades, tanto para ellas, como para sus familias.Zurich“He sido luchadora desde Venezuela, y en el Perú me considero todavía aún luchadora, guerrera. No tengo depender de alguien para que mis hijas avancen, sino que dependo de mí misma, siempre pidiéndole a Dios que me dé fuerza, salud y muchas ganas para seguir adelante.”, nos comenta Zurich, quien vive en Perú desde hace poco más de tres años.Zurich es madre soltera, ella es el sostén de sus dos hijas de 15 y 17 años “Asumí el rol de madre soltera hace once años y me dediqué a trabajar para el bienestar de mis hijas, y hacia ellas me enfoco, me dedico. Todo mi esfuerzo, todo mi sacrificio ha sido por ellas, y realmente no me quiebro, no quiero desistir, quiero salir adelante, quiero sacar a mis hijas adelante, que estudien, que tengan un buen futuro.”, comenta.Cuando llegó a Lima ella no conocía a nadie, pero por la experiencia que había tenido como comerciante en Venezuela, ella sabía que debía tocar varias puertas y que alguna se le abriría. “He tenido bastantes obstáculos, pero con mi mente positiva siempre ‘Hoy no consigo, mañana sí´, no me quedo estancada de que no voy a buscar o que me van a rechazar, eso es como en todas partes, hay que tocar las puertas, no en todas te van a decir lo mismo.”; es así que consiguió un empleo como mesera en un restaurante a los cuatro días de llegar a Lima.Sin embargo, los riesgos siempre están presentes “Estaba en un restaurante trabajando y se me acercó un señor, me preguntó mi nacionalidad y me ofreció dinero a cambio de que me fuera con él; pero yo me hice valer como mujer, y por mi valentía de hacerme respetar, perdí mi trabajo. Cuando me despidieron, me fui a la casa, reposé, descansé y al otro día seguí buscando empleo, y volví a encontrar en otro restaurante. Yo no me paro, sino que, si pierdo uno, busco otro, y así estoy; si se cierra una puerta, toco otra”.Zurich es hoy trabajadora del hogar, realizando las labores de limpieza, cocina, entre otros. Ella, al igual que muchas mujeres, ha sentido los efectos de la pandemia por COVID-19. “Yo trabajo en la modalidad cama adentro, en casa de familia, y cuando empezó la pandemia yo estaba en casa de familia. Me dijeron que tenía que hacer cuarentena con ellos, por lo que estaba presentando en Perú, por la emergencia. Eso me afectó un poco emocionalmente, porque no podía salir para ver a mis hijas y a mi mamá. Pero seguí trabajando, con el entusiasmo, porque también soy el sustento de mi familia, tengo que trabajar aquí por ellos.”. Luego de quedar sin trabajo porque tuvo que salir porque su madre enfermó, Zurich encontró trabajo con otra familia, donde estuvo laborando hasta diciembre del año pasado, donde también tuvo que quedarse sin posibilidad de ver a su familia por cuatro meses “Con pandemia no podía ver a mis hijas, solo las veía por videollamada, no las podía ver físicamente, no las podía tener, pero era o el estar sin empleo pero en casa, o estar fuera de casa pero con un empleo, y me tocó pues.”Zurich forma parte de la agencia Nanas y Amas “Me gusta porque la agencia te da prioridad a ti como mujer, como persona, sin importar tu nacionalidad. Lo importante es que tú trabajes y te desempeñes bien, que demuestres que eres el tipo de mujer que es luchadora y trabajadora. Nos indican que no debemos aceptar humillaciones, si no nos sentimos bien en una casa, llamamos a la agencia y la agencia nos manda retirar, buscan el bienestar para nosotras, para que nosotras estemos bien”.Actualmente Zurich se encuentra sin trabajo, pero con la esperanza de que todo va a mejorar. Después de tres años de estar en Lima, ella menciona estar enamorada de esta ciudad “Realmente Perú me parece que es uno de los mejores países, y estoy enamorada de Lima totalmente. Me gusta su comida, la cocino toda. Aunque también hay de todo, hay personas que sí me vienen de malas vibras, con xenofobia, pero yo simplemente, esa parte no lo tomo en cuenta, y me enfoco a lo que yo quiero, en lo positivo, en lo bueno, para allá es que voy. A mí me parece Perú muy bueno.”RoselbisRoselbis es oriunda de la Isla de Margarita, Venezuela, y llegó a Perú en el 2017. Ella y su esposo eligieron Perú como país de destino, pues tenían familiares peruanos. Roselbis se graduó en el 2012 como médico cirujano en Venezuela, y ejerció su profesión hasta que salió de su país.“Fue realmente difícil dejar Venezuela, fue despedirme de mi familia, despedirme de mi hogar, y también el temor que sentía de llegar a un nuevo país y no saber cómo me iba a ir. No sabía si iba a poder ejercer mi profesión. Eran muchos temores, muchos miedos que se desencadenaban en ese momento. Y aunque la adaptación fue un proceso largo, no fue difícil. Siento que mi adaptación fue rápida por decirlo así.”, nos comenta.Ejercer su profesión fue un poco más complejo, no solo tenía que cumplir los requisitos del país, como la colegiatura y la homologación de su título, sino que encontrar trabajo en su rubro le fue difícil “Me costó mucho, recuerdo que me postulé muchísimas veces, creo que perdí la cuenta de cuantas veces me postulé y fue un poco difícil la búsqueda de trabajo realmente”.En el 2019, comienza a apoyar en las jornadas de salud que brindaba la Cruz Roja Peruana en diferentes puntos de la ciudad de Lima, jornadas dirigidas a población migrante y población local en situación de vulnerabilidad. En febrero del 2020 empieza su labor como doctora del Puesto de Atención en Salud; sin embargo, dos semanas después, se decretó en el Perú el estado de emergencia e inmovilización social por la pandemia por COVID-19, por lo que el puesto tuvo que cerrar. “Recuerdo que nuevamente llegaron los temores y los miedos a mí, porque recién había empezado en este trabajo, y no sabía si lo iba a perder. Felizmente las cosas no fueron así, pasé al trabajo remoto, dejé mi consultorio, y pasé a brindar orientaciones médicas a las personas que lo necesitaban por medio del WhatsApp. Luego, iniciamos las atenciones en los albergues, las cuales aún brindamos.”.En setiembre del 2020 Roselbis regresó a brindar atenciones presenciales ante la reapertura del Puesto de Atención en Salud, desde ahí, ella atiende a personas migrantes, personas que en su mayoría migraron de Venezuela a Perú, como ella. “Realmente me siento bien al brindar este apoyo, porque yo también soy migrante, y atender a mis compatriotas me llena de alegría porque sé las necesidades que tienen estas personas, sé de las dificultades que se les presentan para tener una consulta en salud. Ellos me dicen a veces “Doctora, qué bueno que usted es venezolana, porque me siento en confianza, entiendo sus términos”, y eso también me gusta bastante, que mis pacientes se sientan en confianza conmigo.”Respecto a qué les diría a otras mujeres que, como ella, vienen brindando servicios de salud, Roselbis comenta “Que continuemos en la lucha. Estamos en medio de una pandemia y no debemos caer. Si estudiamos para ser médicos, para brindar atenciones de salud, y nos ha tocado vivir esta pandemia, hay que seguir al pie de la lucha, seguir con esta bonita carrera que decidimos algún día empezar”.Mariluz Mariluz nació en el estado de Anzoátegui, Venezuela; ella es técnica en seguridad industrial, y durante 15 años ejerció su profesión en Venezuela en la industria petrolera; hoy, en Lima, Perú, se dedica a la limpieza de casas y oficinas.“La razón por la cual salimos fue por la salud de mi niño menor, él tiene una condición desde que nació, sufre de broncoespasmos. Como llegó un momento en que no tuvimos acceso a los medicamentos y que casi le da un paro respiratorio, con mi esposo tomamos la decisión de irnos. Y es así como tuvimos que sacrificar todo lo que habíamos construido durante quince años, de vender todos nuestros bienes, todo por mejorar la calidad de vida sobre todo de nuestros niños. Porque cuando todavía tienes voluntad, coraje, sabes que tienes la fuerza para salir adelante, y no ver atrás; igual siempre uno tiene temor de empezar de cero al inicio, esa incertidumbre de llegar a un país desconocido; pero una vez que llegas y ves la acogida, esa hermandad que hay dentro de toda esta situación, una piensa ‘Tomémoslo con calma, que sí lo vamos a lograr´”, de esta manera, Mariluz resalta el apoyo que ha tenido desde que llegó a Perú, donde nos indica ha hecho buenas amistades, quienes les han tendido una mano.Cuando llegó a Perú, el dueño del edificio, quien tenía una lavandería le ofreció trabajo, ahí laboró durante tres meses. “Cuando el dueño me pregunta si sabía hacer una cosa, yo le contesté ‘No lo sé, pero tengo la voluntad de aprender´”, y con eso se proyectaron para obtener lo necesario para subsistir. Paralelamente, Mariluz arregló su situación migratoria para poder trabajar.Cuando llega la pandemia, ella nos comenta que su esposo perdió el trabajo, y por ello sintió temor por toda la incertidumbre que existía, tanto en el tema de salud, como en su situación laboral. Gracias a las amistades que fue cultivando en su tiempo en Lima, consigue trabajar brindando asesorías en seguridad industrial, este trabajo le permitió mantener a su familia durante el tiempo que su esposo estuvo desempleado. Sin embargo, el ingreso le alcanzaba para cubrir la alimentación, más no el alquiler de su habitación “Tuvimos la gran ventaja de que el arrendatario es un señor muy cordial y muy comprensivo, y pudimos llegar a acuerdos con él en cuanto al pago”.Mariluz forma parte de Loop, iniciativa que busca vincular a las mujeres venezolanas en condición vulnerable con oportunidades de empleo aprobadas que garanticen una remuneración justa, seguridad y la oportunidad para decidir sus propios términos de empleo. Ella indica que esto le ha permitido empoderarse de su tiempo, ya que como tiene dos niños pequeños, no los puede dejar tantas horas solos. “Realizando estas labores de limpieza y desinfección de casas y oficinas puedo elegir los días que voy a trabajar y programar mi semana. Adicionalmente a esto me gusta hacer postres, hago mis tortitas. Antes cuando no estaba todo tan cerrado (por la pandemia), yo salía a la calle a vender mis postres por porciones”.Cuando reflexiona sobre ser mujer y migrante, ella nos dice “Para mí, la mujer migrante es una mujer luchadora, una mujer aguerrida, es una mujer que sale a luchar, sin distinción de nacionalidad, porque aquí no se trata de nacionalidad, se trata del amor que tienes a tu familia y del compromiso que tienes, así definiría a la mujer en este tiempo.”“Nuestro lema es que siempre hay que ver qué oportunidades hay. Se pueden presentar inconvenientes, pero luego viene la oportunidad. Yo pienso que es ese positivismo que uno mantiene día a día que te permite estar aprovechar las oportunidades.”
México: aumentan los casos de violencia y ataques contra el personal de salud en el contexto de la pandemia de COVID-19
Por Fernando Gandarillas.En México, los paramédicos de la Cruz Roja están acostumbrados a atender casos de violencia. Sin embargo, desde el comienzo de la pandemia de COVID-19, el personal de salud se enfrenta cada vez más a ataques personales.“A veces nos ha tocado atender personas heridas de bala. Tenemos que aprender a manejarnos en este contexto porque son situaciones de mucha tensión donde la gente se pone muy agresiva. Nunca me han apuntado con una pistola, pero si he sido atacado”, indica Alejandro, paramédico de 21 años perteneciente a la delegación de Huixquilucan de la Cruz Roja Mexicana. "Los efectos de la pandemia han hecho que el trabajo se vuelva más difícil. La gente está desesperada. El encierro y el hecho de que las personas se están contagiando está creando muchísimo malestar”, explica.Hace unos meses Alejandro tuvo que enfrentar un incidente atendiendo a un paciente de más de 60 años que tenía COVID-19. “Cuando llegamos a su domicilio, la persona se encontraba en estado crítico, tenía complicaciones severas de respiración. Además, sus síntomas evidenciaban otras afectaciones de salud que había venido arrastrando desde semanas atrás, lo cual empeoraba su condición”. Debido al estado de este hombre, Alejandro sugirió a sus familiares movilizar al paciente al hospital más cercano. Ellos se resistieron y empezaron a molestarse, querían que se lo lleve a un hospital que conocían pero que estaba ubicado mucho más lejos. Finalmente accedieron a que se lo traslade al hospital más cercano. En el trayecto, el paciente falleció a pesar de todos los esfuerzos realizados por el personal paramédico para mantenerlo estable. Al llegar al hospital los familiares se percataron del hecho y estallaron en ira. Agredieron a Alejandro y a otro médico del hospital alegando que murió por culpa de ellos. “Los ataques al personal médico se está convirtiendo en algo muy común. Con la pandemia de COVID-19, la situación se está poniendo peor”, explica Alejandro.El aislamiento social es otra de las realidades con las que tienen que bregar los paramédicos. Muchos deben alejarse de sus familias. “Lo estamos manejando. Sin embargo, es duro no poder ver a tus seres queridos y estar alejado de tus amigos. La demanda del trabajo y el asilamiento me costó incluso mi relación de pareja”, comenta Alejandro. La Cruz Roja Mexicana ha invertido un gran esfuerzo para dar soporte emocional a personas como Alejandro que deben trabajar directamente en las calles y zonas donde el virus está atacando. Además, la Sociedad Nacional ha trabajado duro para capacitar a su personal en acceso seguro y manejo de protocolos de bioseguridad. “Nosotros no vamos a parar, vamos a seguir trabajando para ayudar, pero si vamos a hacerlo de manera más segura”, afirma.La noche se empieza a poner, y Alejandro se dirige al hostal en donde se encuentra hospedado como medida preventiva para no estar en contacto físico con sus familiares. Ha finalizado su turno de 24 horas y ahora le corresponden dos días de descanso, los cuales aprovechará para estudiar. Sigue una carrera de aeronáutica y debe dedicarle la gran parte de su tiempo libre. “Me gusta mantenerme ocupado, no me gusta lo fácil”, afirma. Su vocación como paramédico viene por herencia. Sus padres también han estado vinculados al Movimiento de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja desde hace muchos años. Frente a lo difícil de la situación, él se mantiene con actitud positiva. A pesar de las complicaciones, Alejandro está determinado a seguir dando lo mejor de sí para enfrentar la pandemia. “Hago mi trabajo con amor y pasión. Es normal tener miedo en las actuales circunstancias, pero me llena de vida hacer lo que hago. Es muy padre poder ayudar a la gente”.
Una pausa en la frontera antes de seguir su camino
Por Melissa MonzónA 3695 metros sobre el nivel del mar se encuentra el campamento de Tata Santiago, ubicado en el distrito de Pisiga, Bolivia, en la frontera con Chile. Este campamento fue acondicionado para recibir a las personas que estaban retornando a Bolivia, quienes debían cumplir con el aislamiento obligatorio como medida preventiva, antes de seguir su camino hacia sus respectivos destinos dentro del país.El campamento contaba con una capacidad de más de 400 personas, y se diseñó para que quienes se encuentren ahí puedan tener acceso a diversos servicios. Son aproximadamente tres mil personas las que pasaron por el campamento, en diferentes turnos desde su apertura hace ya casi tres meses hasta su cierre, el miércoles 01 de julio.Todas las personas que pasaron por el Tata Santiago se encontraban en camino a sus hogares en distintas localidades del país; algunas viajaban solas, algunas con sus familias. Muchos tenían trabajos temporales en el país vecino de Chile, pero en el contexto del COVID-19 los perdieron, y al no contar con una fuente de ingreso, decidieron retornar a Bolivia.Poder estar en comunicación con sus familias se convirtió en algo muy importante en las dos semanas que debían quedarse en el campamento. Por ello, la Cruz Roja Boliviana otorgó el servicio de restablecimiento de contactos familiares, el cual permitió que las personas puedan estar en contacto con quienes aman durante su estadía.La coordinación interinstitucional se convierte en un factor clave en casos como este, y eso lo sabe muy bien la Cruz Roja Boliviana. Por ello, coordinaron con el Viceministerio de Defensa Civil, acciones para la administración del campamento, y con la Organización Internacional de Migraciones (OIM) la gestión y cobertura de necesidades básicas humanitarias. Por otro lado, en coordinación con Defensa Civil se pudo incrementar la capacidad del campamento para que los albergados tengan un nivel de vida digno y seguro. Además, se coordinó con el sistema de salud para atender los casos necesarios.Asimismo, se coordinaba con cada nuevo grupo de personas que llegaba al campamento, para el apoyo en las labores de limpieza y de entrega de comida, así como las reglas de convivencia, como el tiempo de uso de cada sala del campamento, y principalmente, se les realizaba constantes controles médicos durante su estadía. Para los más pequeños se estableció una sala didáctica, donde pintaban, jugaban o veían alguna película. De esta manera, todos y todas colaboraron para que haya una buena convivencia.La Cruz Roja Boliviana también ha venido apoyando la administración de otros dos campamentos en la frontera con Brasil y Argentina. Asimismo, en la respuesta frente al COVID-19, viene realizando atenciones en salud y apoyo psicosocial, labores de desinfección, entrega de kits de alimentos y de higiene, e información para la prevención y el cuidado en español y en lenguas originarias.
Una intensa labor humanitaria junto a comunidades vulnerables del norte de Argentina
La noche anuncia su llegada, y el calor se aferra a la arena en los últimos minutos que le quedan. Y mientras el ocaso se posiciona detrás del campamento base, un cacique wichi, su esposa y sus hijos conversan relajados con un par de voluntarios y voluntarias de la Cruz Roja que ya terminaron su jornada y se sientan a disfrutar del momento. El hombre les cuenta sobre su vida y como eran esas tierras hace décadas atrás. Una zona de contrastes desérticos y un eterno vaivén de calores secos y fríos medulares siempre acompañados del viento. La comunidad Wichi, al igual que los Toba, Chorote y otras etnias de la región, han sido los eternos moradores de la provincia de Salta. En este lugar el agua siempre ha sido una preocupación, pero en los últimos años la situación se ha tornado crítica.A inicios del 2020, el Gobierno Provincial declaró el estado de emergencia socio sanitaria. La desnutrición cobró la vida de 8 niños, y el desabastecimiento del líquido vital implicó serias complicaciones higiénicas. Acorde a un estudio realizado en febrero por el Observatorio Humanitario de Cruz Roja Argentina, el 90% de las poblaciones Wichi que habitan en la zona se encuentran en una situación nutricional por debajo de lo normal, y el 84% de los niños tuvieron diarrea en el último mes.La Cruz Roja Argentina ha venido trabajando en este territorio desde algunos años atrás. Ha sido un trabajo sostenido que ha generado un fuerte vínculo con los miembros de la comunidad. “Desde hace años nos vienen acompañando” Comenta Joaquín, Cacique de la Comunidad Quebracho Blanco “Ya son personas conocidas. Ahora falta que más personas vengan a trabajar aquí”. A inicios de este año la Sociedad Nacional, con el apoyo de la IFRC, montó un campamento base con el que se llega a más de 38 comunidades. Fundamentalmente, se ha brindado atención primaria en salud y se han realizado labores en agua y saneamiento.En este campamento base se ha instalado una planta de potabilización de agua con una capacidad de 60.000 litros diarios donada por la Cruz Roja Española. Esto ha ayudado de manera significativa a la población. “Han mejorado los signos de salud, se nota que las personas están mayormente hidratadas” indica Merina Moreno, voluntaria que apoya en la línea de salud en la zona y quien ha estado vinculada en procesos de atención primaria desde hace meses en Salta. Además, se ha hecho la entrega de filtros comunitarios, bidones y 556 filtros familiares en 17 comunidades de la zona.El trabajo ha requerido un enorme esfuerzo, más aún con las complicaciones generadas por los efectos de la Pandemia de la COVID-19. Debido a las medidas de aislamiento decretadas, la movilización de equipos dentro del país, y traída de insumos requeridos desde el exterior, debieron tomar más tiempo, implicaron retrasos en el proyecto y aumentaron costos. Algo similar está ocurriendo con la movilización de voluntarios y voluntarias. “Las distancias son enormes, por ejemplo, mover un voluntario o voluntaria desde Buenos Aires al campamento, implica más de 20 horas de viaje. En consecuencia, la planificación operativa tuvo que ajustarse a estos tiempos dado que implica 4 días de viaje, 2 de ida y 2 de vuelta” Indica Abel Martínez, Director de Respuesta a Emergencias de la Cruz Roja Argentina. “Por cuestiones especialmente de salud mental, los voluntarios y voluntarias deben estar en el campamento por un máximo de 15 días y de ahí ser relevados”.Sin embargo, el optimismo y las ganas de ayudar son más fuertes que las complicaciones enfrentadas. Los voluntarios y voluntarias de la Sociedad Nacional encuentran en esta actividad gratificación al conectarse con las personas de esta zona.La noche termina de ponerse, y entre el cálido viento que se escurre en el desierto se esparcen los relatos del cacique. Los voluntarios y voluntarias lo escuchan atentos y con un profundo sentimiento de satisfacción. Saben que ha sido un día más de acciones positivas en la comunidad, y que mañana continuarán aportando y aprendiendo en una de las zonas más olvidadas del país, junto a personas que los reciben con calidez y dispuestos a trabajar por un cambio en sus localidades.
Valorar más allá de lo material, valorar a quien tienes al lado
De profesión, Dora es docente de nivel inicial, y William informático a nivel técnico. Ambos se conocieron hace treinta y dos años en su querida Venezuela. Fueron amigos durante mucho tiempo, antes de convertirse en compañeros de vida, como les gusta llamarse. Tienen ya dos años de relación, el mismo tiempo que llevan viviendo en Lima, la capital del Perú. Hace dos años decidieron migrar hacia este país, en búsqueda de una mejor calidad de vida y para juntos, emprender proyectos que tienen planeados a largo plazo.“Salimos de Barquisimeto, estado Lara, y nos trasladamos hasta Táchira, para poder cruzar el puente Simón Bolívar. Luego del proceso de registro, que fue cinco horas aproximadamente, ingresamos a Colombia. De ahí tomamos un bus desde Cúcuta a Rumichaca. En Ecuador tomamos una minivan para Quitumbes, ahí el cambio de clima fue fuerte, mucho frío. De ahí nos tomó doce horas para llegar a la frontera con Perú, y entrar por el CEBAF en Tumbes. Ya ahí tomamos un bus a Lima”. Así nos relatan el trayecto de seis días que tuvieron que emprender por tierra para poder llegar hasta su lugar de destino. En este trayecto fueron víctimas de robo tres veces. Es así como llegaron a Lima sin dinero, sin teléfono, y sin manera de comunicarse con sus familias en el trayecto.Cuando salieron a buscar empleo, conocieron a los dueños del edificio donde ahora viven, quienes al inicio les dieron la oportunidad de quedarse en un pequeño local en el sótano, sin cobrarles nada en ese periodo. Ellos consideran que, gracias a estas personas y a su generosa ayuda, tuvieron la oportunidad para emprender, y para poder costear el alquiler y los gastos y servicios básicos del departamento que ocupan hoy.“La primera odisea de empleo no fue nada fácil, la vida del migrante es bastante dura en cualquier país” nos comenta William. En estos dos años, entre él y Dora han tenido varios trabajos, siempre temporales, y también periodos de desempleo. El primer trabajo de Dora fue en una zapatería en un mercado, y el de William en un restaurante donde hacía todas las labores, y donde pasaba casi todo el día “El horario era bastante fuerte. Yo salía de aquí a las 9 de la mañana y regresaba 2 o 3 de la mañana del día siguiente”, relata.Tanto para Dora como para William los meses de enero a marzo, son los más difíciles, pues es donde usualmente falta el trabajo, y porque muchos de los contratos son hasta el mes de diciembre. El año pasado decidieron hacer diferentes cosas para generar ingresos en esta época, y juntos se pusieron a trabajar con manualidades, y también con repostería. “También hicimos sopa, pero esta no la vendimos, se la llevamos a los vecinos para que prueben nuestra comida”, cuenta Dora. Luego, juntos, trabajaron en un colegio haciendo la renovación del mobiliario del área de educación inicial. Lograron terminar este trabajo con mucho esfuerzo, y entregarlo a tiempo antes del inicio de clases, las cuales fueron suspendidas tres semanas después, debido al COVID-19.Dora y William llevan más de dos meses acatando el aislamiento obligatorio que decretó el gobierno peruano como una medida de respuesta a la emergencia por COVID-19. “La cuarentena no ha sido fácil a nivel económico porque no producimos, no tenemos un ingreso; pero a nivel de convivencia, ha sido muy grato, porque desde que llegamos al país lo único que hemos hecho ha sido trabajar todo el tiempo. Aquí las jornadas son de más de ocho horas, más el tiempo de traslado que toma llegar a tu trabajo, estás todo el día en la calle. Ahora, este tiempo de aislamiento nos ha ayudado a compenetrarnos como pareja, y también nos ha ayudado a valorar a la persona que tienes al lado antes de lo material, y a colaborar dentro de tus posibilidades con los que están en tu entorno”, reflexiona Dora. También nos comenta que este tiempo les está sirviendo para prepararse en diferentes cosas, y se han abocado a seguir cuantos cursos, talleres, y conferencias encuentren a su paso.Pero no generar ingresos, incrementaba la presión y preocupación por el mañana. “La ayuda de la Cruz Roja nos llegó caída del cielo, porque ese día se nos terminaba la comida, teníamos una semana a pan y agua, y esto ha sido una bendición. Si no hubiese sido por esa ayuda, imagínese cómo estuviésemos ahorita”, agrega Dora.Dora y William forman parte del programa de transferencia monetaria de la Cruz Roja, implementada con apoyo de la Unión Europea. Este programa entrega una tarjeta a familias vulnerables, para que puedan gastar en lo que más necesiten en estos momentos.“El mismo día que nos entregan la tarjeta, una vecina que tiene una bebé pequeña se quedó sin leche, sin nada, y bueno, así también pudimos tenderle una mano, ayudarla.”, nos dice Dora, mostrando ser un ejemplo de solidaridad aún en tiempos de emergencia.
De los bombardeos a los apagones: Los equipos de la Media Luna Roja Palestina afrontan retos de vida o muerte para salvar vidas.
Desde que estalló la violencia armada en Israel y la Franja de Gaza el 7 de octubre, el trabajo de los equipos de los servicios de emergencia no ha cesado, a menudo en las circunstancias más desgarradoras.
Cada día, los equipos de ambulancias de la Media Luna Roja Palestina (MLRP) salen a las calles de Gaza, salvando vidas y arriesgando la suya propia, ya que incluso ambulancias y hospitales han sido objeto de ataques.
Desde el principio, los equipos de la MLRP han respondido incansablemente, prestando primeros auxilios y apoyo psicosocial, transportando a las víctimas mortales y distribuyendo ayuda esencial mientras prosiguen los combates.
Lamentablemente, cuatro voluntarios de la MLRP perdieron la vida mientras estaban de servicio, lo que dificulta aún más el trabajo de sus colegas, que intentan hacer frente a la pérdida.
"Para ser totalmente sincero, tengo miedo, como todo el mundo", Haitham Deir, paramédico de la MLRP que trabaja en la delegación de Rafah. "Dejé a mis hijos en casa sin acceso a comida, agua o electricidad. Cuando estoy de servicio, les llamo periódicamente para ver cómo están, y esta preocupación constante es abrumadora, a lo que se suma el hecho de que nos enfrentamos a disparos y bombardeos constantes, y algunos de nosotros resultamos heridos o morimos.
"Todos estos retos pasan factura a nuestro bienestar psicológico. Sin embargo, persistimos. Es una obligación moral, y yo seguiré trabajando hasta el final".
‘Nuestros ojos y oídos’
Además de los incesantes bombardeos y tiroteos, los equipos de la MLRP han tenido que lidiar con cortes intermitentes en las comunicaciones, lo que significa que a menudo no hay forma de que la gente llame para pedir una ambulancia cuando se produce un ataque.
Esto ha dificultado enormemente su respuesta. Sin embargo, los equipos de ambulancias de la MLRP han encontrado formas creativas de garantizar que los paramédicos puedan encontrar a la gente cuando hay una necesidad urgente.
"Colocamos nuestras ambulancias estratégicamente y tuvimos que usar nuestros ojos y oídos para estar atentos a los bombardeos", explica Mohammed Abu Musabih, director de operaciones y emergencias de la MLRP en la franja de Gaza. "Luego se enviaron equipos a las zonas bombardeadas, porque es allí donde es más probable que la gente necesite ayuda".
"También colocamos ambulancias cerca de los hospitales, y confiamos en que las ambulancias que llegaban con personas heridas nos dieran información sobre el lugar del que procedían", continuó. "A continuación, los equipos de ambulancias se dirigían al lugar".
Por desgracia, en la mayoría de los casos, incluso los intentos más creativos han sido ineficaces, ya que los equipos de la MLRP tienen enormes dificultades para llegar a las personas necesitadas debido a los daños en las infraestructuras, los bloqueos de carreteras y los asedios militares que se están produciendo en varias partes de la ciudad.
Se acaban las provisiones y llega el invierno
La situación dentro de los hospitales de Gaza ha sido aún más trágica, ya que el personal médico y de enfermería ha recurrido a la medicina tradicional a medida que se agotaban los suministros. Muchos hospitales se vieron obligados a suspender sus servicios por falta de combustible.
La población palestina también ha buscado refugio en los hospitales, pero tras el asedio, muchas personas -entre ellas enfermas y heridas- tuvieron que ser evacuadas, sin tener adónde ir.
Gran parte de las personas afectadas en Gaza viven actualmente en tiendas de campaña o en espacios abiertos, lo que les deja en una situación extremadamente vulnerable a medida que se acerca el invierno, y con él la amenaza de inundaciones y la posible propagación de enfermedades. Los equipos de ambulancias y voluntariado de la MLRP estarán allí haciendo todo lo posible para garantizar que la gente reciba la mejor atención posible dadas las circunstancias.
Hasta el 11 de diciembre, los equipos de la MLRP habían prestado asistencia de emergencia a más de 11.000 personas y habían trasladado los cadáveres de más de 3.500 personas fallecidas a causa de los combates. Los equipos de Cisjordania han atendido a más de 3.000 personas heridas y han transportado a más de 80 cadáveres de personas fallecidas en el conflicto.
"Desde que comenzaron las hostilidades, los equipos y personas voluntarias de la Media Luna Roja Palestina estuvieron en primera línea salvando vidas, día tras día, sin descanso", afirma Hossam Elsharkawi, director regional para Oriente Medio y Norte de África.
"El nivel sin precedentes de los retos a los que se enfrentaron es incomprensible. Les rendimos un gran homenaje; han mostrado lo mejor de la humanidad. Paralelamente, hacemos un llamamiento a la comunidad internacional para que acelere soluciones diplomáticas que aborden las causas profundas, incluido el fin del inhumano asedio a Gaza, y permitan que llegue más ayuda humanitaria a todas las partes de Gaza, incluido el combustible."
IFRC-DREF recauda 64 millones de francos suizos en su Conferencia de Compromisos de Contribución, estableciendo un nuevo récord
Destacados donantes de todo el mundo se reunieron en Ginebra, Suiza, el 17 de noviembre para comprometer nuevos fondos o renovar los existentes para el Fondo de Emergencia para la Respuesta a los Desastres (IFRC-DREF), con lo que el fondo da un paso significativo hacia su ambición estratégica: aumentar a 100 millones de francos suizos para 2025.Colectivamente, los asociados intersectoriales mundiales, incluyendo gobiernos y empresas del sector privado, prometieron más de 64 millones de francos suizos en apoyo al IFRC-DREF para 2023, superando el total del año pasado y el récord anterior de 43 millones de francos suizos. Además, gracias a la estructura de seguro establecida para 2023, el IFRC-DREF podrá disponer de hasta 15 millones de francos suizos adicionales, siempre que se cumpla el requisito para el pago del seguro.La Conferencia de Compromisos de Contribución de este año puso de manifiesto el firme compromiso de ayudar al IFRC-DREF a ampliar su capacidad para responder rápidamente a las necesidades humanitarias, en particular ante la creciente demanda y los desastres cada vez más complicados relacionados con el clima."Este año ha sido un año sin precedentes para el IFRC-DREF, marcado por una escala y una complejidad de operaciones sin comparación", dijo el secretario general de la IFRC, Jagan Chapagain. "En un mundo cada vez más marcado por el cambio climático, el IFRC-DREF está en una posición única para responder de manera inmediata y eficaz a quienes lo necesitan. Garantiza que la ayuda sea eficiente y eficaz, y empodera a los actores locales mejor posicionados para comprender y satisfacer las necesidades de la comunidad. Esto subraya la necesidad crítica de fortalecer herramientas como el IFRC-DREF para intensificar nuestros esfuerzos humanitarios".Haga clic en el enlace a continuación para ver una grabación de vídeo de la Conferencia de Compromisos de Contribución en directo.Hitos del IFRC-DREFCada año se producen pequeños y medianos desastres en silencio. Sin atención mediática ni visibilidad internacional, pueden tener dificultades para atraer financiación. A pesar de ello, el IFRC-DREF ha llegado a más de 220 millones de personas afectadas por desastres desde que se puso en marcha en 1979. El IFRC-DREF destaca por su compromiso de canalizar el apoyo directamente a los actores locales: El 82 por ciento de las asignaciones van directamente a las Sociedades Nacionales, lo que permite a las Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja llevar a cabo una acción humanitaria local rápida y eficaz. A escala mundial, el porcentaje medio de financiación que se destina a los actores locales es de apenas el 1,2 por ciento. En 2023, la IFRC también reforzó la capacidad del fondo para responder con rapidez, eficacia y transparencia. En Alianza con Aon, Lloyd's Disaster Risk Facility y el Centro para la Protección ante Desastres, lanzó el Seguro DREF de la IFRC. Aprovechando los presupuestos de ayuda pública para movilizar recursos privados y hacer que las contribuciones de los donantes lleguen más lejos, el IFRC-DREF se propone prestar asistencia a seis millones de personas más.Más resultados de la Conferencia de Compromisos de Contribución 2023En la Conferencia de Compromisos de Contribución de este año volvieron a participar antiguos asociados mundiales y partidarios del IFRC-DREF, así como nuevos donantes. Asistieron a la Conferencia más de 70 participantes en representación de 35 gobiernos y del sector privado.En total, durante la Conferencia se hicieron 23 declaraciones de compromiso. La IFRC aprecia enormemente la introducción de varios nuevos donantes al IFRC-DREF, a saber, la Autoridad de la Media Luna Roja Saudita y su gobierno, el compromiso plurianual del gobierno de la República de Corea, la contribución por primera vez del gobierno de Lituania y la contribución de Nestlé. La IFRC desea agradecer a todos los participantes y donantes su compromiso con esta herramienta fundamental para la respuesta humanitaria y la resiliencia de las comunidades. Haga clic aquí para leer el documento de síntesis de las declaraciones de compromiso y conocer todos los detalles.Para más información sobre el IFRC-DREF o la Conferencia de Compromisos de Contribución 2023:Visite esta página en nuestro sitio web.Lea este hilo de Twitter para ver cómo se desarrolló la conferencia.Para más información, también puede ponerse en contacto con:Florent Del Pinto (Director del Centro de Operaciones de Emergencia)[email protected] Mrdja (Directora, Sociedad Nacional y Socios Gubernamentales)[email protected]
Tras el terremoto, la Cruz Roja China ayuda a la población a recuperarse y reconstruir
Hace poco más de un mes, un terremoto de magnitud 6,2 sacudió la prefectura de Linxia, en la provincia de Gansu (China). El sismo se produjo en la medianoche del 18 de diciembre de 2023, mientras la gente dormía en una fría noche de invierno, destruyendo hogares y cobrándose vidas.La Cruz Roja China, que cuenta con una capacidad de preparación para desastres bien desarrollada y con un mecanismo de cooperación establecido con sus secciones provinciales, respondió de inmediato, llevando a cabo rápidamente labores de rescate y socorro mientras corría contrarreloj para salvar vidas. El primer lote de artículos de socorro enviado por la Cruz Roja China llegó en las primeras 12 horas después del terremoto.En las horas y días siguientes, se enviaron a la zona del desastre más de 20 equipos de rescate de la Cruz Roja de cinco categorías, desde ayuda médica hasta apoyo psicológico.Los equipos llevaron a cabo una amplia labor de respuesta, que incluyó búsqueda y rescate, material de primeros auxilios, apoyo psicológico, suministro de comidas y aseos, construcción de lugares de reasentamiento, así como transporte y distribución de material de ayuda para desastres.A los diez días del terremoto, las personas afectadas se habían trasladado a refugios provisionales limpios y cálidos; y las escuelas habían reanudado las clases. Ahora, una vez finalizada la respuesta rápida, la operación ha pasado a la fase de recuperación y reconstrucción tras la emergencia.Salud mental: clave en la recuperaciónCon la normalización gradual de la vida de la gente, algunos lugares de la aldea han empezado a ofrecer cursos de capacitación en oficios como soldadura, cuidado de personas adultas mayores y tareas domésticas, con subvenciones para la formación. Las sesiones de formación pretenden que la gente tenga más confianza en sí misma y sea capaz de reconstruir sus hogares y medios de subsistencia.Otro elemento clave de la recuperación es ayudar a la gente a adaptarse al enorme impacto que ha tenido el terremoto en sus vidas. Esta es una de las razones por las que el voluntariado organiza regularmente sesiones de asesoramiento, así como actividades lúdicas y juegos para la niñez en muchas de las zonas de reasentamiento."¿Volverás mañana?", pregunta un niño a Chunhui Ji, jefe del equipo de servicio psicológico Gansu Mingrui de la Cruz Roja, tras una de esas alegres sesiones de juegos en uno de los lugares de reasentamiento."La intervención en situaciones de crisis es una parte importante de la recuperación después de un desastre", dice Chunhui Ji. "Si no se proporciona asesoramiento a tiempo, afectará a la salud psicológica e incluso física de las personas afectadas mucho tiempo después del desastre, afectando especialmente al crecimiento de las personas jóvenes".La diferencia que está marcando el asesoramiento puede verse en la forma en que las infancias interactúan entre sí, antes y después de las sesiones. Un niño pequeño, asustado por el terremoto y sus consecuencias, era reacio a jugar o hablar. Sin embargo, después del asesoramiento con el miembro del equipo psicológico, su nerviosismo disminuyó mucho y empezó a participar activamente en los juegos con sus pares."Los desastres como los terremotos son repentinos y provocan graves daños", explica Tao Tian, miembro del equipo de rescate psicológico y médico del Hospital Ningxia Ningan. "A lo largo del desastre y los periodos posteriores, las personas pueden mostrar distintos grados de estrés psicológico en diferentes momentos, lo que requiere técnicas de intervención adaptadas para ayudar a restablecer la salud mental".La Cruz Roja China concedió gran importancia al bienestar mental de la población afectada, dando prioridad al asesoramiento psicológico de la niñez y adolescencia. En respuesta a la imperiosa necesidad, 25 miembros de los equipos de rescate psicológico de la Cruz Roja de Gansu y Ningxia estuvieron trabajando a tiempo completo en los lugares de reasentamiento, desde el tercer día después del terremoto."Las personas están expuestas a acontecimientos sumamente angustiantes cuando ocurren desastres, como un terremoto", dice Olga Dzhumaeva, Jefa de la Delegación de Asia Oriental de la IFRC. "Ocuparse de la salud mental de las personas es una parte vital de lo que hacemos durante y después de un desastre. El apoyo psicosocial a las personas afectadas, incluida la niñez, es clave para la respuesta humanitaria, ya que tiene un impacto inestimable en la vida de las personas que se encuentran en una situación de necesidad crítica." Parte de la información fue facilitada por la Agencia de Noticias Xinhua