Nigeria

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Nigeria: Brote de difteria

Desde diciembre de 2022, Nigeria se enfrenta a un grave brote de difteria que ha causado 471 muertes, más de 7.400 casos confirmados y 12.000 casos sospechosos a 28 de septiembre de 2023. El brote ha aumentado bruscamente desde julio de 2023, con más de 1.000 casos nuevos identificados cada semana. El estado de Kano es el principal centro del brote, que ahora se extiende por 19 estados. La búsqueda activa de casos, el rastreo de contactos y la vacunación siguen siendo escasos en estas zonas. Para combatir el brote, la IFRC y sus miembros esperan recaudar 6 millones de francos suizos para ayudar a la Cruz Roja de Nigeria a ampliar su respuesta en 12 estados.

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Se intensifica la crisis del hambre en África: La IFRC advierte contra la fatiga de la crisis

Ginebra/Nairobi, 7 de diciembre de 2023: En respuesta a la creciente crisis del hambre en África subsahariana, la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) amplía su llamado a la acción en medio de la creciente preocupación por la fatiga de la crisis. Para ello, la IFRC ha revisado su llamamiento de financiación a 318 millones de francos suizos, con el objetivo de llegar ahora a 18 países. Ha pasado más de un año desde el lanzamiento inicial del llamamiento para la crisis del hambre en África, pero las necesidades siguen superando el apoyo recibido. Inicialmente fijado en 215 millones de francos suizos para 16 países, sólo se han recaudado 59 millones de francos suizos. Esta crisis humanitaria, intensificada por sequías recurrentes, inundaciones provocadas por El Niño, conflictos y recesiones económicas, exige una respuesta inmediata para evitar el sufrimiento generalizado y la pérdida de vidas y medios de subsistencia. Alrededor de 157 millones de personas de 35 países del África subsahariana se enfrentan a una grave inseguridad alimentaria. A pesar de las alertas tempranas de las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja africanas, se necesitan más fondos y recursos. El Cuerno de África se ha visto especialmente afectado por la sequía más prolongada de la que se tiene constancia, con cinco estaciones secas consecutivas. En contraste, regiones como el este de Kenia, partes de Sudán del Sur, Somalia, Etiopía y Tanzania experimentaron lluvias más intensas de lo habitual durante la temporada de octubre-diciembre, lo que provocó inundaciones que agravaron aún más la situación de quienes ya se enfrentaban a una grave inseguridad alimentaria. Esta combinación de condiciones meteorológicas extremas, junto con los conflictos en curso, ha dado lugar a cosechas muy diversas en todo el continente. El voluntariado de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja es testigo de condiciones desgarradoras en las que muchas personas, entre ellas mujeres e infancias, sobreviven con menos de una comida al día. Mohamed Omer Mukhier, Director Regional para África, hizo hincapié en la urgencia permanente: "En el último año se ha puesto de manifiesto la extrema necesidad de recursos para hacer frente a la actual crisis del hambre, con millones de personas privadas de agua, alimentos y servicios sanitarios. Aunque esta crisis se ha intensificado, se ha visto eclipsada en gran medida por otras crisis más visibles durante el pasado año. Teniendo en cuenta su magnitud en todo el continente, pedimos urgentemente que se amplíe el apoyo para proseguir nuestra movilización colectiva para salvar y mantener vidas". Estos países se encuentran actualmente en el centro de la crisis del hambre: Angola, Burkina Faso, Camerún, Yibuti, Etiopía, Kenia, Madagascar, Malí, Malawi, Mauritania, Níger, Nigeria, República Democrática del Congo (RDC), Somalia, Sudán del Sur, Sudán, Tanzania y Zimbabue. Las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja africanas han desempeñado un papel decisivo prestando asistencia vital a millones de personas afectadas por esta crisis. Hasta ahora, han llegado a 1,53 millones de personas. La mayor parte de la ayuda prestada ha consistido en servicios de agua y saneamiento, que han llegado a más de 1,2 millones de personas. Además, más de 725.000 personas recibieron asistencia en efectivo y más de 450.000 recibieron apoyo sanitario y nutricional. Esto subraya el compromiso de la IFRC de pasar del socorro inmediato a estrategias de resiliencia sostenibles y a largo plazo en la región. El llamamiento revisado se centrará en mejorar las prácticas agrícolas, fomentar la paz y la estabilidad y crear oportunidades económicas. Más información: Para más detalles, visite la página del llamamiento de la Crisis del Hambre en África. Para material audiovisual, visite la sala de prensa de la IFRC. Para solicitar una entrevista, contacte a: [email protected] En Nairobi: Anne Macharia: +254 720 787 764 En Ginebra: Tommaso Della Longa: +41 79 708 43 67 Mrinalini Santhanam: +41 76 381 50 06

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Nigeria: Inundaciones

Nigeria está sufriendo las peores inundaciones en al menos una década. Las inundaciones han dañado viviendas, infraestructuras y grandes extensiones de terreno agrícola en todo el país. Más de 600 personas han muerto y se estima que 2,8 millones de personas se han visto afectadas, muchas de las cuales han sido desplazadas de sus comunidades.A través de este llamamiento de emergencia, la IFRC apoya a la Cruz Roja de Nigeria para que preste a 500.000 personas afectadas asistencia monetaria polivalente, servicios de salud, apoyo en materia de agua, saneamiento e higiene (WASH, por sus siglas en inglés) y asistencia en materia de refugios de emergencia.

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África: crisis de hambre

El África subsahariana está experimentando una de las crisis alimentarias más alarmantes de las últimas décadas, tanto por su gravedad como por su alcance geográfico. Alrededor de 146 millones de personas sufren de inseguridad alimentaria aguda y necesitan ayuda humanitaria urgente. La crisis se debe a una serie de factores locales y globales, como la inseguridad y los conflictos armados, los fenómenos meteorológicos extremos, la variabilidad del clima y las repercusiones macroeconómicas negativas. A través de este llamamiento de emergencia regional, la IFRC apoya a muchas Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja de toda África para proteger la vida, los medios de subsistencia y las perspectivas de millones de personas.

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El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja advierte: ante la intensificación del hambre en el mundo, no podemos permitir que las crisis nos agoten

Ginebra (CICR/Federación Internacional) – La advertencia es muy clara: a causa de los conflictos armados, las emergencias relacionadas con el clima, las dificultades económicas y los obstáculos políticos, se está intensificando cada vez más el hambre en todo el mundo. A menos que se adopten medidas urgentes, millones de personas vivirán en una miseria cada vez más profunda. Con miras a la próxima Asamblea General de las Naciones Unidas, la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (Federación internacional) y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) señalaron la necesidad imperiosa de realizar mejoras sistémicas para salir del ciclo de crisis recurrentes, como inversiones en producción alimentaria que contemple factores climáticos en zonas de conflicto armado y mecanismos confiables para apoyar a las comunidades de difícil acceso que sufren por la escasez de alimentos y el aumento galopante de precios. El conflicto armado internacional en Ucrania ha alterado profundamente los sistemas mundiales de abastecimiento alimentario, así como las cosechas futuras en muchos países a raíz de su impacto en la disponibilidad de fertilizantes. La importancia del envío de más cargamentos a poblaciones vulnerables del este de África, en el marco de la Iniciativa de Cereales del Mar Negro, es incalculable, ya que hoy llegan muy pocos cereales a los lugares donde se necesitan. Mientras las emergencias alimentarias son noticia en todo el mundo, corremos un gran riesgo de caer en un agotamiento provocado por tantas crisis. Ahora bien, lo que resulta particularmente aterrador sobre esta coyuntura es el alcance y la profundidad de las necesidades. Más de 140 millones de personas sufren inseguridad alimentaria aguda a raíz de los conflictos armados y la inestabilidad, sumado a lo cual se prevé que las necesidades en el plano de la alimentación aumenten en los meses venideros a causa del cambio climático y la precariedad económica. Hoy se necesita voluntad política y recursos, sin lo cual se perderán muchas vidas y el sufrimiento se prolongará durante años. No basta solo con una respuesta de emergencia para poner fin a estas crisis alimentarias. La única manera de romper el ciclo es aplicar medidas conjuntas y a largo plazo. Sin dejar de atender las necesidades urgentes, es esencial construir una base de resiliencia. Los Gobiernos, el sector privado y los grupos humanitarios y del ámbito del desarrollo deben destinar más esfuerzos a apoyar a largo plazo proyectos de seguridad alimentaria, medios de subsistencia y resiliencia. Como parte de las medidas, se deben realizar inversiones para fortalecer los sistemas alimentarios de base popular y las iniciativas comunitarias a fin de lograr una seguridad alimentaria y económica sostenibles. Una de las estrategias que se ha de considerar es la adopción de medidas anticipatorias en el ámbito de la seguridad alimentaria, sobre la base de pronósticos y análisis de riesgos. Francesco Rocca, presidente de la Federación internacional, señaló: “Alrededor de 25 países en toda África atraviesan la peor crisis alimentaria que se ha registrado en décadas. Unos 22 millones de personas en el Cuerno de África hoy pasan hambre como consecuencia de la acumulación de crisis: sequías, inundaciones, los efectos económicos de la COVID-19, los conflictos armados e, incluso, invasiones de langostas del desierto. Detrás de las exorbitantes cifras hay personas de verdad, hombres, mujeres y niños que día a día libran una batalla de vida o muerte contra el hambre. Se prevé que la situación se deteriore para 2023. No obstante, se pueden salvar muchas vidas si se adoptan medidas rápidamente. Es necesario actuar de manera urgente y generalizada para aumentar laasistencia vital a millones de personas que la necesitan desesperadamente, así como atender con decisión las causas de fondo de esta crisis a través de compromisos más a largo plazo." La Federación Internacional y sus miembros –equipos de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja en casi todos los rincones del planeta– prestan asistencia en comunidades de difícil acceso. Esa asistencia consiste, entre otras cosas, en hacer llegar dinero en efectivo a las familias para satisfacer sus necesidades de alimentos, salud y otras urgencias. En Nigeria, voluntarias de la Cruz Roja ayudan a madres embarazadas y lactantes, cuya nutrición es fundamental para lograr partos e infancias saludables. En Madagascar, equipos de voluntarios restablecen terrenos y fuentes de agua por medio de actividades contra la erosión, de la construcción de puntos de abastecimiento de agua y de la atención puesta en el riego, además de las estrategias tradicionales de lucha contra el hambre, como el seguimiento nutricional. Peter Maurer, presidente del CICR, señaló: “Los conflictos armados son un factor de mucho peso en relación con el hambre. Vemos que la violencia impide la siembra y la cosecha por parte de los agricultores. Vemos que las sanciones y los bloqueos impiden la entrega de alimentos a los más vulnerables. Mi deseo es que integremos la resiliencia en la propia estructura de la respuesta humanitaria, a fin de reducir el sufrimiento de las comunidades ante las profundas alteraciones que generan la violencia y el cambio climático. Aplicar soluciones de corto plazo no será suficiente para los próximos años." Este año, el CICR ha ayudado a casi un millón de personas en Somalia central y del sur a adquirir el equivalente a un mes de alimentos mediante la distribución de dinero en efectivo a más de 150.000 hogares. A través de un programa similar en Nigeria, se ayudó a 675.000 personas, mientras que más de 250.000 recibieron insumos agrícolas que contemplan factores climáticos a fin de restablecer los cultivos. El CICR trabaja para fortalecer la resiliencia por medio de semillas, herramientas y atención veterinaria a fin de que los residentes puedan absorber mejor las perturbaciones recurrentes. Por otra parte, sus profesionales médicos coordinan centros de estabilización en lugares como Somalia, donde se brinda a los niños atención nutricional especializada. Muchas comunidades en todo el mundo atraviesan enormes dificultades. A continuación, presentamos un panorama de algunas de las regiones con necesidades: África subsahariana: uno de cada tres niños menores de cinco años presenta retraso en el crecimiento como consecuencia de una desnutrición crónica, mientras que dos de cada cinco mujeres en edad fértil padecen anemia a causa de una dieta deficiente. La mayoría de la población en esta región vive con menos de 1,9 dólares por día. Afganistán: la combinación de tres decenios de conflicto armado y un estallido económico que redujo las oportunidades laborales y desató una descomunal crisis bancaria provocan efectos devastadores en relación con la capacidad de las familias afganas de adquirir alimentos. Más de la mitad del país –24 millones de personas– necesitan asistencia. El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja celebra toda medida que tenga como objetivo aminorar los efectos de las sanciones económicas. No obstante, dada la magnitud de la crisis humanitaria, también se necesitan soluciones a largo plazo, entre ellas, la reanudación de proyectos e inversiones por parte de Estados y organismos del ámbito del desarrollo en infraestructura esencial. Pakistán: se calcula que las inundaciones recientes han provocado pérdidas valuadas en alrededor de 12.000 millones de dólares. La seguridad alimentaria en el país ya era alarmante antes de esta última catástrofe: el 43 % de la población sufría inseguridad alimentaria. Hoy, se prevé que el número de personas en situación de hambre aguda aumentará de manera sustancial. Casi 8 millones de hectáreas de cultivos se encuentran bajo el agua. Se calcula que se destruyó cerca del 65 % de la canastaalimentaria del país (cultivos como arroz y trigo) y, según se informa, habrían muerto más de 733.000 animales. Las inundaciones también afectarán la entrega de alimentos al país vecino de Afganistán. Somalia: se ha quintuplicado la cifra de niños malnutridos que necesitan atención. El mes pasado, en el hospital regional de Baidoa se registraron 466 internaciones pediátricas, un aumento pronunciado respecto de las 82 registradas en agosto de 2021. Los niños internados en este lugar pierden la vida al no recibir la atención nutricional especializada que necesitan. Siria: la inseguridad alimentaria ha subido más del 50 % desde 2019. Hoy, dos tercios de la población siria –12,4 millones de un total de 18 millones de personas– no llegan a satisfacer sus necesidades diarias de alimentación. Los efectos acumulados de más de diez años de conflicto armado, y con él, las consecuencias de las sanciones, han debilitado el poder adquisitivo de la población. Los precios de los alimentos se han quintuplicado en los últimos dos años. Yemen: la mayoría de los yemenitas sobreviven con una sola comida al día. El año pasado, el 53 % de la población en Yemen sufría de inseguridad alimentaria. Este año, el porcentaje asciende a 63 %, es decir, unos 19 millones de personas. Los actores del ámbito de la asistencia se han visto obligados a recortar la ayuda alimentaria por falta de fondos. En consecuencia, unos 5 millones de personas hoy no lograrán satisfacer ni el 50 % de sus necesidades nutricionales diarias. Nota a los editores Para más información, por favor, contacten con: IFRC:Tommaso Della Longa, [email protected], +41 79 708 43 67 IFRC: Jenelle Eli, [email protected], +41 79 935 97 40 ICRC:Crystal Wells, [email protected], +41 79 642 80 56 ICRC: Jason Straziuso, [email protected], +41 79 949 35 12 Contenido audiovisual disponible: Fotos y vídeos del Cuerno de África Fotos y vídeos de las inundaciones en Pakistán Fotos y vídeos del programa de asistencia en efectivo de Somalia Vídeos sobre choques climáticos en Kenia

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Crisis de hambre en Nigeria: Formas creativas de mejorar la nutrición

Muchos países de África se enfrentan a la peor crisis alimentaria de las últimas décadas. Las consecuencias son mayores para las mujeres y los niños, y muchas madres luchan actualmente por proteger a sus hijos de la desnutrición. En Nigeria, uno de los 12 países prioritarios de la IFRC en nuestra respuesta a la crisis del hambre, la Cruz Roja Nigeriana y la IFRC están utilizando formas creativas para ayudar a los padres a mantener a sus hijos sanos y alimentados. Veamos tres de ellas. Clubes de madres Los Clubes de Madres son espacios seguros para que las mujeres se reúnan y se apoyen mutuamente en los éxitos y las dificultades de la maternidad. La idea surgió en Ghana en los años 70 y desde entonces se ha extendido por todo el mundo. En la actualidad, se hace cada vez más hincapié en la participación de los hombres y en el apoyo a su papel igualmente vital en la crianza de los hijos. Las personas voluntarias de la Cruz Roja Nigeriana han creado 140 de estos Clubes de Madres en 7 estados del noroeste de Nigeria, que permiten a los padres y madres reunirse y recibir información sobre nutrición, lactancia materna y cuidados infantiles adecuados. Son una forma de impartir educación sanitaria a los progenitores sobre cómo cuidar mejor a sus recién nacidos, cómo amamantarlos correctamente y cómo mejorar la higiene y los cuidados, todo ello en un entorno amistoso y de apoyo. Cuando su hijo sufrió un edema, una grave manifestación de los síntomas de la desnutrición, Amina, miembro de uno de los Clubes de Madres, acudió a la Cruz Roja Nigeriana en busca de ayuda: "Mi hijo llevaba un tiempo enfermo y no sabía que era grave, ni siquiera que estaba desnutrido, hasta que ellos [las personas voluntarias de la Cruz Roja] vinieron a mi casa a examinarle. Hoy, gracias a las actividades de sensibilización y a mi pertenencia a los clubes, puedo cuidar mejor a mis hijos y aconsejar a las mujeres de mi comunidad sobre las buenas prácticas". Ayuda en metálico y con vales Muchos hogares del estado de Nasarawa se enfrentan a una grave escasez de alimentos debido a la sequía que asola la región. Sadiya, madre de un niño que lucha por alimentarse a sí misma y a su hijo, dice, "No puedo comer ni preparar comida para mi hijo con regularidad porque la tierra apenas produce nada". Del mismo modo, otra mujer del estado de Níger destaca cómo el aumento del coste de la vida, especialmente el de los alimentos, le impide dar una buena cena a su familia: "Mi hijo no ha sido amamantado adecuadamente porque no hay suficientes comidas nutritivas disponibles en el mercado para mí. E incluso cuando están disponibles, son inasequibles". Para hacer frente a esta situación, la IFRC está proporcionando vales a las madres lactantes a través de su programa de asistencia de efectivo. "Yo fui una de las madres apoyadas por la Cruz Roja. Recibí 10.000 nairas, que me permitieron comprar alimentos para mi familia", añade. El programa de transferencia de efectivo está diseñado para ayudar a las familias de bajos ingresos a hacer frente a las presiones de la inflación, de modo que puedan satisfacer las múltiples necesidades del hogar y, por tanto, de los niños. La entrega de dinero en efectivo a las personas a las que apoyamos es una forma eficaz, eficiente y transparente de proporcionar ayuda humanitaria a los más vulnerables. Garantiza que las personas tengan la libertad, la dignidad y la independencia para decidir sobre su propia recuperación. Visitas a domicilio para suplir las carencias de los servicios sanitarios Varios centros de salud carecen de personal y algunos han sido cerrados debido a la creciente inseguridad, lo que dificulta el acceso de los niños desnutridos incluso a la atención sanitaria básica. Las mujeres y los miembros de los clubes de madres realizan visitas a domicilio y examinan a los niños desnutridos midiendo la circunferencia de sus brazos. Cualquier niño que sufra de desnutrición se registra en una tarjeta de referencia, diseñada por la Cruz Roja Nigeriana, y se remite a un centro de salud para su posterior tratamiento. Estas visitas domiciliarias minimizan la carga de los servicios sanitarios ampliados y garantizan que los niños sean examinados regularmente y reciban apoyo cuando lo necesiten. ___________ En respuesta a la crisis alimentaria en el noreste y noroeste de Nigeria, la IFRC hizo un llamamiento de emergencia por más de 4.000.000 de francos suizos para ayudar a la población a hacer frente a la situación. Haga clic aquí para donar hoy y apoyar esta labor que salva vidas.

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"El hambre es uno de los sufrimientos más indignos de la humanidad": la lucha contra la inseguridad alimentaria en África y más allá

La inseguridad alimentaria no es un fenómeno nuevo. Pero la reciente escalada en la gravedad y la extensión geográfica del hambre crónica es un serio motivo de alarma. La crisis del hambre se hace sentir con mayor crudeza en el continente africano, donde muchas regiones, en particular el Cuerno de África, el Sahel y el Lago Chad, sufren la peor crisis alimentaria de las últimas décadas. Millones de personas se enfrentan al hambre en toda África, lo que ha llevado a la IFRC a lanzar llamamientos de emergencia para las crisis de hambre en Nigeria, Somalia, Kenia, Etiopía, Níger y Angola, todo ello en el último año. En mayo, conocí a algunos de los afectados mientras visitaba las zonas afectadas por la sequía en el condado de Marsabit (Kenia), donde los niveles de malnutrición se encuentran entre los más altos del continente. Vi de primera mano el nivel de sufrimiento causado por la grave falta de lluvias durante cuatro temporadas consecutivas, junto con la vulnerabilidad preexistente en algunas partes del condado. Los niños, las madres jóvenes y los ancianos son los más afectados y se enfrentan a la casi desaparición de sus medios de vida. Aunque esta crisis del hambre es, en gran medida, inducida por el clima, también está impulsada por los efectos de las nubes de langostas generalizadas, los brotes de enfermedades, los conflictos y la inseguridad, y las desaceleraciones económicas, incluidas las provocadas por el COVID-19. Además, el conflicto en curso en Ucrania está perturbando el comercio mundial de alimentos, fertilizantes y productos petrolíferos, y los precios de los productos agrícolas están alcanzando máximos históricos. África oriental, por ejemplo, obtiene el 90% de su trigo importado de Rusia y Ucrania (fuente: PMA), y el conflicto ha provocado una importante escasez. La crisis de Ucrania también ha desviado la atención y los recursos de otras crisis. Aunque Ucrania es una crisis extremadamente preocupante, que afecta a millones de personas, no podemos permitirnos perder de vista otras crisis urgentes en todo el mundo. Una de ellas es el rápido deterioro de la situación de la seguridad alimentaria en muchas partes de África. El tiempo corre y pronto puede ser demasiado tarde para evitar una tragedia generalizada. Así que la pregunta que debería preocuparnos a todos es: ¿Qué podemos hacer, como colectivo humanitario, para evitar que se repita la trágica historia de principios de los años 80? Necesitamos una acción urgente y masiva para ampliar la asistencia que salva vidas a millones de personas al borde del colapso, pero también para abordar con decisión las causas profundas de esta crisis mediante compromisos a más largo plazo. La IFRC tiene un papel importante y único que desempeñar. Con nuestro alcance comunitario y nuestra experiencia sin parangón, nuestros más de 100 años de experiencia humanitaria, nuestra capacidad de actuar tanto a nivel local como mundial, y el estatus especial de nuestras Sociedades Nacionales como auxiliares de los poderes públicos, podemos cambiar esta situación. Pero necesitamos los recursos para hacerlo. Nuestra prioridad colectiva inmediata es reunir apoyo para salvar vidas, dentro y fuera de nuestra red de la IFRC, durante los próximos seis meses, prestando especial atención al Cuerno de África, el Sahel Central y otros puntos conflictivos del continente. Durante esta fase de emergencia, centraremos nuestro apoyo en lo que sabemos por experiencia que marcará la mayor diferencia en la vida y los medios de subsistencia de las personas afectadas: asistencia alimentaria, programas de dinero en efectivo y apoyo nutricional. Al mismo tiempo, desarrollaremos una programación a más largo plazo, junto con las Sociedades Nacionales interesadas, para abordar las causas profundas de la inseguridad alimentaria. Nos basaremos en nuestros éxitos anteriores y trabajaremos en apoyo de los planes y marcos de los gobiernos para restablecer la resiliencia de las comunidades más empobrecidas, incluidas las poblaciones desplazadas. Todo lo que hagamos se apoyará en datos sólidos y en un compromiso significativo con la comunidad para garantizar que nuestra respuesta se basa en pruebas y está hecha a medida. El hambre es uno de los sufrimientos más indignos de la humanidad. Para aliviar el sufrimiento humano, debemos estar a la altura de este reto mediante la movilización y la acción colectivas, tanto en lo inmediato como a largo plazo. No podemos permitirnos hacer demasiado poco y demasiado tarde. --- Desde 2020: La red de la IFRCllegó a 4,8 millones de personas con asistencia alimentaria y artículos no alimentarios, combinando todas las operaciones de respuesta humanitaria (Llamamientos de Emergencia, DREFs y nuestra respuesta COVID-19) Más de 20 Sociedades Nacionales africanas han puesto en marcha proyectos relacionados con la seguridad alimentaria como parte de su programación habitual 33 Sociedades Nacionales africanas han aumentado su capacidad para prestar asistencia en efectivo y con vales Haga clic aquí para saber más sobre la labor de la IFRC en materia de seguridad alimentaria y medios de subsistencia. También le puede interesar leer: 'Para superar las crisis de hambre en África, hay que empezar por la planificación a largo plazo'- artículo de opinión en Devex del Director Regional de la IFRCpara África, Mohammed Omer Mukhier-Abuzein 'Por el hambre, estoy aquí': reportaje fotográfico de la revista de la Cruz Roja y la Media Luna Roja sobre los refugiados angoleños que huyen a Namibia por la sequía y la consiguiente falta de alimentos y agua Y desplácese hacia abajo para saber más sobre nuestros llamamientos de emergencia activos para la inseguridad alimentaria en África y otros lugares.

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