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Mujeres liderando la respuesta a emergencias: un camino de formación y empoderamiento en la Cruz Roja.

Paula ingresó a la Cruz Roja Uruguaya en 2020, justo antes de la pandemia del COVID-19, en la dirección de comunicación. Fue un momento de ponerse "manos a la obra", en el que todo el personal tuvo que desempeñar diversas funciones para responder a acontecimientos que cambiaban rápidamente.Muy pronto, Paula empezó a colaborar estrechamente con el departamento de gestión de riesgos y desastres y a implicarse más en las operaciones sobre el terreno. En 2022, asumió la coordinación de gestión de riesgo y desastres y a los pocos meses de asumir el cargo, Uruguay sufrió una sequía intensa. Gracias al apoyo financiero de una asignación del Fondo de Emergencia para la Respuesta a Desastres de la IFRC (IFRC-DREF), la Cruz Roja Uruguaya se movilizó rápidamente.Era la primera vez que Paula dirigía un equipo en una emergencia, y la primera operación del IFRC-DREF a nivel global enfocada en evaluación. Esta experiencia reforzó la convicción de Paula sobre la importancia de contar con mujeres en funciones operativas de liderazgo."El que existan mujeres en las operaciones y mucho más en roles de liderazgo, transforma la forma en que se brinda asistencia humanitaria a mujeres y niñas en las comunidades afectadas por desastres y emergencias", menciona Paula.Desde su rol de coordinación, Paula tiene claro que cuando las mujeres lideran los procesos de participación comunitaria, es más probable que se escuchen y atiendan las necesidades de mujeres y niñas en condiciones vulnerables, incluyendo aspectos como la seguridad, la higiene menstrual o la atención diferenciada a mujeres embarazadas y en periodo de lactancia.Poco después de finalizar la operación, Paula trabajó como pasante en la oficina regional de la IFRC en Panamá, junto al equipo de gestión del IFRC-DREF, una experiencia que le permitió consolidar aún más su desarrollo dentro de la red de la IFRC.La pasantía formó parte de la Iniciativa Equidad y Liderazgo, implementada por la IFRC y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo.El programa, lanzado en 2020, tiene un objetivo claro: aumentar el número de mujeres en puestos de liderazgo humanitario en el continente americano."La pasantía me ayudó muchísimo a ver desde el otro lado un montón de situaciones, conocer las áreas de trabajo, conocer cómo funcionan los mecanismos de la IFRC, conocer a los equipos y poder aportar conocimientos y experiencias desde la perspectiva de la Cruz Roja Uruguaya", comenta Paula.Como parte de esta alianza, la oficina de la IFRC en América promueve un programa para acoger como pasantes a miembros del personal y/o voluntariado de las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja.Estas pasantías tienen dos propósitos: fortalecer las capacidades de la Cruz Roja en cada país y desarrollar las habilidades de liderazgo de las personas que forman parte del mecanismo global Surge.Este mecanismo de capacidad extendida es la vía que utiliza nuestra red humanitaria global para desplegar personal especializado de respuesta rápida, cuando es necesario extender la capacidad de respuesta ante un desastre de mediana o gran escala.Esto significa que personas como Paula pueden seguir desarrollándose y compartiendo sus conocimientos con otras personas. Además de crear capacidades técnicas, las pasantías también impulsan el empoderamiento y desarrollo profesional y personal que permite a quienes participan utilizar todos sus conocimientos y habilidades para aliviar el sufrimiento humano.Crecer para liderarGrettel Perez también formó parte del programa de pasantías. Grettel ingresó a la Cruz Roja Panameña como socorrista voluntaria hace casi 30 años, movida por el deseo de servir y salvar vidas, y hoy lidera uno de los cuerpos técnicos más importantes de la institución."El hecho de que yo ganara el puesto de la dirección nacional del cuerpo de socorristas, después de 53 años donde nunca hubo una mujer, marcó un hito muy grande dentro de la unidad y dentro de la institución", cuenta con orgullo.Además, Grettel es presidenta del comité local de chepo de la Cruz Roja Panameña, y punto focal de salud mental y apoyo psicosocial, pues además de ser cruzrojista, es psicóloga clínica de profesión.Grettel fue pasante en la unidad de gestión de desastres en agosto de 2023. Y según cuenta, la pasantía le permitió fortalecer su liderazgo personal y ampliar la perspectiva de todo lo que implica la gestión de emergencias.“En el desarrollo de acciones en terreno nuestra visión de las cosas que hay que hacer ha crecido, no es la misma que teníamos antes", reflexiona Grettel. "La pasantía nos ha abierto oportunidades y nos ha dado visión para trabajar más de cerca con las poblaciones en las comunidades”.La trayectoria de Grettel es un claro ejemplo de que cuando las mujeres lideran, aportan una mirada integral que incorpora los cuidados y toma en cuenta las necesidades específicas de cada persona."Dentro de mi equipo hay mujeres madres y a veces dicen que no pueden asistir a los cursos porque no tienen con quién dejar a sus hijas e hijos pequeños. Ante eso, creamos espacios aparte donde las infancias puedan pasar el día para que ellas no pierdan la oportunidad de capacitarse”, cuenta Grettel.“Todo el tiempo trato de incluir esos espacios seguros en las actividades que hacemos. Tenemos competencias, sólo necesitamos generar condiciones para poder ejercerlas”.Este enfoque no solo permite la participación de más mujeres en las formaciones, sino que rompe con estigmas sobre los roles de género y demuestra que ser madre no es incompatible con liderar respuestas humanitarias.Una red que sostiene y multiplicaDetrás de cada lideresa, hay una red de apoyo que se ha ido tejiendo con los años. Como dice Paula:"Nosotras hablamos mucho de la red de mujeres que se genera en torno a emergencias, programas y operaciones. Entre todas nos vamos conectando, y al final las amigas de tus amigas terminan siendo tus amigas."Esta red no solo brinda acompañamiento emocional, sino que también es una fuente de conocimientos y apoyo profesional. Como Paula menciona, a veces basta con una llamada o un mensaje para resolver una duda o recibir un consejo.Para todas las mujeres que sueñan con liderar, el mensaje de estas admirables lideresas es claro y contundente:"Tenemos que animarnos, tirarnos al charquito", dice Paula entre risas. "Si te lo proponés, si lo querés hacer, hacelo, porque vas a tener toda una red de mujeres que también te van a estar apoyando y que van a ser hinchas de vos"."Lo primero ante todo es creer en una misma. Cuando una cree en sí, fortalece quién es y, por ende, puede conquistar el mundo” concluye Grettel. “A veces el camino es cansado, pero la satisfacción de lograr nuestras metas no tiene precio. Al final, lo que vivimos y pasamos en el camino se vuelve pequeño frente a lo que alcanzamos"Lea más historias del Día Internacional de las Mujeres:Cómo invertir en el liderazgo humanitario de las mujeres ha dado resultados en las AméricasMejores amigas para siempre: Dos mujeres, amigas desde la infancia, dedican su vida a ayudar a otras personasDía Internacional de las Mujeres: "Al principio tenía miedo, pero he aprendido que con determinación todo es posible".El camino de Patricia desde la exclusión hasta "un profundo sentimiento de pertenencia".

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Día Internacional de las Mujeres: En la región del extremo norte de Camerún, los clubes de madres ofrecen un modelo para construir un futuro más sano y próspero.

En una región donde enfermedades como el cólera y la malaria siguen siendo un riesgo importante para la vida, los clubes de madres proporcionan a las comunidades información esencial sobre salud e higiene, al mismo tiempo que están atentas a los signos de posibles problemas de salud o brotes epidémicos."En el pasado, muchas mujeres no comprendían la importancia de la vacunación, la higiene menstrual o las consultas prenatales", afirma Tchinabi Thérèse, presidenta del club de madres de Kodek y madre de seis hijos."Hoy, gracias a la formación impartida por la Cruz Roja, sabemos cómo explicar estos temas a nuestra comunidad y convencerla de que adopte buenas prácticas".El trabajo de los clubes de madres va más allá de las cuestiones de salud. Colaboran con los padres locales, por ejemplo, para que las niñas puedan permanecer en la escuela y apoyan una amplia gama de proyectos generadores de ingresos que proporcionan a las mujeres fuentes confiables de ingresos.Los proyectos incluyen una granja comunitaria que cultiva mijo y caupí, un proyecto en el que los miembros producen aceites artesanales (sésamo, balanites, moringa), una granja que cría ovejas y muchas otras iniciativas.Las actividades cuentan con el apoyo de la llamada Alianza Programática, una colaboración plurianual entre la IFRC, las Sociedades Nacionales miembros y la Unión Europea para ayudar a las comunidades de todo el mundo a estar mejor preparadas para los desastres y las emergencias sanitarias.Impulsar comunidades seguras y sanasEn el extremo norte de Camerún, los resultados son tangibles: las autoridades locales de salud informan que ahora más mujeres visitan regularmente su centro de salud local, los partos en hospitales han aumentado y las prácticas de higiene adecuadas se están generalizando."Esta iniciativa ha ayudado mucho en la zona de salud de Kodek", explica Manasse Kouchakbe, comadrona y responsable interina del centro de salud de Kodek. "Los clubes de madres han sido muy útiles para sensibilizar a los hogares y también nos ayudan a identificar enfermedades con potencial epidémico en las comunidades"."Por ejemplo, el paludismo: gracias a la sensibilización, las personas voluntarias han logrado que los miembros de la comunidad utilicen más los mosquiteros tratados con insecticida. Ahora, el número de casos de paludismo ha descendido significativamente".En situaciones de emergencias de salud, los clubes de madres también se movilizan."Cuando un niño fue mordido por un perro, alertamos inmediatamente a la Cruz Roja y aconsejamos a la madre sobre las medidas necesarias», cuenta Aïssatou Dahirou, presidenta del club de madres de Dougoï. «Gracias a esta rápida intervención, el niño recibió atención médica a tiempo".Con el apoyo de la Cruz Roja, estas mujeres no son simples receptoras de ayuda humanitaria, sino que se han convertido en defensoras de la salud pública dentro de sus propias comunidades.Promover la equidad, la educación y la autonomíaMás allá de su papel a la hora de abordar cuestiones de salud e higiene, los clubes de madres también están ayudando a empoderar a las mujeres -especialmente a las jóvenes y a las niñas- para que tengan más control sobre su futuro y su bienestar.Uno de los mayores retos, por ejemplo, es la práctica continuada del matrimonio infantil, en el que las niñas se casan antes de terminar la escuela. Para ayudar a cambiar estas prácticas, la Cruz Roja y los clubes de madres colaboran activamente para cambiar las actitudes de la comunidad y convencer a las familias de que permitan a las niñas terminar su educación. "En el pasado, las niñas se casaban a los 12 o 13 años", explica Aïssatou Dahirou, presidenta del club de madres de Dougoï. "Hoy, gracias a los esfuerzos de sensibilización, cada vez más familias permiten a sus hijas continuar su educación".Con el apoyo de la Cruz Roja, los clubes de madres organizan sesiones de sensibilización en escuelas y barrios para animar a los padres a mantener a sus hijas en la escuela. Su mensaje: una niña con estudios puede ayudar a toda su familia a salir de la pobreza.Soureya, una de esas madres, cambió de opinión tras visitar el club de madres de Kodek."Tuve que dejar la escuela en mi primer año de primaria", dice. "Hoy quiero que mis hijas lleguen más lejos que yo. Gracias a la Cruz Roja, he comprendido la importancia de la educación, y hago todo lo que puedo para que mis hijas sigan yendo a la escuela".Apoyo al empoderamiento económico de las mujeresLa Cruz Roja de Camerún y los clubes de madres también apoyan el empoderamiento económico de las mujeres a través de un programa de apoyo a las actividades generadoras de ingresos (AGI), que permite a los clubes de madres desarrollar iniciativas económicas locales.En Kodek, las mujeres cultivan en una granja comunitaria mijo y caupís, lo que les garantiza una fuente estable de ingresos.En Dougoï, han establecido una producción de aceites artesanales (sésamo, balanites, moringa).También han puesto en marcha un proyecto de cría de ovejas, posible gracias a una financiación de 600.000 FCFA proporcionada por la Cruz Roja."Empezamos con cinco ovejas, y hoy hemos conseguido ampliar nuestro rebaño. Después de la fiesta del Sacrificio, venderemos nuestros animales y generaremos beneficios", explica Aïssatou Dahirou.Sin embargo, siguen existiendo dificultades, la alimentación de los animales es costosa y las mujeres aún carecen de equipos suficientes para reforzar sus actividades. A pesar de estos obstáculos, siguen decididas a ampliar sus AGIs y garantizar su autonomía financiera.Con el apoyo de la Cruz Roja, no sólo se están volviendo económicamente independientes, sino que también están reforzando su papel en la toma de decisiones dentro de sus hogares y comunidades.

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Día Internacional de las Mujeres: El camino de Patricia desde la exclusión hasta "un profundo sentimiento de pertenencia".

Nacida en una zona rural agrícola del sur de Zambia, Patricia Choongo Moolo tenía sólo tres años cuando un día se despertó con fiebre muy alta. Tampoco podía caminar ni hablar.Su madre la llevó a la clínica más cercana, a cinco kilómetros de distancia, donde le diagnosticaron polio. Desde entonces, perdió el uso de las dos piernas.Como consecuencia, Patricia ha tenido que afrontar y superar muchos retos importantes: discriminación, dificultades económicas, acceso limitado a la educación y la exclusión social causada por un estigma social profundamente arraigado.Las amistades y la familia de sus padres, por ejemplo, les desanimaron para que no enviaran a Patricia a la escuela, diciendo que nunca podría ser buena en nada. Afortunadamente, los padres de Patricia se negaron a seguir este consejo. Defendieron a su hija y se aseguraron de que terminara sus estudios.Ahora, muchos años después, Patricia, de 49 años, es una mujer muy respetada en su comunidad, conocida como una valiente defensora de la autonomía de las mujeres.De hecho, se ha convertido en una voz destacada en su comunidad y desempeña un papel activo e importante a la hora de reforzar la preparación y la resiliencia de su comunidad ante los desastres naturales y las emergencias sanitarias.Su viaje desde la exclusión social al corazón de la vida comunitaria, dice, recibió un impulso significativo en los últimos años gracias a un proyecto que garantiza que las personas en situaciones vulnerables -incluidas las personas con discapacidad- tengan voz y un papel en la preparación ante las crisis."Debido a mi discapacidad y a mi baja autoestima, antes no podía participar en las reuniones de la comunidad", dice, “pero con la introducción de este proyecto experimenté un profundo sentimiento de pertenencia y empoderamiento”.El proyecto al que se refiere forma parte de una colaboración mundial más amplia (conocida como Alianza Programática) entre la IFRC, muchas de sus Sociedades Nacionales miembros y la Unión Europea.Según Patricia, la iniciativa le ha permitido participar activamente en los esfuerzos de desarrollo local y contribuir significativamente a las decisiones que se toman en su comunidad. Por ejemplo, es la representante de las personas con discapacidad en el comité local de gestión de desastres.En ese papel, participa en sesiones de formación sobre gestión de desastres y en actividades de sensibilización de la comunidad. Durante la campaña Acabemos ya con el cólera, fue puerta por puerta con información sobre higiene y prevención, y recorre regularmente los barrios para informar sobre los sistemas de alerta temprana y la reducción del riesgo de inundaciones."Una discapacidad no significa una in-capacidad"Al mismo tiempo, Patricia también trabaja para mantenerse a sí misma y a su familia. Trabaja en el campo recogiendo y vendiendo productos en las carreteras locales. También vende piedras para proyectos de construcción que ella misma rompe a mano.Para hacer su trabajo diario, Patricia tiene dos sillas de ruedas, una normal y otra triciclo que puede ir por terrenos abruptos. Esta última la utiliza para trabajar sobre el terreno. En su día a día, Patricia se relaciona a menudo con muchas personas, algunas de ellas con alguna discapacidad, y anima diciendo que «una discapacidad no significa una in-capacidad»."Mi discapacidad me permite llegar a mucha gente, y especialmente a las personas con discapacidad", dice. "Se animan al verme y se dan cuenta de que con determinación todo se puede conseguir".Sobre el proyecto Alianza: Más allá de la participaciónLa Alianza en Zambia incluye a la Unión Europea, la Cruz Roja de Zambia, la IFRC y la Cruz Roja Holandesa. Gran parte de su trabajo se realiza a través de los comités satélites de gestión de desastres, que funcionan como parte de la unidad de gestión y mitigación de desastres de Zambia.Un elemento clave de la iniciativa es la participación de la población local en cada etapa de la planificación y ejecución de las medidas de preparación ante los desastres y reducción de riesgos. Así se garantiza que las medidas adoptadas respondan a las necesidades específicas de la comunidad.También garantiza la conexión de la comunidad con el gobierno nacional. Entre los miembros del comité hay liderazgos comunitarios, antiguos representantes del gobierno, partes interesadas locales y personas de grupos en condiciones vulnerables. Se presta especial atención a las mujeres, la niñez y las personas con discapacidad.Pero el programa va un paso más allá. Los esfuerzos de inclusión implican acciones concretas para eliminar las barreras físicas, sociales y económicas que impiden la plena participación de las personas con discapacidad. Esto se hace mediante debates comunitarios, narración de cuentos, sensibilización e implicando a las personas con discapacidad en todos los aspectos del trabajo.Superar estigmas y dudasAl principio, Patricia se enfrentó a la resistencia de algunas personas de la comunidad que dudaban de su capacidad para asumir este papel. Pero Patricia perseveró. Al comprometerse con su comunidad, pudo hacer frente con éxito a ideas erróneas y estigmas.Pero abordar estas cuestiones no es un reto fácil. En muchas partes de Zambia, las mujeres y las niñas -especialmente las que viven con alguna discapacidad- se enfrentan a graves problemas. Entre ellos están el mayor riesgo de violencia de género, la exclusión económica y la falta de acceso a servicios esenciales como la atención de la salud, la educación y las oportunidades de empleo.Muchas mujeres con discapacidad siguen luchando contra normas de género arraigadas que limitan su autonomía y su acceso a los recursos, mientras que la dependencia económica también obstaculiza la plena participación de muchas mujeres con discapacidad.Para muchas mujeres con discapacidad, esta exclusión es aún más pronunciada, ya que a menudo se les niegan perspectivas de matrimonio, derechos de herencia y la capacidad de participar plenamente en la vida económica. Estas prácticas nocivas tienen efectos duraderos, dejando a muchas mujeres con discapacidad en condiciones económicas vulnerables y socialmente aisladas.Además, existen muchas barreras estructurales, como la limitada accesibilidad física en los espacios públicos o la falta de dispositivos de asistencia.A pesar de las muchas barreras estructurales, Patricia dice que mientras tenga su triciclo y determinación, y la confianza que la comunidad tiene en ella, puede cumplir cualquier tarea que se le encomiende."Me he convertido en un modelo para muchas mujeres que dudan en participar activamente en las reuniones y actividades de la comunidad", afirma. "Al tomar yo misma la iniciativa, pretendo demostrar que si yo puedo hacerlo, ellas también pueden, independientemente de sus circunstancias".Lea nuestras otras historias del Día Internacional de las Mujeres:Cómo invertir en el liderazgo humanitario de las mujeres ha dado resultados en las AméricasMejores amigas para siempre: Dos mujeres, amigas desde la infancia, dedican su vida a ayudar a otras personasDía Internacional de las Mujeres: "Al principio tenía miedo, pero he aprendido que con determinación todo es posible".

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La menstruación no se detiene durante los desastres

Cuando las fuertes lluvias provocaron inundaciones masivas en el estado de Rio Grande do Sul, en el sur de Brasil, en mayo de 2024, la vida normal de 2,3 millones de personas se paralizó.Mientras los daños en la infrastructura paralizaron las cadenas de suministro y dificultaron el acceso a los artículos de primera necesidad, no interrumpieron el ciclo menstrual de la mitad de las personas afectadas por las inundaciones.“Uno de los problemas a los que nos enfrentamos en la atención de la emergencia por las inundaciones en Brasil, es la dificultad de acceder a productos de higiene y salud menstrual”, reportó la Dra. Julia Klock, médica que pausó su trabajo habitual para colaborar como voluntaria con la Cruz Roja Brasileña durante las inundaciones.Aunque la menstruación es tan natural como comer o dormir, con demasiada frecuencia la gente se resiste a hablar de la falta de productos esenciales para la salud menstrual porque a veces este tema se considera embarazoso o incómodo, algo que hay que ocultar. "En muchas comunidades, este tema sigue siendo tabú", señala la Dra. Klock. Para ayudarnos a desentrañar este tema, le pedimos a Katherine Fuentes, coordinadora de protección, género e inclusión de la IFRC en las Américas, que nos dijera cuáles son los principales temas de los que se debería hablar cuando se trata de salud menstrual durante y después de un desastre.Acceso a productos de higiene menstrual.Cuando ocurre un desastre, como las inundaciones en Brasil, el acceso a productos menstruales se vuelve más difícil.Por eso los artículos de emergencia que distribuimos incluyen productos de higiene menstrual, considerando cuántas personas en edades menstruantes se han visto afectadas por el desastre.Estos productos de higiene pueden ir desde compresas, tampones, y copas menstruales, hasta calzones menstruales, compresas de tela, baldes para la higiene, entre otros.Instalaciones limpias, seguras y privadas:Procuramos que las personas que están menstruando tengan acceso a agua potable, baños limpios y espacios privados para cambiarse y desechar los residuos de forma adecuada e informada. Educación y sensibilizaciónTrabajamos para que las personas se informen sobre el ciclo menstrual, que sepan cómo manejar su higiene menstrual en condiciones difíciles, dónde acceder a los productos y cómo desecharlos.Para asegurar la salud menstrual, es clave la participación de toda la comunidad, incluyendo a los niños y los hombres. Conocer sobre el ciclo menstrual ayuda a reducir el estigma, promueve el acompañamiento colectivo, y ayuda a cuidar la salud y promover el bienestar.Algunas acciones en esta área son encuentros grupales y procesos de consulta para conocer las necesidades específicas de las personas menstruantes.Apoyo psicosocialEs posible que durante las emergencias la menstruación sea estigmatizada, por eso es necesario brindar apoyo psicosocial y crear un entorno donde las personas puedan hablar abiertamente, sin tabúes, con un enfoque de Protección, Género e Inclusión que considere las necesidades individuales de cada persona.Para brindar una atención adecuada, debemos preguntarnos cuáles estereotipos y roles de género están presentes, cuáles son las ideas y prácticas en la comunidad sobre la higiene menstrual y cómo nuestros programas de asistencia humanitaria pueden atender las necesidades de las personas que menstrúan". Para más información, consulte los siguientes enlaces a las guías y herramientas de la IFRC para la gestión de la salud menstrual de las personas afectadas por emergencias y desastres. Estándares mínimos para PGI en emergenciasAbordaje de las necesidades del Manejo de la Higiene Menstrual (MHM)Para donaciones o más información sobre las inundaciones en Brasil, visite nuestro Llamamiento de Emergencia

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Para estas dos humanitarias de Madagascar, invertir en las mujeres significa romper las barreras y los estigmas de género.

A sus 23 años, Valisoa Liesse Razafisalama ya tiene un impacto significativo como estudiante de tercer año de comunicación en el Centro Nacional de Teleeducación de Madagascar y como voluntaria de la Cruz Roja Malgache.Gracias a su participación en el Equipo Nacional de Respuesta a Desastres, Valisoa ha adquirido una valiosa experiencia en sensibilización y formación tras las recientes tormentas tropicales.Sin embargo, ha sido su iniciativa de cuestionar las normas sociales en torno a la menstruación lo que realmente ha puesto de manifiesto su dedicación a derribar barreras."Como miembros del movimiento de la Cruz Roja, activas en el sector humanitario, abogamos por un mayor reconocimiento del papel de las mujeres", afirma Valisoa, que forma parte del aproximadamente 42% del personal del Equipo Nacional de Respuesta a Desastres de la Cruz Roja Malgache que son mujeres."Fomentamos la inclusión equitativa de las mujeres en la toma de decisiones de la comunidad, rompiendo con la tendencia a dar prioridad a los hombres. Persistimos en nuestros esfuerzos porque, como mujeres voluntarias, contribuimos significativamente al bienestar de las comunidades en las que operamos." No es un asunto solo de mujeresValisoa observó que los hombres de su comunidad mostraban desinterés por las discusiones sobre la menstruación y la consideraban un asunto exclusivamente de mujeres. Decidida a cambiar esta perspectiva, organizó sesiones de sensibilización para hombres y mujeres, haciendo énfasis en los aspectos naturales y normales de la menstruación.Al fomentar un entendimiento compartido dentro de la comunidad, Valisoa contribuyó a eliminar los estigmas asociados a la menstruación y a promover la igualdad de género. En muchas situaciones posteriores a desastres, el miedo a hablar de la menstruación o de otros problemas de salud, puede hacer que las mujeres simplemente no reciban toda la atención y los cuidados que necesitan para mantenerse sanas.Desafiar los estereotipos culturales Con formación en biodiversidad y medio ambiente y amplia experiencia en labores humanitarias, Lova Arsène Linà Ravelohasindrazana, de 33 años, es un ejemplo de resistencia y determinación a la hora de desafiar los estereotipos de género.Lova trabaja como gestora de proyectos para la Cruz Roja Malgache y supervisa las intervenciones en la región de Anosy, donde las barreras culturales suelen obstaculizar la participación de las mujeres en puestos de liderazgo.A pesar de la resistencia, Lova promueve activamente la capacitación de las mujeres, garantizando su participación en la toma de decisiones y en las iniciativas comunitarias. El 7% de las personas que toman decisiones en el equipo directivo de la Sociedad Nacional son mujeres, y Lova está entre ellas."Durante las intervenciones, ya sea en las comunidades o entre las personas a las que superviso, la cultura sigue dificultando que acepten a las mujeres que dirigen", afirma. "Como gestora de proyectos, hay momentos en los que lo noto más"."Pero también intento comprender cómo funcionan estas comunidades en las que trabajo. Cómo puedo hacer que sean más conscientes de lo que yo y otras personas podemos aportar, cómo enfocar mejor las cosas y cuáles son los planteamientos para no herir la sensibilidad de la gente en relación con su cultura". La dedicación de Lova a la defensa de los derechos de las mujeres va más allá de su vida profesional. También conversa con las mujeres sobre sus derechos y fomenta su participación activa en diversas iniciativas, contribuyendo así a una sociedad más equitativa.

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Día Internacional de las Mujeres

Para el Día Internacional de las Mujeres 2025, nos unimos en torno al lema "Para TODAS las mujeres y niñas: Derechos. Equidad. Empoderamiento". Ha llegado el momento de desbloquear la igualdad de derechos, poder y oportunidades para todas las personas, garantizando que nadie se quede atrás. Únete al llamado, comparte (#ParaTodasLasMujeresYNiñas) y lee las historias a continuación que presentan a mujeres inspiradoras y a sus alianzas con la Red de la IFRC en todo el mundo.

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Invertir en las mujeres significa "acceder a recursos para superar los retos"

Gloria Lombo sabe lo que se necesita para llegar al más alto nivel de liderazgo humanitario en su país, y comprende la importancia crítica de proteger a las mujeres durante las crisis.Como Secretaria General de la Cruz Roja de la República Democrática del Congo (RDC), se siente tan cómoda con un traje de negocios como con un casco, con una pala en la mano o repartiendo suministros de ayuda.Gracias a sus años como activista y voluntaria, también entiende el poder de la gente y tiene las habilidades y la experiencia necesarias para inspirar a otras personas humanitarias.¿Puede contarnos una historia personal o una situación en la que haya conseguido romper estereotipos "femeninos" o expectativas sociales?Claro que sí. En África, y en la República Democrática del Congo en particular, cualquier ascenso profesional de las mujeres se atribuye a lo que suele llamarse "el sofá de los ascensos", que significa salir con tu superior o tu jefe en lugar de la meritocracia.Es posible romper con este pensamiento, y mi caso lo ilustra, por lo que me siento cómoda compartiendo mi experiencia personal.Mi carrera profesional en la Cruz Roja de la RDC comenzó en 2014 como Jefa de la División de Género y Juventud, y luego de la División de Género y Diversidad, donde velé por la participación y la representación equilibrada de las mujeres, las personas jóvenes y las minorías en las actividades llevadas a cabo por la Cruz Roja de la RDC.Luego, a mediados de 2019, [ejercí] como directora encargada de Servicios Generales (Administración y Logística) y en 2020 como Directora de Programas y Alianza. Desde diciembre de 2022, desempeño el cargo de Secretaria General.Todo esto se consiguió porque la gente pudo seguir mi trayectoria de profesionalidad, experiencia adquirida y capacidades. La elección del personal para el cargo actual también está sujeta a pruebas y evaluaciones de determinados criterios objetivos por parte del Comité de Gestión de la Sociedad Nacional.¿Hay algo que haga en su vida diaria, ya sea en el trabajo o en su vida privada, para defender los derechos de las mujeres?Soy activista de derechos humanos, defensora de los derechos de las mujeres y las niñas, facilitadora y formadora multidisciplinaria en diferentes temas como la prevención de la explotación y el abuso sexual y la violencia sexual y de género.Ayudo a mujeres y niñas a descubrir su potencial y cómo desplegarlo para ser útiles en la comunidad. Animo a las candidatas a presentarse a cualquier convocatoria de contratación que se publique en nuestra institución, con el objetivo de que haya una distribución más o menos equitativa en los distintos puestos de mando y dirección de la institución que dirijo.¿Por qué cree que debemos invertir en las mujeres? ¿Y cómo deberíamos hacerlo?Las mujeres son seres humanos que deben prosperar del mismo modo que los hombres. Deben ser autónomas y resistentes. Invertir en las mujeres también significa darles acceso a los distintos recursos necesarios para ayudarlas a superar los diversos retos a los que se enfrentan. Así podrán construir un mundo en el que puedan hacer realidad sus derechos prosperando en todos los ámbitos (financiero, profesional, etc.).Para mí, invertir en las mujeres se resume en 3 ideas: acceso a los recursos, realización y prosperidad.¿Cómo invertir?Reforzando sus capacidades mediante formación, educación, etc. "Educar a una mujer es educar a toda una nación", como decimos en mi país, la República Democrática del Congo.Posicionar e incentivar a las mujeres en empleos y sectores bien remunerados.Y proporcionarles protección social dándoles un acceso mucho mayor a la información, a internet, a los derechos sobre las tierras agrícolas, etc.¿Cómo ayuda a la gente a entender los retos a los que se enfrentan las mujeres en situaciones de emergencia en la RDC y en otros lugares?La Cruz Roja de la RDC utiliza la herramienta de Estudio de Vulnerabilidades y Capacidades Mejoradas, que organiza, mediante principios de inclusión social, entrevistas comunitarias para debatir la cuestión de las mujeres en general y durante las emergencias. Estas discusiones se centran en temas como: la capacidad de las mujeres para hacer frente a las emergencias; la comprensión de la emergencia (naturaleza y consecuencias) para que puedan ser asistidas adecuadamente; la actitud a adoptar durante una emergencia y las acciones que los hombres pueden llevar a cabo para apoyar a las mujeres durante las emergencias.Todo pasa por este mecanismo, que es a la vez un ejercicio de evaluación y de sensibilización.

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"Incluso en los momentos más oscuros, las mujeres son fuertes y perseverantes".

Como responsable de medios de comunicación y portavoz de la Media Luna Roja Palestina, Nebal Farsakh ha sido la voz de la Media Luna Roja Palestina en uno de sus momentos más difíciles y oscuros.Para quienes ven televisión, seguidores de las redes sociales y personas oyentes de radio de todo el mundo, el rostro, los mensajes y la voz de Farsakh han resaltado con claridad los retos humanitarios cotidianos -y a menudo mortales- a los que se enfrentan la población de Gaza y sus colegas.Con motivo del Día Internacional de las Mujeres, hemos pedido a Nebal Farsakh que reflexione sobre el papel que están desempeñando las mujeres en la respuesta humanitaria, así como sobre su propio enfoque de la vida como mujer profesional durante un conflicto devastador."Creo que las mujeres son capaces de todo, y este es realmente mi enfoque de la vida.Estoy casada y tengo un hijo de diez años y una hija de cuatro. Como familia, no tenemos estereotipos sobre las mujeres; con mi marido compartimos las tareas domésticas y el cuidado familiar.Y, por supuesto, intento transmitir esto también a mi hijo e hija, es decir, enseño a mi hijo a comportarse con su hermana y a no pedirle que "le sirva". Soy partidaria de que haya igualdad entre ambos, y hago hincapié en que las mujeres deben defender todos sus derechos, ya sea el derecho a la educación, a la herencia u otros derechos.En lo profesional, rompo los estereotipos de género con mi trabajo como responsable de medios de comunicación y portavoz de la Media Luna Roja Palestina. Hay quien puede pensar que las mujeres no son lo suficientemente fuertes, o incapaces de trabajar muchas horas o de estar disponibles fuera del horario laboral, pero yo llevo trabajando sin descanso desde que empezó la guerra en Gaza hace cinco meses, apareciendo en los medios de comunicación, difundiendo noticias e intentando ser una fuente de apoyo y un oído atento para mis colegas de Gaza".Romper estereotipos"La guerra de Gaza me confirmó que las voluntarias y empleadas de la Media Luna Roja Palestina son un ejemplo perfecto de mujeres que rompen estereotipos. Tenemos mujeres paramédicas que están presentes sobre el terreno, prestando primeros auxilios y apoyo médico, a pesar de los peligros y las dificultades.Por ejemplo, una paramédica continuó con su labor de salvar vidas a pesar de que su marido estaba detenido, y a pesar de todos los demás retos, como proporcionar alimentos y agua potable a sus hijos. Se mostró fuerte y poderosa para llevar a cabo su misión humanitaria.Y nuestra colega Hidaya Hamad, que fue asesinada mientras se encontraba en su oficina de la sede de la Media Luna Roja Palestina. Huda, que era la directora de voluntariado, estuvo presente en el Hospital Amal hasta el último momento; fue una fuente de apoyo y fuerza para las personas voluntarias y sus colegas hasta su último aliento.Hidaya y las empleadas y voluntarias de la Media Luna Roja Palestina son el mejor ejemplo de que las mujeres son fuertes y capaces de romper los estereotipos de género. Incluso en los momentos más oscuros, las mujeres son fuertes y perseverantes, no sólo los hombres".

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Cómo invertir en el liderazgo humanitario de las mujeres ha dado resultados en las Américas

Hace sólo cinco años, el 99% de las operaciones de respuesta a desastres llevadas a cabo por la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) en las Américas, fueron dirigidas por hombres. ¿Por qué tal disparidad? En gran parte, porque muchas de las mujeres que podrían participar en la formación y las operaciones necesarias para ocupar esos puestos tienen a su cargo niñas y niños, personas mayores o con discapacidad. Esto limita su disponibilidad para participar en la respuesta a emergencias.Por eso, en 2020, la IFRC y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) lanzaron la iniciativa Equidad y Liderazgo con un objetivo claro: aumentar el número de mujeres en puestos de gestión y liderazgo humanitario en las Américas.El proyecto comenzó como una oportunidad para crear una red entre iguales en la que las mujeres pudieran compartir y crecer juntas, tanto en puestos de liderazgo como a nivel local. A lo largo de los años, las mujeres que han participado en el programa han recorrido un camino de liderazgo -que incluyó formación en gestión y tutoría- a través del cual ampliaron sus competencias para dirigir operaciones en casos de desastre y emergencia."Quizás haya pocas mujeres liderando operaciones humanitarias por falta de oportunidades y motivación", dijo Karla Vogt, voluntaria de la Cruz Roja Boliviana que participó en la iniciativa. "Soy voluntaria de la Cruz Roja desde hace 11 años y siento que aún es necesario promover políticas internas de equidad de género".El programa, añadió, dio a las mujeres la oportunidad de "generar espacios para mostrar lo mejor que tenemos, ser ejemplo para otras mujeres y ejercer nuestras capacidades, muchas veces invisibilizadas por razones de género".La inversión da resultadosLos resultados han sido notables. Gracias a esta colaboración, el número de mujeres que dirigen operaciones humanitarias en América aumentó en 2020 al 48% y luego al 50% en 2021. Las respuestas de la IFRC a los huracanes Eta e Iota en 2020, la erupción del volcán La Soufrière en abril de 2021 y el terremoto de Haití en 2021 también fueron dirigidas por mujeres.La propia Vogt fue desplegada en 2021 como coordinadora sobre el terreno de la operación de respuesta a las inundaciones en Bocas del Toro (Panamá). Ese mismo año, la operación de respuesta a la crisis migratoria en Darién, Panamá, también fue dirigida por una mujer.Pero la cosa no acaba ahí. La dirección regional de la operación de respuesta al COVID-19, así como la respuesta a la pandemia en Perú, Argentina y Centroamérica estuvieron en manos de mujeres expertas en acción humanitaria, lo que supone una mejora sustancial respecto a las cifras de 2019."El corazón de la operación del volcán La Soufrière fueron y siguen siendo las mujeres que dieron y siguen dando su ser a la respuesta de emergencia", dijo Rhea Pierre, coordinadora de preparación para desastres y crisis climáticas de la IFRC en el Caribe de habla inglesa y holandesa. Pierre fue desplegada en 2021 como gestora de desastres como parte de la respuesta a la erupción del volcán La Soufrière en San Vicente y las Granadinas."Creo que programas como este han puesto de relieve el papel vital que desempeñamos en estos contextos de emergencia. En mi caso, me empujó a salir de mi zona de confort y me demostró que sí, que puedo lograrlo, que puedo ser un actor en este espacio y contribuir positivamente a mejorar la vida de la gente."En 2022, el 48% de las operaciones fueron dirigidas por mujeres, pero en 2023 esta cifra se redujo al 30%, lo que indica que la labor de equidad de género es algo que se gestiona continuamente, no se soluciona de una vez. Esta es una de las razones por las que la región de las Américas traza continuamente el progreso de la equidad de género en su respuesta a emergencias, a través de un sitio web que se actualiza periódicamente.Gracias al compromiso constante, en 2024 este número volvió a aumentar, con el 45% de las operaciones lideradas por mujeres.Aunque la iniciativa ha permitido aumentar el número de mujeres formadas, desplegadas y que ocupan puestos de liderazgo en las operaciones humanitarias de la región, sigue siendo necesario avanzar en el diseño, la aplicación y la normalización de medidas que atiendan las necesidades relacionadas con el balance entre el trabajo y la vida personal, y la distribución del trabajo doméstico.El trabajo continúaDecenas de mujeres de las Sociedades de la Cruz Roja en las Américas han participado en programas de formación y mentoría, y han contribuido a la cocreación de un programa de formación de competencias."A las mujeres que inician su carrera humanitaria les digo: te necesitamos",dice Diana Oviedo, Coordinadora de Operaciones de la IFRC en Centroamérica, designada como Coordinadora de la respuesta a la pandemia por COVID-19 en Centroamérica. ”Necesitamos tu voz, tu visión del mundo, tus aportes para reducir el sufrimiento de quienes más lo necesitan".“Sos suficiente, tu experiencia, formación y calidad humana son suficientes, no dudés de vos misma. No sintás miedo de dar tu opinión, tengás o no una posición de liderazgo. Estamos en este mundo humanitario porque nos une un sentimiento común de humanidad, confiá en tu equipo, escuchá las soluciones que otras personas te ofrecen, acercate a otras mujeres que te inspiren y aprendé de sus experiencias.”.

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Crisis de hambre en África: Las madres se unen para combatir la desnutrición en Mauritania

En una pequeña aldea de Barkeol (Mauritania), el sol ha alcanzado su punto álgido del mediodía, obligando a sus habitantes a refugiarse de sus inclementes rayos a la sombra. Sentadas bajo una tienda de tela estampada de colores, un grupo de veinte mujeres charlan y sonríen mientras disfrutan de una animada discusión y debate. Rakia Salem, voluntaria de la Media Luna Roja Mauritana, acaba de terminar con ellas una sesión de formación sobre cómo reconocer los signos de malnutrición en sus hijos mediante un brazalete especial. Rakia se incorporó a la Media Luna Roja Mauritana en 2020 como facilitadora de este "club de madres" local, creado ese mismo año. "Mi función es formar a las madres para que realicen pruebas de detección de malnutrición a los niños mediante el brazalete MUAC (circunferencia media del brazo), que es una herramienta sencilla y fácil de usar, y puede ayudar a prevenir el deterioro de su estado de salud", explica Rakia. Para demostrarlo al grupo, recibe al valiente Mohamed, un niño de 3 años al que diagnosticaron desnutrición hace unas semanas y que ya está en vías de recuperación gracias a un tratamiento temprano. Mamá sabe más En Mauritania, las infancias corren riesgo de malnutrición debido a la recurrente inseguridad alimentaria y nutricional, que también afecta a muchos otros países del África subsahariana. En respuesta, la Media Luna Roja Mauritana ha estado explorando diferentes formas de diagnosticar a las personas menores de edad de manera más rápida y sencilla, y los clubes de madres han demostrado ser particularmente exitosos. "Al estar cerca de sus hijos e hijas todos los días, las madres son las más indicadas para detectar los primeros signos de malnutrición. Por eso las situamos en el centro de nuestras estrategias de detección", explica Mohamed Abdallahi, Responsable de Seguridad Alimentaria y Medios de Subsistencia de la Media Luna Roja Mauritana. Ahora hay diez clubes de madres en Barkeol, que ofrecen a las mujeres un foro amistoso para hablar de salud maternoinfantil, higiene, saneamiento y buenas prácticas alimentarias y nutricionales. Y lo que es más importante, las mujeres que asisten a los clubes de madres han aprendido a detectar a tiempo los signos de desnutrición antes de que avance demasiado. La detección temprana reduce considerablemente los casos que se agravan y evita la necesidad de hospitalización, lo que a su vez alivia la presión sobre los limitados servicios sanitarios disponibles en la región. "Cuanto antes se detecta la desnutrición, más breve y eficaz es el tratamiento. También se reducen las complicaciones médicas y el riesgo de mortalidad", añade Mohamed. Apoyo a los medios de subsistencia de las mujeres Los clubes de madres son también un gran foro para aumentar la resiliencia alimentaria de las comunidades de otras maneras. Como la mayoría de las familias no tienen recursos para cubrir las necesidades alimentarias mínimas diarias de sus familias, la Media Luna Roja Mauritana también está formando a los miembros de los clubes de madres para que puedan crear sus propias actividades lucrativas. Gracias a una pequeña subvención de la Media Luna Roja Mauritana, el club de madres de Barkeol ha abierto un almacén general a través del cual venden alimentos a menor coste a la comunidad. Otras mujeres de la localidad han recibido préstamos sin intereses a través del club, lo que les ha permitido crear pequeños negocios de venta de cuscús, procesamiento de cereales, confección de ropa o producción de sopa. Algunas han optado por invertir su dinero en horticultura para aumentar sus cosechas. "Antes teníamos muchas dificultades, pero gracias al apoyo de la Media Luna Roja Mauritana, ahora podemos mejorar la seguridad alimentaria de nuestras familias y diversificar la dieta de nuestras hijas e hijos", explica Khadidiatou Mohamed Abdallahi, Presidenta del club de madres. -- Para apoyar a las personas afectadas por la inseguridad alimentaria en toda el África subsahariana, la IFRC lanzó un llamamiento de emergencia en octubre de 2022 para ayudar a las Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja de 15 países a prestar asistencia urgente y a largo plazo. Hasta la fecha, la red de la IFRC ha llegado a: 600.000 personas con asistencia en efectivo y cupones 425.000 personas con apoyo sanitario y nutricional, incluida la alimentación suplementaria infantil 232.000 personas con apoyo a los medios de subsistencia, como formación en actividades generadoras de ingresos y gestión del ganado 1,2 millones de personas con asistencia en materia de agua, saneamiento e higiene. En Mauritania, el llamamiento apoya clubes de madres, como el de Barkeol, y ayuda en efectivo a miles de hogares. Para donar a nuestro llamamiento y ayudarnos a llegar a más gente, haga clic aquí.

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Mujeres rurales de Guatemala en el corazón de la salud comunitaria

En el oeste de Guatemala, las mujeres rurales son mensajeras que salvan vidas, proporcionando información sanitaria fiable a sus comunidades locales. Escrito por David Quijano, IFRC América.Gladis Gómez viste de morado su Huipil, traje típico del occidente montañoso de Guatemala cuyo tono demuestra su luto, pues hace unos días perdió a un familiar lejano.A pesar de ello, una sonrisa ilumina su rostro, una sonrisa que muchas personas de su comunidad reconocen.Gladis es la Presidenta de un comité local de salud en la comunidad de Xecaracoj. El comité reúne a una docena de mujeres rurales que han recibido formación en temas clave de salud, por parte de la Cruz Roja Guatemalteca. Para que puedan ayudar a promover prácticas saludables en su comunidad.Juntas, las mujeres van de puerta en puerta por su pueblo, compartiendo conocimientos sobre cómo la gente puede prevenir enfermedades comunes y muertes, especialmente entre los niños.Esta labor es vital. Guatemala tiene una de las tasas de desnutrición infantil más altas del mundo, y más de la mitad de la población vive por debajo del umbral de la pobreza. La pandemia de COVID-19 también se cobró un alto precio en el país: 20.000 personas murieron a causa de la enfermedad en 3 años."Hemos difundido los nuevos conocimientos que nos ha dado la Cruz Roja Guatemalteca para informar a hombres, niños y niñas sobre cosas tan sencillas como lavarse las manos, limpiar nuestras casas y nuestras calles; hasta la importancia de la lactancia materna y la nutrición"."Ahora sabemos que los hábitos saludables marcan la diferencia entre tener una comunidad fuerte y sana o seguir llevando a nuestros bebés al hospital", dice Gladis.Juan Poyón, Técnico de Control de Epidemias y Pandemias de la Cruz Roja Guatemalteca, dice que ha aprendido mucho de los comités de salud, como el que dirige Gladis, y ha utilizado los conocimientos locales de las mujeres para orientar y mejorar su apoyo.‘’Identificamos temas clave, por ejemplo, que sus prioridades eran la prevención de la COVID-19 o la desnutrición. Hoy, con los comités ya entrenados, identificamos que las mujeres querían llegar a más personas, de hecho, priorizaron la radio, un kiosco de información o mensajes vía WhatsApp como los mejores canales para compartir sus conocimientos de forma masiva’’, explica Juan.Para compartir aún más estos valiosos conocimientos comunitarios, la Cruz Roja Guatemalteca puso en contacto a los comités de salud dirigidos por mujeres con el Ministerio de Salud, lo que ha abierto los ojos a las autoridades nacionales. Ahora trabajan juntos para mejorar la salud comunitaria en todo el país.Ana Gómez, epidemióloga del Ministerio de Salud de Guatemala, explicó:"Hemos trabajado con la Cruz Roja Guatemalteca para identificar necesidades desde el respeto de la diversidad de las poblaciones. Conocimos y acogimos los puntos de vista de las mujeres para fortalecer la salud comunitaria y en el camino confirmamos que su papel es clave"."Son ellas quienes buscan principalmente los servicios de salud, también tienen un rol fundamental en la educación de quienes van a estar al frente del país. Posicionar a las mujeres significa asegurar el cambio de comportamiento de la familia y de las comunidades, y por ende contribuye a mejorar la salud de Guatemala", comenta Ana.Pasando tiempo con Gladis, está claro que se siente muy orgullosa de su trabajo, y que ella y sus compañeras del comité de salud están contentas de que se escuchen sus voces.Mientras se sienta y teje un nuevo corte -una falda tradicional maya- señala las rayas amarillas que representan la esperanza."Mañana me pondré un huipil amarillo para representar el color de la vida, los rayos del sol y el maíz", dice Gladis."Las mujeres de esta comunidad somos especiales, muy especiales, porque hoy tenemos el conocimiento para proteger la vida".La promoción de los comités locales de salud en Guatemala forma parte del Pilar de Preparación ante Epidemias y Pandemias de nuestra Alianza Programática con la Unión Europea.Hasta la fecha, 1250 familias de la zona rural de Quetzaltenango han recibido asesoramiento sanitario, brindado por los comités locales de salud.La Alianza Programática ayuda a las comunidades a reducir sus riesgos y a estar mejor preparadas para desastres y emergencias de salud. Es implementada por 24 Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja alrededor del mundo, incluyendo Panamá, Guatemala, Honduras, El Salvador y Ecuador en América,La IFRC continuará fortaleciendo las capacidades de las comunidades en Guatemala para prevenir pandemias y epidemias; y alentando a más mujeres a asumir posiciones de liderazgo para que puedan tener un impacto profundo y positivo en el futuro de sus comunidades.

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Nota de prensa

"En el centro de nuestros servicios en Afganistán están las mujeres y las niñas: como receptoras y como proveedoras".

Kuala Lumpur / Ginebra, 26 de diciembre de 2022 - Cada día, la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) ayuda a miles de personas en Afganistán a hacer frente a los desastres, el hambre y el acceso a la atención de salud. En el centro de estos servicios están las mujeres y las niñas: como receptoras, diseñadoras y prestadoras. Son el centro de nuestro trabajo. Las mujeres son las principales usuarias de los servicios de atención primaria de salud que apoya la Media Luna Roja Afgana. El personal médico femenino hace posible estos servicios como doctoras, enfermeras, comadronas y trabajadoras de divulgación. Las mujeres dirigen la formación profesional y la atención y el apoyo a las mujeres indigentes en nuestros centros Marastoon de todo el país. Las mujeres son fundamentales para diseñar y supervisar los servicios para mujeres y niñas. No deben ni pueden ser sustituidas por colegas masculinos. La IFRC está sumamente preocupada por los recientes anuncios del Emirato Islámico de Afganistán (EIA) de suspender el acceso de las mujeres a la educación superior y a trabajar en organizaciones no gubernamentales nacionales e internacionales. Aún no está claro cómo se aplicarán estos anuncios a la IFRC. Seguimos comprometidos con la diversidad de género, con nuestras colegas mujeres y con la continuidad del servicio con la participación de colegas mujeres. Así es como llegamos a las comunidades y a los más vulnerables en todo el país. Representaremos este compromiso ante las autoridades. Sin embargo, sea cual sea el efecto directo de los anuncios en nuestro trabajo, esta exclusión es devastadora para el país a corto y largo plazo. Su impacto en quienes necesitan servicios humanitarios será terrible. Instamos a las autoridades a considerar este impacto y a encontrar soluciones que permitan la continuidad de la asistencia vital en todo Afganistán, en interés de las mujeres y las niñas, y de todos los afganos. Para más información, contacten con: Afrhill Rances, +60 19 271 3641 [email protected] Rachel Punitha, +60 19 791 3830, [email protected]

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Nota de prensa

“Necesitamos hacerlo mejor”: un informe de la Federación Internacional revela brechas en la protección infantil durante desastres relacionados con el clima

Kingston, Jamaica - 19 de noviembre de 2021. La abrumadora mayoría de los adolescentes sienten que no tienen la información necesaria para estar a salvo de posibles actos de violencia, abuso y explotación en desastres relacionados con el clima. Este es uno de los principales hallazgos de “Necesitamos hacerlo mejor: desastres relacionados con el clima, protección infantil y acción de localización en el Caribe”, un estudio reciente realizado por la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC). El informe ha revelado que, aunque los desastres relacionados con el clima afectan a todas las personas de la región, los niños están particularmente en riesgo. Constituyen una gran parte de la población del Caribe y son más vulnerables a la violencia, el abuso y la explotación en situaciones de desastre, mientras que los sistemas para protegerlos no siempre funcionan. El estudio también destaca que no existen leyes específicas para proteger a los niños de la violencia, el abuso y la explotación cuando ocurren desastres. Gurvinder Singh, Asesor Principal de Protección Infantil de la Federación Internacional y uno de los autores del informe, dijo: “Si bien los niños tienen potencialmente una gran capacidad de liderazgo e innovación, desafortunadamente, sus voces rara vez se buscan o se escuchan. Además, existe un enorme déficit de oportunidades significativas para que los niños participen en las decisiones que les afectan. Esto es especialmente importante en las etapas de preparación y respuesta a desastres. Los adolescentes creen que incluso si participan, es posible que los adultos no tomen en serio sus opiniones”. Al poner las voces, perspectivas e ideas de los niños al frente, el informe busca comprender las relaciones generalmente inexploradas entre los desastres relacionados con el clima y las preocupaciones de los niños en torno a la violencia, el abuso, la explotación y los desafíos de salud mental. También envía una advertencia a los gobiernos y organizaciones cívicas para que desempeñen un papel más activo en la promoción y el respeto de los derechos del niño, especialmente en lo que respecta al tema del abuso infantil y la necesidad de programas de prevención urgentes y eficaces. Ariel Kestens, jefe de delegación de la Federación Internacional para el Caribe de habla holandesa e inglesa, dijo: “Es fundamental que los gobiernos mejoren las leyes nacionales, inviertan en sistemas de protección infantil, mejoren la coordinación local, capaciten al personal de respuesta local, incluyan la protección y el cambio climático en el plan de estudios escolar y recopilen datos desglosados ​​por sexo, edad y discapacidad en las respuestas a desastres. La Red de la Federación Internacional en todo el Caribe está lista para apoyarlos para que continúen esforzándose por satisfacer el interés superior de cada niño afectado por desastres climáticos cada vez más frecuentes y destructivos ". El informe también recomienda acciones prácticas para el sector humanitario, como el diseño de comunicaciones adaptadas a los niños, la implementación de mecanismos de retroalimentación de la comunidad, incluida la protección infantil en la acción anticipatoria, la integración de la protección infantil en la preparación, las evaluaciones y la planificación, y la creación de espacios para que los niños y adultos participen, se apoyen mutuamente y encuentren soluciones viables a los riesgos de protección. El estudio se basó en discusiones y una encuesta en línea con 198 adolescentes de 14 a 17 años en las Bahamas, Jamaica y Trinidad y Tobago; entrevistas con 30 adultos de diferentes agencias de protección infantil y de desastres, e investigación de antecedentes. Es parte de la campaña "Necesitamos hacerlo mejor" de la Federación Internacional para mejorar la protección de los niños en desastres relacionados con el clima. El informe completo está accesibleaquí. El resumen del informe para adolescentes estáaquí. Para más información pueden contactar con: En Jamaica: Trevesa DaSilva | +876 818-8575 | [email protected] En Panamá: Susana Arroyo Barrantes | + 506 8416 1771 | [email protected]

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Protección, Género e Inclusión

Para que la IFRC se mantenga fiel a nuestros principios, debemos asegurarnos de llegar a todas las personas de manera eficaz, no discriminatoria y equitativa. Nuestro trabajo debe garantizar la dignidad, el acceso, la participación y la seguridad de todas las personas afectadas por desastres y crisis.

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Inclusión, protección y compromiso

En la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC), creemos que la diversidad es un hecho, la inclusión es un acto. A través de todo nuestro trabajo, nuestro objetivo es proteger y promover un cambio positivo para la humanidad, basado en nuestros valores humanitarios y Principios Fundamentales.