Centro del Clima de la IFRC

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El cambio climático y El Niño agudizan los incendios extremos en Chile

Por el Centro del ClimaEl lunes 12 de febrero, la IFRC aprobó una operación del Fondo de Emergencia para la Respuesta a Desastres (DREF), por un valor de medio millón de francos suizos para ayudar a la Cruz Roja Chilena a prestar asistencia a casi 10.000 personas afectadas por los incendios, que, según la organización, han tenido "profundas consecuencias" y son notablemente peores que los de hace un año.La Cruz Roja Chilena sigue prestando asistencia a miles de personas afectadas por los incendios forestales que, según la ONU, se consideran los más mortíferos registrados en el país, recogiendo ayuda en especie donada por residentes de todo el país; y asociándose con un banco local para agilizar las donaciones en línea.La Cruz Roja también está prestando asistencia sobre el terreno con primeros auxilios y ha creado una línea telefónica para ayudar a las familias separadas por los incendios a restablecer el contacto.Un relato completo de la respuesta de la Cruz Roja Chilena al desastre -que el Presidente Gabriel Boric describió a principios de esta semana como la "mayor tragedia" desde el terremoto de 2010- ya está disponible (en español) a través de un espacio en la cuenta de X/Twitter de la IFRC."La población de Viña del Mar, de Quilpué, de Villa Alemana, han vivido y están viviendo una situación tremendamente catastrófica, excepcional, inédita y dolorosa", dijo el presidente Boric.Las autoridades chilenas informaron el martes de que se habían recuperado 131 cadáveres de los barrios incendiados.Temporadas DestructivasLos incendios en Chile se producen dos semanas después de que Colombia declarara estado de desastre, a causa de los casi 30 incendios forestales que siguen arrasando el país, como parte de los más de 300 incendios que se han producido desde noviembre, señaló el UNDRR, que añadió que, un informe de 2022 del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente preveía un aumento mundial de los incendios extremos de hasta el 14% para 2030 "debido al cambio climático y al cambio en el uso de la tierra".En Chile, los incendios forestales "han aumentado drásticamente en los últimos años", según un estudio publicado a finales del mes pasado en la revista Nature, en el que se investigaba la temporada de incendios del verano de 2022-23 en el hemisferio sur. Según el estudio, casi dos millones de hectáreas han sido arrasadas por incendios forestales en los últimos diez años, tres veces más que en la década anterior, y todas menos una de las siete temporadas más destructivas, se han observado desde 2014."Las condiciones meteorológicas de los incendios (incluyendo altas temperaturas, baja humedad, sequía y fuertes vientos) aumentan el potencial de que los incendios forestales, una vez encendidos, se propaguen rápidamente", escriben los autores de Nature, mientras que "la concurrencia de El Niño y las sequías y olas de calor provocadas por el clima, aumentan el riesgo local de incendios; y han contribuido decisivamente a la intensa actividad incendiaria observada recientemente en Chile central."MegasequíaJuan Bazo, representante regional del Centro del Clima para América Latina, declaró hoy: "Hay pruebas claras de que el cambio y la variabilidad climáticos, incluido el fenómeno del Niño/Oscilación del Sur (ENOS), tienen una relación significativa con los incendios en Chile, especialmente en la última década, en la que han sido cada vez más extremos"."Las sequías y olas de calor de una gravedad sin precedentes están estrechamente relacionadas con los incendios forestales y están teniendo un grave impacto en las comunidades más vulnerables".Las inversiones adicionales en adaptación y resiliencia que pueden ser necesarias a la luz de la intensificación de los impactos climáticos "incluyen la mejora del Sistema de Alerta Temprana (SAT) del país, una herramienta crítica para tomar medidas tempranas, reducir el riesgo de desastres y apoyar la adaptación climática", añade el artículo de Nature."Estos sistemas permiten prever fenómenos meteorológicos peligrosos y ayudan a minimizar los impactos informando oportunamente a gobiernos, comunidades y ciudadanía".Durante gran parte de la última década, Chile también ha sufrido lo que se denomina una megasequía, la más larga desde que se tienen registros, lo que aumenta aún más el riesgo.

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IFRC en la COP 28: Los impactos están aquí, el momento de actuar es ahora

Ya sea por la creciente fuerza de las tormentas, la proliferación de los incendios forestales, el empeoramiento de las olas de calor y las sequías -o el desplazamiento de comunidades enteras debido a todo lo anterior-, los impactos de la crisis climática nos acompañan desde hace tiempo. Por ello, la IFRC se dirige una vez más a la Cumbre Mundial sobre el Clima, COP28, en los Emiratos Árabes Unidos, con un mensaje urgente: no hay más tiempo que perder. El momento de actuar es ahora y la acción debe ser audaz. Así como los líderes mundiales deben acordar reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para prevenir impactos humanitarios aún peores, también debemos ampliar enormemente las acciones de adaptación a nivel local, para llegar a las personas más expuestas y afectadas, según la IFRC. Martha Makaniko, una agricultora de la aldea de Chiwalo, en la ciudad de Mulanje (Malawi); perdió su casa y todos sus cultivos a principios de año, debido a las inesperadas inundaciones provocadas por el ciclón Freddy. Después de eso, las lluvias normales no llegaron y ahora el fenómeno de El Niño amenaza con hacer que la próxima temporada de escasez sea aún más escasa. [Enlace al artículo en IFRC.org]. "Año tras año, cada vez es más difícil obtener buenos rendimientos agrícolas y buenos ingresos", afirma Makaniko. "Ya no confiamos en los patrones climáticos regulares. Antes obtenía ocho sacos de maíz de mi campo. Ahora tengo suerte si consigo dos". Este tipo de historias son cada vez más comunes en las comunidades donde está arraigada la red de la IFRC. También son la razón por la que la IFRC ha intensificado sus propios esfuerzos para trabajar con las comunidades locales y las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja a fin de aliviar el sufrimiento inmediato -proporcionando dinero en efectivo, alimentos, agua, higiene y apoyo sanitario- y, al mismo tiempo, prevenir y reducir los riesgos en el futuro. Por ello, la IFRC insta a los líderes mundiales reunidos en la Cumbre sobre el Clima COP 28 a que adopten las siguientes medidas urgentes: dar prioridad a la acción local aumentar la financiación para ayudar a las comunidades a adaptarse ampliar la acción temprana y las medidas que ayuden a las comunidades a anticiparse a los riesgos reforzar los sistemas sanitarios resilientes al clima y ayudar a las personas a evitar, minimizar y hacer frente a las pérdidas y daños provocados por fenómenos relacionados con el clima. Empeora antes de mejorar Es fundamental invertir mucho más en todos estos ámbitos para ayudar a las comunidades a hacer frente a la situación, que probablemente empeorará antes de mejorar. El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) confirma que el cambio climático ya está contribuyendo a aumentar el número de crisis humanitarias (con una temperatura media mundial de 1,15 °C por encima de la media de 1850-1900). Y ahora existe una amenaza muy real de que las temperaturas suban aún más. Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, con las políticas actuales, el mundo va camino de alcanzar un calentamiento global de 2,8 °C en 2050. A corto plazo, se espera que el fenómeno de El Niño de este año agrave el impacto del cambio climático inducido por la acción humana, empujando las temperaturas globales a un territorio desconocido, según la Organización Meteorológica Mundial. Razones para tener esperanza Sin embargo, hay motivos para la esperanza. Si se adoptan medidas urgentes, existe la posibilidad de ralentizar o detener el aumento de las temperaturas y, al mismo tiempo, hacer que las comunidades sean mucho menos susceptibles a las crisis relacionadas con el clima. En toda la red de la IFRC, que incluye 191 Sociedades Nacionales, hay numerosos ejemplos de comunidades que trabajan con la IFRC y otros organismos para aumentar su resiliencia y evitar así la inseguridad alimentaria, los riesgos para la salud y los impactos económicos de los desastres relacionados con el clima. En Jamaica, por ejemplo, la Cruz Roja trabajó con una escuela para estudiantes con discapacidad auditiva, en un proyecto climáticamente inteligente para reforzar su granja autosuficiente del campus, con un sistema de riego alimentado por energía solar. En Somalia, la IFRC y la Media Luna Roja Somalí trabajaron con la aldea de Cuun para restablecer pequeñas granjas con la ayuda de un nuevo pozo de agua potable, y un sistema de bombeo para ayudarles a hacer frente a varios años de sequía. "Nos costaba acceder a agua limpia para beber, cocinar, bañarnos y mantenernos", dice uno de los líderes de la comunidad, Yasiin Maxamed Jamac. "Esto repercutía negativamente en nuestra salud y bienestar, y nos dificultaba el cultivo de cosechas, frutas, verduras y la cría de ganado". Ahora más de 100 hogares tienen sus propias granjas pequeñas -de 100 metros por 100 metros- donde cultivan diversas frutas, verduras y cosechas.

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Inundaciones en Libia: El cambio climático hace "mucho más probable" la catástrofe

Ginebra/Nueva York 19 de septiembre de 2023 - Lo ocurrido en Derna debería ser una "llamada de atención para el mundo" sobre el creciente riesgo de inundaciones catastróficas en un mundo cambiado por el cambio climático, afirma Jagan Chapagain, Secretario General de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC). Chapagain hablaba a la luz de un informe, según el cual, el cambio climático hizo que el desastre de Libia fuera significativamente más probable. Un rápido análisis del grupo World Weather Attribution -un grupo de científicos apoyado por la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja- analizó datos climáticos y simulaciones de modelos informáticos para comparar el clima actual, tras un calentamiento global de aproximadamente 1,2ºC, con el clima del pasado. Los científicos descubrieron que el cambio climático provocado por el hombre ha hecho que las lluvias torrenciales en el noreste de Libia sean hasta 50 veces más probables de lo que habrían sido en un mundo sin cambio climático provocado por la especie humana. También, han constatado que las lluvias han sido hasta un 50% más intensas de lo que habrían sido en un temporal comparable a un mundo anterior al cambio climático. Quienes realizaron el informe tienen claro que, incluso en un mundo "caldeado" a 1,2 °C, las lluvias caídas en Libia fueron extremas. Fue un acontecimiento que sólo se esperaría que ocurriera una vez cada 300-600 años. Aun así, esa frecuencia es mucho mayor de lo que ocurriría en un mundo que no se hubiera calentado. Las lluvias por sí solas no hicieron inevitable el desastre de Derna. Una mayor preparación, menos construcciones en regiones propensas a las inundaciones y una mejor gestión de las infraestructuras de las presas, habrían reducido el impacto global de la tormenta Daniel. No obstante, el cambio climático fue un factor importante que provocó y agravó el fenómeno meteorológico extremo. Julie Arrighi, Directora Interina del Centro del Clima de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, cuyos investigadores trabajaron en el informe sobreWorld Weather Attribution, declaró: "Esta devastadora catástrofe muestra cómo los fenómenos meteorológicos extremos provocados por el cambio climático se combinan con factores humanos para crear impactos aún mayores, ya que más personas, bienes e infraestructuras están expuestas y son vulnerables a los riesgos de inundación. Sin embargo, existen soluciones prácticas que pueden ayudarnos a evitar que estas catástrofes se conviertan en rutina, como el refuerzo de la gestión de emergencias, la mejora de las previsiones y los sistemas de alerta basados en el impacto, e infraestructuras diseñadas para el clima futuro." Jagan Chapagain, Secretario General de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, declaró: "El desastre de Derna es un ejemplo más de lo que el cambio climático ya está haciendo con nuestro clima. Obviamente, en Libia se dieron múltiples factores que convirtieron la tormenta Daniel en una catástrofe humana; no fue sólo el cambio climático. Pero el cambio climático hizo que la tormenta fuera mucho más extrema y mucho más intensa, y eso se tradujo en la pérdida de miles de vidas. Esto debería ser una llamada de atención para que el mundo cumpla el compromiso de reducir las emisiones, garantice la financiación de la adaptación al clima y aborde los problemas de pérdidas y daños". Más información: Para solicitar una entrevista, póngase en contacto con:[email protected] En Ginebra: Andrew Thomas: +41763676587 Mrinalini Santhanam: +41 76 381 50 06 Tommaso Della Longa: +41 79 708 43 67

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El Niño: ¿Qué es y qué significa para los desastres?

¿Qué es El Niño?El Niño Oscilación del Sur (ENSO) es un ciclo de calentamiento y enfriamiento que se produce a lo largo del ecuador en el Océano Pacífico.El Niño es la parte de calentamiento del ciclo. Se produce cuando disminuye el ascenso de aguas frías a la superficie del mar cerca de Sudamérica. Esto provoca un aumento de la temperatura de la superficie del mar en el Pacífico, lo que calienta la atmósfera.La parte fría del ciclo se denomina La Niña y tiene el efecto contrario.Los fenómenos de El Niño y La Niña se producen cada dos a siete años. Suelen durar entre 9 y 12 meses, pero se sabe que han llegado a durar varios años seguidos.¿Cómo afecta El Niño al clima en todo el mundo?El Niño y La Niña cambian la forma en que el aire y la humedad se desplazan por el mundo, lo que puede afectar a los patrones de lluvias y temperaturas a escala global.La Organización Meteorológica Mundial (WMO) anunció recientemente que se han desarrollado las condiciones de El Niño, y que podemos esperar patrones meteorológicos y climáticos perturbadores y un aumento de las temperaturas globales.Sabemos por eventos pasados cuándo y qué zonas del mundo tienen más probabilidades de ser más húmedas y más secas durante El Niño y La Niña. Pero no hay dos fenómenos de El Niño y La Niña iguales, por lo que es importante seguir las previsiones a medida que se desarrollan.¿El cambio climático afecta a El Niño?En general, el cambio climático está provocando un aumento de las temperaturas de la superficie del mar, y hay indicios de que esto está afectando al modo en que los fenómenos de El Niño y La Niña influyen en los patrones meteorológicos de todo el mundo.La WMO predice que es probable que las temperaturas globales alcancen niveles récord en los próximos cinco años debido a la combinación del cambio climático y El Niño.¿Causará El Niño más desastres?Los fenómenos de El Niño conllevan diferentes riesgos de catástrofe en distintas partes del mundo.Pueden provocar graves sequías en Australia, Indonesia, partes del sur de Asia, Centroamérica y el norte de Sudamérica. Cuando se produjo el último fenómeno de El Niño hace siete años, contribuyó a la sequía y la inseguridad alimentaria que afectaron a decenas de millones de personas en el sur y el este de África.También pueden provocar un aumento de las precipitaciones en el sur de Sudamérica, el sur de Estados Unidos, el Cuerno de África y Asia central.Durante el verano en el hemisferio norte, las aguas cálidas de El Niño pueden provocar ciclones tropicales más intensos en el Pacífico occidental, pero menos huracanes en el Atlántico.Lilian Ayala Luque, Oficial Superior de Acción Anticipatoria y Resiliencia Comunitaria para la IFRC Américas, nos habla de la llegada de las condiciones de El Niño y de lo que podría significar para la región:¿Qué puede ser diferente en el fenómeno de El Niño de este año?Ya conocemos ciertos factores que influirán en la forma en que los efectos de este El Niño afectarán a las comunidades. Por ejemplo:Aunque se espera el fin de la sequía en el Cuerno de África, la lluvia puede tardar algún tiempo en filtrarse en el suelo para favorecer las plantas de raíces profundas y empezar a restablecer la agricultura.Aunque las condiciones de El Niño suelen limitar el crecimiento de los ciclones tropicales en el Atlántico Norte, este efecto puede verse compensado por las temperaturas inusualmente altas de la superficie del mar que se observan actualmente en la región donde se forman estas tormentas.En Ecuador y Perú, un brote de dengue tras las inundaciones de principios de año podría verse exacerbado por las lluvias de El Niño previstas para principios de 2024. En el sur de África, queda por ver si la situación del cólera mejorará con las condiciones más secas previstas.¿Cómo se prepara la red de la IFRC paraEl Niño?La red de la IFRC está desarrollando Protocolos de Acción Temprana (PATs) - planes formales que describen los desencadenantes y las acciones tempranas que tomaremos cuando se pronostica que un peligro específico afectará a las comunidades - incluyendo la preparación para los peligros relacionados con El Niño.En Ecuador, por ejemplo, hemos elaborado planes para hacer frente a la mayor probabilidad de inundaciones en la estación lluviosa de enero a abril. Y en Centroamérica, los planes de acción de emergencia cubren la mayor probabilidad de sequía de junio a agosto.Las medidas tempranas incluyen reforzar edificios y viviendas, planificar rutas de evacuación o preposicionar reservas de alimentos y agua.¿Dónde puedo encontrar más información?Nuestra página Alerta temprana, acción tempranaSitio web del Centro del Clima de la Cruz Roja y de la Media Luna RojaSitio web del Centro de AnticipaciónPilar de Anticipación del Fondo de Emergencia para la Respuesta a Desastres de la IFRCSerie de Twitter Spaces sobre El Niño del equipo de América de la IFRC--Este artículo ha sido adaptado de una entrada de blog en el sitio web del Centro de Anticipación del que son coautores Liz Stephens, Andrew Krucziewicz y Chris Jack, del Centro del Clima de la Cruz Roja y la Media Luna Roja. Consulte la entrada del blog para obtener más información sobre El Niño y la acción anticipatoria.

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El año pasado fue el "octavo consecutivo" de temperaturas superiores al nivel preindustrial, lo que amenaza el objetivo de París de 1,5 °C

Este artículo se publicó originalmente en el sitio web del Centro del Clima de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja aquí. Los últimos ocho años han sido los más cálidos registrados a escala mundial, impulsados por "el aumento constante de las emisiones y el calor acumulado", según seis conjuntos de datos internacionales consolidados por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y explicados ayer. Según la OMM, la temperatura mundial se situó el año pasado 1,15°C por encima de la referencia de 1850-1900, y 2022 fue el octavo año consecutivo en que se alcanzó al menos 1°C por encima de los niveles preindustriales, según un comunicado de prensa de Ginebra. "La probabilidad de superar -temporalmente- el límite de 1,5°C del Acuerdo de París aumenta con el tiempo", añadió. La persistencia del enfriamiento de La Niña, ahora en su tercer año, significa que 2022 no fue el más cálido registrado, pero sí al menos el sexto más cálido. El trabajo de la OMM muestra una media mundial de diez años hasta 2022 de 1,14 °C por encima de la línea de base del siglo XIX, en comparación con la cifra más reciente del IPCC de 1,09 °C para la década hasta 2020, lo que indica que el calentamiento a largo plazo continúa. El secretario general de la OMM, Petteri Taalas, declaró ayer: "En 2022 nos enfrentamos a varias catástrofes meteorológicas dramáticas que se cobraron demasiadas vidas y medios de subsistencia y socavaron la seguridad sanitaria, alimentaria, energética e hídrica, así como las infraestructuras. "Amplias zonas de Pakistán se inundaron, con importantes pérdidas económicas y humanas. Se han observado olas de calor sin precedentes en China, Europa, América del Norte y del Sur [y] la sequía en el Cuerno de África amenaza con provocar una catástrofe humanitaria. "Es necesario mejorar la preparación ante estos fenómenos extremos y garantizar que cumplimos el objetivo de la ONU de alertas tempranas para todos en los próximos cinco años". La OMM señaló que su informe provisional sobre el estado del clima mundial en 2022 habla de "niveles récord de gases de efecto invernadero que atrapan el calor en la atmósfera", que siguen provocando olas de calor extremas, sequías e inundaciones devastadoras, y afectan a millones de personas. En respuesta a las últimas cifras sobre la temperatura global, el secretario general de la IFRC, Jagan Chapagin, dijo: "Personas de todo el mundo están sintiendo los efectos del calentamiento de nuestro clima, y los datos científicos siguen reforzando esta aterradora realidad. La acción climática inclusiva, liderada por los más expuestos al riesgo, es clave para combatir la crisis climática. "La ventana para implementar medidas de adaptación que salven vidas se está cerrando lentamente, pero aún hay tiempo para ayudar a las comunidades a adaptarse a los desastres relacionados con el clima, incluyendo inversiones en sistemas de alerta temprana que lleguen a todos." El pasado mes de septiembre, la IFRC dio a conocer un enfoque de Un Fondo, Dos Pilares para su Fondo de Emergencia para la Respuesta a Desastres, que refleja un mayor compromiso con la acción anticipatoria. El comunicado de prensa de la OMM añade que las clasificaciones de temperatura de años concretos deben considerarse en el contexto a largo plazo, ya que las diferencias entre años pueden ser marginales. "Desde la década de 1980, cada decenio ha sido más cálido que el anterior. Se espera que esto continúe".

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La IFRC advierte que la creciente ola de calor en Europa podría tener consecuencias trágicas

Budapest, 14 de julio de 2022 - Las temperaturas extremas han sumido a los países en peligrosas olas de calor e incendios forestales en toda Europa. La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) insta a las ciudades y comunidades a prepararse para evitar un nuevo desastre. Desde el mes de mayo, Europa se encuentra entre los 'puntos calientes de la ola de calor' más rápidos del mundo. Las previsiones no muestran signos de que vaya a amainar. Muchas partes de Europa occidental están experimentando temperaturas extremas y países como Portugal están luchando contra incendios forestales que afectan a miles de personas. "Con la crisis climática, este calor forma parte de nuestra 'nueva normalidad'", afirma Maarten Aalst van, Director del Centro del Clima de la Cruz Roja y la Media Luna Roja. "Estos eventos mortales son ahora más frecuentes y más intensos". En los últimos diez años, los desastres relacionados con el clima y el tiempo han matado a más de 400.000 personas, han afectado a otros 1.700 millones y han desplazado a una media de 25 millones de personas cada año en todo el mundo.Las personas más expuestas a las olas de calor son las personas mayores, los niños, las mujeres embarazadas y las personas con problemas de salud preexistentes. Las olas de calor tienen un impacto en cascada en otras áreas de la sociedad, como la reducción de la producción económica, la tensión en los sistemas de salud y los cortes de energía. El personal y el voluntariado de las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja de toda la región están apoyando a las comunidades que se preparan para las olas de calor y se ven afectadas por ellas. Al mismo tiempo, los equipos están respondiendo a los devastadores incendios forestales, sobre todo en Portugal, pero también en España, Italia, Grecia y Turquía, provocados por el calor extremo. "Muchos han tenido que evacuar sus casas con las pocas cosas que pueden llevar", dice Ana Jorge, Presidenta de la Cruz Roja Portuguesa."Nuestros equipos médicos se centran en asegurar que la gente se ponga a salvo, proporcionando asistencia sanitaria crítica a los que sufren quemaduras y otras lesiones y proporcionándoles una cama para dormir y las necesidades mientras deciden sus próximos pasos." Dado que las olas de calor son cada vez más probables en todo el mundo a medida que se agrava la crisis climática, se necesitan más sistemas de preparación y alerta temprana para reducir y gestionar los riesgos. "La gente no siempre es consciente de los peligros del calor. Pero cuando las comunidades comprenden los riesgos y toman medidas sencillas para prepararse, pueden evitar tragedias innecesarias", afirma van Aalst. "Instamos a las ciudades y comunidades a que se preparen y tomen las medidas necesarias para salvar vidas, ahora y a largo plazo". Para más información o concertar entrevistas: En Budapest: Corrie Butler,[email protected]+36 704306506 En Atenas: Georgia Trismpioti, [email protected] +30 6971809031 Nota para los editores: La Guía de Olas de Calor para las Ciudades y el Kit de Acción Urbana de la IFRCson recursos para que los funcionarios de las ciudades, los planificadores urbanos y las organizaciones comunitarias puedan anticipar y planificar el calor urbano extremo y reducir los riesgos mortales. La caja de herramientas de enfriamiento urbano del C40 ofrece enfoques para bajar las temperaturas urbanas y reducir el impacto del efecto del calor urbano; la herramienta de beneficios de las ciudades resistentes al calor ayuda a los planificadores urbanos y a los responsables de la toma de decisiones a cuantificar los beneficios sanitarios, económicos y medioambientales de las acciones de adaptación. Una ola de calor es un periodo prolongado de temperaturas inusualmente altas y, a menudo, de alta humedad. El calor extremo puede provocar choques, deshidratación y otras enfermedades agudas, y agravar las enfermedades cardiovasculares y respiratorias. Ahora hay una montaña de pruebas de que el cambio climático está aumentando la aparición de olas de calor mortales. Por ejemplo, los científicos han llegado a la conclusión de que el cambio climático ha hecho que la ola de calor de 2022 en la India y Pakistán sea 30 veces más probable, que la ola de calor de 2019 en Europa occidental sea al menos 10 veces más probable, que la ola de calor de 2019-20 en Australia que contribuyó a los devastadores incendios forestales sea 10 veces más probable, y que el calor extremo en el noroeste de Estados Unidos y Canadá en 2021 habría sido prácticamente imposible sin el cambio climático. Para más detalles, véanse, por ejemplo, los análisis de Atribución del Clima Mundial.

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IFRC urge a gobiernos y actores humanitarios a proteger vidas ante el inicio de una activa temporada de huracanes en las Américas

Panamá/Ginebra, 31 de mayo de 2022 –La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) está intensificando las acciones de preparación ante el inicio de la temporada de huracanes del Océano Atlántico que, una vez más, estará más activa de lo normal. La IFRC insta a los gobiernos y a actores humanitarios a proteger vidas, invirtiendo en sistemas de alerta temprana, acciones tempranas basadas en pronósticos y planes coordinados de respuesta a desastres. Del 1 de junio al 30 de noviembre de 2022, América del Norte, América Central y el Caribe esperan entre 14 y 21 tormentas con nombre, de las cuales entre seis y diez podrían convertirse en huracanes, incluidos entre tres y seis huracanes de categoría tres o superior. La IFRC y su red están trabajando para asegurar que las comunidades estén mejor preparadas para enfrentar los efectos de las fuertes lluvias, deslizamientos de tierra e inundaciones que estos fenómenos meteorológicos podrian causar durante los próximos seis meses. Martha Keays, Directora Regional de la IFRC para las Américas, dijo: "Se preven hasta seis huracanes de categoría tres o superior para la región, pero recordemos que basta una sola tormenta para destruir comunidades que ya están lidiando con la pobreza, la desigualdad y los efectos devastadores de la pandemia del COVID-19. Por ello, cientos de equipos de la Cruz Roja en más de 20 países están compartiendo mensajes de alerta temprana y coordinando las medidas de preparación con gobiernos locales y líderes comunitarios. “Paralelamente, la IFRC está combinando las previsiones meteorológicas con sus análisis de riesgos para adoptar medidas tempranas antes de que lleguen los huracanes, en lugar de limitarse a responder a sus efectos. Este enfoque nos permite anticiparnos a los desastres, disminuir su impacto en la medida de lo posible y evitar el sufrimiento y la pérdida de vidas y medios de subsistencia". La IFRC está prestando especial atención a las necesidades de las mujeres, la niñez y personas migrantes y retornadas, que sufren crisis superpuestas en Centroamérica. Esta región aún se está recuperando de la pandemia y de los huracanes Eta e Iota, que dejaron 1,5 millones de personas desplazadas sólo en Nicaragua, Honduras y Guatemala. En Colombia, Honduras, Guatemala y Haití, las comunidades vulnerables expuestas a huracanes y tormentas también corren el mayor riesgo de inseguridad alimentaria debido a la actual crisis mundial de escasez de alimentos. En este desafiante escenario, la IFRC aboga por marcos regulatorios que favorezcan la entrega ágil de la ayuda humanitaria a las zonas afectadas por los desastres. También, ha posicionado ya bienes humanitarios en Panamá y en el Caribe para dar respuesta inmediata a las necesidades humanitarias de hasta 60.000 personas en zonas costeras del Pacífico y del Atlántico. Según el Centro del Clima de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, la temporada de huracanes 2022 en el Atlántico y el mar Caribe se predice más activa de lo normal debido a la influencia del patron climático de La Niña. Este fenómeno está activo por tercer año consecutivo y hace que las temperaturas del mar en esta cuenca estén por encima del promedio. Esta condición permite un desarrollo más activo de ciclones, como se ha visto en los años 2020 y 2021. Para mayor información: En Panama Susana Arroyo Barrantes | Comms Manager Americas [email protected] María Victoria Langman | Senior Comms Officer Americas [email protected]

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Los científicos confirman que el cambio climático ya contribuye a las crisis humanitarias en todo el mundo

Ginebra, 28 de febrero de 2022 - La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) hace un llamamiento para que se tomen medidas urgentes a nivel local y se financie, en particular, a los más vulnerables, a fin de combatir los devastadores efectos humanitarios de la crisis climática confirmados en el informe de hoy de los científicos del clima del mundo. Por primera vez, el informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) publicado hoy señala que el cambio climático ya está contribuyendo a las crisis humanitarias en contextos vulnerables. Además, los extremos climáticos y meteorológicos están impulsando cada vez más los desplazamientos en todas las regiones del mundo. El Secretario General de la IFRC, Jagan Chapagain, dijo: "El informe del IPCC confirma lo que la IFRC y su red de 192 Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja ya han presenciado durante años: El cambio climático ya está perturbando la vida de miles de millones de personas, en particular de los más pobres del mundo, que son los que menos han contribuido a él." "La respuesta mundial a la COVID-19 demuestra que los gobiernos pueden actuar de forma decisiva y drástica ante amenazas globales inminentes. Necesitamos la misma energía y acción para combatir el cambio climático ahora, y necesitamos que llegue a las comunidades más vulnerables al clima de todo el mundo para que tengan las herramientas y la financiación necesarias para anticiparse y gestionar los riesgos." El informe, elaborado por más de 200 expertos en clima, reafirma los principios clave que la red de la IFRC ha venido reclamando para hacer frente al cambio climático: que la acción local es fundamental para afrontar el cambio climático y que responder a los desastres después de que ocurran nunca será suficiente para salvar vidas y combatir una crisis de esta magnitud. Los datos científicos más recientes confirman, con un nivel de confianza muy alto, que los impactos y los riesgos climáticos agravan las vulnerabilidades, así como las desigualdades sociales y económicas. Éstas, a su vez, aumentan los graves problemas de desarrollo, especialmente en las regiones en desarrollo y en los lugares especialmente expuestos, como las zonas costeras, las pequeñas islas, los desiertos, las montañas y las regiones polares. Maarten van Aalst, autor principal del informe y director del Centro del Clima de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, dijo: "Este informe es una luz roja intermitente, una gran alarma sobre la situación actual. Nos dice en un lenguaje científico inequívoco que la ventana para la acción global concertada para asegurar un futuro habitable se está cerrando rápidamente. Demuestra que todos los riesgos que nos preocupaban en el pasado se nos vienen encima mucho más rápido". “Pero el informe también muestra que aún no es demasiado tarde. Todavía podemos reducir las emisiones para evitar lo peor. Además, tendremos que gestionar los cambios que ya no podemos evitar. Muchas de las soluciones, como la mejora de los sistemas de alerta temprana y las redes de seguridad social, ya han demostrado su valor. Si aumentamos nuestra ambición para adaptarnos a los riesgos crecientes, dando prioridad a las personas más vulnerables, aún podemos evitar las consecuencias más devastadoras". Nota para los editores Las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja no sólo responden a los desastres cuando se producen, sino que también desempeñan un papel fundamental en la prevención de peligros como las inundaciones y las olas de calor para que no se conviertan en desastres. Al trabajar en primera línea en las comunidades antes, durante y después de los desastres, saben lo que se necesita para responder a las crisis climáticas y ayudar a las comunidades a prevenir y adaptarse a los crecientes riesgos del cambio climático. La IFRC tiene como objetivo apoyar a las Sociedades Nacionales miembros para que lleguen a 250 millones de personas cada año con servicios de adaptación y mitigación del clima para reducir el sufrimiento y la vulnerabilidad. Para más información o concertar entrevistas: En Ginebra: Caroline Haga, +358 50 598 0500, [email protected] Las imágenes y los vídeos libres de derechos relacionados con este comunicado de prensa están disponibles para su descarga y uso aquí.

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IPCC report: Climate change already making humanitarian work harder, less predictable, more complex, says IFRC

Geneva, 8 October 2018 –Climate change is already making emergency response efforts around the world more difficult, more unpredictable and more complex, according to the world’s largest humanitarian network. This warning from the International Federation of Red Cross and Red Crescent Societies (IFRC) coincides with the launch of a UN Intergovernmental Panel for Climate Change (IPCC) report that sets out the predicted impacts of both a 1.5°C and a 2.0°C rise in the global average temperature by 2099. IFRC President Francesco Rocca said: “More than half of our operations are now in direct response to weather-related events, and many others are compounded by climate shocks and stresses. If this is the situation now, then it is difficult to comprehend the scale of crises confronting vulnerable communities in a world that is 1.5°C or 2.0°C hotter.” In 2017, IFRC and the global Red Cross and Red Crescent network responded to over 110 emergencies, reaching more than 8 million people. More than half of these were in response to weather-related events. National Red Cross and Red Crescent Societies are also bearing witness to rising climate displacement. Weather-related events displaced 23.5 million people in 2016, according to the World Meteorological Organization. Mr Rocca said: “In a 1.5°C-warmer world, more extreme-weather events will affect everyone. But it will be especially cruel for communities that are already struggling to survive because of conflict, insecurity or poverty. “We are already working with some of these communities to help them anticipate and adapt to what might be to come. These efforts need to increase significantly. A higher proportion of global climate finance needs to be dedicated to helping these communities adapt to changing risks. Currently, not event 10 per cent of funding does this.” Dr Maarten van Aalst, a climate scientist and director of the Red Cross Red Crescent Climate Centre based in The Hague, added: “Climate remains at the centre of the international agenda. In 2018, we have seen lethal heatwaves and wildfires across the Northern Hemisphere, including in unexpected places like eastern Canada, Japan and Sweden. A rapid analysis in July by an international group of climate scientists showed that in some European locations climate change made the heatwave at least twice as likely.” Today’s IPCC report sets the scene for COP 24 which opens in Katowice, Poland on 3 December. Mr Rocca said: “COP 24 must deliver a rigorous rule book for how to implement the Paris Agreement. No one can afford half measures; our future existence depends upon it. “IFRC welcomes this IPCC report. We hope this leads to action. Millions of lives – and billions of dollars of disaster response – are at stake.”

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