"Recibimos más de 22.000 camiones de ayuda antes del cierre del paso fronterizo de Rafah en mayo de 2024. Desde el cierre, la Media Luna Roja Palestina solo ha recibido 58 camiones de ayuda, que es absolutamente nada".
Así resumía Nebal Farsakh, portavoz de la Media Luna Roja Palestina (MLRP), la trágica situación humanitaria en Gaza, agravada ahora por las duras condiciones invernales.
Agobiadas por las bajas temperaturas, las lluvias torrenciales y las inundaciones, cientos de miles de personas en Gaza corren aún más riesgo de contraer enfermedades y morir. Mucha gente vive en tiendas de campaña, descampados o incluso en la calle, casi sin protección.
"Muchas familias de los campos de personas desplazadas carecen de la ropa y el equipo necesarios para protegerse de las inclemencias del tiempo", continuó Farsakh. "Además, según informes recientes, sólo se está atendiendo el 20% de las necesidades de refugio, lo que deja a más de un millón de personas sin lugares adecuados donde alojarse".

Voluntarios de la Media Luna Roja Palestina llenan sacos de arena en un campamento de personas desplazadas en Gaza, como parte de los esfuerzos para proteger el campamento de las inundaciones causadas por las recientes lluvias.
Foto: Media Luna Roja Palestina
Las personas desplazadas que carecen de refugios adecuados para el invierno se enfrentan a graves amenazas. El mal tiempo puede dañar sus refugios, y las inundaciones pueden contaminar las fuentes de agua, aumentando la propagación de enfermedades.
Las severas condiciones invernales, agravadas por una ayuda insuficiente, han obstaculizado gravemente la capacidad de los equipos de la MLRP para prestar un apoyo esencial. Pero los problemas no acaban aquí.
La escasez de combustible ha paralizado los servicios de ambulancia, obligando a que las evacuaciones se realicen a menudo a pie en condiciones meteorológicas peligrosas. Esto supone una pesada carga no sólo para los equipos de la MLRP, sino también para la población adulta mayor y discapacitada, que debe soportar largos viajes.
El impacto del desplazamiento, las dificultades físicas y el temor constante por su seguridad y bienestar han tenido consecuencias devastadoras en la salud mental de todas las personas de Gaza, especialmente de la niñez.
"Hay una preocupación constante por la salud mental de toda la población de Gaza, y en especial por la de los niños y niñas, que sufren traumas tan profundos", subrayó Farsakh. "Hay al menos 17.000 niñas y niños no acompañados o separados de sus padres. La mayoría no pueden ir a la escuela; viven bajo bombardeos constantes y no tienen acceso a alimentos".

Niñas y niños se reúnen en una sesión organizada por la Media Luna Roja Palestina para aportar un poco de alegría y normalidad en medio de las tensiones del conflicto. El impacto del desplazamiento, las dificultades físicas y el miedo constante han tenido consecuencias devastadoras en la salud mental de la población infantil.
Foto: Media Luna Roja Palestina
Los equipos de salud mental y apoyo psicosocial de la MLRP trabajan incansablemente para proporcionar una sensación de alivio. En los refugios del sur y centro de Gaza han organizado actuaciones, juegos y otras actividades para dar momentos de alegría a la población infantil. Pero la magnitud de la crisis es abrumadora.
La asombrosa cifra de 1,2 millones de menores en Gaza se enfrenta a un mayor riesgo de sufrir consecuencias de salud mental a largo plazo si no reciben el apoyo urgente y esencial que necesitan. El impacto psicológico de este conflicto será probablemente profundo y de por vida para estos niños y niñas, a menos que reciban la protección y el apoyo adecuados.
Sin una mejora drástica del acceso humanitario y del flujo de suministros, la población de Gaza seguirá padeciendo un sufrimiento físico y mental considerable.
Mientras tanto, la ayuda alimentaria y los suministros movilizados por la red de la IFRC permanecen en el asfalto y en los almacenes, ya que las dificultades para hacerlos llegar a Gaza continúan.
"La ayuda que hemos recibido desde el cierre del paso fronterizo de Rafah es insignificante, lo que está afectando gravemente a nuestros servicios de socorro. No podemos hacer nuestro trabajo. La gente en Gaza está muriendo de hambre, frío y enfermedades porque no están recibiendo la ayuda que necesitan".
"Esto no puede seguir así", concluyó Farsakh.