Libia

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Libia: Tormenta Daniel

La tormenta Daniel azotó el noreste de Libia el domingo 10 de septiembre, trayendo fuertes vientos y lluvias torrenciales repentinas que provocaron inundaciones masivas, devastación y muertes. Las infraestructuras han sufrido graves daños, como la ruptura de presas cerca de Derna, que ha provocado inundaciones que han arrasado barrios enteros. Los equipos y voluntariado de la Media Luna Roja Libia fueron los primeros en llegar al terreno, evacuando a la gente y prestando primeros auxilios y labores de búsqueda y rescate. A través de este llamamiento de emergencia, la IFRC presta apoyo a la Media Luna Roja Libia para proporcionar refugio de emergencia, apoyo psicosocial, asistencia sanitaria, agua potable y alimentos a las comunidades afectadas y restablecer el contacto entre familiares y personas queridas desaparecidas.

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Sean inundaciones, terremotos u otras crisis, el impacto en el acceso al agua potable es inmediato y duradero.

Los desastres se presentan en muchas formas, desde la fuerza estremecedora de los terremotos hasta las incesantes inundaciones.En medio del caos y la destrucción, hay una necesidad crítica que trasciende las características específicas de la catástrofe: el acceso a agua limpia. La población de Marruecos y Libia se enfrentó cara a cara con esta realidad tras el terremoto de magnitud 6,8 que sacudió Marruecos el 8 de septiembre de 2023, y las devastadoras inundaciones que asolaron partes del este de Libia un par de días después, tras una tormenta masiva.Inmediatamente después de estos dos desastres, la deshidratación se convirtió en una amenaza, especialmente grave para poblaciones vulnerables como la niñez y las personas adultas mayores. Sin embargo, los peligros iban mucho más allá de la sed."El agua contaminada, consecuencia de la interrupción de las infraestructuras o de la propagación de aguas residuales por las inundaciones, se convierte en un caldo de cultivo para enfermedades transmitidas por el agua, como el cólera y la disentería", explica Jamilee Doueihy, oficial senior de agua, saneamiento e higiene (WASH) de la IFRC en la región de Oriente Medio y Norte de África."Estas enfermedades pueden desbordar rápidamente unos recursos médicos ya de por sí sobrecargados, añadiendo otra capa de sufrimiento a una comunidad ya devastada".Un delicado equilibrio rotoLos desastres alteran el delicado equilibrio de las infraestructuras hídricas. Los terremotos pueden romper las tuberías y dañar las plantas de tratamiento, mientras que las inundaciones pueden dejarlas sumergidas e inoperativas. Esta pérdida de acceso a un suministro de agua limpia y fiable, crea un efecto dominó que afecta al saneamiento, la higiene y la capacidad de preparar alimentos de forma segura.Inmediatamente después de una catástrofe de grandes proporciones, como la inundación masiva y repentina de Libia, los cadáveres que se encuentran cerca o dentro de las reservas de agua, también pueden provocar graves problemas de salud.Sin embargo, el impacto va más allá de los problemas sanitarios inmediatos. Sin agua para las necesidades básicas, la gente tiene dificultades para mantener la higiene, lo que aumenta el riesgo de infección. Las comunidades desplazadas que se enfrentan a la escasez de agua a menudo recurren a alternativas poco seguras, lo que pone aún más en peligro su salud. La escasez de agua también puede paralizar los esfuerzos de recuperación, ya que las personas se ven obligadas a dedicar tiempo a buscar agua en lugar de reconstruir sus vidas.La buena noticia es que el suministro de agua potable es una intervención poderosa en tiempos de desastre. "Tanto en Marruecos como en Libia, el agua fue una parte esencial de los esfuerzos de socorro durante la fase inicial de las dos emergencias", afirma Doueihy.En muchos asentamientos provisionales, que surgieron cuando la gente abandonó sus hogares inseguros, simplemente no había agua corriendo, ni agua potable. La gente también carecía de acceso a inodoros e instalaciones sanitarias.Por lo tanto, además de primeros auxilios, tiendas de campaña de emergencia y otros suministros esenciales, la Media Luna Roja Marroquí, la IFRC y otras Sociedades Nacionales asociadas entregaron botiquines de higiene e instalaron instalaciones provisionales de agua, saneamiento e higiene (retretes, duchas, puntos de agua e incineradores) para las personas que vivían en asentamientos provisionales.En Libia, mientras tanto, la Media Luna Roja Libia -junto con asociados del Movimiento de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja- atendió las necesidades inmediatas de agua, saneamiento e higiene distribuyendo más de 240.000 botellas de agua y unos 6.000 kits de higiene, entre otras cosas.Otras Sociedades Nacionales apoyaron los esfuerzos. La Cruz Roja Alemana, por ejemplo, apoyó la instalación de dos plantas de tratamiento de agua, que posteriormente fueron sustituidas por sistemas de filtración que responden mejor a la evolución de las necesidades. Hasta la fecha, se han instalado cinco plantas desalinizadoras sencillas, además del mantenimiento de pozos de agua subterránea, entre otros esfuerzos.El próximo gran reto, afirma Doueihy, es ayudar a las comunidades a desarrollar soluciones a más largo plazo."Proporcionamos agua potable limpia a la población afectada, pero el paso gradual de la fase de emergencia a una fase de recuperación a largo plazo, significa que se necesitan soluciones sostenibles -como la reparación de las infraestructuras dañadas- para restablecer la seguridad hídrica y la capacidad de las comunidades de acceder a agua limpia."La seguridad del agua no es un lujo ante el desastre, es un salvavidas. Si damos prioridad al acceso al agua potable en la respuesta a los desastres a corto y largo plazo, podemos salvar vidas, prevenir brotes de enfermedades y capacitar a las comunidades para la reconstrucción. -Apoye a la población de Marruecos y Libia en su camino hacia la recuperación donando a los dos llamamientos de emergencia: Marruecos: Terremoto y Libia: Tormenta Daniel.

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Libia: Una repentina inundación les costó la vida, pero su espíritu de voluntariado sigue vivo

Escrito por Mey Al Sayegh Lo que hace que el voluntariado de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja sea tan esencial durante las emergencias, es que viven en las comunidades a las que sirven. Eso también significa que son tan vulnerables a las dificultades, las pérdidas y el dolor como sus vecinos y seres queridos. Las inundaciones que asolaron Derna, en el este de Libia, la noche del domingo 10 de septiembre no fueron una excepción. Ayudando desinteresadamente a quienes lo necesitaban, las personas voluntarias de la Media Luna Roja Libia (MLRL) acudieron a la llamada y prestaronapoyo, después de que la región nororiental de Libia se viera afectada por las intensas lluvias, provocadas por la tormenta Daniel. Las fuertes precipitaciones provocaron el desmoronamiento de dos presas en la madrugada del 11 de septiembre. Trágicamente, cuatro voluntarios de la Media Luna Roja Libia perdieron la vida en el diluvio posterior, tres de ellos mientras ayudaban a salvar la vida de otras personas. Esta es su historia. Pero también es un testimonio de todas las personas voluntarias de todo el mundo que han sufrido pérdidas este año, o que han hecho el último sacrificio mientras daban a otras personas una segunda oportunidad. En el acto de apoyar a otras personas Abed Alqader Atiya Alkherm había trabajado anteriormente como jefe del departamento de medios de comunicación de la filial de la Media Luna Roja Libia en Derna, donde utilizaba sus conocimientos de fotografía y comunicación para transmitir la voz de la gente y sus historias. Pero había decidido que también quería ayudar a la gente de forma más directa, así que se unió a los equipos de respuesta a emergencias de la Media Luna Roja Libia en Derna. Cuando se produjo el desastre, el 10 de septiembre, este voluntario de 31 años no lo dudó. "Abed dejó la cámara y arriesgó su vida para salvar a otras personas", dice Bahaa Kawash, director de medios y Comunicaciones de la MLRL. "Él y todos los héroes de la Media Luna Roja Libia estarán en nuestros corazones y en nuestra memoria". En los días que siguieron a esa trágica noche, sus afligidos colegas compartieron recuerdos e historias de la valentía, competencia y compasión de estos voluntarios. Khaled Abed Alkareem Aldwal, de 29 años, había desarrollado una sólida reputación por sus habilidades en primeros auxilios y su disposición por apoyar a la gente, recuerda el antiguo director de medios de comunicación y comunicaciones de la MLRL, Tawfeq Al Shokry. Khaled era recordado por haber salvado una vez la vida de un hombre en un restaurante donde solía trabajar, prestándole primeros auxilios. Tras las inundaciones de septiembre, uno de los sobrevivientes escribió en su páginade Facebook que Khaled arriesgó su vida para salvar a sus dos hijas antes de que las inundaciones se lo llevaran. Hussein Bou Zanouba llegó a la sucursal de Derna como de costumbre a las 6 de la tarde de ese día, muchas horas antes de la inundación. Cuando las aguas empezaron a arrasar la ciudad, no dudó en unirse a los equipos de rescate. Durante su misión de rescate, la ambulancia chocó contra un poste de energía eléctrica, lo que provocó su trágico ahogamiento. Durante aquella madrugada, su madre intentó llamarle 23 veces. Pero sus llamadas fueron en vano, ya que se había dejado el teléfono en su casa de Al Bayda, otra ciudad del este de Libia muy afectada por las inundaciones. Fue un momento angustiante para sus colegas que buscaban a Hussein entre los cadáveres y las morgues refrigeradas de Derna, recuerda Ali Hweidi, ex director de Jóvenes y Voluntarios de la MLRL en Bengasi. Pérdidas trágicas que perduran La pérdida de estos voluntarios golpeó duramente a sus compañeros. Sin embargo, mantuvieron su valor, su resistencia y su inquebrantable dedicación a asistir a quien lo necesitaba, y continuaron con su crucial labor durante los días y meses posteriores. Además de quienes perdieron la vida, muchas personas voluntarias en Derna sufrieron otros tipos de pérdidas terribles esa noche. Un colega de la Media Luna Roja Libia, Abdallah Abou Shayana, pereció tristemente junto con toda su familia cuando su casa quedó inundada por el diluvio de agua que arrasó el centro de Derna. Muchas otras personas voluntarias dedicadas, que ayudaron activamente a salvar a quienes se veían amenazados por las devastadoras inundaciones, tuvieron que soportar otro tipo de trágicas pérdidas, ya que algunos perdieron a familiares, vecinos y amistades. Hamdi Ahmed Baleidhabló por última vez con su madre a las 2 de la madrugada del 11 de septiembre. Junto con sus compañeros, estuvo ayudando a otras personas durante toda la noche. En la que iba a ser su última llamada, su madre le insistió en que se mantuviera seco para no caer enfermo. Al volver a casa, se encontró con que la casa de su familia había sido completamente arrasada. Toda su familia había desaparecido. Por una especie de milagro, el voluntario Ayman Abed Arzaak Agribyal sobrevivió a las inundaciones repentinas que amenazaban con arrastrarlo. Por desgracia, perdió a su madre. A pesar de sus pérdidas, tanto Hamdi como Ayman siguen trabajando a diario con la Media Luna Roja Libia para ayudar a la gente a reconstruir sus vidas tras la catástrofe. Hamdi encuentra consuelo en la convicción de que el mejor modo de superar su profundo dolor es apoyando a otras personas. En estos momentos difíciles, la Unidad de Respuesta a Emergencias de la IFRC desplegada tras la inundación ofrece apoyo psicosocial a todas las personas sobrevivientes, incluyendo el voluntariado. Sin embargo, aún queda mucho por hacer, dice Mamdouh Al Hadid, Jefe de Operaciones de la IFRC para la tormenta Daniel, y añade que se está elaborando un programa a más largo plazo de " Cuidado del Voluntariado". Mientras tanto, la IFRC rinde homenaje a la valentía y el desinterés de los equipos de la Media Luna Roja Libia, así como a las personas voluntarias de todo el mundo, por sus incansables esfuerzos y sacrificios frente a grandes peligros en 2023. Puede que las inundaciones de hace tres meses se llevaran físicamente a estos voluntarios, pero su espíritu humanitario sigue inspirando a sus amigos y compañeros de equipo de la Media Luna Roja Libia, así como a innumerables personas de todo el mundo.

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Tres meses después de las catastróficas inundaciones, la Media Luna Roja Libia sigue trabajando para ayudar a quienes sobrevivieron

La tormenta Daniel azotó el noreste de Libia el domingo 10 de septiembre, trayendo fuertes vientos y lluvias torrenciales repentinas, que provocaron inundaciones masivas, devastación y muertes. Las infraestructuras sufrieron graves daños, como la ruptura de presas cerca de Derna, que provocó inundaciones que arrasaron barrios enteros. Los equipos y voluntariado de la Media Luna Roja Libia fueron las primeras personas en llegar al terreno, evacuando a la gente y prestando primeros auxilios y servicios de búsqueda y rescate. La IFRC asignó rápidamente recursos a través de su Fondo de Emergencia para la Respuesta a Desastres.Posteriormente, la IFRC hizo un llamamiento de emergencia para apoyar a la Media Luna Roja Libia en el suministro de refugio de emergencia, apoyo psicosocial, asistencia sanitaria, agua potable y alimentos a las comunidades afectadas. Los equipos también trabajaron incansablemente para ayudar a las personas a reencontrarse con sus familiares. Con el respaldo de la red de la IFRC, el personal de la Media Luna Roja Libia realizó una labor heroica. Pero queda más por hacer. Los llamamientos de emergencia de la IFRC buscaban recaudar 25 millones de francos suizos (20 millones de los cuales se espera que recaude la Secretaría de la IFRC) para apoyar a la Media Luna Roja Libia. Hasta ahora, se han recaudado poco más de 8,3 millones de francos suizos. Y las necesidades continúan, ya que muchas personas siguen desplazadas de sus hogares y persiste el choque psicológico y económico. El desastre también recibió apoyo de toda la red de la IFRC. Para apoyar la respuesta de la Media Luna Roja Libia tras las devastadoras inundaciones, la Media Luna Roja Turca envió aviones de carga desde Turquía con equipos de búsqueda y rescate, equipos médicos de emergencia y equipos de socorro, así como equipos y suministros humanitarios. Según la IFRC, lo ocurrido en Derna debería ser una "llamada de atención para el mundo" sobre el creciente riesgo de inundaciones catastróficas en un mundo cambiado por la crisis climática. En un rápido análisis realizado por el grupo World Weather Attribution -un grupo científico apoyado por la IFRC- se analizaron datos climáticos y simulaciones de modelos informáticos para comparar el clima actual, tras aproximadamente 1,2ºC de calentamiento global, con el clima del pasado. Los científicos descubrieron que el cambio climático provocado por la actividad humana ha incrementado hasta 50 veces la probabilidad de que se produzcan lluvias torrenciales en el noreste de Libia. También descubrieron que las lluvias eran hasta un 50% más intensas de lo que habrían sido en un temporal comparable en un mundo anterior a la crisis climática. Algo tan cotidiano como los días lluviosos y las playas cercanas se han convertido tristemente en una fuente de temor para quienes viven en el este de Libia, especialmente para quienes vivieron en primera persona las inundaciones masivas que arrasaron casas, coches y familiares en un abrir y cerrar de ojos. En Derna, e incluso en la cercana ciudad de Bengasi, adonde huyeron la mayoría de las familias tras la devastación, son habituales los gritos de niñas y niños mientras duermen, o el sonambulismo.   "La gente asocia la lluvia con la muerte", afirma Ali Gharor, responsable de salud mental y apoyo psicosocial de la Media Luna Roja Libia, que ha prestado una amplia gama de servicios de salud mental y apoyo psicosocial a las personas que han sobrevivido a la inundación. "Todos los grupos de personas de la ciudad necesitan apoyo psicológico, incluido el voluntariado".

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Un mes después de las inundaciones de Libia: Se necesita ayuda urgente para la salud mental

Ginebra/Beirut/Benghazi, 11 de octubre de 2023 - Un mes después de las devastadoras inundaciones que han afectado a Libia, la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) y la Media Luna Roja Libia (MLRL) solicitan apoyo urgente para satisfacer las necesidades inmediatas de agua potable, saneamiento, asistencia en efectivo y, lo que es más importante, apoyo psicosocial. Las inundaciones han causado estragos, han desplazado a miles de personas y han puesto a prueba las ya frágiles infraestructuras de regiones como Derna y Tobruk. El desastre provocó una destrucción abrumadora, y la gente perdió sus hogares, a sus familiares y su sensación de seguridad. Los equipos de la Media Luna Roja Libia fueron los primeros en intervenir y prestaron servicios vitales, desde búsqueda y rescate hasta primeros auxilios. Hasta la fecha, 450 personas voluntarias han participado activamente en estos esfuerzos, algunas incluso perdiendo la vida mientras salvaban a otras. Tamer Ramadan, Jefe de la Delegación de la IFRC en Libia, dijo: "El costo emocional y físico de este desastre ha sido inmenso. Aunque hemos sido diligentes en nuestra respuesta inmediata, el proceso de recuperación está lejos de haber terminado. La atención no debe decaer". En Libia, la asistencia no se centra sólo en el apoyo inmediato, sino también en la recuperación a largo plazo. Las normas culturales favorecen la autonomía financiera, por lo que la ayuda en efectivo es esencial. Además, con los sistemas de alcantarillado dañados que contaminan las fuentes de agua en Derna, existe un mayor riesgo para la salud de la comunidad. Los equipos también se centran en proporcionar apoyo psicosocial integral, sobre todo teniendo en cuenta el costo emocional que supone la pérdida de familias enteras. La Media Luna Roja Libia ha sido indispensable en las labores de emergencia. Con una sala central de operaciones de emergencia en Bengasi y dos centros temporales en Derna, sus servicios abarcan desde la reunificación familiar hasta la distribución de artículos de primera necesidad. Hasta la fecha han prestado ayuda a más de 54.000 personas a través de diversos servicios. En vista de la escalada de las necesidades, la IFRC ha lanzado oficialmente un llamamiento por un valor de 10 millones de francos suizos para apoyar los esfuerzos en curso de la MLRL en la prestación de asistencia integral a las personas que sobrevivieron a la catástrofe. Hasta el momento, se han recaudado 3 millones de francos suizos, lo que deja un crucial 70 por ciento del llamamiento de financiación aún por cubrir. Las donaciones pueden hacerse a través de las sociedades nacionales participantes y directamente a través del sitio web de la IFRC. Más información Para financiar el llamamiento de emergencia y apoyar al pueblo de Libia en estos momentos de extrema necesidad, visite el sitio web de la IFRC. Para ver material de archivo, visite nuestrasala de prensa. Para solicitar una entrevista, póngase en contacto al correo: [email protected] En Ginebra: Tommaso Della Longa: +41 79 708 43 67 Mrinalini Santhanam: +41 76 381 50 06 En Beirut/Bengazhi: Mey Alsayegh: +961 3 229 352

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Temor por la lluvia y el mar: La salud mental, una bomba de tiempo en Libia tras las devastadoras inundaciones

Por Mey Al Sayegh, Jefa de Comunicaciones de IFRC MENA Algo tan cotidiano como los días lluviosos y las costas cercanas se han convertido tristemente en una fuente de temor para quienes viven en el este de Libia, especialmente para quienes vivieron en primera persona las inundaciones masivas que arrasaron sus casas, coches y seres queridos en un abrir y cerrar de ojos, la noche del 11 de septiembre. No es exagerado decir que la mayoría de la ciudadanía en Derna, la ciudad más afectada, cuyos recuerdos están cargados de imágenes dolorosas, necesitan algún tipo de apoyo psicosocial o de salud mental. En Derna, e incluso en la cercana ciudad de Bengasi, donde la mayoría de las familias huyeron de la devastación, se han convertido en sucesos nocturnos los signos de trauma experimentado, como los gritos de las niñas y niños mientras duermen, o el sonambulismo. Se necesita ayuda urgente en salud mental En un ejemplo conmovedor de la semana pasada, dos voluntarios de la Media Luna Roja Libia, con experiencia en hacer frente a desastres, corrieron aterrorizados a la sucursal de Derna y cerraron apresuradamente las puertas tras de sí, porque había empezado a llover. "La gente asocia la lluvia con la muerte", explica Ali Gharor, responsable de salud mental y apoyo psicosocial de la Media Luna Roja Libia. "Todos los grupos de personas de la ciudad necesitan apoyo psicológico, incluido el personal voluntario". Incluso quienes han buscado seguridad en Bengasi se ven afectados. Haya Al-Hadar, voluntaria de la Media Luna Roja Libia, cuenta cómo la Media Luna Roja intentó proporcionar un chalé a una familia junto al mar, pero se negaron rotundamente: "Nunca olvidaré aquella noche. Recibí una llamada a la 1:30 de la madrugada y me informaron de que el hombre se negaba a quedarse cerca del mar, por miedo a las zonas costeras", recuerda. "Insistió en volver con su mujer y sus hijos al lugar de donde venían. Les proporcionamos un apartamento fuera de la ciudad". A pesar de que la Media Luna Roja Libia presta apoyo psicosocial y primeros auxilios psicológicos, la necesidad de profesionales de la salud mental en la región es urgente. "Las infancias y personas adultas mayores visitan mi clínica a diario y piden apoyo psicológico en este hospital de campaña", dice el Dr. Al-Siddiq Al-Haj Ali, jefe de salud mental del Centro de Misrata, afiliado al Ministerio de Salud de Libia, quien también es voluntario en Derna. "El tiempo es esencial. Si las personas afectadas no reciben apoyo psicológico durante los próximos tres a seis meses, podemos esperar ver más trastornos psicológicos, e incluso casos de suicidio." Voluntariado de la Media Luna Roja entre las personas afectadas Las visitas de la IFRC a las zonas afectadas y las conversaciones mantenidas con las personas voluntarias de la Media Luna Roja Libia, pusieron de manifiesto que también necesitan urgentemente apoyo en materia de salud mental, ya que algunas personas han perdido a sus familias, a sus seres queridos y sus hogares. Para el voluntario Hamdi Ahmed Belaid, uno de los primeros en responder a la catástrofe, el tiempo se ha detenido desde la noche del 11 de septiembre, cuando una llamada telefónica que recibió de su madre aproximadamente a las 2:15 de la madrugada resultó ser la última vez que escuchó su voz. Cuando Hamdi regresó a su barrio quedó desolado al ver que su casa había sido arrasada, llevándose por delante las vidas de sus padres y sus tres hermanos, así como la de muchos vecinos. A pesar de su tragedia personal, Hamdi insiste en continuar su labor de apoyo a las personas afectadas: "Ayudar a otras personas afectadas enfría el fuego de mi corazón", añade. Ali Gharor, responsable de salud mental y apoyo psicosocial de la Media Luna Roja Libia, comprende muy bien la situación de Hamdi. "Desgraciadamente, parece que el personal voluntario no tiene tiempo para hacer el duelo, y es probable que esto se refleje negativamente en sus vidas más adelante", dice. "Nuestras costumbres y tradiciones también impiden que muchas personas muestren debilidad, pero es necesario dejar que el duelo se tome su tiempo". La unidad especializada en salud mental de la IFRC apoyará a la Media Luna Roja Libia Dadas las ingentes necesidades, la IFRC y otros asociados del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja han acordado con la Media Luna Roja Libia prestar apoyo en este ámbito crítico, teniendo en cuenta el contexto cultural y las costumbres en relación con el apoyo a la salud mental en el país. La IFRC se está preparando para enviar muy pronto a las zonas afectadas una unidad de intervención de urgencia especializada en salud mental y apoyo psicosocial. Raja Assaf, Jefe de Operaciones de Emergencia de la IFRC en Libia, explica que la unidad incluirá especialistas en salud mental, medicamentos y otros equipos, así como un equipo para formar a más personal y voluntariado local de la Media Luna Roja Libia en la prestación de apoyo psicosocial. "Para nosotros y para la Media Luna Roja Libia, se trata de una clara prioridad, ya que intentamos evitar cualquier bomba de tiempo de salud mental y atender a las personas afectadas lo mejor que podamos", concluye.

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Los cadáveres causados por desastres naturales no suelen representar riesgos para la salud, según la Cruz Roja y la OMS

Ginebra – Ante la terrible pérdida de vidas en situaciones de desastres y conflictos armados, suelen aflorar miedos infundados y generarse malentendidos en relación con los cuerpos de los fallecidos. Por lo tanto, es importante que las comunidades cuenten con las herramientas y la información necesarias para gestionar los cadáveres de manera segura y digna, en parte, para poder transitar el camino hacia la recuperación, tal como señalaron hoy la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (Federación Internacional), el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y la Organización Mundial de la Salud (OMS). Cuando se produce un alto número de muertes en desastres naturales o conflictos armados, la presencia de los cadáveres resulta perturbadora para las comunidades afectadas. Hay quienes tienden a apurarse para enterrar los cuerpos, por ejemplo, en fosas comunes, a veces, en su afán de resolver esa perturbación y otras, por miedo a que esos cuerpos representen una amenaza sanitaria. Proceder de esta manera puede ser perjudicial para la población, según afirman estas organizaciones. Si bien las autoridades y comunidades pueden sentirse muy presionadas para inhumar rápidamente los cadáveres, las consecuencias de una gestión deficiente de esos cuerpos van desde malestar psicológico a largo plazo para los familiares hasta problemas sociales y jurídicos. Las inhumaciones bien gestionadas se caracterizan por la disposición de tumbas individuales fácilmente localizables y debidamente documentadas en lugares de entierro bien delimitados. El objetivo es que se tenga conocimiento de la ubicación exacta de cada cadáver, así como de la información relacionada y de las pertenencias personales, tal como lo establecen las directrices elaboradas por las organizaciones, en particular el manualLa gestión de cadáveres en situaciones de desastre, publicación conjunta del CICR, la Federación Internacional y la OMS. No deberían realizarse cremaciones sin que se haya identificado con seguridad a la persona. A fin de contribuir a una mejor gestión de los cadáveres, las organizaciones brindan insumos y conocimientos especializados a las autoridades locales para ayudarlas a gestionar la tarea a veces abrumadora de enterrar a las personas fallecidas. En este momento, en Libia, hay equipos de la Cruz Roja y la OMS que están trabajando directamente con las autoridades, las comunidades y la Media Luna Roja Libia, prestando ayuda en forma de orientación, material y capacitación. Tanto el CICR como la OMS están entregando bolsas mortuorias en Libia para ayudar con el tratamiento digno de los fallecidos. Los cadáveres de quienes fallecieron por heridas resultantes de un desastre natural o un conflicto armado casi nunca representan una amenaza de salud para las comunidades. La razón es que las víctimas fallecidas por traumatismos, ahogo o incendio no suelen albergar organismos que provoquen enfermedades si se toman las precauciones habituales. La excepción sería si la muerte se produce por una enfermedad infecciosa como el ébola, la enfermedad de Marburgo o el cólera o bien si el desastre ocurre en una zona donde alguna de estas enfermedades sea endémica. En cualquier circunstancia, los cadáveres que se hallan en las cercanías o al interior de fuentes de abastecimiento de agua pueden generar problemas sanitarios, ya que pueden despedir heces y contaminar las aguas, y así provocar riesgo de diarrea u otras enfermedades. Los cuerpos no deben dejarse en contacto con fuentes de agua potable. "La creencia de que los cadáveres provocan epidemias no está respaldada por ninguna evidencia. Vemos muchísimos casos de confusión en los medios de comunicación e, incluso, entre algunos profesionales médicos", comentó Pierre Guyomarch, jefe de la Unidad Forense del CICR. "Es más probable que quienes sobreviven a un desastre natural transmitan enfermedades que los cadáveres." "Rogamos a las autoridades en las comunidades afectadas por este tipo de tragedias que no se apresuren a realizar entierros o cremaciones en masa. La gestión digna de cadáveres es importante para las familias y las comunidades, y, en el caso de conflictos armados, suele ser un componente importante para acelerar el fin los enfrentamientos", señaló el Dr. Kazunobu Kojima, responsable médico de bioseguridad y bioprotección del Programa de Emergencias Sanitarias de la OMS. "Un apuro innecesario en la disposición final de los cuerpos de quienes fallecieron en desastres o conflictos armados priva a las familias de la posibilidad de identificar y llorar a sus seres queridos, y no aporta ningún beneficio en el plano de la salud pública. El tratamiento digno de los cadáveres exige dedicar el tiempo necesario a la identificación de los fallecidos, al duelo de los familiares y a la organización los ritos funerarios correspondientes a las normas culturales y sociales locales", resaltó Gwen Eamer, encargada superior de Salud Pública en Emergencias para la Federación Internacional y responsable de operaciones de emergencia para la respuesta ante terremotos en Marruecos. El CICR, la IFRC y la OMS desean recordar lo siguiente a las autoridades y las comunidades: Si bien resulta perturbador ver cadáveres, los dirigentes o autoridades de la comunidad no deben apresurarse a enterrar los cuerpos en fosas comunes o realizar cremaciones en masa. Los procedimientos de inhumación o cremación deben atender a consideraciones culturales, religiosas y familiares. Los cadáveres de quienes fallecen a causa de desastres naturales o conflictos armados no suelen ser fuente de enfermedades. A menos que la persona haya fallecido por una enfermedad altamente infecciosa, el riesgo para la población general es insignificante. Sin embargo, existe un riesgo de diarrea por la ingesta de agua contaminada por materia fecal de los cadáveres. La desinfección del agua mediante los procedimientos habituales bastará para evitar enfermedades transmitidas por ese medio. Los entierros o las cremaciones que se realizan de manera apresurada e irrespetuosa dificultan y, a veces, imposibilitan la identificación de los fallecidos y la notificación a los familiares. El único caso en que los cadáveres representan un riesgo de epidemia es cuando las muertes son resultado de enfermedades infecciosas o cuando ocurre un desastre natural en una zona donde alguna de esas enfermedades es endémica. La cal en polvo no acelera la descomposición, y como en desastres o conflictos armados los cadáveres no suelen representar un riesgo de infección, no es necesario desinfectar esos cuerpos. Luego de haber tenido cualquier contacto con un cadáver, una persona debe lavarse las manos con agua y jabón o bien higienizárselas con alcohol en gel si no hay suciedad visible. El CICR, la IFRC y la OMS ruegan a todas las partes en conflictos armados y al personal de primera respuesta ante desastres, que se atengan a los principios establecidos para la gestión de cadáveres, por el bien de toda la sociedad, y han ofrecido apoyo adicional conforme sea necesario. Más información: Oficina de medios de comunicación del CICR:[email protected] Oficina de medios de comunicación de la IFRC:[email protected] Oficina de medios de comunicación de la OMS:[email protected]

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Inundaciones en Libia: El cambio climático hace "mucho más probable" la catástrofe

Ginebra/Nueva York 19 de septiembre de 2023 - Lo ocurrido en Derna debería ser una "llamada de atención para el mundo" sobre el creciente riesgo de inundaciones catastróficas en un mundo cambiado por el cambio climático, afirma Jagan Chapagain, Secretario General de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC). Chapagain hablaba a la luz de un informe, según el cual, el cambio climático hizo que el desastre de Libia fuera significativamente más probable. Un rápido análisis del grupo World Weather Attribution -un grupo de científicos apoyado por la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja- analizó datos climáticos y simulaciones de modelos informáticos para comparar el clima actual, tras un calentamiento global de aproximadamente 1,2ºC, con el clima del pasado. Los científicos descubrieron que el cambio climático provocado por el hombre ha hecho que las lluvias torrenciales en el noreste de Libia sean hasta 50 veces más probables de lo que habrían sido en un mundo sin cambio climático provocado por la especie humana. También, han constatado que las lluvias han sido hasta un 50% más intensas de lo que habrían sido en un temporal comparable a un mundo anterior al cambio climático. Quienes realizaron el informe tienen claro que, incluso en un mundo "caldeado" a 1,2 °C, las lluvias caídas en Libia fueron extremas. Fue un acontecimiento que sólo se esperaría que ocurriera una vez cada 300-600 años. Aun así, esa frecuencia es mucho mayor de lo que ocurriría en un mundo que no se hubiera calentado. Las lluvias por sí solas no hicieron inevitable el desastre de Derna. Una mayor preparación, menos construcciones en regiones propensas a las inundaciones y una mejor gestión de las infraestructuras de las presas, habrían reducido el impacto global de la tormenta Daniel. No obstante, el cambio climático fue un factor importante que provocó y agravó el fenómeno meteorológico extremo. Julie Arrighi, Directora Interina del Centro del Clima de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, cuyos investigadores trabajaron en el informe sobreWorld Weather Attribution, declaró: "Esta devastadora catástrofe muestra cómo los fenómenos meteorológicos extremos provocados por el cambio climático se combinan con factores humanos para crear impactos aún mayores, ya que más personas, bienes e infraestructuras están expuestas y son vulnerables a los riesgos de inundación. Sin embargo, existen soluciones prácticas que pueden ayudarnos a evitar que estas catástrofes se conviertan en rutina, como el refuerzo de la gestión de emergencias, la mejora de las previsiones y los sistemas de alerta basados en el impacto, e infraestructuras diseñadas para el clima futuro." Jagan Chapagain, Secretario General de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, declaró: "El desastre de Derna es un ejemplo más de lo que el cambio climático ya está haciendo con nuestro clima. Obviamente, en Libia se dieron múltiples factores que convirtieron la tormenta Daniel en una catástrofe humana; no fue sólo el cambio climático. Pero el cambio climático hizo que la tormenta fuera mucho más extrema y mucho más intensa, y eso se tradujo en la pérdida de miles de vidas. Esto debería ser una llamada de atención para que el mundo cumpla el compromiso de reducir las emisiones, garantice la financiación de la adaptación al clima y aborde los problemas de pérdidas y daños". Más información: Para solicitar una entrevista, póngase en contacto con:[email protected] En Ginebra: Andrew Thomas: +41763676587 Mrinalini Santhanam: +41 76 381 50 06 Tommaso Della Longa: +41 79 708 43 67

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Inundaciones en Libia: IFRC lanza un llamamiento de 10 millones de francos suizos para operaciones urgentes de ayuda humanitaria.

Ginebra, 13 de septiembre de 2023 - La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) ha anunciado un llamamiento de emergencia por un valor de 10 millones de francos suizos para ampliar los esfuerzos de socorro de la Media Luna Roja Libia; en respuesta a las inundaciones causadas por la tormenta Daniel en el noreste del país. El desastre, que se produjo el domingo 10 de septiembre, ha provocado una destrucción abrumadora, dejando a miles de personas desaparecidas y ejerciendo gran presión sobreu infraestructuras, ya de por sí frágiles. Zonas como Derna, Bengasi y Tobruk se encuentran entre las más afectadas. A pesar de las dificultades, el personal voluntario de la Media Luna Roja Libia fue el primero en llegar al terreno, prestando asistencia en las evacuaciones y proporcionando primeros auxilios, además de velar por un entierro respetuoso y digno de las personas fallecidas. El llamamiento de emergencia está diseñado para seguir reforzando las capacidades de la Media Luna Roja Libia en materia de atención sanitaria de emergencia, refugio de emergencia, apoyo psicosocial y servicios de agua y saneamiento. Los equipos de la Media Luna Roja apoyarán especialmente a los grupos vulnerables, como mujeres, niñez, personas adultas mayores y/o con alguna discapacidad. El Secretario General de la IFRC, Jagan Chapagain, dijo: "Hacemos llegar nuestro más sentido pésame a las familias de los afectados por este desastre, incluidos los tres valientes voluntarios de la Media Luna Roja Libia que perdieron la vida durante las operaciones de rescate. Nos enfrentamos a una situación aguda y sin precedentes. La solidaridad y el apoyo internacional son cruciales para las operaciones en curso y para prevenir una segunda oleada de crisis relacionada con enfermedades y más angustia." Chapagain instó además a la comunidad internacional y dijo: "El momento de actuar es ahora. Hacemos un llamamiento a la comunidad internacional, asociados y donantes para que contribuyan generosamente a este llamamiento de emergencia. Su solidaridad puede transformar vidas, reconstruir comunidades y ofrecer un faro de esperanza a quienes están viviendo esta catástrofe a gran escala." Más información Su contribución puede marcar una diferencia inmediata. Para financiar el llamamiento de emergencia y apoyar a la población de Libia en estos momentos de extrema necesidad, visite la página de donación de laIFRC. Para solicitar una entrevista, por favor escriba al siguiente correo: [email protected] En Ginebra: Tommaso Della Longa: +41 79 708 43 67 Mrinalini Santhanam: +41 76 381 50 06 En Beirut: Mey Alsayegh: +961 3 229 352

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Sudán: Se necesita urgentemente financiación crítica para seguir ayudando a las personas afectadas por el conflicto

Jartum/Nairobi/El Cairo/Beirut/Ginebra, 2 de junio de 2023 - En su séptima semana, el conflicto en Sudán ha agotado los recursos de la Media Luna Roja Sudanesa (MLRS), lo que ha llevado a la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) a duplicar su llamamiento de emergencia a 60 millones de francos suizos. También se ha lanzado un segundo llamamiento regional de 42 millones de francos suizos para apoyar el flujo de personas que se mueven a los países vecinos. Aida Elsayed, Secretaria General de la Media Luna Roja Sudanesa, declaró: "Sin esta ayuda, la población de Sudán sufrirá graves repercusiones humanitarias, ya que sencillamente no podrá satisfacer sus necesidades básicas y las consecuencias serán graves. Los combates no muestran signos de disminuir y el número de víctimas humanas sigue creciendo cada día". "Si se financia este llamamiento, la Media Luna Roja Sudanesa podrá continuar con las evacuaciones, el suministro de agua, alimentos, refugio, primeros auxilios y apoyo psicológico, así como con la reunificación de las familias. Sin duda significará la diferencia entre la vida y la muerte para muchas personas. Sin duda será un factor decisivo para que innumerables familias no experimenten un sufrimiento extremo". La escasez de medicamentos, alimentos, agua y combustible, la destrucción de hospitales, edificios residenciales e infraestructuras de energía y agua, así como los riesgos de muerte y lesiones debidos a los combates y la falta de acceso a dinero en efectivo hacen que la población no pueda acceder a bienes y servicios esenciales ni trasladarse a un lugar seguro. Con 40.000 personas voluntarias en 18 filiales repartidas por todo el país, la Media Luna Roja Sudanesa es la mayor organización humanitaria sobre el terreno en Sudán y hasta ahora ha proporcionado más de 40.000 comidas y paquetes de alimentos, 24.000 asistencias en primeros auxilios y tratamientos médicos, y han evacuado a 740 personas heridas. La Media Luna Roja Sudanesa también está llevando a cabo entierros seguros y dignos para quienes perdieron la vida. "Aunque nuestros personal voluntario de la Media Luna Roja Sudanesa ha estado trabajando incansablemente para ayudar a la gente desde el comienzo del conflicto, a pesar de los peligros y de que sus propias familias también se han visto afectadas, se necesita mucho más. Pero esto sólo será posible si recibimos la financiación. Sin ella, estamos dejando al pueblo de Sudán ante situaciones imposibles a las que muchas personas no podrán sobrevivir", afirmó Elsayed. Nueve millones de personas se han visto afectadas por el conflicto en un país donde 11,7 millones de personas ya necesitaban ayuda alimentaria y de subsistencia. "Con estas vulnerabilidades preexistentes y una ayuda alimentaria vital casi completamente interrumpida, las consecuencias serán desastrosas para las familias que dependen de esta ayuda", afirmó Elsayed. El nuevo Llamamiento Regional para los Movimientos de Población apoyará las actividades de respuesta humanitaria de las Sociedades Nacionales en los países vecinos de Egipto, Chad, Sudán del Sur, República Centroafricana, Etiopía y Libia. El Director Regional de la IFRC para África, Mohammed Mukhier, ha declarado: "Más de 330.000 personas han huido del devastador conflicto en Sudán buscando seguridad en los países vecinos. La situación es extremadamente inestable y, a medida que el conflicto continúe, el movimiento a través de las fronteras no hará sino aumentar. Se trata de personas ya de por sí vulnerables, en su mayoría mujeres e infantes, y un número significativo huye de la violencia por segunda vez tras haber tenido que desplazarse de campamentos en Sudán." Fuera de Sudán, la presencia del personal y las personas voluntarias de las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja en los puntos fronterizos es crucial. Están operando Puntos de Servicio Humanitario para prestar servicios esenciales a las personas que huyen del conflicto. Estos servicios incluyen apoyo psicosocial, medicamentos, primeros auxilios, alimentos y tarjetas SIM, así como acceso para restablecer los vínculos familiares. Si desea más información o solicitar una entrevista, póngase en contacto con: [email protected] EnNairobi: Rita Nyaga, +254 110 837 154, [email protected] Susan Cullinan, +61 457 527 197, [email protected] EnBeirut: Mey el Sayegh, +96176174468, [email protected] EnGinebra: Anna Tuson, +41 79 895 6924 Tommaso Della Longa, +41 79 708 4367

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| Emergencia

Crisis en Sudán: Movimiento de población regional

El actual conflicto en Sudán ha llevado a cientos de miles de personas -muchas de ellas mujeres, menores de edad y personas adultas mayores- a huir del país en busca de seguridad a través de las fronteras. Quienes han llegado a los países vecinos han sufrido condiciones humanitarias terribles. Muchas personas se han visto atrapadas en el fuego cruzado y llevan tiempo luchando por acceder a alimentos, agua y servicios sanitarios. A través de este llamamiento de emergencia, la IFRC apoya a las Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja de Egipto, Chad, Sudán del Sur, República Centroafricana, Etiopía y Libia para que presten asistencia humanitaria esencial a las personas que huyen de Sudán.

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Alianza para la Inversión en las Sociedades Nacionales: Anuncio de financiación para 2022

La Alianza para la Inversión en las Sociedades Nacionales (NSIA, en inglés) es un mecanismo de financiación común, gestionado conjuntamente por la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR). Proporciona una financiación flexible y plurianual para apoyar el desarrollo a largo plazo de las Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja -en particular, las que se encuentran en situaciones de emergencia complejas y crisis prolongadas- para que puedan aumentar el alcance y el impacto de sus servicios humanitarios. La NSIA puede conceder hasta un millón de CHF de financiación aceleradora a cualquier Sociedad Nacional durante un período de cinco años. Además, las subvenciones puente de hasta 50.000 CHF durante 12 meses pueden ayudar a las Sociedades Nacionales a preparar el terreno para futuras inversiones de la NSIA o de otros organismos. Este año, la NSIA se complace en anunciar que las siguientes seis Sociedades Nacionales han sido seleccionadas para recibir financiación del acelerador en 2022: Cruz Roja de Burundi Cruz Roja de Kenia Cruz Roja de Malawi Cruz Roja Rusa Media Luna Roja Árabe Siria Cruz Roja de Zambia Estas Sociedades Nacionales recibirán una importante inversión de hasta un millón de francos suizos, que se utilizará en un máximo de cinco años, para ayudar a acelerar su camino hacia la sostenibilidad a largo plazo. Tres de estas Sociedades Nacionales (Siria, Malawi y Zambia) recibieron anteriormente premios puente de la NSIA, lo que demuestra una vez más la pertinencia del enfoque gradual del fondo hacia el desarrollo sostenible. Además, otras 14 Sociedades Nacionales recibirán hasta 50.000 CHF de financiación puente: Benín, República Democrática del Congo, Guinea, Indonesia, Irak, Jordania, Liberia, Libia, Malí, Nicaragua, Palestina, Panamá, Ruanda y Sierra Leona. En total, la NSIA asignará este año 5,4 millones de francos suizos a 20 Sociedades Nacionales diferentes. Esto supone más del doble de los fondos asignados en 2021 y representa la mayor asignación anual desde el lanzamiento de la NSIA en 2019. Esta asignación histórica es posible gracias al generoso apoyo de los gobiernos de Suiza, Estados Unidos, Canadá y Noruega, y de las Sociedades Nacionales de Noruega y los Países Bajos. Tanto el CICR como la IFRC también han reforzado fuertemente su compromiso, asignando 10 millones de CHF y 2 millones de CHF respectivamente en los próximos años. Los copresidentes del Comité Directivo de la NSIA, Xavier Castellanos, Secretario General Adjunto de la IFRC para el Desarrollo de las Sociedades Nacionales y la Coordinación de Operaciones, y Olivier Ray, Director de Movilización, Movimiento y Asociaciones del CICR, dijeron: "Nos complace haber podido seleccionar 20 iniciativas de las Sociedades Nacionales para ser financiadas por la NSIA en 2022. Nuestra visión y nuestros planes se están haciendo realidad. Vemos que las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja que operan en contextos frágiles acceden a fondos para desarrollarse de manera sostenible y prestar y ampliar sus servicios humanitarios. Esto es localización en acción y a escala. Es particularmente alentador ver que el enfoque de la NSIA en dos etapas, con fondos iniciales que proporcionan un trampolín para ayudar a las Sociedades Nacionales a prepararse para una mayor inversión destinada a lograr un impacto sostenido en la organización y las comunidades vulnerables, está funcionando. Esperamos ver a muchas más Sociedades Nacionales planificando y siguiendo este camino. El año 2022 será recordado como un hito para la NSIA. Nuestra ambición es mantener este impulso y seguir creciendo en los próximos años. Consideramos que este mecanismo es una palanca valiosa y estratégica para apoyar a las Sociedades Nacionales en entornos frágiles y de crisis a emprender su camino hacia el desarrollo sostenible." Si desea más información, haga clic aquí para visitar la página web de la NSIA.

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