"Me llamo Madi y soy madre de 12 hijos.
Mi familia siempre ha vivido en Maga de forma pacífica junto a otros grupos étnicos, aunque de vez en cuando hubiera tensiones.
Nunca imaginé que un día tendríamos que irnos.
Una noche, cuando mis hijos y yo ya estábamos en la cama, mi marido entró apresuradamente y me instó a despertarlos. Habían estallado más tensiones. Pero esta vez se quemaban casas, se mataba a la gente, se robaba el ganado. Para salvar nuestras vidas, teníamos que irnos.
Me pidió que cogiera las pocas cosas que podíamos llevar con nosotros y nos pusimos en marcha inmediatamente. No sabía a qué destino, pero los gritos que escuché cerca de nuestra casa me convencieron de que debíamos movernos rápidamente.
Caminamos con nuestros hijos día y noche por la sabana, descansando aquí y allá para recuperar fuerzas. Cientos de nosotros huimos esa noche con las pocas pertenencias personales que pudimos coger a toda prisa. Por la gracia de Dios, pudimos encontrar refugio en la localidad de Bogo, a unos 45 km de Maga, donde la población de acogida nos recibió con comida y bebida.
Los trabajadores humanitarios no tardaron en instalar campamentos de tiendas de campaña para los desplazados internos. Algunas personas de nuestra comunidad estaban con nosotros en nuestro campamento, mientras que otras estaban ubicadas en otro lugar, a kilómetros de distancia. Pero lo importante era que por fin podíamos descansar, dormir tranquilos con nuestros hijos y permitirles recuperarse de los largos días de caminata.
Una vez instalados, nos visitaron varias organizaciones humanitarias, entre ellas la Cruz Roja de Camerún. Los voluntarios y voluntarias iban de refugio en refugio para ver cómo estábamos. Nos enseñaron a mantener limpios nuestros refugios y a prevenir enfermedades como el cólera y el COVID-19. Pero lo más importante es que nos escuchaban cuando hablábamos de las dificultades que habíamos pasado y de todos los seres queridos que habíamos perdido en Maga.
Unas semanas después, recibimos artículos básicos de la Cruz Roja de Camerún. Los voluntarios repartieron cubos, ollas, mantas, jabón y kits de dignidad para que nuestras chicas pudieran ocuparse de su higiene personal. Estamos muy agradecidos por esta ayuda, pero desgraciadamente no es suficiente.
Cuando vivíamos en Maga, mi marido tenía ingresos, podíamos cubrir nuestras necesidades diarias. Pero ahora que lo hemos perdido todo y estamos lejos de la tierra que conocemos, nos falta comida.
El acceso al agua potable es un viaje difícil. Tenemos que caminar hasta 7 km para encontrar un punto de agua, lo que es muy difícil sin nuestros burros para ayudarnos.
Nuestros hijos no han ido a la escuela desde la crisis. Y por la noche compartimos nuestro refugio con muchos otros porque no hay espacio suficiente. Estamos agradecidos de recibir visitas semanales de enfermeras que vienen a ver a nuestros hijos, los vacunan y nos dan tratamientos para las enfermedades. Y esperamos recibir más ayuda de la Cruz Roja de Camerún.
Por el momento, no tenemos previsto volver a Maga. Las secuelas de la crisis están demasiado frescas en nuestras mentes y la tensión aún no ha disminuido. Queremos quedarnos aquí por ahora porque estamos a salvo. Pero necesitamos apoyo".
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La Cruz Roja de Camerún, con el apoyo del DREF, ha proporcionado artículos domésticos, agua, artículos de higiene y kits de dignidad a 299 hogares de Bogo y Pette, además de realizar campañas de sensibilización sobre la prevención de enfermedades y la cultura de la paz. Actualmente estamos estudiando la mejor manera de prestar más asistencia a las comunidades, posiblemente mediante ayuda en efectivo.
Hablando de la respuesta, la Coordinadora Regional de Gestión de Desastres de la IFRC, Josuane Tene, dijo: "En esta etapa, las necesidades identificadas son multifacéticas. Los refugios proporcionados por los socios humanitarios no son suficientes. Muchos de ellos son refugios improvisados y, al acercarse la temporada de lluvias, que suele ser muy severa en esta parte del país, los afectados necesitan refugios seguros. También tienen dificultades para alimentarse adecuadamente. La asistencia en efectivo y el apoyo a los medios de subsistencia les ayudarán sin duda a satisfacer sus necesidades con dignidad".
El Fondo de Emergencia para la Respuesta a Desastres (DREF) de la IFRC es un fondo central de dinero a través del cual podemos liberar rápidamente dinero a las Sociedades Nacionales, permitiéndoles prepararse y responder a desastres pequeños y medianos como el conflicto en el norte de Camerún. Usted puede donar al DREF hoy mismo para apoyar a personas como Madi.
La IFRC también presta apoyo a la Cruz Roja de Camerún y a otras Sociedades Nacionales de la región, a través de nuestra Delegación del Grupo Sectorial con sede en Yaundé, Camerún. Puede conocer este trabajo en nuestro plan de apoyo al clúster para 2022.