Día Internacional del Voluntariado: En Filipinas, las personas voluntarias aportaron un apoyo inquebrantable frente a seis tifones devastadores.

Felisa Buquel, a volunteer from the Isabela chapter of the Philippines Red Cross, talks to a man impacted by recent storms as part of damage assessments she does as a volunteer deployed to disaster areas.

Felisa Buquel, voluntaria de la sección de Isabela de la Cruz Roja de Filipinas, habla con un hombre afectado por las recientes tormentas en el marco de la evaluación de daños que realiza como voluntaria desplegada en zonas de desastre.

Foto: Cruz Roja de Filipinas

Para Felisa Buquel, de la Cruz Roja de Filipinas, el voluntariado consiste en los momentos en que puedes demostrar a la gente que alguien se preocupa por ti. "Ese es el momento en que me doy cuenta de lo que significa ser voluntaria".

En el transcurso de sólo dos meses -de octubre a noviembre de 2024-, Filipinas sufrió una implacable avalancha de tifones destructivos, cada uno de los cuales provocó inundaciones y deslizamientos de tierra que devastaron comunidades.

Con más de 10 millones de personas afectadas, los desastres han dejado un rastro de destrucción y dolor. Pero a pesar de todo, el voluntariado de la Cruz Roja Filipina ha estado allí, en las comunidades de todo el país, ofreciendo apoyo y consuelo a quienes lo necesitaban.

Felisa Buquel, voluntaria de la filial de Isabela, ha estado allí todos los días, trabajando en los centros de evacuación, hablando, escuchando y evaluando los daños para garantizar que las personas reciban el apoyo que necesitan para recuperarse y reconstruir. Con motivo del Día Internacional del Voluntariado [5 de diciembre], compartimos con ustedes su historia de perseverancia, compasión y coraje.

"Mi trayectoria con la Cruz Roja Filipina comenzó en la escuela, donde nos animaron a mis compañeros y a mí a realizar labores de voluntariado. Nos involucramos por primera vez en el Día Mundial de la RCP (reanimación cardiopulmonar), donde nos enseñaron lo básico. Durante la formación, pensamos: ¡Vaya, son tan hábiles a pesar de ser tan jóvenes! Después pensé: Quiero saber cómo funciona este voluntariado; quiero probarlo yo misma. 

Aún recuerdo la lluvia de cenizas: fue tan intensa que no podía respirar. Yo estaba temblando, y pensé: Dios, ¿ha llegado el momento? ¿Me pondré bien?

 

Me di cuenta de que ser voluntario de la Cruz Roja no consiste sólo en presentarse: hay mucha formación necesaria. Al principio me parecía un pequeño esfuerzo, pero con el tiempo se volvió más retador y significativo.

Después de trabajar como voluntaria en la delegación de Marikina durante un tiempo, me preguntaron si quería participar en un despliegue. Mi primer despliegue me llevó a la erupción del volcán Taal [en la provincia de Batangas].

Mi primera tarea fue preparar comidas calientes. Entonces ni siquiera sabía cocinar bien. Pero en la Cruz Roja, como me dijo una vez un dirigente, tienes que ser multitarea, no puedes saber sólo una cosa.

Felisa Buquel, voluntaria de la Cruz Roja de Filipinas, dirige a la niñez en actividades de canto y baile en un centro de evacuación instalado tras las fuertes tormentas recientes.

Felisa Buquel, voluntaria de la Cruz Roja de Filipinas, dirige a la niñez en actividades de canto y baile en un centro de evacuación instalado tras las fuertes tormentas recientes.

Foto: Cruz Roja de Filipinas

Nunca olvidaré el despliegue de Taal. Aún recuerdo la lluvia de cenizas: fue tan intensa que no podía respirar. Estaba temblando y pensé: Dios, ¿ha llegado el momento? ¿Me pondré bien?

Cada vez que me incorporaba a un despliegue, se me pasaba por la cabeza: ¿Y si pasa algo y no vuelvo con mi familia? 

 

Pero cuando veo a la gente de la comunidad que realmente necesita ayuda, siento que todo lo demás deja de importar. Cuando veo cuánto están sufriendo, puedo dejar a un lado mis miedos y hacer lo que pueda para ayudar.

Con los tifones, he ayudado de muchas maneras, sobre todo en los centros de evacuación. Lo importante es que la gente sepa que para nosotros no son sólo un número, una estadística.

Queremos de verdad saber cómo se sienten y hacer lo que podamos para ayudarles. Para los niños y niñas, el impacto de las tormentas consecutivas ha sido especialmente abrumador. Cada vez que llueve, aunque solo sea un poco, veo que se asustan: temen que vuelva a inundarse. 
 

Para la voluntaria Felisa Buquel, una parte importante de su trabajo consiste en ayudar a la gente en su recuperación psicológica y social tras una serie de tifones que azotaron Filipinas en octubre y noviembre de 2024.

Para la voluntaria Felisa Buquel, una parte importante de su trabajo consiste en ayudar a la gente en su recuperación psicológica y social tras una serie de tifones que azotaron Filipinas en octubre y noviembre de 2024.

Foto: Cruz Roja de Filipinas

Cuando veo que las niñas y niños se divierten, me siento aliviada. Pero a veces, cuando empiezan a aburrirse o a enfadarse, es cuando sé que tengo que intervenir e idear una nueva actividad o estrategia para mantenerles animados.

Cantar y bailar canciones como «Baby Shark» puede parecer sencillo, pero ver sus rostros felices hace que todo merezca la pena. Su alegría me recuerda por qué hacemos este trabajo: para llevar consuelo, aunque sea en pequeñas cosas, cuando todo lo demás parece perdido.

Aunque llevamos suministros esenciales, creo que lo que hace que nuestro servicio sea único es que también aportamos apoyo y consuelo. Una persona dijo: ''Se han convertido en una familia para nosotros''. Sintieron que se les cuidaba y ayudaba como nunca antes.

Su alegría me recuerda por qué hacemos este trabajo: para dar consuelo, aunque sea en pequeñas cosas, cuando todo lo demás parece perdido.

 

En definitiva, estoy orgullosa de trabajar para la Cruz Roja. Estoy orgullosa de los despliegues en los que he participado, y estoy agradecida a mis mentores en la Cruz Roja, que han sido como unos segundos padres para mí, siempre apoyándome en mis estudios y en mi crecimiento personal.

Cuando alguien expresa su gratitud, diciendo: 'Gracias, señora, por venir', incluso cuando no le has dado mucho -un simple saludo, preguntarle cómo está-, eso es algo que no puedes olvidar. Esos momentos en los que puedes demostrarles que alguien se preocupa por ellos, es cuando me doy cuenta de lo que significa el voluntariado».

La Cruz Roja de Filipinas ha desplegado más de 4.000 personas voluntarias para apoyar a las comunidades en respuesta a los seis tifones que azotaron el país entre octubre y noviembre de 2024. Mientras prosigue su labor, la IFRC ha lanzado un llamamiento de emergencia para apoyar el trabajo de la Cruz Roja Filipina ayudando a las comunidades a recuperarse y reconstruir. 

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