De norte a sur: Cruz Roja Hondureña acompaña a miles de migrantes en su vuelta a casa

Honduran Red Cross volunteers greet people arriving by bus at the Centre for Attention to Returned Migrants (CAMR) in Omoa, north-west Honduras, where they will receive care and assistance.

Personal voluntario de la Cruz Roja Hondureña reciben a las personas que llegan en autobús al Centro de Atención al Migrante Retornado (CAMR) de Omoa, en el noroeste de Honduras, donde recibirán atención y asistencia.

Foto: IFRC

Honduras es un territorio de origen, retorno y tránsito de personas migrantes. En julio 2023 visitamos las fronteras norte y sur-oriente de Honduras, y pudimos ver de cerca el gran trabajo que realiza Cruz Roja Hondureña en la atención de personas migrantes.

Escrito por Estefany Jiménez- Oficial de Comunicación, IFRC América

Máximo y George son dos gemelos Hondureños de 27 años que, ante el desempleo y la falta de oportunidades, tomaron la difícil decisión de migrar hacia el norte en busca de un futuro mejor.  Sin embargo, su viaje no salió como habían planeado. 

“Quedamos varados, sin dinero, sin nada, pero decidimos continuar. En el camino nos asaltaron y sufrimos extorsión, casi perdemos la vida. Nos pusieron una pistola diciéndonos “ustedes pagan tal cuota, o si no, aquí no más va a quedar un saco”, cuenta George.     

Máximo y George están sentados en una gran piedra, de espaldas al mar, en el Centro de Atención al Migrante Retornado-Omoa.

Máximo y George están sentados en una gran piedra, de espaldas al mar, en el Centro de Atención al Migrante Retornado-Omoa.

Foto: IFRC/Cruz Roja Hondureña

Historias como esta son, por desgracia, demasiado comunes a lo largo de la ruta migratoria centroamericana. La violencia generada por grupos criminales, el incremento del desempleo, el alza en el costo de la vida, entre otras razones; alientan a la población a migrar. No sólo de sur a norte, sino también de norte a sur.  

Honduras es un territorio de origen, retorno y tránsito de personas migrantes. Cada día, cientos de personas -a veces miles- abandonan el país, muchas otras lo atraviesan rumbo a Norteamérica; y hay quienes regresan a él tras haber migrado tiempo atrás.    

En el 2023, más de 56.000 personas migrantes hondureñas, como Máximo y George, regresaron a su país, lo que equivale a más de 150 personas por día. 

“Una de las causas por las que regresan las personas, según las entrevistas que hemos realizado, es reunirse con su núcleo familiar”, explica Nicol Palacios, Asistente de Protección del Centro de Atención al Migrante Retornado (CAMR) ubicado en Omoa, al noroeste de Honduras. 

“Inciden mucho los retos que enfrentan en la ruta migratoria: sufrir violencia, los largos trayectos que tienen que caminar, pasar la noche en la calle, no tener alimentación o al menos no la alimentación que se acostumbra en su país. El cansancio también es otro de los motivos por los que paran; y si se sienten abatidas deciden entregarse a las autoridades para que les retornen a Honduras”, añade. 

Personal de Cruz Roja Hondureña y la IFRC caminan hacia las oficinas del Centro de Atención al Migrante Retornado.

Personal de Cruz Roja Hondureña y la IFRC caminan hacia las oficinas del Centro de Atención al Migrante Retornado.

Foto: IFRC

Desde la frontera de Corinto, entre Honduras y Guatemala, la Cruz Roja Hondureña (CRH) facilita el transporte de las personas migrantes hacia el CAMR de Omoa, donde les atiende el personal y voluntariado de la CRH y del Instituto Nacional de Migración.  

“Este Centro les da la oportunidad a las personas retornadas, de sentir un abrazo de calidez al regresar a su país”, mencionó Mario Alberto Ávila, Director del CAMR de Omoa.   

Un voluntario de Cruz Roja Hondureña brinda información a personas migrantes que hacen una fila para recibir atención en múltiples servicios.

Un voluntario de Cruz Roja Hondureña brinda información a personas migrantes que hacen una fila para recibir atención en múltiples servicios.

Foto: IFRC

Al mismo tiempo, en el municipio de Belén, la Cruz Roja Hondureña gestiona el Centro de Atención para Niñez y Familias Migrantes en alianza con el Instituto Nacional de Migración y la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia, donde recibe a núcleos familiares y niñez no acompañada que ingresan vía aérea desde el Aeropuerto Internacional Ramón Villeda Morales. 

“Todos los casos en el centro son difíciles, todos. Las personas vienen frustradas, molestas porque no lograron el objetivo de llegar a su destino”, narró Gabriela Oviedo, Administradora del Centro-Belén, Cruz Roja Hondureña. 

“Lo que a nosotras nos ha impactado más es recibir a bebés tan chiquitos de días, de meses; a niñas y niños que no saben ni hablar. Les recibimos en el centro y les damos ese trato amoroso que se merecen hasta que los entregamos al familiar que les espera”, nos cuenta.  

Un equipo de la IFRC se reúne en el Centro de Atención para Niñez y Familias Migrantes, ubicado en Belén..

Un equipo de la IFRC se reúne en el Centro de Atención para Niñez y Familias Migrantes, ubicado en Belén..

Foto: IFRC

Salvar vidas y atender las necesidades de las personas migrantes a lo largo de las rutas migratorias, es cada vez más urgente. La prioridad de la IFRC es ofrecerles asistencia de calidad y adaptada a las necesidades específicas de los grupos en situación de mayor vulnerabilidad; sin importar su estatus migratorio o el motivo de su migración. 

Y es que las rutas migratorias irregulares agudizan las condiciones vulnerables que muchas personas ya viven cuando inician su travesía. Es el caso de Marilyn, una mujer joven hondureña que trabajaba en un restaurante, pero perdió su empleo debido la pandemia del COVID-19. La condición de desempleo, sumada a la pérdida de su vivienda tras las inundaciones causadas por los huracanes Eta e Iota en el 2021, la empujaron a migrar.  

Tener que separarse de sus dos niñes no fue fácil. Marilyn ha cruzado la frontera varias veces con la meta de llegar a Norteamérica. Desafortunadamente, no ha tenido éxito. En la ruta ha pasado por asaltos, hambre, fracturas en sus dos pies, el vuelco de una lancha; hasta el cruce de un pantano que le tapaba hasta la cintura. 

“Mi sueño es en unos 5 años tener mi propia casa. Poner mi negocio y que mis hijos estén bien, ponerles a estudiar. Que tengan mejores oportunidades que las que yo tuve”, dice Marilyn. 

Con el mar y palmeras de fondo, un vehículo de Cruz Roja Hondureña se estaciona en el parqueo del Centro de Atención al Migrante Retornado.

Con el mar y palmeras de fondo, un vehículo de Cruz Roja Hondureña se estaciona en el parqueo del Centro de Atención al Migrante Retornado.

Foto: IFRC

La red de la IFRC se esfuerza por prestarles asistencia y protección a las personas retornadas que, al igual que Marilyn, Máximo y George, buscan un mejor futuro. Incluso sabiendo que las condiciones que les impulsaron a migrar siguen allí; y no han mejorado.  

De julio 2022 a mayo 2023, el llamamiento de emergencia lanzado por la IFRC para abordar la crisis migratoria en México y Centroamérica, le ha permitido a la CRH atender a más de 59,000 personas y brindarles múltiples servicios; incluyendo asistencia en salud, apoyo psicosocial, acceso a servicios de agua y saneamiento, y dinero en efectivo para que las personas destinatarias puedan cubrir gastos urgentes, como alojamiento o comida. 

El desafío es inabarcable, pero seguiremos trabajando para defender los derechos y la dignidad de las personas migrantes, y prestándoles servicios humanitarios vitales. Sean quienes sean y estén donde estén. 

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