Tres meses después de que un terremoto de magnitud 6,8 sacudiera Marruecos el 8 de septiembre, matando e hiriendo a miles de personas y causando una destrucción generalizada, la Media Luna Roja Marroquí sigue trabajando para ayudar a miles de personas, muchas de las cuales siguen viviendo en refugios temporales y tiendas de campaña a medida que se acerca el invierno en las montañas del Atlas.
Inmediatamente después del sismo, los equipos de la Media Luna Roja Marroquí (MLRM) se desplazaron al terreno, en estrecha coordinación con la IFRC y las autoridades locales, para evaluar la situación, apoyar las operaciones de búsqueda y rescate y prestar ayuda a las personas afectadas.
Entre otras cosas, la MLRM ha prestado primeros auxilios y apoyo psicosocial, ha ayudado a trasladar a las personas heridas a los hospitales, ha evacuado a las personas de los edificios dañados y ha ayudado a ofrecer una gestión digna de los entierros. Otras Sociedades Nacionales también han echado una mano. Con el apoyo de la Media Luna Roja de Qatar, por ejemplo, la MLRM ha distribuido tiendas de campaña, colchones, mantas y utensilios de cocina en muchas comunidades montañosas remotas.
El 12 de septiembre, la IFRC lanzó un llamamiento de emergencia por un valor de 100 millones de francos suizos para ampliar las actividades de socorro de la Media Luna Roja Marroquí. El llamamiento siguió a una asignación de 1 millón de francos suizos del Fondo de Emergencia para la Respuesta a Desastres (DREF) de la IFRC para apoyar las acciones de la Media Luna Roja Marroquí sobre el terreno.
La financiación ha ayudado a la Media Luna Roja Marroquí a prestar servicios de salud, agua potable, saneamiento e higiene, refugio, artículos de socorro, alimentos, apoyo a los medios de subsistencia, protección y actividades de participación comunitaria. Esa labor continúa.
Pero las necesidades siguen siendo grandes y las comunidades siguen siendo vulnerables. Las fotos que siguen ofrecen una visión de los tipos de asistencia proporcionada hasta ahora; y de la difícil situación a la que se enfrenta la población mientras las comunidades de montaña, a gran altitud, se preparan para el invierno.
Aquí encontrará más información sobre el apoyo financiado con estos fondos.
Foto: Justine Touaux/IFRC
Todavía hoy, el trauma del temblor persiste en la mente de la gente. En Ighermane, un pueblo de montaña de la provincia de Chichaoua, las familias no sólo están preocupadas por las réplicas, sino también por cómo protegerse del frío y alimentarse durante los meses de invierno. Las temperaturas han bajado considerablemente y las reservas de alimentos están bajo mínimos.
Foto: Justine Touaux/IFRC
El terremoto también dejó a las familias de muchos pueblos como Ighermane sin inodoros, acceso a agua potable o instalaciones para bañarse o lavar la ropa.
Foto: Justine Touaux/IFRC
Los equipos de la Media Luna Roja también trabajaron con miembros de la comunidad en muchos lugares como Tagadirt, que quedó casi completamente destruida por el terremoto, para instalar letrinas, duchas y más puntos de agua, para mejorar las condiciones de vida de las personas que perdieron sus hogares.
Foto: IFRC
Desde que se produjo el terremoto, se han enviado cientos de camiones de suministros -llenos de tiendas de campaña, mantas, colchones, ropa y alimentos- a las provincias de Al Haouz, Chichawa y Taroudant, afectadas por el sismo. La IFRC y la Media Luna Roja Marroquí, siguen trabajando con las comunidades para escuchar sus necesidades y poder ofrecerles el apoyo más eficaz para la recuperación.
Foto: IFRC
La IFRC y la Media Luna Roja Marroquí siguen escuchando a la población de la cordillera del Atlas para ayudarla a capear el invierno, prepararse para posibles conmociones futuras y, en última instancia, volver a vivir como antes de este catastrófico terremoto.