Inundación

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Emergencia

Sudán del Sur: Inundaciones

Desde mayo de 2024, Sudán del Sur ha sufrido importantes inundaciones, causadas por las fuertes lluvias y el desbordamiento de las cuencas del río Nilo. Las inundaciones han afectado a más de 700.000 personas, han causado grandes daños en viviendas y han devastado ganado y cultivos. A través de este llamamiento de emergencia, la IFRC y sus miembros se proponen atender las necesidades urgentes de 300.000 personas mediante intervenciones en las áreas de salud, agua, saneamiento e higiene, refugio y medios de subsistencia.

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Nota de prensa

La Alianza por la Amazonía de la Cruz Roja tiene como fin salvaguardar vidas y reforzar la resiliencia comunitaria

Panamá/Ginebra, 16 de diciembre - En respuesta a las crecientes amenazas que plantean la crisis climática, el aumento de los desastres y la pérdida de biodiversidad, la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) ha anunciado la reactivación de su programa por la Amazonía, la Alianza de la Cruz Roja por la Amazonía. Esta iniciativa, que une inicialmente a las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja de Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador y Venezuela, tiene como objetivo mejorar la resiliencia de las comunidades y apoyar a las personas afectadas por los impactos climáticos en la selva del Amazonas.La presencia local y el alcance mundial de la Cruz Roja la convierten en un socio clave para la protección de las comunidades y los ecosistemas amazónicos. Con filiales y personal voluntario en los nueve países amazónicos, la Cruz Roja combina un profundo conocimiento local con experiencia en reducción de riesgos, resiliencia climática y operaciones humanitarias para hacer frente a las crecientes necesidades de la región. La Amazonía, hogar del 10% de todas las especies conocidas y responsable de generar el 20% del oxígeno del mundo, se acerca a un punto de inflexión. La deforestación, los incendios forestales y las actividades extractivas, agravadas por fenómenos climáticos extremos como inundaciones, incendios y sequías prolongadas, amenazan la vida y los medios de subsistencia de más de 40 millones de personas, incluidos 350 grupos de pueblos indígenas. “En el corazón de nuestra propuesta está la convergencia del conocimiento indígena, la experiencia de la Cruz Roja y los avances tecnológicos y de investigación. Esta fórmula, implementada en estrecha coordinación con los Estados, los pueblos indígenas y otras partes interesadas, maximizará los esfuerzos para fortalecer la resiliencia de las comunidades y anticipar y responder a las crisis que afectan a las poblaciones amazónicas”, dijo Xavier Castellanos, Secretario General Adjunto de la IFRC, Desarrollo de Sociedades Nacionales y Coordinación de Operaciones. La Alianza de la Cruz Roja por la Amazonía se centra en la gestión del riesgo de desastres y la resiliencia climática, la salud comunitaria, los medios de vida sostenibles y la respuesta a los desastres y el desplazamiento climático. Armonizar, maximizar y racionalizar el trabajo de la Cruz Roja en estas áreas ayudará a anticipar y reducir el impacto de los peligros que podrían verse exacerbados por la crisis climática en los próximos años. Sólo entre enero y agosto de este año, los incendios destruyeron 62.268 kilómetros cuadrados de la Amazonía, una superficie doce veces mayor que la ciudad de Londres. Esta devastación, agravada por una sequía histórica, ha afectado gravemente al acceso a la salud y a la alimentación y ha aumentado el riesgo de desplazamientos inducidos por el clima. Ante estos escenarios de crisis múltiples, la Cruz Roja ya está trabajando en varias comunidades en el Amazonas. En Ecuador, el voluntariado trabaja con los pueblos indígenas en la aplicación de técnicas agrícolas que reducen el riesgo de sequías, contribuyendo a la diversificación de los ingresos y a la restauración de los ecosistemas para mejorar la seguridad alimentaria y económica. En Colombia, la Cruz Roja proporciona asistencia de salud y acceso a medicamentos en zonas remotas y de difícil acceso. La Alianza de la Cruz Roja por la Amazonía se basa en una sólida experiencia. Las Sociedades de la Cruz Roja de los países amazónicos han colaborado con más de 53 comunidades amazónicas para promover la salud comunitaria y reducir el riesgo de desastres. Este nuevo esfuerzo busca ampliar estos éxitos al mismo tiempo que se alinea con la experiencia global de la IFRC en resiliencia climática y gestión de desastres. Para más información y para solicitar una entrevista, póngase en contacto con: [email protected]   En Panamá: Susana Arroyo Barrantes +50769993199  En Ginebra: Tommaso Della Longa +41797084367                       Hannah Copeland +41762369109 

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Artículo

IFRC en la COP29: Invertir cuándo y dónde más importa – de forma temprana, en la salud de las personas más afectadas

Calor extremo y olas de calor prolongadas. Inundaciones y tormentas nunca antes registradas en todos los rincones del planeta. Sequías y tormentas fuera de lo común.Estas son algunas de las formas en que el cambio climático está teniendo repercusiones profundas y muchas veces devastadoras en la salud de las personas y las comunidades de todo el mundo. Mientras líderes mundiales se reúnen en la cumbre climática COP29 que se celebra en Bakú, Azerbaiyán (11-22 de noviembre), la IFRC vuelve a señalar lo que se ve todos los días en las respuestas de emergencia a inundaciones repentinas, olas de calor extremas, sequías prolongadas, crisis económicas y hambre. No sólo hay personas que mueren, pierden sus hogares y sus medios de subsistencia, sino que la crisis climática tiene efectos duraderos en la salud y el bienestar de la población. Las olas de calor extremas, las inundaciones y las tormentas están exponiendo a cada vez más personas al riesgo de contraer enfermedades infecciosas y desnutrición, al tiempo que reducen su acceso a la atención sanitaria."Los impactos de la crisis climática están teniendo un efecto masivo en la salud de las personas", dijo el Secretario General de la IFRC, Jagan Chapagain, durante el primer día de la Conferencia COP29. "Así que debemos abordar los impactos en la salud de una manera muy integral".Igual de importante es cómo y cuándo se abordan esas cuestiones, añade. La financiación y la inversión en salud comunitaria y preparación no sólo deben aumentar, sino que deben dirigirse a las comunidades locales donde más se necesitan."La inversión tiene que ser del nivel adecuado y llegar al lugar adecuado", afirma Chapagain. "Por el momento, no hay suficiente inversión y esa inversión no llega al nivel comunitario. Menos del diez por ciento de la financiación para el clima llega a las comunidades". "Tenemos que apoyar la acción comunitaria sobre el terreno, allí donde la gente vive y se enfrenta a las consecuencias cada día".Esa inversión no puede esperar hasta después de que se produzca el desastre. "También es importante cómo y cuándo se hace esa inversión", añadió. "Si se hace la inversión pronto -con sistemas de alerta temprana o acciones anticipatorias- se salvan vidas, medios de subsistencia y dólares".Un problema en llamasUn ejemplo es la creciente amenaza del calor extremo. En los últimos años se ha llegado a récords mundiales de temperatura mes tras mes, a medida que el cambio climático hace más extremas las olas de calor, un asesino silencioso y mortal. Cada año, el calor mata a casi medio millón de personas en todo el mundo.Sin embargo, sólo el 0,5% de la financiación multilateral para la adaptación al clima se destina a medidas sanitarias que podrían reducir drásticamente esa cifra. Esas medidas sanitarias también podrían mejorar el bienestar de las personas y ahorrar dinero a largo plazo. Para 2030, especialistas prevén entre 2.000 y 4.000 millones de dólares de costos adicionales en salud si no se toman medidas de adaptación ahora.Las soluciones pasan por una serie de acciones, desde la construcción de ciudades y sistemas sanitarios resistentes al clima, hasta el desarrollo de planes nacionales de acción contra el calor y protocolos de alerta temprana. Otras acciones garantizarían que los sistemas de protección social y de salud respondan a las perturbaciones relacionadas con el clima, mientras que las soluciones basadas en la naturaleza podrían aprovechar el poder protector natural de los ecosistemas para proteger a las comunidades del calor extremo o las mareas de tempestad.“A medida que se intensifican los impactos climáticos, los sistemas de salud deben adaptarse para proteger a las personas más vulnerables”, dijo Petra Khoury, Directora del Departamento de Salud y Cuidadosde la IFRC, en un evento especial de la COP29 organizado por la Alianza para la Acción Transformadora sobre el Clima y la Salud, un programa organizado por la OMS.“La red de la IFRC está en primera línea, construyendo sistemas de salud resilientes al clima a través de la movilización comunitaria”, dijo. “Las soluciones que abordan el triple nexo entre salud, clima y migración deben centrarse en la comunidad”.“Incorporar tanto a las comunidades de acogida como a las desplazadas en el proceso de toma de decisiones y en las soluciones es clave para mitigar el impacto de este nexo”.Entre otras cosas, la IFRC está trabajando para ampliar la vigilancia comunitaria de las enfermedades relacionadas con el clima, profundizar sus actuales esfuerzos de participación comunitaria y ampliar el alcance de su trabajo mediante el enfoque de "una salud".El enfoque "una salud" es una forma holística de mejorar la salud humana teniendo en cuenta la salud del entorno en el que viven las personas. Por ejemplo, si el ganado se vuelve vulnerable a las enfermedades por el calor o la falta de alimentos o agua, esto repercute en la salud humana. Hasta el 75% de las enfermedades infecciosas emergentes que afectan a la especie humana, tienen su origen en los animales. La IFRC también está muy implicada en la vigilancia calle por calle, casa por casa, de enfermedades como el dengue, la malaria y el cólera, entre muchas otras. Pero el cambio climático exige mayores esfuerzos en la participación de la comunidad en el seguimiento, la prevención y la respuesta a las enfermedades.Para hacer todo esto, hay que invertir en todos los niveles, desde los presupuestos de los gobiernos nacionales hasta los bancos multilaterales de desarrollo, los fondos multilaterales para el clima, las instituciones de financiación de la salud, las agencias bilaterales de desarrollo y los actores del sector privado.Poner esto en práctica también significa integrar la acción por la salud y el calor como parte de un enfoque holístico de la acción de adaptación en los planes climáticos nacionales, así como mejorar la coordinación entre los gobiernos con las autoridades locales, los actores y las comunidades. Ya se han visto signos de progreso. En la COP28, el Marco de los EAU para la Resiliencia Climática Mundial reforzó las medidas de adaptación, mientras que 151 países firmaron la primera Declaración de la COP sobre el Clima y la Salud. Y cada vez hay más conciencia de la urgencia de abordar los efectos de las olas de calor en la salud. La IFRC siguió haciendo sonar la alarma organizando la primera Cumbre Mundial sobre el Calor Extremo y nuestro Día de Acción contra el Calor anual el 2 de junio. Los recientes y graves huracanes -a veces denominados "tormentas monstruosas"-, junto con una racha de graves inundaciones en amplias zonas de Europa, África occidental y central, las Américas y el Sudeste Asiático y Oceanía, también están poniendo de manifiesto la urgente necesidad de este tipo de inversión local. Estas inundaciones están desplazando a millones de personas, dejándolas sin acceso a agua potable y saneamiento. A menudo, las comunidades más afectadas también se enfrentan a un acceso limitado al agua potable, el saneamiento, la nutrición, la atención de la salud y la educación. Que la COP29 se considere finalmente un éxito dependerá de si se asumen compromisos para revertir estas realidades con inversiones reales en salud, preparación y alerta temprana que lleguen al ámbito local. «Si en la COP29 logramos avanzar en estos ámbitos, yo lo consideraría un éxito», concluyó Chapagain.Más información:Enfoque de la IFRC en materia de salud y cuidadoEnfoque de la IFRC ante la crisis climáticaIniciativa Alerta Temprana para Todos de la Organización Meteorológica MundialPágina de Alertas tempranas para todas las personas de la IFRC

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Emergencia

Mali: Emergencia Compleja

Mali se enfrenta a una grave crisis humanitaria provocada por inundaciones sin precedentes y un conflicto armado en curso que están provocando el desplazamiento de miles de personas, la destrucción de hogares y la devastación de la economía agrícola. Mientras el país se enfrenta a esta compleja emergencia, millones de personas carecen de necesidades básicas como alimentos y agua potable. Su donación nos ayuda a marcar una diferencia significativa para las 200.000 personas que reciben apoyo de la Cruz Roja Maliense en esta respuesta.

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Emergencia

Camerún: Inundaciones

Desde principios de agosto de 2024, las lluvias torrenciales han afectado gravemente a las regiones del extremo norte, oeste, noroeste y suroeste de Camerún, afectando a más de 360.000 personas y provocando múltiples muertes, pérdida de medios de subsistencia, viviendas, infraestructuras, instalaciones educativas, daños agrícolas y medioambientales, así como pérdidas de ganado. Este llamamiento ayudará a la Cruz Roja de Camerún a marcar una diferencia significativa para 99.100 personas afectadas por estas devastadoras inundaciones.

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Día para la Reducción del Riesgo de Desastres: Prepararse para el futuro, hoy

A medida que el conflicto en Oriente Medio se intensifica, Líbano ha sido noticia por ser la última crisis humanitaria que se ha desencadenado en una región ya de por sí compleja. La Cruz Roja Libanesa ha estado a la vanguardia de la respuesta a la emergencia.Sin embargo, para quienes su trabajo consiste en salvar vidas durante las crisis, también es fundamental prestar atención a lo que podría venir después. Con la llegada del invierno, es posible que haya que hacer frente a nuevas capas de sufrimiento a medida que bajan las temperaturas y las personas -algunas desplazadas por la escalada de las hostilidades- se enfrentan a olas de frío e incluso a tormentas de nieve.Por eso pueden ser tan decisivos los enfoques proactivos como la "acción anticipatoria", es decir, empezar a responder basándose en las previsiones, antes de que se produzcan los fenómenos meteorológicos. Esto no solo contribuye a salvar vidas, sino que también ayuda a los equipos de respuesta a emergencias a asignar eficazmente los recursos entre una serie de necesidades humanitarias acuciantes.Comienza con el seguimiento de las señales de alerta, como las previsiones meteorológicas o los signos de brotes de enfermedades, para identificar cuándo puede producirse una crisis. Una vez detectadas las señales, las Sociedades Nacionales elaboran planes detallados que describen qué medidas adoptar cuando se produce la crisis."En el Líbano, la acción anticipatoria ha demostrado su eficacia, especialmente durante las tormentas invernales", afirma Kassem Chaalan, Director de Reducción del Riesgo de Desastres de la Cruz Roja Libanesa. "Anticipándose a una severa temporada invernal con fuertes nevadas previstas para principios de 2024, la Cruz Roja Libanesa y sus socios tomaron medidas proactivas"."Utilizamos las previsiones meteorológicas para alertar a las comunidades, lo que permitió emitir alertas tempranas a las comunidades vulnerables», añade. «Además, enviamos información y orientación a las comunidades locales sobre cómo prepararse para la tormenta, incluyendo consejos para resguardar sus hogares y garantizar la seguridad personal".Esta acción temprana redujo significativamente el impacto negativo de las tormentas invernales, salvando vidas y minimizando las pérdidas económicas. La Cruz Roja Libanesa empleó un enfoque similar también en épocas de calor extremo."Esto también se hizo durante la calurosa temporada de verano; se difundieron mensajes de acción durante los eventos de olas de calor en entornos urbanos", dice Chaalan.Actuar antes de que se produzcan inundaciones en YemenEn Yemen, las inundaciones han sido habituales en los últimos años, devastando vidas y medios de subsistencia y agravando una situación ya de por sí grave.Para reducir el riesgo de inundaciones y proteger vidas, la Media Luna Roja de Yemen está poniendo a prueba un programa de acción anticipada en las gobernaciones de Sana'a y Hadramout, en coordinación con las autoridades meteorológicas y de defensa civil, así como con las organizaciones humanitarias pertinentes a nivel nacional y regional.El programa incluye un Protocolo Simplificado de Acción Temprana (SEAP, por sus siglas en inglés), que es el primero que se desarrolla en la región de Oriente Medio y Norte de África (MENA) de la IFRC. En Yemen, el SEAP se activa cuando se pronostican fuertes lluvias. El protocolo incluye planes simplificados que permiten a la Media Luna Roja de Yemen actuar de forma inmediata y eficaz antes de que se produzcan las inundaciones, preparando así a las comunidades para los peores escenarios. Acción anticipatoria en Oriente Medio y el Norte de ÁfricaLíbano y Yemen son dos de los muchos países de la región de Oriente Medio y Norte de África que presentan vulnerabilidades y retos únicos; estos países se enfrentan a diversas crisis, como desastres naturales, efectos del cambio climático como incendios forestales, olas de calor y sequías, y conflictos geopolíticos en curso.Estos factores contribuyen a elevar las necesidades humanitarias, y muchas comunidades sufren desplazamientos e inestabilidad. Es aquí donde la Acción Anticipatoria resulta útil.Por esta razón, las Sociedades Nacionales de la región MENA se reunieron recientemente en Dubai durante la llamada 1ª Plataforma de Diálogo MENA para establecer una hoja de ruta para la Acción Anticipatoria en la región."La Plataforma de Diálogo MENA ha influido en la mejora de nuestra red de contactos y colaboración", añade Chaalan. "En la Cruz Roja Libanesa nos ha permitido aumentar nuestras valiosas conexiones con otras organizaciones humanitarias, organismos gubernamentales y socios internacionales, fomentando los esfuerzos de colaboración esenciales y el intercambio de información para responder a las crisis con mayor eficacia.Obtuvimos información crucial sobre las mejores prácticas y los enfoques innovadores de toda la región de Oriente Medio y Norte de África. Además, defendimos y creamos vínculos entre diferentes comunidades de prácticas, mejorando la complementariedad y aumentando nuestro impacto colectivo. Dada la creciente frecuencia de los peligros, esta plataforma ha subrayado la importancia del aprendizaje continuo".Al abordar las vulnerabilidades con antelación, la acción anticipatoria mejora la seguridad y el bienestar generales de las comunidades, lo que la convierte en una estrategia esencial para el desarrollo sostenible y la reducción del riesgo de desastres.Conozca las iniciativas que impulsa la IFRC en materia de Alerta Temprana y Acción Temprana:Alerta temprana, acción tempranaPreparación para DesastresPilar de Anticipación del DREF

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Temporada de inundaciones: "Fue aterrador", pero el voluntariado de la Media Luna Roja lo arriesgó todo para salvar vidas y ayudar a la gente a recuperarse.

El pueblo de Devipur, en Noakhali, un extenso distrito de la región del delta sur de Bangladesh, fue una de las zonas más afectadas cuando las inundaciones arrasaron la zona a finales de agosto. Todo el pueblo desapareció bajo el agua, y miles de personas se enfrentaron a la aterradora realidad de morir ahogadas.La filial de la Media Luna Roja de Noakhali entró inmediatamente en acción."Una vez que activamos la línea directa, las llamadas no cesaron. Recibíamos entre 10 y 12 llamadas por minuto, la mayoría de rescate", cuenta Nusrat Jahan Nishi, una joven voluntaria. Su equipo trabajó sin descanso, rescatando a cientos de personas y poniéndolas a salvo en la escuela primaria de Devipur, convertida en refugio.Estar en el refugio no era nada cómodo. Las familias, desde personas mayores hasta niñas y niños pequeños, vivían hacinadas, a menudo dormían en los bancos de la escuela y cocinaban en condiciones inseguras.Agua por todos lados, pero nada para beberSin agua potable ni inodoros, mantenerse saludable se convirtió en una lucha. Muchas familias no encontraban alimentos suficientes, especialmente para la niñez y la población audlta mayor, y los residuos empezaron a amontonarse, creando un entorno inseguro.Para aliviar su sufrimiento, personas voluntarias de la Media Luna Roja distribuyeron alimentos secos y cocinados junto con agua potable. También se enviaron equipos médicos para brindar asistencia y reducir los crecientes riesgos para la salud."En realidad, las personas que tienen hijos o maridos pueden arreglárselas más fácilmente con la comida aquí", explicó Tahera, destacando las dificultades que afrontan las mujeres para vivir y obtener alimentos en el refugio.Todo empezó el 20 de agosto de 2024, tras unas lluvias torrenciales en la India. En 24 horas, las zonas bajas de los distritos de Feni, Noakhali, Cumilla y Lakshmipur, en el este y sureste de Bangladesh, quedaron bajo el agua.Al día siguiente, el 90% de Feni y Noakhali estaban sumergidas y la Media Luna Roja de Bangladesh en Noakhali estableció rápidamente una sala de control y una línea de emergencia para organizar las labores de rescate.Inicialmente, el plan era rescatar a las personas voluntarias afectadas por las inundaciones y a sus familias, pero la situación era mucho peor de lo esperado. Personal voluntario y antiguos miembros de la juventud de todo el distrito se unieron, con la determinación de ayudar."Tomar decisiones en aquellas primeras horas fue lo más difícil», recuerda Farhana Haider Meem, Jefa de Juventud de la Unidad de Noakhali. "No teníamos ni idea de cómo gestionar tan rápidamente una emergencia tan masiva".Zobaer Hosen, uno de los primeros miembros jóvenes del equipo de rescate de Noakhali, afirma que se enfrentaron a enormes retos. "No teníamos suficiente equipo, ni barcos, ni nada en realidad. Pasé tres o cuatro noches sin dormir", cuenta Zobaer. "Nos quedábamos en la oficina de la unidad, pero cada vez que me dormía, me despertaba pensando que estaba sonando el teléfono".A pesar de las noches sin dormir y la falta de recursos, Zobaer y su equipo no se detuvieron."Fue aterrador"La unidad de Feni lo tuvo aún más difícil. Sabían que muchas familias estaban atrapadas en las peligrosas aguas de la inundación y no disponían del equipo de rescate adecuado. Salieron a ayudar a pesar de ello, pero por desgracia subestimaron gravemente las aguas y se quedaron atrapados también.Pasaron 36 horas atrapados, sin comida ni agua. Finalmente, cuando las aguas bajaron un poco, nadaron hasta ponerse a salvo utilizando cañas de bambú. Afortunadamente, las 23 personas voluntarias están sanos y salvos."Pasamos todo el día en el tejado de una casa de una planta, usando los cascos para coger agua para beber. Fue aterrador", cuenta Labib, de la Juventud de la Media Luna Roja en la unidad de Feni. "Después de aguantar ese día, por fin conseguimos volver al mercado cercano, donde encontré a mi padre, que había estado tan preocupado por mí".Magnitud inesperadaEl voluntariado de Feni se enfrentó a dos grandes retos. En primer lugar, no había mucha coordinación entre todas las organizaciones de rescate de la zona, ya que nadie había sufrido una inundación de esta magnitud. Otro desafío era la falta de equipos de rescate adecuados. La unidad de Feni fue el primer grupo de rescate que llegó para ayudar en las zonas más afectadas. Por desgracia, aún no había embarcaciones de rescate disponibles.Una vez más, como ninguno de los distritos afectados había sufrido inundaciones de esta magnitud en décadas, no había equipos ni embarcaciones preabastecidos para una respuesta inmediata al desastre.Muchas de las perosnas voluntarias de los distritos afectados insistieron en que, debido a estas inundaciones, había que abordar ahora estos problemas para prepararse mejor ante futuras catástrofes.Las inundaciones también afectaron a la población de las remotas colinas de Khagrachari, lejos de las zonas bajas donde se centraron las inundaciones, gente como Natun Kumar Chakma, un agricultor que también sufrió los devastadores efectos de las inundaciones."Mis campos siguen bajo el agua, y todas las cosechas se han perdido", dijo.Equipos voluntarios de la Media Luna Roja se desplazaron a estas remotas zonas montañosas, donde viven algunas de las minorías étnicas de la región, para suministrar alimentos de emergencia y prestar apoyo.Manos amigasUna vez que las aguas bajaron, los equipos de la Media Luna Roja de Bangladesh viajaron con un miembro del Equipo Nacional de Respuesta a Desastres a la aldea sumergida de Suborno Char, Noakhali, donde desinfectaron pozos tubulares para suministrar agua potable a la comunidad.Uno de los pozos que desinfectaron pertenecía a Halima. Ella y sus tres hijos se quedaron en su casa inundada mientras el agua hacía estragos fuera."No tengo ayuda, ni familia, así que pensé que era mejor quedarme que ir al refugio", explicó. Su marido, jornalero, se quedó sin trabajo a causa de la inundación. Durante casi una semana, la familia sobrevivió con comida seca. Gracias a la Media Luna Roja, ahora tienen agua potable y la familia de Halima recibirá más ayuda para reconstruir su vida.La Media Luna Roja de Bangladesh desplegó en Feni equipos médicos del Hospital de la Sagrada Familia (un hospital de la Sociedad de la Media Luna Roja de Bangladesh) que incluían personal médico, paramédico y suministros de emergencia."La gente venía con todo tipo de problemas de salud: sarpullidos, infecciones, resfriados y diarrea", explica Fatema Akter, miembro del Equipo de Juventud de la Media Luna Roja de Feni. Estos equipos médicos fueron cruciales para prevenir la propagación de enfermedades tras el desastre.Las inundaciones no sólo afectaron a la salud física. El trauma de perder el hogar, los medios de subsistencia y la seguridad también tuvo un costo mental. Las y los voluntarios, formados en primeros auxilios psicológicos, escucharon y consolaron a la gente mientras atravesaban el miedo y la incertidumbre.Adrita Tabassum Ome, voluntaria de Juventud de la Cruz Roja de Feni, trabajó durante cinco días ofreciendo apoyo en salud mental. "Me centré en escuchar a las mujeres, las ancianas y a la niñez, mientras mi compañero de equipo apoyaba a los hombres", dijo. Este equipo voluntario desempeñó un papel crucial ayudando a la gente a controlar el estrés y la ansiedad durante el desastre.Más de 14 millones de personas se han visto afectadas por las inundaciones que desde junio azotan Bangladesh en las regiones del norte, noreste y sureste, desplazando a millones de personas y causando daños generalizados. En septiembre, la IFRC lanzó un llamamiento de emergencia solicitando 7,5 millones de francos suizos para apoyar los esfuerzos de recuperación de la Media Luna Roja de Bangladesh.Mientras prosiguen las operaciones, la Media Luna Roja está seleccionando y dando prioridad a las comunidades más afectadas, con el objetivo de llegar a 400.000 personas con apoyo para refugios seguros, seguridad alimentaria, recuperación de medios de subsistencia y servicios de salud, así como apoyo en materia de agua, saneamiento e higiene.Este artículo fue redactado por Nahidul Islam y Al-Shahriar Rupam y editado por Rachel Punitha, oficial superior de comunicaciones de la IFRC. Fotos de Al-Shahriar Rupam y Mustakim Billah Muhit.Ver más fotos e historias impactantes sobre las inundaciones en Feni y Noakhali.Ver el llamamiento de emergencia de la IFRC para donaciones que ayuden a la recuperación en Bangladesh.

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Myanmar: Tifón Yagi

Los fuertes vientos y las lluvias torrenciales del tifón Yagi provocaron graves inundaciones y deslizamientos de tierras en todo Myanmar, afectando a más de 60 municipios en nueve estados y regiones, con un número estimado de 631.000 personas afectadas, 320.000 desplazadas y cerca de 200 víctimas mortales.El objetivo de este llamamiento de emergencia es proporcionar ayuda inmediata y asistencia para la recuperación temprana a los hogares más gravemente afectados en las nueve zonas afectadas.

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Emergencia

Nigeria: Inundaciones

Nigeria se enfrenta actualmente a devastadoras inundaciones que han afectado a múltiples estados. Las inundaciones han arrasado pueblos y asentamientos enteros, especialmente en las zonas rurales y de la periferia urbana, donde las casas eran en su mayoría de barro, bambú y otros materiales incapaces de resistir las inundaciones. La magnitud de la destrucción no tiene precedentes y empeora aún más la ya difícil situación económica del país. A través de este llamamiento de emergencia, la IFRC y sus miembros se proponen atender las necesidades urgentes de 400.000 personas mediante intervenciones en las áreas de salud, agua, saneamiento e higiene, refugio y dinero en efectivo para múltiples fines.

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Níger: Inundaciones

Las fuertes y persistentes lluvias registradas desde julio se han cobrado la vida de más de 300 personas, han destruido más de 95 mil viviendas y han arrasado miles de hectáreas de cultivos y ganado. Las precarias condiciones socioeconómicas del país agravan también la vulnerabilidad de su población, en particular la que vive en campos de personas refugiadas, barrios periféricos, zonas propensas a las inundaciones y zonas urbanas densamente pobladas.A través de este llamamiento de emergencia, la IFRC y sus miembros se proponen atender las necesidades urgentes de 250.000 personas en 5 regiones mediante intervenciones en las áreas de salud, agua, saneamiento e higiene, refugio y seguridad alimentaria.

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Chad: Inundaciones

Semanas de lluvias torrenciales en Chad han afectado a las 23 provincias, causando al menos 340 muertes y 1,5 millones de personas con necesidad urgente de alimentos, atención sanitaria, refugio, protección y servicios de saneamiento e higiene del agua. Las previsiones indican que en septiembre continuarán las lluvias torrenciales y las inundaciones en gran parte de África occidental y central, con una alta concentración de precipitaciones en Chad.Done ahora y contribuya en marcar una diferencia significativa para las 389.000 personas apoyadas por la Cruz Roja de Chad en esta respuesta.

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Bangladesh: Inundaciones

Bangladesh ha sufrido graves inundaciones debido a las fuertes lluvias provocadas por una activa estación monzónica. Más de 14,6 millones de personas se han visto afectadas en el sureste, noreste y norte del país, con 71 víctimas mortales registradas hasta el 3 de septiembre sólo en la región sureste.A través de este llamamiento, la Media Luna Roja de Bangladesh prestará asistencia humanitaria mediante intervenciones de agua, saneamiento e higiene, refugio, seguridad alimentaria, medios de subsistencia y salud en los ocho distritos más afectados.

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Emergencia

Yemen: Inundaciones

Las fuertes lluvias han causado destrucción y desplazamientos en Yemen, agravando una situación humanitaria ya de por sí grave. Este llamamiento de emergencia tiene como objetivo proporcionar ayuda a las personas más afectadas por las inundaciones. La ayuda se centrará en las personas cuyos hogares y refugios temporales han quedado total o parcialmente destruidos, las personas cuyos medios de subsistencia se han visto afectados, las que necesitan servicios de agua, saneamiento e higiene (WASH,) y de salud, y las que corren el riesgo de verse expuestas al impacto de nuevas inundaciones previstas. Por favor, haga su donación ahora y únase a nosotros para marcar una diferencia significativa para las 600.000 personas apoyadas por la Media Luna Roja de Yemen en esta respuesta.

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Agua: Un elemento clave para la estabilidad y la salud de las comunidades que se enfrentan a un mundo inseguro y cambiante

Desde hace más de una década, el pueblo de Sudán del Sur se enfrenta a enormes dificultades causadas por el conflicto interno en curso, los desplazamientos masivos y una serie de desastres relacionados con el clima que, paradójicamente, han traído tanto sequías prolongadas como lluvias intensas. "En 2019, un tercio del país estaba bajo el agua, con todas las consecuencias que ello conlleva", explica Bonface Okotch, experto en agua y saneamiento de la Cruz Roja Neerlandesa en Sudán del Sur. Desde entonces, comunidades de amplias franjas del país se han visto inundadas por completo y han sido desplazadas periódicamente, con sus cosechas y medios de vida arruinados.El condado de Aweil Sur, en el norte de Sudán del Sur, es una de las zonas más afectadas por las inundaciones cíclicas y la violencia, así como por el flujo de personas refugiadas que huyen de la violencia a través de la frontera norte del país con Sudán.Al mismo tiempo, la cobertura de agua y saneamiento en el país es baja: menos del 10% tiene acceso a saneamiento mejorado y el 42% no tiene acceso a fuentes de agua confiables, seguras y sostenibles.Esto no sólo deja a la población vulnerable a enfermedades infecciosas, sino que significa que la gente pasa una cantidad excesiva de tiempo obteniendo agua de fuentes lejanas. Esto resta tiempo a otros elementos esenciales como la educación, los medios de subsistencia y la producción de alimentos que aportan salud y estabilidad a las familias y las comunidades.Un futuro pacífico y sostenibleUn proyecto en curso aborda esta dinámica. En alianza con la Unión Europea (UE), la IFRC, la Cruz Roja de Sudán del Sur y la Cruz Roja Neerlandesa han podido reducir el impacto de las inundaciones y las sequías, a la vez que fomentan la resiliencia para que la población pueda seguir recuperándose de futuros contratiempos.Como parte del proyecto, conocido como Alianza Programática, la Cruz Roja de Sudán del Sur ha desempeñado un papel central en la rehabilitación de las instalaciones de agua y en la construcción de otras nuevas diseñadas para ser sostenibles a largo plazo, explica Abdallah Bennet, experto en agua, saneamiento e higiene (WASH) de la Cruz Roja de Sudán del Sur."En algunas zonas, las comunidades se enfrentan a problemas de acceso limitado al agua potable, especialmente durante las inundaciones", explica. "La mejora de las bombas manuales a sistemas solares es un aspecto clave de nuestro trabajo. A través de la Alianza Programática abordamos estos problemas con soluciones sostenibles.Capacitamos a las comunidades locales formando a mecánicos de bombas y comités de uso del agua, asegurándonos de que puedan gestionar y mantener por sí mismos los puntos de agua de forma eficaz», añade. «El agua es vida. Es fundamental para la vida misma. Sin ella, nada sigue adelante".La Cruz Roja de Sudán del Sur también ha formado a personas voluntarias en la promoción de la higiene (lavado de manos, manipulación segura del agua y los alimentos, construcción y uso de retretes, habilidades de comunicación, entre otras cosas) para que puedan realizar visitas casa por casa para promover la higiene.Pero eso no es todo. "La gente de las comunidades recibe formación para evaluar los riesgos meteorológicos, controlar los niveles de agua y tomar medidas rápidas si la comunidad está en peligro", dice Bonface. "Durante las emergencias, refuerzan los diques, limpian los canales de desagüe y prestan asistencia a los grupos vulnerables".El trabajo que se realiza en Aweil es sólo un ejemplo de cómo el acceso al agua potable -junto con otros esfuerzos coordinados para minimizar los riesgos- desempeña un papel fundamental en la estabilización de la salud de las comunidades que se enfrentan a múltiples amenazas.Mientras el mundo humanitario celebra la Semana Mundial del Agua, que este año promueve el tema de Unir fronteras: Agua para un futuro pacífico y sostenible, este proyecto ofrece un ejemplo de los esfuerzos de colaboración necesarios para que las comunidades vulnerables puedan disfrutar de un futuro pacífico y sostenible.Tras la instalación de las plantas de agua en Aweil del Sur, por ejemplo, la comunidad ha experimentado una mejora significativa en el bienestar y la salud de la comunidad, según la Cruz Roja de Sudán del Sur."Estoy muy contento de que la Cruz Roja haya instalado el patio de agua en nuestra comunidad", dice Abu Adub, residente local de la aldea de Gakrol, en Aweil Sur. "La gente lo utiliza mucho. Cerca de la bomba manual siempre hay mucha gente. Esto ha hecho que disminuyan enfermedades como la diarrea, sobre todo entre en la niñez y y la población adulta mayor".La proximidad a las fuentes de agua potable permite disponer de más tiempo para otras tareas domésticas, como las tareas de cuidado."Antes, cuando no teníamos patio de agua, bebíamos del pozo y no era bueno para nuestra salud", continúa Abu. "Cuando no teníamos agua, nuestros hijos e hijas solían bañarse (en el pozo) a altas horas de la noche. Íbamos a por agua al pozo de allí y también al río. Tardábamos mucho en traer el agua. Al menos dos horas.Desde que la Cruz Roja nos ayudó con la bomba manual, las niñas y niños pueden bañarse antes y luego volver a casa".Adut Wek, que vive en Gakrol, en la región de Aweil, compartió una historia similar. "Antes, cuando bebíamos agua del río, nos dolía el estómago", dice Adut. "Desde que tenemos el patio de agua, ya no tenemos enfermedades transmitidas por el agua. El principal problema ahora es que algunas personas viven lejos y aún no tienen agua". Más información sobre la Alianza Programática y la labor de la IFRC en el suministro de agua potable:El apoyo en materia de salud, agua, saneamiento e higiene (WASH) disponible en Aweil cuenta con el respaldo de la Alianza Programática entre la red de la IFRC y la Unión Europea. La alianza proporciona financiación estratégica, flexible, previsible y a largo plazo, para que las Sociedades Nacionales puedan actuar antes de que se produzca una crisis o una emergencia sanitaria. Se está aplicando en 24 países de todo el mundo. Programa de Agua, Saneamiento e Higiene de la IFRCDía Mundial del Agua 2024

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Emergencia

Etiopía: Deslizamientos de tierra e inundaciones

Las fuertes lluvias caídas entre el 21 y el 22 de julio de 2024 provocaron sucesivos deslizamientos de tierra en las remotas regiones montañosas del sur de Etiopía, causando importantes pérdidas de vidas humanas y devastación. La zona ha seguido experimentando fuertes lluvias e inundaciones en las últimas semanas y las previsiones meteorológicas actualizadas predicen aún más lluvias, lo que es particularmente preocupante ya que la topografía de la región y su vulnerabilidad a las condiciones meteorológicas extremas la hacen propensa a los deslizamientos de tierra. La región ya se caracteriza por la intensificación de las epidemias y es probable que aumente la inseguridad alimentaria.

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Nota de prensa

Brasil un mes después: La Cruz Roja pide ayuda mientras continúan las inundaciones y empeora la situación

Rio Grande do Sul / Ciudad de Panamá / Ginebra -Un mes después de que las inundaciones en el sur de Brasil afectaran a más de 2,3 millones de personas y desplazaran a más de 620.000, la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) hace un llamado para que continúe el apoyo. Los daños iniciales y las necesidades humanitarias se ven agravados por las continuas lluvias, las bajas temperaturas y la aparición de enfermedades transmitidas por el agua."Aunque en muchos sentidos parece el primer día, llevamos cuatro semanas de emergencia. Las aguas siguen atrapadas en muchas de las zonas inundadas, obstaculizando la distribución de ayuda humanitaria e impidiendo la bajada del nivel del agua, lo que permitiría a la gente regresar a sus hogares. Con el pronóstico de más lluvias y más frío, así como un aumento de las enfermedades relacionadas con el agua, se debe hacer todo lo posible para apoyar a la población más vulnerable, cuyas necesidades humanitarias siguen creciendo exponencialmente", dijo Roger Alonso Morgui, Jefe de Operaciones de la IFRC para la respuesta a las inundaciones en Brasil.Desde el inicio de las inundaciones, los equipos de la Cruz Roja han distribuido 648.000 litros de agua, 9.800 cestas de alimentos, 10.150 bolsas de ropa, 3.595 mantas, 7.830 kits de limpieza, 6.380 kits de higiene, 2.347 colchones, 810 almohadas, 640 kits de pañales, 116 juegos de cocina y 142.559 medicamentos. En total, 1.500 personas han recibido asistencia médica. El personal voluntario también ha distribuido mosquiteras y filtros de agua para prevenir la propagación de enfermedades transmitidas por mosquitos. La Cruz Roja Brasileña (CRB) ha logrado llegar a las comunidades afectadas en zonas que habían quedado aisladas por las inundaciones, incluidos diez grupos de algunos de los pueblos indígenas más vulnerables que anteriormente no habían podido acceder a los lugares donde se distribuían los artículos. "En las próximas semanas, las necesidades más urgentes para la población más vulnerable -mujeres, niñez y grupos en condiciones marginales- incluyen alimentos, artículos de higiene personal, cobijas, sets de limpieza, agua potable y filtros de agua, tanto para hidratación como para reducir el riesgo de exposición a enfermedades y bacterias transmitidas por el agua", dijo Alonso.Según la Oficina Meteorológica de Brasil, se espera que continúen las fuertes lluvias a lo largo de la costa de Rio Grande do Sul. Esto podría significar nuevas inundaciones en la ya saturada Porto Alegre, mientras que otras zonas en las que las inundaciones habían remitido podrían sufrir un rebrote. Las autoridades locales han aconsejado a la población que no regrese a las zonas inundadas y han recomendado extremar las precauciones a quienes vivan en zonas con riesgo de desprendimientos.En respuesta a las inundaciones, el desastre más devastador de la historia del estado de Rio Grande do Sul, la IFRC lanzó un llamamiento de emergencia por un valor de 8.000.000 de francos suizos para apoyar, durante los próximos 12 meses, a 25.000 personas que han perdido sus hogares y necesitan asistencia urgente. Dos vuelos de emergencia de la IFRC ya han transportado suministros esenciales a las zonas afectadas. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos concertados, sigue habiendo un importante déficit de financiación para esta respuesta humanitaria, ya que aún se necesita la mayor parte de los fondos requeridos para hacer frente plenamente a la crisis. Un estudio reciente de World Weather Attribution reveló que el cambio climático hizo que las inundaciones en el sur de Brasil fueron «dos veces más probables», y que los daños sólo empeoraron por los fallos en las infraestructuras. Se espera que estos efectos en fenómenos meteorológicos más extremos continúen. Para más información o para coordinar una entrevista: [email protected] En Panamá: Susana Arroyo Barrantes +50769993199  En Ginebra: Tommaso Della Longa +41 797084367 / Andrew Thomas +41 763676587 

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El cambio climático duplicó la probabilidad de inundaciones históricas en el sur de Brasil – Estudio

Este artículo fue escrito y publicado primero por el Centro del ClimaEl cambio climático hizo que se duplicaran las posibilidades para que se dieran las lluvias extremas que causaron inundaciones destructivas en el estado de Rio Grande do Sul, en el sur de Brasil, a fines de abril y principios de mayo, según el último estudio rápido del grupo World Weather Attribution publicado ayer.Las fuertes lluvias también se intensificaron por el fenómeno de El Niño, que ahora se está desvaneciendo, mientras que los impactos empeoraron por algunas fallas en la infraestructura, agregaron los científicos de WWA.El evento fue "extremadamente raro" incluso con la presencia del calentamiento global, pues no se espera que suceda más de una vez por siglo, pero habría sido aún más raro sin el cambio climático.Al combinar las observaciones con los modelos climáticos, los investigadores estimaron que el cambio climático hizo que el evento fuera más del doble de probable y hasta casi un diez por ciento más intenso."Protección natural"Regina Rodrigues, investigadora de la Universidad Federal de Santa Catarina, Florianópolis, que participó en el estudio, dijo:"El impacto devastador en los sistemas humanos de tales eventos extremos solo puede minimizarse con una adaptación suficiente, incluida una infraestructura de protección contra inundaciones bien mantenida y una planificación urbana adecuada. Los cambios en el uso de la tierra han contribuido directamente a las inundaciones generalizadas al eliminar la protección natural y pueden exacerbar el cambio climático al aumentar las emisiones".La IFRC lanzó un llamamiento de emergencia por 8 millones de francos suizos para aumentar la asistencia humanitaria a las comunidades afectadas por las inundaciones que afectaron a más de 2 millones de personas y que fueron descritas como el peor desastre registrado en la historia del estado de Rio Grande do Sul. La red mundial de la IFRC y la Cruz Roja Brasileña "apoyarán (...) 25.000 personas que han perdido sus hogares y necesitan asistencia urgente, especialmente familias monoparentales con niñas y niños menores de cinco años, ancianos y personas con discapacidad", dijo la IFRC el mes pasado.El equipo central del WWA está formado por especialistas de varias instituciones, como el Grantham Institute - Climate Change and the Environment, el Imperial College de Londres, el Real Instituto Meteorológico de los Países Bajos, el Laboratoire des Sciences du Climat et de l'Environnement y el Centro del Clima de la Cruz Roja y la Media Luna Roja.Este equipo colabora con científicas del clima y otros expertos del país en el que se realiza el estudio, aportando conocimientos y perspectivas fundamentales sobre meteorología, bases de datos, modelización e impactos. En el caso de Brasil, el estudio de WWA fue realizado por científicos nacionales y de Países Bajos, Suecia, Reino Unido y Estados Unidos.

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Día de la Salud Menstrual: La menstruación no se detiene durante los desastres

Cuando las fuertes lluvias provocaron inundaciones masivas en el estado de Rio Grande do Sul, en el sur de Brasil, en mayo, la vida normal de 2,3 millones de personas se paralizó. Desde entonces, la lluvia no ha cesado, y las necesidades han crecido exponencialmente. Más de 80.000 personas permanecen en refugios temporales y necesitan ayuda urgente.Mientras los daños en la infrastructura paralizan las cadenas de suministro y dificultan el acceso a los artículos de primera necesidad, no interrumpen el ciclo menstrual de la mitad de las personas afectadas por las inundaciones.“Uno de los problemas a los que nos enfrentamos en la atención de la emergencia por las inundaciones en Brasil, es la dificultad de acceder a productos de higiene y salud menstrual”, reportó la Dra. Julia Klock, médica que pausó su trabajo habitual para colaborar como voluntaria con la Cruz Roja Brasileña durante las inundaciones.Aunque la menstruación es tan natural como comer o dormir, con demasiada frecuencia la gente se resiste a hablar de la falta de productos esenciales para la salud menstrual porque a veces este tema se considera embarazoso o incómodo, algo que hay que ocultar. "En muchas comunidades, este tema sigue siendo tabú", señala la Dra. Klock. Este año, el Día Mundial de la Menstruación aboga por un #MundoRespetuosoConLaMenstruación, con el fin de normalizar plenamente la menstruación y hacer que estos tabúes pasen a la historia.Para ayudarnos a desentrañar este tema, le pedimos a Katherine Fuentes, coordinadora de protección, género e inclusión de la IFRC en las Américas, que nos dijera cuáles son los principales temas de los que se debería hablar cuando se trata de salud menstrual durante y después de un desastre.Acceso a productos de higiene menstrual.Cuando ocurre un desastre, como las recientes inundaciones en Brasil, el acceso a productos menstruales se vuelve más difícil.Por eso los artículos de emergencia que distribuimos incluyen productos de higiene menstrual, considerando cuántas personas en edades menstruantes se han visto afectadas por el desastre.Estos productos de higiene pueden ir desde compresas, tampones, y copas menstruales, hasta calzones menstruales, compresas de tela, baldes para la higiene, entre otros.Instalaciones limpias, seguras y privadas:Procuramos que las personas que están menstruando tengan acceso a agua potable, baños limpios y espacios privados para cambiarse y desechar los residuos de forma adecuada e informada. Educación y sensibilizaciónTrabajamos para que las personas se informen sobre el ciclo menstrual, que sepan cómo manejar su higiene menstrual en condiciones difíciles, dónde acceder a los productos y cómo desecharlos.Para asegurar la salud menstrual, es clave la participación de toda la comunidad, incluyendo a los niños y los hombres. Conocer sobre el ciclo menstrual ayuda a reducir el estigma, promueve el acompañamiento colectivo, y ayuda a cuidar la salud y promover el bienestar.Algunas acciones en esta área son encuentros grupales y procesos de consulta para conocer las necesidades específicas de las personas menstruantes.Apoyo psicosocialEs posible que durante las emergencias la menstruación sea estigmatizada, por eso es necesario brindar apoyo psicosocial y crear un entorno donde las personas puedan hablar abiertamente, sin tabúes, con un enfoque de Protección, Género e Inclusión que considere las necesidades individuales de cada persona.Para brindar una atención adecuada, debemos preguntarnos cuáles estereotipos y roles de género están presentes, cuáles son las ideas y prácticas en la comunidad sobre la higiene menstrual y cómo nuestros programas de asistencia humanitaria pueden atender las necesidades de las personas que menstrúan". Para más información, consulte los siguientes enlaces a las guías y herramientas de la IFRC para la gestión de la salud menstrual de las personas afectadas por emergencias y desastres. Estándares mínimos para PGI en emergenciasAbordaje de las necesidades del Manejo de la Higiene Menstrual (MHM)Para donaciones o más información sobre las inundaciones en Brasil, visite nuestro Llamamiento de Emergencia

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Emergencia

Brasil: Inundaciones en Rio Grande do Sul

Desde el 29 de abril de 2024, el estado brasileño de Rio Grande do Sul ha experimentado precipitaciones tres veces superiores a la media para esta época del año. Más de 440 de los 496 municipios de Rio Grande do Sul informaron de problemas relacionados con las inundaciones, que afectaron a cerca de 1,9 millones de personas. Hay 141 personas desaparecidas, 756 heridas, más de medio millón de personas desplazadas y más de 81.000 viviendo en refugios. Hasta el 10 de mayo, el número de muertes ascendía a 126. La IFRC trata de atender las necesidades de las personas que han perdido completamente sus hogares, con especial atención a las que viven en refugios provisionales. Se dará prioridad a las familias que no han recibido asistencia, especialmente las monoparentales con niñas y niños menores de cinco años, la población adulta mayor y las personas con discapacidad.Crédito de la foto: GILMAR ALVES / ASI / Agência Estado vía AFP

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Sean inundaciones, terremotos u otras crisis, el impacto en el acceso al agua potable es inmediato y duradero.

Los desastres se presentan en muchas formas, desde la fuerza estremecedora de los terremotos hasta las incesantes inundaciones.En medio del caos y la destrucción, hay una necesidad crítica que trasciende las características específicas de la catástrofe: el acceso a agua limpia. La población de Marruecos y Libia se enfrentó cara a cara con esta realidad tras el terremoto de magnitud 6,8 que sacudió Marruecos el 8 de septiembre de 2023, y las devastadoras inundaciones que asolaron partes del este de Libia un par de días después, tras una tormenta masiva.Inmediatamente después de estos dos desastres, la deshidratación se convirtió en una amenaza, especialmente grave para poblaciones vulnerables como la niñez y las personas adultas mayores. Sin embargo, los peligros iban mucho más allá de la sed."El agua contaminada, consecuencia de la interrupción de las infraestructuras o de la propagación de aguas residuales por las inundaciones, se convierte en un caldo de cultivo para enfermedades transmitidas por el agua, como el cólera y la disentería", explica Jamilee Doueihy, oficial senior de agua, saneamiento e higiene (WASH) de la IFRC en la región de Oriente Medio y Norte de África."Estas enfermedades pueden desbordar rápidamente unos recursos médicos ya de por sí sobrecargados, añadiendo otra capa de sufrimiento a una comunidad ya devastada".Un delicado equilibrio rotoLos desastres alteran el delicado equilibrio de las infraestructuras hídricas. Los terremotos pueden romper las tuberías y dañar las plantas de tratamiento, mientras que las inundaciones pueden dejarlas sumergidas e inoperativas. Esta pérdida de acceso a un suministro de agua limpia y fiable, crea un efecto dominó que afecta al saneamiento, la higiene y la capacidad de preparar alimentos de forma segura.Inmediatamente después de una catástrofe de grandes proporciones, como la inundación masiva y repentina de Libia, los cadáveres que se encuentran cerca o dentro de las reservas de agua, también pueden provocar graves problemas de salud.Sin embargo, el impacto va más allá de los problemas sanitarios inmediatos. Sin agua para las necesidades básicas, la gente tiene dificultades para mantener la higiene, lo que aumenta el riesgo de infección. Las comunidades desplazadas que se enfrentan a la escasez de agua a menudo recurren a alternativas poco seguras, lo que pone aún más en peligro su salud. La escasez de agua también puede paralizar los esfuerzos de recuperación, ya que las personas se ven obligadas a dedicar tiempo a buscar agua en lugar de reconstruir sus vidas.La buena noticia es que el suministro de agua potable es una intervención poderosa en tiempos de desastre. "Tanto en Marruecos como en Libia, el agua fue una parte esencial de los esfuerzos de socorro durante la fase inicial de las dos emergencias", afirma Doueihy.En muchos asentamientos provisionales, que surgieron cuando la gente abandonó sus hogares inseguros, simplemente no había agua corriendo, ni agua potable. La gente también carecía de acceso a inodoros e instalaciones sanitarias.Por lo tanto, además de primeros auxilios, tiendas de campaña de emergencia y otros suministros esenciales, la Media Luna Roja Marroquí, la IFRC y otras Sociedades Nacionales asociadas entregaron botiquines de higiene e instalaron instalaciones provisionales de agua, saneamiento e higiene (retretes, duchas, puntos de agua e incineradores) para las personas que vivían en asentamientos provisionales.En Libia, mientras tanto, la Media Luna Roja Libia -junto con asociados del Movimiento de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja- atendió las necesidades inmediatas de agua, saneamiento e higiene distribuyendo más de 240.000 botellas de agua y unos 6.000 kits de higiene, entre otras cosas.Otras Sociedades Nacionales apoyaron los esfuerzos. La Cruz Roja Alemana, por ejemplo, apoyó la instalación de dos plantas de tratamiento de agua, que posteriormente fueron sustituidas por sistemas de filtración que responden mejor a la evolución de las necesidades. Hasta la fecha, se han instalado cinco plantas desalinizadoras sencillas, además del mantenimiento de pozos de agua subterránea, entre otros esfuerzos.El próximo gran reto, afirma Doueihy, es ayudar a las comunidades a desarrollar soluciones a más largo plazo."Proporcionamos agua potable limpia a la población afectada, pero el paso gradual de la fase de emergencia a una fase de recuperación a largo plazo, significa que se necesitan soluciones sostenibles -como la reparación de las infraestructuras dañadas- para restablecer la seguridad hídrica y la capacidad de las comunidades de acceder a agua limpia."La seguridad del agua no es un lujo ante el desastre, es un salvavidas. Si damos prioridad al acceso al agua potable en la respuesta a los desastres a corto y largo plazo, podemos salvar vidas, prevenir brotes de enfermedades y capacitar a las comunidades para la reconstrucción. -Apoye a la población de Marruecos y Libia en su camino hacia la recuperación donando a los dos llamamientos de emergencia: Marruecos: Terremoto y Libia: Tormenta Daniel.

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Bolivia: El reto de acceder a agua potable entre sequías e inundaciones

En el último año, la población boliviana ha tenido que hacer frente a inundaciones devastadoras, al año más caluroso y la mayor sequía de toda su historia. Más de dos millones de personas sufrieron los efectos de la falta de lluvia, mientras que las tormentas dejaron más de 50 muertes y 430 mil personas afectadas. Estos datos parecen confirmar lo que hace tiempo anunciaba la ciencia: Bolivia es el país más vulnerable a la crisis climática en América del Sur.Sequías prolongadasLa frecuencia e intensidad de los episodios de sequía es cada vez mayor tanto en el altiplano como en las llanuras del país. En 2023, llegó el período seco más prolongado de su historia, consecuencia de las altas temperaturas y la crisis climática, intensificada por el fenómeno de El Niño.En siete de los nueve departamentos de Bolivia (La Paz, Potosí, Cochabamba, Oruro, Chuquisaca, Tarija y Santa Cruz), cerca de dos millones de personas vieron como la falta de lluvia secaba sus campos, agotaba sus ahorros y lastimaba su salud física y mental.Los efectos fueron particularmente graves en las zonas rurales, donde los ingresos y los empleos dependen de la agricultura y la ganadería de camélidos, ovejas y vacas. Los reservorios de agua se secaron por completo, las cosechas de papa y otros alimentos básicos se perdieron; y las llamas y las alpacas empezaron a enfermar e incluso a morir de sed.“Cada vez que muere una llama, aparte de la pérdida emocional, estamos perdiendo como $100 USD, el equivalente a lo que necesitamos para vivir un mes en nuestro sector”, narra Evaristo Mamani Torrencio, vecino de Turco, en el departamento de Oruro.“Por familia más o menos perdemos entre 15-20 llamas. Es bastante dinero y eso es una pérdida no solamente para la comunidad, es una pérdida para el pueblo, porque de ahí viene el dinero para comprar nuestras cosas en Oruro. Si no hacemos ese movimiento económico y si no tenemos recursos, entonces simplemente no vamos a mover el mercado.”La escasez de agua puede provocar restricciones de uso, aumento en su precio y disminución en la calidad. Esto reduce la frecuencia de hidratación, debilita las medidas de higiene y aumenta la propagación de enfermedades estomacales e infecciosas.En casos como el de Evaristo y otras comunidades apoyadas por la Cruz Roja Boliviana, el largo tiempo que toma la recuperación tras la sequía, también puede llevar a las familias a tomar decisiones con efectos irreversibles sobre su vida, como vender su tierra, endeudarse o migrar.Inundaciones devastadorasMientras tanto, en otras partes de Bolivia, las repentinas inundaciones también están afectando gravemente al acceso de la población al suministro de agua potable. Elpasado 27 de febrero el nivel del río Acre en la ciudad de Cobija, frontera con Brasil, superó su máximo histórico y provocó la inundación de 16 sectores urbanos y 3 comunidades rurales. “Los deslizamientos asociados a las precipitaciones en el 90% del país, contrastan con una progresiva disminución anual de las lluvias registrada porServicio Nacional de Meteorología e Hidrologíaen los últimos años”, comenta Julian Pérez, Coordinador de Programas y Operaciones de la IFRC en los países andinos.“Algo que preocupa a la IFRC es que ambos eventos, sequías e inundaciones, tienen severosimpactos a largo plazo en la comunidad, afectando la producción de alimentos, la seguridad alimentaria y generando déficit hídrico y desnutrición”.Además de los daños en los campos e infraestructura, la población enfrenta ya casos de dermatitis, infecciones respiratorias y diarreas, mientras se prepara para evitar enfermedades transmitidas por mosquitos.“Sólo en el primer trimestre del 2024, Bolivia ha registrado un total de 11.000 casos de dengue”.Cruz Roja Boliviana en acciónEn ambos casos extremos, el acceso a agua potable y a servicios esenciales es vital para mantener la salud y evitar la propagación de enfermedades.Con apoyo de la Cruz Roja Boliviana y del Fondo de Emergencia para la Respuesta a Desastres (IFRC-DREF), 6.500 personas afectadas por las sequías e inundaciones podrán protegerse de enfermedades, hacer un uso seguro del aguay decidir cómo recuperarse,al recibir dinero en efectivo para atender sus necesidades más urgentes.“Bolivia necesita urgentemente implementar medidas de adaptación al cambio climático, como la reforestación y la construcción de infraestructuras adecuadas,así como mejorar el sistema de alerta temprana y apoyar los esfuerzos del Estado para fortalecer la gestión de desastres”, concluye Pérez.

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El poder de la juventud: En Vanuatu, personas jóvenes voluntarias mantienen el agua fluyendo

Jean Philipe Clement, de 58 años, se sumerge hasta los tobillos en el río que tantas noches le quita el sueño a él y a su comunidad.Mientras rebusca lentamente entre los escombros dejados por las recientes inundaciones, siente amargura al pensar en las próximas lluvias, sabiendo que llegarán tarde o temprano, y que probablemente traerán nuevas inundaciones a su comunidad.Agarra con una mano el mango de su fiel cuchillo de caña y con la otra sujeta el tallo de la rama de un árbol. Cuando balancea la afilada hoja metálica en la base de la rama, se oye un crujido al desprenderse la rama del árbol. Es el único momento en que se ahogan los sonidos de los mosquitos."Estamos podando algunas copas de los árboles para que la luz del sol pueda pasar y secar el agua que quede después de las inundaciones", explica."La principal causa de las inundaciones es la eliminación incorrecta de la basura. La gente no tira la basura en el lugar adecuado y es su descuido lo que está bloqueando el drenaje y provocando las inundaciones.""El agua estancada también ha provocado la cría de mosquitos".‘No hay otra opción’Aunque el agua ha retrocedido con el tiempo, no es nada comparado con la aterradora experiencia que supone el agua vertida en los portales de la cercana Solwe, una comunidad de 900 personas situada en Luganville, en la isla de Santo, a 45 minutos de vuelo de la capital de Vanuatu, Port Vila."Cuando llueve, el agua viene de las colinas y las plantaciones. Luego se junta en el centro, donde se encuentra Solwe. Debido a los escombros que obstruyen el río, se ha interrumpido el flujo del agua"."No hay salida para el agua y, como resultado, el agua no tiene adónde ir y los niveles empiezan a subir y a abrirse camino tierra adentro, hasta las casas".Una vez que la inundación ha llegado a las casas, la niñez no puede desplazarse a la escuela porque las carreteras están bajo el agua."La mayoría de las veces el nivel del agua llega hasta las ventanas de las casas. La gente tiene que entrar y salir de sus casas usando tablones de madera", dice Philipe."No tienen otra opción".Jóvenes toman acciónJusto cuando menguaban sus esperanzas de encontrar una solución para las frecuentes inundaciones, personas jóvenes voluntarias de la Cruz Roja de Vanuatu decidieron pasar a la acción.La juventud voluntaria de la Cruz Roja de Vanuatu en Solwe completó la formación en "Y-Adapt", un plan de estudios para jóvenes que consiste en juegos y actividades diseñadas para ayudarles a entender el cambio climático y a tomar medidas prácticas para adaptarse al cambio climático en su comunidad.A partir de ahí, tomaron la iniciativa de ayudar a personas como Philipe a prepararse para las próximas lluvias, limpiando los escombros del río y podando las copas de los árboles para que la luz del sol seque el agua estancada.Con el apoyo de la IFRC y la Cruz Roja Japonesa, el grupo de voluntariado completó el programa Y-Adapt y pudo adquirir una desbrozadora, una motosierra, rastrillos, una carretilla y guantes para ayudar en su campaña de limpieza."Si seguimos limpiando los escombros que interrumpen el flujo del agua y hacemos nuevos desagües, el agua fluirá hacia el río y no directamente a las casas de la gente", dice Tiffanie Boihilan, de 27 años, una de las voluntarias de la Cruz Roja que vive en Solwe.Y-Adapt anima a las personas jóvenes a centrarse en intervenciones de bajo costo que no requieran inversiones o tecnología a gran escala, pero que puedan reducir los efectos de los fenómenos meteorológicos extremos.‘Si tenemos suerte’En la cercana estación de Mango se desarrolla una historia similar, aunque en condiciones muy diferentes. Aquí, el cielo es azul y el suelo está seco. Las cabezas se vuelven hacia el cielo para ver el menor atisbo de una nube oscura que podría traer la lluvia.En días así, los huertos se ven azotados por el calor del sol de mediodía.Los animales buscan la sombra donde pueden. Cubos vacíos en cada mano mientras los miembros de la comunidad pisan el terreno seco y polvoriento rumbo al arroyo más cercano, a una hora de distancia.Eric Tangarasi, de 51 años, es el jefe de la estación de Mango. Casado y con seis hijos, dice que espera que llueva pronto. La lluvia rellenará el único depósito de agua que abastece a más de 900 personas.La estación de Mango depende del suministro público de agua, pero éste ha sido irregular. Algunos días no hay agua. El río más cercano se encuentra a una hora de camino por terreno accidentado, por lo que la mejor y más segura opción para esta comunidad es el agua de lluvia."En la comunidad hay un gran problema con el agua", dice Eric. "A veces no hay agua durante dos o tres días. A veces puede durar hasta un mes"."Si tenemos suerte, el suministro de agua llega hacia medianoche hasta las 2 de la madrugada, que es cuando cada hogar almacena agua suficiente para cocinar y beber"."Actualmente sólo tenemos un tanque de agua para la comunidad, y con más de 900 personas viviendo aquí, debemos usar el tanque con moderación asegurándonos de dejar suficiente para que las demás personas lo usen".Una vez más, las personas jóvenes voluntarias de la Cruz Roja de Vanuatu entraron en acción.Como parte de sus actividades Y-Adapt (y de nuevo con el apoyo de la IFRC y la Cruz Roja Japonesa), el equipo de voluntariado de la Cruz Roja en Mango empezó a abordar los problemas de escasez de agua a nivel comunitario."Hay 17 personas que viven con discapacidades y es difícil para ellas cuando se acaba el agua", dice Pascalina Moltau, de 26 años, ella es una voluntaria de la Cruz Roja de Vanuatu que vive en la comunidad de Mango y ha formado parte de este proyecto desde el principio. "No pueden desplazarse hasta el arroyo cercano porque la accesibilidad es un gran problema, no es seguro para estas personas"."También debemos pensar en las personas mayores. No son lo bastante fuertes para soportar las dificultades del terreno para llegar al arroyo cercano y luego acarrear agua todo el camino de vuelta".Tras debatir con la comunidad la mejor forma de actuar, compraron un depósito de agua adicional de 10.000 litros para complementar el existente, de 6.000 litros. Las personas voluntarias, junto con la comunidad, comenzaron su plan de implementación de Y-Adapt construyendo los cimientos del depósito de agua."Este depósito de 10.000 litros ayudará a la comunidad a hacer frente a la creciente demanda de agua", afirma Eric. "Ahora no tenemos que esperar hasta medianoche para almacenar agua y podemos ser más capaces de gestionarla".

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Libia: Una repentina inundación les costó la vida, pero su espíritu de voluntariado sigue vivo

Escrito por Mey Al SayeghLo que hace que el voluntariado de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja sea tan esencial durante las emergencias, es que viven en las comunidades a las que sirven. Eso también significa que son tan vulnerables a las dificultades, las pérdidas y el dolor como sus vecinos y seres queridos.Las inundaciones que asolaron Derna, en el este de Libia, la noche del domingo 10 de septiembre no fueron una excepción.Ayudando desinteresadamente a quienes lo necesitaban, las personas voluntarias de la Media Luna Roja Libia (MLRL) acudieron a la llamada y prestaronapoyo, después de que la región nororiental de Libia se viera afectada por las intensas lluvias, provocadas por la tormenta Daniel. Las fuertes precipitaciones provocaron el desmoronamiento de dos presas en la madrugada del 11 de septiembre.Trágicamente, cuatro voluntarios de la Media Luna Roja Libia perdieron la vida en el diluvio posterior, tres de ellos mientras ayudaban a salvar la vida de otras personas. Esta es su historia. Pero también es un testimonio de todas las personas voluntarias de todo el mundo que han sufrido pérdidas este año, o que han hecho el último sacrificio mientras daban a otras personas una segunda oportunidad.En el acto de apoyar a otras personasAbed Alqader Atiya Alkherm había trabajado anteriormente como jefe del departamento de medios de comunicación de la filial de la Media Luna Roja Libia en Derna, donde utilizaba sus conocimientos de fotografía y comunicación para transmitir la voz de la gente y sus historias.Pero había decidido que también quería ayudar a la gente de forma más directa, así que se unió a los equipos de respuesta a emergencias de la Media Luna Roja Libia en Derna. Cuando se produjo el desastre, el 10 de septiembre, este voluntario de 31 años no lo dudó."Abed dejó la cámara y arriesgó su vida para salvar a otras personas", dice Bahaa Kawash, director de medios y Comunicaciones de la MLRL. "Él y todos los héroes de la Media Luna Roja Libia estarán en nuestros corazones y en nuestra memoria".En los días que siguieron a esa trágica noche, sus afligidos colegas compartieron recuerdos e historias de la valentía, competencia y compasión de estos voluntarios.Khaled Abed Alkareem Aldwal, de 29 años, había desarrollado una sólida reputación por sus habilidades en primeros auxilios y su disposición por apoyar a la gente, recuerda el antiguo director de medios de comunicación y comunicaciones de la MLRL, Tawfeq Al Shokry. Khaled era recordado por haber salvado una vez la vida de un hombre en un restaurante donde solía trabajar, prestándole primeros auxilios. Tras las inundaciones de septiembre, uno de los sobrevivientes escribió en su páginade Facebook que Khaled arriesgó su vida para salvar a sus dos hijas antes de que las inundaciones se lo llevaran.Hussein Bou Zanouba llegó a la sucursal de Derna como de costumbre a las 6 de la tarde de ese día, muchas horas antes de la inundación. Cuando las aguas empezaron a arrasar la ciudad, no dudó en unirse a los equipos de rescate.Durante su misión de rescate, la ambulancia chocó contra un poste de energía eléctrica, lo que provocó su trágico ahogamiento. Durante aquella madrugada, su madre intentó llamarle 23 veces. Pero sus llamadas fueron en vano, ya que se había dejado el teléfono en su casa de Al Bayda, otra ciudad del este de Libia muy afectada por las inundaciones.Fue un momento angustiante para sus colegas que buscaban a Hussein entre los cadáveres y las morgues refrigeradas de Derna, recuerda Ali Hweidi, ex director de Jóvenes y Voluntarios de la MLRL en Bengasi.Pérdidas trágicas que perduranLa pérdida de estos voluntarios golpeó duramente a sus compañeros. Sin embargo, mantuvieron su valor, su resistencia y su inquebrantable dedicación a asistir a quien lo necesitaba, y continuaron con su crucial labor durante los días y meses posteriores. Además de quienes perdieron la vida, muchas personas voluntarias en Derna sufrieron otros tipos de pérdidas terribles esa noche. Un colega de la Media Luna Roja Libia, Abdallah Abou Shayana, pereció tristemente junto con toda su familia cuando su casa quedó inundada por el diluvio de agua que arrasó el centro de Derna.Muchas otras personas voluntarias dedicadas, que ayudaron activamente a salvar a quienes se veían amenazados por las devastadoras inundaciones, tuvieron que soportar otro tipo de trágicas pérdidas, ya que algunos perdieron a familiares, vecinos y amistades.Hamdi Ahmed Baleidhabló por última vez con su madre a las 2 de la madrugada del 11 de septiembre. Junto con sus compañeros, estuvo ayudando a otras personas durante toda la noche. En la que iba a ser su última llamada, su madre le insistió en que se mantuviera seco para no caer enfermo. Al volver a casa, se encontró con que la casa de su familia había sido completamente arrasada. Toda su familia había desaparecido. Por una especie de milagro, el voluntario Ayman Abed Arzaak Agribyal sobrevivió a las inundaciones repentinas que amenazaban con arrastrarlo. Por desgracia, perdió a su madre.A pesar de sus pérdidas, tanto Hamdi como Ayman siguen trabajando a diario con la Media Luna Roja Libia para ayudar a la gente a reconstruir sus vidas tras la catástrofe. Hamdi encuentra consuelo en la convicción de que el mejor modo de superar su profundo dolor es apoyando a otras personas.En estos momentos difíciles, la Unidad de Respuesta a Emergencias de la IFRC desplegada tras la inundación ofrece apoyo psicosocial a todas las personas sobrevivientes, incluyendo el voluntariado. Sin embargo, aún queda mucho por hacer, dice Mamdouh Al Hadid, Jefe de Operaciones de la IFRC para la tormenta Daniel, y añade que se está elaborando un programa a más largo plazo de " Cuidado del Voluntariado".Mientras tanto, la IFRC rinde homenaje a la valentía y el desinterés de los equipos de la Media Luna Roja Libia, así como a las personas voluntarias de todo el mundo, por sus incansables esfuerzos y sacrificios frente a grandes peligros en 2023.Puede que las inundaciones de hace tres meses se llevaran físicamente a estos voluntarios, pero su espíritu humanitario sigue inspirando a sus amigos y compañeros de equipo de la Media Luna Roja Libia, así como a innumerables personas de todo el mundo.

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Fuera del radar: Diez catástrofes del 2023 de las que probablemente no hayas oído hablar

Tal vez se deba a que la catástrofe ocurrió en una zona rural remota, lejos de los centros mediáticos. Tal vez sea "demasiado pequeña" para justificar una reacción mundial. Sea cual sea la razón, algunas emergencias no reciben tanta atención como otras. Sin embargo, para la gente que vive estas crisis son tan reales, desgarradoras y cambian la vida como las grandes catástrofes que se hacen virales o que se benefician del "efecto CNN".Y cuando has perdido tu casa a causa de una inundación, un incendio o un deslizamiento de tierras -o has tenido que abandonar la ciudad con lo puesto- no tienes tiempo para que el mundo se entere.Por eso, la IFRC cuenta con un mecanismo de financiación de respuesta rápida denominado Fondo de Emergencia para la Respuesta a Desastres (IFRC-DREF) que hace llegar fondos rápidamente a todas las crisis, ya sean grandes o pequeñas. He aquí diez de los desastres menos conocidos a los que el IFRC-DREF respondió en 2023.1. El Niño en EcuadorEn el último semestre de 2023, las lluvias extremas generadas por el fenómeno de El Niño en la costa ecuatoriana provocaron rápidas inundaciones. Afortunadamente, las comunidades afectadas estaban más preparadas que en el pasado gracias a las medidas que tomaron antes de las lluvias. Cuando se pronosticaron por primera vez los impactos de El Niño, las agencias gubernamentales declararon que prepararse y prevenir los daños de las fuertes lluvias esperadas era una prioridad nacional. Por su parte, desde el IFRC-DREF se asignaron fondos para garantizar que 1.000 familias en situación de riesgo dispusieran de agua potable, una gestión adecuada de los residuos, alimentos reservados y muchas otras medidas de precaución.2. Brote de cólera en ZimbabueComo muchas otras epidemias relativamente localizadas o regionales, el brote de cólera en Zimbabue en 2023 ha recibido poca atención internacional. Comenzó en febrero de 2023 y, hasta la fecha, se han notificado casos sospechosos y confirmados en 41 distritos de las 10 provincias del país. La IFRC ha lanzado un llamamiento de emergencia para apoyar la labor de la Cruz Roja de Zimbabue, pero incluso antes de eso, el IFRC-DREF desembolsó 500.000 francos suizos para apoyar a 141.257 personas con asistencia sanitaria y apoyo en materia de agua, saneamiento e higiene en zonas clave afectadas. El objetivo es prevenir y controlar la propagación del cólera, interrumpir la cadena de transmisión, facilitar la mejora de la gestión de los casos y mejorar el saneamiento básico, las prácticas de higiene y el acceso al agua potable.3. Inundaciones en Bosnia-HerzegovinaLa zona noroeste de Bosnia y Herzegovina sufrió intensas lluvias a mediados de mayo de 2023, que causaron inundaciones generalizadas y cuantiosos daños en las viviendas y las infraestructuras locales. Las inundaciones también destruyeron cultivos e inutilizaron gran parte de las tierras de cultivo y la producción lechera. Fue un duro golpe para una de las zonas de ingresos más bajos de Europa, una región que depende de la agricultura local para su sustento e ingresos. A través del IFRC-DREF, se asignaron 126.504 francos suizos a la Cruz Roja Bosnia para ayudar a 1.500 personas mediante diversas medidas de asistencia, como transferencias de efectivo, distribución de equipos esenciales y suministros de higiene, y difusión de información sanitaria, entre otras cosas.4. Tormentas e inundaciones se suman a la sequía y los conflictosA veces las catástrofes quedan ocultas por la crisis de mayor envergadura que envuelven a una región concreta. La escala del sufrimiento humanitario en Yemen es tan masiva y generalizada que apenas se tuvo noticia del ciclón tropical que azotó el país en octubre de 2023. El ciclón tropical Tej tocó tierra sobre la costa meridional de la gobernación de Al Mahrah la noche del 23 de octubre y siguió avanzando hacia el noroeste. El ciclón causó inundaciones generalizadas, destrucción de infraestructuras, desplazamiento de comunidades y la pérdida de muchas vidas. El IFRC-DREF apoyó rápidamente la respuesta de la Media Luna Roja de Yemen con 281.000 francos suizos para ayudar a los desplazados internos, las comunidades de acogida, los repatriados, los grupos marginados y los migrantes/refugiados.5. Incendios en ChileEn febrero de 2023, los fuertes vientos y las altas temperaturas provocaron decenas de incendios forestales en el centro y el sur de Chile, causando víctimas y daños generalizados. Estos incendios se produjeron después de los destructivos incendios forestales de diciembre de 2022, que se propagaron rápidamente alrededor de la ciudad de Viña del Mar. Con financiación de la IFRC-DREF, la Cruz Roja Chilena prestó apoyo a más de 5.000 personas. El personal y las personas voluntarias prestaron asistencia médica y distribuyeron dinero en efectivo para que las personas afectadas pudieran comprar lo que necesitaban para recuperarse. Más información.6. Brote mortal de Marburgo en GabónA principios de febrero de 2023, el Gobierno de Guinea Ecuatorial informó de la muerte de nueve personas que presentaban síntomas de fiebre hemorrágica y poco después la OMS confirmó que el país estaba sufriendo una epidemia de enfermedad de Marburgo. La Cruz Roja Gabonesa contribuyó a las medidas preventivas del gobierno y el 15 de mayo la epidemia había terminado. Ahora se están utilizando unos 140.000 CHF de los fondos de emergencia del DREF para aumentar la capacidad de la Cruz Roja Gabonesa de responder a la enfermedad de Marburgo y a otros brotes en el futuro, garantizando que los equipos movilizados puedan detectar rápidamente los casos sospechosos, anticiparse a la propagación y preparar una respuesta coordinada con las autoridades sanitarias.7. Fuertes tormentas de granizo en ArmeniaEn junio de 2023, fuertes tormentas de granizo azotaron varias regiones de Armenia, causando grandes daños y trastornos. En la región meridional, las comunidades rurales cercanas a la frontera sufrieron fuertes precipitaciones que saturaron los sistemas de alcantarillado, inundaron calles y casas y dejaron intransitables carreteras y puentes. El granizo y las consiguientes inundaciones causaron importantes daños en casas, ganado, huertos y reservas de alimentos. El IFRC-DREF asignó rápidamente 386.194 francos suizos para apoyar los esfuerzos de la Cruz Roja Armenia por ayudar a 2.390 personas que perdieron cosechas, medios de subsistencia o que sufrieron daños extremos en sus viviendas.8. Movimiento de población en BeninEn todo el mundo hay cientos de lugares donde la gente huye de la violencia de la que rara vez informan los medios de comunicación internacionales. He aquí un ejemplo: en los últimos tres años, los grupos armados no estatales de la región del Sahel han aumentado en la zona fronteriza de Burkina Faso con Benín y Togo, obligando a miles de personas a abandonar sus hogares. El IFRC-DREF asignó 259.928 francos suizos para apoyar a la Cruz Roja de Benín en la asistencia a los desplazados y a las comunidades de acogida en Benín. Los fondos se utilizaron para proporcionar ayuda alimentaria y material inmediata a los hogares más vulnerables, cubriendo las necesidades inmediatas (refugio, acceso a agua potable, suministros domésticos básicos) de al menos 3.000 personas.9. Olas de frío y tormentas de nieve en MongoliaA partir del 19 de mayo de 2023, una devastadora tormenta de nieve azotó el este de Mongolia y algunas provincias del Gobi. La tormenta trajo fuertes vientos y 124 personas (en su mayoría de la comunidad de pastores) fueron dadas por desaparecidas después de seguir a su ganado, que se alejó debido a la tormenta. Se encontraron a 122 personas, pero trágicamente murieron dos. También se produjeron graves daños en las infraestructuras, como el derrumbe de 22 subestaciones eléctricas, que causaron cortes de electricidad en varios condados. Cerca de 150 hogares perdieron sus "gers" o yurtas (estructuras tradicionales circulares con cúpula) o sufrieron graves daños, y el ganado murió de forma generalizada. El IFRC-DREF asignó 337.609 francos suizos para apoyar los esfuerzos de la Cruz Roja Mongola por proporcionar refugio, asistencia en efectivo y apoyo psicosocial a 3.400 personas.10. Sequías en UruguayUruguay sufre actualmente una sequía generalizada debido a la falta de precipitaciones desde septiembre de 2022 y a las temperaturas cada vez más altas en verano, lo que ha llevado al gobierno uruguayo a declarar el estado de emergencia. El gobierno solicitó oficialmente el apoyo de la Cruz Roja Uruguaya para llevar a cabo una evaluación de las necesidades de la sequía, para poder entender cómo estaba afectando a las personas y a las industrias agrícolas. Con financiación de la FICR-DREF, los equipos de la Cruz Roja Uruguaya se dirigieron a las zonas más afectadas para hablar con más de 1.300 familias sobre el impacto de la sequía en su salud, sus medios de subsistencia y el acceso al agua. Sus hallazgos están ayudando al gobierno a tomar decisiones más informadas sobre cómo abordar la sequía, teniendo en cuenta las necesidades reales de los afectados. Más información.

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Tres meses después de las catastróficas inundaciones, la Media Luna Roja Libia sigue trabajando para ayudar a quienes sobrevivieron

La tormenta Daniel azotó el noreste de Libia el domingo 10 de septiembre, trayendo fuertes vientos y lluvias torrenciales repentinas, que provocaron inundaciones masivas, devastación y muertes. Las infraestructuras sufrieron graves daños, como la ruptura de presas cerca de Derna, que provocó inundaciones que arrasaron barrios enteros. Los equipos y voluntariado de la Media Luna Roja Libia fueron las primeras personas en llegar al terreno, evacuando a la gente y prestando primeros auxilios y servicios de búsqueda y rescate. La IFRC asignó rápidamente recursos a través de su Fondo de Emergencia para la Respuesta a Desastres.Posteriormente, la IFRC hizo un llamamiento de emergencia para apoyar a la Media Luna Roja Libia en el suministro de refugio de emergencia, apoyo psicosocial, asistencia sanitaria, agua potable y alimentos a las comunidades afectadas. Los equipos también trabajaron incansablemente para ayudar a las personas a reencontrarse con sus familiares. Con el respaldo de la red de la IFRC, el personal de la Media Luna Roja Libia realizó una labor heroica. Pero queda más por hacer. Los llamamientos de emergencia de la IFRC buscaban recaudar 25 millones de francos suizos (20 millones de los cuales se espera que recaude la Secretaría de la IFRC) para apoyar a la Media Luna Roja Libia. Hasta ahora, se han recaudado poco más de 8,3 millones de francos suizos. Y las necesidades continúan, ya que muchas personas siguen desplazadas de sus hogares y persiste el choque psicológico y económico. El desastre también recibió apoyo de toda la red de la IFRC. Para apoyar la respuesta de la Media Luna Roja Libia tras las devastadoras inundaciones, la Media Luna Roja Turca envió aviones de carga desde Turquía con equipos de búsqueda y rescate, equipos médicos de emergencia y equipos de socorro, así como equipos y suministros humanitarios. Según la IFRC, lo ocurrido en Derna debería ser una "llamada de atención para el mundo" sobre el creciente riesgo de inundaciones catastróficas en un mundo cambiado por la crisis climática. En un rápido análisis realizado por el grupo World Weather Attribution -un grupo científico apoyado por la IFRC- se analizaron datos climáticos y simulaciones de modelos informáticos para comparar el clima actual, tras aproximadamente 1,2ºC de calentamiento global, con el clima del pasado. Los científicos descubrieron que el cambio climático provocado por la actividad humana ha incrementado hasta 50 veces la probabilidad de que se produzcan lluvias torrenciales en el noreste de Libia. También descubrieron que las lluvias eran hasta un 50% más intensas de lo que habrían sido en un temporal comparable en un mundo anterior a la crisis climática. Algo tan cotidiano como los días lluviosos y las playas cercanas se han convertido tristemente en una fuente de temor para quienes viven en el este de Libia, especialmente para quienes vivieron en primera persona las inundaciones masivas que arrasaron casas, coches y familiares en un abrir y cerrar de ojos. En Derna, e incluso en la cercana ciudad de Bengasi, adonde huyeron la mayoría de las familias tras la devastación, son habituales los gritos de niñas y niños mientras duermen, o el sonambulismo.   "La gente asocia la lluvia con la muerte", afirma Ali Gharor, responsable de salud mental y apoyo psicosocial de la Media Luna Roja Libia, que ha prestado una amplia gama de servicios de salud mental y apoyo psicosocial a las personas que han sobrevivido a la inundación. "Todos los grupos de personas de la ciudad necesitan apoyo psicológico, incluido el voluntariado".