Eran las 4:17 de la madrugada del 6 de febrero de 2023 cuando dos potentes terremotos sembraron el caos en el sureste de Türkiye y el norte de Siria, matando a más de 50.000 personas y destruyendo instantáneamente los medios de subsistencia.
Los que tuvieron la suerte de salir de sus edificios se despertaron con una devastación absoluta. Lo único más aterrador que la visión de los edificios derrumbados era el silencio ensordecedor.
Aunque la Media Luna Roja Árabe Siria y la Media Luna Roja Turca respondieron con rapidez, la inmensa magnitud de la catástrofe puso de manifiesto la urgente necesidad de ayuda adicional.
Afortunadamente, el apoyo regional y mundial de la red de la IFRC fue rápido, y Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja de todo el mundo enviaron ayuda en menos de 24 horas.
Las Sociedades Nacionales de la región de Oriente Medio y Norte de África (MENA, por sus siglas en inglés) fueron algunas de las primeras en llegar al lugar. Equipos de emergencia de la Media Luna Roja y la Cruz Roja de Argelia, Egipto, Irán, Irak, Kuwait, Líbano, Libia, Palestina, Túnez, Arabia Saudí, Qatar y los Emiratos Árabes Unidos fueron enviados inmediatamente para apoyar las misiones de búsqueda y rescate y prestar socorro urgente.
Conozcamos la respuesta de algunos de ellos y sus puntos de vista sobre la crisis:
Foto: Media Luna Roja Iraquí
La Media Luna Roja Iraquí actuó rápidamente, con equipos de emergencia y envíos de artículos de socorro por aire y tierra. Su presidente, el Dr. Yassin Ahmed Abbas, declaró:
"Dos aviones iraquíes cargados con toneladas de artículos de socorro aterrizaron en Siria aproximadamente 8 horas después del terremoto. También enviamos un equipo de 150 voluntarios -apoyados por ambulancias y clínicas móviles- a Türkiye para ayudar en las labores de búsqueda y rescate y primeros auxilios. Hasta el momento hemos logrado proporcionar más de 300 toneladas de suministros de socorro -tanto a Siria como a Türkiye- y aún quedan más por llegar".
Foto: Media Luna Roja Argelina
Al mismo tiempo, la Media Luna Roja Argelina movilizó rápidamente sus recursos, desplegando un equipo de emergencia y enviando dos cargamentos por un total de 185 toneladas de artículos de socorro que incluían alimentos, agua, ropa, mantas, colchones, tiendas de campaña y generadores.
Nabyl Daas, coordinador del Equipo de Respuesta de Emergencia de la Media Luna Roja Argelina, declaró:
"Formamos un equipo de 26 voluntarios que incluía dos cirujanos ortopédicos y un equipo de especialistas en salud mental y apoyo psicosocial. Prestamos servicio en 4 zonas distintas de Alepo, pero las condiciones eran extremadamente difíciles, ya que la mayoría de los edificios corrían peligro de derrumbarse, lo que dificultó enormemente nuestra labor".
Foto: Media Luna Roja de Kuwait
Algo parecido le ocurrió al equipo de voluntarios de la Media Luna Roja de Kuwait, que no era consciente de los inmensos retos que le aguardaban.
"Sentimos muchas réplicas durante nuestras misiones de búsqueda y rescate, lo que hizo nuestro trabajo más difícil de lo que ya era. La réplica más intensa fue de magnitud 6,4 y causó más muertes y destrucción", dijo Adnan Haidar, voluntario de la Media Luna Roja de Kuwait.
"No había dónde dormir porque todo estaba destruido, casas, hoteles, todo. La gente hacía cola en las gasolineras para conseguir combustible para sus coches, que se convirtieron en viviendas provisionales. Hacía mucho frío, así que la gente usaba las calefacciones de sus coches para calentarse. Luego apagaban los coches para dormir porque tenían demasiado miedo para volver a entrar en un edificio o porque sus casas estaban completamente destruidas", añadió Adnan.
Además de enviar las tan necesarias tripulaciones de apoyo, la Media Luna Roja de Kuwait firmó un acuerdo de cooperación internacional por valor de 5 millones de USD para prestar ayuda urgente en las zonas afectadas de Siria, que incluía alimentos, suministros médicos, mantas, tiendas de campaña, electrodomésticos y casas prefabricadas.
Foto: Media Luna Roja Palestina
Sin embargo, se necesita más apoyo a pesar de los esfuerzos en curso, según la Media Luna Roja Palestina (MLRP), que envió un equipo de 14 personas especializadas en gestión del riesgo de desastres, salud mental y apoyo psicosocial, y primeros auxilios.
La MLRP evaluó la situación en Siria y pudo detectar varias deficiencias, entre ellas la escasez de determinados artículos de socorro.
Rana Faqih, coordinadora de Gestión de Riesgos de Desastre de la Media Luna Roja Palestina, declaró:
"Pudimos asistir a miles de personas a través de nuestros diferentes servicios; sin embargo, hay una necesidad desesperada de más apoyo."
"Está llegando mucha ayuda, pero no es suficiente. Hay muchos paquetes de alimentos y comidas calientes, y son suficientes para todos, pero notamos una insuficiencia en otros artículos de socorro, como leche maternizada, ropa infantil, kits de higiene y kits de dignidad. Tenemos que hacer más".
Foto: Cruz Roja Libanesa
No obstante, hay luz al final del túnel, como afirma Abdallah Zgheib, que formó parte del equipo de búsqueda y rescate de la Cruz Roja Libanesa:
"No puedo describir la sensación que tuvimos cuando rescatamos a una mujer embarazada y a su hijo de debajo de los escombros. Nunca imaginé que me sentiría tan alegre y agradecido en medio de tanta devastación. Todos los que presenciamos este momento estallamos en celebración. Celebramos la esperanza".
"El poder de la humanidad es lo que nos dio esperanza y nos mantuvo en marcha, sin parar; nos mantuvo en marcha a temperaturas bajo cero y nos mantuvo saciados a pesar de que apenas comimos nada durante 4 días seguidos".
Un mes después de esta desgarradora crisis, los equipos de la Cruz Roja y la Media Luna Roja de Oriente Medio y Norte de África siguen apoyándose mutuamente ante unas circunstancias difíciles y cambiantes.
Aunque sigue habiendo mucha incertidumbre para los afectados por los terremotos, nuestras personas voluntarias son una constante y estarán ahí para la gente mientras se les necesite.
Esta crisis ha demostrado, más que nunca, que la unión hace la fuerza. La fuerza de trabajar juntos. Y la fuerza de nuestra red IFRC.