Excelencias, distinguidos representantes, señoras y señores, durante años nos hemos reunido aquí para apoyar el futuro de Siria y de la región.
Tras años de conflicto implacable, el colapso de la economía siria y un reciente y devastador terremoto, todavía no hay una solución a la vista.
Y la magnitud de la crisis supera nuestra respuesta humanitaria colectiva.
La IFRC, con su presencia de larga data en Siria, apoya a la Media Luna Roja Árabe Siria (SARC) -el mayor proveedor comunitario de asistencia humanitaria del país- para que preste servicios de calidad y responsables.
La SARC proporciona alimentos y artículos de socorro a 5 millones de personas cada mes y apoya su resiliencia a largo plazo con apoyo a los medios de subsistencia y servicios de salud, agua y saneamiento.
En los países vecinos y de acogida, la IFRC y sus miembros, con el apoyo de la Unión Europea y otros socios, han estado prestando asistencia a las personas sirias y a las comunidades de acogida. Esperamos que esto continúe.
La presión para ampliar nuestros programas humanitarios es inmensa.
La ayuda por sí sola no reducirá las necesidades humanitarias ni contribuirá a una resiliencia a largo plazo y a una recuperación sostenible en Siria.
Esta conferencia es una oportunidad vital para centrarnos en un mensaje clave:
Salvar vidas debe ser nuestra prioridad colectiva.
SARC tiene un acceso sin precedentes y de confianza en la mayor parte del país.
Es esencial invertir en actores locales como la SARC y las Sociedades Nacionales de los países vecinos.
Garantizar la prestación de asistencia sin trabas asegura que la financiación de los donantes apoye directamente programas humanitarios y de recuperación diseñados por y para las comunidades que más lo necesitan.
Garantizar los servicios básicos y las oportunidades económicas a largo plazo es fundamental para millones de personas sirias.
El apoyo a los medios de subsistencia y el refuerzo de servicios básicos como la sanidad, el saneamiento y la educación son intervenciones a largo plazo que fomentan la resiliencia y deben desarrollarse teniendo en cuenta las necesidades del pueblo sirio.
También debemos seguir trabajando en conjunto para reducir los efectos no deseados de las sanciones en la respuesta humanitaria.
La IFRC, en estrecha colaboración con otros asociados del Movimiento, seguirá prestando ayuda humanitaria imparcial, neutral e independiente, pero para ello necesitamos un liderazgo colectivo y convergente que trascienda la división política.
Ha llegado el momento de que la comunidad internacional comparta realmente la responsabilidad y la solidaridad si queremos ver un cambio real y sostenible en la vida del pueblo sirio.
Muchas gracias.