COVID-19

Displaying 1 - 25 of 53
| Artículo

Día Mundial de la Radio: Cómo ayuda la radio a mantener sanas y seguras a las comunidades

Aunque vivimos en un mundo cada vez más digital, la radio sigue siendo una importante fuente de información, entretenimiento y conexión en países de todo el mundo.Esto es especialmente cierto entre las comunidades rurales, para las que la radio es a menudo la fuente más confiable -o a veces la única- de noticias e información en kilómetros a la redonda.Imagina que vives en una de estas comunidades, lejos del centro de salud más cercano. Te das cuenta de que la gente enferma y no sabes por qué. En busca de respuestas, sintonizas la emisora de radio local.El locutor habla de la "enfermedad misteriosa" con pánico, diciendo lo espantosos que son los síntomas, cuánta gente ha muerto y cómo hay que evitar a toda costa a las personas infectadas. Ha oído que la enfermedad podría ser una especie de maldición y que, al parecer, beber agua salada puede protegerte.Al escuchar este informe, y sin ninguna otra fuente a la que recurrir, probablemente sentirías miedo e inseguridad sobre qué hacer.Pero imagina que sintonizas y escuchas un programa totalmente distinto. El presentador ofrece con calma información práctica sobre la enfermedad: su nombre, sus síntomas, cómo se propaga y las medidas que puede tomar para protegerse. Entrevista a un médico local que conoces y en el que confías, y que responde a las preguntas y preocupaciones más comunes.De seguro sentirías confianza y tendrías la información que necesitas para mantenerte a ti y a tu familia a salvo.En varios países, la IFRC y nuestras Sociedades Nacionales se asocian con los medios de comunicación locales para hacer exactamente esto: proporcionar información que salva vidas antes, durante y después de los brotes de salud.En el marco del Programa Comunitario de Preparación frente a Epidemias y Pandemias (CP3), hemos estado trabajando con la organización benéfica BBC Media Action para formar a periodistas y Sociedades de la Cruz Roja de siete países en Programación Lifeline: programación especial de los medios de comunicación que proporciona información precisa, práctica y oportuna en una crisis sanitaria o humanitaria.Las Sociedades Nacionales se asocian regularmente con los medios de comunicación para difundir información útil que mantiene a las comunidades sanas y a salvo de una amplia gama de enfermedades. Veamos algunos ejemplos.KeniaEn los condados de Bomet y Tharaka Nithi, la Cruz Roja de Kenia trabaja en equipo con emisoras de radio locales y servicios de salud del condado, llegando a cientos de miles de personas con mensajes sanitarios útiles sobre cómo prevenir enfermedades como el ántrax, la rabia y el cólera. La información se transmite en un lenguaje sencillo. Y quienes escuchan pueden llamar para hacer preguntas o sugerir temas de salud para debatir."Al principio, los medios de comunicación eran conocidos por informar sobre dos cosas, quizá: política y cosas malas que han ocurrido en la sociedad. Pero la Cruz Roja nos ayudó [...] a utilizar los medios para educar a la gente sobre las enfermedades", explica Sylvester Rono, periodista de Kass FM con formación en la programación de Lifeline."Ahora estoy orgulloso de decir que esto ha ayudado realmente a nuestras comunidades. Nuestra gente sabe ahora por qué debemos vacunar a nuestras mascotas, por qué debemos ir al hospital cuando tenemos una mordedura, por qué debemos informar de cualquier incidente [sanitario], y cuando ves cualquier signo de enfermedad, ya sea rabia, ántrax, cólera [...] la importancia de informar antes", añade.CamerúnA finales de 2021, un brote de cólera amenazó la vida de las comunidades de la región norte de Camerún, una zona rural del país donde las comunidades están muy dispersas.Como parte de su respuesta, la Cruz Roja de Camerún se asoció con emisoras de radio locales y lanzó una serie de programas de radio comunitarios para compartir información sobre cómo protegerse, a qué síntomas prestar atención y dónde obtener ayuda en caso de enfermar.Los temas de los programas se seleccionaron en un trabajo conjunto con liderazgos de la comunidad. Y tras la emisión de los programas, el personal voluntario de la Cruz Roja se dirige a sus comunidades para reforzar los mensajes difundidos en antena mediante visitas puerta a puerta."El programa de radio es muy bueno, porque me ha dado información práctica. Tuve un caso de cólera en mi familia, pero gracias a las medidas que escuché en la radio, pude salvar al hijo enfermo de mi hermana", explicó Talaga Joseph, un oyente que llamó a FM Bénoué, una de las emisoras participantes.República Democrática del Congo (RDC)En la RDC, los rumores nocivos y la desinformación sobre la vacuna COVID-19 y otras enfermedades se han extendido por todo el país en los últimos años. Por ejemplo, algunas personas creían que la vacuna COVID-19 era una fuente de ingresos para el gobierno y no tenía ningún beneficio para la sociedad, mientras que otras creían que la vacuna contra el sarampión era menos eficaz que los remedios tradicionales a base de hojas de mandioca.Para hacer frente a estos rumores, las personas voluntarias de la Cruz Roja de la RDC fueron de puerta en puerta para recoger las opiniones de la comunidad y registrar los mitos y conceptos erróneos más comunes. Tras analizar la información, el personal de la Cruz Roja de la RDC lanzó programas de radio interactivos para abordar y desmentir directamente la desinformación sobre la salud y ofrecer consejos fiables. Por ejemplo, en la provincia de Kongo Central, la Cruz Roja de la RDC colabora con Radio Bangu para producir un programa llamado "Escuela de la Cruz Roja". Las personas que escuchan el programa llaman para consultar información sobre diferentes enfermedades, hacer preguntas y descubrir a qué tipo de apoyo pueden acceder a través de la Cruz Roja."La colaboración con la Cruz Roja es muy buena y ha permitido a la audiencia conocer mejor sus actividades y cómo pueden prevenir distintas enfermedades y epidemias. Las emisiones de la Cruz Roja son tan populares que han aumentado nuestro número total de oyentes en la zona que cubrimos", afirma Rigobert Malalako, Director de la emisora de Radio Bangu.--Las actividades con la radio local que aparecen en este artículo son sólo algunos ejemplos de las alianzas con los medios de comunicación desarrolladas a través del Programa Comunitario de Preparación frente a Epidemias y Pandemias (CP3). Financiado por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), el CP3 apoya a las comunidades, las Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja y otros socios para prevenir, detectar y responder a las amenazas de enfermedades.Si te ha gustado este artículo y quieres saber más, suscríbete al Boletín de preparación para epidemias y pandemias de la IFRC. También puedes acceder a los siguientes recursos: Guía de BBC Media Action para los medios de comunicación sobre la comunicación en emergencias de salud pública (disponible en varios idiomas)Sitio web de programación Lifeline de BBC Media ActionCaja de herramientas de Control de Epidemias de la IFRC

Leer más
| Nota de prensa

Estudio mundial de la IFRC sobre COVID-19: el banco de vacunas es un "elemento esencial" para la próxima respuesta a una pandemia

Ginebra/Ciudad de Panamá/Buenos Aires - 31 de enero de 2024Los gobiernos deben prepararse para la próxima pandemia creando un "banco de vacunas" internacional que garantice la disponibilidad y distribución de vacunas de forma equitativa en todas las regiones del mundo.Esa es la recomendación central de un nuevo informe elaborado tras un enorme estudio sobre el impacto del COVID-19 y las reacciones de las autoridades ante la pandemia. El informe se publica exactamente cuatro años después del primer llamamiento mundial de emergencia de la IFRC, el 31 de enero de 2020.La Federación Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) encargó a investigadores del Observatorio Humanitario, un Centro de Referencia de la IFRC gestionado por la Cruz Roja Argentina, la realización de un importante proyecto de investigación. Para ello, realizaron entrevistas a 16.027 personas, en colaboración con 90 Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.Se preguntó a personas de distintos sectores sobre sus experiencias durante la pandemia de COVID-19. También colaboraron en la realización de las encuestas socios estratégicos del sector privado y sindicatos. Las personas participantes fueron elegidas para representar a quienes trabajan o forman parte de seis sectores sociales: salud, academia/educación, transporte, organizaciones no gubernamentales (ONG), sector empresarial y medios de comunicación. El estudio buscaba tanto tendencias comunes como contrastes entre geografías y sectores. Su objetivo era elaborar recomendaciones para que la próxima pandemia pueda afrontarse mejor que la anterior.El estudio - "Insights Gained by Strategic Sectors During the Pandemic"- constató:Casi el 70% de las personas de todos los sectores y regiones tenían un elevado temor a contraer el virus COVID-19. Las personas de las Américas y/o que trabajaban en el sector sanitario tenían el mayor temor.Más de la mitad de las personas encuestadas afirmaron que sus finanzas personales se habían visto afectadas por la pandemia. El 54% de las personas participantes dijo que su gobierno manejó bien la pandemia. El porcentaje fue mayor en África y menor en América. Casi la mitad de participantes que trabajaban en la atención sanitaria y los medios de comunicación sintieron "discriminación" por el papel que desempeñaron durante la pandemia. La gran mayoría de personas afirmaron que no se les dio prioridad en la vacunación a pesar del importante papel que desempeñaron durante la pandemia. Las principales recomendaciones del informe incluyenCrear un banco mundial de vacunas y antídotos para garantizar la disponibilidad y distribución de suministros de forma equitativa en todas las regiones.Establecer prioridades para la vacunación o la entrega de medicamentos a quienes permiten a la ciudadanía mundial recibir alimentos, atención médica, noticias y educación.Llevar a cabo una campaña de comunicación desde un organismo supranacional que valore las acciones de los sectores esenciales para legitimar sus tareas y reconocer su labor.En palabras de José Scioli, Director del Observatorio Humanitario de la Cruz Roja Argentina:"Algunas de las respuestas a los principales desafíos requieren establecer procesos eficientes a escala global. Por eso es tan central tomar estas lecciones globales para asegurarnos de que todas las personas -como humanidad en su conjunto- podamos aprender de nuestra experiencia y fortalecernos. Estamos convencidos de que somos capaces de aprender de nuestro pasado para mejorar el presente y el futuro. Con las enseñanzas del estudio del Observatorio Humanitario, podemos promover el intercambio de información para mejorar nuestras sociedades".Xavier Castellanos, Secretario General Adjunto de la IFRC, declaró:"La pandemia de COVID-19 provocó la mayor perturbación mundial de la vida normal en una generación. Pero sus repercusiones fueron desproporcionadas. A menudo, por ejemplo, las vacunas se distribuyeron en función del dinero, no de las necesidades. Quienes más contribuyeron a ayudar a las personas más vulnerables durante la pandemia, recibieron con demasiada frecuencia el peor trato. Este importante estudio ofrece una vía para gestionar mejor la próxima pandemia. Por su ambición y escala, sus recomendaciones tienen peso. "El informe completo puede descargarse en inglés aquí, y desde aquí a través del enlace "Descargar Informe" en español, francés y árabe.Hay gráficos y animaciones descargables para añadir a la cobertura aquíPara más información o solicitar una entrevista: [email protected] Ginebra: Andrew Thomas +41 76 367 65 87En Buenos Aires: Jose Scioli +54 911 64551193En Panamá: Susana Arroyo Barrantes +507 6999 3199

Leer más
| Página básica

COVID-19

La COVID-19 es una enfermedad infecciosa causada por el coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo severo (SARS-CoV-2). La mayoría de las personas con COVID-19 sufren enfermedades respiratorias leves o moderadas y síntomas parecidos a los de la gripe. Pero puede causar enfermedades graves y cobrarse vidas, siendo las personas mayores y las que padecen afecciones médicas previas las que corren mayor riesgo.

Leer más
| Nota de prensa

El mundo no está preparado para una nueva pandemia, advierte la Federación Internacional

Ginebra, 30 de enero de 2023 — Ningún terremoto, ninguna sequía, ni ningún huracán en la historia humana se cobró tantas vidas como la pandemia de COVID-19, según la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (Federación Internacional), la red de intervención a raíz de desastres más extensa del mundo. El abrumador corolario estimado de más de 6,5 millones de personas fallecidas motivó un análisis profundo por parte de esta organización para determinar la preparación que cabría incorporen los países a fin de prepararse para la siguiente emergencia sanitaria mundial. En dos informes trascendentales publicados hoy por la Federación Internacional – el Informe Mundial sobre Desastres y el informe Todos y cada uno tienen importancia– se aporta una perspectiva directa de los logros y desafíos surgidos en los últimos tres años, y se formulan recomendaciones destinadas a ayudar a los dirigentes en la mitigación de las repercusiones de tragedias esta magnitud en el futuro. Jagan Chapagain, secretario general de la Federación Internacional, señala que: “La pandemia de COVID-19 debería constituir una llamada de alerta para que la comunidad mundial se prepare, sin dilación, para hacer frente a la siguiente crisis sanitaria. Las recomendaciones que dirigimos a los dirigentes del mundo giran en torno a la consolidación de la confianza, la lucha contra la desigualdad, y el recurso a los agentes y a las comunidades locales para que ejecuten actividades que salvan vidas. La siguiente pandemia podría estar agazapada a la vuelta de la esquina y, si la experiencia vivida durante la pandemia de COVID-19 no acelera nuestras medidas de preparación, cabría preguntarse qué lo hará”. A lo largo de los últimos tres años, la red de miembros de la Federación Internacional ayudó a que más de 1.100 millones de personas se mantuvieran a salvo del virus. Durante este lapso, la importancia de la confianza surgió de manera reiterada. Cuando las personas confiaron en los mensajes de seguridad, estuvieron dispuestas a acatar las medidas sanitarias que, en ciertos casos, las mantenían separadas de sus seres queridos, a fin de disminuir el ritmo de propagación de la enfermedad y salvar vidas. Asimismo, la vacunación de millones de personas en un tiempo sumamente corto fue posible cuando la población confió en la inocuidad y en la seguridad de las vacunas. No podemos permitirnos el lujo de esperar una siguiente ocasión para afianzar la confianza. Esta debe ser cultivada a través de una genuina comunicación bidireccional, así como de la proximidad y del apoyo consecuente a lo largo del tiempo. Quienes responden a las crisis no pueden esperar hasta la próxima vez para generar confianza. Debe cultivarse mediante una comunicación genuinamente bidireccional, la proximidad y el apoyo constante a lo largo del tiempo. En el curso de su labor, las unidades de las organizaciones de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja documentaron la forma en la cual la pandemia de COVID-19 se nutría de las desigualdades y las exacerbaba. Las condiciones de saneamiento deficientes, el hacinamiento, la falta de acceso a servicios sociales y sanitarios crean las condiciones propicias para la rápida y amplia propagación de las enfermedades. Deberemos abordar las desigualdades en materia de salud y las vulnerabilidades socioeconómicas mucho antes de que ocurra una nueva crisis. En su Informe Todos y cada uno tienen importancia-en el que se encuestó a las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja de casi todos los países del mundo-, la IFRC constató que los equipos pudieron responder rápidamente a la pandemia porque ya estaban presentes en las comunidades y muchos de ellos habían participado en actividades de preparación, tenían experiencia previa en la respuesta a epidemias y eran sólidos auxiliares de sus autoridades locales. “Las organizaciones con arraigo comunitario forman parte integrante de los esfuerzos de preparación e intervención ante pandemias. Los agentes y las comunidades locales constituyen la primera línea de intervención y, como tales, desempeñan funciones específicas, pero de idéntica importancia, en todas las fases de la gestión de los brotes de enfermedades. Es necesario aprovechar sus conocimientos del contexto local para lograr mayor acceso, confianza y resiliencia”, señala el señor Chapagain. “Han sido tres años inmisericordes, no obstante, publicamos estas investigaciones y formulamos estas recomendaciones en un acto de esperanza: la comunidad mundial puede extraer enseñanzas y el justo tenor de esta tragedia, preparándose mejor para hacer frente a futuras emergencias sanitarias”. En el Informe Mundial sobre Desastres se plantean seis medidas esenciales para un preparación más eficaz que permita enfrentar futuras emergencias sanitarias públicas. El informe Todos y cada uno tienen importanciadestaca la necesidad de contar con datos precisos y pertinentes en los esfuerzos de preparación e intervención ante pandemias. Estas dos publicaciones se encuentran a disposición de dirigentes, profesionales y el público en general. Nota para editores: Fotos y recursos audiovisuales disponibles aquí Contacto para medios: En Ginebra: Jenelle Eli, +1 202 603 6803 [email protected]

Leer más
| Discurso

Declaración del Secretario General de la FICR sobre la Reunión Ministerial de Alto Nivel en relación a la Situación Humanitaria en Afganistán

Excelencias, distinguidos representantes, señoras y señores, Es un honor dirigirme a ustedes en nombre de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja y de nuestra Sociedad Nacional miembro, la Media Luna Roja Afgana. Ofrezco esta declaración como complemento de la declaración anterior del presidente del CICR, Peter Maurer. A medida que se desarrollan los acontecimientos actuales en Afganistán, la Media Luna Roja Afgana continúa llevando a cabo una labor humanitaria fundamental a través de su red de 34 sedes provinciales, 2.000 personas empleadas y más de 30.000 personas voluntarias capacitadas. La Media Luna Roja Afgana y el personal de la Federación Internacional han estado allí durante todo este proceso y siempre están allí para cumplir con nuestro mandato humanitario. No teníamos opción de irnos. Seguimos cumpliendo. La Federación Internacional ha estado en Afganistán durante más de 30 años ininterrumpidos. Hemos trabajado con la Media Luna Roja Afgana durante todo este tiempo en su desarrollo institucional, para traer suministros humanitarios muy necesarios, para llevar las voces de la comunidad al escenario mundial y para proporcionar liderazgo en coordinación. Permaneceremos a su lado todo el tiempo que se nos necesite. La semana pasada lanzamos un llamamiento de emergencia revisado por 36 millones de francos suizos para aumentar el apoyo a la labor de la Media Luna Roja Afgana para satisfacer las necesidades de las personas afectadas por una de las peores sequías de la historia del país, la escasez aguda de alimentos, un sistema de salud fracturado, desplazamiento, así como el impacto devastador del COVID-19. También hemos prestado apoyo a las Sociedades Nacionales de la Media Luna Roja de los países vecinos y necesitaremos 15 millones de francos suizos adicionales para seguir haciéndolo. Damas y caballeros, tengo tres mensajes para que consideren y actúen sobre ellos: Debemos trabajar juntos para garantizar que los corredores humanitarios se mantengan abiertos. Esto puede incluir hacer excepciones a las sanciones, que permitan cadenas de suministro médico y humanitario urgente. Ha llegado el momento de garantizar que no haya obstáculos burocráticos para la entrega de ayuda humanitaria. A cambio, nos aseguraremos de que se brinde apoyo a los más vulnerables, para permitir la ayuda administrada y entregada localmente, de acuerdo con nuestros principios fundamentales. Ahora es el momento de apoyar la acción local, empoderar a las organizaciones locales sólidas y cumplir con sus compromisos de localización en el Gran Acuerdo. La Media Luna Roja Afgana tiene un acceso único a las personas necesitadas, reconocida por su neutralidad, imparcialidad e independencia. Su personal y voluntariado trabajan todos los días en todas las provincias de Afganistán, con acceso directo a las comunidades de apoyo con servicios de socorro y salud en curso. Ahora no es el momento de ignorar a Afganistán; Es vital que miremos hacia el futuro y apoyemos al pueblo de Afganistán mientras trabaja arduamente para sanar y recuperarse. Gracias

Leer más
| Discurso

Declaración oficial de la IFRC a la Plataforma Global para la Reducción del Riesgo de Desastres 2022

Tengo el honor de presentar esta Declaración Oficial en nombre de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC). El tema de la GP2022,"Del riesgo a la resiliencia: Hacia un desarrollo sostenible para todos en un mundo transformado por COVID-19"no podría ser más relevante para nosotros, ya que nos enfrentamos a necesidades crecientes y a un futuro incierto. El COVID-19 se ha cobrado ya más de 6,2 millones de vidas y ha aumentado la vulnerabilidad en todo el mundo, especialmente entre las mujeres, los niños, los ancianos y las personas con discapacidad. Al mismo tiempo, hay más personas amenazadas por la crisis climática, los conflictos, los desastres y las enfermedades. Las necesidades humanitarias de 2022 serán, como mínimo, el doble que en 2019. Hoy nos encontramos en una coyuntura crítica. No sólo debemos recuperarnos plenamente de esta pandemia, sino que también debemos revisar nuestra preparación y cambiar nuestro modus operandi para hacer frente de forma proactiva a futuros riesgos. Debemos pasar de responder a las crisis a crear capacidades individuales y comunitarias para anticiparse, prepararse, reducir el impacto, hacer frente y recuperarse de las crisis. Esto debe hacerse sin comprometer sus perspectivas a largo plazo, es decir, reforzando su resiliencia ante futuros riesgos. Para lograrlo, la IFRC hace un llamamiento a la acción colectiva en los siguientes ámbitos: En primer lugar, debemos inspirar una acción comunitaria que revolucione el cambio positivo. Las comunidades tienen capacidad de acción, autosuficiencia y sus propias esperanzas y planes para el futuro. Nuestros esfuerzos sólo les beneficiarán si nos centramos en sus prioridades, experiencias y conocimientos, y apoyamos sus acciones. Tenemos que apoyar a las comunidades para que se reúnan y aborden los retos a los que se enfrentan actualmente y se preparen para los que están por venir. La financiación y las asociaciones deben apoyar a las personas y a las comunidades para que comprendan sus riesgos, tomen medidas para afrontarlos y participen en los procesos oficiales de toma de decisiones. Los actores locales, como las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, son fundamentales para informar y canalizar las inversiones hacia los lugares adecuados, hacia los más necesitados, donde los escasos recursos pueden tener el mayor impacto. Tienen que estar en el asiento del conductor del cambio, y esto incluye a las mujeres y a los jóvenes. En segundo lugar, confiar en la ciencia. Debemos escuchar a la ciencia y utilizarla para planificar y proteger contra los riesgos futuros. Los fenómenos climáticos y meteorológicos extremos son cada vez más frecuentes y más intensos, y afectan a nuevos lugares con muchos peligros que golpean al mismo tiempo. No podemos utilizar lo que ocurrió en el pasado para predecir el futuro. Tenemos que confiar en la ciencia y actuar en consecuencia. Esta debe ser nuestra forma habitual de trabajar. La acción anticipatoria que pone a las comunidades en el centro debe ser la nueva normalidad si queremos reducir las necesidades humanitarias y evitar las pérdidas y los daños causados por el cambio climático. En tercer lugar, aprovechar el poder de las asociaciones. Sólo podemos ser más resilientes si colaboramos juntos, pero esto significa trabajar de forma más amplia que los sectores humanitario, de desarrollo y climático. También debemos mirar a los sectores público y privado, a los gobiernos locales, a las comunidades de base y a otros sectores: estamos intentando superar los mismos retos pero con medios diferentes. ¿Cómo puede el sector privado comprometerse de forma que impulse el impacto social? ¿Cómo pueden los gobiernos liderar el cambio con marcos propicios? ¿Cómo pueden las agencias humanitarias adoptar la agilidad en sus modelos de negocio? Junto con nuestros socios, hemos emprendido varias iniciativas, como el Grupo de Trabajo de Acción Anticipatoria, la Acción Basada en Previsiones del Fondo de Emergencia para la Respuesta a Desastres (DREF, por sus siglas en inglés), el Centro de Anticipación, la Plataforma de Apoyo a los Países del Grupo de Trabajo Mundial para el Control del Cólera, y la Asociación de Acción Temprana Informada por el Riesgo (REAP, por sus siglas en inglés), a la que invitamos a nuestros socios a unirse. En cuarto lugar, debemos cambiar la forma de hacer negocios. Las asociaciones centradas en las personas para lograr los ODS requerirán nuevos enfoques de programación y financiación de los donantes. Estos deben permitir que el sector privado participe de forma significativa y demuestre el valor de las estructuras que pueden ser más sostenibles, replicables y ampliables para abordar las crecientes necesidades humanitarias y de desarrollo. Los países en desarrollo necesitarán más de 2,5 billones de dólares al año para cubrir el déficit de financiación de los ODS, pero solo se dispone de unos 150 000 millones de dólares de ayuda al desarrollo en el extranjero. Sin embargo, solo las fuentes de capital privado ascienden a más de 200 billones de dólares. Debemos considerar una financiación inteligente que ayude a que los recursos donados lleguen más lejos, creando oportunidades multiplicadoras. En todo momento, las comunidades deben estar en el centro de las decisiones tomadas en materia de inversión y programación para la reducción inclusiva del riesgo de desastres, la preparación ante epidemias y pandemias y la adaptación al cambio climático. Hay que dar prioridad a las comunidades más vulnerables a las catástrofes, así como a los entornos frágiles y afectados por conflictos y a los desplazados o en riesgo de desplazamiento. Los gobiernos pueden ayudar asegurando que las leyes, políticas, instrumentos financieros y planes nacionales sobre desastres y clima incluyan un enfoque en la reducción de riesgos para las personas más vulnerables. En la respuesta a lapandemia del COVID-19, la IFRC y las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja han hecho un buen uso de la capacidad de preparación creada a lo largo de los años. Desde el principio, hemos respondido a las crecientes necesidades y demandas de salud de las comunidades vulnerables, basándonos en soluciones locales y aprovechando el papel de las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja comoauxiliares independientesde sus gobiernos en el ámbito humanitario. En los últimos dos años, la red de la IFRC apoyó a casi 1.200 millones de personas a través de nuestros programas COVID-19. Este apoyo ha incluido la comunicación de riesgos, las actividades de participación comunitaria para la promoción de la salud y la higiene, el agua y el saneamiento, y la asistencia alimentaria y en efectivo. Y más allá de nuestra respuesta de emergencia, nuestras Sociedades Nacionales llegaron a 139 millones de personas a través de programas de reducción del riesgo de desastres a prueba de pandemias, utilizando la guía de la IFRC para la "Programación de la gestión del riesgo de desastres inteligente desde el punto de vista climático durante la pandemia de COVID-19". Tengan por seguro que seguiremos esforzándonos por crear una cultura de prevención y resiliencia movilizando nuestra red mundial de 192 Sociedades Nacionales, 160.000 filiales locales y 14,9 millones de voluntarios comunitarios. Aprovecho esta oportunidad para rendir homenaje al Gobierno de Indonesia y a la Cruz Roja Indonesia por sus grandes esfuerzos para proteger a las personas y sus medios de vida de los desastres y las crisis. Gracias, y les deseo una exitosa Plataforma Global.

Leer más
| Nota de prensa

COVID-19: La Cruz Roja y la Media Luna Roja recurren a la animación para impulsar el esfuerzo mundial de vacunación

La animación tiene el formato de un documental sobre la naturaleza que examina cómo la humanidad está haciendo frente a la pandemia mundial y por qué las vacunas son fundamentales para controlar el COVID-19. "Hasta que la mayoría de los humanos se vacunen, el virus seguirá propagándose y mutando, creando nuevas variantes que podrían eludir por completo la vacuna", explica en la animación de 90 segundos una voz resonante que recuerda a David Attenborough. "La única esperanza de los humanos es compartir la vacuna entre ellos". Un nuevo análisis de la IFRC revela que casi mil millones de personas en Asia y el Pacífico aún no han recibido una sola dosis de la vacuna COVID -19. A nivel mundial, menos del 20 por ciento de la población ha recibido una sola dosis en los países de bajos ingresos, según el informe "Our World in Data" de la Universidad de Oxford. John Fleming, Jefe de Salud para Asia y el Pacífico de la IFRC, dijo: "La vacuna COVID ha salvado millones de vidas, pero todavía hay demasiadas personas que viven en peligro. Si queremos acabar con esta pandemia de una vez por todas, tenemos que abordar urgentemente las dudas en todos los países, reforzar la distribución local para que las dosis lleguen a los brazos y transferir la tecnología de las vacunas y los medicamentos antivirales a los fabricantes de las naciones de bajos ingresos." "Ha habido una notable cooperación entre países de todo el mundo, pero esta pandemia no ha terminado, y se necesita una acción mucho mayor por parte de los líderes de los países más ricos y de las empresas farmacéuticas para permitir un acceso igualitario a las vacunas para la gente de todo el mundo." El vídeo de animación subraya la necesidad de distribuir las vacunas entre las naciones más pobres con la máxima urgencia. El vídeo puede descargarse aquí. La IFRC pide a la gente que simplemente haga clic en "compartir este vídeo" hasta que llegue a los responsables políticos, las empresas farmacéuticas y las autoridades gubernamentales. Su mensaje es sencillo: la gente de todo el mundo puede actuar para vacunar a todas las personas en todos los rincones del planeta pidiendo ayuda a sus gobiernos. La ayuda es necesaria para garantizar el suministro de vacunas a las naciones de bajos ingresos, así como para que esas vacunas lleguen de la pista a los brazos de la gente. Cuanto más rápido lo hagamos, más seguro estará todo el mundo. Para más información o concertar entrevistas, por favor, contacten con: En Bangkok: Preeti Abraham, +66 61 412 3910, [email protected] En Kuala Lumpur: Rachel Punitha, +60 19 791 3830, [email protected]

Leer más
| Nota de prensa

COVID-19: Nearly 1 billion still without any vaccination in Asia Pacific

Globally, less than 20 percent of the population have received a single dose in low-income countries, according to Oxford University’s Our World in Data. The IFRC is calling for all governments and pharmaceutical companies to act now to achieve greater vaccine equity. John Fleming, IFRC’s Asia Pacific Head of Health, said: “The COVID vaccine has been one of the most remarkable feats of modern science and it is saving millions of lives but too many people are still living in danger. “It is critical for humanity and for economies that people have access to COVID-19 vaccines in all countries. Vaccine equity is the key to winning the race against new variants.” “We urge richer nations to urgently step up and enable equitable access to lifesaving COVID vaccines for everyone in lower income countries.” “Unless we prioritise protection of the most vulnerable in every country, the administration of multiple booster doses in richer countries is like applying a bandaid to a festering wound.” Globally, slightly over 5 million COVID-19 doses are now administered every day. While some high-income countries including Canada and Australia have purchased around 10 COVID vaccine doses per person, others such as Bangladesh, Indonesia, and Myanmar have purchased less than two vaccinations per person, according to Duke University’s Launch and Scale Speedometer. More than 6 million deaths are recorded globally, however the World Health Organization estimates that 14.9 million lives have been lost due to the pandemic. COVID infections are rising in almost 70 countries in all regions according to the WHO. “If we want to end this pandemic once and for all, we need to urgently address hesitancy in every country, strengthen local delivery to get doses into arms and transfer vaccine and anti-viral drugs technology to manufacturers in low-income nations,” said Mr Fleming. “There has been remarkable cooperation between countries around the world but this pandemic is not over and much greater action is needed by leaders in richer countries and pharmaceutical companies to enable equal access to vaccines for people everywhere.” Coinciding with the IFRC calls for greater action on vaccine equity, a new animation video has been released highlighting the urgent need to get vaccines to everyone in all corners of every country. The video can be viewed and downloaded here. Globally, Red Cross and Red Crescent National Societies have supported more than 400 million people to access COVID-19 vaccines. The network continues to deliver vaccines, tests and treatments to the most vulnerable and is helping to rebuild stronger health systems. For more information or to arrange an interview, contact: In Bangkok: Preeti Abraham, +66 61 412 3910, [email protected] In Kuala Lumpur: Rachel Punitha, +60 19 791 3830, [email protected]

Leer más
| Nota de prensa

Prevención de una segunda crisis: las necesidades sanitarias se extienden más allá de las fronteras de Ucrania, advierte la IFRC

Budapest, 9 de junio de 2022 - A la sombra del conflicto en Ucrania está surgiendo una crisis que se extiende más allá de las fronteras del país. El sistema de salud ucraniano, ya estresado, se tambalea bajo el peso de las expectativas y las necesidades médicas mientras la gente sigue huyendo de las zonas de conflicto en busca de seguridad. La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) trabaja sin descanso para atender necesidades mucho mayores que las que se ven a simple vista. "Sabemos que es posible prevenir una crisis secundaria, pero ninguna organización o entidad puede hacerlo sola", dijo Xavier Castellanos Mosquera, Secretario General Adjunto de la IFRC. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 290 centros de salud de toda Ucrania han sido dañados o destruidos durante el conflicto. Más de 1,4 millones de personas carecen de agua corriente en todo el este de Ucrania, mientras que la UNOCHA informa de que otros 4,6 millones de personas en el país corren el riesgo de perder el acceso al agua corriente, lo que supone un riesgo creciente de enfermedades transmitidas por el agua, como la diarrea acuosa aguda. La falta de electricidad hace imposible que los esfuerzos de tratamiento de agua y saneamiento sean efectivos. Los sistemas sanitarios de los países vecinos inmediatos, como Rumanía, Bielorrusia, Hungría y Moldavia, ya estaban sobrecargados antes del conflicto debido al COVID-19. Aunque cada país está prestando apoyo sanitario a un mayor número de personas, esto puede desviar valiosos recursos sanitarios de las personas que aún se están recuperando de los impactos del COVID-19. El gran volumen de necesidades sanitarias actuales y futuras a medida que el conflicto continúa requiere recursos adicionales. "La falta de suministros médicos, de personal sanitario y de infraestructuras críticas crece día a día", dijo Nick Prince, delegado de Salud en Emergencias de la IFRC. "Los millones de personas que han emigrado a la zona occidental de Ucrania y a los países del este de Europa corren un riesgo elevado de contraer enfermedades infecciosas, dadas las condiciones de vida de hacinamiento, el acceso limitado a refugios, el estrés nutricional y la exposición a los elementos." Además de estos factores, las personas que se desplazan se ven obligadas a retrasar el tratamiento de enfermedades crónicas ya existentes, como la hipertensión, la diabetes y el cáncer, y, a falta de vacunas que alcancen los umbrales de seguridad -incluida la del COVID-19-, existe una gran probabilidad de que vuelvan a aparecer enfermedades prevenibles por vacunación. Ucrania también tiene una de las mayores cargas de enfermedades infecciosas crónicas de Europa, en particular el VIH y la tuberculosis, lo que supone un enorme riesgo no sólo para los propios desplazados, sino también para el sistema sanitario ucraniano una vez que regresen. "La Cruz Roja hace un llamamiento a los gobiernos y a la comunidad internacional para que proporcionen fondos para un acceso inclusivo a los servicios de salud y a las vacunas, a las pruebas y al tratamiento, al agua potable y a la salud mental y al apoyo psicológico a largo plazo", dijo Castellanos Mosquera. En Úzhgorod(Ucrania) -donde han huido unas 100.000 personas de las zonas devastadas por el conflicto, lo que ha duplicado la población de la ciudad- se abrirá este mes un centro de salud de la Cruz Roja para tratar las necesidades de atención urgente y primaria de forma gratuita para todos los pacientes. Es el primero de este tipo en la zona. En colaboración con las autoridades locales, la clínica pretende atender a las personas necesitadas durante años. La Cruz Roja Ucraniana tiene casi una docena de equipos sanitarios móviles en el país, y otros más en camino, y está prestando apoyo psicosocial y de salud mental a las personas que se han visto obligadas a huir. Además, hay alimentos, artículos para bebés y de higiene a disposición de quienes los necesiten. En Moldavia, los equipos de la Cruz Roja se están preparando para instalar más estaciones de lavado de manos y continúan distribuyendo kits de higiene. El acceso al agua potable -el principal mecanismo de prevención de enfermedades- sigue siendo una prioridad. Los voluntarios de la Cruz Roja de toda Europa del Este también se están integrando con los equipos que distribuyen dinero de emergencia a las personas que han huido de Ucrania para garantizar que tengan acceso a recursos e información sanitarios fundamentales. En Hungría, la Cruz Roja Húngara, con el apoyo de Cruz Roja Española, ha establecido puestos de salud en los cruces fronterizos para prestar primeros auxilios, atención primaria de salud, apoyo a la salud mental y ayuda de emergencia a las personas que llegan en tren desde Chop, Ucrania. Para más información o concertar entrevistas, contacte con: En Budapest: Katie Wilkes, +1 312 952 2270, [email protected] Merlijn Stoffels, +31 65 491 8481, [email protected]

Leer más
| Nota de prensa

Reporte de IFRC: Es improbable cumplir las metas de reducción de pobreza, trabajo decente y desigualdad en Latinoamérica y el Caribe

Ciudad de Panamá, 20 de mayo 2022 - Los devastadores impactos socioeconómicos de la pandemia de COVID-19 han estancado algunos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) clave en América Latina y el Caribe. Es improbable que la región ponga fin a la pobreza, garantice la igualdad de género, promueva el trabajo decente y equitativo y reduzca la desigualdad dentro y entre los países para la fecha límite de 2030. Este es uno de los principales hallazgos de "Reajustar la ruta hacia la equidad". un estudio reciente de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFCR). El reporte confirma que la COVID-19 incrementó el desempleo, redujo los ingresos de las familias más pobres, obligó a más de un millón de niñas y niños a dejar las aulas, redujo la protección laboral y agudizó la desigualdad y las violencias de género. El jefe de la unidad de Desastres, Clima y Crisis de la IFRC en América, Roger Alonso, dijo: “Este estudio nos ayuda a entender los impactos de largo plazo de la pandemia en los ingresos, la alimentación y el bienestar de las personas más vulnerables. Los hallazgos nos confirman que la plena recuperación social y económica tomará años. Para evitar niveles de precariedad irreversibles, es imperativo invertir en una recuperación inclusiva y justa, que se anticipe además a los efectos que tendrá el actual aumento de precios de alimentos y combustibles, resultado del conflicto en Ucrania”. De acuerdo con el documento la pérdida de ingresos de las poblaciones más pobres incrementó la inseguridad alimentaria llevando a 60 millones de personas a sufrir de hambre en el primer año de la pandemia. Ese mismo año, 23 millones de mujeres se sumaron a las filas de pobreza y desde entonces han incrementado los casos de violencia doméstica, sexual y de trata de personas. Además, la pandemia destruyó el 10% de los empleos en la región, de los cuales 30% aún no se han recuperado. Por su parte, el 51% de la población migrante encuestada por IFRC dijo haber perdido su empleo y 53% de quienes lo conservaron, vieron sus ingresos reducidos o no recibieron paga. Este análisis de la IFRC está basado en revisiónes bibliográficas, entrevistas a especialistas y representantes de organismos internacionales, así como en 1,825 encuestras realizadas en Argentina, Guatemala, Honduras, Panamá y Venezuela. Daniela Funez, coautora del reporte y oficial de recuperación de medios de vida de IFRC en América, dijo: ‘’Escuchar a las comunidades para quienes trabajamos es una prioridad para la red de la Cruz Roja. Eso es lo que nos permite conocer a fondo sus necesidades y, en este caso, la data que nos proporcionaron confirma las proyecciones hechas por organismos internacionales sobre los efectos de la COVID-19 en los ODS". Para hacer frente a ese impacto socioeconómico de la pandemia, la IFRC sugiere priorizar la atención a los grupos en situación de mayor vulnerabilidad, incorporar enfoque de género en la acción humanitaria y contribuir a disminuir los efectos del cambio climático. También, llama a aumentar la inversión en vacunación, protección y protección de los medios de vida, un asunto clave para cerrar la brecha del 60% de la financiación necesaria para seguir respondiendo a los efectos de mediano y largo plazo de la COVID-19. Para más información: En Bogotá:David Quijano +57 310 5592559,[email protected] In Panamá:Susana Arroyo Barrantes,[email protected]

Leer más
| Artículo

Declaración oficial de la IFRC a la Plataforma Global para la Reducción del Riesgo de Desastres 2022

Tengo el honor de presentar esta Declaración Oficial en nombre de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC). El tema de la GP2022, "Del riesgo a la resiliencia: Hacia un desarrollo sostenible para todos en un mundo transformado por COVID-19" no podría ser más relevante para nosotros, ya que nos enfrentamos a necesidades crecientes y a un futuro incierto. El COVID-19 se ha cobrado ya más de 6,2 millones de vidas y ha aumentado la vulnerabilidad en todo el mundo, especialmente entre las mujeres, los niños, los ancianos y las personas con discapacidad. Al mismo tiempo, hay más personas amenazadas por la crisis climática, los conflictos, los desastres y las enfermedades. Las necesidades humanitarias de 2022 serán, como mínimo, el doble que en 2019. Hoy nos encontramos en una coyuntura crítica. No sólo debemos recuperarnos plenamente de esta pandemia, sino que también debemos revisar nuestra preparación y cambiar nuestro modus operandi para hacer frente de forma proactiva a futuros riesgos. Debemos pasar de responder a las crisis a crear capacidades individuales y comunitarias para anticiparse, prepararse, reducir el impacto, hacer frente y recuperarse de las crisis. Esto debe hacerse sin comprometer sus perspectivas a largo plazo, es decir, reforzando su resiliencia ante futuros riesgos. Para lograrlo, la IFRC hace un llamamiento a la acción colectiva en los siguientes ámbitos: En primer lugar, debemos inspirar una acción comunitaria que revolucione el cambio positivo. Las comunidades tienen capacidad de acción, autosuficiencia y sus propias esperanzas y planes para el futuro. Nuestros esfuerzos sólo les beneficiarán si nos centramos en sus prioridades, experiencias y conocimientos, y apoyamos sus acciones. Tenemos que apoyar a las comunidades para que se reúnan y aborden los retos a los que se enfrentan actualmente y se preparen para los que están por venir. La financiación y las asociaciones deben apoyar a las personas y a las comunidades para que comprendan sus riesgos, tomen medidas para afrontarlos y participen en los procesos oficiales de toma de decisiones. Los actores locales, como las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, son fundamentales para informar y canalizar las inversiones hacia los lugares adecuados, hacia los más necesitados, donde los escasos recursos pueden tener el mayor impacto. Tienen que estar en el asiento del conductor del cambio, y esto incluye a las mujeres y a los jóvenes. En segundo lugar, confiar en la ciencia. Debemos escuchar a la ciencia y utilizarla para planificar y proteger contra los riesgos futuros. Los fenómenos climáticos y meteorológicos extremos son cada vez más frecuentes y más intensos, y afectan a nuevos lugares con muchos peligros que golpean al mismo tiempo. No podemos utilizar lo que ocurrió en el pasado para predecir el futuro. Tenemos que confiar en la ciencia y actuar en consecuencia. Esta debe ser nuestra forma habitual de trabajar. La acción anticipatoria que pone a las comunidades en el centro debe ser la nueva normalidad si queremos reducir las necesidades humanitarias y evitar las pérdidas y los daños causados por el cambio climático. En tercer lugar, aprovechar el poder de las asociaciones. Sólo podemos ser más resilientes si colaboramos juntos, pero esto significa trabajar de forma más amplia que los sectores humanitario, de desarrollo y climático. También debemos mirar a los sectores público y privado, a los gobiernos locales, a las comunidades de base y a otros sectores: estamos intentando superar los mismos retos pero con medios diferentes. ¿Cómo puede el sector privado comprometerse de forma que impulse el impacto social? ¿Cómo pueden los gobiernos liderar el cambio con marcos propicios? ¿Cómo pueden las agencias humanitarias adoptar la agilidad en sus modelos de negocio? Junto con nuestros socios, hemos emprendido varias iniciativas, como el Grupo de Trabajo de Acción Anticipatoria, la Acción Basada en Previsiones del Fondo de Emergencia para la Respuesta a Desastres (DREF, por sus siglas en inglés), el Centro de Anticipación, la Plataforma de Apoyo a los Países del Grupo de Trabajo Mundial para el Control del Cólera, y la Asociación de Acción Temprana Informada por el Riesgo (REAP, por sus siglas en inglés), a la que invitamos a nuestros socios a unirse. En cuarto lugar, debemos cambiar la forma de hacer negocios. Las asociaciones centradas en las personas para lograr los ODS requerirán nuevos enfoques de programación y financiación de los donantes. Estos deben permitir que el sector privado participe de forma significativa y demuestre el valor de las estructuras que pueden ser más sostenibles, replicables y ampliables para abordar las crecientes necesidades humanitarias y de desarrollo. Los países en desarrollo necesitarán más de 2,5 billones de dólares al año para cubrir el déficit de financiación de los ODS, pero solo se dispone de unos 150 000 millones de dólares de ayuda al desarrollo en el extranjero. Sin embargo, solo las fuentes de capital privado ascienden a más de 200 billones de dólares. Debemos considerar una financiación inteligente que ayude a que los recursos donados lleguen más lejos, creando oportunidades multiplicadoras. En todo momento, las comunidades deben estar en el centro de las decisiones tomadas en materia de inversión y programación para la reducción inclusiva del riesgo de desastres, la preparación ante epidemias y pandemias y la adaptación al cambio climático. Hay que dar prioridad a las comunidades más vulnerables a las catástrofes, así como a los entornos frágiles y afectados por conflictos y a los desplazados o en riesgo de desplazamiento. Los gobiernos pueden ayudar asegurando que las leyes, políticas, instrumentos financieros y planes nacionales sobre desastres y clima incluyan un enfoque en la reducción de riesgos para las personas más vulnerables. En la respuesta a la pandemia del COVID-19, la IFRC y las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja han hecho un buen uso de la capacidad de preparación creada a lo largo de los años. Desde el principio, hemos respondido a las crecientes necesidades y demandas de salud de las comunidades vulnerables, basándonos en soluciones locales y aprovechando el papel de las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja como auxiliares independientes de sus gobiernos en el ámbito humanitario. En los últimos dos años, la red de la IFRC apoyó a casi 1.200 millones de personas a través de nuestros programas COVID-19. Este apoyo ha incluido la comunicación de riesgos, las actividades de participación comunitaria para la promoción de la salud y la higiene, el agua y el saneamiento, y la asistencia alimentaria y en efectivo. Y más allá de nuestra respuesta de emergencia, nuestras Sociedades Nacionales llegaron a 139 millones de personas a través de programas de reducción del riesgo de desastres a prueba de pandemias, utilizando la guía de la IFRC para la "Programación de la gestión del riesgo de desastres inteligente desde el punto de vista climático durante la pandemia de COVID-19". Tengan por seguro que seguiremos esforzándonos por crear una cultura de prevención y resiliencia movilizando nuestra red mundial de 192 Sociedades Nacionales, 160.000 filiales locales y 14,9 millones de voluntarios comunitarios. Aprovecho esta oportunidad para rendir homenaje al Gobierno de Indonesia y a la Cruz Roja Indonesia por sus grandes esfuerzos para proteger a las personas y sus medios de vida de los desastres y las crisis. Gracias, y les deseo una exitosa Plataforma Global.

Leer más
| Nota de prensa

Las vacunaciones son vitales mientras que el COVID paraliza a los países del Pacífico

Kuala Lumpur/Suva 28 de abril de 2022 - La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja está cada vez más preocupada por más de un millón de personas en las naciones del Pacífico que están haciendo frente a su primera gran ola de COVID-19 alimentada por las variantes de ómicron. El aumento de la vacunación es vital, ya que el rápido incremento de las infecciones por COVID está causando cada vez más muertes y enfermedades en países con bajas tasas de inmunización. Aunque Vanuatu, las Islas Salomón, Tonga, Kiribati y Samoa llevan casi dos años sin contraer el COVID, han sufrido brotes en sus capitales, y el virus se está extendiendo a las comunidades vulnerables de las islas periféricas, que carecen de servicios básicos de tratamiento y vacunación. El virus está ejerciendo una enorme presión sobre los frágiles sistemas sanitarios de centros de población como Honiara, Port Vila y Nuku'alofa. Un número cada vez mayor de trabajadores de la salud están afectados por el COVID-19, lo que limita aún más los servicios sanitarios y agrava la crisis. Sainiana Rokovucago, jefa interina de la Delegación del Pacífico de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC), afirma: "Es fundamental que lleguemos hasta la última milla con la vacunación en los pueblos insulares más remotos del Pacífico. Las autoridades deben hacer todo lo posible para llegar a estas comunidades, a pesar de las dificultades logísticas que supone llevar las vacunas a estas remotas islas tropicales." "Los voluntarios de la Cruz Roja están trabajando con las comunidades para que entiendan la importancia de vacunarse y mantener la higiene para frenar la propagación de este peligroso virus." Las Islas Salomón han notificado más de 12.000 infecciones y más de 100 muertes desde enero de 2022. Vanuatu ha informado de más de 6.000 casos y 12 muertes en los últimos dos meses. Tras la erupción volcánica y el tsunami de enero, Tonga se enfrenta a un triple desastre con más de 9.000 casos y 11 muertes por COVID. En las Islas Salomón, sólo el 20% de la población elegible ha recibido dos dosis de la vacuna COVID-19, según Nuestro Mundo en Datos. En Vanuatu, sólo el 38% ha recibido dos dosis, lo que se considera el protocolo mínimo inicial para ayudar a proteger a la población. "Hay pruebas sólidas de que las vacunas salvan vidas. Los habitantes de las Islas Cook están sufriendo la primera oleada del virus, y sin embargo, gracias a la elevada tasa de vacunación del 100%, han podido evitar enfermedades graves y muchas muertes." "Es fundamental que hagamos aún más para contrarrestar la desinformación, las lagunas de conocimiento y los rumores sobre el COVID-19 y las vacunas, generando confianza y vacunas a través de la comprensión de cualquier preocupación, la respuesta a las preguntas y el fomento del diálogo utilizando canales de confianza." "El COVID está lejos de haber terminado en el Pacífico, por lo que es necesario vacunar a todo el mundo ahora". Para más información, por favor, contacten con: En Suva: Soneel Ram, +679 9983 688, [email protected] Oficina de Asia Pacífico: Preeti Abraham, +66 61 412 3910, [email protected] Oficina de Asia Pacífico: Antony Balmain, +60 12 230 8451, [email protected]

Leer más
| Nota de prensa

Cumbre mundial de COVID-19: "Los líderes mundiales deben dar un paso adelante y garantizar que todo el mundo, en todas partes, tenga acceso a las vacunas, las pruebas y los tratamientos".

Ginebra, 12 de mayo de 2022 - Durante la segunda Cumbre Mundial sobre la COVID-19, copatrocinada por la Casa Blanca, el Secretario General de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC), Jagan Chapagain, subrayó el compromiso de la red para suministrar vacunas, pruebas y tratamientos contra la COVID-19 a los más vulnerables y para reconstruir sistemas de salud más sólidos. Aunque muchos países han puesto en marcha con éxito campañas de vacunación contra la COVID-19, la cobertura de la vacuna sigue siendo inferior al 10% en muchos países de bajos ingresos, como Papúa Nueva Guinea, la República Democrática del Congo, Haití o Madagascar. Los países de bajos ingresos tampoco pueden permitirse las pruebas y otras herramientas que salvan vidas, como los medicamentos antivirales o el suministro de oxígeno, lo que deja a millones de personas en riesgo de contraer el virus y sufrir sus consecuencias mortales. El Sr. Chapagain dijo: "Los líderes mundiales deben dar un paso adelante y garantizar que todo el mundo, en todas partes, tenga acceso a las vacunas, las pruebas y los tratamientos. Esto significa dirigirse a las personas más vulnerables, con mayores necesidades y a las que es más difícil llegar. Esta pandemia sigue propagándose y matando gente. Es demasiado pronto para bajar la guardia y abandonar nuestros esfuerzos globales contra el COVID-19". Desde el comienzo de la pandemia, las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja han apoyado a más de 400 millones de personas para que accedan a la vacunación contra el COVID-19 y han prestado apoyo en materia de salud mental a más de 13 millones de personas en 152 países. Dado que forman parte de las propias comunidades a las que sirven, su papel también es fundamental para fomentar la confianza, informar a las comunidades sobre las medidas de salud pública e impulsar la aceptación de las vacunas. Por ejemplo, en toda Asia y el Pacífico, millones de voluntarios han ayudado a decenas de millones de personas a vacunarse contra el COVID-19. Afganistán tiene uno de los sistemas sanitarios más frágiles del mundo y sólo ha vacunado al 12% de su población con dos dosis. La Media Luna Roja Afgana ha gestionado un hospital de 50 camas dedicado a los pacientes de COVID-19 y ha proporcionado alimentos o dinero en efectivo a más de 165.500 personas. Más de un millón de personas fueron examinadas a través de sus equipos móviles de salud y clínicas en 2021. En Namibia, donde sólo el 16% de la población está totalmente vacunada, la Cruz Roja de Namibia ha llevado a cabo una campaña itinerante "Vacúnate y echa al COVID-19 de Namibia". Los voluntarios de la Cruz Roja recorren las calles de las comunidades de todo el país, llevando carteles, cantando canciones y dirigiendo cánticos sobre la vacunación. En los lugares de vacunación de COVID-19, los voluntarios de la Cruz Roja también apoyan el registro para la vacunación y la introducción de datos y prestan primeros auxilios básicos. Durante la Cumbre, el Sr. Chapagain expresó el apoyo de la IFRC a un mecanismo de financiación de la pandemia que permita a los actores comunitarios acceder a la financiación para fortalecer los sistemas de salud de la comunidad y aumentar su resiliencia ante futuras amenazas para la salud. El Sr. Chapagain dijo: "Tenemos que prepararnos ya para la próxima pandemia. El mundo no estaba preparado para el COVID-19, pero podemos estarlo para la próxima pandemia. Debemos aprovechar las lecciones, los éxitos y los fracasos de la respuesta a COVID-19 y construir un futuro en el que las comunidades estén equipadas para responder a la próxima crisis sanitaria." Para más información o solicitar entrevistas, contacten con: En Washington: Marie Claudet +1 202 999 8689, [email protected] Haga click aquí para descubrir más actividades de vacunación de las Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja durante la COVID-19.

Leer más
| Artículo

La IFRC se creó para aportar amabilidad, y la amabilidad es más necesaria que nunca

"El mundo se desangra y necesita ayuda ya". Duras palabras de advertencia de un líder humanitario sacudido por una guerra brutal y que vive bajo la sombra de una pandemia mundial. Estas palabras no las escribí yo. Fueron escritas en 1919 por Henry Davison, el líder de la Cruz Roja Estadounidense. Su gran idea era que las sociedades de la Cruz Roja de todo el mundo -que se establecieron después de que el Movimiento fuera creado por el Premio Nobel Henry Dunant en 1863- debían unirse como una fuerza para el bien en todo momento, y no sólo durante las guerras. Davison creía firmemente que la amabilidad, la bondad y la experiencia de las personas voluntarias de la Cruz Roja debían beneficiar a la humanidad también en otros momentos. Así nació la Liga de Sociedades de la Cruz Roja, el 5 de mayo de 1919. Las Sociedades de la Cruz Roja fundadoras fueron cinco: las de los Estados Unidos de América, Italia, Japón, Francia y el Reino Unido. A finales de ese año, la Liga contaba con 30 miembros. La Liga cambió su nombre por el de Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja -la IFRC- en 1991. Ahora tenemos 192 Sociedades Nacionales miembros, y más en formación. El núcleo de la idea sigue siendo el mismo, mientras que el alcance de la red de la IFRC ha crecido enormemente, tanto en dimensión como en impacto. En 2020, 14,9 millones de personas voluntarias de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja prestaron asistencia a más de 688 millones de personas en casos de desastre y otras intervenciones de emergencia; a unos 306 millones en actividades de salud, y a 125 millones en asistencia de agua potable y saneamiento. Son cifras impresionantes, pero la magnitud de las necesidades humanitarias sigue creciendo cada año. En estos momentos, innumerables personas de todo el mundo necesitan ayuda urgente. El conflicto en Ucrania y la presión ejercida sobre sus países vecinos es sólo un ejemplo. Los persistentes daños físicos, sociales y económicos infligidos por la pandemia mundial de COVID-19 es otro. Junto a estas catástrofes está la amenaza siempre presente, y cada vez más grave, del cambio climático. Con retos como estos, ¿puede una idea sencilla -como la que dio lugar en 1919 a lo que hoy se conoce como la IFRC- seguir ayudando a sanar el mundo? Creo que sí, y lo hará. Sabemos lo que funciona, y lo hemos demostrado durante más de un siglo. Es un ser humano que tiende la mano para apoyar a otro ser humano en crisis, a nivel comunitario, donde siempre es más necesario. Es garantizar que el voluntariado y las organizaciones locales tengan los recursos, la formación y el apoyo internacional que necesiten para responder a las catástrofes y las crisis. Es asegurarse de que sus voces sean escuchadas y sus intereses representados en la escena internacional. Y es trabajar para llevar ese apoyo a las comunidades y personas más marginadas, sin importar dónde se encuentren y sin discriminar quiénes son. Es, sencillamente, amabilidad y bondad. Me incorporé a mi Sociedad Nacional, la Cruz Roja de Nepal, como voluntario hace más de tres décadas. Se confiaba en mí -y por lo tanto podía conocer y apoyar a las personas más necesitadas- porque formaba parte de su comunidad, hablaba su idioma y entendía sus preocupaciones. Y la clave para entender lo que la gente necesitaba era la amabilidad. A lo largo de los años, la IFRC ha evolucionado junto a las comunidades a las que apoyamos. Hemos adaptado nuestras formas de trabajo, ampliado nuestra experiencia a medida que surgían diferentes vulnerabilidades y factores de estrés, y hemos sido lo suficientemente ágiles como para ser pioneros y luego incorporar nuevos enfoques de apoyo humanitario. Hemos liderado el desarrollo y la aceptación generalizada de la asistencia en efectivo como la forma más eficaz y respetuosa de apoyar a las personas necesitadas. Después de todo, las personas que lo han perdido todo en una catástrofe o un conflicto no deberían perder también su dignidad. Además, estamos impulsando un cambio en la forma de gestionar y reducir los riesgos de catástrofe a través de la acción anticipatoria, en la que se apoya a las comunidades locales para que reduzcan sus riesgos y se puede activar la financiación inmediata una vez que se alcanzan los umbrales medidos científicamente. Nada de este trabajo sería posible sin la amabilidad de nuestros 14,9 millones de voluntarios comunitarios de la Cruz Roja y la Media Luna Roja. En el Día Mundial de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, el 8 de mayo, animaremos a las personas de todo el mundo a creer en el poder de la amabilidad y la bondad y a que #SeamosAmables. El mundo sigue sangrando. Sigue necesitando ayuda. Pero hay casi 15 millones de razones para creer en la bondad, y para tener esperanza. -- Si quieres leer más sobre la historia de la IFRC, visita nuestra página de historia y archivos. Y consulte el hashtag #SeamosAmables en todos los canales de redes sociales esta semana para ver cómo nuestras Sociedades Nacionales están celebrando el Día Mundial de la Cruz Roja y la Media Luna Roja.

Leer más
| Artículo

¡Luces, cámara, acción! Cómo el cine salva vidas en Camerún

El cine móvil, que combina aprendizaje y entretenimiento, se ha convertido a lo largo de los años en una forma destacada de hacer participar a las comunidades remotas de todo el mundo en una amplia gama de temas importantes, desde cómo mantenerse sano hasta cómo prepararse para los desastres. Cada kit de cine móvil contiene una pantalla de proyección y un trípode, un ordenador portátil, micrófonos y altavoces y un generador para que pueda seguir funcionando incluso en caso de cortes de electricidad. Desde que recibió los kits, la Cruz Roja de Camerún ha estado utilizando el cine móvil para compartir mensajes que salvan vidas sobre el COVID-19, el cólera y cualquier otro tema relevante, que ayudará a la gente a prepararse y mantenerse a salvo. Todo ello de forma emocionante y eficaz, y dentro del propio entorno de la comunidad. "El cine móvil nos permite proporcionar la información adecuada que las comunidades necesitan en la lucha contra las epidemias y las catástrofes de todo tipo. Esta divertida y útil herramienta nos permite, sin duda, mejorar nuestra respuesta humanitaria en todo el país” Cécile Akamé Presidenta de la Cruz Roja de Camerún Las proyecciones de cine en el móvil no consisten sólo en sentarse a mirar. También son una buena manera de involucrar a las comunidades a través de sesiones de preguntas y respuestas y de recoger las valiosas opiniones de la gente. Cada proyección es facilitada por voluntarios y voluntarias de la Cruz Roja de Camerún, muchos de los cuales han recibido recientemente formación en comunicación, participación comunitaria y recogida de opiniones. Escuchar las preguntas, las preocupaciones, los pensamientos y los temores de la gente ayuda a los voluntarios a entender mejor las necesidades de las comunidades y a adaptar su trabajo en consecuencia. Marlyse, una estudiante de 15 años de la ciudad sureña de Kribi que asistió a una proyección reciente, dijo: “Es la primera vez que participo en este tipo de actividad y he aprendido mucho. Hemos visto un vídeo sobre la COVID-19 y esto ha reforzado nuestros conocimientos sobre las medidas de prevención. También la charla con la gente de la Cruz Roja nos ayudó a saber más sobre la vacuna” Marlyse Asistente al Cine Móvil en Kribi Puede ver el vídeo al que se refiere Marlyse a continuación (en francés): En la IFRC sabemos que las epidemias comienzan y terminan en las comunidades. Y que con la información y el apoyo adecuados, todos pueden desempeñar un papel importante en la detección de enfermedades, la respuesta eficaz y la preparación para futuros riesgos sanitarios. Por ejemplo, el Sr. Biyong, un líder comunitario de Kribi que está entusiasmado con el proyecto de la Cruz Roja Camerunesa y el potencial del cine móvil: "Actualmente estamos viviendo una epidemia de cólera en nuestra comunidad y en toda la región. Creo que esta herramienta es muy oportuna. Gracias a la difusión del vídeo sobre el cólera, los modos de transmisión y cómo prevenir esta enfermedad, los miembros de mi comunidad pudieron ver con sus propios ojos lo que intentamos explicarles cada día. Esta es realmente una herramienta que ayudará a detener la propagación de la enfermedad.” Sr. Biyong Líder comunitario de Kribi Juntos, la IFRC y la Cruz Roja Camerunesa esperan ampliar las proyecciones de cine móvil en todo el país en los próximos meses, escuchando y aprendiendo de las personas a las que apoyamos sobre la marcha. “Además de bienes como alimentos, agua y refugio, sabemos que la información es, en sí misma, una ayuda. La IFRC se esfuerza por ayudar a las Sociedades Nacionales, como la Cruz Roja de Camerún, a aprovechar las oportunidades y los beneficios de este interesante enfoque del cine móvil para aumentar la resiliencia de las comunidades.” ​​​​​​ Thierry Balloy Jefe de la Delegación del Clúster de País de la IFRC para África Central -- Este trabajo en Camerún forma parte del Programa Comunitario de Preparación ante Epidemias y Pandemias (CP3) de la IFRC en varios países, financiado por USAID. Haga clic aquí para obtener más información sobre el proyecto y nuestro trabajo en esta área. Y si le ha gustado esta historia, puede que también le interesen nuestros nuevos estudios de caso que muestran cómo las Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja han ayudado a preparar a las comunidades para el COVID-19 y a protegerlas de él.

Leer más
| Nota de prensa

Américas: Reestablecer la confianza de las comunidades vulnerables es clave para una recuperación justa e inclusiva después de dos años de pandemia - IFRC

Panamá, 23 marzo de 2022 – La baja confianza reportada antes de la pandemia por parte de las personas migrantes, las comunidades que les acogen y las poblaciones indígenas en las autoridades locales y tomadores de decisiones, se ha reducido a un tercio después de dos años. Así lo evidencia ‘’COVID-19 en las Américas: escuchando a los más vulnerables’’, un estudio desarrollado por la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja (IFRC) en nueve países de América Latina y el Caribe, que analizó las diversas maneras de percibir la COVID-19 en las comunidades más vulnerables. El reporte destaca que el personal humanitario ha emergido como el segundo actor en quien más se confía tras los científicos, y que la desconfianza en las instituciones gubernamentales y en la vacuna, tanto a nivel de seguridad como de eficacia parecen estar relacionados, es decir, que las personas que reportan una confianza alta o moderada en los líderes gubernamentales, muestran una mayor confianza en las vacunas. Diana Medina, gerenta de Participación Comunitaria y Rendición de Cuentas a la Comunidad de la IFRC en las Américas, dijo: ‘’Tres cosas son indispensables para fortalecer la confianza alrededor de la vacuna y la protección de las personas contra la enfermedad: escuchar permanentemente a las comunidades, utilizar la data para diseñar intervenciones ajustadas a los contextos cambiantes de la pandemia y tener enfoques locales en la respuesta. Sin confianza en la vacuna y sin acceso a ella, será difícil que las personas pasen de la voluntad a la acción. Confiamos en que los hallazgos y recomendaciones de este reporte sirvan de base para la redefinición de las estrategias en terreno y de los procesos de abogacía, necesarios para asegurar que las campañas de inmunización lleguen hasta la última milla”. El estudio también identificó que, a pesar de una alta predisposición por vacunarse, las personas migrantes y las comunidades indígenas enfrentan grandes dificultades de acceso a la vacuna como las largas distancias, largas listas de espera o dificultades en los procesos de registro. De hecho, las poblaciones indígenas expresaron haber recibido menos información que el resto de la población consultada y un mayor nivel de renuencia hacia adoptar todas las medidas de protección de la COVID-19. Maria Franca Tallarico, Gerenta Regional de Salud y Cuidado para las Américas de IFRC, dijo: ‘’Aun cuando hay avances significativos en el control del contagio del COVID-19, la pandemia todavía no acaba. Quedan muchas personas sin vacunar o con pautas de vacunación incompletas. Entender qué piensan esos grupos sobre el virus y la vacunación es esencial para mantener el diálogo, abordar a las comunidades de manera contextualizada con el fin de facilitar la puesta en práctica de comportamientos y hábitos saludables, favorecer una recuperación justa e inclusiva y aumentar la tasa de vacunación, reduciendo así el riesgo de proliferación de nuevas variantes.’’ Con relación a la información brindada, se identificó que la mayoría de las personas encuestadas perciben los mensajes de salud relacionados con la COVID-19 como útiles y efectivos, no obstante, se evidenció la importancia de considerar las diferencias que existen dentro de una misma comunidad. De hecho, los hallazgos ponen de manifiesto la urgente necesidad de abogar frente a tomadores de decisiones y autoridades locales para un mayor diálogo con las comunidades vulnerables, que permitan implementar estrategias de respuesta a la COVID-19 diferenciadas, contextualizadas y que atiendan a las necesidades de grupos específicos como las comunidades indígenas, los migrantes y refugiados. Para mejorar la efectividad de la información sobre el virus y las vacunas, la IFRC alienta el uso de mensajes adaptados, comprensibles y en idiomas nativos, utilizando a los actores más confiables como voceros ante las comunidades. También sugiere articular actividades con personal de salud y de las organizaciones humanitarias como actores clave que pueden reforzar la confianza para promover la mayor adopción de las medidas de protección y vacunación contra la COVID-19. Dar continuidad a los esfuerzos de abogacía para garantizar el acceso universal y pronto a las vacunas, también seguirá siendo vital para superar la pandemia, así como fomentar la implementación de medidas de recuperación socioeconómica que atiendan las necesidades de los hogares y grupos más vulnerables. Este estudio fue realizado entre junio y octubre de 2021 y está basado en una encuesta a 7.743 individuos en Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Guatemala, Jamaica, Nicaragua, Panamá y Trinidad and Tobago. En esos países, los equipos locales de la Cruz Roja, que desempeñan un rol clave basado en las relaciones duraderas con las comunidades, exploraron las percepciones de poblaciones especialmente vulnerables, respecto a cuatro ejes: el acceso e impacto de la información sobre COVID-19, conocimiento y percepción sobre la vacunación, confianza en la vacuna contra la COVID-19, y el impacto socioeconómico de la pandemia. Notas e información adicional: Tras dos años del primer caso de COVID-19, la región de las Américas registra 2.7 millones de muertes asociadas, 1.7 billones de dosis de vacunas administradas, y retrocesos de cerca de 30 años en los niveles de pobreza extrema de América Latina y el Caribe, así como en el incremento en la desigualdad de género. Desde el inicio de la pandemia la Cruz Roja ha contribuido en las Américas al acceso equitativo de vacunas e implementado programas de respuesta al COVID-19 que incluyen: La comunicación de riesgo a través de acercamientos adaptados y contextualizados a las comunidades, así como movilización comunitaria y actividades de promoción de higiene a 52 millones de personas; en específico 10 millones han recibido información sobre la vacuna de COVID-19. La implementación de actividades de saneamiento e higiene involucrando 13 millones de personas. El apoyola inmunización de 3.4 millones de personas. La entrega de asistencia de alimentación o de otro tipo a 86 millones. La asistenciaa 358 mil individuos con servicios de salud mental y apoyo psicosocial. Para más información o agendar entrevistas con especialistas en la situación de COVID-19 en la región de las Américas, contacte a laOficina Regional para las Américas: David Quijano, +57 310 559 2559, [email protected] Susana Arroyo, [email protected]

Leer más
| Nota de prensa

IFRC insta a los países del caribe a fortalecer la confianza de las comunidades en las vacunas

Jamaica, 17 de marzo de 2022 - La baja tasa de vacunación contra la COVID-19 en el Caribe debe abordarse generando confianza en la población y respondiendo a la inequidad en el acceso a las vacunas, advierte la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC). Construir confianza es un factor clave para promover la vacunación universal y, por lo tanto, fomentar la recuperación socioeconómica en el Caribe, donde solo el 40 por ciento de la población cuenta con un esquema completo de vacunación, en comparación con el 68 por ciento en América del Sur y el 60 por ciento en Centroamérica. En la región de las Américas se han administrado más de 1.700 millones de dosis de vacunas contra la COVID-19. Diana Medina, gerente para las Américas de Participación Comunitaria y Rendición de Cuentas a la Comunidad de IFRC, dijo: “Los países del Caribe no solo enfrentan dificultades en su capacidad para garantizar que la vacuna llegue desde la pista del aeropuerto a los brazos de los más vulnerables. Las personas evitan vacunarse debido a la falta de confianza en la vacuna, las dificultades para acceder a la información y la desconfianza en ciertas fuentes. Para garantizar que todas se vacunen, es clave fortalecer el diálogo centrado en la comunidad, identificar los problemas de confianza y abordar las dudas, preocupaciones y temores de las personas”. Una combinación de diferentes factores afecta el progreso de los esfuerzos de vacunación en el Caribe: la dispersión geográfica de las islas y el mal estado de las carreteras dificultan el acceso a las comunidades, dejándolas desprotegidas y mal informadas. La carga para las instituciones de salud es significativa, y la realización de campañas de concientización y riesgo a gran escala es un desafío. En algunas comunidades también hay falta de confianza en los proveedores de información y en la eficacia de las vacunas. Un nuevo estudio de la IFRC sobre las percepciones de las comunidades en torno a la COVID-19, llevado a cabo en nueve países de América Latina y el Caribe, revela que algunas poblaciones vulnerables como los migrantes, comunidades indígenas y de acogida, enfrentan limitaciones para acceden a los servicios de vacunación, carecen de confianza en sus autoridades locales o en los responsables de la toma de decisiones, y son reacias a vacunarse por temor a los efectos secundarios y preocupaciones sobre la seguridad. Abdul Nasir Khan, Coordinador de Operaciones de la IFRC para el Caribe holandés y de habla inglesa, agregó: “Gracias a la relación histórica de la Cruz Roja con las comunidades en el terreno, hemos identificado que las personas confían principalmente en la información de los proveedores de atención médica, los trabajadores humanitarios y los líderes locales; sin embargo, siguen siendo escépticas ante la información de fuentes oficiales. Brindar información confiable y adaptada a las comunidades a través de una comunicación de riesgos accesible e integral, en paralelo con actividades activas de vacunación, requiere un esfuerzo conjunto e imperativo de todas las partes”. Desde el inicio de las campañas de vacunación contra la COVID-19, la Cruz Roja ha apoyado a casi 4.000 personas para que se vacunen y ha abordado las dudas asociadas de más de 650.000 personas en el Caribe. El personal continúa asistiendo a las autoridades de salud con la vacunación de personas e implementando actividades de sensibilización de comunicaciones de riesgo, adaptadas a las percepciones y contextos de las comunidades, a través de la sensibilización local en visitas casa por casa, así como en el espacio y transporte público. La Cruz Roja también ha divulgado información clave a grandes sectores de la población a través de vallas publicitarias electrónicas, televisión, radio y videos digitales. En 2022, los equipos locales de la Cruz Roja continuarán trabajando como auxiliares de las autoridades, promoviendo el acceso equitativo a las vacunas y la recuperación socioeconómica de los más vulnerables, implementando actividades para generar confianza en las vacunas y colocando a las comunidades en el centro de sus acciones a través de iniciativas lideradas localmente. Notas y enlaces para la edición: El Informe de la Encuesta de Percepción sobre el COVID-19 en las Américas se presentará en un evento digital el miércoles 23 de marzo de 2022 a las 10 a.m. EST/ 4 p. m. CET. Para unirse a la conversación, por favor regístrese haciendo clic acá Descargue el reporte complete haciendo clic aquí Para más información o agendar entrevistas con especialistas en la situación de COVID-19 en la región del Caribe y de las Américas, contacte a: Oficina para la Región Caribe: Trevesa DaSilva, +1 876 818 8575, [email protected] Oficina regional para las Américas:David Quijano, +57 310 559 2559, [email protected] / Susana Arroyo, [email protected]

Leer más
| Nota de prensa

Américas: Cinco millones de personas adicionales en extrema pobreza y altamente expuestas a desastres después de dos años de pandemia de COVID-19

Panamá, marzo 11 de 2022 -A dos años del inicio de la pandemia por COVID-19, las cinco millones de personas adicionales que han caído en pobreza extrema en América Latina y el Caribe, también estarían más expuestas al impacto de otras emergencias y desastres, advierte la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja (IFRC). Esto eleva el número total de personas en extrema pobreza en la región a 86 millones, perjudicando especialmente a las mujeres, las personas migrantes y a habitantes de zonas urbanas vulnerables. Desde el inicio de la pandemia, la IFRC y su red de sociedades de la Cruz Roja en las Américas han prestado servicios de agua, saneamiento e higiene comunitarios a más de 10 millones de personas, llevado información sobre el coronavirus y las vacunas a más de siete millones y promovido la vacunación de 1.5 millones de individuos. También ha respondido en paralelo a las necesidades humanitarias de más de 680 mil personas afectadas por desastres. Martha Keays, directora de IFRC para América, dijo: “Los ingresos, ahorros y poder adquisitivo de las familias más vulnerables han disminuido y mientras no actuemos, en 2022 seguiremos atestiguando esos efectos en forma de hambre, exclusión y acceso desigual a las vacunas contra la COVID-19. Para evitarlo, es urgente proteger los medios de vida de los más vulnerables, garantizar el acceso universal a la vacuna en los países de bajos y medios ingresos, e impulsar su aceptación entre la ciudadanía”. Este nivel de pobreza extrema, no visto desde hace 27 años, deja a las comunidades y grupos vulnerables más expuestos al impacto de las emergencias, como las recientes lluvias e inundaciones en América del Sur, u otros desastres asociados a la crisis climática. También, incrementa su riesgo de desplazamiento y migración. Sólo en 2020, al menos 1,5 millones de personas fueron desplazadas en Centroamérica como consecuencia de desastres relacionados con el clima, incluidos los huracanes Eta e Iota. A nivel global, desde el inicio de la pandemia al menos 139 millones de personas se han visto doblemente afectadas por la pandemia y los desastres relacionados con el clima. Ghotai Ghazialam, gerente operativa de COVID-19 para las Américas de IFRC, dijo: “Durante la respuesta a la pandemia de COVID-19 en los últimos 24 meses, hemos atestiguado como el incremento en la desigualdad y la pobreza afectó a las comunidades, mientras debían enfrentar en paralelo otros desastres y emergencias relacionadas con eventos climáticos; esto afectó a las personas que ya se encontraban en una situación crítica. Para fortalecer su resiliencia ante estas crisis superpuestas y evitar que caigan en una precariedad irreversible, es fundamental acelerar y apoyar su recuperación socioeconómica, garantizar su acceso a vacunas y a servicios integrales de salud.” En 2022, los equipos locales de Cruz Roja seguirán promoviendo la preparación y reducción de riesgo de desastres, así como el acceso equitativo a vacunas e implementando sus programas de respuesta al COVID-19. Estos programas tendrán continuidad especialmente en las zonas donde los índices de vacunación continúan siendo bajos, como en la región del Caribe, a través de transferencias de efectivo, la vacunación de poblaciones aisladas, la investigación continua del impacto de la pandemia en el bienestar de las poblaciones y el fortalecimiento de la confianza ciudadana en las vacunas en provecho de la alta credibilidad con la que cuentan las organizaciones humanitarias entre las comunidades. Notas e información adicional: Reciente informe científicoalerta que el clima contribuye a las crisis humanitarias en contextos vulnerables y provoca desplazamientos en todas las regiones del mundo. El Reportede la Comisión Económica para América Latina y el Caribe indica el incremento de pobreza extrema. IFRC alerta sobre los devastadores efectos socioeconómicos de la pandemia por COVID-19 en elreporte ‘’Al borde del abismo’’. 2 años de COVID-19 / 11 momentos sin precendes: Colección de fotografías y momentos clave en el bienio de la pandemia. Para más información o agendar entrevistas con especialistas en la situación de COVID-19 en la región de las Américas, contacte a: Oficina regional Américas en Panamá: David Quijano, +57 310 559 2559, [email protected] Susana Arroyo, [email protected]

Leer más
| Nota de prensa

Ucrania: Millones de personas en riesgo porque el impacto en la salud agrava la vulnerabilidad

Budapest/Ginebra, 10 de marzo de 2022 - Mientras continúa el conflicto en Ucrania y desciende un frente frío, la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) advierte de las nefastas consecuencias para la salud -incluida la propagación del COVID-19- y la salud mental de millones de personas tanto dentro como fuera del país. Los combates en Ucrania se prolongan desde hace dos semanas y nadie ha salido indemne. Se calcula que 18 millones de personas -un tercio de la población del país- necesitarán ayuda humanitaria, y más de 2,3 millones de personas han huido a los países vecinos. Mientras las vidas de millones de personas se ven alteradas, existe una preocupación real por la propagación de enfermedades, el empeoramiento de las condiciones de salud preexistentes y el aumento de los problemas de salud mental. "Muchas de las personas afectadas ya eran vulnerables antes del conflicto y ahora se enfrentan a una situación aún más dura, ya que están perdiendo sus hogares y sus medios de vida, viéndose obligadas a buscar refugio donde puedan o a huir de su país en busca de seguridad. Necesitan urgentemente alimentos, agua y refugio, pero también atención médica de urgencia, medidas de protección y apoyo psicosocial para evitar una catástrofe humanitaria aún mayor", dijo Birgitte Bischoff Ebbesen, Directora Regional de la IFRC para Europa. En la estación de tren de Przemyśl, en Polonia, una mujer lloraba y era consolada por un voluntario de la Cruz Roja Polaca. Cuando le preguntaron qué había pasado, respondió que había pasado toda la noche y el día esperando el tren de Ucrania que llevaría a su hija a un lugar seguro. El tren finalmente llegó, pero su hija no. Las personas que huyen de los conflictos suelen experimentar situaciones muy angustiosas, pérdidas y traumas, que pueden afectar a su salud mental y a su capacidad de afrontamiento. El apoyo psicosocial será necesario en los días, semanas y meses venideros. En situaciones de conflicto, las medidas de salud pública para evitar la propagación de enfermedades se vuelven extremadamente difíciles. La gente se ve obligada a refugiarse en espacios abarrotados con condiciones sanitarias o acceso a servicios sanitarios básicos limitados. La propagación del COVID-19 es especialmente preocupante, ya que la tasa de vacunación en Ucrania es una de las más bajas de Europa, pues sólo un tercio de la población ha recibido la primera dosis. Ucrania también tiene una de las tasas más altas de tuberculosis multirresistente del mundo. A lo que ya es una situación desesperada, se suma el hecho de que las temperaturas están cayendo por debajo del punto de congelación. Se necesita urgentemente ropa de abrigo y un refugio adecuado para proteger de los elementos a las personas que se encuentran en lugares temporales y a las que hacen cola en las fronteras, la mayoría de las cuales son mujeres, niños y personas mayores. "Nuestros equipos de la Cruz Roja y la Media Luna Roja en Ucrania y los países vecinos están haciendo todo lo posible para apoyar a quienes lo necesitan, en particular a los que están en mayor riesgo, como los menores no acompañados, los hogares monoparentales, las personas mayores y las personas con discapacidad. Cuentan con el pleno apoyo de la IFRC y de nuestra red mundial, pero se necesitan desesperadamente más fondos, ya que hay millones de vidas en juego. Incluso si el conflicto armado terminara mañana, las consecuencias humanitarias se harán sentir durante años", dijo Bischoff Ebbesen. Notas para los editores En Ucrania, los equipos de la Cruz Roja están proporcionando primeros auxilios y formación en primeros auxilios, ayudando en los centros de recepción y a transportar a la gente a un lugar seguro, y distribuyendo artículos de socorro, incluyendo ropa de abrigo. A pesar del peligro mortal que ellos mismos corren, 3.000 nuevos voluntarios locales se han ofrecido para apoyar a sus vecinos. En Hungría, los equipos de la Cruz Roja están gestionando tres puntos de servicio sanitario en la frontera. También dirigen centros de recepción y recogida donde acogen a las personas que cruzan desde Ucrania y distribuyen artículos de ayuda. En Polonia, donde el 60% (más de un millón) de las personas procedentes de Ucrania están huyendo, la Cruz Roja Polaca ha activado más de 20 equipos de rescate, incluidos unos 450 médicos, que están prestando asistencia sanitaria y apoyo psicosocial las 24 horas del día en cinco de los ocho puntos fronterizos, así como en las principales ciudades. En Moldavia, los voluntarios y el personal de la Cruz Roja de Moldavia han prestado apoyo a unas 200.000 personas que han cruzado desde Ucrania. Están en todos los puestos fronterizos ofreciendo té caliente, comida caliente, pañales y equipos de protección personal, como mascarillas y desinfectantes. Los voluntarios también están ayudando en los centros de recepción, colaborando en la preparación de alimentos y jugando con los niños. En Rusia, los equipos de la Cruz Roja han entregado 187 toneladas de ayuda, incluyendo ropa, kits de higiene, productos para bebés y artículos para el hogar. Están prestando apoyo psicosocial, han abierto una línea telefónica de apoyo a la salud mental y, hasta la fecha, han realizado 756 consultas. Se han recibido más de 160 llamadas a la línea telefónica de restauración de vínculos familiares. En Rumanía, los voluntarios y el personal de la Cruz Roja local están en varios pasos fronterizos distribuyendo alimentos, agua, artículos de primera necesidad, productos de higiene y miles de tarjetas SIM a las personas necesitadas. La Cruz Roja está ayudando a las autoridades locales a equipar los centros de acogida con tiendas de campaña, ropa de cama, alimentos y artículos de higiene y para bebés. Los voluntarios también están visitando los centros de acogida, jugando con los niños y ayudando al personal local a preparar la comida y otras ayudas necesarias. En Eslovaquia, la Cruz Roja se encuentra en los tres pasos fronterizos del país, donde los equipos están prestando servicios como refugios adecuados, derivación a servicios esenciales y primeros auxilios. Dado que la gente está saliendo rápidamente de la zona fronteriza, la Cruz Roja está ampliando rápidamente el apoyo a lo largo de las rutas. Este apoyo incluye el apoyo psicosocial y la provisión de espacios acogedores para los niños; los servicios sociales, en particular la derivación a servicios como la educación, la atención sanitaria y el registro para obtener el estatus legal; la prestación de primeros auxilios, las evaluaciones de salud, la derivación a la atención clínica y las pruebas de COVID-19. En Polonia, donde el 60% (más de un millón) de las personas procedentes de Ucrania están huyendo, la Cruz Roja Polaca ha activado más de 20 equipos de rescate, incluidos unos 450 médicos, que están prestando asistencia sanitaria y apoyo psicosocial las 24 horas del día en cinco de los ocho puntos fronterizos, así como en las principales ciudades. En Moldavia, los voluntarios y el personal de la Cruz Roja de Moldavia han prestado apoyo a unas 200.000 personas que han cruzado desde Ucrania. Están en todos los puestos fronterizos ofreciendo té caliente, comida caliente, pañales y equipos de protección personal, como mascarillas y desinfectantes. Los voluntarios también están ayudando en los centros de recepción, colaborando en la preparación de alimentos y jugando con los niños. En Rusia, los equipos de la Cruz Roja han entregado 187 toneladas de ayuda, incluyendo ropa, kits de higiene, productos para bebés y artículos para el hogar. Están prestando apoyo psicosocial, han abierto una línea telefónica de apoyo a la salud mental y, hasta la fecha, han realizado 756 consultas. Se han recibido más de 160 llamadas a la línea telefónica de restauración de vínculos familiares. En Rumanía, los voluntarios y el personal de la Cruz Roja local están en varios pasos fronterizos distribuyendo alimentos, agua, artículos de primera necesidad, productos de higiene y miles de tarjetas SIM a las personas necesitadas. La Cruz Roja está ayudando a las autoridades locales a equipar los centros de acogida con tiendas de campaña, ropa de cama, alimentos y artículos de higiene y para bebés. Los voluntarios también están visitando los centros de acogida, jugando con los niños y ayudando al personal local a preparar la comida y otras ayudas necesarias. En Eslovaquia, la Cruz Roja se encuentra en los tres pasos fronterizos del país, donde los equipos están prestando servicios como refugios de calentamiento, derivación a servicios esenciales y primeros auxilios. Dado que la gente está saliendo rápidamente de la zona fronteriza, la Cruz Roja está ampliando rápidamente el apoyo a lo largo de las rutas. Este apoyo incluye el apoyo psicosocial y la provisión de espacios acogedores para los niños; los servicios sociales, en particular la derivación a servicios como la educación, la atención sanitaria y el registro para obtener el estatus legal; la prestación de primeros auxilios, las evaluaciones de salud, la derivación a la atención clínica y las pruebas de COVID-19. Para más información o concertar entrevistas, por favor, contacten con: En Budapest: Kathy Mueller, [email protected], +1 226 376 4013 En Budapest: Nora Peter, [email protected], +36 70 953 7709 En Ginebra: Caroline Haga, +358 50 598 0500, [email protected] Lea más sobre el llamamiento de emergencia de la IFRC para Ucrania y países afectados. Fotos y vídeos: Ucrania- Rumanía - Hungría- Croacia - Polonia- Eslovaquia - Rusia - Moldavia - Sala de Prensa de la IFRC

Leer más
| Nota de prensa

La pandemia de COVID-19 tras dos años: una nueva normalidad para algunos mientras las organizaciones de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja advierten de que millones de personas aún corren riesgo

Ginebra, 7 de marzo de 2022 – Dos años después del inicio de la pandemia de COVID-19, muchos países dan la crisis por finalizada. Sin embargo, millones de vidas humanas permanecen en riesgo. En gran parte del mundo, se carece de la amplia cobertura de vacunación, sistemas de salud sólidos, o las capacidades para realizar pruebas diagnósticas que permitirían pasar a una situación de ¨nueva normalidad¨. La crisis no se superará mientras no exista acceso universal a las herramientas necesarias para hacer frente a la COVID-19 y recuperarse de ella. Entretanto, seguirá afectándonos a todos. El presidente de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (Federación Internacional), Francesco Rocca, ha declarado que: La ''convivencia con el virus'' es un privilegio que no está al alcance de muchos países y comunidades en el mundo. El acceso equitativo a las vacunas, las pruebas diagnósticas y los tratamientos permitirán salvar vidas y, además, protegerán al mundo frente a nuevas variantes más peligrosas. Ese es el único sendero hacia el restablecimiento de la normalidad. Nadie estará a salvo mientras todos no lo estemos''. Los miembros del personal y los voluntarios de las organizaciones de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja trabajan sin descanso para reducir la brecha en materia de equidad y lograr que las vacunas lleguen desde las pistas de los aeropuertos hasta los brazos de las personas y a las comunidades vulnerables, marginadas y en situación de riesgo. Su labor resulta crucial tanto para favorecer la vacunación como para informar a las comunidades, generar confianza y combatir la desinformación existente sobre las vacunas contra la COVID-19. Desde el inicio de la pandemia, han prestado atención a más de trescientos (300) millones de personas a través de las actividades de inmunización. En países como Zambia, donde los sistemas de salud son frágiles y los rumores sobre la vacunación se difunden con rapidez, las dificultades asociadas al suministro de vacunas representan apenas uno de los múltiples obstáculos existentes. La Cruz Roja de Zambia ha puesto en marcha una campaña móvil de vacunación contra la COVID-19, mediante la cual administra vacunas en zonas de difícil acceso. Los voluntarios movilizan a las comunidades para que participen en las campañas de vacunación, difunden información sobre las vacunas y los centros móviles de vacunación, y promueven la intervención de los dirigentes locales para que aboguen en favor de comportamientos saludables. Afganistán se ve gravemente afectado por una nueva ola de infecciones que pone a prueba el sistema de salud del país. Ante esta situación, la Media Luna Roja Afgana ha ampliado los servicios que ofrece en sus clínicas en todo el país, así como en el hospital especializado en la COVID-19, situado en Kabul. Además, respalda las actividades nacionales de vacunación y realiza campañas de información sobre medidas para evitar la propagación del virus. En la zona del Pacífico, varios países sufren por vez primera una intensa ola de propagación del virus, con un aumento sin precedentes de las infecciones que amenaza con desbordar la capacidad de los hospitales y los sistemas de salud. En Fiyi o Vanuatu, países que abarcan más de 165 islas habitadas, los voluntarios de las Sociedades Nacionales acuden en coche, en barco y a pie hasta las comunidades más alejadas para sensibilizar a la población sobre la COVID-19 y promover la vacunación. Las situaciones de desigualdad que se perpetúan han sido un excelente caldo de cultivo para la pandemia de COVID-19, y esta, a su vez, ha contribuido a agravarlas, llevando a muchas familias a la pobreza y multiplicando los problemas de violencia doméstica y salud mental. Las mujeres, las comunidades urbanas y los migrantes han sufrido de forma desproporcionada los devastadores efectos socioeconómicos de esta crisis, y más de cinco (5) millones de niños han perdido a uno de sus progenitores, o a otra persona encargada de su cuidado, a causa de la pandemia de COVID-19. Pese a que el apoyo psicosocial ha sido un componente central en la labor de la Federación Internacional, los voluntarios observan un aumento significativo en las necesidades de apoyo relacionado con salud mental. El presidente de la Federación Internacional, Francesco Rocca, ha explicado que: ''La pandemia es más que una crisis sanitaria. Existen comunidades que sufrirán durante años sus efectos a nivel socioeconómico y de salud mental, y no podemos permitir que la COVID-19 se convierta en la enfermedad de las personas más pobres y vulnerables del mundo. Resulta fundamental que las medidas de intervención y recuperación a nivel mundial incluyan a todas las personas y se centren en el fomento de la capacidad de resiliencia de las comunidades y la consolidación de los sistemas sanitarios''. Para más información o concertar entrevistas, contacten con: En Ginebra: Marie Claudet, +1 202 999 8689, [email protected] En Ginebra:Tommaso Della Longa, +41 79 708 43 67, [email protected] Pulse aquí para saber más del llamamiento de emergencia COVID-19 de la IFRC.

Leer más
| Nota de prensa

Afganistán: El apoyo mundial es crítico mientras la COVID se propaga desenfrenadamente

Kuala Lumpur/Kabul/Ginebra, 23 de febrero: La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja hace un llamamiento para que se preste urgentemente apoyo mundial a los servicios de salud y de análisis, así como a la vacunación, a fin de frenar la propagación del virus COVID-19, que se está extendiendo por todas las zonas de Afganistán, poniendo a prueba el frágil sistema sanitario del país. Una nueva ola está golpeando duramente a Afganistán. Las pruebas son inadecuadas y la Organización Mundial de la Salud informa que casi la mitad de las muestras analizadas dan positivo, lo que indica una propagación alarmante del virus. Con solo el 10 por ciento de las personas completamente vacunadas según Our World in Data, el frágil sistema de salud del país está luchando para hacer frente al aumento de las infecciones por COVID-19 después de que decenas de centros de salud por COVID-19 se vieran obligados a cerrar debido a la falta de medicamentos, suministros médicos esenciales y falta de fondos para pagar los servicios públicos y los salarios de los trabajadores de la salud. Menos de 10 de los 37 establecimientos de salud públicos de COVID-19 del país siguen funcionando y no pueden satisfacer la demanda. La Media Luna Roja Afgana está aumentando los servicios en sus clínicas de salud en Afganistán y su hospital COVID-19 en Kabul mientras apoya los esfuerzos de vacunación en todo el país y realiza campañas de información sobre cómo prevenir la propagación de la enfermedad. Mawlawi Mutiul Haq Khales, presidente interino de la Media Luna Roja Afgana, dijo: “A medida que aumenta el número de infecciones por COVID-19 desde las ciudades hasta los rincones más remotos del país, la comunidad internacional debe abrir las puertas para apoyar la atención médica crítica, las pruebas y otros servicios esenciales antes de que sea demasiado tarde para el pueblo de Afganistán. "Es vital aumentar la cantidad de instalaciones de salud COVID-19 funcionales para que se pueda aliviar la presión sobre los pocos hospitales que funcionan". Las sanciones internacionales han cortado cientos de millones de dólares en ayuda extranjera que es fundamental para mantener el sistema de atención médica del país, lo que incluye forzar el cierre de docenas de instalaciones de gestión de casos de COVID-19. Para agravar la crisis de salud, un brote de sarampión infectó a miles y mató a docenas de personas solo el mes pasado en Afganistán. Necephor Mghendi, Jefe de la Delegación de la IFRC para Afganistán, dijo: “El brote de sarampión es alarmante ya que Afganistán se encuentra en medio de una de las peores sequías y crisis alimentarias en décadas, dejando a los niños desnutridos y mucho más vulnerables a la enfermedad altamente contagiosa. "Es crucial para nosotros brindar ayuda a las comunidades que luchan frente a múltiples crisis y hambre severa, mientras invertimos con urgencia en instituciones locales que brindan servicios básicos vitales, incluidas las pruebas, el tratamiento y las vacunas de COVID-19. “Los programas de salud comunitarios con personal local y un sistema de salud pública que funcione bien son formas comprobadas de ayudar a los más vulnerables en las comunidades de Afganistán”. Como parte de este apoyo continuo, la Federación Internacional hace un llamado urgente a la comunidad internacional por más de 65 millones de francos suizos para ayudar a la Media Luna Roja Afgana a brindar servicios de salud, ayuda de emergencia y asistencia de recuperación a más de 1 millón de personas en las provincias afectadas por múltiples crisis. Para más información o concertar entrevistas, contacten con: Oficina Asia Pacífico: Antony Balmain, +60 12 230 8451, [email protected] Oficina Asia Pacífico: Joe Cropp, +61 491 743 089, [email protected]

Leer más
| Nota de prensa

Pacífico: COVID-19 pone en peligro sistemas de salud frágiles

Kuala Lumpur/Suva 1 de febrero de 2022: un aumento récord de COVID-19 amenaza con abrumar a los hospitales y los frágiles sistemas de salud en los países del Pacífico, ya que el virus se propaga por primera vez en varios países. Las Islas Salomón están experimentando su primer brote comunitario, con más de 780 casos informados y sus primeras cinco muertes relacionadas con COVID-19. Fiyi está experimentando su tercera ola de infecciones por COVID-19, impulsada por la variante ómicron, mientras que los países anteriormente libres de COVID-19, Kiribati y Palau, también han registrado infecciones comunitarias. Katie Greenwood Pacific, Jefa de Delegación de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC), dijo: “Durante casi dos años, la mayoría de los países del Pacífico han hecho un trabajo increíble para mantener a raya a la COVID-19. Estos nuevos brotes en los pequeños países del Pacífico amenazan los sistemas de salud que son frágiles y luchan por hacer frente a las necesidades de los habitantes de las islas del Pacífico. Se debe hacer todo lo posible para prevenir y contener el virus. “Si bien las tasas de vacunación son notables en algunos países del Pacífico, otros todavía son demasiado bajos. Es fundamental que las dosis de las vacunas lleguen hasta la última milla a todos en todo el Pacífico, con información confiable sobre cómo las vacunas brindan protección contra enfermedades graves y la muerte. “Generar confianza en las vacunas es vital en el Pacífico para asegurarnos de llegar a una masa crítica de personas vacunadas en todos los países. Aunque sabemos que el distanciamiento físico y el aislamiento dentro de los hogares pueden ser muy difíciles en muchos lugares, con el enorme aumento de la variante ómicron en todo el mundo, estas medidas, junto con el uso de máscaras, son fundamentales para reducir las tasas de infección”. Algunos países del Pacífico tienen altas tasas de vacunación, como Palau, donde el 96 por ciento de la población ha recibido dos dosis y Fiyi con el 68 por ciento. Otros países tienen un número mucho más bajo de personas vacunadas, como las Islas Salomón con un 10 por ciento, Vanuatu con un 22 por ciento y Kiribati tiene solo una de cada tres personas completamente vacunadas. Los sistemas de salud en muchos países del Pacífico sufren de falta de recursos y cuentan con equipos e infraestructura limitados. Esto se ve agravado por los desafíos logísticos y las comunidades repartidas en islas remotas, lo que dificulta la prestación de atención médica. Los países del Pacífico también se enfrentan a ciclones e inundaciones en las próximas semanas, mientras responden a otros desastres como la erupción volcánica y el tsunami en Tonga. “Muchas personas en todo el Pacífico están lidiando actualmente con un doble golpe amargo de desastres severos y la pandemia de COVID-19. "En Fiyi, el ciclón Cody ha afectado a decenas de miles de personas a medida que la última oleada de COVID se dispara en el país. Brindar apoyo a las personas afectadas por estas inundaciones y el tsunami y la erupción volcánica en Tonga es fundamental, aunque más difícil que nunca. “No debemos cambiar un desastre por otro. Es vital que se tomen todas las medidas para evitar la propagación de COVID-19 en el Pacífico”. Para más información, contacten con: En Suva: Soneel Ram, +679 9983 688, [email protected] Oficina Asia Pacífico: Courtney Wilson, +61 481 150 973, [email protected] Oficina Asia Pacífico: Antony Balmain, +60 12 230 8451, [email protected]

Leer más
| Nota de prensa

Sur de Asia: ómicron amenaza con saturar los sistemas de salud

Kuala Lumpur/Delhi, 12 de enero de 2022: La variante ómicron está alimentando un rápido aumento de COVID-19 en el sur de Asia que amenaza con abrumar a los sistemas de salud que aún se recuperan de una ola mortal de la variante delta el año pasado. Los países del sur de Asia, desde India hasta Nepal y Bangladés, están informando aumentos alarmantes en las infecciones por COVID-19, e India informó de un aumento del 2.013% en las infecciones por COVID-19 en el último mes, con casos que ahora superan los 179.000 en un día. La nueva ola está causando más miseria a cientos de millones de personas en todo el sur de Asia, que ya viven en la pobreza extrema, exacerbada por la COVID-19 en los últimos dos años. Udaya Regmi, Jefe de Delegación de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC), Asia Meridional, dijo: “Esta última oleada de COVID-19 representa un peligro inmenso para millones de personas y sistemas de salud en todo el sur de Asia. Ómicron se está propagando rápidamente y, si bien las tasas de vacunación se han disparado, después de una pérdida de vidas tan trágica el año pasado, crece el temor de tasas de infección récord. “La gente en todas partes quiere que termine esta pandemia, pero debemos aumentar los esfuerzos para mantener a las personas seguras con lo básico, usando máscaras, evitando las multitudes y vacunándose por completo cuando sea posible”. El año pasado, la Federación Internacional impulsó los sistemas de salud con un mayor suministro de equipos de oxígeno en el sur de Asia, lo que ayudó a las autoridades sanitarias a estar preparadas para este último aumento de COVID-19. Varios millones de voluntarios y voluntarias de la Cruz Roja y la Media Luna Roja están trabajando arduamente para brindar a las personas en mayor riesgo acceso a atención médica, pruebas y vacunas que salvan vidas. En el sur de Asia, la mayoría de los países han vacunado a menos del 50 por ciento de su población, lo que pone a las personas en mayor riesgo de desarrollar enfermedades graves y requerir hospitalización. India ha vacunado completamente al 45 por ciento de su población, mientras que Pakistán tiene un 32,8 por ciento y Bangladés un 33 por ciento que han recibido dos inyecciones, según Our World in Data de la Universidad de Oxford. El Dr. Abhishek Rimal, Coordinador de Emergencias Sanitarias de Asia Pacífico de la IFRC, dijo: “La variante ómicron parece tener síntomas más leves que la variante delta, pero es más infecciosa, por lo que el alto número de casos todavía provoca que miles de personas sean hospitalizadas y cientos mueran. “Debemos acelerar los esfuerzos para que todos se vacunen, y es fundamental usar máscaras y evitar las multitudes para mantener a salvo a las familias, los amigos y las personas más vulnerables. “Para evitar oleadas interminables de este virus mortal, necesitamos que las vacunas estén disponibles para todos, en todos los países, especialmente para las personas que aún no han recibido su primera dosis y las que corren mayor riesgo, incluidas las personas mayores y los trabajadores de la salud”. Para más información o concertar entrevistas, contacten con: Oficina Asia Pacífico: Antony Balmain, +60 12 230 8451, [email protected] Delegación Sur de Asia: Arabella Seebaluck, +12349000801, [email protected] Oficina Asia Pacífico: Courtney Wilson, +61 481 150 973, [email protected]

Leer más
| Artículo

El Apoyo psicosocial a la niñez del Amazonas colombiano

En la región de las Américas de la inversión total en salud solo 1.8% es destinada a la salud mental de acuerdo con la OMS. Esta brecha resalta con el gran impacto negativo que la pandemia por COVID-19 ha tenido en el bienestar de las personas. Sin el apoyo de servicios básicos psicosociales, las comunidades han enfrentado la dramática pérdida de 2.3 millones de vidas en el continente, los devastadores efectos socioeconómicos traducidos en el incremento de pobreza, con 209 millones de personas a 2020 en América Latina y el Caribe, la pérdida de ingresos en los hogares o la falta de acceso a educación para niños y niñas. La niñez ha sido gravemente afectada; CEPAL y OIT estiman que entre 100 mil y 300 mil niños, niñas y adolescentes de América Latina y el Caribe, ingresarían al mercado laboral como consecuencia de la pandemia, dejando de lado su formación . Con ello, su salud mental, así como las oportunidades para desarrollar su máximo potencial están en riesgo. Para aquellas personas en situación de vulnerabilidad el panorama es más grave. En Colombia, a noviembre de 2021 menos de la mitad de la población (48 por ciento) cuenta con un esquema de vacunación completo, con lo cual la recuperación socioeconómica para la otra mitad aún tiene un largo camino por delante. El acceso desigual de vacunas y las limitaciones para recibir servicios de apoyo psicosocial supondrán una recuperación desigual. 38,6% de la población en Colombia sufrió de nerviosismo en 2020 , y en respuesta el Estado priorizó el apoyo psicosocial durante la pandemia mediante la oferta servicios telefónicos. En zonas aisladas como el departamento del Amazonas esta ayuda no llegó para todas las personas, a pesar de registrar la mayor tasa de mortalidad por COVID-19 en junio de 2020. Las comunidades indígenas del Amazonas Colombiano, que representan un 17 por ciento de la población del departamento, sufrieron el cierre de las fronteras de países vecinos y puertos fluviales, con lo cual su economía local, su seguridad alimentaria, su acceso a salud y a servicios como educación fueron afectados. Para paliar la emergencia humanitaria en esta región la Cruz Roja Colombiana (CRC) implementó dos proyectos con el apoyo de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja (IFRC). De esta forma se brindó ayuda psicosocial a la niñez indígena, la entrega de asistencia monetaria multipropósito a personas adultas en situación de vulnerabilidad, la implementación de actividades de agua y saneamiento, el fortalecimiento de la red hospitalaria local y la entrega de insumos médicos a hospitales públicos de Leticia y Puerto Nariño. Las personas voluntarias de la Cruz Roja, un eje fundamental de la intervención 654 personas se han beneficiado de los encuentros comunitarios de salud mental y apoyo psicosocial dirigido a la comunidad, personal sanitario, y niños y niñas de cuatro instituciones educativas. El personal de la CRC implementa estas actividades, con el apoyo de personas voluntarias, como Laura Londoño, que a sus 21 años estudia ingeniería industrial y trabaja con la Seccional Amazonas de la CRC como voluntaria y directora de juventudes. También destina su tiempo libre apoyando al hospital público de Leticia donde realiza vigilancia epidemiológica en compañía de su madre. “Ser voluntaria, lo es todo, es la oportunidad de sembrar algo en la vida de alguien, ayudar sin recibir nada a cambio, tener un conocimiento y poderlo transmitir…” Laura Londoño Voluntaria de la Cruz Roja Colombiana Desde hace tres años entró a fortalecer el grupo de personas voluntarias que hacen frente a las consecuencias de la pandemia. Al inicio muchas de ellas se vieron afectadas por la pérdida de empleo, e incluso tres perdieron la vida con síntomas de COVID-19 cuando el grupo estaba conformado por cuatro menores de edad y dos adultos mayores. Hoy más de 20 menores de edad se han unido a este grupo, que aún recuerda el fallecimiento de un miembro del personal de CRC y 10 familiares del equipo de personas voluntarias. Para brindar el apoyo psicosocial a las poblaciones indígenas afectadas, Laura y su equipo de voluntarios, así como el personal de la CRC viajan en lancha durante dos horas surcando el rio Amazonas con destino a la escuela del corregimiento de Puerto Nariño. ‘’La COVID-19 se llevó a varios familiares de los niños y profesores de la escuela’’ Explica Adler Ahué Ruíz, rector de la escuela local. El equipo se prepara con 40 grados de sensación térmica para armar un teatrino, que sirve como inicio de las actividades psicosociales que generan la confianza necesaria en niños y niñas, mediante risas, bromas e interacciones, y facilitan la intervención. Las metodologías lúdicas avanzan en talleres de dibujo, con los cuales quienes participan tienen la oportunidad de expresar sus emociones y conocer cómo buscar apoyo según lo requieran. ’’Fue difícil el encierro de la pandemia, ahora en la escuela nos sentimos mejor porque podemos jugar con nuestros y nuestras amigas y aprender en compañía’’ comenta uno de los niños participantes. Con el direccionamiento del equipo del voluntariado, niños y niñas reconocen técnicas para trabajar en grupo, compartiendo materiales de trabajo y dibujando una camiseta que lleva impresa un mandala, como un mecanismo de relajación y sostenimiento de sus emociones, y que cada quien pinta según sus gustos y personalidad. En estas actividades de apoyo psicosocial, Laura da continuidad a una larga tradición humanitaria que comparte con su madre y padre, John Jairo Londoño Rivera que en 2007 y con 33 años, falleció como socorrista en el rio Magdalena después de haber rescatado a 7 personas. La labor filantrópica de 14 millones de personas voluntarias del Movimiento de la Cruz Roja y la Media Luna Roja se ve representado también en este equipo, que desde la Amazonía colombiana, contribuye a llevar asistencia humanitaria, acá y en más de 192 países, dirigida a las personas en mayor situación de necesidad. Gracias a este valioso trabajo, a octubre de 2021, el proyecto Appeal COVID-19 implementado por la CRC en los departamentos de Bolívar, Chocó, Nariño y Amazonas, ha alcanzado a millones de personas bajo sus tres ejes de intervención: 4.718.036 personas han sido beneficiadas en actividades para frenar la pandemia y mantener la salud, 1.409 se han beneficiado de acciones para aliviar el impacto socioeconómico y 6.160 personas han hecho parte de labores de fortalecimiento de la CRC.

Leer más
| Nota de prensa

"Las reacciones impulsivas son una afrenta a la solidaridad global que necesitamos para responder con éxito a una crisis de esta magnitud".

“El consenso alcanzado entre los Estados miembros esta semana para comprometerse con un instrumento legal que tenga como eje la preparación, la equidad y un enfoque de toda la sociedad, es crucial. El hecho de que las discusiones de esta semana tuvieran lugar a la sombra de Ómicron no podría evidenciar más claramente la necesidad de una colaboración global para prepararse y responder a las pandemias. “Pero los principios generales acordados no son suficientes. La próxima vez que los Estados miembros se reúnan, deberán profundizar en lo que se requiere exactamente para lograrlos. También debemos tener en cuenta que este proceso es una oportunidad para abordar la desconfianza que ha plagado la respuesta, por lo que instamos a los Estados miembros a mantener a las comunidades en el centro de las discusiones. Necesitamos aprovechar lo aprendido e instrumentalizar un enfoque para las pandemias globales que sea poderoso en el papel y transformador en la realidad ". Al comentar sobre el descubrimiento de la variante Ómicron, Chapagain agregó: “Ha sido una ilusión creer que la rápida vacunación en algunos países, mientras grandes focos del mundo siguen sin acceso a las vacunas, pondrá fin a esta pandemia. Y en lugar de aplaudir la gran ciencia y la transparencia que ayudó a descubrir una nueva variante, los países la castigaron con reacciones impulsivas. Esta es una afrenta a la solidaridad global que necesitamos para responder con éxito a una crisis de esta escala”. Para mayor información En Ginebra: Ann Vaessen, [email protected], +41 79 405 77 50

Leer más