África

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Nota de prensa

La Cruz Roja de Burundi atiende a miles de personas que huyen del conflicto en la República Democrática del Congo

Bujumbura/Kinshasha/Ginebra, 13 de marzo –La Cruz Roja de Burundi ha establecido un punto de servicio humanitario vital en el estadio de Rugombo, a pocos kilómetros de la frontera con la República Democrática del Congo (RDC), para acoger a casi 40.000 personas refugiadas -entre ellas, casi 18.000 niños y niñas- que huyen del conflicto en ese país. Un equipo de 500 personas voluntarias de la Cruz Roja de Burundi ofrece primeros auxilios a las personas que llegan tras días de viaje traumático, además de apoyo en salud mental, fumigación desinfectante para prevenir enfermedades, servicios de saneamiento, como duchas, letrinas y productos de higiene, mosquiteras, asistencia específica para mujeres embarazadas y personas con discapacidad, ropa de cama, agua potable y alimentos.Las ambulancias de la Cruz Roja están preparadas y hasta ahora han evacuado a más de 120 personas que necesitaban tratamiento médico.En medio de la multitud, es posible que la niñez se separe de sus seres queridos, por lo que un equipo especial de la Cruz Roja ha ayudado a reunir a muchas familias en apuros.También hay un equipo de nadadores en el río Rusizi, un peligroso paso fronterizo entre la RDC y Burundi, para reducir el riesgo de que la población desplazada se ahogue en su desesperado viaje hacia un lugar seguro. Hay vocerías expertas disponibles en terreno en Burundi, la RDC y Ginebra.Fotografías y video disponibles aquíPara más información o para solicitar una entrevista, póngase en contacto al correo: [email protected] Nairobi: Susan Mbalu, +254 733 827 654En Ginebra: Tommaso Della Longa +41 79 708 43 67 Hannah Copeland, +41 76 236 9109

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Nota de prensa

La Cruz Roja lanza un llamamiento para responder al octavo brote de ébola en Uganda 

Nairobi/Ginebra, 25 de febrero de 2025 - La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) ha lanzado un llamamiento de emergencia por un valor de 6 millones de francos suizos para ayudar a contener el octavo brote de ébola en Uganda desde el año 2000, causado por la enfermedad por el virus del ébola de Sudán, que ya ha dado lugar a nueve casos confirmados, y una muerte. Desde que se declaró el brote, el 30 de enero de 2025, la Cruz Roja de Uganda, con el apoyo de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC), ha estado al frente de la respuesta, trabajando junto con el Ministerio de Salud y otros socios para frenar la propagación de la enfermedad.El primer caso, una enfermera de 32 años, recibió tratamiento en varios centros de salud antes de sucumbir a la enfermedad en el Hospital Nacional de Referencia de Mulago el 29 de enero, en Kampala, la capital de Uganda. Diez distritos, entre ellos Kampala, Wakiso, Mukono, Luwero, la ciudad de Mbale, el distrito de Mbale, Iganga, la ciudad de Jinja, el distrito de Jinja y Kakumiro, han sido identificados como zonas de alto riesgo. La Cruz Roja de Uganda, aprovechando su experiencia en brotes anteriores, apoya al Ministerio de Salud a través de la vigilancia comunitaria, el rastreo de contactos, la comunicación de riesgos y la participación comunitaria, las derivaciones en ambulancia y los entierros seguros y dignos, entre otras medidas clave de respuesta.Robert Kwesiga, Secretario General de la Cruz Roja de Uganda, declaró: "Dada la alta densidad de población de Kampala y los frecuentes desplazamientos y viajes dentro de las principales ciudades de Uganda, se requieren medidas rápidas y eficaces para prevenir una mayor propagación de la enfermedad. Hemos movilizado a nuestros equipos voluntarios en las zonas afectadas y de alto riesgo para que proporcionen información vital a las comunidades, al tiempo que intensificamos la vigilancia y el rastreo de contactos. También hemos puesto a disposición servicios de ambulancia para ayudar a recoger cualquier caso sospechoso de las comunidades y llevarlo a los centros de tratamiento". A través del llamamiento de emergencia, la red mundial de la IFRC reforzará estos esfuerzos críticos y mucho más, para fortalecer las capacidades de las Sociedades Nacionales y salvar al país de la pérdida de vidas. Los fondos recibidos se utilizarán para apoyar a 520.000 personas con una serie de servicios que incluyen la participación comunitaria, la vigilancia basada en la comunidad y el rastreo de contactos, entierros seguros y dignos, medidas de prevención y control de infecciones, entre ellas el agua, el saneamiento y la higiene comunitaria, y el suministro de equipos de protección personal adecuados al personal sanitario. Se ha liberado un millón de francos suizos del Fondo de Emergencia para la Respuesta a Desastres de la IFRC (IFRC-DREF) para apoyar los esfuerzos iniciales. Mohamed Babiker, Jefe de Delegación de la IFRC para Uganda, Tanzania y Sudán del Sur, ha declarado: "Es una carrera contrarreloj e instamos a todos nuestros socios a actuar con rapidez antes de que el brote se agrave aún más. A menos que los recursos se movilicen rápidamente, el riesgo de un brote mayor no es improbable. Para nosotros, el tiempo es esencial".Notas al editor:Uganda ha tenido ocho brotes de ébola en un lapso de 25 años. El brote más reciente se produjo en septiembre de 2022, y Uganda fue declarada libre de ébola el 11 de enero de 2023, 114 días después de que se declarara el primer caso.A lo largo de los años, la Cruz Roja de Uganda ha adquirido experiencia en el manejo de la enfermedad, con el apoyo del Moivmiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, bajo el paraguas de la IFRC.Las operaciones del IFRC-DREF se activan para ayudar a las Sociedades Nacionales a acelerar los esfuerzos de respuesta, en un intento por salvar vidas. Los llamamientos se lanzan para ampliar la base de recursos, con el fin de permitir intervenciones a mayor plazo, esenciales para las situaciones emergentes en los respectivos países.Se dispone de portavoces en Uganda, Nairobi, Dakar y Ginebra.Si desea más información o solicitar una entrevista, póngase en contacto con: [email protected] Kampala: Irene Nakasiita, +256 755000695En Nairobi: Susan Mbalu, +254 733 827 654En Dakar: Moustapha Diallo, +221 774501004In Ginebra: Tommaso Della Longa +41 79 708 43 67 Scott Craig: +41 76 370 35 75

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Nota de prensa

República Democrática del Congo: Una crisis humanitaria de más en Kivu del Norte y del Sur

Kinshasa/Goma, 17 de febrero –La Cruz Roja de la República Democrática del Congo (Cruz Roja de la RDC), el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) están profundamente preocupados por el recrudecimiento de la crisis humanitaria en la región de Kivu, en el este de la República Democrática del Congo (RDC), en particular en la ciudad de Goma. Miles de civiles, incluyendo mujeres, menores y personas heridas y enfermas, están soportando el peso del conflicto.Los últimos enfrentamientos en Goma y sus alrededores, la capital de Kivu Norte, han obligado a cientos de miles de habitantes de la ciudad a huir, dejándolo todo atrás. Además, casi 300.000 personas que se habían refugiado en campamentos para personas desplazadas en las afueras de Goma también tuvieron que huir de los combates, que dejaron cientos de cadáveres esparcidos por las calles. El CICR está ayudando a la Cruz Roja de la RDC a recuperar los cadáveres en Goma de forma segura y digna."Estamos muy preocupados. Muchas de estas personas ya se encontraban en una situación muy vulnerable, tras haber sido obligadas a abandonar sus hogares en otros lugares de Kivu del Norte y Kivu del Sur, a veces repetidamente", declaró Grégoire Mateso Mbuta, presidente de la Cruz Roja de la RDC. "La situación humanitaria es desesperada en Bukavu y Goma. En Goma, los depósitos de cadáveres y los hospitales están desbordados. Unas 190 personas voluntarias de la Cruz Roja de la RDC y un equipo de coordinadores trabajan sin descanso para recuperar los cadáveres abandonados en las calles, tomar medidas para prevenir epidemias y dar a las víctimas un entierro digno. Ante tanta necesidad, es urgente prestar más ayuda".El voluntariado de Kivu Norte y Kivu Sur ya está trabajando duro para proporcionar esta ayuda. Al mismo tiempo, los representantes regionales de la Cruz Roja de la RDC se reúnen para decidir, planificar y coordinar sus actividades en colaboración con sus asociados del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja y con las autoridades políticas y administrativas y otras organizaciones.Muchas personas han resultado heridas por los combates y el fuego de artillería pesada en una zona tan densamente poblada. En enero de 2025, los centros médicos apoyados por el CICR en Kivu del Norte y Kivu del Sur atendieron a unas 1.400 personas heridas, diez veces más que en diciembre de 2024. La mayoría eran civiles y muchas eran mujeres, niños y niñas."Las líneas eléctricas resultaron dañadas, lo que dejó a Goma sin agua ni electricidad. Es imperativo que las partes en conflicto respeten el derecho internacional humanitario y preserven a la población civil y los bienes de carácter civil. Los servicios de salud deben ser respetados y protegidos. En particular, la ubicación de importantes laboratorios, centros de salud y hospitales debe tenerse en cuenta en la planificación y el desarrollo de las hostilidades", dijo François Moreillon, jefe de la delegación del CICR en la RDC.Muchas familias han quedado separadas en el caos de la huida y esperan ansiosas noticias de seres queridos con los que han perdido el contacto. El CICR y el voluntariado local de la Cruz Roja colaboran para ayudar a estas personas a volver a ponerse en contacto y averiguar dónde están y si se encuentran bien.El retorno del conflicto armado en octubre de 2023 ha dado lugar a una crisis humanitaria compleja y sin precedentes. La última escalada, a finales del año pasado, ha sido testigo de combates extraordinariamente encarnizados, que han causado un sufrimiento insoportable a miles de personas, que necesitan urgentemente ayuda para salvar sus vidas.Desde febrero de 2024, la IFRC ha estado apoyando las operaciones de emergencia de la Cruz Roja de la RDC para proporcionar refugio, artículos domésticos esenciales, ayuda en efectivo, asistencia sanitaria, acceso a agua, saneamiento e higiene, y otros servicios humanitarios a las personas desplazadas en el este de la RDC. La IFRC también ha estado apoyando el programa de ayuda alimentaria de la Sociedad Nacional, que desde enero de 2025 ya ha ayudado a casi 95.000 personas desplazadas y familias de acogida en Kivu del Norte. Sin embargo, la inseguridad alimentaria ya de por sí crónica, puede empeorar a medida que se intensifique el conflicto."Ya hay mucha gente luchando por cubrir sus necesidades más básicas. Cuanto más duren los combates y más se extiendan, más personas se verán afectadas y más difícil será para ellas. La Cruz Roja de la RDC, el CICR y la IFRC seguirán prestando ayuda vital a las personas afectadas, ya sea en zonas urbanas o rurales. Pero para hacerlo, necesitamos garantizar que nuestros equipos puedan trabajar con seguridad. También debe permitirse el acceso seguro a las demás organizaciones humanitarias, para que puedan prestar la ayuda esencial que la gente necesita tan desesperadamente".Además de ayudar a la Cruz Roja de la RDC a recuperar los cadáveres de las víctimas en Goma y Bukavu de forma segura, adecuada y digna, el CICR también está ayudando a restablecer servicios esenciales, como el agua y la electricidad, que dejaron de funcionar a causa de los combates. Las personas que han perdido el contacto con sus seres queridos también pueden hacer llamadas telefónicas gratuitas a través del CICR. La Cruz Roja Española, la Cruz Roja Francesa y la Cruz Roja de Luxemburgo también prestan ayuda en Goma y en otros lugares de Kivu del Norte y Kivu del Sur.Más información: [email protected]: Francine Kongolo, +243 (0) 81 992 23 28,[email protected] Roja de la RDC: Kally Maluku, +243818966 243,[email protected] (Africa): Susan Mbalu, +254 733 827 654Moustapha Diallo, +221 77 450 10 04

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Artículo

Migración: Un padre escribe un poema de dolor y pérdida después de que el rescate se convirtiera en tragedia

“En la orilla de la muerte, tu viaje terminó.Tu pequeño corazón, aún inmaduro, no pudo resistir.Estaba lleno de amor, desbordante hasta el último aliento.Te fuiste, hermosa mía, pequeña mía...”Estas son las dolorosas y lúgubres palabras de un padre en duelo, escritas en las horas posteriores a que su hija de siete años sufriera un paro cardíaco, poco después de que fuera rescatada de una embarcación en apuros en medio del mar Mediterráneo. Se llamaba Rahaf y ella y su familia acababan de ser subidas a bordo del buque de búsqueda y rescate Ocean Viking, gestionado por SOS Mediterranee y la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC).Poco después del rescate, Rahaf, que padecía una cardiopatía congénita, sufrió un paro cardíaco. Tras recibir reanimación cardiopulmonar por parte del equipo a bordo, fue trasladada por vía aérea a un hospital de Malta. Por desgracia, no sobrevivió al viaje y falleció en el helicóptero.Sumido en el dolor, su padre plasmó su dolor en palabras, que escribió con un bolígrafo en un simple trozo de papel blanco. Luego pidió que este poema y la historia de su hija se compartieran con el mundo, como homenaje a su hija y para llamar la atención sobre la situación a la que se enfrentan las personas que cruzan el Mediterráneo.La familia, de cuatro miembros, formaba parte de un grupo de 92 personas migrantes rescatadas de una embarcación en apuros en el Mediterráneo Central, cerca de Malta.Aquí está la versión completa del poema del padre:“En la orilla de la muerte, tu viaje terminó.Tu pequeño corazón, aún inmaduro, no pudo resistir.Estaba lleno de amor, desbordante hasta el último aliento.Te fuiste, hermosa mía, pequeña mía...Tu suave voz se ha desvanecido para siempreDejando atrás un padre, una madre y una hermana - Perdida, vagando entre el mar y el cielo.¿Cómo pudo tu bondadoso corazón dejar a tus seres queridos de repente?Soportaste las penurias del viaje, la crueldad de las olas, ¿para qué?Por una vida digna. Sí, ahora la has encontrado, Rahaf. Estás en la dicha eterna.Que tu alma descanse en paz, mi amor.”Un océano de sufrimiento humanoPor desgracia, la muerte de Rahaf no es un caso aislado. El Mediterráneo es una de las rutas migratorias más mortales del mundo. Al menos 115 menores perdieron la vida intentando cruzar el Mediterráneo solo en 2024.Desde 2014, más de 31.000 migrantes se han ahogado o han desaparecido durante el peligroso viaje a través del mar Mediterráneo.Detrás de cada cifra hay una persona: un hijo, un padre, una hermana... arriesgándolo todo en busca de seguridad.Para ayudar a evitar más historias trágicas y muertes innecesarias, la IFRC sigue comprometida con los esfuerzos de rescate y trabajando a bordo del Ocean Viking para garantizar que las personas perdidas y en apuros en el vasto Mediterráneo reciban la atención vital que necesitan, así como apoyo psicológico para ayudarles a hacer frente a las tensiones por las que han pasado.Con el apoyo de un llamamiento de emergencia en curso para respaldar sus operaciones en el Mediterráneo, la IFRC opera un Punto de servicio humanitario (HSP, por sus siglas en inglés) en el Ocean Viking. Este HSP flotante y móvil ofrece varios servicios críticos, como atención médica, apoyo psicológico y otros tipos de asesoramiento para ayudar a la población migrante a hacer frente a lo que han vivido y a prepararse para lo que les puede esperar cuando por fin lleguen a un puerto europeo y surjan nuevos retos.

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Emergencia

Camerún: Inundaciones

Desde principios de agosto de 2024, las lluvias torrenciales han afectado gravemente a las regiones del extremo norte, oeste, noroeste y suroeste de Camerún, afectando a más de 360.000 personas y provocando múltiples muertes, pérdida de medios de subsistencia, viviendas, infraestructuras, instalaciones educativas, daños agrícolas y medioambientales, así como pérdidas de ganado. Este llamamiento ayudará a la Cruz Roja de Camerún a marcar una diferencia significativa para 99.100 personas afectadas por estas devastadoras inundaciones.

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Artículo

Día Mundial de la Salud Mental: Un día muy significativo para el personal humanitario

El personal humanitario se enfrenta a retos únicos: trabaja en contextos de graves dificultades, a menudo bajo presión, y en entornos en los que la seguridad nunca está garantizada. Para estas personas, la salud mental en el trabajo va más allá de los debates habituales sobre el estrés y el agotamiento. Está entrelazada con la urgencia, la resiliencia y una dedicación inquebrantable a la misión humanitaria. Es un elemento fundamental que permite a las y los profesionales seguir prestando un apoyo de calidad a las comunidades a las que ayudan.En esta ocasión, queremos destacar las voces desde el terreno. Colegas de la IFRC que trabajan en apoyo psicosocial comparten sus reflexiones sobre la importancia de mantener su salud mental mientras prestan apoyo a otras personas. Sus testimonios ofrecen perspectivas ricas y diversas sobre cómo abordar este importante tema."La salud mental en el trabajo es un componente esencial de nuestro bienestar general. En mi trabajo con la IFRC, ya sea gestionando crisis como los brotes de Marburg y Mpox en África o prestando asistencia psicosocial a comunidades afectadas por inundaciones, he visto el gran impacto que el estrés y los retos psicológicos pueden tener en las personas, los equipos y las comunidades.La resiliencia mental es indispensable en el sector humanitario. Trabajando con el voluntariado de la Cruz Roja en emergencias sanitarias, he visto lo crucial que es contar con estructuras de apoyo, espacios de diálogo y formación en primeros auxilios psicológicos".Dr. Aimé Mbonda, coordinador de salud del clúster de Yaundé de la IFRC, un centro regional que abarca Camerún, Santo Tomé y Príncipe, Guinea Ecuatorial y Gabón. •"Cuando pienso en la salud mental en el trabajo, me acuerdo de que, aunque este concepto puede parecer intimidante, en realidad es muy sencillo en su esencia. Se trata de fomentar un sentimiento de pertenencia, garantizar la seguridad psicológica, permitir que el personal tenga control sobre su trabajo y ayudarle a sentir su impacto.En la práctica, esto significa compartir abiertamente con colegas, escuchar atentamente, generar confianza y ofrecer reconocimiento. Las personas que trabajan en el sector humanitario, a menudo apasionadas y con grandes expectativas, necesitan especialmente oír que están haciendo un buen trabajo, que forman parte de un equipo valioso, que sus opiniones importan y que, gracias a sus esfuerzos, alguien en nuestro difícil mundo acaba de tener un día mejor".Allison Male, consultora de apoyo psicosocial•"La salud mental en el trabajo es más que un eslogan; es una obligación. Promover la salud mental en el trabajo es una responsabilidad tanto a nivel individual como institucional. El tema de este año para el Día Mundial de la Salud Mental es un recordatorio de la necesidad de unir esfuerzos para promover, crear y mantener un entorno de trabajo propicio para una buena salud mental.No hay salud sin salud mental», como suele decirse. Dar prioridad a la salud mental en el entorno profesional es una cultura que hay que co-crear y fortalecer".Dra. Danielle Domersant, Delegada de Salud, cluster de Yaundé•"Con los actuales conflictos mundiales, el equipo de apoyo psicosocial debe estar preparado para intervenir en cualquier momento para proporcionar apoyo psicológico, si se le pide. El apoyo psicosocial se ha convertido en una parte integral de la IFRC en estos tiempos de cambio.También debemos configurar el apoyo que ofrecemos para adaptarlo a los diferentes contextos mediante un enfoque ecléctico. También es muy importante preguntarse: ¿Cómo podemos apoyar mejor al personal afectado o asegurarnos de que se siente suficientemente apoyado?Desde una perspectiva personal, hay veces que me gustaría poder hacer más para ayudar en determinadas situaciones, sobre todo en crisis en las que sería preferible estar físicamente presente, pero no es posible. El uso de la tecnología es entonces muy útil y permite ofrecer el mismo nivel de apoyo".Caroline Kithama, Psychosocial Support Consultant•Más información sobre el trabajo de la IFRC para proteger el bienestar psicológico del personal, el voluntariado y las personas afectadas por crisis.Salud mental y apoyo psicosocialDía Mundial de la Salud Mental: Ayudando a otras personas, una joven voluntaria aprendió a ayudarse a sí mismaDía Mundial de la Salud Mental: ¿Qué implica la salud mental en el trabajo cuando tu labor consiste en ayudar a personas en una zona de conflicto?La Cruz Roja Uruguaya envía un mensaje que salva vidas: el suicidio en adolescentes se puede prevenir5 consejos de cruzrojistas para cuidar nuestra salud mentalSemana Europea de la Salud Mental: El poder curativo del arte ayuda a las personas a hacer frente a la angustia causada por los conflictos

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Región de África | Epidemia de Mpox (viruela símica)

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Emergencia

Níger: Inundaciones

Las fuertes y persistentes lluvias registradas desde julio se han cobrado la vida de más de 300 personas, han destruido más de 95 mil viviendas y han arrasado miles de hectáreas de cultivos y ganado. Las precarias condiciones socioeconómicas del país agravan también la vulnerabilidad de su población, en particular la que vive en campos de personas refugiadas, barrios periféricos, zonas propensas a las inundaciones y zonas urbanas densamente pobladas.A través de este llamamiento de emergencia, la IFRC y sus miembros se proponen atender las necesidades urgentes de 250.000 personas en 5 regiones mediante intervenciones en las áreas de salud, agua, saneamiento e higiene, refugio y seguridad alimentaria.

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Artículo

Zimbabue: un proyecto hídrico ofrece un jardín de esperanza en una región devastada por la sequía

Patience Makuya, de 37 años y madre de siete, es una de las muchas mujeres que se han llevado la peor parte de una sequía devastadora que ha convertido campos antes fértiles en extensiones estériles.Desencadenada por el fenómeno meteorológico de El Niño, la sequía ha asolado el sur de África, dejando a millones de personas frente a la inseguridad alimentaria y la escasez de agua.En Mwenezi, provincia de Masvingo, un distrito famoso por sus lluvias irregulares y sus altas temperaturas, el impacto ha sido especialmente grave. Aquí, más del 80% de la región ha recibido precipitaciones por debajo de la media, lo que ha provocado la pérdida generalizada de las cosechas y ha agravado la crisis del hambre.Para mujeres como Patience, la lucha diaria por la supervivencia se ha convertido en una dura realidad, aunque un sistema de riego y un huerto recién creados están aliviando la presión de muchas familias. "Antes de este sistema de agua corriente y el huerto, solíamos hacer largos viajes para buscar agua y dejábamos a nuestras hijas e hijos todo el día con hambre", recuerda Patience. "No teníamos verduras que darles para comer con sadza (harina de maíz), así que comprábamos azúcar para que comieran con la sadza".Esta sombría realidad es compartida por mucha gente en Mwenezi, donde la sequía ha llevado la inseguridad alimentaria a niveles alarmantes, con casi la mitad de la población luchando contra el hambre severa.Un conducto de esperanzaLa Cruz Roja de Zimbabue, consciente de las necesidades acuciantes de Mwenezi ha puesto en marcha varios proyectos destinados a salvar vidas y mitigar los efectos de la sequía, con el apoyo de la IFRC.Uno de esos proyectos es el Sistema de distribución de agua por tubería de Gudomutovhoti, una red de tuberías de 2 km puesta en servicio en mayo de 2024, que ha llevado el agua que tanto necesitaba el distrito, transformando vidas en el proceso.La red de tuberías alimenta el huerto nutricional de 1,5 hectáreas, donde Patience y muchas otras mujeres de 100 hogares cuidan diligentemente las parcelas que les han sido asignadas.Para Patience y las mujeres de la comunidad de Gudomutovhoti, en el distrito 14, bajo el mando del jefe Neshuro, el sistema de agua corriente ha sido casi un milagro. En una región propensa a la irregularidad de las lluvias y a los problemas hídricos, especialmente ante el cambio climático, el plan no sólo ha reducido la ardua tarea de ir a buscar agua, sino que también ha proporcionado los medios para mantener a sus familias.Gracias a la creación de un huerto nutricional, Patience y otras mujeres de la comunidad pueden ahora cultivar verduras y legumbres, que constituyen una fuente vital de nutrición. "Ahora nuestras niñas y niños se alimentan mejor gracias a este huerto", dice Patience. "Podemos cocinar espinacas de nuestro huerto y alimentar a nuestras familias". El huerto nutricional también ha fomentado un sentimiento de autosuficiencia entre las mujeres, que han asumido la propiedad de sus parcelas y ahora son capaces de mantener a sus familias, a pesar de las duras condiciones."Muchas personas de la comunidad se mostraban escépticas y se reían de nosotras por participar en el proyecto, pero ahora vienen a pedirnos verduras para comer de nuestros huertos y vendemos para recaudar dinero con el que pagar las tasas escolares o comprar cereales para evitar el hambre en esta sequía", nos cuenta Patience.Desafíos aún pendientesAunque el sistema de agua potable y el huerto nutricional han proporcionado un alivio muy necesario, los retos a los que se enfrenta Mwenezi están lejos de haber terminado. La sequía sigue estrechando sus garras, exacerbando la inseguridad alimentaria y provocando una serie de problemas sociales, como la violencia de género, los matrimonios infantiles y el abandono escolar."La sequía ha agravado estos problemas", afirma Abigail Murwira, responsable de género del Ministerio de Asuntos de la Mujer y Desarrollo Comunitario y de la Pequeña y Mediana Empresa del distrito. "Las parejas discuten más cuando faltan alimentos, y muchas niñas abandonan la escuela para casarse mientras sus familias buscan formas de ganarse la vida".La sequía se ha cobrado un alto costo entre quienes se dedican a la ganadería, con la muerte de muchos animales por falta de agua y pastos. La estación de agua de Gudomutovhoti está proporcionando un alivio crítico, suministrando el agua que tanto necesitan los pastores y su ganado, aliviando el duro impacto de la sequía.La evaluación de las necesidades de la Cruz Roja de Zimbabue en Mwenezi, apoyada por la IFRC, subraya la urgente necesidad de ampliar la respuesta, como se pide en el actual llamamiento de emergencia de la IFRC para los países afectados por la sequía y la inseguridad alimentaria en África. Sin apoyo adicional, millones de personas en Zimbabue y en toda la región se enfrentarán a niveles cada vez peores de inseguridad alimentaria aguda, malnutrición y escasez de agua.La historia de Patience Makuya es un duro recordatorio del costo humano del cambio climático y de la necesidad crítica de esfuerzos humanitarios sostenidos. Si bien la Cruz Roja de Zimbabue y la IFRC han dado pasos significativos para aliviar el sufrimiento inmediato en Mwenezi, y la resistencia de personas como Patience es inspiradora, estos hechos no deben ser vistos como un sustituto del apoyo que tan desesperadamente necesitan.Por Rumbidzai Nenzou, Oficial de Comunicación de la IFRC

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Emergencia

Región de África | Epidemia de Mpox (viruela símica)

En África se está observando un preocupante aumento de casos y muertes por mpox en 2024, con más de 17.000 casos y 500 muertes en al menos 12 países en 2024, lo que representa un aumento del 160% y del 19% en casos y muertes, respectivamente, en comparación con el mismo periodo de 2023. La República Democrática del Congo (RDC) es el epicentro de esta epidemia, con el 92% del total de casos en la región de África. Ya se han notificado casos en las 26 provincias de la RDC. La transmisión transfronteriza desde las provincias orientales de Kivu del Norte y Kivu del Sur a países no endémicos va en aumento, especialmente a Burundi, pero también a Ruanda y Uganda, así como a Kenia. Las Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja de todo el continente están en contacto con sus respectivos ministerios para apoyar sus planes de Preparación y respuesta. Por favor, haga su donación ahora y únase a nosotros para marcar una diferencia significativa para los 30 millones de personas apoyadas por las Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja en esta respuesta.

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Nota de prensa

La IFRC amplía la respuesta a la viruela símica en África al declararse una emergencia sanitaria mundial

La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) está intensificando los esfuerzos de respuesta ante el aumento de casos de viruela símica (mpox) en África. En los últimos tres días, la OMS y el Centro Africano para el Control y la Prevención de Enfermedades han declarado la epidemia emergencia de salud pública de importancia internacional y continental. Con más de 17.000 casos sospechosos o confirmados y un devastador costo de 500 muertes en al menos 12 países, la epidemia ha superado la escala de años anteriores. La tasa de letalidad es del 3,2%. La situación es alarmante debido a la rápida propagación entre las nuevas poblaciones de riesgo y a la propagación internacional a zonas que nunca habían padecido la enfermedad. Mohammed Omer Mukhier, Director Regional de la IFRC dice:"El fuerte aumento de los casos de viruela símica en África es muy preocupante y constituye un grave problema de salud pública. No se trata sólo de un problema local; es una amenaza continental que exige una acción inmediata y coordinada. En la República Democrática del Congo (RDC), desde el año pasado, junto con los equipos de la Cruz Roja del país, hemos estado apoyando a las comunidades afectadas, pero es necesario hacer más, en estrecha colaboración con los Ministerios de Salud movilizados, ya que la situación evoluciona y se expande rápidamente por toda África".La República Democrática del Congo ha registrado el 92% de los casos de esta creciente epidemia, pero la rápida propagación en otros países está poniendo en peligro a nuevas comunidades. Una nueva variante del clado 1b, sobre la que aún estamos aprendiendo, ha surgido en la RDC y se está extendiendo a países vecinos como Burundi, Kenia, Ruanda y Uganda. Otras naciones africanas están notificando casos sospechosos junto con el resurgimiento de brotes anteriores de mpox. A diferencia de los brotes anteriores, las epidemias asociadas tanto a los tipos nuevos como a los preexistentes del virus mpox están creciendo y afectando a nuevas comunidades. La nueva variante, aunque vinculada al contacto sexual, está afectando a personas de todas las edades y procedencias.Bronwyn Nichol, Oficial Superior de Salud Pública en Emergencias de la IFRC, afirma:"La epidemia de mpox nos recuerda crudamente que los virus no conocen fronteras. La escasez de pruebas, tratamientos y vacunas exige una respuesta mundial coordinada, que incluya un mayor acceso a las reservas de vacunas en África. Un esfuerzo unificado es esencial para proteger a las poblaciones vulnerables y evitar sufrimientos y muertes innecesarias".En la RDC, la Cruz Roja local ha estado apoyando la respuesta del gobierno compartiendo información sanitaria fiable y precisa con las comunidades, llevando a cabo una vigilancia basada en la comunidad para detectar y notificar casos sospechosos, prestando apoyo psicosocial a las personas afectadas y apoyando con medidas de promoción de la higiene basadas en la comunidad. Un enfoque basado en la comunidad apoyará a las víctimas contra la estigmatización. Las personas que muestren signos y síntomas recibirán apoyo precoz antes de que se produzca una mayor transmisión.Grégoire Mateso, Presidente de la Cruz Roja de la RDC, afirma:"El año pasado fue difícil. La aparición de una variante nueva y potencialmente más transmisible del mpox como la Clade 1b afecta gravemente a la contención. Hemos visto de primera mano cómo la escasez de pruebas, vacunas y kits de tratamiento puede obstaculizar los esfuerzos para contener la enfermedad. También es necesaria una mayor concienciación pública para gestionar el estigma, la detección precoz y el aislamiento de los casos".La Cruz Roja de la RDC está ampliando su respuesta al brote de mpox, aprovechando muchos años de trabajo comunitario de preparación ante epidemias. A través del Programa Comunitario de Preparación para Epidemias y Pandemias (CP3) y la Alianza Programática, la Cruz Roja de la RDC, con el apoyo técnico de la IFRC y la Cruz Roja Francesa, ha estado fortaleciendo la resiliencia sanitaria en comunidades de todo el país, dotándolas de los conocimientos y las herramientas para detectar, prevenir y responder rápidamente a brotes de enfermedades. Las Sociedades de la Cruz Roja de los países vecinos que están respondiendo a los primeros casos de viruela símica están ampliando rápidamente el apoyo a las comunidades, para ayudar a detectar y responder a nuevos casos a fin de reducir la enfermedad y las muertes y limitar la propagación del virus. La Cruz Roja de Burundi está ayudando al Ministerio de Salud a responder al rápido aumento de los casos de viruela con el apoyo del Fondo de Emergencia para la Respuesta a Desastres (IFRC-DREF). La IFRC está a la vanguardia de la respuesta al brote de mpox en África, con una amplia experiencia en la gestión de brotes de enfermedades anteriores, como el Ébola y el COVID-19. Con una vasta red de más de 4 millones de personas voluntarias y 14.000 miembros del personal en todo el continente, la red de la IFRC está prestando un apoyo fundamental a los gobiernos, que incluye la vigilancia basada en la comunidad, la comunicación de riesgos y la participación de la comunidad, así como servicios de salud mental. A medida que la epidemia de viruela símica sigue propagándose, la IFRC pide un mayor apoyo mundial para contener la crisis mediante un mayor acceso a las pruebas, el tratamiento y las vacunas para las poblaciones de riesgo en todo el continente, junto con una acción sostenida basada en la comunidad, que mejore la eficacia de las acciones de respuesta a la epidemia.Más informaciónPara solicitar una entrevista, contacte a: [email protected]  En Ginebra: Tommaso Della Longa: +41 79 708 43 67 Andrew Thomas: +41 76 367 65 87 En Nairobi: Susan Nzisa Mbalu: +254 733 827 654

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Día Mundial del Donante de Sangre: Antes "huía de donar sangre" debido a su fobia a las agujas. Ahora es un promotor de la donación de sangre.

Para Ademola Gaffar, de 43 años, los cumpleaños siempre han sido más para dar que para recibir. Todos los años celebra su cumpleaños donando algo increíblemente valioso: su sangre.En su último cumpleaños, el 2 de marzo, hizo su donación de sangre número 50 y, al mismo tiempo, animó a otras 50 personas a hacer lo mismo. Lo llamó "Proyecto 50/50: Sangre".Conocido como "coordinador emérito" de la sección estatal de Lagos de la Cruz Roja de Nigeria, debido a su larga labor como coordinador de la juventud, se hizo voluntario de la Cruz Roja en la escuela secundaria. Como voluntario y formador en primeros auxilios, vio de primera mano por qué la sangre es tan crucial durante las emergencias.Sin embargo, durante mucho tiempo tuvo miedo de donar sangre debido a una fuerte fobia a las agujas. Entonces, ¿cómo alguien que dice que una vez "huyó de donar sangre" se convirtió en uno de los mayores defensores de la donación de sangre de Nigeria? Decidimos preguntarle por qué lo hace, cómo venció su fobia y cuántas veces más espera volver a donar sangre.Pregunta: ¿Por qué lo hace? ¿Qué significa para usted donar sangre? Ademola Gaffar: Donar sangre puede salvar la vida de alguien. Así que es un placer sentir que puedes dar sólo un poco de tu sangre y que eso salvará la vida de otra persona.Supongo que uno nunca sabe cuántas vidas, o de quién, puede salvar, ¿cierto?.En realidad, una unidad de sangre tiene la capacidad de salvar tres vidas. Para mí es muy satisfactorio formar parte de una red humanitaria que ha salvado la vida de tantas personas.¿Ha visto de primera mano cómo la gente necesita sangre durante las emergencias? Desde la escuela secundaria, recibí formación en primeros auxilios y he formado a muchas personas jóvenes en esta materia. Siempre que hay una emergencia, vemos cómo la gente pierde sangre y se ve implicada en accidentes.Aparte de prestar primeros auxilios y llevar a la gente al hospital, se ve la necesidad de sangre para sobrevivir a lo que están pasando. Por eso también movilizo a personas jóvenes voluntarias para que también donen sangre.¿Así que ha donado sangre 50 veces?. Al principio, mi objetivo era donar 25 veces, y después me propuse donar 50 veces. El 2 de marzo de este año hice mi donación número 50 y ese mismo día también pude movilizar y animar a 50 jóvenes a donar.¿Cómo lo consiguió?. A través de las redes sociales, con mi página de Facebook, mi página de Instagram, WhatsApp. Y desde entonces, he donado una vez más. Así que ya he donado sangre 51 veces.¿Hasta dónde vas a llegar?¿Vas a por las 100?. Bueno, todavía me siento fuerte. Y creo que mi sistema lo soporta bien. El servicio de transmisión de sangre del estado de Lagos y otros servicios de transición, siempre comprueban tu estado de salud y ven si eres apto para donar. Así que mientras sea capaz de donar, lo haré.¿Cuándo fue su primera donación de sangre?. Mi primera generación de sangre fue en 2008. Antes de eso, en realidad huía de donar sangre, debido a mi fobia a las agujas. Pero luego, en la universidad, gracias a lo que leí sobre la donación de sangre, aprendí que la donación de sangre no sólo salva vidas, sino que en realidad puede ser buena para ti. Puede ser buena para tu salud cardiovascular. Entonces era coordinador estatal de la sección juvenil de la sección estatal de Lagos de la Cruz Roja de Nigeria y tenía un programa en el que tenía que animar a la juventud a participar en la donación de sangre. Así que tuve que empezar a predicar con el ejemplo.¿Cómo superó la fobia? ¿Sigue teniendo miedo a las agujas?. Me dije a mí mismo que necesitaba valor, porque lo que quiero hacer es más importante que la fobia. Ahora ayudo a otras personas jóvenes a superar la fobia. En los grupos juveniles, por ejemplo, hacemos sensibilización para la donación de sangre. Voy a donar sangre, y la aguja se clava en mi piel, sale sangre, y yo estoy lleno de sonrisas. Así, la gente joven lo ve y dice: "Oh, yo puedo hacerlo", y se apuntan.RecursosMás información sobre los servicios de donación de sangre que ofrecen las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.

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Discurso

El Presidente de la IFRC interviene en la conferencia de alto nivel sobre seguridad alimentaria y nutrición en la Unión Africana

Excelencias, honorables ministros, distinguidos delegados, dirigentes y amigos de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, señoras y señores, Es un gran honor y un placer para mí estar hoy aquí y, junto con todos ustedes, inaugurar este importante evento sobre las crisis de seguridad alimentaria a las que nos enfrentamos en África. Esta conferencia es una plataforma única que nosotros, los co-convocantes, proporcionamos para aprovechar el apoyo de los actores políticos, humanitarios y de desarrollo, así como de las instituciones financieras internacionales. Nos sentimos especialmente honrados por la estrecha cooperación de más de una década con la Comisión de la Unión Africana. A través de usted, Su Excelencia el Comisario Sacko, elogio el liderazgo de la Unión Africana y prometo nuestro compromiso continuo como Federación para fortalecer nuestra asociación. Sin embargo, mientras abordamos la complejidad de la seguridad alimentaria y la nutrición, tampoco debemos olvidar escuchar a quienes están en primera línea de riesgo y en las comunidades más marginadas y de difícil acceso. Represento a la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja -la mayor red humanitaria del mundo, compuesta por 192 Sociedades Nacionales que constituyen 14 millones de personas voluntarias en todo el mundo- preparada, comprometida y lista para responder a los desastres y las crisis a escala local, nacional y regional. Nuestra red aporta voces desde la primera línea de los desastres y soluciones que ofrecen las comunidades. Nosotros, la IFRC, defendemos la localización y la apropiación nacional en la práctica sobre el terreno como una necesidad en todo el mundo. Empoderar a los actores locales, como nuestras personas voluntarias de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, nos permite salvar vidas y llegar a más personas vulnerables. Nuestros voluntarios y voluntarias forman parte de las comunidades locales, conocen las necesidades y saben cómo atenderlas mejor. Llevar la asistencia humanitaria a las familias que se desplazan constantemente es uno de los mayores retos a los que se enfrentan los trabajadores humanitarios. Por ejemplo, nuestros equipos de la Media Luna Roja en Somalia trabajan en estrecha colaboración con las comunidades nómadas y, por lo tanto, nunca hay dudas sobre dónde entregar la ayuda. Estos voluntarios proceden de las comunidades a las que sirven y saben cómo hacerlo mejor que nadie. Como red mundial estamos profundamente preocupados por la crisis de inseguridad alimentaria que se está produciendo en África, donde 800 millones de personas están amenazadas en todo el continente y 146 millones tienen una gran necesidad de alimentos. El hambre es uno de los sufrimientos más indignos de la humanidad. Se espera que la situación se deteriore hasta 2023, y todos debemos preocuparnos, pero sobre todo movilizarnos para evitar cualquier catástrofe. No hay más tiempo que perder. Las palabras y el compromiso político deben traducirse en acciones urgentes. También somos conscientes de que esta crisis no es una crisis africana, sino una crisis mundial, desencadenada por tres factores globales: el cambio climático, las consecuencias socioeconómicas de la pandemia del COVID-19 y el impacto mundial sobre las materias primas y los precios del conflicto armado internacional en Ucrania. Las Sociedades Nacionales africanas, con el apoyo de la IFRC, no han esperado a que esta situación se deteriore para actuar. En 2021, 4,8 millones de personas recibieron ayuda en efectivo y alimentos. Como Movimiento de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja también somos conscientes de que tenemos que ampliar nuestra respuesta. La IFRC ha lanzado un llamamiento regional de emergencia por 200 millones de francos suizos que abarca 23 países afectados y se centra en llegar a 7,6 millones de personas en 14 países prioritarios. Para romper el círculo vicioso de esta crisis alimentaria, la IFRC no sólo invertirá en la respuesta a la crisis, sino que trabajará junto con la Comisión de la Unión Africana y otros socios clave en la promoción de la ampliación de los esfuerzos para satisfacer el imperativo humanitario en todo el continente y abordar la necesidad urgente de invertir también en la atención de las necesidades a largo plazo. Actuaremos en consonancia con la Agenda 2063 de la UA, los planes de respuesta de los Estados miembros de la UA en todo el continente y los planes estratégicos de las Comunidades Económicas Regionales en materia de seguridad alimentaria. Para nosotros, esta es una crisis global. Estamos movilizando a nuestros 192 miembros para que apoyen las acciones dirigidas por las Sociedades Nacionales Africanas. Hoy tenemos aquí a 15 dirigentes de Sociedades Nacionales africanas, además de una representación de socios de la Cruz Roja y la Media Luna Roja de otros continentes. Estamos plenamente comprometidos, como un solo equipo, para garantizar que tanto la respuesta de emergencia como las soluciones a largo plazo a la crisis alimentaria estén en plena consonancia con los planes y las prioridades de los gobiernos. Como auxiliares de los poderes públicos, nuestras Sociedades Nacionales africanas participan en la movilización de voluntarios formados y capacidades y aprovechan su acceso único a las comunidades afectadas o en riesgo y su aceptación por parte de las mismas. También contribuyen a los marcos políticos, como los compromisos mundiales de hambre cero (ODS1 y ODS2) y la aplicación del Acuerdo de París, garantizando una respuesta centrada en la comunidad para lograr un impacto duradero. Esta crisis no puede ser manejada por una sola agencia u organización, ni a corto ni a largo plazo. Unas asociaciones sólidas, incluso con las propias comunidades, son la base para lograr nuestro objetivo común de alcanzar el Hambre Cero, una gran ambición para que todos cumplamos los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2063 de África. Colectivamente, también estamos dispuestos a apoyar las soluciones a largo plazo a los desafíos de la inseguridad alimentaria que sean propiedad de los africanos y estén dirigidas por ellos. Con este espíritu, hemos lanzado la Iniciativa Panafricana Hambre Cero de la IFRC, una plataforma de asociación para abordar las causas profundas y fortalecer la resiliencia de las comunidades mediante programas a largo plazo. El objetivo de esta iniciativa es llegar al 25% de las personas más vulnerables de África para 2030 a través de asociaciones locales, nacionales, regionales e internacionales. Señoras y señores, estamos asistiendo a una crisis humanitaria catastrófica. El hambre es una crisis indigna. El hambre no es sólo una crisis alimentaria. Lleva a una crisis sanitaria. Y crisis ganadera. Significa la ruptura de los barrios y la perturbación de las comunidades locales. Significa desplazamiento de la población. Una respuesta de emergencia por sí sola no acabará con estas crisis de hambre. Al mismo tiempo que se abordan las necesidades urgentes, es esencial sentar las bases de la resiliencia. Los gobiernos, el sector privado y los grupos humanitarios y de desarrollo deben redoblar sus esfuerzos para apoyar la seguridad alimentaria, los medios de vida y los planes de resiliencia a largo plazo. Las medidas deben incluir inversiones en el fortalecimiento de los sistemas alimentarios de base y la inversión en los actores comunitarios para lograr la seguridad alimentaria y económica de forma sostenible. Uno de los enfoques a considerar es la acción anticipatoria para la seguridad alimentaria, basada en previsiones y análisis de riesgos. Nosotros, la IFRC, estamos dispuestos a hacer nuestra parte con los gobiernos y los socios. Creemos que este evento de alto nivel puede ser un momento clave para fortalecer nuestra cooperación y salvar más vidas. Como todos sabemos, responder tarde significará un inmenso sufrimiento para millones y millones de personas. Y para nosotros esto es inaceptable. Gracias.

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Afrontar las causas medioambientales de la crisis alimentaria en África

Este blog se publicó originalmente en el sitio web del WWF aquí. África se enfrenta a su peor crisis alimentaria en 40 años. Casi 114 millones de personas en el África subsahariana -una cifra que se aproxima a la mitad de la población de Estados Unidos- se enfrentan a una grave inseguridad alimentaria. En África oriental, 50 millones de personas están en peligro. En el Sahel, el número de personas que necesitan ayuda alimentaria de emergencia se ha cuadruplicado hasta alcanzar los 30 millones en los últimos siete años. Las causas de esta crisis actual son múltiples. Los conflictos y la recesión económica provocada por la pandemia del COVID-19 han desempeñado su papel. Pero lo más importante es que el continente se ha visto asolado por sequías prolongadas, inundaciones y nubes de langostas del desierto, peligros naturales que se han visto agravados por el cambio climático provocado por el hombre y la degradación de la naturaleza. Son los más vulnerables los que se llevan la peor parte de la actual crisis del hambre. Los hombres y las mujeres pierden sus medios de vida a medida que se pierden las cosechas, los animales se mueren de hambre o de sed, y el suelo es arrasado. Los niños pasan hambre y se abandona su educación. Las mujeres comen menos, y la sequía hace que las necesidades dietéticas, especialmente de las niñas, las mujeres embarazadas y lactantes, y la higiene menstrual queden relegadas. Hay una necesidad urgente de ayuda humanitaria para salvar vidas en todos los países de África. Organizaciones como las Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja están intensificando sus acciones, con la IFRC, los gobiernos y los socios, para proporcionar esta ayuda urgente. Pero reconocen, al igual que el WWF, la necesidad de crear también resiliencia ante las crisis y de abordar las causas profundas de la inseguridad alimentaria. Un clima cambiante Las causas subyacentes de la doble crisis medioambiental del clima y de la pérdida de la naturaleza se suman a las crisis provocadas por factores como la pobreza y los conflictos. Los crecientes niveles de gases de efecto invernadero en nuestra atmósfera -principalmente procedentes de los países ricos y de renta media del Norte global- están impulsando aumentos de temperatura que alteran los patrones meteorológicos y climáticos y degradan los ecosistemas naturales. El cambio climático está empeorando los fenómenos meteorológicos extremos, haciéndolos más frecuentes y transfronterizos. Está cambiando los patrones de precipitación, socavando la seguridad hídrica y alimentaria. Está afectando a la salud humana, así como ejerciendo una presión adicional sobre la naturaleza y la biodiversidad, exacerbando las presiones del cambio de uso del suelo, la sobreexplotación, la contaminación y las especies invasoras. En la actualidad, alrededor del 30% de las emisiones de gases de efecto invernadero proceden de los sistemas alimentarios. La elección de los alimentos en las zonas urbanas ricas no sólo está provocando una crisis sanitaria de obesidad y enfermedades no transmisibles, sino que el consumo excesivo de alimentos producidos de forma insostenible y los comportamientos ineficientes y de despilfarro en todas las cadenas de valor están contribuyendo directamente a la inseguridad alimentaria en África. Esto subraya el imperativo urgente de que los países ricos reduzcan sus emisiones lo antes posible. Incluso si todos los demás sectores se descarbonizan linealmente de aquí a 2050, los sistemas alimentarios que siguen funcionando representarán casi todo el presupuesto de carbono de un futuro de 2 grados. Mientras que unos 89 países se han comprometido a alcanzar las emisiones netas cero para mediados de este siglo (lo que aún no permitiría reducir las emisiones necesarias para limitar el calentamiento a 1,5 °C), pocos han desarrollado aún el conjunto de políticas y normativas que los situarán en una trayectoria neta cero. Muchas comunidades vulnerables de África necesitan ser apoyadas frente a los choques climáticos, reforzando su capacidad de respuesta, reduciendo su exposición al riesgo y aumentando su resiliencia. Es mucho lo que puede y debe hacerse para ayudar directamente a las comunidades y ecosistemas vulnerables de África hoy y en las próximas décadas. Hay que invertir urgentemente para ayudar a las comunidades vulnerables a adaptarse a los impactos actuales del cambio climático y a ser más resistentes a las crisis climáticas que están por venir. Para ello es fundamental llegar a un entendimiento común, asegurar la financiación y promulgar políticas favorables para que los gobiernos, las ONG y el sector privado de África puedan reconocer las amenazas que suponen los impactos del cambio climático y aplicar las soluciones urgentes necesarias para ayudar a la población local a adaptarse. El vínculo entre el clima y la naturaleza También existen soluciones significativas que utilizan la naturaleza tanto para mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero como para ayudar a las comunidades a adaptarse y ser más resilientes al clima. La tierra, los océanos y los sistemas de agua dulce del mundo ya absorben y almacenan la mitad de las emisiones que la humanidad produce cada año: proteger, restaurar y mejorar los ecosistemas será fundamental para hacer frente al cambio climático. Los sistemas alimentarios también pueden ser una parte importante de la solución a las crisis de la naturaleza y el clima. La inversión en soluciones basadas en la naturaleza -como la adopción de prácticas agroecológicas de producción de alimentos, la conservación de los bosques, la protección de los humedales o la mejora de los ecosistemas costeros- puede ayudar a almacenar las emisiones, proteger a las comunidades de los fenómenos meteorológicos extremos y proporcionar alimentos, empleos y hábitats. Estas soluciones, si son de alta calidad, están bien diseñadas y cuentan con la financiación adecuada, pueden contribuir a aumentar la resiliencia climática. Pero además de los proyectos individuales, los impactos y las vulnerabilidades climáticas, así como la protección de la naturaleza, deben integrarse en la toma de decisiones de los sectores público y privado a todos los niveles en todo el continente. La magnitud del desafío que suponen el clima y la pérdida de la naturaleza significa que deben ser considerados en todos los niveles de la toma de decisiones y por los actores económicos grandes y pequeños. La actual crisis alimentaria a la que se enfrentan millones de personas en toda África exige una ayuda humanitaria urgente. Pero, sin una respuesta mucho más amplia y a largo plazo, dirigida localmente y centrada en las personas, al cambio climático y a la pérdida de biodiversidad, los recursos humanitarios se verán desbordados. --- La IFRC se ha asociado con WWF, la mayor organización de conservación del medio ambiente del mundo, para trabajar con la naturaleza y proteger a las personas de la crisis climática. Haga clic aquí para saber más sobre nuestra asociación.

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"El hambre es uno de los sufrimientos más indignos de la humanidad": la lucha contra la inseguridad alimentaria en África y más allá

La inseguridad alimentaria no es un fenómeno nuevo. Pero la reciente escalada en la gravedad y la extensión geográfica del hambre crónica es un serio motivo de alarma. La crisis del hambre se hace sentir con mayor crudeza en el continente africano, donde muchas regiones, en particular el Cuerno de África, el Sahel y el Lago Chad, sufren la peor crisis alimentaria de las últimas décadas. Millones de personas se enfrentan al hambre en toda África, lo que ha llevado a la IFRC a lanzar llamamientos de emergencia para las crisis de hambre en Nigeria, Somalia, Kenia, Etiopía, Níger y Angola, todo ello en el último año. En mayo, conocí a algunos de los afectados mientras visitaba las zonas afectadas por la sequía en el condado de Marsabit (Kenia), donde los niveles de malnutrición se encuentran entre los más altos del continente. Vi de primera mano el nivel de sufrimiento causado por la grave falta de lluvias durante cuatro temporadas consecutivas, junto con la vulnerabilidad preexistente en algunas partes del condado. Los niños, las madres jóvenes y los ancianos son los más afectados y se enfrentan a la casi desaparición de sus medios de vida. Aunque esta crisis del hambre es, en gran medida, inducida por el clima, también está impulsada por los efectos de las nubes de langostas generalizadas, los brotes de enfermedades, los conflictos y la inseguridad, y las desaceleraciones económicas, incluidas las provocadas por el COVID-19. Además, el conflicto en curso en Ucrania está perturbando el comercio mundial de alimentos, fertilizantes y productos petrolíferos, y los precios de los productos agrícolas están alcanzando máximos históricos. África oriental, por ejemplo, obtiene el 90% de su trigo importado de Rusia y Ucrania (fuente: PMA), y el conflicto ha provocado una importante escasez. La crisis de Ucrania también ha desviado la atención y los recursos de otras crisis. Aunque Ucrania es una crisis extremadamente preocupante, que afecta a millones de personas, no podemos permitirnos perder de vista otras crisis urgentes en todo el mundo. Una de ellas es el rápido deterioro de la situación de la seguridad alimentaria en muchas partes de África. El tiempo corre y pronto puede ser demasiado tarde para evitar una tragedia generalizada. Así que la pregunta que debería preocuparnos a todos es: ¿Qué podemos hacer, como colectivo humanitario, para evitar que se repita la trágica historia de principios de los años 80? Necesitamos una acción urgente y masiva para ampliar la asistencia que salva vidas a millones de personas al borde del colapso, pero también para abordar con decisión las causas profundas de esta crisis mediante compromisos a más largo plazo. La IFRC tiene un papel importante y único que desempeñar. Con nuestro alcance comunitario y nuestra experiencia sin parangón, nuestros más de 100 años de experiencia humanitaria, nuestra capacidad de actuar tanto a nivel local como mundial, y el estatus especial de nuestras Sociedades Nacionales como auxiliares de los poderes públicos, podemos cambiar esta situación. Pero necesitamos los recursos para hacerlo. Nuestra prioridad colectiva inmediata es reunir apoyo para salvar vidas, dentro y fuera de nuestra red de la IFRC, durante los próximos seis meses, prestando especial atención al Cuerno de África, el Sahel Central y otros puntos conflictivos del continente. Durante esta fase de emergencia, centraremos nuestro apoyo en lo que sabemos por experiencia que marcará la mayor diferencia en la vida y los medios de subsistencia de las personas afectadas: asistencia alimentaria, programas de dinero en efectivo y apoyo nutricional. Al mismo tiempo, desarrollaremos una programación a más largo plazo, junto con las Sociedades Nacionales interesadas, para abordar las causas profundas de la inseguridad alimentaria. Nos basaremos en nuestros éxitos anteriores y trabajaremos en apoyo de los planes y marcos de los gobiernos para restablecer la resiliencia de las comunidades más empobrecidas, incluidas las poblaciones desplazadas. Todo lo que hagamos se apoyará en datos sólidos y en un compromiso significativo con la comunidad para garantizar que nuestra respuesta se basa en pruebas y está hecha a medida. El hambre es uno de los sufrimientos más indignos de la humanidad. Para aliviar el sufrimiento humano, debemos estar a la altura de este reto mediante la movilización y la acción colectivas, tanto en lo inmediato como a largo plazo. No podemos permitirnos hacer demasiado poco y demasiado tarde. --- Desde 2020: La red de la IFRCllegó a 4,8 millones de personas con asistencia alimentaria y artículos no alimentarios, combinando todas las operaciones de respuesta humanitaria (Llamamientos de Emergencia, DREFs y nuestra respuesta COVID-19) Más de 20 Sociedades Nacionales africanas han puesto en marcha proyectos relacionados con la seguridad alimentaria como parte de su programación habitual 33 Sociedades Nacionales africanas han aumentado su capacidad para prestar asistencia en efectivo y con vales Haga clic aquí para saber más sobre la labor de la IFRC en materia de seguridad alimentaria y medios de subsistencia. También le puede interesar leer: 'Para superar las crisis de hambre en África, hay que empezar por la planificación a largo plazo'- artículo de opinión en Devex del Director Regional de la IFRCpara África, Mohammed Omer Mukhier-Abuzein 'Por el hambre, estoy aquí': reportaje fotográfico de la revista de la Cruz Roja y la Media Luna Roja sobre los refugiados angoleños que huyen a Namibia por la sequía y la consiguiente falta de alimentos y agua Y desplácese hacia abajo para saber más sobre nuestros llamamientos de emergencia activos para la inseguridad alimentaria en África y otros lugares.

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Sociedad nacional

Oficina Regional de África

La oficina regional de la Federación Internacional para África trabaja en apoyo de 49 Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja en África subsahariana. A través de sus equipos de apoyo a los grupos de países y las oficinas en los países, proporciona coordinación, apoyo financiero y técnico para operaciones de desastre y programas de desarrollo a más largo plazo en toda la región.Vea los actuales planes regionales, de grupo de países y de países para África.