Huracán

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Cambio climático: Convirtiendo las tormentas en "monstruos".

Nunca antes había surgido del Atlántico una tormenta de categoría 4 en junio, el primer mes de la temporada de huracanes del Atlántico, que dura seis meses. Es la primera vez que la región se ve expuesta tan temprano a un huracán cuyos vientos y lluvias torrenciales cuestan vidas y provocan daños tan generalizados.Las aguas extremadamente cálidas del Atlántico Sur actuaron como combustible para la tormenta, convirtiéndola rápidamente en un gran huracán. Más de 1,2 millones de personas se vieron afectadas en Barbados, Granada, Jamaica y San Vicente y las Granadinas, las islas más castigadas. Este tipo de tormentas tempranas podría anunciar un futuro de tormentas que se intensifican rápidamente, potencialmente destructivas, que dejarán a las comunidades poco tiempo para recuperarse entre desastres, según especialistas del clima y de la respuesta a huracanes.Pero, ¿qué significa el vínculo entre los huracanes y la crisis climática para las personas más afectadas? Susana Arroyo, Gerenta Regional de comunicación para las Américas de la IFRC, estuvo en la isla de Carriacou cuatro días después del paso de Beryl. Habló con tres familias que accedieron a compartir lo que vivieron y lo que sienten sobre el futuro, con cinco meses más de temporada de huracanes por delante."Esto no fue un huracán; fue algo más. El cambio climático ha convertido las tormentas en monstruos, yo solo quiero salir corriendo". - BeatrizBeatriz se jubiló el año pasado y, tras 30 años trabajando en Estados Unidos, decidió volver a Carriacou, su isla natal. Cuando se enteró de que se avecinaba una tormenta, no tuvo miedo: ya había pasado por eso antes. Se abasteció de agua, preparó su linterna, puso a salvo a sus animales y esperó.Beryl destruyó su casa, sus posesiones y los recuerdos de toda una vida. "Estoy demasiado triste para hablar de lo que estoy pasando, pero quiero que la gente sepa esto: el cambio climático ha convertido las tormentas en monstruos"."Yo soy fuerte, pero no estoy seguro de poder empezar de cero una y otra vez. El huracán Beryl se llevó mi tienda, mi casa, mi esperanza. Me desespera pensar que vendrán muchos más". - LeroyLeroy, su esposa y sus tres hijes tenían una tienda en Carriacou, donde vendían alimentos y comestibles a vecinos y turistas. En este lugar reconstruyó su vida después de que, en 2004, el huracán Iván destruyera por completo la casa y el negocio de su familia en Granada, la isla principal del archipiélago del país."Pensé que ya había tenido mi cuota de destrucción con Iván, pero no, aún tenía que lidiar con Beryl".Leroy dijo que no estaba preparado para enseñarme lo que quedaba de su casa y su negocio. Había estado allí una vez después del huracán, y fue tan desgarrador que no quería volver.Al final lo hará, me dijo. Y se recuperará y empezará de nuevo, pero le aterra pensar en la posibilidad de que otro huracán vuelva a arrasarlo todo. Sólo este año se prevén hasta 25 tormentas, de las cuales 13 podrían convertirse en huracanes, esperemos que no tan devastadores como Beryl."Nos estábamos recuperando de una sequía, ahora debemos recuperarnos del huracán Beryl. Estoy cansada de recuperarme de desastres, sólo quiero una vida segura para mí y mi familia". - AgnesEn la primera mitad de 2024, las altas temperaturas y la falta de lluvias provocaron olas de calor, incendios y una sequía que amenazó el suministro de agua de Granada. Justo cuando el país se recuperaba de los efectos a medio plazo de estas crisis, llegó el huracán Beryl."Necesitábamos lluvias moderadas y constantes, no fuertes, cortas y destructivas como Beryl", dijo Agnes, preguntándose cuántos desastres más tendrían que afrontar ella y sus niñes. El punto álgido de la temporada de lluvias es entre agosto y septiembre, pero también es cuando se producen las tormentas más frecuentes y destructivas. Agnes espera que, al menos este año, ninguna de ellas azote las islas de Granada.El camino hacia la recuperación será largo, pero el voluntariado y el personal local de la Cruz Roja ya están trabajando con las comunidades para proporcionar asistencia, protección y apoyo a la recuperación a las familias más afectadas a través de un llamamiento de emergencia que pretende llegar a 25.000 personas en cuatro de los países afectados: San Vicente y las Granadinas, Granada, Barbados y Jamaica.Además, el IFRC-DREF asignó 1,7 millones de francos suizos para apoyar los esfuerzos de respuesta al huracán Beryl.

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Huracán Beryl: Para las islas más afectadas, la preparación dio sus frutos con una rápida respuesta. Pero la recuperación se complica por los daños generalizados.

Mucho antes de que el huracán Beryl tocara tierra en las islas caribeñas de Jamaica, Granada y San Vicente y las Granadinas, el voluntariado de la Cruz Roja, las autoridades locales y la población habían trabajado duro para prepararse para lo peor.Anticipándose a los bloqueos de carreteras, los cortes de electricidad y la escasez de agua potable y alimentos, los equipos de la Cruz Roja estaban preparando paquetes de socorro y trasladando suministros lo más cerca posible de los lugares con más probabilidades de necesitarlos después de la tormenta.Cuando el huracán Beryl tocó tierra en Granada, San Vicente y las Granadinas y Barbados, estaba clasificado como huracán de categoría 4. Los fuertes vientos derribaron árboles y tendidos eléctricos. Los fuertes vientos derribaron árboles y tendidos eléctricos, arrancaron tejados enteros de las casas y, en algunos casos, volaron edificios completamente de sus cimientos.En las islas de Carriacou y Petite Martinique, más del 95% de las viviendas resultaron dañadas o destruidas, según las estimaciones oficiales. Las fotos aéreas mostraron grandes franjas de destrucción donde antes había barrios. La tormenta tampoco perdonó a las instalaciones sanitarias, los edificios aeroportuarios, las escuelas o las gasolineras.Cuando el huracán Beryl llegó a Jamaica, causó grandes daños en toda la isla. Las carreteras quedaron bloqueadas por árboles caídos, tendidos eléctricos derribados y deslizamientos de tierra, mientras que los cortes de electricidad y los daños estructurales en importantes instalaciones públicas dificultaron los esfuerzos de respuesta."Este es el huracán más fuerte que ha azotado Jamaica en casi 17 años, desde el huracán Dean en 2007", dijo Rhea Pierre, responsable de desastres de la IFRC para el Caribe de habla inglesa y neerlandesa.En todas las islas, las labores de socorro y rescate se complicaron por la persistencia del mal tiempo, los cortes de electricidad, los bloqueos de carreteras y los daños en las infraestructuras. En muchos casos, las zonas más afectadas también quedaron aisladas de los servicios básicos.Gracias a las alertas de tormenta, miles de personas se refugiaron en lugares seguros. Pero la tormenta también se cobró vidas. Las autoridades han confirmado hasta ahora al menos 15 muertes: cinco en Granada, cinco en San Vicente y las Granadinas, dos en Jamaica y tres en Venezuela. Pero la cifra podría aumentar a medida que continúe la evaluación.La preparación dio frutosA pesar de los daños, el trabajo previo dio sus frutos. Tras el paso del huracán, los equipos de personas voluntarias estaban listos para actuar, visitando las comunidades más afectadas y evaluando detalladamente las necesidades de la gente. Repartieron suministros, ofrecieron primeros auxilios y escucharon a las personas que se enfrentaban a sus pérdidas."Estamos distribuyendo lonas y bidones, así como cintas de limpieza y alimentos para las familias afectadas por el huracán", explica Zoyer John, voluntaria de la Cruz Roja de Granada, frente a una casa gravemente dañada."La mayor parte de los daños en nuestro estado triinsular se produjeron en las islas de Carriacou y Petite Martinique. Pero aquí en la isla principal, en el norte de la isla, mucha gente también se vio afectada".En Jamaica, el personal voluntario de la Cruz Roja también estuvo sobre el terreno realizando evaluaciones rápidas y distribuyendo suministros que habían preparado al principio de la temporada de huracanes. A medida que se acercaba el huracán, esas reservas se trasladaron a almacenes seguros cerca de los lugares donde se preveía que el impacto sería más fuerte.Todo este trabajo anticipado se vio reforzado por una asignación de 1,7 millones de francos suizos del Fondo de Emergencia para la Respuesta a Desastres de la IFRC (IFRC-DREF), basada en las necesidades previstas de las personas en la trayectoria de la tormenta. Este desembolso anticipado significó que las comunidades podían contar con ayuda de emergencia sin tener que esperar a la recaudación de fondos después de la tormenta.En los días posteriores al huracán, la IFRC también lanzó un llamamiento de emergencia de 4 millones de francos suizos para prestar asistencia humanitaria inmediata, protección y apoyo a la recuperación de las familias más afectadas. La operación prestará apoyo a 25.000 personas (5.000 hogares) durante un año.En los primeros días, la atención se centrará en la distribución de artículos de socorro y soluciones de refugio a corto plazo que cubran las necesidades inmediatas de las personas. Con el tiempo, sin embargo, el plan es llevar a cabo también intervenciones que ayuden a las personas a garantizar el acceso a un refugio digno y seguro -centrándose en reconstruir mejor-, así como el suministro de asistencia en efectivo y cupones para bienes específicos.También se prestarán distintos apoyos para restablecer los medios de subsistencia. Debido al impacto de la tormenta en las infraestructuras, muchas personas de las islas se han quedado sin ingresos. En Barbados, la industria pesquera y los pequeños empresarios de las costas meridionales se vieron muy afectados por las marejadas de la tormenta, que causaron daños generalizados.También se prevén intervenciones sanitarias para prevenir la transmisión de enfermedades infecciosas. Las Sociedades Nacionales se centrarán en apoyar las necesidades de higiene de la población, así como de agua potable, principalmente mediante la entrega de equipos domésticos para el tratamiento del agua.Más tormentas por venirEn las mentes de todas las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja de la región está el hecho de que la temporada de huracanes acaba de comenzar. Esta es una de las razones por las que el llamamiento de emergencia también apoya intervenciones destinadas a reducir la vulnerabilidad de las personas a futuros desastres y a mejorar la respuesta comunitaria a los desastres.Una semana después del paso del huracán Beryl, la población local debe intentar rehacer su vida y, al mismo tiempo, prepararse para lo que pueda venir después.Esta es la nueva realidad a la que se enfrentan las pequeñas naciones insulares del Caribe, ya que las temperaturas del agua más altas de lo normal en el sur del Atlántico y el Caribe actúan como combustible para las tormentas, haciendo que se intensifiquen rápidamente hasta convertirse en grandes huracanes. Esto da a las comunidades menos tiempo entre tormentas para recuperarse y prepararse."Este tipo de eventos ya no se producen una sola vez y esto demuestra la necesidad de que los actores locales lideren la preparación y la acción anticipatoria", añadió Rhea Pierre, responsable de desastres de la IFRC para el Caribe de habla inglesa y neerlandesa. "Estamos viendo ese tipo de preparación en acción ahora mismo".

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Emergencia

Huracán Beryl (San Vicente y las Granadinas, Granada, Barbados y Jamaica)

El huracán Beryl tocó tierra en Granada y San Vicente y las Granadinas el 1 de julio como huracán de categoría 4 y desde entonces ha dejado un rastro de devastación en todo el Caribe. A través de este llamamiento de emergencia, la IFRC y sus miembros se proponen apoyar a las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja de San Vicente y las Granadinas, Granada, Barbados y Jamaica en su respuesta al huracán mediante la prestación de asistencia humanitaria inmediata, protección y apoyo para la recuperación de las familias más afectadas. La IFRC y sus miembros prestarán apoyo a 25.000 personas (5.000 hogares) durante un período de 12 meses.

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Nota de prensa

Aumentan las necesidades humanitarias tras el paso de Beryl, un huracán sin precedentes que abre una nueva realidad para el Caribe.

Ciudad de Panamá, Ginebra, 4 de julio de 2024 - El huracán Beryl, el más temprano en alcanzar la intensidad de categoría cinco en el Océano Atlántico, ha causado una devastación sin precedentes en todo el Caribe, haciendo su destructiva trayectoria a través de San Vicente y las Granadinas, Granada, Dominica, Barbados y Jamaica.Este huracán sin precedentes de principios de temporada muestra la nueva realidad de la crisis climática a la que se enfrentan las pequeñas naciones insulares del Caribe: es más probable que las tormentas se intensifiquen rápidamente y se hagan más fuertes, causando graves destrozos y dando a las comunidades menos tiempo para recuperarse entre choque y choque. Las temperaturas del agua más cálidas de lo normal en el sur del Atlántico y el Caribe están actuando como combustible para las tormentas, haciendo que se intensifiquen muy rápidamente y se conviertan en huracanes de gran intensidad -categoría tres o superior.En Jamaica, la Cruz Roja ya ha preposicionado suministros en todas sus filiales en previsión de una posible respuesta humanitaria. En San Vicente y las Granadinas, Granada, Dominica y Barbados, los equipos locales de la Cruz Roja ya están sobre el terreno prestando asistencia vital a pesar de las importantes dificultades para acceder a las zonas afectadas, la mayoría de las cuales están dispersas y aisladas."Ya se han enviado a las islas más afectadas kits de higiene, de limpieza, de herramientas, de cocina, lonas, mantas y mosquiteras para cubrir las necesidades inmediatas de la población afectada. En los próximos días tendremos una idea más clara del impacto total de Beryl en la salud física y mental de la población y en sus medios de subsistencia. No obstante, la rápida evaluación de los daños muestra que la devastación es masiva", señala Rhea Pierre, Directora de Desastres de la IFRC para el Caribe de habla inglesa y neerlandesa.La tormenta impactó primero en Barbados, causando graves daños en la costa sur y afectando significativamente a la industria pesquera, con más de 200 barcos pesqueros dañados o destruidos. En San Vicente y las Granadinas, el 90% de las infraestructuras han resultado dañadas, incluidas viviendas, carreteras y la terminal del aeropuerto de Union Island. Las comunicaciones con el sur de las Granadinas siguen interrumpidas y el acceso a los servicios básicos sigue siendo limitado.Mientras estaba en Granada, Beryl tocó tierra en Carriacou como huracán de categoría 4, dañando el 95% de las viviendas de Carriacou y Petite Martinique. Sigue vigente el estado de emergencia, con 3.000 personas en refugios. La Cruz Roja de Granada está distribuyendo artículos de primera necesidad y coordinando con las autoridades el restablecimiento de los servicios de comunicación y electricidad. En Dominica, la población necesita refugio tras verse obligada a trasladarse. La Cruz Roja de Dominica ha distribuido suministros de emergencia a las personas más afectadas, especialmente en la zona de Baytown."Gracias al despliegue de equipos comunitarios de respuesta a desastres y al posicionamiento previo de suministros, hemos podido responder rápidamente, pero sólo estamos en el segundo día de las secuelas de Beryl, y se necesitará más apoyo en las próximas semanas y meses. A partir de ahora, afrontaremos dos retos a la vez: responder a la operación y preparar a las comunidades para la próxima sacudida, ya que la temporada de huracanes no ha hecho más que empezar", añade Pierre.La IFRC seguirá apoyando a los equipos locales de la Cruz Roja en todo el Caribe y hace un llamamiento a los gobiernos, donantes y partes interesadas para que respalden sus esfuerzos de respuesta y acción temprana, ya que las necesidades humanitarias siguen aumentando y se prevé que la temporada de tormentas sea una de las más activas de las que se tiene registro.Para más información o para solicitar una entrevista, póngase en contacto con: [email protected] Panamá:Susana Arroyo Barrantes: +507 6999-3199En Ginebra:Mrinalini Santhanam: +41 76 381 50 06Tommaso Della Longa: +41 79 708 43 67

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Crisis climática Q&A: ¿Por qué algunas tormentas recientes han ganado tanta fuerza, tan rápidamente?

Una entrevista con Juan Bazo, meteorólogo del Centro del Clima de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, por Susana Arroyo Barrantes, Gerente Regional de Comunicación para IFRC en las Américas.Susana Arroyo: En octubre del 2023, el huracán Otis causó gran impacto en cobertura mediática por las consecuencias humanitarias, y llamó la atención del mundo de la ciencia porque causó mucho asombro, que pudiera pasar de una tormenta tropical a un huracán de categoría 5, en apenas 12 horas. Según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos, fue el huracán más potente jamás registrado en la costa del Pacífico mexicano. ¿Tuvo El Niño algo que ver con la rápida intensificación de Otis?Juan Bazos: Se trató de una combinación océanos cálidos, junto con el fenómeno de El Niño.Además, todo el borde costero pacífico de México, El Salvador, Honduras y las costas de Costa Rica, han estado muy calientes; esto ha permitido la formación de ciclones y tormentas. Incluso, algunas de estas tormentas han pasado desde el Atlántico, hacia el Pacífico.En relación a la intensificación, esto ya ha pasado antes, el huracán Patricia en el 2015, también tuvo esta intensificación muy rápida en menos de 12 horas frente a la costa pacífico de México, solo que el impacto no fue en una zona muy habitada.Para la ciencia, es cada vez más difícil pronosticar este tipo de intensificación. La mayoría de los modelos, por no decir todos, fallaron en el pronóstico de corto plazo, que es uno de los pronósticos más seguros que tenemos en meteorología. Esto se debe a distintos factores: la rápida intensificación, condiciones atmosféricas muy locales; y la temperatura del agua del océano en esta parte de la costa mexicana.Cada vez más, la intensificación no sólo se está dando en la parte del Pacífico y Atlántico de nuestra región, en el océano Índico también se está dando. En Filipinas se ha tenido muchas veces este tipo de intensificaciones muy rápidas que son todo un desafío, tanto para los servicios climáticos, como para la respuesta humanitaria.SA: Sí, es un desafío inmenso, porque de hecho algo de lo que dependemos para tomar decisiones que salven vidas es de los pronósticos rigurosos, precisos, efectivos. Si avanzamos hacia una era de mayor incertidumbre, pues hay que que buscar también la forma de ver cómo anticipamos por otros frentes. ¿Qué podríamos esperar para este año que inicia?JB: En los meses siguientes estaríamos normalmente entrando a un periodo neutral y pasando rápidamente a un fenómeno de La Niña. Y esto también traerá sus consecuencias, cambiando todo el panorama. Podría ser que este año debamos prepararnos para una temporada de huracanes quizás mayor de lo normal. Entonces tenemos que seguir monitoreando, tomando en cuenta la crisis climática, y un océano Atlántico que aún se mantiene muy cálido.SA: Desde la meteorología, Juan, Cruz Roja ha tratado de hacer cada vez más alianzas, con institutos, con instituciones que se dedican a investigar, monitorear y entender el clima. ¿Es ese uno de los caminos hacia el futuro, estrechar más esa alianza?JB: Cada vez más la Cruz Roja tiene como sus aliados principales a las entidades técnicas científicas, para tomar decisiones confiables. Y creo que esa es la forma en la que debemos seguir trabajando. La información científica nos va a traer información para nuestros programas y operaciones a diferentes escalas de tiempo, a muy corto, mediano y largo plazo.No hay dejar de lado las proyecciones climáticas, si no planificar cómo podemos adaptarnos sabiendo que el clima va a mudar. Esto lo hacemos, es parte de nuestro trabajo desde las políticas hasta en nuestras intervenciones cuando llegamos a las comunidades, y creo que la Cruz Roja lo hace muy bien. Sin embargo, necesitamos empoderarnos más, acercarnos más hacia las entidades técnicas científicas, la academia, son nuestros aliados que nos puede traer mucha más información, mucho más rica, mucho más localizada. Y este es, el siguiente paso que tenemos que dar.SA: Se vienen muchos cambios también en la meteorología. Ahora, usando la inteligencia artificial, la big data, cambios para mejorar la predicción. Son cosas que ya se están viendo. Creo que podíamos ver una luz para tener pronósticos más confiables sobre la intensificación.JB: La inteligencia artificial abre mucho espacio para la innovación. La meteorología no es 100% precisa, siempre hay ese grado de incertidumbre y va a haber fallos. Es parte del caos atmosférico de nuestro planeta, de la complejidad, de tantas variables que están en juego en los pronósticos meteorológicos. En ese sentido la AI será un gran valor agregado para la mejora de los pronósticos.Esto pone sobre la mesa la necesidad de 1) una mayor inversión en sistemas de acción temprana basados en pronósticos, 2) sistemas de alerta temprana más ágiles, flexibles y capaces de informar y movilizar a la población en un tiempo récord, y 3) ayuda humanitaria preposicionada para responder a los desastres en el momento en que se producen.La IFRC lidera la iniciativa Alerta Temprana para Todos, que proporcionará alertas tempranas a personas de todo el mundo para 2027. Más información.

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Tres meses después de las catastróficas inundaciones, la Media Luna Roja Libia sigue trabajando para ayudar a quienes sobrevivieron

La tormenta Daniel azotó el noreste de Libia el domingo 10 de septiembre, trayendo fuertes vientos y lluvias torrenciales repentinas, que provocaron inundaciones masivas, devastación y muertes. Las infraestructuras sufrieron graves daños, como la ruptura de presas cerca de Derna, que provocó inundaciones que arrasaron barrios enteros. Los equipos y voluntariado de la Media Luna Roja Libia fueron las primeras personas en llegar al terreno, evacuando a la gente y prestando primeros auxilios y servicios de búsqueda y rescate. La IFRC asignó rápidamente recursos a través de su Fondo de Emergencia para la Respuesta a Desastres.Posteriormente, la IFRC hizo un llamamiento de emergencia para apoyar a la Media Luna Roja Libia en el suministro de refugio de emergencia, apoyo psicosocial, asistencia sanitaria, agua potable y alimentos a las comunidades afectadas. Los equipos también trabajaron incansablemente para ayudar a las personas a reencontrarse con sus familiares. Con el respaldo de la red de la IFRC, el personal de la Media Luna Roja Libia realizó una labor heroica. Pero queda más por hacer. Los llamamientos de emergencia de la IFRC buscaban recaudar 25 millones de francos suizos (20 millones de los cuales se espera que recaude la Secretaría de la IFRC) para apoyar a la Media Luna Roja Libia. Hasta ahora, se han recaudado poco más de 8,3 millones de francos suizos. Y las necesidades continúan, ya que muchas personas siguen desplazadas de sus hogares y persiste el choque psicológico y económico. El desastre también recibió apoyo de toda la red de la IFRC. Para apoyar la respuesta de la Media Luna Roja Libia tras las devastadoras inundaciones, la Media Luna Roja Turca envió aviones de carga desde Turquía con equipos de búsqueda y rescate, equipos médicos de emergencia y equipos de socorro, así como equipos y suministros humanitarios. Según la IFRC, lo ocurrido en Derna debería ser una "llamada de atención para el mundo" sobre el creciente riesgo de inundaciones catastróficas en un mundo cambiado por la crisis climática. En un rápido análisis realizado por el grupo World Weather Attribution -un grupo científico apoyado por la IFRC- se analizaron datos climáticos y simulaciones de modelos informáticos para comparar el clima actual, tras aproximadamente 1,2ºC de calentamiento global, con el clima del pasado. Los científicos descubrieron que el cambio climático provocado por la actividad humana ha incrementado hasta 50 veces la probabilidad de que se produzcan lluvias torrenciales en el noreste de Libia. También descubrieron que las lluvias eran hasta un 50% más intensas de lo que habrían sido en un temporal comparable en un mundo anterior a la crisis climática. Algo tan cotidiano como los días lluviosos y las playas cercanas se han convertido tristemente en una fuente de temor para quienes viven en el este de Libia, especialmente para quienes vivieron en primera persona las inundaciones masivas que arrasaron casas, coches y familiares en un abrir y cerrar de ojos. En Derna, e incluso en la cercana ciudad de Bengasi, adonde huyeron la mayoría de las familias tras la devastación, son habituales los gritos de niñas y niños mientras duermen, o el sonambulismo.   "La gente asocia la lluvia con la muerte", afirma Ali Gharor, responsable de salud mental y apoyo psicosocial de la Media Luna Roja Libia, que ha prestado una amplia gama de servicios de salud mental y apoyo psicosocial a las personas que han sobrevivido a la inundación. "Todos los grupos de personas de la ciudad necesitan apoyo psicológico, incluido el voluntariado".

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Nota de prensa

El ciclón Lola deja un rastro de destrucción en el norte de Vanuatu, alerta para la temporada de ciclones

Port Vila/Kuala Lumpur/Ginebra, 26 de octubre de 2023 - Miles de personas se han visto gravemente afectadas por el reciente ciclón Lola, de categoría 5, en Vanuatu. El ciclón, que tocó tierra el 25 de octubre de 2023, ha causado daños en casas, escuelas, infraestructuras, plantaciones y carreteras, por lo que algunas de las comunidades más afectadas son inaccesibles a la ayuda exterior. La devastación por el ciclón es inmensa, especialmente en las provincias del norte del país. La conectividad con estas provincias -donde se sintieron los vientos más destructivos del ciclón, de categoría 5- sigue siendo deficiente. Lola, el tercer ciclón que azota el país en siete meses, ha provocado que las comunidades que apenas empezaban a recuperarse de los ciclones gemelos Judy y Kevin, se tambaleen tras su impacto combinado. El Secretario General de la Cruz Roja de Vanuatu, Dickinson Tevi, declaró: "Por la información que hemos recabado, creemos que algunas comunidades han sufrido más daños que con el ciclón Harold en 2020, que también fue de categoría 5. La única diferencia es que Lola fue muy lento, lo que supuso más destrucción en algunos lugares. Nuestro voluntariado de la Cruz Roja forma parte de estas comunidades y ya está en acción. Una evaluación rápida inicial en Torba, por ejemplo, se realizó pocas horas después del paso del ciclón. Estamos preparados para movilizarnos a otras comunidades en cuanto podamos acceder a ellas. Nuestra prioridad ahora mismo es llegar a las zonas más afectadas con artículos de primera necesidad. Algunos de los informes que nos llegan destacan la necesidad inmediata de refugios temporales. Algunas familias lo han perdido todo". La Cruz Roja de Vanuatu está lista para distribuir inmediatamente artículos de socorro preposicionados, como lonas para refugio, kits de higiene para lavado y limpieza, linternas solares, mosquiteros y artículos de cocina. Katie Greenwood, Jefa de la Oficina de la IFRC para el Pacífico, declaró: "La IFRC, junto con la Cruz Roja de Vanuatu, tiene todo a su disposición, lista para movilizar el apoyo a la Cruz Roja de Vanuatu en la forma que sea necesaria. Es estupendo ver que, por muy graves que parezcan ser los daños, la preparación y las alertas tempranas han vuelto a salvar vidas. Nuestros equipos locales de la Cruz Roja están actuando lo más rápidamente posible, mediante un enfoque coordinado con las autoridades, para llegar a las personas más afectadas. Sin embargo, una de nuestras mayores preocupaciones es que el ciclón Lola, una pesadilla de categoría 5 fuera de temporada para las comunidades del norte de Vanuatu, acaba de enviar una "alerta temprana" para esta temporada de ciclones al país y a sus vecinos del Pacífico Azul. Esta temporada tendrá probablemente un número de ciclones tropicales severos superior a la media (entre 5 y 7) debido a la mayor ferocidad que puede venir con el previsto fenómeno "fuerte" de El Niño. Estamos sobre aviso para prepararnos para lo que pueda venir". Para más información: Para solicitar una entrevista, contáctese al correo:[email protected] En Port Vila: Soneel Ram:+679 9983 688 In Kuala Lumpur: AfrhillRances: +60 192 713 641 En Ginebra: Mrinalini Santhanam: +41 76 381 50 06 Tommaso Della Longa: +41 79 708 43 67

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Nota de prensa

IFRC urge a gobiernos y actores humanitarios a proteger vidas ante el inicio de una activa temporada de huracanes en las Américas

Panamá/Ginebra, 31 de mayo de 2022 –La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) está intensificando las acciones de preparación ante el inicio de la temporada de huracanes del Océano Atlántico que, una vez más, estará más activa de lo normal. La IFRC insta a los gobiernos y a actores humanitarios a proteger vidas, invirtiendo en sistemas de alerta temprana, acciones tempranas basadas en pronósticos y planes coordinados de respuesta a desastres. Del 1 de junio al 30 de noviembre de 2022, América del Norte, América Central y el Caribe esperan entre 14 y 21 tormentas con nombre, de las cuales entre seis y diez podrían convertirse en huracanes, incluidos entre tres y seis huracanes de categoría tres o superior. La IFRC y su red están trabajando para asegurar que las comunidades estén mejor preparadas para enfrentar los efectos de las fuertes lluvias, deslizamientos de tierra e inundaciones que estos fenómenos meteorológicos podrian causar durante los próximos seis meses. Martha Keays, Directora Regional de la IFRC para las Américas, dijo: "Se preven hasta seis huracanes de categoría tres o superior para la región, pero recordemos que basta una sola tormenta para destruir comunidades que ya están lidiando con la pobreza, la desigualdad y los efectos devastadores de la pandemia del COVID-19. Por ello, cientos de equipos de la Cruz Roja en más de 20 países están compartiendo mensajes de alerta temprana y coordinando las medidas de preparación con gobiernos locales y líderes comunitarios. “Paralelamente, la IFRC está combinando las previsiones meteorológicas con sus análisis de riesgos para adoptar medidas tempranas antes de que lleguen los huracanes, en lugar de limitarse a responder a sus efectos. Este enfoque nos permite anticiparnos a los desastres, disminuir su impacto en la medida de lo posible y evitar el sufrimiento y la pérdida de vidas y medios de subsistencia". La IFRC está prestando especial atención a las necesidades de las mujeres, la niñez y personas migrantes y retornadas, que sufren crisis superpuestas en Centroamérica. Esta región aún se está recuperando de la pandemia y de los huracanes Eta e Iota, que dejaron 1,5 millones de personas desplazadas sólo en Nicaragua, Honduras y Guatemala. En Colombia, Honduras, Guatemala y Haití, las comunidades vulnerables expuestas a huracanes y tormentas también corren el mayor riesgo de inseguridad alimentaria debido a la actual crisis mundial de escasez de alimentos. En este desafiante escenario, la IFRC aboga por marcos regulatorios que favorezcan la entrega ágil de la ayuda humanitaria a las zonas afectadas por los desastres. También, ha posicionado ya bienes humanitarios en Panamá y en el Caribe para dar respuesta inmediata a las necesidades humanitarias de hasta 60.000 personas en zonas costeras del Pacífico y del Atlántico. Según el Centro del Clima de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, la temporada de huracanes 2022 en el Atlántico y el mar Caribe se predice más activa de lo normal debido a la influencia del patron climático de La Niña. Este fenómeno está activo por tercer año consecutivo y hace que las temperaturas del mar en esta cuenca estén por encima del promedio. Esta condición permite un desarrollo más activo de ciclones, como se ha visto en los años 2020 y 2021. Para mayor información: En Panama Susana Arroyo Barrantes | Comms Manager Americas [email protected] María Victoria Langman | Senior Comms Officer Americas [email protected]

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Tipo de emergencia

Ciclones

Los ciclones tropicales son sistemas de tormentas de rotación rápida que giran (en sentido contrario a las agujas del reloj en el hemisferio norte y en el sentido de las agujas del reloj en el hemisferio sur) alrededor de un centro de baja presión. Generalmente son de movimiento lento pero fuerte, con vientos de entre 120-320 kilómetros por hora. Tienen diferentes nombres según el lugar donde suceden: ciclones en aguas del sudeste asiático y el océano Índico, tifones en aguas del este de Asia y el Pacífico y huracanes en el Atlántico, el golfo de México o el mar Caribe. La mayoría de las muertes relacionadas con ciclones se deben a inundaciones, pero también a electrocución, estructuras colapsadas y escombros por el aire.

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Artículo

Dar una respuesta más eficaz es posible

Por Olivia Acosta El paso del poderoso Huracán Eta, el segundo más fuerte de la temporada de huracanes del 2020, provocó en Panamá el pasado mes de noviembre deslizamientos de tierra, inundaciones y fuertes vientos, que obligaron a miles de personas a abandonar sus hogares. La Cruz Roja Panameña desplegó un operativo de emergencia para dar respuesta en distintas comunidades aisladas en la parte occidental del país, a través de actividades de búsqueda y rescate; distribución de alimentos, mantas y lonas; acceso a higiene y agua potable; apoyo psicosocial y restablecimiento de contactos familiares, entre otras. Según Nadia de la Cadena, punto focal encargada de la preparación institucional de la Cruz Roja Panameña, uno de los principales obstáculos a los que se enfrentaron fue el de la distribución de la ayuda, en un contexto de desastre agravado por la pandemia de Covid-19, que dificultó la respuesta por problemas de movilidad y limitación de adquisición de productos. Los equipos de la Cruz Roja Panameña constataron que era necesario que la capacidad local a nivel logístico fuese más fuerte para poder dar una mejor respuesta a las comunidades afectadas. "Dar una respuesta eficaz en esta emergencia, en la que también teníamos que hacer frente a la pandemia del Covid-19, fue muy complejo. Comprobamos que, si no teníamos la capacidad suficiente de distribuir, se podía establecer una alianza de coordinación con otros actores para poder hacerlo", afirma. Y pudieron darse cuenta de ello, porque por primera vez implementaron el Enfoque de Preparación para una Respuesta Eficaz, a través de un chequeo rápido de las prioridades y la capacidad de la Sociedad Nacional para ofrecer servicios humanitarios de forma rápida y de calidad. Esto permitió evaluar y mejorar los componentes claves de su mecanismo de respuesta que ya se habían identificado en análisis de la capacidad de la Sociedad Nacional el año anterior. Lo interesante de esta experiencia, según Nadia, es que al detectar debilidades pudieron ajustar y mejorar su respuesta durante la propia emergencia, para ayudar a más personas."Realizamos una comprobación de la preparación y detectamos que teníamos debilidades en logística, comunicación y coordinación con las autoridades y otros actores sobre el terreno. Se buscaron soluciones inmediatas y la respuesta fue sin duda fue más eficaz, adecuada a las necesidades reales de los afectados". Una de las claves de la respuesta fue la coordinación con diferentes actores sobre el terreno. La Cruz Roja Panameña, previa evaluación de necesidades y ajustes en la respuesta (comunicación, participación en el centro nacional de operaciones, mejora del equipamiento, etc.), recibió apoyo nacional e internacional que permitió gestionar ayuda adicional para las comunidades afectadas. "Nos reunimos con autoridades, alcaldes y gobernación, lo que nos facilitó mucho las cosas porque nos cedieron espacios de almacenaje y celadores. Y lo hicieron porque eran muy conscientes de la labor que llevamos a cabo para apoyar a los damnificados en las comunidades afectadas". Krystell Santamaria, Oficial Senior de Preparación para Covid-19 de la IFRC y voluntaria de la Cruz Roja Panameña, estuvo apoyando en la identificación y mejora de la respuesta. "La mejora en la respuesta en esta emergencia ha sido evidente, las personas afectadas también lo han percibido. Una señora una de las comunidades más afectadas, en Corotú Civil, nos confirmó que durante estas inundaciones había enfermado mucha menos gente que en otras situaciones similares. Tenía muy claro que era debido a la distribución de agua potable, cloración y limpieza de pozos que llevamos a cabo”, nos confirma orgullosa. “Las personas de las comunidades a las que hemos apoyado están muy agradecidas y dan las gracias a los voluntarios compartiendo sus naranjas y plátanos con ellos". Además, según Nadia, la presencia del voluntariado a nivel local es un valor agregado, porque se ha podido atender a comunidades indígenas por parte de voluntarios que hablaban su mismo idioma. "Quiero destacar el apoyo total del presidente de la Cruz Roja Panameña y de la Junta de Gobierno a todo el proceso y también a los cientos de personas voluntarias que ha hecho posible esta respuesta. El voluntariado sin duda se merece un gran reconocimiento". La mejora en la respuesta a la emergencia también contribuyó a incrementar la visibilidad de las actividades de la Cruz Roja Panameña, lo que supuso más impacto en los medios de comunicación y un mayor apoyo por parte de donantes nacionales y extranjeros. Un ejemplo de ello fueron las donaciones del gobierno francés para la adquisición de vehículos y de otras empresas locales para el transporte y las entregas de la ayuda, agua potable y alimentos no perecederos, entre otros. Según nos cuenta Nadia, ya en 2019 empezaron a trabajar en la implementación del enfoque PER a través de talleres de facilitadores y jornadas de sensibilización. "Este enfoque es el resultado de la experiencia y de las buenas prácticas aprendidas durante muchos años respondiendo a emergencias en todo el mundo. Es evidente que invertir en la preparación para desastres en las Sociedades Nacionales merece la pena, se salvan más vidas y la recuperación económica y social es mucho más rápida". En el caso de la Cruz Roja Panameña, a través de este enfoque han detectado la necesidad, entre otras, de elaborar un manual de compras para asegurar los suministros durante una emergencia, y se está habilitando un espacio seguro para almacenar la ayuda y los equipos de respuesta. Actualmente la Cruz Roja Panameña está reforzando la recaudación de fondos para revisar y fortalecer su plan y capacidad de respuesta, y la elaboración del plan estratégico de la Sociedad Nacional, en el que se incluirán todas las áreas de mejora detectadas durante la emergencia, como por ejemplo el establecimiento de procesos y la búsqueda de nuevos colaboradores.

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Nota de prensa

IFRC se prepara para la temporada de huracanes en medio de la pandemia de COVID-19

Panamá / Ginebra, 31 de mayo de 2020. La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) está movilizando y aumentando los esfuerzos de cientos de equipos de la Cruz Roja en las Américas para prepararse para otra temporada de huracanes durante la pandemia de COVID-19. Especialistas pronostican que, solo en el Océano Atlántico, podrían formarse de 13 a 20 tormentas con nombre, de las cuales entre seis y 10 se convertirían en huracanes y de tres a cinco llegarían a ser huracanes de categoría 3 o superior. Estas tormentas podrían traer más devastación a una región que todavía está muy afectada tanto por las tormentas y huracanes del año pasado como por la pandemia de COVID-19. Durante los próximos seis meses, lluvias peligrosas, deslizamientos de tierra e inundaciones podrían afectar aún más de las comunidades que ya están lidiando con la pandemia, donde las vacunas aún no están disponibles ampliamente y donde los medios de vida han sido destruidos. Jagan Chapagain, Secretario General de la IFRC, dijo: “En Centroamérica y Colombia, miles de familias aún se están recuperando de los daños causados ​​por los huracanes Eta e Iota, que afectaron a más de 7,5 millones de personas hace apenas seis meses. La recuperación se ha visto obstaculizada por la pandemia, que ha arrasado con los recursos económicos de las personas, ha afectado los sistemas de salud y ha provocado desafíos en la respuesta. La pandemia agrega otra capa de complejidad. Ahora, una vez más, nos enfrentamos a un escenario extremadamente desafiante, con crisis superpuestas que aumentan las vulnerabilidades de las mujeres, la niñez, las personas migrantes y otros grupos. Estamos apoyando los esfuerzos regionales de preparación para esta temporada de huracanes, incluido el fortalecimiento de una respuesta equitativa a la pandemia de COVID-19, asegurando que nadie se quede atrás”. Para mitigar los desafíos logísticos causados ​​por las restricciones de COVID-19, la IFRC ha pre-posicionado ayuda humanitaria en Panamá, Guatemala, Honduras y el Caribe para responder de inmediato a las necesidades humanitarias de hasta 60.000 personas. A la vez, los equipos de la Cruz Roja comparten con las comunidades mensajes de alerta temprana e instan a las personas a tener alimentos, agua y otras necesidades básicas a mano, ya que durante la pandemia la ayuda puede tardar más en llegar. La IFRC está prestando especial atención al Caribe de habla inglesa y holandesa, donde varios países se han visto afectados por la erupción volcánica de La Soufrière y donde los casos y muertes por COVID-19 están alcanzando un nivel récord y el impacto socioeconómico de la pandemia es particularmente severo. Roger Alonso, Jefe de la Unidad de Desastres, Crisis y Clima de la IFRC, dijo: “Estos fenómenos meteorológicos son cíclicos y cada vez más frecuentes e intensos. En muchos casos, podemos predecirlos, por lo que instamos a los gobiernos y a los donantes a invertir en sistemas de alerta temprana, esfuerzos de preparación para desastres e iniciativas de adaptación al cambio climático que involucren a las comunidades vulnerables y las pongan en el centro de la respuesta humanitaria. La experiencia de la Cruz Roja demuestra que estar mejor preparado antes de que ocurra un desastre puede salvar vidas”.

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Artículo

IFRC está preocupada por el impacto del huracán Eta en la transmisión del coronavirus

La Cruz Roja, que trabaja en todos los países de la región, viene apoyando a miles de personas afectadas por las fuertes lluvias e inundaciones provocadas por el huracán Eta.Eta atravesó partes de Centroamérica después de tocar tierra en Nicaragua el 3 de noviembre como un huracán de categoría 4. Aunque se degradó a tormenta tropical a medida que avanzaba hacia Honduras y Guatemala, las constantes lluvias y los fuertes vientos han causado inundaciones y devastación en toda la región, incluyendo docenas de deslizamientos de tierra mortales. Belice, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México y Nicaragua se han visto afectados significativamente.Miles de personas han sido evacuadas de sus hogares debido a las inundaciones y los deslizamientos de tierra que vienen causando graves daños en toda la región. Se cree que la tormenta ha cobrado la vida de más de 200 personas, aunque la cifra real podría ser mucho mayor, ya que muchas personas siguen desaparecidas.[caption id="attachment_70236" align="aligncenter" width="1024"] Se han enviado voluntarios de búsqueda y rescate de la Cruz Roja Hondureña a las zonas afectadas por deslizamientos de tierra. (Crédito: Cruz Roja Hondureña)[/caption]A medida que las familias luchan por aceptar lo sucedido, aumentan las preocupaciones sobre el impacto que este desastre tendrá en las transmisiones del coronavirus.Es casi seguro que las medidas de prevención de COVID-19, como lavarse las manos con regularidad y el distanciamiento social, se dificulten más en los refugios de evacuación, en hogares familiares sobrepoblados u otros lugares seguros a los que las personas se han mudado.“Hay miles de personas sin hogar, en refugios temporales o albergues y bajo condiciones de vulnerabilidad.  En estos momentos prevenir la propagación de la COVID-19 es fundamental a pesar de los enormes desafíos de la emergencia.  No es improbable que veamos un aumento significativo de casos en las próximas semanas, debido a la dificultad de aplicar las medidas de salud pública en un contexto tan complejo,” advierte la Dra. María Tallarico, Coordinadora de Salud de IFRC en las Américas.[caption id="attachment_70212" align="aligncenter" width="947"] Los esfuerzos de evacuación continuaron durante el fin de semana mientras las fuertes lluvias continuaron causando estragos. (Crédito: Cruz Roja Hondureña)[/caption]Miles de voluntarios de la Cruz Roja en toda la región están ayudando a las familias afectadas por las inundaciones, apoyando las evacuaciones, y la búsqueda y rescate, proporcionando primeros auxilios y apoyo psicosocial, así como transportando a las personas de manera segura al hospital. Estos mismos voluntarios han estado apoyando a las comunidades para que se mantengan seguras durante la pandemia.“Las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja enfrentan la difícil tarea de responder a las lluvias incesantes, las inundaciones, así como al COVID-19. Se están proporcionando a los voluntarios los equipos de protección personal necesarios y se continuará apoyando a las comunidades con los insumos y las medidas de prevención y protección. Es importante ahora que estas medidas no solo se mantengan, sino que se incrementen para limitar la transmisión del virus del COVID-19,” continúa la Dra. Tallarico.[caption id="attachment_70232" align="aligncenter" width="1024"]  Los voluntarios de la Cruz Roja Guatemalteca están apoyando a los niños afectados por la tormenta con apoyo psicosocial en refugios de evacuación en todo el país. En toda la región, los voluntarios ya están distribuyendo kits de higiene para ayudar a las personas a mantenerse seguras. (Crédito: Cruz Roja Guatemalteca)[/caption]Las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja, con el apoyo de IFRC en la región, ya están distribuyendo kits de higiene a las personas desplazadas, que incluyen mascarillas y desinfectante de manos. Los voluntarios también están hablando con las familias sobre cómo mantenerse seguros durante este tiempo.IFRC recomienda que todas las respuestas deben considerar la necesidad de intensificar las medidas de prevención contra el virus, así como otras enfermedades transmisibles, como el Zika, que comúnmente aumentan durante y después de las inundaciones.“Instamos a las personas a que se aseguren de continuar siguiendo los consejos de salud, usando las mascarillas y lavándose o desinfectando sus manos con la mayor regularidad posible, hacer uso de agua segura para evitar la diarrea y otras infecciones debidas a agua contaminada, proteger a las niñas y niños, y vigilar el surgimiento de enfermedades respiratorias o de la piel. El personal de la Cruz Roja está en el terreno ayudando y apoyando en estas tareas,” comentó la Dra. Tallarico.[caption id="attachment_70228" align="aligncenter" width="1024"] Voluntarios de la Cruz Roja Nicaragüense despejan un camino obstruido por escombros y árboles arrastrados por las corrientes de la inundación. (Crédito: Cruz Roja Nicaragüense)[/caption]La Cruz Roja también insta a las personas a que sigan considerando medidas de protección personal, como usar mascarillas y lavarse las manos con la mayor frecuencia posible. Se están realizando evaluaciones para evaluar los daños causados ​​por la tormenta. Las preocupaciones inmediatas son garantizar que las personas tengan acceso a agua potable, alimentos y un refugio seguro.[caption id="attachment_70224" align="aligncenter" width="1024"] La Cruz Roja Costarricense está apoyando las evacuaciones en las áreas afectadas por la tormenta. (Crédito: Cruz Roja Costarricense)[/caption]Pueden pasar días o incluso semana antes de que se conozca la verdadera magnitud del daño, pero las lluvias constantes, incluso después de que ha pasado la tormenta, significan que fuertes corrientes y deslizamientos de tierra continúan destruyendo hogares, tierras de cultivo y, lamentablemente, cobrando vidas.[caption id="attachment_70220" align="aligncenter" width="1024"] Un voluntario de la Cruz Roja Guatemalteca habla con una persona afectada por las inundaciones. Muchas familias enfrentan la incertidumbre económica causada por las restricciones del coronavirus. Estas inundaciones traen un factor adicional a quienes ya luchan por hacer frente al COVID-19. (Crédito: Cruz Roja Guatemalteca)[/caption]Esta devastación se produce en un momento en que muchas comunidades de la región ya están profundamente afectadas por los impactos económicos y de salud de la pandemia por coronavirus.Los efectos a largo plazo de este desastre amenazan con llevar al límite a las comunidades que ya luchan por afrontarlo.“Los efectos a largo plazo de esta emergencia están afectando al límite las comunidades que ya luchan con los impactos económicos y de salud de la pandemia por COVID-19. IFRC continúa trabajando junto con las Sociedades Nacionales para asegurarnos de que nadie se quede atrás ".IFRC ha lanzado un llamamiento de emergencia regional por 20 millones de francos suizos para ayudar a 75.000 personas en los países de Honduras, Guatemala y Nicaragua, durante los próximos 18 meses. También continúa apoyando a otros países afectados, incluidos Belice, Costa Rica y Panamá, trabajando en estrecha colaboración con las Sociedades Nacionales que responden. IFRC en la región continúa respondiendo a la pandemia de COVID-19.

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La Cruz Roja insta a los gobiernos y a las personas a prepararse antes de la temporada de huracanes ya que el COVID-19 podría retrasar la asistencia

La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) se está preparando para la Temporada de Huracanes 2020 en las regiones del Atlántico y el Pacífico, mientras la segunda tormenta de la temporada cruza el norte del Caribe.Walter Cotte, Director Regional de IFRC para las Américas, dijo que la predicción de la temporada de huracanes 2020 está por encima de un año normal, con 13 a 19 tormentas con nombre y a esto se suma la pandemia de COVID-19, que es motivo de preocupación.“Aunque estamos enfocados en abordar COVID-19, también debemos pensar en prepararnos para la temporada de huracanes. Uno de los principales desafíos será la logística, ya que las medidas de salud pública para evitar la propagación de COVID-19 han provocado el cierre de fronteras y restricciones de movimiento.”Las organizaciones de la Cruz Roja de América Latina y el Caribe están compartiendo mensajes de preparación, instando a las personas a tener alimentos, agua y otros artículos esenciales a  mano, ya que la ayuda puede tardar más tiempo en llegar. La Cruz Roja también alienta a los gobiernos a apoyar los esfuerzos humanitarios.“Utilizando la diplomacia humanitaria estamos trabajando con los gobiernos, abogando por la flexibilidad en el marco regulatorio para permitir el acceso y el movimiento de bienes humanitarios para garantizar el acceso en caso de desastre en la región”, dijo Cotte.“Además, para intentar mitigar los impactos de un huracán y las inundaciones y deslizamientos de tierra asociados, hemos posicionado previamente alrededor de 200 toneladas de suministros de emergencia en áreas clave de toda la región.”Esta semana, durante una reunión de las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja se está planificando la temporada de huracanes. Las estrategias están cambiando para reflejar la realidad de COVID-19, por ejemplo, en Trinidad y Tobago, se están organizando capacitaciones en línea con voluntarios del equipo comunitario de respuesta a emergencias y administradores de refugios. Cientos de voluntarios de la Cruz Roja se están movilizando en toda la región para compartir mensajes de alerta temprana, ayudar a las comunidades a prepararse y apoyar después del desastre donde sea necesario. La acción temprana y la preparación efectiva pueden salvar vidas y medios de vida.América Latina y el Caribe son las regiones del mundo más propensas a los desastres. IFRC aboga por medidas de adaptación al cambio climático para mitigar el impacto humanitario de estos desastres, especialmente en las poblaciones urbanas.

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Cruz Roja sigue apoyando a medida que las personas regresan a sus hogares

[et_pb_section bb_built="1"][et_pb_row][et_pb_column type="4_4"][et_pb_image _builder_version="3.7" src="http://media.ifrc.org/ifrc/wp-content/uploads/2019/12/20191105_Bahamas-hurricane-dorian_IMG_LS_2-1.jpg" /][et_pb_text _builder_version="3.7"]Por Angela Hill, IFRCEn los tres meses transcurridos desde que el huracán Dorian azotara las Bahamas, devastando partes de las islas de Gran Bahama y Ábaco, la Cruz Roja ha ayudado a miles de familias con artículos vitales de emergencia, asistencia financiera y apoyo psicosocial.A medida que las personas regresan a sus hogares para comenzar la recuperación, la Cruz Roja brinda apoyo continuo.Más de seis semanas después de que evacuaran Murphy Town, en la isla Ábaco, Della y Jacob Davis regresaron al lugar al que llaman hogar. Como muchos, tuvieron problemas para reconocer a su comunidad ya que la tormenta de categoría 5 cambió el panorama por completo.Della recuerda la noche de la tormenta como si fuera ayer. Dice que recuerda como el agua llegaba hasta las ventanas y que partes del techo se habían volado cuando escuchó que la llamaban."El agua estaba tan alta que mi corazón no podía permitir que la gente se quedara allí en ese momento", dijo. "Dije ... No puedo dejar que estas personas mueran allá afuera ".Los invitó a todos a su casa y esperaron mientras el agua seguía subiendo.   "Si el agua hubiera subido más, simplemente nos habríamos quedado allí parados y habíamos muerto porque no teníamos ningún otro lugar a donde ir".Todos en la casa evacuaron a Nassau. Jacob dijo que a medida que las personas regresan a Ábaco, "tratan de estar allí el uno para el otro".La Cruz Roja pudo apoyar a la pareja con ayuda de emergencia. Mientras algunas personas regresan a su casa en Ábaco, otras planean quedarse en Nassau, al menos en el futuro cercano.[/et_pb_text][et_pb_image _builder_version="3.7" src="http://media.ifrc.org/ifrc/wp-content/uploads/2019/12/20191019_Bahamas-hurricane-dorian-IMG_LS_1-1.jpg" /][et_pb_text _builder_version="3.7"]Laurel Dean y su hermana Emilyann Johnson fueron evacuadas a la isla de Nueva Providencia, luego del huracán Dorian. Ambas están trabajando duro para recuperarse y sacar a sus familias adelante."Cuando tienes esta mentalidad, lo único que puedes hacer es seguir adelante”, dijo Emilyann.  "Ustedes trabajan de la mano con nosotras", dijo sobre el apoyo que recibieron de la Cruz Roja.Durante una reciente distribución financiera, más de una familia se fue con lágrimas de alegría. Una y otra vez, la gente decía cuán agradecidos estaban, cómo se acerca la Navidad y cómo no sabían cómo iban a poder seguir con los gastos del día a día y a la vez tener una celebración navideña para su familia.[/et_pb_text][et_pb_image _builder_version="3.7" src="http://media.ifrc.org/ifrc/wp-content/uploads/2019/12/20191129_Bahamas-Hurricane-Dorian_IMG_LS_1-1-DA.jpg" /][et_pb_text _builder_version="3.7"]Ray y Agnes Cumberbatch abrazaron a todos los voluntarios en el edificio después de recibir asistencia en Gran Bahama.“Vine aquí cargada. Estaba pasando por muchas cosas, tenía muchas cosas en mente, con el paso del huracán Dorian. Pero entrar aquí y dejarlo todo… simplemente estoy asombrada”, dijo Agnes.[/et_pb_text][/et_pb_column][/et_pb_row][/et_pb_section]

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Fortalecimiento de la preparación regional: el Caribe se prepara para la temporada de huracanes de 2019

♪ Water come inna mi roomHuh huh!Mi sweep out some with mi broomDi likkle dog laugh to see such funAnd di dish run away with the spoon ♪Fue pegadiza, fue graciosa, fue disfrutada por personas hasta Nicaragua, sin embargo, habló de un tema muy serio. Era una canción sobre el huracán Gilbert y la devastación causada en Jamaica en 1988. No hay canciones populares sobre los huracanes Irma y María, tal vez porque Lovindeer no escribió una o tal vez porque, en este caso, los dos huracanes llegaron uno detrás del otro y causaron tanta destrucción en 2017 que fue difícil encontrar humor en la situación.En preparación para la temporada de huracanes de 2019, cinco organizaciones internacionales, con sede en el Caribe, están trabajando con las oficinas nacionales de desastres y las comunidades para fortalecer la preparación para desastres. Santa Lucía, Dominica, Antigua y Barbuda, San Vicente y las Granadinas, así como la República Dominicana, mejorarán la preparación durante la temporada de huracanes a través de mejoras de sistemas localizados de alerta temprana. La asistencia financiera fue proporcionada por la Dirección General de Ayuda Humanitaria y Protección Civil de la Comisión Europea (ECHO).El proyecto tiene un enfoque de cuatro frentes que incluye mejorar la coordinación de las organizaciones de ayuda. Después de Gilbert, muchas agencias de ayuda internacional enviaron zinc a Jamaica porque miles de hogares habían perdido sus techos. Sin embargo, como especialista técnica de alerta temprana comunitaria de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR), Nicole Williams recuerda que “no había madera sobre la cual colocar el zinc o ningún clavo para sujetarlo a las casas. "Esta desafortunada circunstancia tuvo un resultado positivo: condujo a la formación de organizaciones regionales como la Agencia de Manejo de Emergencias y Desastres del Caribe (CDEMA). Sin embargo, la respuesta al huracán María en Dominica demostró que todavía hay margen de mejora. CDEMA y la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (UNOCHA) han estado trabajando juntos para mejorar el Mecanismo de Respuesta Regional.Como parte del proyecto, hubo una formación de formadores en Dominica, donde los miembros de la Cruz Roja de Dominica recibieron entrenamiento sobre cómo implementar sistemas de alerta temprana con las comunidades. Los sistemas de alerta temprana son un aspecto importante de la preparación porque permiten una acción temprana para salvar vidas y proteger activos. La alerta temprana nacional a menudo no es específica de una comunidad en riesgo. Se prefieren las nuevas herramientas de comunicación a los mensajes tradicionales de radio y televisión. Comprender por que medios las personas reciben mensajes y sus necesidades es esencial. Las necesidades de grupos vulnerables como mujeres o personas con capacidades diferentes se consideran más en el diseño de los mensajes de alerta. Karen Lawrence, quien forma parte del Servicio Meteorológico de Dominica, describió la capacitación como "empoderamiento, intercambio de conocimientos, creación de redes, tanto que la gente estará tan informada que podrá tomar las decisiones correctas en el momento adecuado, y por lo tanto, mitigando el impacto de los desastres".El objetivo de esta alianza internacional es trabajar con las oficinas nacionales de desastres y las comunidades para mejorar la preparación. El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) lidera el equipo en este proyecto y trabaja con las oficinas nacionales de desastres para mejorar las comunicaciones, los planes de prueba a través de simulaciones y apoyar la concientización pública y la educación. Las comunidades desarrollarán una mejor comprensión del riesgo potencial que animará a sus miembros a tomar medidas de protección.Las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja en los cinco países, junto con la Federación Internacional, apoyan otras acciones a nivel local. Diez comunidades implementarán sistemas locales de alerta temprana y también se les proporcionará la tecnología necesaria para mitigar el riesgo. Tecnología de alerta temprana que incluye pluviómetros, indicadores de inundación y señales de calentamiento. La tecnología no se limita al equipo sino que implica la capacitación de los Equipos Comunitarios de Respuesta a Desastres (CDRT, por sus siglas en inglés) y la actualización de los planes de respuesta a desastres que se prueban mediante ejercicios de simulación.Se prevén entre 9 y 15 tormentas para la temporada de huracanes de 2019, con la probabilidad de entre 4 y 8 huracanes. Existe la posibilidad de que 2-4 de esos huracanes sean mayores. Como se vio con Irma y María en 2017, dos huracanes importantes pueden tener un impacto severo en el Caribe, por lo que el equipo internacional se reunió recientemente en la Conferencia de Entendimiento sobre Riesgos del Banco Mundial en Barbados, para compartir el progreso y planificar los próximos pasos. Esperemos que no haya necesidad de que se canten canciones ingeniosas después de la temporada de huracanes de 2019, ¡pero ha llegado, ¡así que a prepararse!