Salud comunitaria

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"Estamos listos": Para el personal hospitalario del sur del Líbano, los años de formación se enfrentan a una nueva prueba cuando el conflicto llega a sus puertas.

La actual crisis en Medio Oriente, desencadenada por el conflicto entre Israel y Gaza, ha provocado conmociones en toda la región, afectando a países vecinos y comunidades mucho más allá de la zona de conflicto inicial.En la ciudad de Sidón, en la Gobernación Sur de Líbano, el personal y voluntariado del hospital Al-Hamshari de la Media Luna Roja Palestina (MLRP) se ha estado preparando para los peores escenarios, ya que los bombardeos ocurren regularmente justo en su puerta y la región sur de Líbano se ve cada vez más afectada por la escalada de las hostilidades.Al-Hamshari es uno de los dos hospitales de la Media Luna Roja Palestina en el sur del Líbano, y atiende a personas refugiadas palestinas y de todas las nacionalidades. También es el mayor de los cinco hospitales de la MLRP en Líbano, lo que significa que es un centro sanitario crucial, especialmente en tiempos de conflicto, cuando más se necesitan sus servicios.Este entorno volátil ha obligado a la Media Luna Roja Palestina en el Líbano a prepararse para un aumento de las necesidades, movilizando recursos y estando en alerta máxima para responder a la crisis que se está desencadenando."Tenemos más de 300 personas entre el voluntariado y el personal que han recibido formación en el marco de nuestro plan de emergencia", explica el Dr. Ziad El Ainen, Director del Servicio de Emergencias y Ambulancias de la filial libanesa de la Media Luna Roja Palestina.Una parte importante de esa formación se ha realizado con la Cruz Roja Libanesa, que también tiene una gran experiencia en la respuesta a incidentes con víctimas masivas. "La Cruz Roja Libanesa ha formado bien [al personal del hospital] para responder eficazmente en tiempos de conflicto", dice El Ainen.Para reforzar su capacidad de responder eficazmente a la escalada del conflicto, el hospital Al-Hamshari de la MLRP puso en marcha un amplio programa de formación, que abarcaba una serie de conocimientos esenciales, como soporte vital básico, soporte vital cardíaco avanzado, ecocardiografía de urgencia, triaje de víctimas masivas y técnicas avanzadas de primeros auxilios. Estas formaciones dotaron al personal del hospital de los conocimientos y habilidades necesarios para mitigar el impacto de las lesiones relacionadas con el conflicto y garantizar una intervención médica oportuna y adecuada.Una persona que se ha beneficiado de estas formaciones y está preparada para servir a su pueblo, especialmente durante este conflicto, es Hossam Sabha, de 58 años, un socorrista que lleva casi 40 años en la Media Luna Roja Palestina del Líbano."Como unidad de Servicios Médicos de Emergencia de la Media Luna Roja Palestina en el Líbano, hemos tomado todas las precauciones y medidas necesarias para responder a cualquier emergencia", dice Hossam."Hemos completado nuestra formación y estamos preparados para movilizarnos en cualquier momento. Tenemos un plan de emergencia para el sur y Beirut, y todos nuestros equipos están preparados. No tenemos miedo".No es sólo Hossam quien está impulsado por un sentido de humanidad. Su propia hija, Saja, ha heredado la valentía de su padre. El conflicto no le impedirá prestar servicios que salvan vidas, dice."No tengo ningún miedo. Vengo al hospital todos los días porque quiero ayudar a otras personas, incluyendo a mis colegas", dice Saja, de 22 años, voluntaria en el hospital Al-Hamshari y estudiante de enfermería. Considera que el voluntariado no se parece a nada de lo que ha vivido hasta ahora."Cuando eres voluntaria, estás expuesta a tanta gente, ves lo que ocurre en el mundo real. No hay nada como la expresión de gratitud y alivio en la cara de una persona después de haberle proporcionado la ayuda que necesita".Sin embargo, no hay que avergonzarse de sentir miedo, y tanto el personal como las personas voluntarias del hospital reciben formación para ayudarse mutuamente a sobrellevar sus reacciones emocionales ante los acontecimientos que se desarrollan a su alrededor. Saja trabaja estrechamente con Nagham Chanaa, de 20 años, la interna más joven del hospital Al-Hamshari, que persigue su sueño de ser médica.A pesar de la naturaleza estresante de su trabajo y de la turbulenta situación del país, Nagham se las arregla para sonreír a pesar de todo."Soy una persona muy ansiosa", dice. "Sentí mucho miedo cuando oí una explosión hace unos días -que resultó ser un falso ataque aéreo-, pero todos en el hospital vinieron a verme e intentaron consolarme. Recibo mucho apoyo mental de mis colegas de aquí. Nos apoyamos mutuamente y transmitimos ese apoyo también a quienes atendemos".Aunque profesionales de la medicina como Nagham y Saja son esenciales para prestar asistencia de emergencia, cualquiera puede contribuir a su comunidad en momentos de necesidad. Todo lo que se necesita es un corazón solidario y la disposición de practicar el voluntariado.Ahmad Marwan El Issa, de 19 años, que estudia Ingeniería Mecánica, es un buen ejemplo de ello. Es voluntario de la Media Luna Roja Palestina en Líbano como técnico de urgencias médicas, y lo hace sabiendo los riesgos que implica."La situación asusta porque es impredecible", dice. "No sabemos cuándo caerá un ataque aéreo ni dónde, pero estamos listos para servir a quienes lo necesiten, pase lo que pase".

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Emergencia

Argentina: Crisis Económica

Argentina se enfrenta a una de sus crisis socioeconómicas más complejas de los últimos años, marcada por el aumento del número de personas que viven en la pobreza y la pobreza extrema, el acceso limitado a los servicios de salud y a los alimentos, y las importantes dificultades para mantener los medios de subsistencia. A través de este Llamamiento de Emergencia, la Cruz Roja Argentina busca brindar asistencia humanitaria, protección y apoyo para la recuperación de las familias y personas sin hogar más afectadas por la crisis. La operación está diseñada para beneficiar a 20.000 personas durante un período de 12 meses, concentrándose inicialmente en la asistencia integral y la salud.

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Nota de prensa

La IFRC lanza un llamamiento por 40 millones de francos suizos ante el aumento de los casos de viruela símica en África

Kinshasa/Nairobi/Ginebra – 23 Agosto 2024 – La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) ha lanzado un llamamiento regional de emergencia por un valor de 40 millones de francos suizos para reforzar la preparación y respuesta al mpox en toda África. Esta financiación nos ayudará a llegar a 30 millones de personas en países con un brote activo, incluida la República Democrática del Congo (RDC) y los países vecinos con alto riesgo de propagación del virus. Mohammed Omer Mukhier, Director Regional de la IFRC dice:"Es una situación grave que podría extenderse como la pólvora por todo el continente y más allá, si no actuamos con rapidez. Ya hemos intensificado nuestra respuesta al mpox en la RDC, que se está llevando la peor parte de este brote de mpox y está poniendo en alto riesgo a sus vecinos".La RDC se ha convertido en el epicentro de una epidemia de viruela símica que va en rápido aumento. El virus ya está presente en las 26 provincias del país, con diferentes variantes ("clados") que se propagan simultáneamente. Resulta alarmante el aumento de la transmisión transfronteriza desde las regiones orientales de la RDC, especialmente Kivu del Norte y Kivu del Sur, que afecta a países no endémicos como Burundi, Ruanda, Uganda y Kenia. Mientras tanto, los brotes en países endémicos como Nigeria, República Centroafricana, Sudáfrica y Costa de Marfil están reapareciendo o intensificándose. Es la primera vez que se notifica una transmisión sostenida de múltiples variantes simultáneamente en regiones endémicas y no endémicas de África. La Dra. Irene Kiiza, Directora para África de Salud y Asistencia en Desastres y Crisis Climáticas de la IFRC, afirma:"Estamos desplegando rápidamente los recursos disponibles para centrarnos en puntos conflictivos como la RDC y Burundi, pero necesitamos más para garantizar la contención del virus. Nuestra prioridad es frenar la propagación del virus mediante la vigilancia basada en la comunidad, el rastreo de contactos, el apoyo a la salud mental e intervenciones específicas en colaboración con las autoridades sanitarias locales y las comunidades".En respuesta a esta crisis, la Cruz Roja de la RDC ha intensificado sus esfuerzos. Aprovechando las competencias y estrategias perfeccionadas a través del Programa Comunitario de Preparación ante Epidemias y Pandemias (CP3) con USAID y la Alianza Programática con la Unión Europea, el voluntariado de la Cruz Roja de la RDC participa activamente en la difusión de información sanitaria, la vigilancia comunitaria y la prestación de apoyo psicosocial. USAID también proporcionó financiación adicional desde abril de 2024 para apoyar la respuesta de la Cruz Roja de la RDC al mpox en Equateur, una de las provincias más afectadas.Mercy Laker, Jefa de la Delegación de la IFRC en Kinshasa: "Hemos estado trabajando en la respuesta al mpox, así como en otros brotes de enfermedades como el Ébola y el COVID-19. Nuestro equipo, incluidos el personal y el voluntariado, está sobre el terreno, ayudando a mantener la seguridad de las comunidades en estos tiempos difíciles. La financiación del llamamiento ayudará a impulsar nuestras operaciones en la RDC y Burundi". En Burundi, el gobierno tiene un plan de respuesta integral para hacer frente a la actual crisis sanitaria. Con más de 100 casos activos, el Ministerio de Salud de Burundi se centra en reforzar la capacidad de los centros de salud y los laboratorios de todo el país, mientras que la Cruz Roja de Burundi presta apoyo directo a las comunidades afectadas para asegurarse de que son conscientes de los riesgos y pueden acceder a la asistencia disponible. A través de este llamamiento, la IFRC reforzará la capacidad de las Sociedades Nacionales africanas para desempeñar su función auxiliar y apoyar a los gobiernos nacionales en la mejora de la vigilancia de la enfermedad, la educación sanitaria de la comunidad, la atención y el apoyo a las personas afectadas por el mpox y la prestación de apoyo psicosocial. La respuesta será escalonada, con intervenciones específicas adaptadas al nivel del brote en cada país, incluida la importación de casos de alto riesgo, los casos importados y la transmisión establecida de la viruela símica. Más informaciónPuede encontrar más información sobre el llamamiento de emergencia en esta página.Para solicitar una entrevista, póngase en contacto con: [email protected]  En Ginebra: Tommaso Della Longa: +41 79 708 43 67 Andrew Thomas: +41 76 367 65 87 En Nairobi: Susan Nzisa Mbalu: +254 733 827 654En Goma:Gracia Dunia: +243 813 274 794

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Nota de prensa

La IFRC amplía la respuesta a la viruela símica en África al declararse una emergencia sanitaria mundial

La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) está intensificando los esfuerzos de respuesta ante el aumento de casos de viruela símica (mpox) en África. En los últimos tres días, la OMS y el Centro Africano para el Control y la Prevención de Enfermedades han declarado la epidemia emergencia de salud pública de importancia internacional y continental. Con más de 17.000 casos sospechosos o confirmados y un devastador costo de 500 muertes en al menos 12 países, la epidemia ha superado la escala de años anteriores. La tasa de letalidad es del 3,2%. La situación es alarmante debido a la rápida propagación entre las nuevas poblaciones de riesgo y a la propagación internacional a zonas que nunca habían padecido la enfermedad. Mohammed Omer Mukhier, Director Regional de la IFRC dice:"El fuerte aumento de los casos de viruela símica en África es muy preocupante y constituye un grave problema de salud pública. No se trata sólo de un problema local; es una amenaza continental que exige una acción inmediata y coordinada. En la República Democrática del Congo (RDC), desde el año pasado, junto con los equipos de la Cruz Roja del país, hemos estado apoyando a las comunidades afectadas, pero es necesario hacer más, en estrecha colaboración con los Ministerios de Salud movilizados, ya que la situación evoluciona y se expande rápidamente por toda África".La República Democrática del Congo ha registrado el 92% de los casos de esta creciente epidemia, pero la rápida propagación en otros países está poniendo en peligro a nuevas comunidades. Una nueva variante del clado 1b, sobre la que aún estamos aprendiendo, ha surgido en la RDC y se está extendiendo a países vecinos como Burundi, Kenia, Ruanda y Uganda. Otras naciones africanas están notificando casos sospechosos junto con el resurgimiento de brotes anteriores de mpox. A diferencia de los brotes anteriores, las epidemias asociadas tanto a los tipos nuevos como a los preexistentes del virus mpox están creciendo y afectando a nuevas comunidades. La nueva variante, aunque vinculada al contacto sexual, está afectando a personas de todas las edades y procedencias.Bronwyn Nichol, Oficial Superior de Salud Pública en Emergencias de la IFRC, afirma:"La epidemia de mpox nos recuerda crudamente que los virus no conocen fronteras. La escasez de pruebas, tratamientos y vacunas exige una respuesta mundial coordinada, que incluya un mayor acceso a las reservas de vacunas en África. Un esfuerzo unificado es esencial para proteger a las poblaciones vulnerables y evitar sufrimientos y muertes innecesarias".En la RDC, la Cruz Roja local ha estado apoyando la respuesta del gobierno compartiendo información sanitaria fiable y precisa con las comunidades, llevando a cabo una vigilancia basada en la comunidad para detectar y notificar casos sospechosos, prestando apoyo psicosocial a las personas afectadas y apoyando con medidas de promoción de la higiene basadas en la comunidad. Un enfoque basado en la comunidad apoyará a las víctimas contra la estigmatización. Las personas que muestren signos y síntomas recibirán apoyo precoz antes de que se produzca una mayor transmisión.Grégoire Mateso, Presidente de la Cruz Roja de la RDC, afirma:"El año pasado fue difícil. La aparición de una variante nueva y potencialmente más transmisible del mpox como la Clade 1b afecta gravemente a la contención. Hemos visto de primera mano cómo la escasez de pruebas, vacunas y kits de tratamiento puede obstaculizar los esfuerzos para contener la enfermedad. También es necesaria una mayor concienciación pública para gestionar el estigma, la detección precoz y el aislamiento de los casos".La Cruz Roja de la RDC está ampliando su respuesta al brote de mpox, aprovechando muchos años de trabajo comunitario de preparación ante epidemias. A través del Programa Comunitario de Preparación para Epidemias y Pandemias (CP3) y la Alianza Programática, la Cruz Roja de la RDC, con el apoyo técnico de la IFRC y la Cruz Roja Francesa, ha estado fortaleciendo la resiliencia sanitaria en comunidades de todo el país, dotándolas de los conocimientos y las herramientas para detectar, prevenir y responder rápidamente a brotes de enfermedades. Las Sociedades de la Cruz Roja de los países vecinos que están respondiendo a los primeros casos de viruela símica están ampliando rápidamente el apoyo a las comunidades, para ayudar a detectar y responder a nuevos casos a fin de reducir la enfermedad y las muertes y limitar la propagación del virus. La Cruz Roja de Burundi está ayudando al Ministerio de Salud a responder al rápido aumento de los casos de viruela con el apoyo del Fondo de Emergencia para la Respuesta a Desastres (IFRC-DREF). La IFRC está a la vanguardia de la respuesta al brote de mpox en África, con una amplia experiencia en la gestión de brotes de enfermedades anteriores, como el Ébola y el COVID-19. Con una vasta red de más de 4 millones de personas voluntarias y 14.000 miembros del personal en todo el continente, la red de la IFRC está prestando un apoyo fundamental a los gobiernos, que incluye la vigilancia basada en la comunidad, la comunicación de riesgos y la participación de la comunidad, así como servicios de salud mental. A medida que la epidemia de viruela símica sigue propagándose, la IFRC pide un mayor apoyo mundial para contener la crisis mediante un mayor acceso a las pruebas, el tratamiento y las vacunas para las poblaciones de riesgo en todo el continente, junto con una acción sostenida basada en la comunidad, que mejore la eficacia de las acciones de respuesta a la epidemia.Más informaciónPara solicitar una entrevista, contacte a: [email protected]  En Ginebra: Tommaso Della Longa: +41 79 708 43 67 Andrew Thomas: +41 76 367 65 87 En Nairobi: Susan Nzisa Mbalu: +254 733 827 654

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Gaza: Una familia voluntaria ayuda a otras personas mientras ellas mismas se enfrentan a la dura realidad del conflicto.

"Me levanto temprano, a las siete de la mañana, para atender las necesidades de la familia, y luego me dirijo al mercado cercano, que está a un kilómetro de distancia. Busco algo para alimentar a mis hijas e hijos hambrientos".Así empieza un día típico para Youssef Khoder, voluntario de la Media Luna Roja Palestina del norte de Gaza. Youssef procede de una familia de personas voluntarias. Su madre es enfermera obstétrica y sus hermanos Mahmoud e Ibrahim también son enfermeros."Trabajamos en el punto médico de la MLRP en Jabalia desde su creación", cuenta. "Fuimos desplazados y tuvimos que trasladarnos a un centro de acogida, pero ahora la situación ha cambiado y hemos vuelto a nuestras casas".Después de comprar comida en el mercado, Youssef y su mujer encienden un fuego para preparar la comida de sus hijos pequeños. La hija mayor, Ayloul, tiene 6 años. Mohammed tiene 4 y Ghaith, 2. Después, Youssef se va a reunir con sus hermanos en el punto médico de Jabalia."Caminamos 2 kilómetros de ida y vuelta todos los días para llegar al punto médico donde somos voluntarios", dice. "Llevamos a cabo nuestro trabajo porque es nuestro deber humanitario, seguir sirviendo a nuestra gente en el norte de Gaza".Un punto vital para la salud comunitaria en medio del conflictoEl punto médico consiste en una gran tienda de campaña, en cuyo interior hay una docena de camillas o camas de hospital rodantes. El puesto médico de Jabalia, en el norte de la Franja de Gaza, ha permanecido operativo y ha prestado servicios médicos y sanitarios a miles de personas afectadas incluso cuando hospitales clave dejaron de funcionar; sigue prestando servicios a pesar de la escasez de medicamentos.Mientras sus hermanos atienden pacientes, Youssef toma fotos como parte de sus responsabilidades documentando el trabajo de sus colegas de la Media Luna Roja Palestina. Se trata de una función importante para documentar las necesidades humanitarias e informar al mundo de lo que hace la Media Luna Roja para tratar de satisfacerlas.Esto no es tan fácil como parece. Con los cortes de electricidad y la infraestructura de comunicaciones dañada, el simple acto de enviar las fotografías a la sede no es tan sencillo."Después de la oración de la tarde, camino un kilómetro hasta un lugar situado a gran altitud para poder captar señal y tener acceso a Internet. Paso media hora enviando archivos a la administración antes de volver al punto médico. Pasamos una hora con los colegas antes de regresar, y a veces nos detenemos en el mercado para comprar algo de comida para la tarde y para el día siguiente. Sin embargo, la comida escasea y los precios son muy altos".Durante el Ramadán, todo esto se hacía mientras ayunaban de sol a sol. Después del trabajo, volvían a casa antes de romper el ayuno (iftar). "Mi familia y yo nos sentamos juntos. Rompo el ayuno con ellos, rezo la oración del Magreb, tomo el té y vuelvo a pie al punto médico. Trabajo unas horas antes de volver tarde a casa.En cuanto a la escasez de alimentos, es como si lleváramos 6 meses ayunando, así que no es sólo durante el Ramadán.Seguimos trabajando con mayor determinación que antes, y rezamos para seguir pudiendo servir a la gente, y para que los días oscuros de Gaza pasen pronto."

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Para estas dos humanitarias de Madagascar, invertir en las mujeres significa romper las barreras y los estigmas de género.

A sus 23 años, Valisoa Liesse Razafisalama ya tiene un impacto significativo como estudiante de tercer año de comunicación en el Centro Nacional de Teleeducación de Madagascar y como voluntaria de la Cruz Roja Malgache.Gracias a su participación en el Equipo Nacional de Respuesta a Desastres, Valisoa ha adquirido una valiosa experiencia en sensibilización y formación tras las recientes tormentas tropicales.Sin embargo, ha sido su iniciativa de cuestionar las normas sociales en torno a la menstruación lo que realmente ha puesto de manifiesto su dedicación a derribar barreras."Como miembros del movimiento de la Cruz Roja, activas en el sector humanitario, abogamos por un mayor reconocimiento del papel de las mujeres", afirma Valisoa, que forma parte del aproximadamente 42% del personal del Equipo Nacional de Respuesta a Desastres de la Cruz Roja Malgache que son mujeres."Fomentamos la inclusión equitativa de las mujeres en la toma de decisiones de la comunidad, rompiendo con la tendencia a dar prioridad a los hombres. Persistimos en nuestros esfuerzos porque, como mujeres voluntarias, contribuimos significativamente al bienestar de las comunidades en las que operamos." No es un asunto solo de mujeresValisoa observó que los hombres de su comunidad mostraban desinterés por las discusiones sobre la menstruación y la consideraban un asunto exclusivamente de mujeres. Decidida a cambiar esta perspectiva, organizó sesiones de sensibilización para hombres y mujeres, haciendo énfasis en los aspectos naturales y normales de la menstruación.Al fomentar un entendimiento compartido dentro de la comunidad, Valisoa contribuyó a eliminar los estigmas asociados a la menstruación y a promover la igualdad de género. En muchas situaciones posteriores a desastres, el miedo a hablar de la menstruación o de otros problemas de salud, puede hacer que las mujeres simplemente no reciban toda la atención y los cuidados que necesitan para mantenerse sanas.Desafiar los estereotipos culturales Con formación en biodiversidad y medio ambiente y amplia experiencia en labores humanitarias, Lova Arsène Linà Ravelohasindrazana, de 33 años, es un ejemplo de resistencia y determinación a la hora de desafiar los estereotipos de género.Lova trabaja como gestora de proyectos para la Cruz Roja Malgache y supervisa las intervenciones en la región de Anosy, donde las barreras culturales suelen obstaculizar la participación de las mujeres en puestos de liderazgo.A pesar de la resistencia, Lova promueve activamente la capacitación de las mujeres, garantizando su participación en la toma de decisiones y en las iniciativas comunitarias. El 7% de las personas que toman decisiones en el equipo directivo de la Sociedad Nacional son mujeres, y Lova está entre ellas."Durante las intervenciones, ya sea en las comunidades o entre las personas a las que superviso, la cultura sigue dificultando que acepten a las mujeres que dirigen", afirma. "Como gestora de proyectos, hay momentos en los que lo noto más"."Pero también intento comprender cómo funcionan estas comunidades en las que trabajo. Cómo puedo hacer que sean más conscientes de lo que yo y otras personas podemos aportar, cómo enfocar mejor las cosas y cuáles son los planteamientos para no herir la sensibilidad de la gente en relación con su cultura". La dedicación de Lova a la defensa de los derechos de las mujeres va más allá de su vida profesional. También conversa con las mujeres sobre sus derechos y fomenta su participación activa en diversas iniciativas, contribuyendo así a una sociedad más equitativa.

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Cólera: El brote silencia una ciudad antes vibrante del suroeste de Zimbabue

Donde normalmente habría niñas y niños jugando, ahora reina el silencio en las calles de Mapanza, un pequeño pueblo del suroeste de Zimbabue. Las reuniones comunales para comer han cesado, las risas están ausentes y la ropa cotidiana ha sido sustituida por botas de lluvia y trajes protectores.El pueblo se enfrenta a un incesante brote de cólera, lo que pone de manifiesto la gravedad de la enfermedad.En un día reciente de fuertes lluvias, los charcos rodean las tres grandes tiendas de campaña situadas en el centro del pueblo. Personal médico con mascarillas y guantes entra y sale de las tiendas. Llevan goteros a la tienda donde se encuentran las personas en estado más crítico.En las otras dos tiendas, el personal sanitario atiende a pacientes cuyo estado se ha estabilizado. De vez en cuando, una niña curiosa se asoma desde la tienda. Parece tener unos cinco años.Mientras nos adentramos en el pueblo, nos encontramos con Alec. "Probablemente empezó en un servicio religioso donde se reunió mucha gente", dice Alec, un hombre amable y enérgico que vive en el pueblo y que experimentó personalmente lo rápido que el cólera puede golpear sin piedad. "Poco después, la gente empezó a enfermar".Fuentes de contaminaciónAdemás, la comunidad comparte una fuente de agua, que se contaminó. Como el cólera se propaga fácilmente a través del agua, se calcula que casi la mitad del pueblo enfermó. No hay centros sanitarios en la zona, lo que agravó la situación hasta un nivel crítico en cuestión de horas.Las personas estaban tiradas en el suelo sin ningún sitio adonde ir, recuerda Alec. "La gente empezó a sufrir diarreas graves y a vomitar de forma abundante", explica. "Casi la mitad de la población del recinto estaba en el suelo, y una pareja local intentó trasladar a tanta gente como pudo al hospital de Chiredzi, pero era abrumador. Las personas más afectadas fueron la niñez y las mujeres; también murió gente". Alec también tuvo que luchar por su vida. Tras caer enfermo, su mujer esperó ansiosa noticias sobre su marido. No podía estar con él y desconocía su estado. Fue un periodo de angustia.Una respuesta inmediataHoy, cuando visitan el pueblo, es difícil imaginar que esta pesadilla ocurrió hace sólo unas semanas. Aunque los acontecimientos aún se extienden sobre la comunidad, y las cosas siguen lejos de la normalidad, cada vez enferma menos gente y muy pocas personas mueren, gracias a quienes se movilizaron para ayudar.Las personas voluntarias de la Cruz Roja de Zimbabue apoyaron inmediatamente al Ministerio de Salud y Atención a la Infancia, llevando tiendas de campaña, suministros médicos y "soluciones de rehidratación oral" para que la gente pudiera ser tratada de forma segura y no tuviera que seguir tumbada en el suelo. Junto con el Ministerio de Salud, pudieron controlar el brote.Incluso ahora, hay personal voluntario por todas partes en el pueblo. Muchas de estas personas, como la esposa de Alec, son miembros de la comunidad que se ofrecieron como voluntarias después de experimentar lo que el cólera hizo a sus seres queridos. Ahora participa en campañas puerta a puerta, informando a la gente sobre cómo protegerse para que no vuelva a producirse un brote de esta magnitud.Desde el comienzo del brote, el voluntariado y el personal de la Cruz Roja de Zimbabue han estado actuando para combatir la propagación del cólera y prestar asistencia a la población afectada. La Cruz Roja también ha apoyado al Ministerio de Salud en la creación de un centro de tratamiento del cólera para que las personas con síntomas de la enfermedad tengan acceso a una atención adecuada.Las personas voluntarias también han visitado las comunidades para informar a la población sobre cómo protegerse y proteger a sus seres queridos, así como sobre qué hacer si enferman.Para poner en marcha la respuesta inicial, el Fondo de Emergencia para la Respuesta a Desastres de la IFRC (IFRC-DREF) asignó 500.000 francos suizos y, poco después, la IFRC hizo un llamamiento de emergencia por un valor de 3 millones de francos suizos para prestar asistencia vital a más de 550.000 personas y ayudar a contener el brote.

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Día Mundial de la Radio: Cómo ayuda la radio a mantener sanas y seguras a las comunidades

Aunque vivimos en un mundo cada vez más digital, la radio sigue siendo una importante fuente de información, entretenimiento y conexión en países de todo el mundo.Esto es especialmente cierto entre las comunidades rurales, para las que la radio es a menudo la fuente más confiable -o a veces la única- de noticias e información en kilómetros a la redonda.Imagina que vives en una de estas comunidades, lejos del centro de salud más cercano. Te das cuenta de que la gente enferma y no sabes por qué. En busca de respuestas, sintonizas la emisora de radio local.El locutor habla de la "enfermedad misteriosa" con pánico, diciendo lo espantosos que son los síntomas, cuánta gente ha muerto y cómo hay que evitar a toda costa a las personas infectadas. Ha oído que la enfermedad podría ser una especie de maldición y que, al parecer, beber agua salada puede protegerte.Al escuchar este informe, y sin ninguna otra fuente a la que recurrir, probablemente sentirías miedo e inseguridad sobre qué hacer.Pero imagina que sintonizas y escuchas un programa totalmente distinto. El presentador ofrece con calma información práctica sobre la enfermedad: su nombre, sus síntomas, cómo se propaga y las medidas que puede tomar para protegerse. Entrevista a un médico local que conoces y en el que confías, y que responde a las preguntas y preocupaciones más comunes.De seguro sentirías confianza y tendrías la información que necesitas para mantenerte a ti y a tu familia a salvo.En varios países, la IFRC y nuestras Sociedades Nacionales se asocian con los medios de comunicación locales para hacer exactamente esto: proporcionar información que salva vidas antes, durante y después de los brotes de salud.En el marco del Programa Comunitario de Preparación frente a Epidemias y Pandemias (CP3), hemos estado trabajando con la organización benéfica BBC Media Action para formar a periodistas y Sociedades de la Cruz Roja de siete países en Programación Lifeline: programación especial de los medios de comunicación que proporciona información precisa, práctica y oportuna en una crisis sanitaria o humanitaria.Las Sociedades Nacionales se asocian regularmente con los medios de comunicación para difundir información útil que mantiene a las comunidades sanas y a salvo de una amplia gama de enfermedades. Veamos algunos ejemplos.KeniaEn los condados de Bomet y Tharaka Nithi, la Cruz Roja de Kenia trabaja en equipo con emisoras de radio locales y servicios de salud del condado, llegando a cientos de miles de personas con mensajes sanitarios útiles sobre cómo prevenir enfermedades como el ántrax, la rabia y el cólera. La información se transmite en un lenguaje sencillo. Y quienes escuchan pueden llamar para hacer preguntas o sugerir temas de salud para debatir."Al principio, los medios de comunicación eran conocidos por informar sobre dos cosas, quizá: política y cosas malas que han ocurrido en la sociedad. Pero la Cruz Roja nos ayudó [...] a utilizar los medios para educar a la gente sobre las enfermedades", explica Sylvester Rono, periodista de Kass FM con formación en la programación de Lifeline."Ahora estoy orgulloso de decir que esto ha ayudado realmente a nuestras comunidades. Nuestra gente sabe ahora por qué debemos vacunar a nuestras mascotas, por qué debemos ir al hospital cuando tenemos una mordedura, por qué debemos informar de cualquier incidente [sanitario], y cuando ves cualquier signo de enfermedad, ya sea rabia, ántrax, cólera [...] la importancia de informar antes", añade.CamerúnA finales de 2021, un brote de cólera amenazó la vida de las comunidades de la región norte de Camerún, una zona rural del país donde las comunidades están muy dispersas.Como parte de su respuesta, la Cruz Roja de Camerún se asoció con emisoras de radio locales y lanzó una serie de programas de radio comunitarios para compartir información sobre cómo protegerse, a qué síntomas prestar atención y dónde obtener ayuda en caso de enfermar.Los temas de los programas se seleccionaron en un trabajo conjunto con liderazgos de la comunidad. Y tras la emisión de los programas, el personal voluntario de la Cruz Roja se dirige a sus comunidades para reforzar los mensajes difundidos en antena mediante visitas puerta a puerta."El programa de radio es muy bueno, porque me ha dado información práctica. Tuve un caso de cólera en mi familia, pero gracias a las medidas que escuché en la radio, pude salvar al hijo enfermo de mi hermana", explicó Talaga Joseph, un oyente que llamó a FM Bénoué, una de las emisoras participantes.República Democrática del Congo (RDC)En la RDC, los rumores nocivos y la desinformación sobre la vacuna COVID-19 y otras enfermedades se han extendido por todo el país en los últimos años. Por ejemplo, algunas personas creían que la vacuna COVID-19 era una fuente de ingresos para el gobierno y no tenía ningún beneficio para la sociedad, mientras que otras creían que la vacuna contra el sarampión era menos eficaz que los remedios tradicionales a base de hojas de mandioca.Para hacer frente a estos rumores, las personas voluntarias de la Cruz Roja de la RDC fueron de puerta en puerta para recoger las opiniones de la comunidad y registrar los mitos y conceptos erróneos más comunes. Tras analizar la información, el personal de la Cruz Roja de la RDC lanzó programas de radio interactivos para abordar y desmentir directamente la desinformación sobre la salud y ofrecer consejos fiables. Por ejemplo, en la provincia de Kongo Central, la Cruz Roja de la RDC colabora con Radio Bangu para producir un programa llamado "Escuela de la Cruz Roja". Las personas que escuchan el programa llaman para consultar información sobre diferentes enfermedades, hacer preguntas y descubrir a qué tipo de apoyo pueden acceder a través de la Cruz Roja."La colaboración con la Cruz Roja es muy buena y ha permitido a la audiencia conocer mejor sus actividades y cómo pueden prevenir distintas enfermedades y epidemias. Las emisiones de la Cruz Roja son tan populares que han aumentado nuestro número total de oyentes en la zona que cubrimos", afirma Rigobert Malalako, Director de la emisora de Radio Bangu.--Las actividades con la radio local que aparecen en este artículo son sólo algunos ejemplos de las alianzas con los medios de comunicación desarrolladas a través del Programa Comunitario de Preparación frente a Epidemias y Pandemias (CP3). Financiado por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), el CP3 apoya a las comunidades, las Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja y otros socios para prevenir, detectar y responder a las amenazas de enfermedades.Si te ha gustado este artículo y quieres saber más, suscríbete al Boletín de preparación para epidemias y pandemias de la IFRC. También puedes acceder a los siguientes recursos: Guía de BBC Media Action para los medios de comunicación sobre la comunicación en emergencias de salud pública (disponible en varios idiomas)Sitio web de programación Lifeline de BBC Media ActionCaja de herramientas de Control de Epidemias de la IFRC

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Crisis del hambre: "Ahora puedo cuidar de mi propia familia"

En la región de Lubombo (Eswatini), cerca de la ciudad de Big Bend, Bongani Masuku, de 39 años, observa su campo de maíz. Acaba de cosechar una parte la semana pasada. "Pero aún queda trabajo por hacer", dice Bongani y empieza a trabajar la tierra. Lubombo es una de las zonas más calurosas de Eswatini. Mientras Bongani deshierba su campo, la temperatura ya ha subido a más de 34 grados. "Elimino las malas hierbas para que mi maíz crezca bien", dice. "Si dejara que las malas hierbas se apoderaran de todo, las siembras crecerían muy delgadas y no ofrecerían una buena cosecha". A principios de la temporada, Bongani asistió a un curso de formación agrícola, tras el cual recibió asistencia en efectivo de unos 70 euros aproximadamente. Invirtió el dinero en semillas de maíz más resistentes a la sequía, ya que el cambio climático ha hecho que las lluvias sean más irregulares y ha aumentado la sequía. Alrededor del 70% de la población de Eswatini depende directamente de la agricultura para su subsistencia. Por eso las cambiantes condiciones meteorológicas son extremadamente preocupantes. "Las recientes olas de calor han dificultado mucho la agricultura. El maíz no debe recibir demasiada luz solar cuando está floreciendo. La lluvia es importante en esa fase. La última vez que el maíz floreció no llovió nada, así que mi cosecha fue menor de lo que esperaba". El campo de maíz tiene un gran significado para Bongani. "Me permite alimentar a mi familia, pero también vender parte de la cosecha y conseguir dinero", añade. "Este dinero me ayuda a darle educación a mis hijos. Tengo cinco hijos con mi querida esposa. Ahora puedo comprarles libros de texto y otro material escolar, como bolígrafos. Si gano suficiente dinero, también puedo comprarles zapatos para que vayan a la escuela". Inseguridad alimentaria prolongada Como en otros lugares del sur de África, la población de Eswatini sufre una grave y prolongada crisis de seguridad alimentaria que comenzó en 2015. La sequía provocada por el fenómeno de El Niño, reforzada aún más por el cambio climático y la irregularidad de las lluvias e inundaciones desde entonces, han dañado las cosechas año tras año. Bongani es una de las 25.500 personas incluidas en el proyecto de tres años financiado por la Unión Europea para mejorar la seguridad alimentaria mediante asistencia en efectivo. Además de la Cruz Roja Finlandesa, el proyecto incluye a la Cruz Roja de Baphalali Eswatini y a la Cruz Roja Belga de Flandes. Para las personas destinatarias de la asistencia en efectivo, como Winile Masuku, el dinero ha significado la posibilidad de comprar alimentos como arroz, harina de maíz y aceite de cocina en un momento en que las fuentes habituales de alimentos son mucho menos abundantes y más caras. "Antes de recibir la asistencia en efectivo, dependíamos de nuestros vecinos", explica Winile sentada frente a su casa, cuyas paredes están hechas de intrincados tejidos de ramas y piedra. "Ahora puedo cuidar de mi propia familia". Jardinería para el cambio Aunque no todo el mundo se dedica a la agricultura, muchas personas en Eswatini cultivan una parte de su sustento diario en huertos comunitarios locales. Esta es una de las razones por las que este proyecto de resiliencia climática también pretende revivir la tradición de los huertos comunitarios. Parte de ese esfuerzo incluye cursos de formación del Ministerio de Agricultura sobre la forma más eficaz de cuidar los huertos comunitarios ante condiciones climáticas más extremas. Después de cada formación, quienes participan reciben asistencia en efectivo de unos 35 euros para comprar semillas de plantas, por ejemplo. Se anima a estas personas a utilizar variedades de cultivos que requieran menos agua. "El huerto ofrece estabilidad a mi familia, ya que me empleo en esto y cuido de mi familia", dice Sibongile, una de las participantes. "La cosecha del huerto me permite alimentar a mi familia, y también puedo vender algunas cosechas para conseguir dinero para la educación de mis hijos". Salud en el campo También es importante garantizar la salud de la población, ya que la sequía y el calor pueden crear condiciones que agraven la propagación de enfermedades y síntomas como la deshidratación. Por esta razón, el proyecto financiado por la UE también apoya a la comunidad en la preparación ante epidemias y pandemias. La Cruz Roja de Baphalali Eswatini gestiona tres clínicas en el país, y el proyecto apoya su capacidad para responder a diferentes epidemias, como las enfermedades diarreicas, la tuberculosis y el VIH. "Todas las mañanas ofrecemos asesoramiento sanitario, lo que significa que informamos a las personas atendidas de las epidemias que hay actualmente", explica Phumlile Gina, enfermera de la clínica de Hosea Inkhundla, en la región de Shiselweni. "Ahora mismo les informamos de las vacunas, sobre todo contra el coronavirus y la tuberculosis. También hacemos hincapié en la higiene adecuada: explicamos lo importante que es lavarse las manos y también recordamos a la gente que lave sus recipientes de agua de vez en cuando." "Algunas de las personas que atendemos aquí en el campo son muy pobres", añade. "Pueden venir a la clínica por alguna razón completamente distinta, por una gripe, por ejemplo. Pero entonces podemos darnos cuenta de que el crecimiento del hijo del paciente está claramente atrofiado y hay motivos para sospechar malnutrición." "También podemos ocuparnos de esas situaciones y vigilar el estado de las personas. Me siento muy bien cuando un paciente vuelve a la clínica al cabo de seis meses y dice que su hijo está muy bien y juega como los demás niños y niñas." La Alianza Programática entre la red de la IFRC y la Unión Europea proporciona financiación estratégica, flexible, previsible y a largo plazo, para que las Sociedades Nacionales puedan actuar antes de que se produzca una emergencia. Se está aplicando en todo el mundo, incluyendo 13 países de África.

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Uganda: El Club de Salud Escolar ayuda a estudiantes y a las comunidades a protegerse de las enfermedades

"El Club de Salud Escolar nos ha enseñado a cuidar nuestra salud. También llevo a mi casa los conocimientos que aprendo en el club, y mis padres llevan esos mensajes a la comunidad en general". Son palabras de Kikanshemeza, alumna de la escuela primaria de Mwisi, en el suroeste de Uganda, y orgullosa miembro de su Club de Salud Escolar. Creado por la Cruz Roja de Uganda, el Club de Salud Escolar ayuda a estudiantes de primaria y secundaria a comprender cómo protegerse de diversas amenazas de enfermedad, mantenerse saludables y compartir sus nuevos conocimientos con sus pares, familias y comunidades en general. Se trata de una de las muchas actividades diferentes del Programa Comunitario de Preparación para Epidemias y Pandemias (CP3), un programa multinacional dirigido por la IFRC y siete Sociedades Nacionales de la Cruz Roja para ayudar a las comunidades, que son las primeras en responder, y a otros socios a prepararse, detectar, prevenir y responder a los riesgos sanitarios. Desde que se unió a su Club de Salud Escolar, Kikanshemeza ha construido en su casa un "tippy tap" -una sencilla instalación de bajo costo para lavarse las manos que puede ayudar a reducir hasta el 50% de las infecciones evitables-, ha apoyado a su familia para que lo use regular y adecuadamente, y ha compartido información sobre diferentes enfermedades que puede salvar vidas. "Nos dijo que no comiéramos carne de animales muertos y que nos aseguráramos de enterrarlos correctamente, y también que los murciélagos son una causa potencial del ébola y que los monos también pueden transmitirlo", explica Annet, la madre de Kikanshemeza. El conocimiento es poder Kikanshemeza es una de los 30 personas del Club de Salud Escolar de la escuela primaria de Mwisi. El club se reúne una vez a la semana en sesiones especiales dirigidas por Akampurira, un facilitador de la Cruz Roja de Uganda, que les enseña todo sobre distintas enfermedades, incluido cómo reconocer los signos y síntomas, qué personas pueden estar más expuestas y qué medidas pueden tomar las y los estudiantes para evitar que las enfermedades se propaguen. Después, el club se encarga del mantenimiento de las instalaciones de lavado de manos de la escuela, se aseguran de que la población estudiantil siga unas prácticas higiénicas adecuadas; y comparten lo que han aprendido con sus clases, a menudo mediante grandes representaciones teatrales en el vestíbulo de la escuela. Las y los estudiantes presentan escenas informativas y animadas: desde un paciente que pide ayuda a un médico tras notar síntomas de paludismo, hasta una persona a la que muerde un perro en la calle y se apresura a vacunarse. Abordar temas sanitarios serios de esta forma más divertida y desenfadada ayuda a desmenuzar temas complejos, mantiene el compromiso y les ayuda a retener los conocimientos por si los necesitan en el futuro. ¿Por qué implicar a estudiantes en la preparación ante epidemias? La IFRC y nuestras Sociedades Nacionales miembros se han centrado desde hace mucho tiempo en ayudar a las personas a prepararse, responder y recuperarse de las epidemias. Sabemos por experiencia que una preparación eficaz ante las epidemias debe implicar a las propias comunidades, a las personas que intervienen en primera instancia y a socios de todos los ámbitos de la sociedad, como las escuelas. "Los clubes escolares de salud han cambiado las reglas del juego de la comunicación sobre riesgos sanitarios, ya que la población estudiantil comprometida han sido excelentes educadores entre iguales en la escuela, y también agentes de cambio en el hogar", explica Henry Musembi, Delegado del Programa CP3 para Uganda y Kenia. "Los clubes son una gran plataforma para formar a la próxima generación de personas defensoras y de respuesta a las emergencias epidémicas en las comunidades destinatarias", añade. Ver el cambio positivo Kushaba, otro miembro del Club de Salud Escolar cuyo hermano había padecido paludismo anteriormente, dice que ha aprendido mucho del club y que ha notado un cambio positivo en su comunidad: "Aprendimos cómo podemos controlar el paludismo cortando los compuestos, drenando toda el agua estancada para destruir el hábitat de los mosquitos, y cómo se puede usar un mosquitero tratado". "Antes de la introducción del Club de Salud Escolar, no teníamos grifos de punta, no sabíamos cómo usar los retretes, ni siquiera cómo podemos limpiar nuestra escuela. Las y los estudiantes sufrían enfermedades como el paludismo o el cólera, pero ahora, gracias al Club de Salud Escolar, están bien", añade. -- El Club de Salud Escolar de Mwisi es uno de los varios creados en Uganda y otros países a través del Programa Comunitario de Preparación ante Epidemias y Pandemias (CP3). Financiado por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), el programa se ejecuta en siete países y apoya a las comunidades, las Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja y otros socios para prevenir, detectar y responder a las amenazas de enfermedades. Si le ha gustado esta historia y desea saber más: Visite nuestra página web Preparación ante epidemias y pandemias Suscríbase al boletín de preparación para epidemias y pandemias de la IFRC

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De los bombardeos a los apagones: Los equipos de la Media Luna Roja Palestina afrontan retos de vida o muerte para salvar vidas.

Desde que estalló la violencia armada en Israel y la Franja de Gaza el 7 de octubre, el trabajo de los equipos de los servicios de emergencia no ha cesado, a menudo en las circunstancias más desgarradoras. Cada día, los equipos de ambulancias de la Media Luna Roja Palestina (MLRP) salen a las calles de Gaza, salvando vidas y arriesgando la suya propia, ya que incluso ambulancias y hospitales han sido objeto de ataques. Desde el principio, los equipos de la MLRP han respondido incansablemente, prestando primeros auxilios y apoyo psicosocial, transportando a las víctimas mortales y distribuyendo ayuda esencial mientras prosiguen los combates. Lamentablemente, cuatro voluntarios de la MLRP perdieron la vida mientras estaban de servicio, lo que dificulta aún más el trabajo de sus colegas, que intentan hacer frente a la pérdida. "Para ser totalmente sincero, tengo miedo, como todo el mundo", Haitham Deir, paramédico de la MLRP que trabaja en la delegación de Rafah. "Dejé a mis hijos en casa sin acceso a comida, agua o electricidad. Cuando estoy de servicio, les llamo periódicamente para ver cómo están, y esta preocupación constante es abrumadora, a lo que se suma el hecho de que nos enfrentamos a disparos y bombardeos constantes, y algunos de nosotros resultamos heridos o morimos. "Todos estos retos pasan factura a nuestro bienestar psicológico. Sin embargo, persistimos. Es una obligación moral, y yo seguiré trabajando hasta el final". ‘Nuestros ojos y oídos’ Además de los incesantes bombardeos y tiroteos, los equipos de la MLRP han tenido que lidiar con cortes intermitentes en las comunicaciones, lo que significa que a menudo no hay forma de que la gente llame para pedir una ambulancia cuando se produce un ataque. Esto ha dificultado enormemente su respuesta. Sin embargo, los equipos de ambulancias de la MLRP han encontrado formas creativas de garantizar que los paramédicos puedan encontrar a la gente cuando hay una necesidad urgente. "Colocamos nuestras ambulancias estratégicamente y tuvimos que usar nuestros ojos y oídos para estar atentos a los bombardeos", explica Mohammed Abu Musabih, director de operaciones y emergencias de la MLRP en la franja de Gaza. "Luego se enviaron equipos a las zonas bombardeadas, porque es allí donde es más probable que la gente necesite ayuda". "También colocamos ambulancias cerca de los hospitales, y confiamos en que las ambulancias que llegaban con personas heridas nos dieran información sobre el lugar del que procedían", continuó. "A continuación, los equipos de ambulancias se dirigían al lugar". Por desgracia, en la mayoría de los casos, incluso los intentos más creativos han sido ineficaces, ya que los equipos de la MLRP tienen enormes dificultades para llegar a las personas necesitadas debido a los daños en las infraestructuras, los bloqueos de carreteras y los asedios militares que se están produciendo en varias partes de la ciudad. Se acaban las provisiones y llega el invierno La situación dentro de los hospitales de Gaza ha sido aún más trágica, ya que el personal médico y de enfermería ha recurrido a la medicina tradicional a medida que se agotaban los suministros. Muchos hospitales se vieron obligados a suspender sus servicios por falta de combustible. La población palestina también ha buscado refugio en los hospitales, pero tras el asedio, muchas personas -entre ellas enfermas y heridas- tuvieron que ser evacuadas, sin tener adónde ir. Gran parte de las personas afectadas en Gaza viven actualmente en tiendas de campaña o en espacios abiertos, lo que les deja en una situación extremadamente vulnerable a medida que se acerca el invierno, y con él la amenaza de inundaciones y la posible propagación de enfermedades. Los equipos de ambulancias y voluntariado de la MLRP estarán allí haciendo todo lo posible para garantizar que la gente reciba la mejor atención posible dadas las circunstancias. Hasta el 11 de diciembre, los equipos de la MLRP habían prestado asistencia de emergencia a más de 11.000 personas y habían trasladado los cadáveres de más de 3.500 personas fallecidas a causa de los combates. Los equipos de Cisjordania han atendido a más de 3.000 personas heridas y han transportado a más de 80 cadáveres de personas fallecidas en el conflicto. "Desde que comenzaron las hostilidades, los equipos y personas voluntarias de la Media Luna Roja Palestina estuvieron en primera línea salvando vidas, día tras día, sin descanso", afirma Hossam Elsharkawi, director regional para Oriente Medio y Norte de África. "El nivel sin precedentes de los retos a los que se enfrentaron es incomprensible. Les rendimos un gran homenaje; han mostrado lo mejor de la humanidad. Paralelamente, hacemos un llamamiento a la comunidad internacional para que acelere soluciones diplomáticas que aborden las causas profundas, incluido el fin del inhumano asedio a Gaza, y permitan que llegue más ayuda humanitaria a todas las partes de Gaza, incluido el combustible."

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Nota de prensa

Malaui: La Cruz Roja intensifica su respuesta al peor brote de cólera en dos décadas

Malaui, 25 de enero de 2023 -Malaui se enfrenta actualmente a su peor brote de cólera en dos décadas, con más de 29.000 casos notificados y más de 900 muertos. La Cruz Roja de Malaui (CRM), en asociación con la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja ((IFRC) y asociados en el país - consorcio liderado por la Cruz Roja Danesa y la Cruz Roja Suiza - está ampliando su respuesta al cólera para asistir a más de dos millones de personas. Desde el primer caso registrado en febrero de 2022, los casos han seguido propagándose, con los 29 distritos afectados. El cólera pone ahora en riesgo a más de 10 millones de personas, incluidos más de cinco millones de niños. "La Cruz Roja de Malaui se compromete a seguir apoyando al Gobierno de Malaui en la respuesta al brote de cólera y otras emergencias sanitarias. Agradecemos a la IFRC y a otros asociados del Movimiento la financiación y la asistencia técnica que siguen prestando al plan de respuesta al cólera de la CRM", declaró McBain Kanongodza, Secretario General de la Cruz Roja de Malaui. Según la actualización sobre el cólera del Ministerio de Salud de Malaui del 22 de enero de 2023, se registraron más de 29.364 casos y 960 víctimas mortales, lo que deja la tasa de letalidad en el 3,27%, considerablemente superior a la tasa aceptable de menos del 1% establecida por la OMS. La Cruz Roja de Malaui ya está proporcionando tratamiento vital a nivel comunitario mediante la administración de Terapia de Rehidratación Oral. Los voluntarios se aseguran de que el suministro de agua sea seguro y de que las instalaciones de saneamiento funcionen. También van de puerta en puerta para concienciar sobre la prevención de la propagación de la enfermedad. Con la llegada de la estación de lluvias, es crucial que la gente tome precauciones para protegerse a sí misma y a sus familias. "Hemos seguido la evolución sobre el terreno desde los primeros casos, y nos preocupa profundamente que este brote se haya afianzado en todos los rincones de Malaui. Tenemos que apoyar los esfuerzos conjuntos del Ministerio de Sanidad y la Cruz Roja de Malaui en su respuesta a esta devastadora situación. A medida que el brote empeora, las asociaciones son cruciales para garantizar que se salven vidas", declaró John Roche, Jefe de la Delegación de la IFRC para Malaui, Zambia y Zimbabue. La IFRC y sus miembros lanzan un Llamamiento de Emergencia en el que solicitan 5,2 millones de francos suizos, que ayudarán a la Cruz Roja de Malaui a llegar a otras 1.385.391 personas que necesitan asistencia. La Cruz Roja de Malaui y sus asociados con la IFRC se proponen intervenir en 15 distritos afectados, con los objetivos principales de prevenir y controlar la propagación del brote, reducir la morbilidad y la mortalidad debidas al cólera y mejorar la disponibilidad de agua potable e instalaciones de saneamiento, mediante el apoyo continuo a las comunidades y las oficinas de salud de los distritos. Para más información y entrevistas, contacten con: En Lilongüe: Felix Washon, +265 999 95 57 21, [email protected] En Harare: Ella Mcsharry, +263 78 689 3350, [email protected] En Nairobi: Euloge Ishimwe, +254 731 688 613, [email protected] En Ginebra: Marie Claudet, +1 202 999 8689, [email protected]

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Artículo

¡Luces, cámara, acción! Cómo el cine salva vidas en Camerún

El cine móvil, que combina aprendizaje y entretenimiento, se ha convertido a lo largo de los años en una forma destacada de hacer participar a las comunidades remotas de todo el mundo en una amplia gama de temas importantes, desde cómo mantenerse sano hasta cómo prepararse para los desastres. Cada kit de cine móvil contiene una pantalla de proyección y un trípode, un ordenador portátil, micrófonos y altavoces y un generador para que pueda seguir funcionando incluso en caso de cortes de electricidad. Desde que recibió los kits, la Cruz Roja de Camerún ha estado utilizando el cine móvil para compartir mensajes que salvan vidas sobre el COVID-19, el cólera y cualquier otro tema relevante, que ayudará a la gente a prepararse y mantenerse a salvo. Todo ello de forma emocionante y eficaz, y dentro del propio entorno de la comunidad. "El cine móvil nos permite proporcionar la información adecuada que las comunidades necesitan en la lucha contra las epidemias y las catástrofes de todo tipo. Esta divertida y útil herramienta nos permite, sin duda, mejorar nuestra respuesta humanitaria en todo el país” Cécile Akamé Presidenta de la Cruz Roja de Camerún Las proyecciones de cine en el móvil no consisten sólo en sentarse a mirar. También son una buena manera de involucrar a las comunidades a través de sesiones de preguntas y respuestas y de recoger las valiosas opiniones de la gente. Cada proyección es facilitada por voluntarios y voluntarias de la Cruz Roja de Camerún, muchos de los cuales han recibido recientemente formación en comunicación, participación comunitaria y recogida de opiniones. Escuchar las preguntas, las preocupaciones, los pensamientos y los temores de la gente ayuda a los voluntarios a entender mejor las necesidades de las comunidades y a adaptar su trabajo en consecuencia. Marlyse, una estudiante de 15 años de la ciudad sureña de Kribi que asistió a una proyección reciente, dijo: “Es la primera vez que participo en este tipo de actividad y he aprendido mucho. Hemos visto un vídeo sobre la COVID-19 y esto ha reforzado nuestros conocimientos sobre las medidas de prevención. También la charla con la gente de la Cruz Roja nos ayudó a saber más sobre la vacuna” Marlyse Asistente al Cine Móvil en Kribi Puede ver el vídeo al que se refiere Marlyse a continuación (en francés): En la IFRC sabemos que las epidemias comienzan y terminan en las comunidades. Y que con la información y el apoyo adecuados, todos pueden desempeñar un papel importante en la detección de enfermedades, la respuesta eficaz y la preparación para futuros riesgos sanitarios. Por ejemplo, el Sr. Biyong, un líder comunitario de Kribi que está entusiasmado con el proyecto de la Cruz Roja Camerunesa y el potencial del cine móvil: "Actualmente estamos viviendo una epidemia de cólera en nuestra comunidad y en toda la región. Creo que esta herramienta es muy oportuna. Gracias a la difusión del vídeo sobre el cólera, los modos de transmisión y cómo prevenir esta enfermedad, los miembros de mi comunidad pudieron ver con sus propios ojos lo que intentamos explicarles cada día. Esta es realmente una herramienta que ayudará a detener la propagación de la enfermedad.” Sr. Biyong Líder comunitario de Kribi Juntos, la IFRC y la Cruz Roja Camerunesa esperan ampliar las proyecciones de cine móvil en todo el país en los próximos meses, escuchando y aprendiendo de las personas a las que apoyamos sobre la marcha. “Además de bienes como alimentos, agua y refugio, sabemos que la información es, en sí misma, una ayuda. La IFRC se esfuerza por ayudar a las Sociedades Nacionales, como la Cruz Roja de Camerún, a aprovechar las oportunidades y los beneficios de este interesante enfoque del cine móvil para aumentar la resiliencia de las comunidades.” ​​​​​​ Thierry Balloy Jefe de la Delegación del Clúster de País de la IFRC para África Central -- Este trabajo en Camerún forma parte del Programa Comunitario de Preparación ante Epidemias y Pandemias (CP3) de la IFRC en varios países, financiado por USAID. Haga clic aquí para obtener más información sobre el proyecto y nuestro trabajo en esta área. Y si le ha gustado esta historia, puede que también le interesen nuestros nuevos estudios de caso que muestran cómo las Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja han ayudado a preparar a las comunidades para el COVID-19 y a protegerlas de él.

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Trastornos por drogas

La red de la Federación Internacional ofrece sólidos servicios de promoción, prevención, tratamiento y atención para las personas que consumen drogas. Nuestro objetivo es ayudar a las Sociedades Nacionales a brindar un mejor apoyo a las personas con trastornos relacionados con las drogas, centrándose en la reducción de daños y la lucha contra el estigma y la exclusión social.

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Enfoque comunitario para los riesgos de salud global

El voluntariado y las actividades de salud a nivel comunitario son vitales para abordar los riesgos de salud globales más urgentes. Los gobiernos y los socios internacionales deben proporcionar una mayor financiación y reconocimiento del papel del voluntariado y de las intervenciones de salud a nivel comunitario.

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El Cuidado en las comunidades

La Federación Internacional y nuestras Sociedades Nacionales miembros están capacitando a voluntariado y personal de la salud comunitarios para brindar servicios de salud comunitarios esenciales. Al hacerlo, estamos abordando la escasez mundial de personal de la salud y contribuyendo a los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) y la agenda de cobertura universal de salud (CUS).

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Salud comunitaria

Todas las personas, en todas partes, tienen derecho a la buena salud. Dentro de sus comunidades, nuestros millones de personas voluntarias de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja están trabajando arduamente para promover la buena salud, prevenir enfermedades y reducir el sufrimiento.

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Nota de prensa

La IFRC advierte que la única forma de ganar la carrera contra las variantes es impulsar las vacunas y las medidas de protección

Ginebra, 16 de julio de 2021 – La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) advierte que la tasa mundial de vacunación debe aumentar rápidamente y las medidas de protección deben mantenerse, si queremos ganar la carrera contra variantes más transmisibles y potencialmente más mortales. Al menos tres cuartas partes de las personas en la mayoría de los países quieren vacunarse en todo el mundo, frente a nuevas variantes emergentes, según los nuevos datos reflejados por las encuestas[1]. Sin embargo, a pesar de la elevada retórica sobre la solidaridad global, existe una brecha mortal en el plan global para distribuir equitativamente las vacunas COVID-19. Solo alrededor de una cuarta parte de la población mundial ha recibido al menos una dosis[2] de la vacuna. Este número desciende drásticamente en los países de bajos ingresos, donde solo el 1% de las personas ha recibido una dosis. Y algunos países aún no han iniciado campañas de vacunación masiva. Jagan Chapagain, Secretario General de la IFRC, dijo: “A los líderes mundiales les decimos que es hora de hacer todo lo posible para impulsar la producción de vacunas. Esto incluye una exención temporal sobre la propiedad intelectual, así como el intercambio de conocimientos y tecnología entre países. La equidad de la vacuna es clave para reducir la probabilidad de variantes y salvar vidas al limitar la propagación del virus. Esta es la única forma en que realmente podemos poner fin a esta pandemia. La Federación Internacional ya está haciendo su parte para que las vacunas lleguen a los brazos de los más vulnerables, pero en algunos países, las campañas de vacunación apenas han comenzado. Nuestros datos muestran que la gente quiere vacunarse, pero la producción y la distribución de la dosis de la vacuna deben realizarse mucho más rápido si queremos que la vacunación supere a las variantes. El número global de casos nuevos notificados la semana pasada (del 5 al 11 de julio de 2021) fue de casi tres millones, un aumento del 10% en comparación con la semana anterior[3]. Esto se debe a que la variante Delta, más transmisible, se ha identificado como la variante dominante en varios países del mundo, muchos de los cuales se han visto muy afectados en los picos más recientes*.” A medida que los casos continúan aumentando en varios lugares del mundo, la IFRC envía un fuerte recordatorio de que, a corto plazo, los mejores métodos para frenar las transmisiones siguen siendo los mismos que han sido desde el principio, incluso cuando las restricciones disminuyen en varios países. Emanuele Capobianco, director de salud y atención de la IFRC, quien ha liderado la respuesta de salud global de la organización desde el inicio de la pandemia, dijo: “Nos enfrentamos a una situación de déjá-vu. A menos que se tomen medidas para frenar la transmisión e impulsar la distribución equitativa de vacunas, corremos el riesgo de volver al punto de partida. Este virus no se ha tomado un descanso, y nosotros tampoco deberíamos hacerlo. A medida que se buscan soluciones globales, recordamos urgentemente que todos somos parte de la solución. Si tiene acceso a la vacuna, vacúnese; continúe usando su mascarilla, mantenga la distancia física y reúnase al aire libre o en espacios bien ventilados. “La circulación descontrolada del virus aumentará significativamente el riesgo de aparición de variantes nuevas y más agresivas. Este es un riesgo mortal para todos en el mundo, incluidas las personas que ya están vacunadas. La única forma de reducir este riesgo es mantener las medidas de salud pública y aumentar la cobertura de vacunación en todo el mundo”. La IFRC y las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja ya están sobre el terreno facilitando la entrega de vacunas a las comunidades vulnerables y desatendidas de todo el mundo. Continúan sin descanso tratando, cuidando y apoyando a cientos de millones de personas, como lo han hecho desde el comienzo de esta crisis. La Cruz Roja Colombiana ha apoyado la vacunación de poblaciones indígenas y de alta vulnerabilidad en la Amazonía, mientras que la Cruz Roja Chilena está apoyando la vacunación de migrantes. La Sociedad de la Cruz Roja de Seychelles ha apoyado la vacunación del 83% de la población vacunada del país, mientras que la Media Luna Roja de Comoras está ayudando a identificar y apoyar a las personas mayores más vulnerables que desean vacunarse. La Media Luna Roja de Pakistán opera la única instalación no gubernamental designada como Centro de Vacunación Masiva y en Bangladesh, la Sociedad de la Media Luna Roja de Bangladesh ha apoyado la vacunación de más del 50% de la población vacunada del país. La Cruz Roja Italiana gestiona varios centros de vacunación en el país, y la Cruz Roja Francesa ha apoyado la inmunización de alrededor de 1,5 millones, incluso a través de equipos móviles que vacunan a las personas vulnerables en sus hogares. La Cruz Roja Libanesa gestiona el centro de vacunación más grande del Líbano, con capacidad para vacunar hasta 5.000 personas por día y la Media Luna Roja de Túnez ha apoyado la recepción y atención de más de 80.000 personas que reciben su vacuna. Chapagain enfatizó que aunque estos son algunos de los días más difíciles que el mundo ha enfrentado, todos estamos juntos en esto: "Hemos visto cómo todas las partes de la sociedad se han unido para protegerse mutuamente durante esta crisis. No debemos renunciar a esto ahora. Millones de voluntarios y voluntarias de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja se han puesto al lado de sus comunidades para brindar apoyo vital y acceso equitativo a una vacuna. Hemos estado allí desde el principio y lo seguiremos estando todo el tiempo que se nos necesite". Notas para la edición: * En Túnez se notifican diariamente más de 7.500 casos, casi cuatro veces más que hace un mes. También se reporta un aumento significativo de casos en Libia, Irán e Irak, una tendencia que preocupa a la IFRC por el efecto dominó que podría provocar en la región. Indonesia es el nuevo epicentro de Asia, con 54.517 casos registrados, lo que supone un aumento del 565%. En toda Europa, los casos han aumentado de manera constante durante el último mes, con fuertes aumentos registrados en las últimas dos semanas (30% y 20%, respectivamente), incluidas nuevas variantes. En muchos países se han reportado picos preocupantes de casos y muertes, pero la situación es particularmente preocupante en Europa del Este, el Cáucaso Meridional y Asia Central, ya que los sistemas de salud en esas áreas a menudo son frágiles y la mayoría de las personas aún no han sido vacunadas. África ha registrado un aumento semanal del 43% en las muertes por COVID-19. El sur de África informa sobre el número de casos nuevos con los sistemas de salud al límite de su capacidad y la disminución del suministro de oxígeno. La mayoría de los casos nuevos ahora se secuencian como la variante Delta. Todos los países de mayor preocupación han informado que menos del 5% de su población recibe al menos una dosis de vacuna. La región de las Américas continúa reportando la mayor incidencia de casos y muertes a nivel mundial, y Cuba y Colombia reportaron el mayor número relativo de casos nuevos en la última semana. Para mayor información: En Ginebra: Ann Vaessen, +41 79 405 77 50, [email protected] Tommaso Della Longa, +41 79 708 43 67, [email protected] Acerca de la IFRC La IFRC es la red humanitaria más grande del mundo, integrada por 192 Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja que trabajan para salvar vidas y promover la dignidad en todo el mundo. www.ifrc.org-Facebook-Twitter-YouTube [1] El Servicio Colectivo de RCCE es una iniciativa liderada por IFRC, GOARN, UNICEF y la OMS https://www.rcce-collective.net/resource/data-synthesis-public-perceptions-of-the-covid-19-vaccinations-june-2021/ [2] https://ourworldindata.org/covid-vaccinations [3] COVID-19 Weekly Epidemiological Update - WHO

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Luchando en los aviones contra la COVID-19

Por Fernando Gandarillas.Cristian es voluntario de la Cruz Roja Chilena y es especialista en apoyo psicosocial. Junto a otros voluntarios médicos y psicólogos, viene realizando desde abril acciones de apoyo psicosocial a pasajeros en vuelos nacionales. Hasta el momento se ha llegado a cerca 1.000 personas en 15 viajes cubiertos por una alianza establecida con la empresa privada en Chile. “La combinación de pandemia y vuelo aéreo puede ser intimidadora para una persona. La gente se pone muy nerviosa”, dice Cristian.El está en el pasillo dando una charla de apoyo psicosocial a los pasajeros. Al finalizar la charla un compañero le hace señas desde el otro lado del pasillo para que se acerque a conversar con una mujer adulta mayor que se encuentra en estado de pánico. Minutos antes, los voluntarios médicos de la Cruz Roja estaban realizando demostraciones prácticas sobre el uso de mascarillas y adecuado lavado de manos. Cuando uno de los voluntarios se había acercado a la mujer vio que tenía lesiones en las manos, esto le llamó la atención. Al dirigirse a ella se percató de que estaba atravesando un cuadro de estrés agudo. Esperó a que Cristian terminara su charla y lo llamó.Cristian empieza a conversar con ella creando un vínculo de confianza. La mujer está regresando a Santiago de Chile después de haber acudido a un velorio familiar en Iquique. Durante esos días se había lavado las manos con cloro creyendo, erróneamente, que este era un método adecuado para prevenir el contagio de la COVID-19. Le cuenta a Cristian toda esta historia una y otra vez mientras se consume de nervios por el miedo de contagiarse en el avión y llevar el virus a su casa.Son las diez de la noche y el vuelo está a punto de llegar a Santiago. Cristian se aleja de la mujer a quien vino dando contención emocional en el trayecto y se ubica en su asiento para prepararse para el aterrizaje. Ha sido un día largo para los voluntarios. A las 6 de la mañana ya estaban en el Aeropuerto Arturo Merino Benítez de Santiago para brindar soporte a la tripulación y pasajeros que viajaban en el vuelo de ida desde la capital a Iquique. “Las personas que salen de la capital a las diferentes regiones suelen presentar importantes niveles de ansiedad. Pero son aquellos que viajan desde ciudades o pueblos pequeños del país a Santiago quienes enfrentan mayores niveles de miedo, porque saben que ahí es donde está la mayor concentración de casos. Muchas de estas personas tienen que viajar a capital necesariamente, ya que deben hacerse tratamientos de salud”, señala Cristian.Chile es uno de los países de la región más afectado por la COVID-19. En respuesta, la Cruz Roja Chilena ha venido trabajando en acciones de sensibilización a la ciudadanía sobre medidas de prevención de la enfermedad, apoyo psicosocial y entrega de accesorios para protección personal en distintas ciudades del país. Se han coordinado acciones con el sector privado para fortalecer este trabajo y parte de esta coordinación ha consistido en el soporte que los voluntarios de la Sociedad Nacional han estado dando en vuelos comerciales al interior de Chile.El avión aterriza y Cristian, junto a sus compañeros, espera a que salgan todos los pasajeros. “Aprendí mucho sobre medidas de prevención en este vuelo, y sobre todo me sentí acompañada. Me encantaron las técnicas de descarga emocional que nos enseñaron”, indica una de las pasajeras. Antes de bajar del avión, los voluntarios de la Cruz Roja realizan una pequeña reunión para escuchar las observaciones del capitán y tripulación. “Desde que entramos al avión ellos nos acogen y nos hacen parte de su equipo”, menciona Cristian.Con la satisfacción de haber ayudado un día más en las labores de lucha contra la pandemia, Cristian cruza la pista de vuelo para dirigirse a los controles aeroportuarios. “Desde lo personal creo que esta es una manera de cumplir con nuestra misión humanitaria. Y para mí es una forma de agradecerle a la vida”.

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“No solo aliviamos con medicamentos, sino también con saber escucharlos”

“La medicina ha sido mi pasión desde que estaba en el colegio” comenta Damarys Solano vía telefónica, mientras se alista para salir. Hoy irá a prestar atención médica a un albergue en la ciudad de Tumbes, donde varios migrantes se encuentran cumpliendo con el aislamiento obligatorio que se ha dispuesto en Perú debido a la emergencia por COVID-19.Damarys nació en Tumbes, una ciudad al norte del Perú, que comparte frontera con Ecuador, y desde temprana edad se dio cuenta de que había muchas personas que tenían limitaciones para acceder a los servicios de salud, y quería hacer algo por ayudarlos, es así que decidió estudiar medicina. Cursó sus estudios universitarios en Cuba, y estando en la universidad formó parte de la Brigada Estudiantil de Salud, para ayudar a las personas que no tenían un acceso fácil al sistema de salud. Y esa pasión la sigue acompañando el día de hoy.La Dra. Solano trabaja en Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) desde setiembre del 2018, en el Puesto de Atención de la Cruz Roja en el Centro Binacional de Atención en Frontera – CEBAF, en la frontera con Ecuador, colocado en respuesta al incremento en el número de migrantes que ingresaban al país.“La necesidad de los migrantes cada vez era mayor, tenía que pensar a diario en que métodos usar para no solo aliviar con medicamentos sus dolencias, sino también emocionalmente, porque a veces con solo escucharlos se quitaban sus dolencias. Para ellos, viajar como caminantes era muy fuerte, pero han sido valientes”, comenta la Dra. Solano, para quien prestar ayuda a quien lo necesite, sin importar nacionalidad, raza, religión, condición social ni credo político, es uno de los principios de su trabajo, principio que comparte con IFRC y que fue una de las cosas por la que decidió trabajar aquí.Ella recuerda de manera agridulce las diferentes personas que ha visto pasar por el CEBAF, como pacientes adultos mayores que habían realizado su recorrido a pie con la esperanza de encontrarse con su familia en el Perú, o a madres que viajaban solas y que habían tenido a sus bebés poco antes, en alguno de los países de tránsito. “El principio de humanidad de la IFRC es algo que uno vive y aplica en el día a día de su trabajo, con sus pacientes, eso marca una gran diferencia.”, agrega Damarys.El contexto migratorio fue cambiando con el tiempo, si bien seguían pasando migrantes por el CEBAF, cada vez se incrementaba el número de personas que se quedaban en la ciudad. El puesto de atención en el CEBAF no era suficiente para poder atender las necesidades de salud de la población vulnerable, y es así como se empezaron a implementar las Jornadas de Salud Comunitarias. Damarys recuerda con gran satisfacción la gran participación que se tuvo por parte de la población, tanto migrante como local, en estas jornadas, que llevaron atención médica a más de 650 pacientes.Hoy, en el contexto del COVID-19, muchos de los migrantes que se encontraban a la espera de una respuesta en el CEBAF han sido trasladados a albergues. Eso no significa que Damarys descanse; ella, junto con el resto del equipo del Puesto de Atención, continúan trabajando, visitando los albergues, brindando atención en salud y tratamiento, asegurándose de que estén bien, y vigilando y monitoreando su situación.“Siento que toda esta experiencia ha reforzado mi sentimiento por la medicina, ya que a veces crees que te sientas en un escritorio a brindar recetas a quienes manifiesten dolencias y no es así; es aliviar con el arte de curar a quienes necesitan de nosotros. A valorar la vida, darles esperanza de que no todo está perdido.”, concluye Damarys.

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Acción comunitaria contra el Dengue

En el patio de un centro de salud de un barrio de Managua, Nicaragua, una madre y una hija comparten una sonrisa cómplice. Sus miradas transmiten alegría y seguridad. Acaban de compartirnos una historia de supervivencia y empoderamiento. Tras haber vivido una muy dura experiencia personal con el dengue, ambas son voluntarias comunitarias en una operación de control vectorial de la Cruz Roja Nicaragüense.En 2019, la región de Centro América sufrió la mas extensa epidemia de dengue de la década. Más de un millón de personas se han visto afectadas por el brote, con los números más altos de casos reportados en Honduras y Nicaragua. La Cruz Roja está trabajando en estos dos países, así como también en Costa Rica, El Salvador y Guatemala para empoderar a las comunidades locales para hacer frente tanto al brote actual como a posibles futuros brotes.Con el apoyo de la Federación Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Rojas (FICR), las Sociedades Nacionales trabajan junto a comunidades en las zonas más afectadas para equiparlos con la información y materiales necesarios para controlar y mitigar los efectos del actual brote, y prevenir brotes futuros. Este enfoque comunitario se conoce como Vigilancia Epidemiológica Basada en la Comunidad (VEBC), y ha sido empleado en la región anteriormente con resultados positivos en otras crisis epidémicas, como la de zika en 2016. Esta estrategia permite que sean los propios miembros de la comunidad quienes identifiquen los riesgos presentes en su entorno y lleven a cabo acciones para eliminarlos o mitigarlos, empoderándoles para que se conviertan en agentes activos de cambio.El primer paso de la VEBC es identificar a líderes sociales que, trabajando en conjunto con las Sociedades Nacionales, organizan a grupos comunitarios. Una vez formados estos grupos, la Cruz Roja los capacita sobre el brote epidémico para que puedan identificar señales de alarma y conozcan las vías de referencia a atención sanitaria disponibles si se identifica un posible caso de dengue, así como las medidas de higiene y saneamiento que hay que adoptar para prevenir y mitigar brotes. Con base en esta información, las comunidades crean mapas de riesgo y planes para implementar medidas preventivas y de mitigación. El último paso de la VEBC es la puesta en práctica de estos planes a través de campañas de identificación y eliminación de criaderos, visitas domiciliarias en las que replican la información aprendida sobre prevención del dengue, y actividades de divulgación en escuelas.Una enfermedad que te cambia la vidaKaren Rodríguez, quien participa de las actividades organizadas por la Cruz Roja Nicaragüense, compartió su experiencia con el dengue. Su hija, Jade Gámez, había sufrido dengue tres veces, a los 11, 12 y 13 años. La última de esas veces, Jade había sido diagnosticada con dengue severo. Esta última vez, la enfermedad fue grave y la menor sufrió daños en los riñones y el hígado, así como un pre-infarto.Los niños y niñas menores de 15 años son un grupo especialmente vulnerable. En datos de agosto de 2019, el 66% de los fallecimientos reportados en Honduras como parte del actual brote correspondía a menores de 15 años y en Guatemala, el 52% de los casos de dengue severo reportados también correspondía a este grupo de edad.Tras haber sobrevivido a una enfermedad tan dura, ahora madre e hija son voluntarias de la Cruz Roja Nicaragüense. Como parte de la actual operación, su labor consiste en replicar la información recibida entre sus vecinos, así como llevar a cabo campañas de limpieza para eliminar criaderos en su comunidad. “Las dos hacemos lo mismo, cuando una no puede ir a las actividades de limpieza, acude la otra”, dice Karen. Para ellas, esta es una oportunidad de ayudar a sus vecinos para que eviten pasar una experiencia como la que pasaron ellas hace años. “Ahora que estoy apoyando a la Cruz Roja y que puedo ayudar a la gente, me siento tranquila, me siento feliz”, dice Karen. “Más que todo para que la gente no viva la experiencia que yo viví”, añade Jade.Los brotes de dengue son cíclicos y se repiten cada año durante la estación de las lluvias, presentando epidemias extensas con una frecuencia de entre cuatro y cinco años. En 2019, la Organización Mundial de la Salud reconoció el dengue como una de las diez mayores amenazas a la salud global, con un estimado 40% de la población mundial actualmente en riesgo. Las epidemias pueden tener un efecto devastador sobre los grupos más vulnerables. Por eso, es importante el trabajo de las Sociedades Nacionales en materia de sensibilización, así como su fortalecimiento de capacidades que permitan continuar empoderando a las comunidades en la preparación y respuesta al dengue y otras enfermedades transmitidas por vectores como el zika y chikungunya

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El Rey del Calypso de Granada y su lucha contra el Zika

"Nunca querrás convertirte en la última víctima del Zika, el síndrome de Guillain Barre, el dengue o el chikungunya, así que cúbrete, tómate un tiempo y haz algo de limpieza". Pegajoso, melódico y acompañado de los dulces sonidos de la percusión de acero, suena como el inicio de un calipso interesante, pero una conversación con el cantante revela que es mucho más que eso. Es un jingle, es una llamada de atención para el oyente, lo más importante es que es una lección a la que hay que prestar atención. Ajamu es un nombre de origen africano/nigeriano que significa "un hombre que lucha por lo que quiere", por lo que no debe sorprender que Edson Mitchell, mejor conocido como Ajamu, luchara por su vida. El nueve veces rey de Calypso de Granada fue una de las personas infectadas con el virus Zika que posteriormente desarrolló el síndrome de Guillain-Barre.Según la Clínica Mayo, el síndrome de Guillain-Barré es un trastorno poco frecuente en el que el sistema inmunológico del cuerpo ataca los nervios. La debilidad y el hormigueo en las extremidades suelen ser los primeros síntomas. Estas sensaciones pueden diseminarse rápidamente y, finalmente, paralizar todo el cuerpo".La Clínica Mayo afirma además que “la causa exacta del síndrome de Guillain-Barré es desconocida. Pero a menudo es precedido por una enfermedad infecciosa. No hay cura conocida. La mayoría de las personas se recuperan del síndrome de Guillain-Barré, aunque algunas pueden experimentar efectos persistentes, como debilidad, entumecimiento o fatiga".El 16 de agosto de 2017 es una fecha que Ajamu nunca olvidará, ya que fue cuando cayó enfermo, pero a decir verdad, se había sentido mal antes de eso. Diariamente sentía fuertes dolores de cabeza que iniciaron en marzo o abril, simplemente tomó medicamentos y pensó poco en ello. Programado para actuar en Toronto a mediados de agosto, reservó un vuelo a Canadá. El día del vuelo se despertó temprano, como la mayoría de los viajeros, pero no prestó atención a la sensación extraña en sus manos. Sin embargo, era una señal de lo que vendría, ya que se encontró en el aeropuerto con sus pantuflas, un error inusual que debería haber indicado que algo estaba mal, pero simplemente se echó a reír.Fue durante el vuelo cuando experimentó lo que describió como "el peor dolor de cabeza de mi vida" cuando tomó la decisión de ver a un médico. Para ese momento ya era demasiado tarde, cuando el avión aterrizó tuvo que ser hospitalizado ya que sus piernas ya no soportaban su cuerpo. Esta primera hospitalización fue seguida por dos períodos más cuando fue dado de alta a pesar de tener una presión arterial muy alta. Fue su esposa Lucy quien vino a Toronto y lo llevó de regreso a su hogar en Virginia, a pesar de que se consideraba riesgoso para él volar. Después de dos días y una cantidad de pruebas, Ajamu finalmente tuvo su diagnóstico. Fue el síndrome de Guillain-Barré. Esta era una enfermedad que nunca había escuchado, así que fue su hija, una enfermera, quien investigó un poco y lo educó.Casi dos años después, todavía se pone sentimental cuando habla de eso porque hubo una noche particularmente difícil en la que esencialmente se rindió. Él asegura que no estaría aquí hoy si no fuera por la gracia de Dios y el apoyo de su "bendición más grande", Lucy.Ajamu ha recuperado completamente su movilidad, sin embargo, está experimentando los efectos persistentes. Se fatiga fácilmente y su memoria y vista nunca regresaron realmente a sus estados anteriores. Él también nota que su sonrisa no es la misma. La buena noticia es que su mayor temor no llegó a suceder y puede utilizar plenamente sus manos, ya que todas sus habilidades de motricidad fina han regresado. De hecho, los miembros de su banda dicen que él es un mejor músico ahora que antes. Puede sonar extraño para algunos, pero para este ingeniero de sonido y músico autodidacta, la vida en una silla de ruedas hubiera sido preferible a la vida sin la capacidad de tocar música. Él dice: "No sé cómo sería mi vida si no pudiera volver a tocar música". A pesar de que ahora está de regreso con sus amados instrumentos, no está recuperado al 100% como esperaba. Las temperaturas frías lo afectan, por lo que debe tener esto en cuenta ahora al programar sus actuaciones.Acceder a una solicitud para cantar un jingle para la Cruz Roja de Granada para ayudar en la lucha contra el mosquito Aedes Egypti no fue difícil para él, ya que hacer música es lo que hace. El hecho de que lo llevara un paso más allá y grabara un video para crear conciencia, (su sugerencia) sobre el cambio de comportamiento necesario es algo sorprendente. “Mi mayor amor es para Dios y la humanidad. Dios es la humanidad", es el razonamiento que él ofrece. Si uno mirara a la humanidad a través de la lente de la Cruz Roja, su motivación se alinea perfectamente con el primer principio fundamental. Que no deseara su experiencia ni a su peor enemigo y que haría cualquier cosa para evitar que le sucediera a otra persona, refleja el deseo de prevenir y aliviar el sufrimiento humano y proteger la vida y la salud.La perspectiva de Ajamu sobre su experiencia es una que le recuerda un dicho de su abuela que dice: "es mejor encender una vela que maldecir la oscuridad". En lugar de lamentarse por las cartas que le tocaron, elige difundir un mensaje. Él cree que es su responsabilidad educar a las personas, que este es su propósito, la razón por la que todavía está aquí. La Agencia de Salud Pública del Caribe (CARPHA) predice que el Caribe verá un retorno del dengue, que también se propaga por el mosquito Aedes Egypti, en un futuro cercano y Erin Law, Asesar Global de Zika, explica que de estas enfermedades, el Zika, el dengue y chikungunya, "son cíclicas, y que se espera que haya un nuevo brote", por lo tanto debemos estar preparados. Ajamu espera que si la gente puede aprender algo de su experiencia sea no dar nada por sentado, porque la vida es muy frágil. Alentó a los granadinos y personas del Caribe a minimizar las oportunidades para que el mosquito se reproduzca a pesar de que "los mosquitos y los humanos tienen que coexistir", dice con una sonrisa.Mira el video aquí.