Malaui: Brote de cólera
Malaui está luchando contra su peor brote de cólera en dos décadas. Limitado inicialmente a la parte meridional del país a principios de 2022, el brote se ha extendido desde entonces a todo el país, poniendo en peligro a más de 10 millones de personas, incluidos más de cinco millones de niños. A través de este llamamiento de emergencia, la IFRC apoya a la Cruz Roja de Malaui en sus esfuerzos de prevención y control del cólera que salvan vidas en 15 distritos prioritarios. Las actividades incluyen el suministro de agua potable, la instalación de servicios de saneamiento y la promoción de buenas prácticas de higiene en los focos de cólera.
Epidemias y pandemias
Las epidemias son un aumento inesperado, a menudo repentino, de una enfermedad específica dentro de una comunidad o región. Las pandemias se dan cuando ocurre una epidemia en todo el mundo, que cruza fronteras internacionales y afecta a un gran número de personas. Varias enfermedades transmisibles pueden representar una amenaza importante para la salud a nivel local, regional y mundial y dar lugar a epidemias o pandemias. Las epidemias y pandemias se pueden prevenir y mitigar mediante una serie de medidas en el hogar y la comunidad, como una buena higiene, el distanciamiento social y la vacunación.
Brote de COVID-19
Más de tres años después del inicio de la pandemia de COVID-19 en enero de 2020, todos los aspectos de la vida de las personas aún se ven afectados. Nuestro enfoque sigue siendo apoyar a las comunidades para reducir la transmisión y salvar vidas, mientras ayudamos a las personas más vulnerables del mundo a hacer frente a sus impactos de amplio alcance. Muchas Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja están apoyando campañas nacionales de vacunación y un plan de vacunación específico de la Federación Internacional tiene como objetivo ayudar a 500 millones de personas en todo el mundo.
Cruz Roja Ecuatoriana brinda soporte a migrantes durante la emergencia por COVID-19
“Con lo que recibimos no nos alcanza para comer, ni para el arriendo, para nada. Tenemos que dormir en la calle y exponernos al virus” Comenta José Gregorio uno de los cientos de miles de migrantes Venezolanos que vive en Ecuador. José es parte de la población que trabaja en el mercado informal vendiendo caramelos en las calles de Quito. Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) a finales de 2019 habían 330.000 venezolanos en este país.La emergencia sanitaria por COVID-19 ha complicado las condiciones de vida de las poblaciones migrantes. Una de las principales afectaciones se debe a la reducción de sus medios de vida. Muchos migrantes obtenían sus ingresos de negocios o empleos que se han visto obligados a cerrar temporalmente a causa de la emergencia. Otros trabajan en el sector informal y les es muy complicado costear sus gastos de arriendo, alimentación, salud, y acceso a servicios básicos.Para dar soporte a esta población, la Cruz Roja Ecuatoriana ha brindado asistencia humanitaria con la entrega de kits de higiene y alimentos. En la provincia de Pichincha la Sociedad Nacional ha entregado 4.630 kits de alimentos, mientras que en Guayas se entregaron 500. Además, se distribuyeron 1.000 kits de higiene entre Guayas, Pichincha y 5 provincias más. Esta ayuda se destinó a personas en situación de vulnerabilidad, incluyendo migrantes.“Todas nuestras acciones están coordinadas con el Estado para no duplicar esfuerzos y ayudar de la manera más eficiente. En el caso de la Provincia de Pichincha trabajamos con el Centro de Operaciones de Emergencia Metropolitano. De igual forma, hemos articulado acciones de cooperación con el sector privado que ha sido clave para poder movilizar recursos durante la emergencia” Indica Roberto Bonilla, Técnico de la Cruz Roja Ecuatoriana.Uno de los serios problemas a los que se enfrentan las personas en situación de movilidad humana es la afectación psicológica. El distanciamiento de sus familias, la ansiedad generada durante la cuarentena, así como el estigma y discriminación de la que muchas veces son víctimas, son situaciones que pueden generar profundos estados de depresión. En tal sentido, la Cruz Roja Ecuatoriana ha estado trabajando en la línea de apoyo psicosocial con teleasistencia. Este es un servicio que está abierto a toda la comunidad incluyendo población migrante y en la que intervienen voluntarios de la salud mental que apoyan desde diferentes puntos del país.Según Roger Zambrano, Coordinador Nacional de Gestión de Riesgos de la Cruz Roja Ecuatoriana, al momento la institución lleva a cabo un proceso de preparación para sus voluntarios con miras a extender sus acciones en terreno en el marco del brote del COVID-19.“La seguridad de nuestros voluntarios y personal es lo primero” Comenta “Estamos elaborando protocolos y procedimientos de bioseguridad, así como capacitaciones presenciales y virtuales. También estamos gestionando el envío de equipos de protección para nuestros voluntarios. La idea es ampliar nuestro accionar en el país garantizando el bienestar de nuestro personal”.